PATOLOGIA ABERRANTE.
Por: Adela Soto Álvarez
La situación represiva en Cuba contra la oposición pacífica y la prensa independiente se ha convertido en una patología que pudiera llamarse "aberrante" y lo digo no sólo por las 75 detenciones arbitrarias del pasado 18 de marzo, con sanciones injustas e inhumanas contra la libre expresión, sino porque después de un amplio análisis sobre el asunto puedo afirmar que existe injusticia en todo aquello que se sepa independiente.
Y a esto no se le puede llamar paranoia como muchos suelen calificarla porque cada vez que conocen los órganos represivos cubanos de una actividad civil, quienes la coordinan o los que van a participar, o logran hacerlo burlando el cerco policial son acosados con múltiples advertencias, las que siempre recaen en la constante amenaza de la ley 88, conocida por Mordaza, unida a la calumnia de que todos somos mercenarios y espías de una potencia extranjera.
Entre estos acosados, hostigados y reprendidos continuamente se encuentran todos los disidentes a lo largo y ancho de la isla, pero para poner un ejemplo muy real de los últimos tiempos y en la provincia más occidental, Pinar del Río, se pueden destacar a :
Raúl Arteaga Delgado, Valentín Almiral, Pedro González, Luis Alberto Pacheco Mendoza, Eliosbel Garriga, Adela Soto Álvarez, Reynolds Núñez Vargas, Florentino Cuador, José Félix Rodríguez, Diana Margarita Cantón Martínez, y Lorenzo del Toro, entre otros opositores y periodistas independientes que el único delito que cometen es sacar a la luz pública el acontecer cubano con todas sus aristas.
Pero no solamente estas personas son hostigadas, acosadas, reprimidas y vejadas en cualquier lugar público, sus familiares también son vituperados, y molestados, lo mismo por teléfono, que a través de enviados especiales.
Otra de las modalidades de represión de los últimos tiempos son los bombardeos con huevos cluecos, heces fecales, animales putrefactos, letreros con palabras obscenas en contra de los más jóvenes de la familia, basura pestilente y cualquier material que contamine el ambiente hogareño y moleste la tranquilidad.
Si en peligro eminente se encuentran nuestros prisioneros políticos, tras las impuestas rejas, expuestos a la barbarie y al capricho, los que aún estamos en supuesta libertad corremos el peligro de ser involucrados en delitos comunes, de ser golpeados o agredidos en la vía pública, y encarcelados en cualquier nueva ola represiva que se desate inesperadamente por cualquier razón.
No comments:
Post a Comment