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Sunday, April 21, 2013

Novela de Ficción inedita " La Violación":


Novela de Ficción inédita “La Violación”.
Por: Diana Margarita Cantón Martinez.
 

Capítulo: La primera escapada  importante:

 

Mientras más avanzaba en su lectura de los Diarios novelados de Normita, El Doctor Nadium , menos comprendía su suicidio y ni siquiera su violación sexual. Todo parecía tan bello!, porque hasta en la parte política y social del asunto, en cierto sentido,  Juan era otra victima!. Al menos hasta ahora eso le parecía al joven  psiquiatra.
 

“Después, cuando Juan, casi me la dejó en la mano,

“ porque tenía que regresar a la tierra natal a criar a sus hijos, a cuidarlos de su mujer medio-loca, que le daba escándalos, le hacía escenas de celos”, y según él mismo-“hasta la sorprendió una noche regándole alcohol alrededor de la cama donde dormían y con una caja de fósforos en la mano derecha para acabar con su existencia”.

Y a hacerle un tercer hijo: Yunior-que hubiera podido ser Yuniar-si hubiera nacido hembra y si hubiera sido mía-como habíamos acordado-si quedaba embarazada. Pero Juan temía que se traumatizaran sus hijos. Con él aprendí también esa palabra”traumatizar”. Acaso no se daba cuenta de que yo era también otra niña que quedaría traumatizada de por vida, aunque en parte también lo estuviera ya desde antes por el divorcio de mis propios padres, por la violencia doméstica o intrafamiliar, por la soledad en que casi siempre viví, por las mentiras de todos…?.

Después-cuando para olvidar a Juan- me empaté con un oriental ingeniero, en algo olvidado por la brevedad, y de nombre-creo que Antonio, mi amiga, la profesora de Erótica, me cuestionó mucho, a pesar de que estaba de moda lo de que” un clavo sacaba otro clavo”, pues ella sabía que mi amado-desamorado:

-No te lo perdonará si se entera!. Los hombres son así ! ( hasta los comunistas. “Bájate de esa nube”, Normita.

Nunca se lo conté a Juan ni a casi nadie más, aunque tampoco me secondi para andar con Tony? por los mismos sitios, incluídos los naight-clubs del Vedado y exceptuando los hoteles rico? De Centro Habana y los pocos hoteles en general. Con Tony? no hubo nada profundo ni físico, ni emocional, ni espiritual, ni siquiera intelectual. No pude llegar muy lejos, ni con él, ni con nadie, por lo menos en un año de recuperación erótica-tal vez en más tiempo. Y mi corazón jamás lo volví a entregar por completo-creo que a nadie-lo hice solo mío y a medias-y lo separé del cuerpo, al igual que mi mente. Mis futuras entregas siempre serían además con la compañía de ese espectro, de ese cadáver, de ese amante espiritual, al que siempre seguí fiel y leal, aún en el más absorbente de mis futuros pasiones y amores-y hasta grandes amores, como José del Sol, Luis de La Luna y Miguel de las Estrellas, con el que me despediré de este mundo de desamores y sufrimientos.

La primera escapada con Juan de los Cielos, fue después de un altercado con él por negarme a que durmiera en mi cuarto de soltera en el albergue, que yo no lo compartía con nadie, pero estaba casi contiguo al de otras profesoras y alumnas. Se puso muy enfadado ( bravísimo), y un poco que me chantajeó emocionalmente:

-Al pasar frente al edificio de 3ra ( mi albergue), me gritaron groserías respecto a ti y a mi, y me dieron a entender que hay mala opinion de tu comportamiento moral en las estudiantes.

-Qué te gritaron?-pregunté.

No lo debo escribir. No soporto las obsenidades-ni habladas.!.

Pero por qué me juzgaba y tan a la ligera Juan, tan libre pensador, tan moderno-si es que realmente escuchó tales improperios?. Por qué no me invitaba a su albergue y mandaba para la calle a sus amigos que dormían-claro-en su propio cuarto?.-aunque tampoco yo habría aceptado la propuesta.

Jamás mezclé mi vida privada, laboral, estudiantil, profesional. Nunca pude frente a un albergue, en un albergue, en un privado o cátedra, en un aula, en una escuela, en un sitio tan abierto, públic o y sagrado para mí desatar mis pasiones.
 Lo del Marcelo Salado con Edy había sido de noche, frente a locales u oficinas apagadas y vacías, en la calle, en lo oscuro, no había nadie cerca, no pasó gran cosa, no era mi escuela, no me conocían, nunca hubo evidencias de comentarios de ese tipo sobre mí. Si hubiera sido real, me habrían llamado a capítulo enseguida “los guardianes del sexo”. Y nunca lo hicieron!. Aunque tampoco descarto que las adolescentes, casi de mi edad, o de mi edad, gritaran cosas o se metieran con Juan!.

En otra ocasión mi amante insinuó inseguro e injustamente  que quizás fingía mi virginidad. Fue realmente el primer hombre con el que viajé a los infinitos cielos. Pero era Juan un hombre de su tiempo, de su cultura machista, criolla, rellolla, pese a su Marxismo alemán, ingles y sobre todo ruso.Y quizás esperaba un río de sangre!.

Aquella braveza por lo de mi cuarto duró poco. Ninguno de los dos pudo soportarla. Me refugié en la Poesía-como siempre-en mi amante primera desde los doce años. A los pocos días fue a hacer las paces conmigo y me regaló un poema, el único, el definitivo. Nunca me regaló el de otro poeta con su firma. En eso fue muy auténtico. Yo le di otro a él, hecho en esos días de dolor, del que se apoderó Juana de los Caprichos en el terruño, probablemente lo destruyó o se lo llevó a España consigo alguna vez.

Ya había volado demasiado alto con nuestro hombre común sin proponérmelo, pero la primera  acostada fue días después de escribir el poema.

Por qué  nadie me advirtió en cinco o seis meses, ni la profesora Nilda, ni Juana, ni la Secretaria…., ni nadie?. Creo que mi poema fue quien puso en guardia a Juana de que su Juan estaba en andanzas amorescentes , buscadas por él insistentemente, antes que por mí misma. Ya verán cómo ocurrrió todo.