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Wednesday, August 12, 2009

Fidelidad y obediencia de José a Jehová:

Miércoles 12 de agosto
¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios? (Gén. 39:9.)
José conocía la norma divina: el matrimonio es una unión en la que solo hay lugar para un hombre y una mujer que forman “una sola carne”. Además, tuvo que haberse enterado del incidente de su abuela Rebeca con Abimélec. Cuando este rey descubrió que era una mujer casada, comprendió que ningún hombre de su reino debía unirse a ella, pues quien lo hiciera cometería un pecado y acarrearía culpa a su pueblo. Y Jehová dio su bendición, lo que reveló su punto de vista acerca del adulterio. Sin duda, el conocimiento que tenía José de estos asuntos contribuyó a que la voz de su conciencia resonara aún con más fuerza y lo moviera a rechazar la inmoralidad sexual (Gén. 2:24; 12:17-19; 20:1-18; 26:7-14). Hoy día disponemos de la Biblia completa para aprender la manera de pensar y sentir de nuestro Padre, lo que incluye qué cosas aprueba y cuáles prohíbe. Cuanto más familiarizados estemos con las Escrituras, más fácil nos será acercarnos a Dios y copiar su ejemplo. Y, por consiguiente, lo que nos diga la conciencia reflejará cada vez mejor la manera de pensar de nuestro Padre y estará en sintonía con su voluntad (Efe. 5:1-5).