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Wednesday, October 14, 2009

Escuelas Vocacionales Militares:





Eramos un hombre (by Sindo Pacheco)
Posted: 13 Oct 2009 10:00 PM PDT
Agradezco a Sindo Pacheco el envio de este capitulo, de una de sus novelas ineditas, para compartir con los lectores de Gaspar, El Lugareño.La novela es la historia de un equipo de pelota formado por niños, LOS TIGRES, y el destino en que termina cada uno de ellos. Este capítulo está titulado:
Eramos un hombreUn día regresamos del terreno de pelota, luego de haber apabullado a los Ratones, cuando así de pronto nos íbamos para los Camilitos.—¿Quieres ir para los Camilitos?—¿Para los Camilitos…?—Sí, para los Camilitos.Los Camilitos era una escuela militar donde podíamos hacernos teniente o capitán o mayor, para decirle un día a la vieja que ya no tenía que seguir cosiendo tanta ropa, y ya nos veíamos por la calle, saliendo de Pase, con aquel traje de gala verde olivo y la gorra de plato con el Escudo al frente y la camisa mangas largas, y un cinto ancho de hebilla brillante con la figura de Camilo Cienfuegos.Claro que sí, que queríamos ir para los Camilitos: Juanco, Santiago, Ale, Juan Ramón: nos vamos para los Camilitos.Y papi nos acompañó hasta Santa Clara, y nos reconocieron en el Hospital Militar y nos pusieron dos inyecciones en la espalda y nos empastaron las muelas, y luego nos dieron la ropa y los zapatos y la gorra, y nos pelaron al cero y nos mandaron un tiempo a cortar marabú y a sembrar café a las montañas.Era un lugar muy intrincado. Los albergues consistían en naves abiertas, de techo de guano y piso de tierra, por donde corría la lluvia durante los largos aguaceros de septiembre, y hacía frío, y teníamos que levantarnos de noche, y trabajar todo el día y bañarnos al aire libre, y enfermarnos y seguir trabajando porque allí podíamos practicar la Emulación Socialista; y los más destacados recibíamos un sello muy bonito de vanguardia del día o de la semana o del mes, hasta que por fin un día nos trajeron a la escuela.No éramos ni Frank Caballero, ni Rony, ni Pirolo, ni Quiroga ni Amarante Reyes. Éramos el 13 y el 43 y el 57 y el 58 y el 90, y el sargento Antía, y el cabo Bernabé, y el teniente Capote. Había que hacerlo todo rápido, todo estaba medido como si viviéramos adentro de un reloj. Levantarse de un salto, de pieeee, disciplina militar, cinco minutos para el Aseo Personal, tender la cama, vestirse, y salir a formar.—Permiso, sargento, para incorporarme.—Incorpórese, tiene un reporte 57 por Llegar Tarde a Formación.—Pero sargento…—Tiene otro por Réplica.—Es que, mire…—Réplica Continuada.—Sí, sargento.—Compañía Atencioooón, derechaaaa, derec, de frenteeee, march, un/ dos/ tres/ cua/ troun/ dos/ tres/ cua/ troun/ dos/ tres/ cua, compañíaaaa: pelotón, alt.Y marchando para las aulas, para los campos deportivos, para las clases de infantería, de tiro, para el comedor, para los albergues:—Permiso sargento, nos robaron las medias, y el overoll, y el traje de gala, y la gorra, y el tubo de pasta.Y el sargento se pone de pie de un salto, como un resorte, y sale para el albergue:—De pie, Atencioooón, todos al lado de sus camas, los escaparates abiertos.Aquello era una escuela militar y si había un ladrón tenía que aparecer, no se moviera nadie de sus puestos.Pero no apareció el ladrón, ni la ropa, ni el tubo de pasta:—Aquí tiene, alumno 57, todo nuevo. Mire a ver si la próxima…—Lo sentimos, sargento, los escaparates no tienen candados.—El candado hay que llevarlo aquí, 57 —y se tocaba la cabeza—. Al ladrón lo atraparemos, ya verá usted, puede retirarse… Ah, y tiene un reporte por faltarle un botón.—Pero sargento…—Otro por Réplica.—Sí, sargento.Y cada reporte equivalía a dos o tres deméritos o hasta nueve o diez según fuera el reporte, y a los diez deméritos nos suspendían el Pase. Uno veía las guaguas que se llevaba a la gente, vestidos de gala, con la alegría de ver a la familia, a los amigos, de salir del sargento por dos días, mientras uno se quedaba allí como un huérfano, por hablar en formación, por llegar tarde, por Réplica, por Réplica Continuada. Los viernes que tocaba Pase, por la mañana, nos hacían la Corte, aula por aula:—Alumno 57.—Aquí.—Acá.Un dos, un dos, alt.—Alumno 57 listo para responder las preguntas de la Corte.—Póngase cómodo. 57, usted fue reportado el día 9 del corriente a las cero ochocientas por Llegada Tarde a Formación, ¿responsable o no responsable?—Responsable.—Tiene cuatro deméritos… Usted fue reportado el día 10 a las mil y quinientas por Uso Indebido del Uniforme, entre paréntesis camisa abierta, ¿responsable o no responsable?—Responsable.—Tiene tres deméritos.Cuatro y tres siete, faltaban tres para tumbarnos el Pase, para quedarnos allí encerrados; el Pase es lo más importante, lo más grande que uno tiene en esta escuela, Virgencita, más que la comida, que la ropa, más que el agua.—57, tiene otro reporte el día 12 del corriente a las dos mil y cuarenta por Terminología Inadecuada.—No responsable.—Nadie le ha preguntado si es o no responsable. Tiene un reporte por contestar sin haberle preguntado.—Sí, sargento.—Terminología Inadecuada, ¿responsable o…?—No responsable.—¿Qué tiene que alegar?—No estamos de acuerdo, sargento, lo único que hicimos fue decirle a Rony…—A Rony no, al compañero 43.—Sí, sargento, al compañero 43, que se callara, que ya habían dado la voz de silencio.—Cabo Bernabé.—Aquí.—Acá.Un dos un dos, alt.—Usted fue quién le puso el reporte, ¿qué tiene que alegar?—Sí, sargento, esa noche yo iba entrando al albergue cuando oí que el alumno 57 le decía a su compañero: cállete, asere, que por ahí viene el cabo Bernabé, y como usted sabe, sargento, esa palabra de asere es una terminología inadecuada en nuestras Fuerza Armadas.—Muy bien, puede retirarse.Un dos un dos.—Alumno 57, es declarado responsable, tiene 4 deméritos y otro reporte más por Mentir en Corte, ¿responsable o no responsable?—No responsable.—Tiene otro reporte más por Insubordinación, ¿responsable o no responsable?—No responsable.—Otro por Falta de Respeto a un Superior, ¿responsable o no responsable?—Responsable, sargento.—Bien… En total son tres… y cuatro, siete…, once, dieciocho, veintinueve deméritos que van a su Expediente Acumulativo. Tiene suspendido el Pase, 57. Puede retirarse.—Sí, sargento.—Alumno 58.—Aquí.—Acá.Un dos, un dos, alt.Y reportes por esto y por aquello, por jugar de manos, por hablar, por reír, por llegar tarde, por coger mal la cuchara, por no cuidar la Propiedad y dejarse robar.—¿Otra vez aquí?—Sí, sargento, nos robaron la toalla.—Pues mire a ver lo que inventa, no quiero saber más de otro asunto de robo.—¿Qué vamos a hacer, sargento?—No sé nada, ya le dije que invente.—¿Qué cosa, sargento…?—No sé, retírese. Tiene un reporte por No Cuidar la Propiedad.—Pero sargento…—Otro por Réplica—Sí, sargento.Y llegamos hasta el escaparate del compañero Pérez Pérez, pero nos detuvimos en el acto: el sargento sabe que nos falta la toalla y cuando Pérez Pérez vaya a denunciar que a él también le han robado la suya, el sargento mandará a formar, inspección, y verá la toalla en nuestro escaparate:—Alumno 44, ¿es ésta su toalla?—Sí, sargento.Y nos declararán ladrón y pagaremos por todos los robos y nos harán un juicio, y nos pararán delante de toda la escuela, y nos arrancarán las insignias, el escudo de la camisa y de la gorra, y nos expulsarán deshonrosamente: papi, mami, Juanco, Omar, Umbelina: nos expulsaron por ladrones… No, mejor nos secamos con un trapo, o con el aire, o seguimos mojados todo el día, toda la semana, seremos tipos resfriados, con catarros crónicos, incurables.Pero la próxima vez no será igual: no, sargento, no nos han robado nada, más nada, estamos cuidando mejor la Propiedad, vea, hizo bien en ponernos aquel reporte. La próxima vez que nos roben, se forma la inventadera; basta ya de reportes por no cuidar la Propiedad, nos llamen en la Corte, alumno 57, aquí, acá, y nos tumben el Pase y nos quedemos prisioneros en esta cárcel tan enorme y tan fría.Y la otra quincena nos robaron dos camisas y tres pares de medias que recuperamos, mediante una pequeña inventiva, y no recibimos más que dos reportes. Teníamos tantas ganas de ir al pueblo, de ver a los amigos, de ver aunque fuera a Juanco o a cualquiera de Los Tigres, a la familia, a mami, a papi: Papi, no vamos más para esa escuela, nos maltratan, nos humillan, no nos consideran, no nos oyen, no valemos nada, somos unos tornillos, unas tuercas, somos unos muñecos de papel, peor que si fuéramos de palo, peor que Pinocho.Papi abrió mucho los ojos, ¿estábamos locos? De allí no nos iríamos, cómo iba a pasar esa vergüenza de tener hijos rajados.Y lloramos toda la noche y todo el día siguiente. Y tío Ignacio y tía Aleja y prima Nila se compadecieron de nosotros: déjalo que venga para acá, pobrecito; pero mi padre no podía permitirlo, de ninguna manera, no era culpa suya, él estaba en la Revolución, y leía a Lenin, y a nuestro primer hermano le había puesto Pedri por San Pedro, pero al segundo le puso Vladimir Ilich, y recibía la revista Cuba Socialista, y Literatura Soviética, y quería ser Yuri Gagarin. Ya desde chiquitos nos llevaba a las marchas de apoyo, a las manifestaciones, miles y miles de gente desfilando y cantando por la calle Masó, todos parecidos a Fidel, con el mismo rostro de Fidel; nuestro padre era invencible como si fuera Fidel, y cruzábamos la calle Céspedes, y la calle Libertad, y nosotros dentro del tumulto, marchando vamos hacia un Ideal sabiendo que hemos de triunfar, en aras de paz y prosperidad; y tomábamos por la calle Valle, junto al parque La Palmita, y cruzábamos por El Gallito, por La Francia, por la Colonia Española, y no importaba que nos pisotearan porque nuestros padres eran muchos fideles con el paso largo cantando la Internacional, y ya no caminábamos, sino que íbamos montados en una canción, sobre una melodía que nos impulsaba, que recorría las calles con nosotros encima, repletos de energía; y llegábamos hasta el parque José Martí, donde estaba la concentración: arriba los pobres del mundo, de pie los esclavos sin pan; y enarbolando consignas: Fidel, seguro, a los yankis dale duro, o, candela candela, la ORI es la candela, no le digan ORI, díganle candela, candela candela … Por eso no podía sacarnos de aquella escuela, pero seguimos llorando, y un día no pudo resistir más aquel dolor del hijo, qué cosa no hace un padre por su hijo, y fue a solicitarnos la Baja, nada importaba en su vida más que su hijo, la felicidad de su hijo, la alegría de su hijo, su hijo era su hijo; y lo quisimos como antes, más que antes, porque sabíamos que era muy duro para él tener un hijo rajado, ser padre debía ser algo tan grande, y ya habíamos recogido la ropa para entregarla, y nos habíamos vestido de civil, con una camisa a cuadros muy bonita:—Permiso capitán. Yo soy el padre de mi hijo.Y el padre le explicó todo al capitán que lo escuchó en silencio y le brindó café, y se fumaron un tabaco. Y luego se acercó bien a él como si estuviera diciéndole un secreto a una persona muy entrañable:—¿Sabe lo que pasa, papá…? Ésta es la mejor escuela del país. Estos niños son unos privilegiados, son los hijos ricos de un pueblo pobre. Buena comida, buenos dormitorios, buena educación, buen futuro: nada menos que Oficiales de nuestras Fuerzas Armadas, ¿usted me entiende…?—Sí, capitán.—Pero como comprenderá, compañero Paquito, la Revolución emplea muchos recursos en la formación de estos niños, y de aquí no puede salir nadie así por la libre, ¿comprende…?—Sí, capitán.—El que se vaya de esta escuela es como si fuera desertor, traidor a la patria, ¿sabe?, se queda con su Expediente manchado para toda la vida. De aquí como único se sale es expulsado deshonrosamente o por un accidente fatal, que pierdan un brazo o una pierna o un ojo, ¿me comprende?—Sí, capitán.—Pero si usted quiere…—No, capitán.Y el papá no le contó eso a nadie sino que se acercó bien a su hijo, y le puso la mano en la cabeza:—Hijo, aguanta un tiempo a ver qué pasa. Ya tú eres un hombre.Y el hijo tragamos en seco y pestañeamos rápido para que el padre no viera las lágrimas, porque así de pronto, tan chiquito, todavía sin pelos, ya éramos un hombre.—Sí, papi, vete tranquilo.Nos besó, nos dijo adiós muy lentamente. Y lo vimos alejarse, encorvado, con el paso muerto, como un fantasma a la luz del mediodía, con aquella cara de fideltriste, porque esta vez dejaba al hijo por detrás.
Nota: Tomado del Blog de El Lugareño.


Nota de la Blogguista: De 1977-79 trabajé como civil de las F.A.R en una de estas escuelas. Quizás un día escriba de ello. Años después mi hijo estudió allí y fue expulsado. De hecho el poema que surgió a raíz de ese hecho anda en el cuaderno Testamento. El autógrafo que le llenaron y firmaron sus compañeros de estudios me hizo ver claramente que los jóvenes siempre son más profundos que los viejos. A mi me espantaron aquellos testimonios entonces que aún no sé si eran tan serios como yo los vi o si tenían una alta dosis de humor o si lo combinaban con una fuerte crítica al poder. Hablaban-por ejemplo de la legitimidad de su propio Granma.

Cancionero de Juan Almeida Bosque:

Canciones de nuestras vidas
Con la mano extendida, es el título del cancionero que recoge un importante grupo de obras del recientemente fallecido Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, que será presentado hoy en La Habana



José Luis Estrada Betancourt estrada@juventudrebelde.cu13 de Octubre del 2009 0:30:17 CDT
Finalmente, Con la mano extendida, el esperado cancionero que recoge cien de las tantas composiciones dejadas para la posteridad por el recientemente desparecido Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, será presentado hoy (5:00 p.m.) en la Sala Universal de las FAR; suceso que estará acompañado por una gala homenaje donde algunas de esas canciones que han marcado nuestras vidas volverán a seducir nuestros oídos, como ha ocurrido con frecuencia en los últimos 50 años.
Es curioso. Seguramente habrá quien se sorprenda pensando: «Pero... ¡así que esa canción era de Almeida!». Nos ha pasado a muchos; o al menos a mí, que sin saber que detrás de tanta maravilla estaba la enorme sensibilidad de ese combatiente eterno de la Revolución, me emocionaba con aquel no me grites, que no hay por eso más razón en lo que dices, que todavía entono de memoria y del cual la musicalísima Beatriz Márquez hizo una interpretación antológica; como el Marinero quiero ser, marinero como tú, para dejar de jugar, con mi barco de papel... de la infancia que me sentaba hipnotizado frente al televisor; el mismo aparato que me permitía admirar a la inigualable Omara Portuondo quien, «recuperada» de un amor que ya no la correspondía, cantaba como nadie: Te esperé tanto tiempo, y al ver que no venías, me acostumbré, cariño, a quedarme sin ti...
Ocurre con frecuencia. Y de pronto comprendemos que hemos crecido, amado, sufrido y vivido durante estos años, y el Comandante de la Revolución Almeida no ha dejado de estar ni un instante junto a nosotros. Por eso no era de extrañar que cuando se avecinaban las primeras cinco décadas del glorioso 1ro. de enero de 1959, la dirección de la Unión de Jóvenes Comunistas pensara en editar un cancionero con algunas canciones de quien había sido, precisamente, uno de los principales protagonistas de la gesta.
El proyecto comenzó en el 2008, explicó a Juventud Rebelde Niurka Duménigo, directora de la Casa Editora Abril, y quien se encargó de las coordinaciones. «Con la mano... nos ofreció la dicha de poder trabajar muy cerca de Almeida, quien lo tuvo en sus manos más de una vez, lo miró, lo acarició y lo aprobó. No logró verlo terminado, pero a quienes participamos nos queda la alegría de que lo considerara un libro bello, y de que se sintiera muy satisfecho con el resultado.
«Fue una labor muy compleja, porque se trataba de escoger cien temas dentro de su prolífera obra, donde estuvieran los más radiados, pero también los que desde el punto de vista artístico tuviesen mayor significación en el panorama musical cubano.
«Esa selección fue posible buscando en los archivos que contienen sus obras publicadas, sin dejar de atender lo que estaba inédito. Para ello, junto a Redento Morejón Morejón, que estuvo a cargo del cuidado de la edición, trabajó un equipo de la Editora, el cual tuvo muy en cuenta la visión del maestro Frank Fernández, para quien este es un texto necesario y justo, porque la figura de Almeida, más reconocida en el mundo político y literario, no se conoce en su verdadera dimensión en lo musical.
«Entonces, organizamos un equipo creativo que estuvo conformado por Alexander Carcedo Olivé —aún estudiante del ISDI—, quien se responsabilizó con el diseño y la realización; por Lilian Sabina Roque e Irenia González Cela, en cuyas manos quedaron la edición y el cotejo de los originales, respectivamente, mientras que Rigoberto Otaño Laffitte se encargó de digitalizar las obras, de escribir la melodía y el bajo en una partitura de piano, así como las versiones para guitarra. Inestimable fue el quehacer de Otaño, un hombre de notable rigor profesional, que dedicó mucho tiempo a esta obra y a quien le agradecemos por lo que nos aportó y lo que aprendimos».
Aunque estará al alcance del público lector, Con la mano extendida será destinado a las escuelas de artes, a los instructores, a los músicos del país, quienes tendrán, asegura Niurka, un libro de alta calidad, gracias al esfuerzo de las imprentas Federico Engels y Alejo Carpentier, que no solo resolvieron la propuesta del diseñador con mucho tino y profesionalidad, sino que también entregaron ejemplares (están cosidos) de mucha durabilidad y calidad.
Historia de una larga amistad
Cuando llegó a JR la noticia, me «costaba» creerlo. ¿Morejón? No imaginé que aquel hombre al que conocía de mis vínculos de trabajo con el Ballet Nacional de Cuba —es su subdirector ejecutivo—, estaba detrás de Con la mano... Tampoco sabía que lo unía a Almeida una amistad que nació a principios de la década de 1960; y mucho menos que el joven que se había hecho contador y economista para complacer a sus padres, había estudiado saxofón y clarinete durante su niñez en Pinar del Río.
Y claro, siempre se las arreglaba para no dejar a un lado la música. Fue de ese modo que Redento se encontró con Almeida. «Los directores de las agrupaciones donde tocaba me pedían que llevara los contratos y el control de los números y los autores de los títulos que se interpretaban. De ese modo di con René Barrera (Barrerita), el cual era una especie de inspector de la Sociedad de Autores, y quien me lo presentó.
«Nuestra amistad se hizo más sólida a partir de la velada que se realizara en la Plaza de la Revolución por la muerte de Ernesto Che Guevara. A partir de ese momento estuve muy en contacto con los orquestadores, arreglistas, transcriptores, cantantes... de Almeida. En lo adelante no abandoné este tipo de colaboración con él, a quien siempre vi como mi “hermano mayor”.
«Con frecuencia hablaba conmigo y me contaba sobre las motivaciones que lo lanzaban a componer. De ese modo supe que Cualquier lugar es mi tierra había nacido después de la intervención de los marines en Granada, como que Tengo flores llegó tras el crimen perpetrado contra el avión de Barbados; que Mis recuerdos para él se la dedicó a su padre o que Una manera mejor apareció como réplica a aquel tema que se hizo muy popular en un Festival de Varadero y que decía: Defiéndete tú y déjame a mí, que yo me defiendo como pueda...
«Almeida no era un músico de academia, pero tenía una notable sensibilidad, un talento innato que desarrolló no solo para escribir canciones, sino también música instrumental (Elegía a Antonio Maceo, Elegía a Martí...) y magníficos sones al estilo de Dame un traguito, Qué le pasa a esa mujer, Que baile sola el son... de aquello que cantaban los Van Van: Si yo subo la loma, compay, voy detrás de ese mulo (Lo que dice un guajiro). No obstante, su mayor resonancia fue por temas como Este camino largo, Decide tú, Mejor concluir, Gran día de enero... y, claro, Guadalupe (La Lupe), que se convirtió en un himno».
Esa es la explicación del porqué cuando La Lupe cumplió sus primeros 30 años, Morejón estuviera detrás del cuidado técnico de la edición de una colección que preparara la EGREM; labor que ahora volvió a repetir en Con la mano extendida. Por ello no disimula su satisfacción:
«A mí me correspondió realizar un estudio profundo y hacer varios cortes que luego sometí a la consideración de Almeida, quien siempre nos hacía algunas sugerencias. Fue una tarea muy ardua porque estamos hablando de una obra abundante, y de probada calidad, de ahí que no fue fácil llegar a las cien y descartar muchas otras.
«No se trata de una antología, precisa Morejón. Es una compilación, donde aparecen títulos que representan los más disímiles géneros musicales, aunque la mayoría corresponde a la cancionística. Como fueron concebidos en momentos diferentes, decidimos ubicarlos por orden alfabético.
«Por eso el libro inicia con A los que cantan: A los que cantaron/ y cantan mis canciones/ de realidades y fantasías,/ de bellos sueños,/ sueños truncos,/ les doy las gracias/ ahora que puedo/ y que las musas/ siguen conmigo... Ya, desde este mismo texto inédito, se puede apreciar la humildad de este gran hombre que se emocionaba cuando intérpretes de la altura de Beatriz Márquez, Omara Portuondo, Elena Burke, Farah María, Fernando Álvarez, Gina León, Amelita Frade, Ela Calvo..., cantaban sus canciones».
Inmortal por derecho
El prólogo de Con la mano... corresponde al maestro Frank Fernández, quien está convencido de que en lo adelante este texto se convertirá en un libro de consulta tanto para profesionales como para aficionados, quienes lo podrán utilizar sin miedo a que se les «deshaga» en las manos. «Es un libro fuerte, cuidado; un libro de lujo que la Casa Editora Abril se tomó de una manera muy seria, como lo merece quien, junto a su estatura histórica, llevó adelante una obra estética y artística impresionante.
«Éramos muy amigos y entre nosotros se desarrolló una relación de colegas. Nos queríamos y respetábamos mucho. Cuando hablaba de música hacía un esfuerzo extraordinario para que no se pensara en él como el gran hombre que era, y entonces yo lo llamaba “Juan”, lo cual le halagaba, no así cuando conversábamos sobre otros tópicos, en que para mí era “Comandante”.
«Había personas que desconocían su obra, pero la verdad es que era un compositor de puntería. Lo demuestran esa cantidad inmensa de canciones que permanecen en la memoria popular y que han sido interpretadas lo mismo en Cuba que fuera de la Isla. Con Dame un traguito, Qué le pasa a esa mujer, Mejor concluir, Cómo le explico yo a mi corazón, La Lupe..., Almeida se ganó el derecho moral y estético de trascender en la historia».Curabitur ac urna. Fusce at magna. Duis consequat tincidunt augue.-->
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1Wily - 14 de Octubre del 2009 22:15:49 CDT
Conoci al maestro Frank Fernandez a bordo de un mismo vuelo, que lo conduciria a el hasta Checoslovaquia, para el Festival de musica Lira de Bratislava y a mi para una escala tecnica en Praga, desde donde luego continuaria a Moscu, para una cobertura periodistica como enviado especial. Durante la escala de cuatro horas en la capital de esa Republica Centro Europea, nos pasamos la madrugada hablando de varios temas. A las ocho de la mañana mi vuelo continuaria viaje a la capital de la antigua URSS y el abordaria otro hacia la ciudad antes mencionada. Aquellas cuatro horas, a partir de las cuatro de la madrugada, me fueron suficientes para valorar la calidad no solo tecnica del musico que lleva por dentro, sino del artista y ciudadano que tiene por fuera. Me gustaria algun dia poder leer el libro, aun estando lejos --y tan cerca a la vez-- de mi patria, porque tengo la mas absoluta seguridad de que viniendo del maestro Frank, el citado prologo debe ser algo mas que un homenaje al Comandante de la Revolucion Juan Almeida Bosque, quien aparte de sus bien logrados exitos politicos, escribio temas que verdaderamente muchas personas en el mundo no conocen y sin embargo provocaron lagrimas y causaron sensaciones inesperdas. Mis respetos para el maestro Frank y mi deseo del descanso eterno en paz para el Comandante de la Revolucion Juan Almeida Bosque.

( Tomado de Juventud Rebelde, periódico cubano).

Opinión literaria y amiga:


"DIANA.

TU ULTIMO POEMA, EL DE HOY 14 DE OCTUBRE, ME HIZO LLORAR MUCHO, PORQUE HAS DEJADO EN EL EL ALMA, YA QUE RELATAS CON HUMILDE TRISTEZA TODA TU VIDA, E INEVITABLEMENTE ME TRASLADE A LA MIA, Y LOS RECUERDOS ME AZOTARON. Y LLENARON DE TRISTEZA Y AÑORANZA.

CREEME AMIGA QUE TE QUEDO MUY BUENO, Y EXCELENTE PARA AQUELLOS QUE EN SU AFÁN DE MOLESTAR, POR IDEAS PROPIAS O POR ENCARGO HACEN TODO LO POSIBLE POR INMISCUIRSE EN NUESTRAS VIDAS, COMO SI TUVIERAN DERECHO.

DESPUÉS DE LEER TU POEMA TAN PROFUNDO ME DOY CUENTA QUE NADIE PUEDE CONTRA TU BONDAD Y CAPACIDAD DE PERDONAR HASTA CON LA PALABRA Y ASÍ LO VEO EN CADA VERSO,

CON QUE MAESTRÍA Y DELICADEZA DICES TU REALIDAD Y A LA VEZ NO OFENDES, A ESOS ANÓNIMOS QUE TANTAS COSAS FEAS SE MERECEN

AL CONTRARIO ACEPTAS Y EXPLICAS, CON DETALLES AL ENEMIGO, QUE DESDE SU MADRIGUERA ZARPA CONTRA NOSOTROS DIARIAMENTE EN SU MALEFICENCIA.

TE ADMIRO, Y RESPETO, PORQUE YO NO TENGO ESA POSIBILIDAD DE HUMILDAD QUE TU LOGRAS, CON LA MAS GENUINA HONESTIDAD.

A MI ME DAN DESEOS MUNDANOS CONTRA ESAS ALIMAÑAS, POR LO QUE PIDO A JEHOVÁ CALME MI IRA. Y MALOS PENSAMIENTOS.

TE FELICITO POR EL POEMA Y POR LA CALMA QUE LOGRAS MANTENER ANTE TANTOS ACOSOS INMERECIDOS.

UN ABRAZO TU SIEMPRE AMIGA

ADELA.

Lavada del pasado aunque no se olvide y a veces suba al corazón imperfecto:


Mi vida fue un panfleto ( Poesía):

Por: Diana Margarita Cantón Martínez.

Escribo este panfleto
contra el miedo al panfleto.

( Raúl Rivero).

Anoche hubo viento, lluvia,
casi granizo y nieve,
casi ciclón-tormenta
Los feroces aullidos
asustaron mi niño
que protegí en mis alas
Porque la paz de Dios
supera todo pensamiento
y toda contingencia natural
en cualquier sitio .

Anoche di clases de valor
a Léster y hasta a Yan
Nada de antropoides transformados
ni de lucha de clases
Nada de eso
Ellos no crecerán
en la mentira
de la Biblia al revés
Ellos no se emocionarán
con los disloques
de la Santa Ana
ni llevarán a nadie
"la luz de la verdad" .

Te confieso
que mi vida
fue un panfleto,
que desde 1960
estuve en el hambre
y la miseria
reciclando la ropa
deshechada
por las primas
y tomando
leche condensada
de los trenes
de abuela .

Te confieso
que mi vida
fue pura confusión
de Joven Cuba,
26, O.R.I.S,
P.S.P,
Santería,
Espiritismo
(=a Comunismo) .

Te confieso
que no tuve niñez,
ni T.V, ni muñequitos
(ni siquiera rusos).

Que viví pegada
al radio de papá-
el pobre diablo-
escuchando a
Carlos Puebla
y al Comandante
"que mandó a parar"? .

Que lloré
por el crimen
de Ascunce,
por el joven
que escribió
con sangre
el nombre
de dios
y hasta por
el otro
que le ametrallaron
el estómago
en la costa .

Viví pendiente
de discursos,
panfletos,
trovas
y hasta fui feliz
cantando aquello
de cavar trincheras
y matar,
aunque haya suspendido
el tiro al blanco
en las M.T.T.
Yo nunca tiré bien,
te lo confieso.

Yo nunca fui a la guerra
( A otra guerra
que no fuera
la de la propaganda
y la desigualdad social
que siempre padecí-
pese al espejismo
de algunas
gratuidades indebidas,
transitorias,
que me cercenaron
la libre empresa).

Yo estuve agradecida
de mi beca de hambrienta
cuando los rollos de papel
sanitario
se lanzaban
hasta del piso 28
del Edificio Focsa
con nombre Comandante
y Guerrillero
Y en la Rampa
los recogían asombrados
del destrozo
al futuro
( Antes de Alamar,
Cangrejeras
y Las Ceibas).

Yo estuve agradecida
de curarme
tricocéfalos
y tenia
( no sé si saginata
o sólium)
en la Cira Carcía
( Clínica para becados,
devenida en
otra cosa actual
que casi todos saben),
de usar zapatos cómodos,
de bañarme en ducha de
agua fría,
de usar toilets
y hasta los videles
que ya no eran exclusivos
de Paulina.

Yo fui feliz
con las negradas
y multitudes
campesinas
congregadas
de cualquier
sitio
remoto
del país.
Aprendí sus
dialectos
y costumbres,
además de algún
Inglés
y algo de Ruso
luego.

Yo fui feliz
pese a las Marchas
y las Cortes militares,
pese a mi fanatismo
y los dogmas
aprendidos.

Yo fui feliz
pese a los
sutiles odios
aprendiendo
bailes
y canciones,
liberando,
extraviando
adolescencia,
juventud
y amores.

Yo fui feliz
con tantas cosas
pequeñas
e innombrables
que yacen
en los mares
y en los aires
del planeta
Para qué
enumerarlas
en panfleto
empeñado
en dar la espalda
a las tristezas?.

Te confieso
mi adhesión
antaña
a cada mito
inculcado
a mi Inocencia
que tan pocos
se tomaron en serio-
ni tú mismo-
ser de tantas
caras y nombres.

Por eso vete
de mi computadora
a estas alturas
trasnochado
Vete aunque te
llames Ernesto
y hasta Camilo
Vete aunque te
llames Yosvani
u otro nombre
con Y
o sin letras
precisas
Vete aunque
seas joven y
hermoso,
cándido,
puro
y creído-
como yo-
hace tiempo.

Vete aunque
hayas sido
mi alumno
de marxismo
puro
o con
silviología.

Vete aunque
hayas sido
mi editor?,
mi censor,
mi poeta
preferido
o compañero
de Taller
Literario,
mi burlón.

Vete
por ser
el fascista
y yo la tonta
que un día
creyó
en el hombre,
sus informes
de espía
y sus
panfletos.


( Escrito el 14 de octubre de 2009; es nuevecito y panfletario como el destinatario).

De la Biblia sobre las autoridades y los gobiernos:

13 Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas. 2 Por lo tanto, el que se opone a la autoridad se ha puesto en contra del arreglo de Dios; los que se han puesto en contra de este recibirán juicio para sí. 3 Porque los que gobiernan no son objeto de temor para el hecho bueno, sino para el malo. ¿Quieres, pues, no temer a la autoridad? Sigue haciendo el bien, y tendrás alabanza de ella; 4 porque es ministro de Dios para ti para bien tuyo. Pero si estás haciendo lo que es malo, teme: porque no es sin propósito que lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para expresar ira sobre el que practica lo que es malo.
5 Hay, por lo tanto, razón apremiante para que ustedes estén en sujeción, no solo por causa de esa ira, sino también por causa de [su] conciencia. 6 Pues por eso ustedes también pagan impuestos; porque ellos son siervos públicos de Dios que sirven constantemente con este mismo propósito. 7 Den a todos lo que les es debido: al que [pide] impuesto, el impuesto; al que [pide] tributo, el tributo; al que [pide] temor, dicho temor; al que [pide] honra, dicha honra.
8 No deban a nadie ni una sola cosa, salvo el amarse unos a otros; porque el que ama a su semejante ha cumplido [la] ley. 9 Porque el [código]: “No debes cometer adulterio, No debes asesinar, No debes hurtar, No debes codiciar”, y cualquier otro mandamiento que haya, se resume en esta palabra, a saber: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo”. 10 El amor no obra mal al prójimo; por lo tanto, el amor es el cumplimiento de la ley.
11 [Hagan] esto, también, porque ustedes conocen el tiempo, que ya es hora de que despierten del sueño, porque ahora está más cerca nuestra salvación que cuando nos hicimos creyentes. 12 La noche está muy avanzada; el día se ha acercado. Por lo tanto, quitémonos las obras que pertenecen a la oscuridad y vistámonos las armas de la luz. 13 Como de día, andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y borracheras, no en coito ilícito y conducta relajada, no en contienda y celos. 14 Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no estén haciendo planes con anticipación para los deseos de la carne.
14 Reciban con gusto al que tiene debilidades en [su] fe, pero no para tomar decisiones sobre cuestiones de duda interna. 2 Un [hombre] tiene fe para comer de todo, pero el que es débil come legumbres. 3 El que come no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come, porque Dios ha recibido con gusto a ese. 4 ¿Quién eres tú para juzgar al sirviente de casa ajeno? Para su propio amo está en pie o cae. En verdad, se le hará estar en pie, porque Jehová puede hacer que esté en pie.
5 Un [hombre] juzga un día como superior a otro; otro juzga un día como todos los demás; cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. 6 El que observa el día, lo observa para Jehová. También, el que come, come para Jehová, pues da gracias a Dios; y el que no come, no come para Jehová, y sin embargo da gracias a Dios. 7 Ninguno de nosotros, de hecho, vive con respecto a sí mismo únicamente, y ninguno muere con respecto a sí mismo únicamente; 8 pues tanto si vivimos, vivimos para Jehová, como si morimos, morimos para Jehová. Por consiguiente, tanto si vivimos como si morimos, pertenecemos a Jehová. 9 Porque con este fin murió Cristo y volvió a vivir otra vez, para ser Señor tanto sobre los muertos como sobre los vivos.
10 Pero ¿por qué juzgas a tu hermano? ¿O por qué también menosprecias a tu hermano? Pues todos estaremos de pie ante el tribunal de Dios; 11 porque está escrito: “‘Tan ciertamente como que vivo yo —dice Jehová—, ante mí toda rodilla se doblará, y toda lengua hará reconocimiento abierto a Dios’”. 12 De manera que cada uno de nosotros rendirá cuenta de sí mismo a Dios.
13 Por lo tanto, ya no andemos juzgándonos unos a otros, sino más bien hagan que esto sea su decisión: el no poner delante de un hermano tropiezo ni causa para dar un traspié. 14 Yo sé, y de ello estoy persuadido en el Señor Jesús, que nada de sí mismo es contaminado; solo cuando el hombre considera que algo es contaminado, para él es contaminado. 15 Pues si por causa de alimento se contrista tu hermano, no andas ya de acuerdo con el amor. No arruines por tu alimento a aquel por quien Cristo murió. 16 No dejen, pues, que del bien que ustedes hacen se hable con daño para ustedes. 17 Porque el reino de Dios no significa comer y beber, sino que [significa] justicia y paz y gozo con espíritu santo. 18 Pues el que a este respecto sirve como esclavo a Cristo es acepto a Dios y tiene aprobación entre los hombres.
19 Por eso, pues, sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificación mutua. 20 Deja de demoler la obra de Dios simplemente por causa de alimento. Es verdad que todas las cosas son limpias, pero le es perjudicial al hombre que con ocasión de tropiezo come. 21 Es bueno no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa alguna por la cual tu hermano tropiece. 22 La fe que tienes, tenla de acuerdo contigo mismo a vista de Dios. Feliz es el hombre que no se impone juicio por lo que aprueba. 23 Pero si tiene dudas, ya está condenado si come, porque no [come] por fe. En realidad, todo lo que no es por fe es pecado.

Obedecer a Dios en todo:


Obedezcamos a Dios en todo
9 Si tenemos siempre presente a Jehová, le obedeceremos en todo y como resultado recibiremos abundantes bendiciones (Deu. 28:13; 1 Sam. 15:22). En efecto, debemos estar prestos a obedecer a Jehová. Pensemos en la actitud que demostraron las cinco hijas de Zelofehad, que vivieron en el tiempo de Moisés. La costumbre entre los israelitas era que la herencia familiar pasara a los hijos, y no a las hijas. Pero como Zelofehad murió sin hijos varones, Jehová ordenó que se entregara la herencia a sus hijas. Sin embargo, había una condición que respetar: debían casarse exclusivamente con hombres de la tribu de Manasés, de modo que la herencia no pasara a ninguna otra tribu (Núm. 27:1-8; 36:6-8).
10 Las hijas de Zelofehad estaban seguras de que las cosas saldrían bien si obedecían a Dios. La Biblia señala: “Tal como Jehová había mandado a Moisés, de esa manera lo hicieron las hijas de Zelofehad. Por consiguiente, Mahlá, Tirzá y Hoglá y Milcá y Noá, las hijas de Zelofehad, llegaron a ser las esposas de los hijos de los hermanos de su padre. Llegaron a ser esposas de algunos de las familias de los hijos de Manasés hijo de José, para que la herencia de ellas continuara junto con la tribu de la familia de su padre” (Núm. 36:10-12). Estas mujeres obedientes siguieron las órdenes de Jehová (Jos. 17:3, 4). Hoy día los cristianos solteros que son espirituales hacen lo mismo: confían en Dios y lo obedecen casándose “solo en el Señor” (1 Cor. 7:39).

Noticia de Cuba:

CONTINUA SITIADA LA VIVIENDA DE VLADIMIRO ROCA, de PROYECTO CIUDADANO CUBANO

Notas de PROYECTO CIUDADANO CUBANO

CONTINUA SITIADA LA VIVIENDA DE VLADIMIRO ROCA

Ayer a las 22:14
Madrid, 14 de octubre 2009/Proyecto Ciudadano Cubano/Varias agencias de prensa independiente informaron, este miércoles, que la policía política castrista tiene sitiado a los miembros de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios en la vivienda de Vladimiro Roca Antúnez y arresta a toda persona si se acerca a este lugar. Los disidentes Ignacio Estrada Cepero y Roberto de Jesús Guerra Pérez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos para Personas con VIH/SIDA y Director del Centro de Información Hablemos Press respectivamente fueron detenidos varias horas el lunes 12 cuando intentaron llegar a la vivienda de Roca para solidarizarse con los sitiados, informó Magaly Norvis Otero Suárez, reportera de Hablemos Press. La información señala que a Estrada Cepero se le comunicó un posible encausamiento por violar la advertencia policial de ir frecuentemente a La Habana a participar en actividades opositoras. La Agencia Libre Asociada (ALA) refiere los casos de varios disidentes arrestados momentáneamente por igual motivo y describe el tours represivo a uno de ellos abandonado a la intemperie en la carretera central en los límites de Matanzas y La Habana. En la biblioteca independiente “Patt Tilman” se reunieron varios opositores y acordaron hacerle llegar provisiones a los sitiados y denunciar al mundo la situación represiva de esas personas.


Opositores cubanos en la biblioteca independiente “Patt Tilman” despúes de acordar como romper el cerco de la policía política a la vivienda de Vladimiro Roca

Nota de la Blogguista: Recuerdo el libro de mi papá escrito por Blas Roca Calderío ( el padre de Vladimiro)"Los fundamentos del socialismo en Cuba" que en 1966 llevó a la hoguera junto a los de Mao Tse Tung, El origen del hombre, La evolución de las especies.....y todos los demás. Recuerdo el otro ejemplar viejísimo y polillento ya que me regaló mi tío-abuelo comunista Vivino Otaño Rodríguez y que conservé hasta el 2005, aunque fuera obra muerta hacía rato. Pienso que Blas se volvería a morir si resucitara y viera la Cuba de hoy, y no la que seguramente soñó, cegueras y fanatismos aparte...Pienso que el mejor libro que nunca leí desgraciadamente fue aquel que regaló la vecina Filomena a mi abuelita Marcela en El Rancho Grande, pero del que sí observé incrédulamente y asombrada a la vez sus láminas ilustradas explicadas por ella que casi era analfabeta:"De Paraíso Perdido a Paraíso recobrado".Cada libro leído y no leído en mí dejó una marca endeleble.