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Sunday, September 27, 2009

Paz, felicidad,hombre, lucha,tierra,vida, sufrimiento,amor:

“¡Paz de un momento, grata felicidad de ser amado, bien venidas seáis a mí!-Es el hombre en la tierra dueño de sí mismo, y es-sin embargo-su mayor trabajo serlo, que el hombre es el mayor obstáculo del hombre.-Y desde que lo fui, desde que empeñé esta lucha que dura en esta tierra toda la vida y ¡quién sabe cuantas vidas en otras!-nunca creí en la paz, ni en el contento, ni en más felicidad que este íntimo regocijo que produce ver felices a los otros.
Sufrir para mí no era sufrir: era ensancharme, ser, crecer. Y desde que la amo, creo ya en la felicidad de una hora, porque a su lado me olvido de todas las miserias, y -en la tierra- la única felicidad posible es el olvido de la Tierra…”

( Tomado de José Martí).

Silvio: poeta que toca la guitarra y canta:





Opiniones: Silvio: un poeta guitarrístico
Enviado el Lunes, 2 de Diciembre del 2002 (5:37:53)
Como uno de los más grandes poetas que ha dado Cuba, presentó Silvio Rodríguez a Roberto Fernández Retamar, Presidente de la Casa de las Américas, en un encuentro sostenido esta tarde con más de mil jóvenes en el amplio Salón de eventos, que hubo de ser modificado por la cantidad de público aglomerado desde horas tempranas. Acompañaban a Retamar y a Silvio, Abel Prieto, Ministro de Cultura, y Leo Brouwer, Director de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba. Roberto abundando sobre la perdurabilidad de la cancionística de Silvio Rodríguez y a partir de un estudiante mexicano, señaló ante el público:” He visto en mi familia a varias generaciones admirar a Silvio. Soy profesor universitario y cuando Silvio comenzó a convertirse en lo que es, una figura genial, orgullo de todos, traté de explicar en mis clases de literatura que así como la poesía se llama lírica, porque en la antigüedad se cantaba con lira, Silvio es un gran representante de la guitarrística, que es la poesía que se canta con la guitarra.” Más adelante añadió: “En la Casa de las Américas, donde tanto se quiere a Silvio y para la cual siempre ha sido tan generoso al punto de decir que la Casa es el útero de la Nueva Trova, realmente se estaba refiriendo a Haydee Santamaría que siempre fue una gran defensora de Silvio en los momentos en que no fue aceptado, durante la presentación de su más reciente disco, Expedición, yo le comenté algo que no había dicho en público, ‘Dicen que Rafaello al ver las obras de Miguel Angel se arrodilló y dio gracias a Dios por haberlo creado en el mismo tiempo de Miguel Angel, así me siento yo frente a ti”, concluyó Retamar. Rodríguez quien había comenzado su diálogo con los jóvenes aclarando que no sabía en qué consistía la poesía, recordó sus años en el Servicio Militar cuando inventó canciones que quería escuchar y no estaban hechas: “Empecé así, sin ningún propósito trascendente. Incluso cuando tenía muchas canciones hechas y me desmovilicé del ejército, siempre quise que los cantantes las cantaran, nunca me considere un cantante. La circunstancia de que a la gente le gustara, fue lo que me hizo el compromiso de cantarlas. Fue algo que se fue dando con mucha naturalidad. “ Para el ministro Abel Prieto, las canciones de Silvio han perdurado por su espíritu rebelde, por haberse mantenido durante todos estos años como un hereje. A lo que Leo añadió que las canciones de Silvio, más allá de los que significan, son perfectas en su estructura. Con grandes expectativas se espera mañana el concierto que ofrecerá el cantautor cubano junto a la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), bajo la conducción del Maestro Leo Brouwer, en la explanada de la FIL. Después de la experiencia de la noche del sábado en la que más de un centenar de personas bailaron al compás de danzones interpretados por la OSN bajo la dirección de Enrique Pérez Mesa y pidieron por más de cinco veces a la orquesta, de seguro mañana las canciones de Silvio resonarán en toda la ciudad y en ese gran portal que se extiende a la entrada del recinto ferial. Sin dudas, el concierto de la mañana en la noche será uno de los grandes sucesos de esta presente edición de la FIL. Silvio en la FIL Horas después de habérsele otorgado el Premio “Juan Rulfo” al ensayista y poeta cubano Cintio Vitier, Silvio Rodríguez declaró que Rulfo es su escritor mexicano preferido en una conferencia de prensa ofrecida a los medios acreditados de la FIL de Guadalajara. “Fue una revelación. Es un escritor de un impacto impresionante, leer a Rulfo me cambió la vida, como me la cambió leer a García Márquez, o a Carpentier.” Dentro del espacio diario de encuentro con la prensa que conduce el ensayista cubano Fernando Rojas, el artista, quien llegara a Guadalajara este viernes, anunció además sus próximos conciertos junto a la Orquesta Sinfónica Nacional y al maestro Leo Brouwer en varios recintos de la ciudad. En una pequeña sala abarrotada en su mayoría por periodistas mexicanos, y también representantes de otros países, incluyendo Cuba, se sostuvo un diálogo con el artista en el que una vez más se evidencia el interés que despierta en América Latina la música cubana, y en especial la Nueva Trova cubana y el repertorio de Silvio. Rodríguez, quien hace más de cinco años no regresaba a México, señaló como una excepción estos conciertos después de más de tres años alejado de los escenarios. Para él, sin dudas, es una contribución en el sostenimiento de las relaciones amistosas entre los dos países y como parte del intenso programa cultural de la delegación cubana en la FIL. Ante una pregunta de una periodista local sobre la impresión de los mexicanos sobre los cubanos, Silvio manifestó: “La impresión de hace cinco años de los mexicanos sobre los cubanos era de un pueblo que éramos capaces de levantarnos de nuestras imperfecciones, capaces de ser mejores. Esa es la impresión que me parece que tenían los mexicanos sobre los cubanos. No se si habrá cambiado, les pregunto a ustedes si ha variado.” El enviado de Notiemp indagó sobre hasta qué punto el significado de la palabra democracia esta permeando la producción cultural en Cuba, ante lo cual Rodríguez contestó: “lo que sucede es que tenemos un tipo de democracia que la ejercemos según nuestras leyes y constitución. Tenemos nuestra asamblea, adonde se llevan los problemas desde la base a ese nivel. Quizás no es la forma de democracia de la que tanta han hablado países como Estados Unidos. Reconozco que es un experimento., porque todo lo otro ya lo habíamos experimentado, pero creo que debe perfeccionarse. Yo hice un voto por mi patria socialista perfectible, así lo dije en la Asamblea. La vida es un experimento, todas las vidas lo son.” Más adelante Silvio comentó que nunca le preguntan cuál filiación política tiene, siempre lo dan por sentado. Abundando sobre el tema de los jóvenes mexicanos para quien Silvio sigue siendo un símbolo, aclaró: ”La juventud es la etapa más hermosa y productiva de la vida. Los que somos menos jóvenes somos más dados a la ortodoxia y a no sentir tanto lo que le sucede a los demás. Quizás haya una parte de la juventud mexicana acomodada que no le interese esos temas, pero debe tener eso como ingrediente.” Un reportero de El Salvador inquirió interesado por un posible regreso de Silvio a ese país a ofrecer conciertos, “Quizás, no lo sé. Realmente hace tres años que no doy conciertos, esto es algo excepcional. Me preparé durante un tiempo para poder hacer estas presentaciones con la Orquesta Sinfónica Nacional. Si regreso a la escena es muy probable que pueda ir a El Salvador. Porque allí tengo amigos y memorias de los que fueron mis amigos y que ya no están.” Andrés Machado Conte, enviado especial de la Radio Cubana quiso conocer las razones por las que regresa al escenario a presentar temas de su disco más reciente Expedición precisamente en México - hace unos meses presentado por el cantautor en la Casa de las Américas: “Para hablar francamente, a mi me pareció como ciudadano cubano que era un momento en que todos teníamos que tratar de hacer algo para demostrar que la amistad entre México y Cuba era indestructible.” Una periodista local le pidió sus comentarios ante la situación de la música trovadoresca cubana y los nuevos ritmos tecnológicos y electrónicos, Silvio contestó sobre el inevitable advenimiento de esos ritmos y de que era algo imparable. También sostuvo que se daba el caso de determinadas personas que comenzaban como trovadores y se inclinaban hacia esas novedades, pero también ocurría justamente lo contrario. Era un fenómeno que era inevitable y no tenía sentido detener. En esta nueva etapa en que el cantautor ha cultivado la composición orquestal en sus nuevas propuestas, como una forma de “superación literalmente”, según dijo, no ha dejado de reflejar de maneras diferentes la realidad cubana. Recordó que fue el primer cantor que compuso una canción a las prostitutas, “algo – añadió – que no era ningún mérito, pues hubiera preferido no cantarle. Durante estos tres años me propuse un trabajo ambicioso que es ese disco Expedición. Ya llevaba dos años fuera de la escena, y yo, que nunca fui muy dado a subirme ahí, es la verdad, me fui quedando porque me resulta mas cómodo. Prefiero hacer música y grabarla. Esto de enfrentarse a la gente es mas difícil, con todos estos micrófonos, cámaras. Es raro pararse frente a las luces, no me podré acostumbrar a eso, yo no soy un animal de escena.” Desmintió el comentario de que es el único músico que tiene estudio en Cuba.:”Hay muchos que tienen, incluso en su casa. Abdala no es mío, por ahí anda su directora. Convencí a Fidel de que era necesario hacerlo, puse algo de dinero, esa fue mi participación. Una vez terminado, un organismo estatal se ocupó y fue quien tuvo la idea de crear el sello Unicornio, no fue mi idea nombrarlo así, no hubiera sido capaz de semejante cosa. Me dieron un cargo no remunerado, esto quiero aclararlo. Expedición lo grabe ahí y me costó muchísimo, no quiero hablar de eso. Es un estudio con tecnología de punta, que vale la pena grabar en él.” Al insistir en el tema de la prostitución, un periodista le cuestionó si su resistencia a hablar del tema, algo que Rodríguez había planteado con anterioridad, tenía alguna relación con el peso de la ideología sobre la creación. Silvio acudió a su memoria para ilustrar los primeros años de la Revolución en que su padre contribuyó en el programa de rehabilitación de las prostitutas, y por esa razón le dolía tanto que ese fenómeno regresara a la sociedad cubana, al igual que sentía el mismo dolor ante las causas que han generado esa situación: el turismo, el bloqueo y la agresividad de los Estados Unidos. Este último comentario lo hizo en respuesta a la pregunta de que si la causa de todo ese mal era la pésima conducción de Fidel Castro. Silvio Rodríguez se despidió de la audiencia confesando, ante un señalamiento de una periodista local, que si volvía a los escenarios la razón más fuerte era por la gente que se lo había pedido, entre otras causas. Y concluyó: “Además, ya cogí un descansito”. Maité Hernández-LorenzoEnviada EspecialCasa de las Américas .

Adúltera:





Adúltera José Martí


Adúltera
Primera versión
José Martí
Personajes

GROSSERMANN, (hombre alto), el marido
GUTTERMANN, (hombre bueno), el amigo
POSSERMANN, (hombre vil), el amante
FLEISCH, (fleisch: carne), la mujer
Época-Siglo XVII
Marido... 40 años - Amante... 25 años
Amigo... 30 años - Mujer... 25 años
Trajes, severos y lujosos

Acto 1º
Decoración cerrada, cuatro puertas laterales y una al foro, a la izquierda en primer término mesa, sillón y taburetes; alfombra.
ESCENA 1ª
GROSSERMANN (solo)
GROS. ¡Paz de un momento, grata felicidad de ser amado, bien venidas seáis a mí!-Es el hombre en la tierra dueño de sí mismo, y es-sin embargo-su mayor trabajo serlo, que el hombre es el mayor obstáculo del hombre.-Y desde que lo fui, desde que empeñé esta lucha que dura en esta tierra toda la vida y ¡quién sabe cuantas vidas en otras!-nunca creí en la paz, ni en el contento, ni en más felicidad que este íntimo regocijo que produce ver felices a los otros.
Sufrir para mí no era sufrir: era ensancharme, ser, crecer. Y desde que la amo, creo ya en la felicidad de una hora, porque a su lado me olvido de todas las miserias, y-en la tierra-la única felicidad posible es el olvido de la Tierra.
Cuerpo y alma son ciertamente encarnizados contrarios. No es amor estúpido de cuerpo lo que brota de mí para María:-es que el ser humano no está completo en el hombre: es que la mujer lo completa: es que esta indomable vida de mi espíritu necesitaba para no caer vencida-resignación y ternura, abnegación y luz porque-si la luz se perdiera, hallaríasela de nuevo encendida en el alma de una mujer. (Corriendo al encuentro de Guttermann, que entra por la puerta del fondo.) ¡Oh, amigo, en hora buena llegas!-Complacíame ahora de venturas mías: no estaban todas juntas si no te tenía cerca de mí.
ESCENA 2ª
GROSSERMANN y GUTTERMANN
GUT. Fuérame dado venir contento como tú.-
GROS. Ley parece que no nazca una alegría sin que nazca al mismo tiempo un pesar-mas ¿qué tienes? ¿Te han llegado malas nuevas de tu hermana?
GUT. (¡Mi hermana!) No, Grossermann, no: pero tiene afligida a la ciudad la desgracia de Frank.-
GROS. Pues ¿qué le ha pasado a Frank?
GUT. ¿Recuerdas tú que amaba con pasión a su mujer?
GROS. Y ¿lo ha engañado?
GUT. Engañado, amigo, a él-hombre noble y generoso-con el amor del joven Alfred, vano y necio.
GROS. Y ¿ha podido hallar esa malvada hombre superior a Frank?
GUT. Ciegas son del alma las mujeres que engañan a sus maridos: no podía ella ver alma tan alta como aquélla.-
GROS. Y ¿lo supo Frank?
GUT. Vive ya en otro mundo el que le robó el cariño de su mujer.-
GROS. ¿Lo ha matado?
GUT. Hallólos al volver a su casa en plática de amor.
GROS. ¿La mató a ella?
GUT. No:-¿qué hombre mata a una mujer? Pero no fueron más rápidos sus ojos en mirar que sus manos en herir. Lo vio, vio sus labios en las manos de su mujer, vio los labios de la mujer sobre su frente, y los del hombre no volvieron a abrirse más:-Allí quedaron fríos: ¡allí oprimió la cabeza del cadáver contra la mano que besaba, y la sacudió sin levantarla con furia que debió darle el infierno! ¡Horrible fue, en verdad, aquel beso tremendo de despedida!
GROS. (Ya preocupado.) No de otra manera deben quedar siempre ahogados los besos criminales.-Duéleme mucho, duéleme como mi mismo dolor esta desgracia de Frank.-No tienes tú mujer. No sabes tú con qué cariño tan receloso se la ama, qué avaro se llega a ser de todos sus momentos, cómo este afecto-que entró en nuestro corazón a la par que otros afectos,-crece y se desarrolla de manera que es al cabo más grande que todos, más grande que nuestro mismo corazón.-Mide tú esta inmensa felicidad:-figúrate qué horrible no debe ser el dolor de perderla.
GUT. A bien que nace con las amarguras el olvido: sólo en él podrá hallar un día consuelo Frank.-
GROS. (Volviéndose a Gut.)-Hállanlo en él sólo los necios o los pobres de espíritu.-¿Cómo piensas así tú? Cuando más el pesar duerme, pero no muere: ¡ay de las almas secas en que nunca despiertan los pesares!-El recuerdo vive, late, obra lenta y silenciosamente.-Y hay en la memoria de esta clase de tristezas cúmulo de terribles accidentes que no se olvidan jamás. Hay un hombre que nos ha manchado...
Y ¿cómo te extrañas tú de que yo sienta el pesar de los demás? Pues dime:-tú, que no consuelas a nadie, ¿tendrás derecho a que nadie te consuele en tu dolor?-A más, que si a mí me preguntaran qué es vivir, yo diría-el dolor, el dolor es la vida. (Pasea.)
Me has dado en qué pensar con la desgracia de mi amigo.-
GUT. A otros dará en cambio que reír.
GROS. (Deteniéndose enfrente de Gut.) ¡Reír!-Y ¿se puede reír de la desventura ajena, y de una desventura tan grande?
GUT. Lado flaco es ese de los humanos.-
GROS. (Irguiéndose.) ¡Lado estúpido!-¿No es eso tomar a broma el honor, que debe ser siempre una religión en nuestra alma? No, amigo, no; eso es de almas roídas y enfangadas.-
Y a fe tienes razón;-que hay quien se ríe de estas cosas.-Autorzuelos hay que llevan al teatro como asunto de gorja a un marido engañado; y óyelo en paz la regocijada concurrencia, y a mí me dan mis tentaciones de poner al autorcillo ramplón de modo que jamás riera de la ajena desgracia ¡crueldad mayor!
GUT. No es de extrañar en boca de autor esa buena voluntad hacia sus compañeros. ¡Calle, calle el envidioso!-
GROS. ¿Envidia yo?-Tú no lo dices de veras. Si el ingenio que tengo no me lo debo a mí mismo, y sé que soy noble y honrado ¿qué tengo yo que envidiar?-Envidia el necio, que cree que tiene algo suyo:-no yo-que sé que debo a merced desconocida esta palabra con que te hablo, y esta inteligencia con que la formo y la animo: (dejándole la mano que le ha tomado al comenzar.)-De estúpidos la envidia y la ambición.
GUT. (¡Alma altísima!)
GROS. Y ahora que dices autor,-tiempo ha que ando a vueltas con la manera de llevar al teatro la solución que cumple dar al marido en el adulterio de la esposa.
GUT. Y ¿hallaste ya la solución?
GROS. Lección terrible, pero no para aconsejada, me da con su suceso mi pobre amigo Frank.-Mato a veces a los adúlteros,-a veces los perdono; pero siempre me dejan confuso y cabizbajo: no doy con ello.-Cosas son estas que, antes de sufridas, no se adivinan; y luego de sufridas, ni aun debe tenerse valor para recordarlas: -¡ay! luego de sufridas se debe morir;-(como apuntando ideas en su frente:) ¡Qué horror, qué horror, amigo!-¡Si pensar en esto amarga tanto, un instante de sentirlo debe ser tormento inconcebible!
Pero, fuera de mí estas tristes ideas que no han de verse nunca realizadas.-¡Vaya con la cara que pones! Tal parece que he hablado para ti.-¿Es que de nuevo te enoja verme violento y exaltado?
GUT. Y es la verdad. Parece que no hay para ti un instante de placer ni de paz.-
GROS. Y no te engañas quizá.-Para un hombre digno de serlo, no hay en la vida espacio a la alegría ni al olvido.-Mas yo te prometo corregirme en lo posible.-
Comedia he de hacer en que pinte la cara que pone un amigo leal cuando su amigo se da a pensar en irremediables tristezas. Quédate a Dios;-espérame en mi habitación trabajo preparado. (Yéndose.)
GUT. Y, ¿el mío?
GROS. En la tuya te espera. (Volviendo atrás.) Pero ¿no me perdonas? (Echándole un brazo al cuello.)-
GUT. No a fe si no escribes la comedia.-
GROS. (Separándose de Gut.) Cierto que he de escribirla; no te vea yo luego incómodo con mis exaltaciones como ahora.-Queda, queda en paz. (Yéndose.) (Dulce alegría es tener tan leal amigo como éste.)
ESCENA 3ª
GUTTERMANN (solo y sentado)
GUT. Él piensa que son sólo las turbulencias de su espíritu las que me inquietan:-¡las del mío son las que me agitan ahora!-El que tiene una sola felicidad no sospecha nunca que otro pueda ser infeliz.-Harto sé que no es verdad que los pesares se olvidan, que tengo yo uno muy hondo, y es mi inseparable compañero: tanto me acompaña, que ya-hasta amo mi dolor.-
Yo quería a mi hermana con la vehemencia de todos los cariños. Ella, débil o frívola, ni ha entendido mi amor, ni lo ha respetado siquiera, y ha dado a un miserable su honra y su paz.-Ahora él la abandona: ahora vuelve ella a mí; ahora que ya no puedo tener para ella más que el amor del perdón, viene a pedirme aquel cariño en que ni siquiera pensó para olvidarlo, ¡por qué se razona para arrepentir y no se razona para obrar!
Róbales la seducción la voluntad; no ven las tristes que la seducción es una infamia que viene a ellas vestida de apetito y de lisonja. (Se queda sentado y pensativo.)
ESCENA 4ª
GUT., POS. y FLEISCH
(No de la calle; de adentro)
Gut. no se apercibe de la escena que pasa en la puerta del fondo.-Aparecen por ella Fl. seguida de Pos.-como si viniera a la escena. Al ver a Gut., Fl. se detiene y dice a Pos., con terror:-
FL. ¡Guttermann! ¡Huye, por Dios! Abierta está la puerta del jardín: no estés aquí un instante.
POS. Día es éste azaroso para mí; quehacer importuno me alejará tal vez de la ciudad: tal vez no podré verte mañana ¿cómo huir, Fleisch mía?-.
FL. ¡Oh; sí; alguien te verá!
POS. Aquella puerta me conoce.-Mas, ¿por qué no esperar allí?
FL. Bien, espera... mas oye: vase por esa habitación a parte no concurrida del jardín; baja es la tapia; ¡si algún peligro te amenaza, huye, por piedad!
POS. ¡Adiós, Fleisch mía! (Fl. se va por la puerta del fondo; Pos. cautelosamente por la segunda puerta de la izquierda.)
ESCENA 5ª
GUTTERMANN (solo)
GUT. Y yo diría a Grossermann mi pesar. Él no me consolaría porque de los dolores verdaderamente grandes no puede nadie consolarnos. Pero él me enseñaría a querer como antes a mi hermana, porque ahora... ya no puedo quererla como antes. No la estimo: por eso no la quiero.-Él me ayudaría a encontrar a ese hombre que le ha robado a ella la inocencia,-que es la felicidad,-y a mí el honor, que cuando todas las felicidades acaban, es una felicidad todavía.- (Levantándose.) ¡Pero, no, no, ni a Grossermann siquiera! Las manchas de honra son tales que hasta con pensar en ellas las aumentamos, cuanto más diciéndolas a otro.-¡Ay! Hasta el aire es enemigo de la honra perdida, que una vez dada al aire la mancha del honor, no hay poder ya que la redima ni la recoja-¡ay de mí!
ESCENA 6ª
GROSSERMANN y GUTTERMANN
GROS. (Que sale del cuarto apresurado a tiempo para oír el «¡ay de mí»)-¿Qué, sufres?
GUT. No, no, Grossermann; pensaba en ti.
GROS. (Receloso.) Parecióme que sufrías.
GUT. Pues de veras que sólo pensaba en ti.
GROS. ¿De veras?... mal haces,-mal.- ¿Sufres, y no lo dices a tu amigo? He aquí una deslealtad.-
GUT. No, no: tú sabes que no hay para mí alegría ni pesar que no sean tuyos.-
GROS. Me engañas esta vez.-¡Egoísta!-Engáñame, tú que puedes: harto castigo tienes con experimentar que hay un tormento mayor que sufrir, y es sufrir solo.
(llevando a Gut. al centro de la escena): ¿dónde hallas tú más alegría que en la confianza? ¿Dónde-después del amor de una mujer-hallas tú nada más hermoso que la amistad? Siente un alma honda pena que la martiriza y la devora; viértela en un pecho amigo;-con él abrázase,-en él llora, y parece como que el pecho queda por instantes vacío de dolor.-La amistad es la ternura del amor sin la volubilidad de la mujer.-No hay dolor más terrible que el que a todos callamos;-no hay más hirvientes lágrimas que las que al brotar de nuestros ojos van gimiendo hasta el suelo sin que una mano amiga las recoja para sí.-Ves tú en mí hermano cariñoso, y ¿callas, hoy que sufres?-mal haces, mal. Ven a mí.-Si un pesar te agobia, hazlo mío, y será más leve para ti.-Si una traición te inquieta, castígala y olvídala,-que hace daño acordarse de un traidor.-Si una amante te engaña, perdónala sin olvidarla,-que el recuerdo de un amor perdido educa el alma en la hermosa enseñanza del dolor. Si alguien te ofende-sin rencor, sin odio, sin ira, de tal manera vuelve por tu dignidad que nadie más te ofenda. Y si amoríos estériles te agitan, déjalos morir sin pena,-que pierde el hombre para la vida verdadera todo el tiempo que en ellos malgasta.-Pero ofensa o amor, traición o maldad, recuerdo o mal presente,-ven a mí,-conmigo pártelo,-divídelo conmigo:-que suelen abrumar las penas el cuerpo humano impotente, y es ley hermosa de almas que el amigo ayude al amigo y comparta con él su pesadumbre.-¿Qué tienes, Guttermann?
GUT. Vergüenza de mí,-placer de hallarte cada día mejor.-Perdóname, perdóname tú; ¡pero no quiera nunca tu desventura saber cómo turba el espíritu, cómo teme del aire, cómo no hay acabar para la mancha del honor!-
GROS. Pero ¿quién te hiere así? ¿quién te ofende?
GUT. Oféndeme la que yo había criado para mi cariño, la que yo quería más que a ti.-
GROS. ¿Mujer?
GUT. Tenía yo una hermana...
GROS. ¿Que tu hermana ha muerto?
GUT. Tenía yo una hermana... (en el mismo tono)-¿Vive la mujer extraviada? ¿Vive la criatura manchada? ¿Vive el deshonor?
GROS. ¡Un infame ha labrado tu desventura! ¡Un infame ha envilecido su pureza!
GUT. ¡La ha hecho torpe y vil!-Ahí tienes, ahí tienes tú cómo mi hermana ha muerto ya.-(Estas últimas frases agitado.)
GROS. (¡Otra mujer que hace sufrir a otro hombre honrado!-¡malvada mujer!) Descansa, amigo. ¿Cómo fue?
GUT. Era ella honesta criatura.-Niña aún cuando era yo hombre, niña sin madre, guiéla yo con besos de mis labios y flores de mi amor.-La vi nacer: la vi crecer; míos fueron su beso primero y su primera caricia, hícela a semejanza mía, y nada hay que regocije tanto como ver a un alma que nace con nuestros besos y a nuestro calor.-Y así fue niña, y la amé.-Y así fue mujer,-y busqué para su bienestar mayor trabajo,-y ocupaba laborioso todas las horas del día, y hubiera querido que el día tuviese más horas, porque me produjesen para ella más.-Y cuando yo buscaba en el trabajo riqueza para ella;-cuando hasta verla dichosa sacrificaba yo contento las vehemencias de mi alma; ¡otro hombre ocupaba en robármela las horas que en trabajar ocupaba yo; otro hombre saciaba en ella-no amor, que esto fuera noble,-infamias de su voluntad que me ha robado el honor!
GROS. (Amigo infeliz.)
GUT. (Con dolor creciente.) ¡Y aquella obra de toda mi vida, aquella flor de mis anhelos, se me fue en un día, se me fue en brazos de un villano y miserable amor!
GROS. Y ¿has callado tanto tiempo?
GUT. (En la misma entonación.) Y no hubo para mí descanso. Cuando volví de un día afanoso, cuando le llevaba como cada día un regalo que halagaba su deseo, cuando a ella iba en busca de mi única paz,-y hallé sin mi ángel mi hogar, sin sus brazos mis brazos, sin su voz mis oídos, sin aquel amor tan hondamente atesorado en mi corazón, ¡sentí que la cabeza se me abría, que el corazón se me rompía, que la razón se iba de mí!
GROS. ¿Mas no supiste adónde fueron?
GUT. Y pasó tiempo, y los busqué sin descanso, como un cuerpo huérfano de alma buscaría su alma por toda una eternidad.-Y en vano los busqué.
GROS. ¿Ni conocías al hombre?
GUT. ¡Ni lo conocía!- ¡Tan loca fue aquella mujer sin ventura, que no vio que amor que huye de los vigilantes ojos del hogar es criminal e impuro amor!
Días ha supe que ella venía;-y ella, que había desdeñado toda mi alma, me pidió el lugar miserable de la compasión,-díjome que la abandonó el malvado, díjome que aquí venía-(con viveza creciente). Y no sé desde entonces descansar; figúrome que cuantos miro, son:-cuerpo toman mis ansiosas miradas:-imagínase cada una de ellas verlo ante mí:-¡implacables rugen en mi alma ira y dolor!-
GROS. ¡Perdónala!
GUT. ¿Qué es perdón?
GROS. ¡Llámala!-
GUT. ¡No!
GROS. ¡Quiérela!
GUT. ¡No! (Todas estas frases dichas rápidamente.)
GROS. (Con lentitud a Gut., que lo oye como abrumado por sus palabras.) Pues, dime,-hombre débil y falible: si alguna vez tu alma cae, ¿cómo has de querer tú que nadie ampare tu alma? Si alguna vez la tentación te abrasa, y dóblase a la tentación tu condición humana miserable-¿qué es perdón? ¿qué es levantar? ¿qué es salvarte?-Eternamente recorrería tu maldecido espíritu los implacables espacios:-eternamente vagarías condenado sin luz.-
Quiérela.-Si no tuvo madre; si son las flores de la castidad legado el más hermoso que hacen las madres a las hijas;-si es para la mujer tan incitante el enamorado convite de los hombres;-si con no tenerla estuvo privada del pudor del ejemplo que acrecienta y realza el pudor natural; si son tan elocuentes los hombres para seducir, y las mujeres tan nobles para creer,-¿qué le pides a la debilidad de la mujer-contra la avaricia elocuente y maldita del que le robó la paz?-Resisten a la seducción las almas fuertes; edúcanse las almas con los repetidos sucesos en la fortaleza. Si nada había despertado aquella alma, si era virgen de dolores, si nunca luchó, ¿cómo has de pedirle tú fortaleza para luchar y resistir?-¡Impía crueldad!-Tú has caído. Yo he caído. Todo hombre en la Tierra ha caído una vez. No hay espíritu puro, no hay en este mundo todavía criatura inerrable.-Y si todos los hombres caen y se levantan ¿por qué esa ira odiosa del fuerte? ¿por qué no ha de levantarse la mujer que una vez cayó?-Si por maldad cayó del hombre, del hombre es el baldón y el vilipendio. Si por debilidad cayó, ¡culpa es del ser más alto que la dio flaca y manejable naturaleza!-
Cae el hombre, que es fuerte, y se redime.-Cae la mujer, que es débil, y el caído la insulta y la envilece:-¡redímase también!-
Y si no la amas, yo la amo.-Si no la llamas, yo la llamaré.-Y aquí vendrá, y no se apartará de mi lado, y a mi lado vivirá...
GUT. (Queriéndole interrumpir.) Deja, deja por Dios.
GROS. Y aquí hallará en mis brazos apoyo a su desgracia solícito...
GUT. Mira que me atormentas-
GROS. Aquí tendrá la paz y la ventura.
GUT. ¡Mira que me ahogo!-
GROS. Aquí hallará en mí y en mi mujer la compasión que tú le niegas...
GUT. (Tendiendo los brazos a Gros.) ¡Oh!-¡calla! ¡calla! ¡Si la amo como antes, si no se la niego ya!-
GROS. (Estrechándole contra su pecho y como satisfecho de haber logrado su deseo.) ¡Así! así, amigo mío.-Llora. Sufre. Sufre sin temor; pero ama y perdona.-¡Esto es Dios!
(Pausa breve)
GUT. ¡Amigo de mi alma!-
GROS. (Estrechando sus dos manos.) Hermano tuyo. Hermano que de hoy más hace suya tu pena. Aquí vendrá tu hermana. ¡Pobre y desventurada criatura!-Juntos buscaremos sin descanso a este hombre infame dos veces:-porque sedujo, infame:-porque abandonó a una mujer, más infame todavía... ¡Ah! a volverse las manchas de las mujeres sobre los hombres que las manchan, no habría frente de hombre que no estuviese turbada por la culpa.-Y hallaremos a ese hombre.
GUT. Ilumina mi espíritu abrumado.-
GROS. La calma lo iluminará mejor:-Ve y reposa, amigo mío (indicándole la puerta de la derecha.) No te diré yo que olvides tu pesar, no. Olvidar es de ruines. En él piensa, piensa en tu hermana, piensa en que entre tus hombros y los míos más fácil es la pesadumbre, y más veloces acudiremos al remedio.-Piensa sin cesar en esta ofensa, porque el hombre ofendido que duerme es más vil.
Hay una cosa más preciada que la vida: la vida honrada.
GUT. Muera la mía si no ha de serlo.
GROS. Nadie muera... Hasta que no haya al menos menester morir.
GUT. Y ¿si lo ha menester?
GROS. (Con energía.) Primero ¡se mata! Luego, se morirá probablemente.-Ve, ve y reposa. Aquí queda conmigo tu dolor. (Acompañándole hasta la habitación.)
ESCENA 7ª
GROSSERMANN (solo)
GROS. (Volviendo rápidamente al centro de la escena, y con vigor.) ¡Se mata! Porque cuando todas las creencias se mancillan, y todos los sacrificios se olvidan, y la mujer amada nos engaña, y persíguennos y atérrannos fantasmas de vilipendio y deshonor,-es poco la cabeza miserable para contener nuestro cerebro roto, es poco el pecho necio para comprimir el corazón despedazado:-no hay paz, no hay calma, no hay razón y sáltanse del hombre las complacencias del humano ser, y en él rugen precipitados y malditos,-¡rugen incallables, indomables rugen sus instintos bárbaros de fiera!-(contrastando con la viveza de este período:)-Y de estos extravíos de la razón, no el hombre:-responda el que nos la dio débil y extraviable.-
Mido yo el dolor de Guttermann por esta ira que me agita, por este afán de hallar al malvado, por esta compasión vehemente a esa triste criatura. Un hombre te manchó (señalando a la habitación de Gut.): descuida, amigo; yo lo hallaré.-
No se aparta de mí la memoria de Frank.-No entiendo yo cómo ha podido esa mujer engañarlo.-No concibo yo cómo este inmenso amor, esta alma esclava, esta ofrenda que hace el hombre de su vida no merezcan de una honrada mujer, si no amor, estimación siquiera y respeto.-¡Ah! ¡Si hubiera de ser que sufriera yo dolor tan bárbaro algún día!-¡no!-¡no!, locura indigna de esta noble Fleisch que me ama.
De imaginarme sólo que pudiera yo sufrir así, siento ya pena tan honda que me pone fuera de mí.-¿Muerte? ¡es poco! ¡Es mentira que la memoria acabe con la muerte, porque ese debe ser dolor tan grande que no puede caber en una vida!
Me ama mi mujer. Vigoriza mi alma, alienta mi energía, crece mi espíritu con esa vida que es mía, que se funde en mí, que en la mía vive, que es absoluta, plena, completamente para mí. Mía es su alma pura. Si alguna dicha es verdad, esta posesión de un alma es la única dicha verdadera.-
ESCENA 8ª
GROSSERMANN y FLEISCH
FL. (Sale por la primera puerta de la izquierda, en dirección a la segunda.-Al ver a su marido, dice:)-¡Ah! ¡Él aquí!... (y se vuelve hacia él, a tiempo que él se vuelve, la ve y se dirige a ella.)-
GROS. ¡Mi Fleisch!
FL. Buscándote venía: aún no te he visto hoy: ¿Te vas ya?-
GROS. ¿Sin verte, Fleisch de mi alma, hermosa vida mía, mi ser y mi luz?-No iré yo nunca a saludar el día sin verte: pareciérame oscuro si no fuera conmigo el brillo de tus ojos. ¿Me quieres?
FL. ¿Qué no ves tú cómo corre nuestra vida apacible y feliz, cómo para ti vivo, cómo se complacen en ti mis pensamientos?
GROS. Así, mi Fleisch, seas siempre para mí. Así te necesita-ternura que refresque mis soberbias,-mi espíritu combatido y agitado. Conmuévenmelo ahora la memoria de una desgracia inevitable, una historia fatal, y, más que ella, un dolor vivo y profundo de mi amigo mejor.-
FL. ¿De Guttermann?
GROS. De Guttermann, criatura generosa. No habrá en mí calma hasta que no haya hallado alivio a su pesar.
FL. Siempre robando a tu reposo las horas para pensar en los demás...
GROS. No me quieras cuando no los robe, cuando me olvide tanto de mí mismo que sólo piense en mí, cuando vea pasar a mi lado una desgracia sin darle amparo ni remedio.
FL. Disculparía yo tu noble afán, mas te arrebata luego a mí ese trabajo rudo e incesante...
GROS. Pues, dime ¿vive el que no trabaja? ¿Merece el que no trabaja amar, que es vivir?-Inmensa dicha es tu afecto que me hace olvidar de todas las miserias y me regocija:-para gozar dicha tan alta, el hombre debe haberla merecido con altos trabajos: para seguirla gozando, el hombre debe seguir mereciéndola constantemente. Olvídame, despréciame el día que deje sin empleo mi energía y mi vigor.-Si no, luz mía, el amor es estéril y fútil, e indigno de mi soberbia y de tu amor.
FL. (Que ha mirado disimulada, pero inquietamente a su izquierda mientras habla su marido;-con cariño exagerado:) Pero ¿te acuerdas de mí siempre?
GROS. ¿Que si me acuerdo de ti?-Bárbaro tormento es para el hombre la memoria: y, yo acaricio, bendigo, amo esta memoria fatal porque me sirve para acordarme de ti. (Con pasión:) ¿Me olvidarás?-Para mí, para mí solo tu alma entera, tu vida de antes, tu vida de ahora, el menor de tus pensamientos, todas tus vidas.-¿Verdad, luz mía, que todo es para mí?
FL. ¡Ambicioso!
GROS. ¡Ah! ¡no! (Sentándose en un sillón y un escaño que debe haber muy cerca del centro de la escena. Él la toma de las dos manos y la sienta, y se sienta él, sin interrumpir sus frases.) No me digas más, que me parece que tu voz me roba algo de tus miradas.-(Alzándole la frente e inclinándose hacia ella:)-¡Mírame, mírame así! (Irguiéndose y lentamente:) En ti estoy yo: yo-hombre, era la energía y la fortaleza:-tú-mujer-eras la ternura y la castidad.-Yo me uní a ti, y los dos juntos hicimos el ser.-Si no me amaras-mi energía sería salvaje y sería impotente tu ternura:-¡ámame!
Yo no viviría sin ti: tú sin mí no vivirías: vidas juntas-alma sola:-esto es amor:-¡ámame!
Yedra frondosa que da brillo y lozanía al tronco a que se enlaza: esto para mí eres tú.-Tronco erguido y robusto que ha encarnado en su savia la savia de la yedra: esto soy yo para ti.-Alma que vierte eternamente dulzura en otra alma que no se ha de extinguir,-fuego yo de tu ser,-fuego tú del ser mío,-ternura y fortaleza envueltas, proximidad de Dios:-¡ámame!-
(La inquietud de Fleisch, no exagerada pero sí perceptible, no habrá cesado-sobre todo al final de estas frases.)
FL. No pasa mi espíritu cerca del tuyo sin abrasarse en él, no entibian en ti los años el ardor.
GROS. (Echándose atrás en el escaño, como si se sintiera herido:)-¡Mis años!... (Más cerca de Fleisch y muy lentamente:) Y, cuando te hablo yo de mí ¿piensas tú en mis años?
FL. (Confusa pero con viveza.) ¡Ah! ¡No, no! Ellos me sirven para amarte más.
GROS. (Lentamente.) Te hallo inquieta. No estás tú para mí como estabas ayer. Me hablas poco; te turbas; torpe estás para hablarme: (Mirándola fijamente:) ¿qué tienes, mujer?
FL. (Afectando serenidad y cariño.) No, no es nada: no temas por mí: nada más que tu pensamiento me ocupa en este instante.
GROS. (Dejándola de la mano, levantándose del escaño y apartándose dos o tres pasos:) Seca... fría... ¿Será que turbe mi razón la memoria de Frank? ¿Será que esta mujer no me ama? (Desechando con ira la idea:) No, no: esto es indigno de mí: esto no puede suceder: ¡no puede ser verdad que sea yo más infeliz que nunca esta vez primera de mi vida que me he creído feliz! (Volviéndose rápidamente hacia Fleisch, que se ha levantado del sillón como yendo hacia él, y tomándole de huevo las manos:) ¿Me amas?
FL. ¿Cómo puedes dudarlo?
GROS. (En el mismo tono vehemente:) ¿Me amas mucho?
FL. Más cada día que te veo, más cada vez que pienso en ti.
GROS. ¿Me quieres como a nadie has querido, como a nadie puedes querer?
FL. Así te quiero, así.
GROS. Y, ¿puedes mentir?-Ámame siempre, porque yo te amo:-dame tu vida porque yo te doy la mía:-sé mía porque yo soy tuyo:-guarda mi honra, porque yo la he fiado de ti:-Ingrata, infame, loca: todo esto es la mujer que engaña a su marido.-No me mientas, no me engañes tú y, si no me amas...
FL. ¿Y lo dudas aún?
GROS. Si no me amas, no me lo digas nunca, no te lo digas a ti misma, porque de pensar sólo que no habías de amarme, ¡siento que mi corazón se anubla con las iras, que la tiniebla entra en mi alma!-Quiéreme como hasta aquí me quisiste: de tal manera quiéreme que no haya en ti pensamiento, ni en tu corazón latido, ni en tu memoria recuerdo que no sean para mi memoria y para mi amor.-Vida tuya es la mía.-Mía sea tu vida.-Adiós.-(Separándose de Fleisch.)
FL. No vas con él si dudas de mí.-
GROS. (Sin oírla.)-¡Fría, fría a la avaricia de mi alma!-Estallan en mí dudas que me espantan a mí mismo: ¡Ay de mí, si no me ama esta mujer!-(Sale por la primera puerta de la derecha.)-
ESCENA 9ª
FLEISCH (sola)
FL. Duda ya, sospecha de mí.-¿Qué ha podido haber que lo haya hecho sospechar? Nadie conoce aquí a Possermann: nadie lo sabe: nadie lo ha visto: secreta y rápidamente nos hemos siempre hablado:-¡Ay de mí si Grossermann descubre nuestro amor!-Y él está aquí: pueden venir (acercándose a la segunda puerta de la izquierda.) ¡Possermann!
ESCENA 10ª
FLEISCH y POSSERMANN
POS. (Saliendo.) ¡Fleisch mía!
FL. Calla, calla ahora: aún no ha salido Grossermann; acaba de hablarme, y no sé qué sombría sospecha lo ha alejado de mí.-¡Huye, huye de aquí!-
POS. ¿Huir después de haberte visto?-¿huir cuando te veo?
FL. Esta tarde... esta tarde, pero huye ahora, por Dios.-
POS. (Yendo ya hacia la puerta.) ¿Sin decirme que me amas?-
FL. ¡Oh! ¡sí: te amo, te amo! (Mirando a la habitación de Gut.)-¡Viene Guttermann! por allí... por allí... (Señalándole la primera puerta de la izquierda.-Possermann al salir le toma una mano y se la besa.-Un instante antes ha salido por la segunda puerta de la derecha Gut., diciendo:-)
ESCENA 11ª
GUTTERMANN y FLEISCH
GUT. Aliento, vivo desde que confié a mi amigo mi pesar. (Reparando en Possermann que junto a la puerta besa la mano de Fleisch y desaparece:)-¡Un hombre, un hombre que besa a Fleisch! (Yendo rápidamente hacia la puerta.)-
FL. (Que al volverse repara en él:) (¡Ah! ¡lo ha visto!) (Dando un paso más hacia Gut. que llega:) Dios os guarde, Guttermann.-
GUT. Cuida Dios siempre de las honradas criaturas.
FL. Me extraña vuestra rudeza
GUT. ¿Quién era ese hombre que hablaba con vos?
FL. ¡Un hombre!... no... no... no era nadie... (Con altivez:) aquí no había ningún hombre. ¡Mal andáis con el respeto, señor Guttermann!-
GUT. ¿Quién era ese hombre que besaba vuestra mano?
FL. Os digo que no era nadie.
GUT. Os digo que lo he visto: os digo que ha besado vuestra mano. (Movimiento de Fleisch: Gut. extendiendo la suya:) No la mováis, señora: muerta está ya para mi respeto y vuestro honor.-
FL. ¡Guttermann!
GUT. ¿Quién era aquel hombre?-
FL. Andáis importuno. Sombra ha sido de vuestra fantasía.-
GUT. (Exaltado.) ¡Mentís, señora!-
FL. ¡Oh! (Como asombrada.)
GUT. Escuchadme bien. Sombra pudo ser lo que yo vi; ¡pero en casa de la esposa honrada hasta la sombra de un hombre mancha e infama!-
FL. ¡Callad por Dios!-
GUT. Infama, señora.-
FL. (Con angustia y rapidez.) Sí, sí, es verdad: aquí estuvo: amóme en la infancia: yo os lo contaré todo: ¡pero callad por Dios!-(Sigue como suplicando para dar tiempo a la frase de Gros.)
ESCENA 12ª
GROS., GUT., y FLEISCH
GROS. (Saliendo por la puerta primera de la derecha.) No merecía su sencillez mi rigor: ¿por qué ha de entender ella mi alma?-
FL. (A Gut.:) ¡Oh!, ¡sí! ¡callad! ¡callad!-¡No digáis nunca nada a mi marido!
GROS. (Que la oye, y al hacer un movimiento de asombro:)-¡Qué! (Ellos lo oyen y quedan como confusos: él se adelanta, se coloca entre ellos y tomando a Fleisch de la mano:)-Mujer, ¿qué es lo que hay en ti que no sea mío?, ¿qué puede haber para una esposa que su marido no sepa? ¿qué ocultas de mí?
FL. (Débilmente y sin levantar la cabeza.) Nada... nada...
GROS. (Oprimiendo con ira su brazo.) ¿Qué ocultas de mí?... Callas... Callas... Y tú... (tomando el brazo de Gut. sin dejar el de Fleisch) tú lo sabes. Que callaras te decía. ¿Qué sabes tú? (Gut., ni aun levanta la cabeza: a Gut.) ¡Tú tampoco hablas!-(A Fleisch:) ¡tú callas todavía!-(Dejando a un tiempo bruscamente los brazos de Gut. y Fleisch.)-Duda terrible ha nacido ahora en mi corazón,-duda que me extravía,-duda que se avergüenza de ti:-(A Fleisch:)-¡Ay del amigo débil! ¡ay de la mujer villana que mancillen mi honor!-
CAE EL TELÓN

Adúltera José Martí .

Prostitución:

Posted by Diana
1 comments:

Anonymous said...
Prostitucion hubo y abra siempre, no considero que sea solamente en Cuba, hay que andar por las calles de cualquier pais de Europa o America, America Latina, y otros para ver que siempre hay una mujer vendiendose,por necesidad o por costumbre, porque tambien el sexo muchas veces es por que lo sienten no porque se lo impone la vida.Este mal del Mundo desde antes de nuestra era existio, Lean la Biblia, desde la Magdalena, y antes, hubo prostitutas, no considero que sea un tema solo para Cuba , lo que sucede es que han cogido a Cuba para achacarle todos los errores, ¿Y acaso en medio de EEUU no existe lo mismo o peor?Carlos Alberto

Nota de la blogguista: Tienes mucha razón. Lo que ocurre es que la Revolución Cubana nos enseñó que era una lacra del pasado, y aunque nunca dejaron de haber prostitutas, era algo escaso y se practicaba con cierta discreción, pero después de la caída del socialismo en Europa del Este, vino el llamado"Período Especial en Tiempo de Paz", y estas lacras florecieron junto con la corrupción de muchos de los que tenían que dar el ejemplo de altruismo, y no lo hicieron.
También es cierto que cualquier mujer puede enamorarse de verdad de un extranjero y que hay mujeres que teniendo un solo hombre en su vida pueden ser prostitutas también.
En cuanto a María Magdalena, fue una de las pocas personas que siguió después a Cristo, ella y otras mujeres que estaban endemoniadas, fueron sanadas, curadas con el espíritu santo de Jehová.

Comentario para mí bien interesante:


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Anonymous said...
Ya lo del concierto de Juanes me tiene muy molesto, y eso que hablan de libertades, de que aqui es mejor que alla, y alla peor que aqui, Yo pienso que todo es lo mismo, la incomprension del mundo, la falta de aceptar la verdad de otros ,y el fanatismo.Que le importa al exilio de Miami si Juanes canta donde le de la gana.A Cucu Diamantes la cerraron en Nueva York los propios cubanos que dicen que quieren que Cuba sea libre, y ellos no permiten la libertad de las personas.Cerraran a Juanes, y a Olga, igual que a ella porque tuvieron pantalones para cantar donde todo esta prohibido.Por que los que hablan ,y ofenden no cantaron cuando el 59, Por que huyeron al exilio, por que dejaron que Castro se cogiera al pais?Seguro estoy que esto nadie lo dice, ni se lo pregunta, para que quieren a Cuba libre para ellos ir a imponersele al pueblo y rescatar lo que perdieron y piensan esta esperando por ellos?Por que si realmente quisiera la libertad, no castigaran a Cucu porque llevo su musica al centro del totalitarismo.No ofendieran las escenas de Juanes y Bose, diciendo que lloraron como mariquitas.Ellos no lloraron, ellos defendieron la libertad del concierto ,y la participarcion sin carne.El exilio de Miami se afana en hacerse los mas dolidos con el caso Cuba, cuando ellos mismos le dejaron el camino a Castro y a sus compinches.Por eso la toman con estos musicos que cantaron en Cuba, por la impotencia de que no pudieron con el comunismo.Mientras exista un exilio con tanto odio, ningun paso existira para una Cuba diferente, porque ellos mismos se cierran a CubaTodo lo quieren por la fuerza, y hablan de una libertad que ellos mismos no son capaces de otorgarle a sus propios hermanos.Carlos Alberto (España).

Yo censuro en mi gobierno humano ( Poesía):

Por: Diana Margarita Cantón.

Yo censuro en mi gobierno humano
lo obsceno aunque parezca
libertario y con fundamento exacto
Censuro el irrespeto grosero
a las canas y a los idos,
las guerras, la violencia,
las envidias y extremos.

Censuro en mi gobierno humano
las drogas, las marcas en la piel
y los letreros.
Censuro prostitutas, prostitutos,
de cualquier género,
censuro el hambre,
el alcoholismo y la humana miseria
en alma, mente y corazón
Censuro los gritos y aspavientos,
el mal gusto y desaliño innecesario.
Censuro el olvido peligroso,
las modas, los excesos,
los ataques y roturas
de huesos y prestigios.

Censuro en mi gobierno humano
los corruptos, los corrompidos
y los corruptores.
Yo censuro el pasado y el presente
y hago un monumento al futuro.

Censuro a todos los que mienten,
a los que exageran sin agradecer,
a los que callaron
y ahora hablan
cuando cruzaron
la orilla o el muro
( y o quieren
tomarlos por asalto
a última hora.)

Criterios feministas:

Agosto - Septiembre2005













Carr. Lago de Guadalupe Km. 3.5, Atizapán de ZaragozaEstado de México. Tels. (52)(55) 58645613Fax. (52)(55) 58645613
Feminidad Desafiada

Por Diana EscorciaNúmero 46
En tanto que los hombres tienen ideales,las mujeres sólo tienen ilusionesNietzsche
La concepción de mujer tiene sus inicios en el ideario de poder que se creó desde el nacimiento de la cultura, a partir del sedentarismo, cuando el trabajo pesado le fue designado al hombre y las tareas del hogar al género femenino. Es en ese momento cuando comienza una vertiente histórica muy importante, el patriarcado, cuando los conceptos y símbolos relacionados con la procreación y fecundidad se ven relegados a un segundo plano, imaginando a los dioses como masculinos (RODRÍGUEZ, 2002, pg.225), soslayando aquella cosmogonía que sustentaba la fuerza del matriarcado, no de manera inquisitiva como habría de imponerse en un futuro la del hombre, sino como forma de creación.
A lo largo de la existencia de la humanidad la imagen de la mujer en sociedad ha sido de opresión y represión, acciones envueltas por factores causales que albergan todo un bagaje que de antaño cubre a la humanidad, entre ellos se pueden contar:
· Tradición y costumbres· Historia· Cultura· Personalidad· Educación familiar y escolar· El ambiente contextual
Estas han sido las herramientas para circunscribir a la mujer como menor al hombre, como carente de ideales, quitándole la capacidad de raciocinio que tiene el ser humano. Han sido el instrumento para humillarla y envilecerla, para abusarla y matarla.
Con el tiempo, estos puntos se han insertado fuertemente en la mente de las mujeres conduciéndolas a reforzarlos y transmitirlos, a validarlos y construirlos como parte de un ideario social y temporal, desvirtuando de la incipiente cosmogonía a las ínclitas Isis y Hera1, remplazándolas por ideas machistas. Permaneciendo cegada por una fachada de amor falso que hacía las veces de ilusión. Así, ignoradas sus necesidades e ideales, la mujer olvidó lo que quería y lo suplió por aquello que su contrario solicitaba.
Los factores mencionados se vieron reflejados en todos los ámbitos, sobre todo en lo político, primordiales en comunidades que se encomiaban de ser democráticas e igualitarias, teniendo sus inicios en la educación y sus resquicios en la personalidad de aquellas que se han insertado en este contexto. Es aquí donde me pregunto, ¿la mujer ha logrado o puede vanagloriarse, enteramente, sobre las acciones que realiza? ¿Ha conseguido colocarse en los espacios que le han sido vedados sin necesidad de rumores? ¿Tiene clara su situación y sabe como comportarse ante ella? Dar respuesta crearía falacias, pero queda claro que las circunstancias que han rodeado el estancamiento de este género lo han llevado a la invisibilidad, a ser mero objeto, tal vez inerte, creado para la satisfacción del hombre. Párrafos anteriores avalan que el error no ha sido totalmente del hombre, la mujer ha consentido, ha fuerza de ser victimizada, que esto aumente, pues es la educadora y administradora de conductas y pensamientos de ambos géneros humanos. Ha apoyado la decisión patriarcal.
El hombre y la mujer, variedades humanas que difieren por mucho entre sí, se necesitan para subsistir y equilibrarse, pero no puede existir una fusión coherente debido a la existencia de abusos que aminoran la existencia de uno de ellos, por causas tan ilógicas como irracionales. El siguiente trabajo me ha permitido crear un esbozo de esas injusticias, me enfoco en el fallo que la sociedad ha cometido contra estos seres, por ello caeré en circunstancias acaecidas en mi contexto como ejemplificación.
Los últimos días ha donde quiera que concentro mi atención se habla de mujeres que sufren de acoso sexual, en el peor de los casos ven ultrajado no solo su cuerpo sino su dignidad y espíritu, arrancándoles lo único que las impulsaba, sus ideales e ilusiones, orillándolas a una retracción en su ser y un apartamiento de la sociedad, soslayando aquellas creencias que tenían en ésta, pues les ha fallado; ¿Por qué? porque la llamada justicia, aquella virtud que para la mujer no equivale a la liberación sino que la hunde más, están hechas por los hombres, a su conveniencia ¿cómo esperamos vernos favorecidas por ellas? ¿Cómo esperar un beneficio cuando nosotras mismas nos atamos a las reglas sociales y no buscamos alternativas comunales que nos unan y podamos generar cambios sustanciales? ¿Las clases sociales nos lo impiden? ¿La tradición? ¿Miedo? ¿Prejuicios? El atropello no cesará hasta que se cree conciencia de ello, hasta que se percate de su situación y se sepa móvil de su propia vida.
En México la situación de la mujer debe analizarse desde dos perspectivas, la citadina y la rural, la causa principal radica en la diferencia contextual que infunde distintas perspectivas en ambos casos. En primera instancia vemos la tradición, la cual se arraiga más en el campo que en la ciudad; casos concretos de ello son Chiapas Vs. Cd. Juárez, lugares que sufren de lo mismo con causas distintas, sufren de uno de los terrorismos2 más frustrantes y denigrantes, pero que no causan igual conmoción en la sociedad, por lo que no mueven a las autoridades. Esa acción tan atroz es la violación, que en el caso de Chiapas3 se funda en la Historia y las costumbres, en el caciquismo que perdura; Ciudad Juárez4 es un cúmulo de acontecimientos infaustos. A fin de cuentas “las mujeres típicamente no son noticia en tanto que se mantienen en sus espacios de encierro y tareas de reproducción social, y cuando salen no pueden más que ser responsables directas de convertirse en foco del escándalo” (GUTIÉRREZ, 2004, pg. 12). Es visible como el ultrajo se atañe a la mujer, ya sea por su vestimenta, por su caminar o por el simple hecho de atravesarse en el paso de una mente lasciva.
Ante los crecientes hechos acaecidos en Cd. Juárez, se crearon campañas que abogaban por una disminución de ellos, pero atañéndolos no al hombre, sino a la mujer, “a lo que han tendido estas campañas (las creadas por el gobernador en turno en Chihuahua, Francisco Barrios) es a poner límites a las mujeres, a su independencia y a su conducta, en las esferas pública y doméstica. Lo que rezan estos discursos es que no salgan solas ni de noche, mucho menos a fiestas, que no vistan provocativamente y que no beban alcohol. Al mismo tiempo, lanzan un llamado a los hombres para que cuiden de ellas”. (VEGA, 2005) De manera que así se comprueba la ineficacia de la justicia para con las mujeres, de cómo se le arrincona y ella misma se ve atada.
Uno de los temas que tiene que ver con todos los temas es la educación, y aquí tiene mucha incumbencia, pues como he dicho la mujer es la encargada de inculcar los preceptos que habrán de guiar las vidas de muchos hombres e influir en la mente de muchas mujeres, será la forma en como inculque valores y acciones lo que creará conductas; pero ¿cómo fueron educadas estas personas para que les pase por la mente el atacar a una mujer (o niña) de determinada forma? ¿Qué experiencias tuvo que vivir para que tuviera la necesidad de acometer en contra de la mujer? ¿Será necesidad o una patología?
La conciencia de la responsabilidad que la maternidad trae consigo, en cuanto es un acto privado que tiene consecuencias comunitarias, perfila el rostro de otras madres: aquellas que se preguntan sobre que tipo de deficiencias sociales pudieron haber convertido en instrumento de tortura y destrucción al niño gracioso y regordete que ellas amamantaron (MARTÍNEZ, 2004).
Y si nos enfocamos a la parte cultural, es difícil luchar contra las costumbres de antaño, con todo aquello que invade la mente de la mujer rural, de aquella que ha sido condenada a permanecer bajo el yugo de la tradición. Yendo a la ciudad, la mujer tampoco se diferencia mucho de la predecesora, pues igualmente desconoce los avances que a su favor se han hecho, pues las circunstancias no cambian, la agresión contra ellas es cada vez mayor, los métodos de tortura son cada vez peores y ni siquiera podemos enfrentarnos a ellos, cualquier acción que llevemos a cabo de aviso o para poner un alto nos perjudica sobremanera, siendo así que ya ni acciones de apoyo al prójimo se pueden poner en práctica, debido al miedo a verse implicado en una situación similar o peor.
Vestir con minifalda, zapatilla, escote… resumidamente lucir femenina ¿qué significa? ¿Acaso es agradar al hombre, alegrar su pupila? Las acciones que como género llevamos acabo suelen estar enfocadas a la degradación misma de la mujer, a favor de una ideología machista, no de hombre como género, sino que las mujeres encauzan su ideología hacia lo que éste requiere de ella: sensualidad, belleza, carisma, feminidad… ayudando a enclavar más esta ideología, engañándose en que es necesario estar junto a un hombre para existir, para definirse como persona ante nuestra sociedad, para poder obtener respeto y beneficios económicos, pensarse necesarias en cuanto se tiene un hombre al lado, en cuanto se le sirve, por lo que debe tener muy en cuenta que “una mujer que seduce no necesita nacer con los atributos de Marylin Monroe, su poder no es físico sino psicológico, indirecto y astuto”5 (VARGAS, 2005). Debe generarse una idiosincrasia fuerte que provoque una mejor definición de mujer, de feminidad, no sólo el vestidito bonito y la cara limpiecita, coser o cocinar.
Hubo un párrafo en “El Laberinto de la Soledad”, donde Octavio Paz alude a esto que hablo, y me llamó la atención por el hecho de ser una reflexión por parte de un hombre, un caballero que se percata de la condición femenina y la hace pública en un libro, por ello, sin reserva lo anoto enseguida, a manera de complementar lo mencionado en el párrafo anterior.
La mujer siempre ha sido para el hombre lo otro, su contrario y complemento. Si una parte de nuestro ser anhela fundirse a ella, otra, no menos imperiosamente, la aparta y excluye. La mujer es un objeto, alternativamente precioso o nocivo, mas siempre diferente. Al convertirla en objeto, en ser aparte, y al someterla a todas las deformaciones que su interés, su vanidad, su angustia y su mismo amor le dictan, el hombre la convierte en instrumento. Medio para obtener el conocimiento y el placer, vía para alcanzar la supervivencia, la mujer es ídolo, diosa, madre, hechicera o musa, según muestra Simone de Beauvoir, pero jamás puede ser ella misma. De ahí que nuestras relaciones eróticas estén viciadas en su origen, manchadas en su raíz. Entre la mujer y nosotros se interpone un fantasma: el de su imagen, el de la imagen que nosotros nos hacemos de ella y con la que ella se reviste…Nunca es dueña de sí. Su ser se escinde entre lo que es realmente y la imagen que ella se hace de sí (PAZ, 1994, pg. 214).
Otra parte de la cultura que atrapa a la mujer como mero espectáculo para el hombre es el baile, creado, supuestamente, para hacer lucir a la mujer, contradictoriamente, es para ver cuan capaz es de moverse e incitar al hombre; nosotras lo aceptamos pues es una fuente de diversión, no hacerlo implica no estar en onda, no pertenecer a un grupo; siendo que no pertenecemos al grupo más importante, al que se considera como masa amorfa y maleable, al grupo de las mujeres. Acepto que esta situación sería tan fácil de eliminar si se creara conciencia, ya no tanto conocimiento.
Estos artificios, como muchos más, son reticencias que ocasionan resultados espurios, generan malestar a la mujer; aquello que se veía como forma para conquistar al hombre, en algunos casos el príncipe azul, le engendra abusos, atrae la atención de otros con imaginación lúbrica que terminan por violar el espacio, cuerpo y mente de mujeres de manera denigrante; en México tenemos el caso concreto de Las muertas de Juárez, término dado a conocer por Víctor Ronquillo6, quien crea el termino más discriminatorio, excluyente y peyorativo para designar los asesinatos impunes llevados a cabo, generando una ola de mercadotecnia que hasta ahora atrae la atención de los medios sin recabar en lo que en verdad sucede. Es decir, al convertir un hecho como éste en nota roja, se obtienen raiting y ganancias, no soluciones.
Ubicarme en una situación de violación es inimaginable, y más la forma en que la llevan a cabo, me son incomprensibles las razones que conducen al hombre a realizar estos actos y llevarlos en aumento, pues acorde a la ONU “una de cada tres mujeres ha sido víctima de malos tratos, obligada a entablar relaciones sexuales o maltratada de alguna otra manera por su esposo u otros hombres miembros de su familia, incluso durante el embarazo”7. ¿En qué psicología puede caber la idea de dañar de tan cruel forma el cuerpo de mujeres y/o niñas? ¿Cómo imaginar que tras años de lucha por insertarnos plenamente en la sociedad patriarcal, nos vemos atacadas continuamente y refundidas por la normatividad que se presume defensora de toda la población?
Una de las normatividades que debería respetarse por el simple hecho de ser llevada a cabo legalmente, ya no tanto el valor más importante: la ilusión del amor, es el matrimonio; pero la insensatez de la mente humana lleva a que ambos géneros se culpen y se hagan infelices mutuamente. Sea broma o realidad, durante años el ejercicio de eliminar la validez de este acto ha conducido a violentar a la mujer de manera psicológica, repercutiendo una vez más en todos los factores, sea de cualquier región. Este espacio se ve agredido cada vez que el marido pierde el control e insulta a su esposa, cada vez que de pronto se le va la mano y le pega, cada vez que una mujer es abandonada, cada vez que no se habla con la verdad, que no se respeta el acuerdo mutuo. Para este caso encontré un ejemplo que queda como anillo al dedo e ilustra la actitud que se tiene por parte del supuesto género más fuerte.
Cuando el hombre llegaba después de haber luchado con todo y contra todos era lógico que sintiera cierta necesidad de refocilar, de calentarse y recuperar el vigor y que para ello tomara a la mujer que más le apeteciera, por supuesto con su correspondiente y total anuencia. Nadie le recriminaba que una noche estuviera con una y la siguiente con la otra. Era lo normal. Ahh… pero cuando el hombre se hizo sedentario y quiso asegurarse de que un hijo fuera suyo para poder heredarle el fruto de su trabajo tuvo que inventar el matrimonio como mecanismo que le otorgara en exclusiva el uso de una mujer. Craso error, pues después ellas voltearon la sartén y fueron quienes se adjudicaron en exclusiva la propiedad del hombre hasta que la muerte los separara (GORDOA, 2005, Secc. Análisis, pg. 10 A).
Esta anuencia ya es de raigambre, se plantea que “…existió un estadio primitivo en el cual imperaba en el seno de la tribu el comercio sexual promiscuo, de modo que cada mujer pertenecía igualmente a todos los hombres y cada hombre a todas las mujeres". Pero en:
Cualquier modelo de familia por grupos no se sabe con certeza quién es el padre de la criatura, pero sí se sabe quién es la madre. Aun cuando ésta llama hijos suyos a todos los de la familia común y tiene deberes maternales para con ellos, deja de distinguir a sus propios hijos entre los demás. Por tanto, es claro que en todas partes donde existe el matrimonio por grupos, la descendencia sólo puede establecerse por la línea materna, y por consiguiente, sólo se reconoce la línea femenina (ENGELS, 1999, pg. 225).
Esto ha conducido a que la mujer no sea solamente un instrumento, sino el conocimiento mismo, aquél que condujo a Paz por el camino de la observación de la sociedad y tras una severa reflexión sobre lo que el hombre mexicano piensa nos plantea que “el rajado es de poco fiar, un traidor o un hombre de dudosa fidelidad, que cuenta los secretos y es incapaz de afrontar los peligros como se debe. Las mujeres son seres inferiores porque, al entregarse, se abren. Su inferioridad es constitucional y radica en su sexo, en su rajada, herida que jamás cicatriza.” (PAZ, 1994, pg. 33)
Ahora bien, esto nos conduce por uno de los caminos más escabrosos, donde se minimiza tremendamente a la mujer, no sólo por el hombre sino por grupos conservadores, debido al oficio que realizan: satisfacer la libido masculina a cambio de una remuneración económica suficiente para sobrevivir, entregarse, abrirse sin excusas; esto es la prostitución, “ese gremio de esclavas explotado por gángsteres a quienes la llamada buena educación otorga todavía la eufemística denominación de proxenetas”, personajes que las introducen en ese ambiente bajo el uso de los factores, antes mencionados, de la forma más vil, valiéndose de las ilusiones de una mejor vida, de un amor verdadero, de los ideales que mejoren la solvencia económica; y sin más, las apartan de todo aquello que conocen a cambio de un ambiente de humillación e ignominia, pues “hasta ahora, en un servicio sexual, la única persona que se prostituía y, en consecuencia, se humillaba, era la que cobraba: la prostituta. El cliente, por el hecho de pagar -más aún, santificado por el dinero-, jamás tiene conciencia de que se prostituye. ¿Se llama prostituto a quien se acuesta con una prostituta? ¡Jamás!.” (IRIGOYEN, 2005).
Como se puede ver, la gramática tampoco ha estado del lado de la mujer. Aunque suene absurdo la mayoría de los términos lingüísticos no tienen el mismo valor semántico en la dialoga diaria, un buen ejemplo fue el anterior: prostituto no es el término utilizado sino gigoló, le otorgan un nivel de estatus a la misma acción cuando es realizada por un hombre, mientras que a la mujer la rebaja. Otro ejemplo es el de zorro, para el hombre representa heroísmo, magnanimidad; zorra significa puta en el sentido más amable de la palabra. Ahora, con el surgimiento del feminismo y la inserción de la mujer en ámbitos que le han permitido expresarse públicamente, “el signo lingüístico hombre, que en español, ingles y muchos otros idiomas había servido de significante a la totalidad de la especie, hoy se reserva casi exclusivamente para designar al varón”, (MARTÍNEZ, 2005) pero aún falta mucho por recorrer, mucho por cambiar, mucho para revitalizar en la lengua el código reservado para denominar el género femenino, la mujer.
Para revitalizar el concepto primero habría que cuestionarnos ¿Me conozco? ¿Puedo definirme? ¿Conozco mis derechos? ¿Sé que es el feminismo? ¿Conozco a las autoras? ¿Tiene cabida en mí esta ideología? ¿Considero importante la corriente feminista? ¿Conozco algunas organizaciones? ¿Existe alguna fecha sobre la no violencia a la mujer? las preguntas iniciales tienen respuesta propia, orientadas según el contexto de cada una, pero la última de ellas cabe aclararla, ya que de ella pueden desprenderse acciones de las organizaciones feministas o permitir una mayor apertura informativa, por ello conocer este día es tan trascendental como el día de las madres.
El 25 de noviembre fue declarado Día Internacional Contra la NO Violencia hacia las mujeres en el primer Encuentro Feminista para América Latina y el Caribe, celebrado en Bogotá, Colombia, en 1981. En el Encuentro las mujeres denunciaron sistemáticamente la violencia de género, desde agresiones domésticas a violaciones y tortura sexual o violencia de estado. Y estaban en el recuerdo las hermanas Mirabal, asesinadas un 25 de noviembre de 1960 por la dictadura de Rafael Trujillo en la República Dominicana, donde son todo un mito al igual que en el resto de América Latina. La propuesta hecha por este Encuentro fue reconocida oficialmente en 1999 por la Naciones Unidas como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las mujeres (Ayuntamiento de Granada, 2002).
El conocer estas fechas nos deben encausar a indagar más al respecto, a entender que cualquier comentario que nos haga sentir mal en cualquier sentido, que reduzcan nuestra autoestima, es un modo de violencia, no tan radical como el abuso sexual, pero si importante y que deja huella e impide que la persona se acople enteramente, en un futuro, a la sociedad.
Conocernos y tener bien fijos nuestros principios e ideales, darnos la oportunidad de comprender nuestras similitudes de género a través de la gran variedad de autoras que han dedicado grandes esfuerzos en ello, aprovechar su esfuerzo para insertarnos en esa cultura patriarcal, enfocar nuestras ambiciones, sabernos motores de transformación de nuestra realidad al defendemos en lugar de atacarnos, reavivar nuestra imagen, hacerla común y con propósitos afines, mostrarnos interesadas en nosotras y después en nuestro contrario, no olvidarnos que todos somos iguales, respetarnos para que los demás nos respeten.
Para finalizar, aclaro: Si, las mujeres tenemos ilusiones, pero tenemos más ideales, tenemos ganas de que se nos incluya en la sociedad, que se oigan la suplicas por vivir, tenemos el ideal de ser reconocidas por lo que hacemos y no por los rumores de cómo conseguimos las cosas, queremos que la historia nos reconozca como parte de ella, sobrellevar las angustias y sobrevivir el abandono, pero sobre todo que la definición de mujer resurja, que tenga la importancia de sus inicios, no quedarnos en los ínfimos triunfos pírricos obtenidos a lo largo de la historia, sino ser agentes de cambio.
La quintaesencia de la mujer no radica en ser la incondicional en los ideales del hombre, sino en satisfacer las propias ilusiones, deseos y por qué no, ideales; en sentirse cómoda consigo misma, en ser fiel a sus sentimientos y necesidades, en sentirse capaz de desarrollarse en ambientes inimaginables. Hay que revivir la imagen de la mujer, no aplastarla ni degradarla como hasta ahora se ha hecho, y mucho menos de la forma en que se ha hecho.
Notas:
1 Diosas de la antigüedad que formaban parte importante en la cosmovisión de aquellos pueblos incipientes de la humanidad, que otorgaban validez al poder creador y fuerza que la mujer tenía. Pepe Rodríguez. Dios nació mujer.2 El feminicidio, entendido como el asesinato misógino de mujeres por parte de los hombres, y como una forma de continuo de violencia sexual. Que requiere considerar los actos violentos y el desequilibrio de poder entre los sexos, en las esferas política, social y económica, como los ejes del análisis… Es pues, en palabras de Julia Monárrez “una manifestación de dominio, terror y exterminio social”. Aimée Vega Montiel. A las cosas por su nombre: el feminicidio en Ciudad Juárez.3 El cuerpo violado de la mujer indígena desde la conquista hasta nuestros idas se ha convertido en la imagen arquetípica de la madre tierra cuyo cuerpo, rico y prodigo, es continuamente asaltado por los buscadores de oro de todos los tiempos. Feminismo y Literatura Latinoamericana. Adelaida Rodríguez. 4 Su historia reciente presenta tres acontecimientos que delinean el marco contextual de este caso particular de feminicidio. El primero tuvo lugar en la década de los setenta, cuando el gobierno de la entidad impulsó el “Programa bracero”, con el objetivo de intensificar los flujos migratorios a la ciudad, lo que contribuyó al rápido crecimiento de la población en asentamientos irregulares. En segundo lugar, la implosión de las maquiladoras durante los años ochenta generó la creación de importantes fuentes de trabajo para mujeres, lo que incrementó la población femenina en aquella ciudad. Y en tercer lugar, la aparición, en los años noventa, de maquiladoras automotrices, atrajo una población principalmente masculina, lo que agudizó el crecimiento de los asentamientos irregulares, pero también el fortalecimiento del narcotráfico y del comercio de armas. Aimée Vega Montiel. A las cosas por su nombre: el feminicidio en Ciudad Juárez.5 Dice Robert Greene en su libro El Arte de la Seducción.6 Proceso y Víctor Ronquillo son los responsables del estigma de “Las Muertas de Juárez”… donde pudo más el morbo que despierta el caso y su lucro, a través de las ganancias económicas que pudieron acarrearle a la editorial Planeta y al autor… que revisar con detenimiento para sustentar los hechos. Griselda Gutiérrez. Violencia Sexista. pg. 95.7 Noticias Red Feminista. <http://www.redfeminista.org/Noticia.asp?ID=3008>
Referencias:
BIBLIOGRÁFICAS
· GUTIÉRREZ Castañeda, Griselda. Violencia Sexista. Ed. UNAM, México, 2004. pp. 166.· PAZ, Octavio. El laberinto de la Soledad. Fondo de Cultura Económica, México, 1994. pp 351.· RODRÍGUEZ, Pepe. Dios nació mujer. Ed. Punto de Lectura, España, 2002, pp. 383. · VEGA Montiel, Aimée. A las cosas por su nombre: el feminicidio en Ciudad Juárez. Artículo preparado para Monografía Instituto Catalán de Cooperación Iberoamericana (ICCI), No. 1, Enero de 2005.
ELECTRÓNICAS
· Ayuntamiento de Granada: Concejalía de Igualdad de Oportunidades. Histórico 25 de noviembre "Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres". <http://www.granada.org/inet/wmujer.nsf>/. Desde: 08/11/2002 Hasta: 27/11/2002. Última revisión, 18 de julio de 2005. · ENGELS, Federico: El Origen de la familia, la propiedad privada y el estado. Julio 1999. MASADA, Rafael lo llevó a internet. <http://www.marx2mao.com>· GUTIÉRREZ Ramírez, Jorge. La Importancia de la Cronometría en la imagen. <http://codice.unimayab.edu.mx/cronometria.htm>. Enero 2005. Última revisión 1 de agosto de 2005.· IRIGOYEN, Ramón. Red Estatal de Organizaciones Feministas contra la Violencia de Género. Prostitutas. <http://www.redfeminista.org/Noticia.asp?ID=3005>. EL PAÍS - 09-07-2005. · MARTÍNEZ, Adelaida. Feminismo y literatura latinoamericana. <http://www.gobernabilidad.cl/modules.php?name=News&file=article&sid=454>. Lunes, 9 de febrero del 2004. Última revisión, 1 de agosto de 2005. Revisada por última vez el 18 de julio de 2005.· Red Estatal de Organizaciones Feministas contra la Violencia de Género. <http://www.redfeminista.org/Noticia.asp?ID=3008>. Revisada por última vez el 18 de julio de 2005. · VARGAS, Gaby <http://www.elsiglodetorreon.com.mx/sup/siglon/05/19/05siglon1907.pdf>.. La antiseducción: rasgos latentes. 2005. Última revisión: 1 de agosto de 2005.
HEMEROGRÁFICAS
· GORDOA, Víctor. "La imagen del padre". Diario Monitor, lunes 20 de junio de 2005. Secc. Análisis, pg. 10 A.
Diana Ivet Escorcia RamírezEstudiante de Ciencias de la Comunicación del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México, México.

Nota de la Blogguista: Aunque no soy feminista sino cristiana, me identifico con muchos de estos criterios y recuerdo incluso que Federico Engels dijo en El origen de la familia, la propiedad privada y el estado que las nuevas generaciones enviarían al cuerno lo que las viejas generaciones pensaban y que la prostitución más descocada era la de los hombres (los que son prostitutos).

Flores en la Quinta Avenida:

Flores en la Quinta Avenida
Las prostitutas vuelven a las calles de La Habana, disfrazadas de 'jineteras', para los turistas
ANTONIO CAÑO ENVIADO ESPECIAL, - La Habana - 04/05/1991


Alicia salió de Cienfuegos el 14 de enero pasado con un vestido rosa de volantes, un pantalón corto, una camiseta de los Juegos Panamericanos, un pintalablos y unos zapatos de tacón blancos bastante maltratados. Dejó atrás 20 años de vida con pocos recuerdos, dos divorcios, una niñita de 14 meses, una madre buena, un padrastro vago y una abuela canaria. En La Habana tocó a la puerta de su paisano Gabriel, un muchacho dos años mayor que ella que había recorrido el mismo camino cuatro meses antes, con bastante suerte en su aventura. Enseguida le encontró a su amiga una cama junto a otras cuatro chicas llegadas de provincias en la casa de la loca, una antigua dueña de burdel en la época de Batista a la que se le ablandaba el corazón con cinco pesos díarios y un trago de ron de vez en cuando.
La noticia en otros webs

No era mucho: una habitación compartida, una ducha, una toalla y un infiernillo de petróleo; pero era más que el círculo cerrado de Cienfuegos, donde la pretendía un mulato grandón, casado, con el que salía a comer helado alguna tarde en la bicicleta china que el Gobierno le acababa de regalar. El mulato cuidaba su vehículo, al que le había incorporado el motor de un viejo refrigerador soviético, pero no pudo con él colmar las aspiraciones de Alicia, que había visto pasar por su ciudad los modernos automóviles de los turistas como la caravana de Bienvenido mister Marshall.
El 17 de enero, Alicia tenía ya esos llamativos coches a su alcance en la Quinta Avenida de La Habana. Ese día se puso su vestido rosa recién planchado encima de una tanga que le había conseguido Gabriel. Limpió con saliva el polvo de sus zapatos y se retocó como pudo el pelo, teñido de un explosivo rubio casero. Nada pudo hacer con las uñas, pintadas hacía dos meses de un color morado que permanecía con algunos desconchones. Retenía intactas, eso sí, las armas de sus enormes ojos verdes y una figura blanca y ágil de modelo parisiense.
La Marina Hemingway
Gabriel le había explicado brevemente las normas elementales para hacer la calle en La Habana, y Alicia, un poco tímida todavía, levantó la mano ante el primer coche de turistas que se acercaba al cruce con la Calle 42. Adentro iban dos mexicanos cuyo aspecto confirmaba fielmente su origen.
Nerviosa, Alicia no sabía si fijarse en los mofletones del que conducía o en su cadena de oro, no sabía si prestar atención a la mano arrugada y cortita que inmediatamente se postró en su rodilla o al anillo que la adornaba.
Siguiendo las instrucciones recibidas, Alicia sugirió ir a la Marina Hemingway, un desolado club de yates que algún día será uno de los más lujosos embarcaderos del Caribe. Sentada en la mesa del bar, antes de que cayese la noche, pidió una cerveza de importación, unos entremeses de jamón y queso y un paquete de More mentolado que le hizo toser varias veces.
La bailaron, la tocaron, la piropearon con labios de deseo... y la dejaron en la mesa junto a los restos del Habana Club cuando a Alicia, aterrada, se le ocurrió pedirles 100 dólares a cada uno.
Como las reglas del local impiden la permanencia de ninguna chica sola, Alicia se sentó junto a un grupo impar de italianos y cubanas. Las parejas estaban ya formadas, pero Alicia consiguió capturar la atención del más joven, un milanés cuarentón bien vestido que le hablaba de usted y le encendía el cigarrillo con un precioso mechero dorado cuya marca fue incapaz de reconocer.
La noche fue divertida. Voló sobre la ciudad varias veces en un auto con aire acondicionado en busca del siguiente cabaré. Comió maní y chocolate, calmó las pretensiones modestas del milanés en menos de 10 minutos y volvió a casa con 30 dólares, dos latas de Coca-Cola, un bolígrafo y el encendedor dorado, que resultó ser un Bic con las siglas de una compañía de teléfonos.
Mucho más fácil de lo que se había imaginado. Sólo tuvo que contar algunas medio mentiras que los italianos estaban ávidos de creer: que era estudiante de idiomas, que tenía 16 años, que necesitaba comida para una hermanita enferma, que en Cuba se pasan muchas dificultades, que por eso le pedía una ayudita, que nunca había estado con extranjeros, que estaba con el milanés porque le gustaba mucho, que nunca había conocido un hombre tan sexy y atrevido, que si lo podía volver a ver mañana.
Durante cuatro meses repitió esa misma cantinela hasta el agotamiento. De su boca la escucharon vendedores de tornillos de San Sebastián, exportadores de materiales de construcción de Zaragoza y Barcelona, comerciantes de textiles y alimentos de Vigo y Madrid, y turistas, muchos turistas, españoles, italianos, mexicanos y algunos alemanes y canadienses.
Silvio,Rodríguez las ha bautizado en sus canciones como "las flores de la Quinta Avenida". Se han reproducido de forma espectacular en los últimos años, aunque el Gobierno, que tiene a gala haber acabado con la Inmensa mancebía en que la dictadura había convertido Cuba, no admite ahora la existencia de la prostitución en el país. "La policía y los periódicos nos llaman jineteras para no reconocer que somos p....", dice Alicia.
Se han convertido en uno de los principales atractivos turísticos de este país. Las agencias de viaje tienen anotado que el 80% de turistas procedentes de México está integrado por varones. Algunos comerciantes mantienen pequenos negocios de 10.000 dólares al año con Cuba exclusivamente para justificar sus aventuras sexuales.
Uno de los grandes alicientes del comercio del sexo en la isla es su carácter espontáneo y festivo en apariencia.
Muchos visitantes incautos, que creen que en el Caribe el placer cuelga en las ramas de las palmeras, regresan a sus monótonos hogares con la convicción de que la desinhibición y la elocuencia física del trópico los ha transformado en repentinos tarzanes sexuales.
No es infrecuente ver en una mesa del Capri a algún empresa rio español, bastante pasado de años y kilos, compartíendo una ]angosta con una adolescente cu bana de cuello largo y sonrisa clara, pero sería un tanto infantil achacar esa repentina atracción a un milagro de la naturaleza ca ribefla en lugar de a un prosaico interés material.
En muchos casos, el entusias mo se desborda, y cientos de cu banas se dicen novias de modélicos maridos murcianos, romanos y jalicienses. Algunas llegan a casarse con sus acompañantes, de acuerdo a las leyes de la isla, a la espera de la rara oportunidad de escapar tras ellos, tras un nue vo mundo.
La fachada de espontaneidad, de sencillez, esconde casi siempre un ambiente sórdido y cruel, de proxenetas y miseria, común al de la prostitución en cualquier otro país del mundo. Pero tampoco se puede negar por completo una mayor familiaridad en esta tierra con los estímulos cotidianos del deseo.
Un beso por un champú
La sensualidad vive en esos autobuses atestados en los que un mulato sudoroso comparte su metro cuadrado con dos mujeronas de potentes caderas que se tapan lo justo con sus humildes blusas de tirantes. El sexo camina cada fin de semana hacia la playa junto a las largas filas de muchachos fornidos y muchachas portadoras de nalgas que interrumpen el tráfico.
La oferta, la contraoferta, la insinuación y el amor son fuga ces y constantes. A veces llegan hasta la prueba suprema,del in tercambio de un beso por un bote de champú, y entonces em pieza el peligro de una sociedad en crisis cuya juventud negocia con lo que tiene en busca de lo que sueña: diversión, dinero, expectativas.
Es un tema tabú en Cuba. Tanto más conocido cuanto más tabú, tanto más extendido cuan to más tabú. Las autoridades hacen redadas de jineteras en las vísperas de grandes eventos, pero se niegan a estudiar el problema a fondo porque sería tanto como reconocer el desajuste existente entre los eslóganes de la sociedad nueva del Che y la reali dad de repetidos y capitalistas casos de tráfico sexual.
Los protagonistas de esa sociedad subterránea que crece al amparo de la esclerotización oficial ni siquiera son conscientes de que, en un país tan ultrapolitizado, lo que hacen es política y se interpreta como política. Por eso, sin darse cuenta, Alicia ganó sus últimos 30 dólares sobre una cama chirriante presidida por un retrato juvenil de Fidel Castro.

( Publicado en El País).
( Cuando critiqué el jineterismo en Cuba en el Balance de 1996, no había leído este artículo y otros de diferentes autores, como Adela Soto que entrevistó a muchas de estas muchachas. Sólo había escuchado la canción de Silvio que dentro de Cuba era bastante disidente entonces, aunque para algunos acaba viendo la prostitución sólo por factores morales y no económicos; para mi es por ambas cosas, pues no todas las mujeres pobres en Cuba escogieron ese camino. Me basé en mis propias observaciones y en las de mis alumnos, incluídos profesores del Pedagógico a los que le impartía un Postgrado en ese entonces.)
( En mis procesos de Apelaciones en "la gran ciudad"habanera al deambular en 1996-99 pronto descubrí además -para espanto mío-la proliferación de la mendicidad, el alcoholismo, la violencia, los juegos al interés y la locura-entre otros males sociales.)

Poesía de José Martí con visión del Amor:

Poema de Jose Marti :


Amor de Ciudad Grande :
Amor de Ciudad Grande
De gorja son y rapidez los tiempos.
Corre cual luz la voz; en lata aguja,
Cual nave despeñada en sirte horrenda,
Húndese el rayo, y en ligera barca
El hombre, como alado, el aire hiende.
¿Así el amor, sin pompa ni misterio
Muere, apenas nacido., de saciado!
Jaula es la villa de palomas muertas
Y ávidos cazadores!
Si los pechos
Se rompen de los hombres,
y las carnesRotas
por tierra ruedan,
no han de verse
Dentro más que frutillas estrujadas!
Se ama de pie, en las calles,
entre el polvo
De los salones y als plazas;
muereLa flor que nace.
Aquella virgenTrémula
que antes a la muerte daba
La mano pura que a ignorado mozo;
El goce de temer: aquel salirse
Del pecho el corazón; el inefable
Placer de merecer; el grato susto
De caminar deprisa en derechura
Del hogar de la amada, y a sus puertas
Como un niño feliz romper en llanto;


Y aquel mirar, de nuestro amor al fuego,
Irse tiñiendo de color las rosas,
-Ea, que son patrañas!
Pues ¿quién tiene
Tiempo de ser hidalgo?
Bien que sienta
Cual áureo vaso o lienzo suntuoso,
Dama gentil en casa de magnate!
O si se tiene sed, se alarga el brazo
Y a la copa que pasa se la apura!
Luego, la copa turbia al polvo rueda,
Y el hábil catador, - manchado el pecho
De una sangre invisible,- sigue alegre,
Coronado de mirtos, su camino!
No son los cuerpos ya sino desechos,
Y fosas, y jirones! Y las almas
No son como en el árbol fruta rica
En cuya blanda piel la almíbar dulce
En su sazón de maduresz rebosa,
-Sino fruta de plaza que a brutales
Golpes el rudo labradoe madura!
¿La edad es ésta de los labios secos!
De las noches sin sueño!
De la vidaEstrujada en agraz!
¿Qué es lo que faltaQue la ventura falta?
Como liebreAzorada,
el espíritu se esconde,
Trémulo huyendo
al cazador que ríe,
Cual en soto selvoso,
en nuestro pecho;
Y el deseo, de brazo de la fiebre,
Cual rico cazador recorre el soto
.¡Me espanta la ciudad!
¡Toda está llena
De copas por vaciar,
o huecas copas!
¡Tengo miedo ¡ay de mí!
De que este vino
Tósigo sea,
y en mis venas luego
Cual duende vengador los dientes clave!
¡Tengo sed,
- más de un vino que en la tierra
No se sabe beber!
¡No he padecidoBastante aún,
para romper el muro
Que me aparta ¡oh dolor!
De mi viñedo!
¡Tomad vosotros, catadores ruines
De vinillos humanos, esos vasos
Donde el jugo de lirio a grandes sorbos
Sin compasión y sin temor se bebe!
Tomad! Yo soy honrado: y tengo miedo! .

Nota de la blogguista: El espacio sobra.

La Biblia y las prostitutas:

7 Hijo mío, guarda mis dichos, y quieras atesorar contigo mis propios mandamientos. 2 Guarda mis mandamientos y continúa viviendo, y mi ley como la niña de tus ojos. 3 Átalos sobre tus dedos, y escríbelos sobre la tabla de tu corazón. 4 Di a la sabiduría: “Tú eres mi hermana”; y al entendimiento mismo quieras llamar “Pariente”, 5 para que te guarden de la mujer extraña, de la extranjera que ha hecho melosos sus propios dichos. 6 Porque estando yo a la ventana de mi casa, miré hacia abajo por mi celosía, 7 para poder atisbar a los inexpertos. Estaba interesado en discernir entre los hijos a un joven falto de corazón, 8 que iba pasando por la calle cerca de la esquina de ella; y en el camino a la casa de ella marcha él, 9 en el crepúsculo, al atardecer del día, al acercarse la noche y las tinieblas. 10 Y, ¡mira!, allí estaba una mujer que salía a su encuentro, con la prenda de vestir de una prostituta, y astuta de corazón. 11 Alborotadora es, y terca. En su casa no siguen residiendo sus pies. 12 Ahora está fuera, ahora está en las plazas públicas, y cerca de todas las esquinas se pone al acecho. 13 Y se ha asido de él y le ha dado un beso. Ha adoptado un rostro descarado, y empieza a decirle:
14 “Tenía que ofrecer sacrificios de comunión. Hoy he pagado mis votos. 15 Por eso he salido a tu encuentro, para buscar tu rostro, a fin de hallarte. 16 He adornado mi diván con colchas, con cosas de muchos colores, lino de Egipto. 17 He rociado mi cama con mirra, áloes y canela. 18 De veras ven, saciémonos bebiendo del amor hasta la mañana; sí, gocemos el uno del otro con expresiones de amor. 19 Porque el esposo no está en casa; se ha ido viajando por un camino de bastante distancia. 20 Una bolsa de dinero ha llevado en la mano. El día de la luna llena vendrá a su casa”.
21 Lo ha extraviado con la abundancia de su persuasiva. Por la suavidad de sus labios lo seduce. 22 De repente él va tras ella, como toro que viene aun al degüello, y justamente como si estuviera en grilletes para la disciplina de un tonto, 23 hasta que una flecha le abre el hígado, tal como un pájaro se mete apresurado en la trampa; y él no ha sabido que en ello está envuelta su misma alma.
24 Y ahora, oh hijos, escúchenme y presten atención a los dichos de mi boca. 25 No se desvíe tu corazón a los caminos de ella. Ni, andando errante, entres en sus veredas. 26 Porque muchos son los que ella ha hecho caer muertos, y son numerosos todos los que ella va matando. 27 Caminos al Seol es su casa; van descendiendo a los cuartos interiores de la muerte.

( Tomado de Proverbios 7:1-27.)

Martí y el Amor:

Martí y el Amor:
En cuanto al tema amoroso, frente al patriótico –que dije siempre lo presenta ya en subordinación o rechazo- fue también resultado de su intención de disminuir el poder de la atracción de la mujer y del placer sexual, por considerarlos una fuerza que aparta del amor y deber patrio. Eso, más su idealización del amor, lo hizo rechazar, desde adolescente, la relación sexual ocasional y, en especial, con las prostitutas. Sentimiento que se puede comprobar en una carta enviada a su madre –desde la prisión- donde le revela la repulsión que, a sus 17 años, produjo el ser testigo del trato sexual entre reos y prostitutas, como se lee en este fragmento de la misma:
(...) aunque vienen mujeres decentes, no faltan algunas que no lo son. Tan no faltan que la visita de 4 es diaria. A Dios gracias, el cuerpo de las mujeres se hizo para mí de piedra. Su alma es lo inmensamente grande y si la tienen fea, bien pueden ir a brindar a otro lado su hermosura. Todo conseguirá la cárcel, menos hacerme variar de opinión en ese sentido.
Y así fue, al menos, en cuanto a esa temática en su poesía. Aunque en su busca de la mujer ideal, amó a varias. Sin embargo, esos amores siempre los sacrificó a su pasión patriótica, aún el de su matrimonio con la novia que había dejado en México y, aún, el de al hijo que tuvieron. En cuanto a su rechazo a las relaciones ocasionales, creció más en Nueva York, como vemos en esta parte de su extenso poema Amor de ciudad grande:
(...) Se ama de pie, en las calles, entre el polvo/ de los salones y las plazas; muere/ la flor del día en que nace. Aquella virgen/ trémula que antes a la muerte daba/ la mano pura, que a ignorado mozo;/ el goce de temer, aquel salirse/ del pecho el corazón; el inefable placer de merecer, el grato susto/ de caminar de prisa, en derechura/ del hogar de la amada, y a sus puertas/ como un niño feliz romper en llanto/ y aquel mirar, de nuestro amor al fuego, irse tiñendo de color las rosas/ ¡ea, que son patrañas(...)
Se advierte, además, en ese fragmento, una contraposición de las dos culturas, notoria en su nostalgia por el amor romántico a la novia, con todo el sabor de lo fuertemente deseado sin lograr. Su idealización del amor, lo llevó a sentir culpa por su relación con una mujer casada; lo que, para algunos, dio pie a su novela La Adúltera. Esos sentimientos también lo llevan a enfrentar, la temática Patria y Mujer, en un poema que tiene ese título y, en el cual –como un Ulises- no se deja atrapar por las sirenas. La intención de esos versos –más allá de una expresión personal- tienen también la intención de incitar hacia el sacrificar el amor y el placer sexual, en pro del supremo amor y dedicación a la Patria. Eso insinúan estos fragmentos de dicho poema:
(...) ¡Otra vez el convite enamorado/ de un seno de mujer, nido de perlas/ bajo blando sutil aprisionado/ que las enseña más que recogerlas!//// ¡De nuevo el pecho que el amor levanta/ de suave afán y de promesas lleno,/ de nuevo resbalando en la garganta/ ondas de nácar sobre el níveo seno!//// ¡Y ¿con qué corazón, mujer sencilla,/ esperas tú que mi dolor te quiera?/ Podrá encender tu beso mi mejilla/ pero lejos de aquí mi alma espera. (...) Miente mi labio si se acerca al tuyo/ mienten mis ojos si de amor te miran/ de mujeril amor mis fuerzas huyo/ en incorpórea agitación se inspiran//// Amo y más el árbol que sombrea/
la tumba incierta del guerrero hermano,/ que ese nido de perlas que hermosea/ blonda más débil que tu amor liviano.
Martí, como en sus versos, en su propia vida, siempre sobrepuso su deber hacia Cuba –la última encadenada colonial de finales del XIX- a cualquier otro interés de dinero, poder o vanagloria. Pero, en lo sexual, no debió ser fácil, ya que también se evidencia, en sus versos de rechazo a la mujer, una fuerte atracción erótica; tanto en los de Patria y Mujer, como en los de Amor de Ciudad Grande, donde reveló su miedo a la tentación sexual. Sin embargo, en la realidad, ningún amor –ni en el puro que soñaba- pudo apartarlo de su ideal de libertad, de su deber patrio o de su palabra de caballero. Esto explica, en parte, las cuartetas del tan famoso poema autobiográfico La niña de Guatemala, sobre su frustrado idilio con María García Granados; del cual –por ser muy conocido- sólo ofrezco estos pocos y salteados versos:
Quiero a la sombra de un ala/ contar este cuento en flor/ la niña de Guatemala la que se murió de amor (...) Ella por volverlo a ver/ salió a verlo al mirador/ el volvió con su mujer/ ella se murió de amor//// Como de bronce candente/ al beso de despedida/ era su frente ¡la frente que más he amado en mi vida! (...) Se entró de tarde en el río,/ la sacó muerta el doctor/ dicen que murió de frío/ yo sé que murió de amor.
Si he escogido, en especial, dichos versos, es porque hay en uno de ellos esa expresión: ¡La frente que más he amado en mi vida! Cuya sinceridad, nos confirma el valor que para Martí, tan revolucionario en la vida y en la poesía, tenía ese amor ideal romántico e irrealizado. Temática de fuerzo trágica, que en este poema, contrasta con la gracia y musicalidad ligera de la cuarteta octosilábica de su nuevo estilo.
Para varios de nosotros, que desde los años escolares memorizamos esos versos –pasando por alto lo vanidoso masculino que conllevan- tienen el valor muy especial de mantener viva la tierna imagen de María García Granados, como figura romántica, capaz de morir de amor, y el recuerdo de Martí que tanto une a Cuba con Guatemala.
Guatemala, 24 de julio de 2002 .

( Tomado de
José Martí: Poesía, Patria y Amor de
Luz Méndez de la Vega. )