Translate a otros idiomas

Sunday, August 30, 2009

Acerca del cantautor Silvio Rodríguez:



LAS VÍCTIMAS DE SILVIO RODRÍGUEZ :


Nota del Blogguista: Recuerdo por el año 1969 ó 1970 la boda de José Luis Pérez Comezaña, ¨El Jimmy ¨, estudiante de Física, becado en 12 y Malecón, con una muchacha que vivía en Calzada entre 14 y 16 o muy cerca de ahí, pero en Calzada. Varios de sus amigos asistimos a esa boda y en un momento determinado de la actividad festiva y con un tanto de secretismo, nos llega el mensaje que fuéramos a un cuarto a oir cantar a Vicente Feliú unas canciones ¨en contra de lo que tu sabes ¨; nos metemos en el cuarto,yo sin mucho entusiamo pues mi música preferida era el rock norteamericano o el inglés, que estaba casi oscuro y nos sentamos todos en el suelo, incluyendo Vicente, el cual empezó a cantar una canción sobre algo que llevaba en el cuello, no se si una adarga o algo parecido, que me hizo acordarme del gran bailarín ruso Vaslav Nejinsky de principio de siglo quién posteriormente se convirtió en una prefiguración externa de los hippies debido a la la locura y el dolor. Vicente cantó dos o tres canciones más, a las que no le vi nada extraordinario, o relevante desde ningún punto de vista y finalmente muchos salieron de la habitación con sonrisas y miradas como si hubiéran conspirado y burlado a la Seguridad del Estado(.......) que éramos; según nos enteramos pocos años después, la Seguridad del Estado había estado con nosotros todo el tiempo.!!*************
Las Victimas de Silvio Rodriguez:


Por: Juan Cuellar.


Todo acontecio a finales de 1969. Silvio Rodriguez, guitarra en mano, le ofrecia lo mejor a la juventud cubana: Toda una esperanza. El regimen lo sabia y ahi comenzo la "Operacion Hipies"El "pichon libanes", Elias Fallas, a cargo de la Seguridad del Estado habanera, lanza, por orden del comandante, su aparato demoledor en contra de aquella juventud que gustaba del rock, la literatura, el buen cine y el teatro, pero por encima de todo la libertad y habia que erradicar aquellos jovenes a los que el regimen describia como una lacra social llamandoles, despectivamente, Hipies.( Silvio, Vicente Feliú y Noel Nicola )Para dicha operacion tenia que utilizarse la Jefa de Prevencion Social, Mary Santamaria, hermana de Hayde Santamaria, y era fundamental contar con los servicios de Silvio Rodriguez, icono de aquel bello movimiento juvenil. Las cosas tenian que hacerse muy secretamente y con la precision de un cirujano, las secuelas de las UMAP aun perduraban y no podia, bajo ninguna circustancias, dejar las mismas huellas.Silvio Rodriguez, utilizando su persuacion y su influencia en dicho movimiento espontaneo -hay que destacar que toda esa masa juvenil procedia de toda capa social en Cuba y su unico "mentor" era la cancion protesta norteamericana, el Concierto Woodstock, los Beatles, los Rollings Stone, etc, en el exterior y Silvio Rodriguez en Cuba.Estos jovenes, que se reunian por grupos en el Copelia, El Carmelo de Linea, La CMQ, Prado y diversos lugares, inquietantes, buscaban su espacio libre frente al ferreo control robolucionario.Tambien se reunian en el cafe de Empedrado 151, al lado de la Plaza de la Catedral, en tertulias literarias y musicales.Por aquel entonces, Silvio cantaba, ocasionalmente, en Teatros del Vedado y en el anfiteatro de Marianao, si mas no recuerdo.El movimiento "Hippi" se habia tornado en una ola de expansion por toda Cuba y el regimen comienza a temerlos, acusandolos de "actividades contrarevolucionarias" como la destruccion de teléfonos publicos y asientos de omnibus y el viejo cargo de "Diversionismo Ideologico". Tenian que hacinarlos. Cercarlos.Todo estaba planeado y en 1970, Mary Santamaria, con Silvio Rodriguez a la cabeza, reunen a mas de 500 "hipies" en el Pre-Universitario del Vedado, prometiendoles que la revolucion reconocia y entendia su clamor.Tres reuniones se llevaron a cabo en dicho recinto. Silvio Rodriguez, Vicente Feliu y su mujer de entonces, Belinda Romeo, fueron escogidos entre otros, como "lideres de grupos". La única exigencia de Mary Santamaria fue que esos jovenes se incorporaran la "Zafra de los Diez Millones" y asi ayudar a la revolucion quien le devolveria en creces dicha colaboracion. Para el Albergue el Verdun, del Central Habana Libre, fueron a parar.El Consejo Nacional de Cultura patrocinaba ese central azucarero. Silvio hacia la zafra ofreciendo recitales en secundarias basicas de diferentes pueblecitos, entre ellos Bauta. Un dia, sin ton ni son, Silvio desaparece misteriosamente y una masiva operacion militar rodea albergue y apresan a todos los jovenes. Nadie escapó, al no ser aquellos "lideres de grupo" que desaparecieron con el trovador.( Pablo Milanés y Silvio Rodríguez )Varios dias de aquel horendo episodio, estos "lidercillos" fueron convocados por Mary Santamaria y por su cooperacion recibieron "becas especiales" y a Silvio Rodriguez le abrieron las puertas privilegiadas de Casa de las America, el ICAIC y el ICRT. Eran aquellas imagenes negras de la television cubana en la que comenzo a aparecer, con su parsimonia de siempre, como quien lleva una mascara, el traidor de toda aquella juventud, el trocador-trovador Silvio Rodriguez, quien tuvo que navegar su silencio mordaz a bordo del pesquero "Playa Giron" para limpiarse de culpa y definirse !por siempre Revolucionario!Este idolo latinoamericano que hoy esta dirigiendo los pasos de un Juanes en la Plaza de la Revolucion.!Pobre Juanes!, cantandole a la paz con los fusiles de Silvio.Eran aquellos tiempos del "Grupo de Experimentacion Sonora del ICAIC" donde Leo Brawer, Pablo Milanes, Paquito de Rivera y Enrique Platt se reunian todos los lunes en el Johnny 88, a la salida del rio Almendares, para darle salida a la Orquesta Cubana de Musica Moderna"!Pastilla de Menta!Ya Silvio habia parido su era con un corazon de piedra. El resto lo conocemos de sobra.

( Tomado de Baracutey Cubano).


( Nota de Diana Margarita Cantón Martínez: Tanto Silvio como Vicente Feliú fueron entrevistados por mí como parte de la investigación que dirigí en Cuba sobre la Influencia de la obra artística de Silvio en los jóvenes. Pude grabar un video de la 1ra Entrevista a Silvio donde se abordan todos estos temas que fue controlado inmediatamente por la Seguridad del Estado cubana que prohibió se pasara a TelePinar en Pinar del Río y que fuera visto por otras personas ajenas a esta investigación.En total fueron tres las entrevistas a Silvio de varias horas de duración.También fueron entrevistados Frank Fernández, Harold Gramatge, Chiqui Salsamendia que trabajó con Haydee Santamaría en La Casa de Las Américas, Amaury Pérez Vidal, Santiago Alvarez....Conocí antes a un locutor que promovió a Silvio por radio, y que me había hablado de "lo que costó una canción "de Silvio y me había hablado del viaje en el barco pesquero"Playa Girón".Yo estaba estudiando en el Edificio Focsa en el momento en que se produjo esa operación contra "los hippies"en El Vedado, La Habana. Los becados todos la presenciamos y fue espectacular!.En 1986 leí el libro de Víctor Cassaus y Luis Rogelio Nogueras: Que levante la mano la guitarra! y me motivó tanto que en 1992 había logrado el equipo multidisciplinario y las entrevistas citadas con la advertencia de peligrosidad del propio Silvio por aventurarnos en tal empresa. Arguyó también y sugirió que estudiáramos a otros, y no a él precisamente.)

Desde Cuba:

Para seguir leyendo hacer click aqui­ ...
posted by PPAC @ 8/28/2009 10:20:00 PM 0 comments

CUBA: CON JUANES O SIN JUANES
Nota del Blogguista¿ Son energúmenos los italianos que no le permitieron en Italia cantar a Juanes su éxito La Camisa Negra, porque le recordaba al Duce Mussolini ? ¿ Son energúmenos ¨los progre ¨que queman banderas de otros países y sobre todo, la bandera norteamericana en cualquier protesta que se les antoje? ¿ Son energúmenos los que le tiran huevos, zapatos o tomates a políticos que no son de su agrado ?¿ Por qué van a ser energúmenos estos cubanos que rompieron los discos de Juanes que fueron comprados con su dinero ?. Esas personas, sencillamente ejercieron su derecho a protestar sin hacerle daño a nadie.Quiero aclarar que no soy de la opinión de que romper discos de Juanes sea una buena forma de protestar, ya que el dinero de la compra de esos discos están en los bolsillos y en las cuentas de Juanes y de otras personas. Yo sencillamente no los compro y explico las razones de mi decisión.*********************CON JUANES O SIN JUANESPor Luis CinoArroyo Naranjo, La Habana, agosto 27 de 2009 (SDP) Me había propuesto no escribir sobre el anunciado concierto de Juanes en la Plaza de la Revolución. En realidad, el asunto no me interesa demasiado. Desde que no pude estar en el festival de Woodstock, renuncié a los conciertos multitudinarios. Menos aún si son de pop latino (que me aburre soberanamente). Imagínese usted si además (por muy apolítico y por la paz que sea) el concierto es en un lugar con tan malas vibras como la Plaza de la Revolución.Si escribo sobre el tema es porque no me gusta el curso que ha tomado la polémica. En Miami, la perreta contra Juanes está en su apogeo. Mientras, los que están a favor, aquí o allá, hablan del concierto como si durante él se fuera a producir la segunda venida del Señor.Con Juanes o sin Juanes, no hay por qué exagerar. No creo que el concierto se convierta en el aquelarre musical-ideológico de un piquete de amigotes “solidarios” con camisas rojas y banderolas de Che Guevara. No parece ser el caso. Ni siquiera porque Silvio Rodríguez y Amaury Pérez (que ahora se venden de abiertos y liberales) estén involucrados.Tampoco será el concierto que celebró la caída del Muro de Berlín. Juanes y sus invitados no van a pedir libertad para los presos políticos ni exigirán que se respeten los derechos humanos de los cubanos. ¿Por qué iban a hacerlo? Cuando Juanes habla de cantar por la paz, lo más probable es que tenga en mente el conflicto Cuba-USA como si fuera el pollo del arroz con ídem. Digo, como conversó al respecto y recibió el OK de la secretaria Hillary Clinton…En Cuba no hay guerra. Donde puede haberla y pronto (Zelaya, Ortega y Chávez mediante) es en Honduras. Pero a Juanes no se le ocurrió mudar el dichoso concierto a Tegucigalpa o San Pedro Sula. Allá hubiera sido un poco más fácil. Ya se sabe que los cubanos de ambos bandos somos demasiado apasionados. De ahí las camisas negras quemadas en la Calle 8 y los CD de Juanes rotos a mandarriazos por algún energúmeno. Y lo que es peor: las amenazas. Son más ruido que otra cosa, pero es precisamente el tipo de ruido que necesita el régimen cubano para acusar de intolerante a “la mafia anexionista”. ¡Le zumba ser acusados de intolerancia por los campeones continentales de la intolerancia!A propósito, ya que hablamos de la intolerancia del exilio… Fernando Ravsberg, corresponsal de BBC Mundo en Cuba, que no sé como se las arregla para siempre llevar agua al molino del gobierno cubano, refiere el mal rato que pasó Julio Iglesias allá por 1973, en un cabaret de Miami, cuando expresó su deseo de cantar en Cuba. Según Ravsberg, volaron las sillas y las cubetas de hielo y al cantante español lo tuvo que rescatar la policía. Qué riesgo corrió en vano. De todas formas, en aquella época, Julio Iglesias no hubiera podido cantar en Cuba porque los comisarios lo tenían en una lista negra de cantantes prohibidos por diversos motivos que incluía a Roberto Carlos, José Feliciano, todos los rockeros anglosajones y un largo etcétera, en el que no estaba Juanes porque era muy niño o aún no había nacido…De cualquier modo el régimen cubano le sacará lascas al concierto de Juanes en la Plaza de la Revolución. Servirá a su propaganda al exterior como una señal de apertura. Al interior, será un poco de circo y pachanga en tiempos de crisis. Cualquier problemita que surja durante el espectáculo se puede solucionar con bastantes policías con tonfas y la transmisión televisiva diferida, previa edición.Si finalmente no se da el concierto (como presiento que sucederá) el régimen se hará la víctima y subirá un par de pulgadas el muro de la plaza sitiada. Para dar “una digna y combativa respuesta al imperialismo y la mafia de Miami”, si no vienen Juanes, Miguel Bossé y la curvilínea Olga Tañón, los mandarines convocarán a Baby Lores (con El Jefe tatuado en el brazo), Gente de Zona, Paulito FG y un par de reguetoneros sin porvenir. Con muchos decibeles y varias pipas de cerveza, pondrán a gozar a los musulungos, chusmas y sumisos que acudan a la sub-utilizada Plaza de la Revolución porque no tienen otro lugar donde ir o porque los citó la dirección de la escuela, el centro de trabajo o el Partido Único.Por mi parte, y para evitar situaciones desagradables, reitero desde ahora a los segurosos “que me atienden” que no pienso asistir al concierto de Juanes ni tampoco al que anuncian para enero de Ricardo Arjona en el Malecón. Eso, si finalmente se dan. Para que después no digan, advierto que sólo cambiaré de idea si Juanes logra incorporar a su troupé a Mick Jagger y los Rolling Stones.luicino2004@yahoo.com Publicado por APLP Para seguir leyendo hacer click aqui­ ...

( Tomado de Baracutey Cubano).

Imitemos al Gran Formador de Discípulos:


Imitemos al Gran Formador de Discípulos
“Presten atención a cómo escuchan.” (LUCAS 8:18.)
JESUCRISTO estaba desempeñando sus funciones de Gran Maestro y Formador de Discípulos cuando dio este mandato a quienes lo seguían: “Presten atención a cómo escuchan” (Lucas 8:16-18). Pero este principio es aplicable también a todos los ministros cristianos. En efecto, si uno presta atención a las enseñanzas espirituales, podrá actuar en armonía con ellas y ser un buen evangelizador. Es cierto que hoy no escuchamos la voz de Jesús con los oídos, pero sí podemos hacerlo leyendo las Escrituras, que nos cuentan las cosas que él dijo e hizo. Entre estas cosas figura el trato que dio a la gente durante su ministerio. Pues bien, ¿qué dice la Biblia al respecto?
2 Jesús fue un magnífico predicador de las buenas nuevas y un extraordinario maestro de las Escrituras (Lucas 8:1; Juan 8:28). La obra de formación de discípulos que nosotros realizamos también abarca tanto la predicación como la enseñanza. Sin embargo, algunos cristianos que son excelentes predicando tienen problemas a la hora de enseñar. Mientras que para predicar solo es necesario proclamar un mensaje, para enseñar la verdad acerca de Jehová y sus propósitos, por lo general hay que establecer una relación personal con el estudiante (Mateo 28:19, 20). Con este fin, es preciso imitar a Jesucristo, el Gran Maestro y Formador de Discípulos (Juan 13:13).
3 Si empleamos los mismos métodos de enseñanza que Jesús, estaremos cumpliendo la siguiente recomendación del apóstol Pablo: “Sigan andando en sabiduría para con los de afuera, comprándose todo el tiempo oportuno que queda. Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno” (Colosenses 4:5, 6). No cabe duda de que para imitar a Jesús al hacer discípulos, tenemos que esforzarnos. Sin embargo, solo así conseguiremos ser mejores maestros, ya que aprenderemos a “dar una respuesta a cada uno” según sus necesidades.
Jesús animaba a sus oyentes a expresarse
4 Ya a temprana edad, Jesús acostumbraba escuchar a los demás y los animaba a dar su opinión. Así, cuando tenía 12 años, sus padres lo encontraron entre los maestros del templo, “escuchándoles e interrogándolos” (Lucas 2:46). Él no había ido a abochornarlos con su gran conocimiento. Había ido a escuchar, aunque también planteó preguntas. Su disposición a escuchar fue, seguramente, una de las cualidades que le ganaron el favor de Dios y de la gente (Lucas 2:52).
5 Cuando se bautizó y fue ungido como Mesías, Jesús no perdió el interés por escuchar. Nunca estuvo tan inmerso en su labor de enseñar que se olvidara de prestar atención a sus oyentes. Muchas veces, hacía una pausa, les pedía su opinión y luego estaba pendiente de sus respuestas (Mateo 16:13-15). Por ejemplo, cuando Marta perdió a su hermano Lázaro, Jesús le dijo: “Todo el que vive y ejerce fe en mí no morirá jamás”. Acto seguido, le preguntó: “¿Crees tú esto?”. Y sin duda escuchó la respuesta de Marta: “Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios” (Juan 11:26, 27). ¡Qué contento debió de sentirse Jesús ante tal muestra de fe!
6 En otra ocasión, al ver que muchos de sus discípulos decidían abandonarle, Jesús quiso saber cuál era el parecer de sus apóstoles, de modo que les dijo: “Ustedes no quieren irse también, ¿verdad?”. Ante aquello, Simón Pedro le contestó: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna; y nosotros hemos creído y llegado a conocer que tú eres el Santo de Dios” (Juan 6:66-69). ¡Cuánto tuvieron que complacer estas palabras a Jesús! Ciertamente, uno se siente igual cuando oye a un estudiante de la Biblia hacer comentarios que evidencian su fe.
Jesús mostraba respeto a sus oyentes
7 Hay otra razón por la que Jesús tenía éxito en la obra de hacer discípulos: se preocupaba por sus oyentes y les mostraba respeto cuando hablaban. Recordemos la ocasión en que dio testimonio a una samaritana junto al pozo de Jacob, en la localidad de Sicar. Jesús no monopolizó la conversación, sino que dejó que la mujer se expresara. Al escucharla atentamente, pudo observar que le interesaba el tema de la adoración, y por ello le dijo que Dios buscaba personas dispuestas a adorarlo con espíritu y verdad. Como Jesús había demostrado respeto e interés, ella corrió a hablar de él a sus vecinos, y “muchos de los samaritanos de aquella ciudad pusieron fe en él a causa de la palabra de la mujer” (Juan 4:5-29, 39-42).
8 Por regla general, a todos nos gusta opinar. Y los habitantes de la antigua Atenas no eran la excepción. En realidad, les encantaba decir lo que pensaban y enterarse de las novedades. Pablo aprovechó este hecho para pronunciar un eficaz discurso en aquella ciudad, concretamente en el Areópago (Hechos 17:18-34). De igual modo, hoy, cuando llegamos a un hogar, podemos entablar una conversación diciendo algo así: “Me gustaría saber su opinión sobre [un asunto en particular]”. Y cuando nuestro oyente se exprese, debemos escucharlo y luego hacer algún comentario sobre lo que ha dicho o formular una pregunta pertinente. A continuación, sería bueno indicarle con tacto lo que dice la Biblia sobre ese asunto.
Jesús siempre sabía qué decir
9 Jesús nunca se quedaba sin palabras. Además de ser buen oyente, sabía por lo general en qué estaban pensando sus interlocutores y tenía muy claro lo que debía decir (Mateo 9:4; 12:22-30; Lucas 9:46, 47). Pongamos un caso. Poco después de la resurrección de Cristo, dos de sus discípulos caminaban de Jerusalén a Emaús. El Evangelio señala: “Mientras iban conversando y hablando, Jesús mismo se acercó y se puso a andar con ellos; pero se impidió que los ojos de ellos lo reconocieran. Él les dijo: ‘¿Qué asuntos son estos que consideran entre ustedes mientras van andando?’. Y ellos se detuvieron con rostros tristes. En respuesta, el que tenía por nombre Cleopas le dijo: ‘¿Moras tú solo como forastero en Jerusalén y por eso no sabes las cosas que han ocurrido en ella en estos días?’. Y él les dijo: ‘¿Qué cosas?’”. Ellos le contaron que Jesús el Nazareno, conocido por sus enseñanzas y milagros, había sido ejecutado, aunque algunos afirmaban que se había levantado de entre los muertos. El Gran Maestro escuchó a Cleopas y a su compañero, y luego les explicó lo que necesitaban saber, “[abriéndoles] por completo [el sentido de] las Escrituras” (Lucas 24:13-27, 32).
10 Ahora bien, nosotros muchas veces no tenemos la menor idea de las creencias de la persona con la que hablamos. ¿Cómo lograremos determinar lo que piensa? Una posibilidad es mencionarle que nos gusta saber la opinión de la gente sobre el tema de la oración. Entonces pudiéramos preguntarle: “¿Qué le parece a usted? ¿Habrá alguien que nos escuche cuando oramos?”. La respuesta que nos dé tal vez revele detalles significativos sobre su manera de pensar y su formación religiosa. Si tiene inclinaciones espirituales, quizás consigamos profundizar más preguntándole: “¿Cree que Dios acepta todas las oraciones, o que rechaza algunas?”. Esta pregunta, u otra por el estilo, seguramente dará pie a una conversación distendida. Si resulta adecuado incluir algún comentario de la Biblia, debemos hacerlo con delicadeza, sin atacar sus creencias. Si la persona disfruta conversando con nosotros, es más probable que quiera volver a recibirnos. Pero ¿y si nos hace una pregunta que no sabemos responder? Lo mejor es quedar en regresar más tarde, cuando hayamos investigado el asunto y estemos listos para dar “razón de [nuestra] esperanza [...] con genio apacible y profundo respeto” (1 Pedro 3:15).
Jesús enseñaba a quienes lo merecían
11 Jesús era perfecto y podía distinguir en el acto quién merecía recibir su enseñanza y quién no. Claro, a nosotros nos cuesta mucho más trabajo encontrar a quienes están “correctamente dispuestos para vida eterna” (Hechos 13:48). Y lo mismo les sucedía a los apóstoles, a quienes Jesús dijo: “En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor” (Mateo 10:11). Como los apóstoles, tenemos que buscar personas dispuestas a oír y aprender la verdad bíblica. Podemos encontrarlas escuchando cuidadosamente a todos nuestros interlocutores y fijándonos bien en la actitud de cada uno de ellos.
12 Después de conversar con quienes demuestran cierto interés en las buenas nuevas del Reino, ¿qué debemos hacer? Seguir pensando en sus necesidades espirituales. Algo que nos permitirá continuar ayudándolos es anotar lo que nos ha revelado la conversación. Cada vez que volvamos a visitarlos, tenemos que escucharlos con atención para comprender mejor sus creencias, actitudes y circunstancias personales.
13 ¿Cómo podemos animar a la gente a darnos su opinión acerca de la Palabra de Dios? Un método que funciona bien en algunos lugares es preguntar: “¿Le parece que la Biblia es difícil de entender?”. La respuesta que nos den reflejará su actitud hacia las cosas espirituales. Otra posibilidad sería leer un pasaje bíblico y preguntar: “¿Qué opina de lo que hemos leído?”. Al igual que Jesús, podemos obtener buenos resultados en el ministerio haciendo preguntas bien pensadas. Pero, como veremos, hay que tener cuidado.
Jesús empleaba hábilmente las preguntas
14 Aunque nos interesamos por lo que opina la gente, no queremos incomodarla. Por eso, seguimos el ejemplo de Jesús. Él no sometía a nadie a un interrogatorio implacable. Más bien, empleaba preguntas que hacían pensar. Además, escuchaba con amabilidad a las personas sinceras y conseguía que estuvieran tranquilas y a gusto (Mateo 11:28). Todo el mundo se sentía con la libertad de mencionarle sus preocupaciones (Marcos 1:40; 5:35, 36; 10:13, 17, 46, 47). En nuestro caso es igual: si queremos que nuestros oyentes sean francos y nos expresen sus opiniones acerca de la Biblia y sus enseñanzas, tenemos que evitar los interrogatorios.
15 Además de emplear hábilmente las preguntas, podemos entablar conversaciones haciendo una afirmación interesante y luego fijándonos en qué reacción provoca. Jesús recurrió a esta técnica cuando le dijo a Nicodemo: “A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). Eran unas palabras tan sorprendentes que Nicodemo no pudo menos que reaccionar con asombro y seguir escuchando a Jesús (Juan 3:4-20). Si adoptamos esta técnica, es fácil que las personas se animen a conversar.
16 En regiones del mundo tan distintas como África, Europa oriental y Latinoamérica se está hablando mucho últimamente de la presencia cada vez mayor de nuevas religiones. En tales lugares pudieran comenzarse muchas conversaciones diciendo: “Me llama la atención el hecho de que existan tantas religiones. Al mismo tiempo, tengo la esperanza de que la religión verdadera pronto unirá a la gente de todas las naciones. ¿Le atrae a usted esa idea?”. Al mencionar aspectos de nuestra esperanza que despierten la curiosidad de las personas, probablemente logremos que expresen su parecer. También será más fácil que nos contesten si les hacemos preguntas que solo admitan dos respuestas (Mateo 17:25). Y una vez que hayan respondido, contestemos nosotros la pregunta con un versículo o dos de las Escrituras (Isaías 11:9; Sofonías 3:9). Si los escuchamos con interés y nos fijamos en su reacción, podremos determinar el tema que trataremos en la próxima visita.
Jesús escuchaba a los niños
17 Jesús no se interesaba solo en los adultos. También se fijaba en los niños, y por eso sabía a qué jugaban y qué cosas decían. A veces hasta los invitaba a acercarse a él (Lucas 7:31, 32; 18:15-17). Entre las multitudes que escuchaban a Jesús había muchos pequeños. Y cuando unos jovencitos se pusieron a aclamarlo como Mesías, él no solo reparó en ese hecho, sino que mostró que estaba predicho en las Escrituras (Mateo 14:21; 15:38; 21:15, 16). Hoy, igualmente, son muchos los niños que llegan a ser discípulos de Jesús. ¿Cómo pueden ayudarlos sus padres?
18 Si queremos ayudar a nuestros hijos a crecer espiritualmente, es preciso que los escuchemos. Hemos de averiguar si tienen puntos de vista contrarios a la voluntad de Jehová. Sin importar lo que nos digan, debemos responderles haciendo comentarios positivos. Luego podemos utilizar textos bíblicos que les ayuden a entender cómo ve Jehová los asuntos.
19 Aunque es necesario hacer preguntas a los niños, a ellos les gustan tan poco los interrogatorios como a los adultos. Por eso, en vez de abrumar al hijo con preguntas difíciles, es mejor que uno haga comentarios breves sobre sí mismo. Dependiendo del asunto que se esté tratando, usted pudiera decirle que hubo un tiempo en que se sentía de cierta forma por esta o aquella razón, y luego preguntarle: “¿Te pasa a ti lo mismo?”. La respuesta a esa pregunta probablemente dé pie a una conversación bíblica que ayude y anime a su hijo.
Imitemos siempre al Gran Formador de Discípulos
20 Como hemos visto, al hablar de algún tema con nuestros hijos, o con cualquier otra persona, es fundamental saber escuchar. Así demostramos amor, humildad, respeto y consideración. Por supuesto, no basta con oír; hay que prestar atención.
21 Al desempeñar nuestro ministerio cristiano, escuchemos con interés. Es muy probable que así descubramos los temas bíblicos que más interesan a las personas. Luego, tratemos de ayudarlas empleando los diversos métodos que utilizaba Jesús al enseñar. Si imitamos de este modo al Gran Formador de Discípulos, sentiremos mucha alegría y satisfacción.
¿Qué respuesta daría?
• ¿Cómo animaba Jesús a la gente a expresar su opinión?
• ¿Por qué escuchaba Jesús a las personas a quienes enseñaba?
• ¿De qué maneras podemos usar las preguntas en el ministerio?
• ¿Cómo podemos ayudar a los niños a crecer espiritualmente?
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Por qué deberíamos fijarnos en cómo trataba Jesús a la gente durante su ministerio?
3. ¿Qué conseguiremos si nos esforzamos por imitar a Jesús al hacer discípulos?
4. ¿Por qué podemos decir que Jesús sabía escuchar?
5, 6. ¿Qué ejemplos nos muestran que Jesús escuchaba los comentarios de las personas a las que enseñaba?
7. ¿Por qué pusieron fe en Jesús muchos samaritanos?
8. ¿Cómo podríamos entablar conversaciones en el ministerio aprovechando que a la gente le gusta dar su opinión?
9. ¿Qué hizo Jesús antes de “[abrirles] por completo [el sentido de] las Escrituras” a Cleopas y su compañero?
10. ¿Cómo podemos determinar qué creencias tienen las personas a las que visitamos?
11. ¿Qué nos ayudará a encontrar personas que merezcan recibir la enseñanza bíblica?
12. ¿Cómo podemos continuar ayudando a quienes tienen interés en el mensaje?
13. ¿De qué maneras podemos animar a la gente a darnos su opinión acerca de la Biblia?
14. ¿Cómo lograremos que la gente nos dé su opinión sin someterla a un interrogatorio?
15, 16. ¿Cómo podemos animar a la gente a conversar sobre temas religiosos?
17. ¿Qué indica que Jesús se interesaba por los niños?
18, 19. ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a crecer espiritualmente?
20, 21. ¿Por qué debemos escuchar con interés cuando hacemos discípulos?
[Ilustración de la página 28]
Cuando prediquemos, no nos olvidemos de escuchar
[Ilustración de la página 30]
Como Jesús, ayudamos a los niños a crecer espiritualmente.

Mat.10:11:


11 ”En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor, y quédense allí hasta que salgan.

Hechos 13:48:


48 Al oír esto los de las naciones, empezaron a regocijarse y a glorificar la palabra de Jehová, y todos los que estaban correctamente dispuestos para vida eterna se hicieron creyentes.

Busquen los Merecedores:

Domingo 30 de agosto
En cualquier ciudad o aldea [...], busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor (Mat. 10:11).
Jesús era perfecto y podía distinguir en el acto quién merecía recibir su enseñanza y quién no. Claro, a nosotros nos cuesta mucho más trabajo encontrar a quienes están “correctamente dispuestos para vida eterna” (Hech. 13:48). Como los apóstoles, tenemos que buscar personas dispuestas a oír y aprender la verdad bíblica. Podemos encontrarlas escuchando cuidadosamente a todos nuestros interlocutores y fijándonos bien en la actitud de cada uno de ellos. Después de conversar con quienes demuestran cierto interés en las buenas nuevas del Reino, ¿qué debemos hacer? Seguir pensando en sus necesidades espirituales. Algo que nos permitirá continuar ayudándolos es anotar lo que nos ha revelado la conversación. Cada vez que volvamos a visitarlos, tenemos que escucharlos con atención para comprender mejor sus creencias, actitudes y circunstancias personales. w07 15/11 2:11, 12.