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Tuesday, January 15, 2008

Nuestra disidencia en Cuba:


EL LIBRO LOS DISIDENTES



Por: Adela Soto Álvarez




El tiempo pasa, pero el cerebro humano recuerda y recuerda, a pesar de ya no estar en la tierra que nos vio nacer, y sin poder evitarlo saca a la luz nuevamente sucesos que marcaron su vida en momentos difíciles y este es uno de ellos, precisamente el día que vio la luz en la provincia de Pinar del Río, Cuba, el libro titulado “Los disidentes”.

Recuerdo que fue un lunes finalizando el mes de julio del 2003, cuando el tan promocionado libro, fue lanzado en el local de la biblioteca Ramón González Coro, muy cerca de la Emisora Radio Guamá en la capital de la provincia vuelta bajera.Según imaginé por los acontecimientos el lanzamiento fue supersónico, pues cuando Diana Margarita Cantón fue en su busca ya no quedaban.


Yo tuve suerte en adquirir uno de los ejemplares en venta, gracias a un opositor que me lo regaló posteriormente, pues cuando llegué al puesto de venta solamente quedaba en el lugar, el vendedor de la biblioteca comiéndose las uñas en un acto de nerviosismo y aburrimiento, escoltado por varios gendarmes de la policía política que vestidos de civil lo acechaban desde la esquina, al tanto del desenvolvimiento de la venta, estados de opinión y personas asiduas en su busca.


Encima del estante de madera solamente quedaba un ejemplar, el del vendedor que bajo el sugerente titulo, exhibía un subtitulo con letras amarillas resaltando la portada carmelita: “Agentes de la Seguridad del Estado Cubano revelan la historia real”.
Se lo pedí prestado y al hojearlo puede ver como en sus primeras páginas estaba muy bien explicado el ingenio de Rosa Miriam Elizarde y Luis Báez —periodistas oficialistas cubanos— que como autores, ponían de manifiesto, las peripecias que tuvieron que hacer y las horas de entrevistas, para recopilar material suficiente para 223 páginas, incluyendo “las pruebas”: vales de envío de diferentes organizaciones en el exilio, fotos y documentos personales de los acusados como “mercenarios y espías al servicio de los Estados Unidos”.


Indudablemente eran relatos increíbles los que envolvían la “tan fabulosa historia”, la que cualquier lector juraría que los 12 “intachables agentes” eran los dueños de la verdad. Por supuesto, los buenos ellos y los malos la oposición, los periodistas y los cubanos del exilio.El libro “Los Disidentes” comenzó primero a circular dentro de los intelectuales pinareños, ansiosos por saber qué revelaban los agentes secretos, quiénes eran los mercenarios y los contrarrevolucionarios, entre otras ofensas del prejuiciado terruño.


No habían pasado 2 horas de haberme apartado del puesto de venta, cuando me tropecé —por casualidad—, con una antigua colega de Radio Guamá, que al acercármele para saludarla me suplicó temblando que continuara el camino, que si la veían hablando conmigo caería en evidencias.Me quedé asombrada sin poder comprender su miedo hasta que ya alejándose muy de prisa me dijo que no me le acercara a nadie de la radio porque: -“Estaba acusada de contrarrevolucionaria en ese libro y se les había prohibido relacionarse conmigo”.-


Mi antigua colega dobló la esquina como alma que se la lleva el diablo. Mientras yo continué mi camino compadeciéndome del prejuicio de los hombres, y de la incapacidad de algunos cubanos, aunque lo que más me dolían eran los intelectuales, tan confundidos a pesar del anonimato que los corroe, pero clavados al mísero salario y a la doble moral.


Ese mismo día me tropecé con Yuly, un supuesto amigo, guionista de la misma emisora .Me le acerqué sin ser vista y le tapé los ojos en un acto de amistad. Realmente quería darle la sorpresa, pues hacía varios meses que no lo veía.


Al descubrir que era yo, se soltó de mis manos y sin mucho rodeo me aconsejó en un susurro misterioso, que no me le acercara a ningún intelectual porque los comprometía políticamente.-


“Tú eres disidente- me dijo tembloroso- y nosotros, después de lo que publicó la Editorial Política, no podemos ni saludarte, pues perdemos el puesto de trabajo”- y dándome la espalda se alejó a toda prisa.-Ojalá un día no les pese tanta ceguera y miedo,- me dije compadeciéndome de su terror a la censura.


A los varios días conversé de lo acontecido con Diana Margarita Cantón una periodista independiente y escritora, y después de contarme algunas anécdotas ocurridas a ella también, me dijo:-


“El libro es una prueba muy contundente, lo hacen a propósito para desvirtuar la imagen de la prensa independiente y la oposición.


“Era lo que nos faltaba para silenciarnos completamente en la sociedad cubana”.-Y así fue como en Pinar del Río, los pocos que nos conocían y seguía tratándonos a pesar de nuestra ideología, al leer “Los Disidentes”, nos comenzó a huir como el resto y pensando éramos “la peste”.Los escritores coterráneos aumentaron su desprecio total, al igual que los funcionarios de la Cultura y los talleres Literarios.


No solamente nos limitaban como opositoras, también como escritoras, expulsándonos de cuanta palestra literaria existía en el país, y nuestra obra ya en ese entonces impublicable, pasó a ser un atentado contra el régimen.Pero nadie se atrevió a indagar realmente quiénes son los opositores, el por qué hacen oposición, el por qué existe la prensa independiente, y que luchar a favor de los derechos del hombre es un acto de orgullo no de ofensa y mucho menos de repudio.


Genealogía:

"Propongo..que ni un guerrero se quede sin su gloria...ver en los antepasados,hechos a duras penas.."(S).

En uno de mis últimos viajes a Colón, Matanzas,mi tía Fina,cristiana y fidelista, me mostró lo que guardaba con celo y orgullo :"Abriendo senderos" de Mariano Rodríguez Herrera,del 3 y medio de la Carretera a Viñales,Editorial Gente Nueva,La Habana.Libro en saludo al III Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas(U.J.C),impreso en abril de 1977"Año de la Institucionalización",donde afirma sobre Antonio Sánchez Díaz(Pinares),(Tite,1927):
"En cuanto a su maestro de política,no hay duda alguna que sobre su formación influyó un vecino nuestro,ya fallecido ,de nombre Juan María(en realidad Manuel María) Cantón(Reybravo).Este hombre tenía en su casa escondidos varios libros de Marxismo y Tite se iba de noche a verlo y el compañero le contaba de lo que era una revolución proletaria y de la necesidad que había de cambiar el mundo,de transformarlo según las enseñanzas marxistas"(p.13).
Tengo la visión de mi abuelo ya blanco en canas sentado en su taburete y hablando siempre de historia y de política y de Macho,uno de sus hijos,con el farol de alfabetizador guardado como trofeo revolucionario y también alumbrando su casita de madera y guano.Fotos de mi abuelo solo conservo una junto a una mata de fruta bomba o papaya ya muy deteriorada que logré obtenerla mediante mi tía Nena que fue maestra también y ahora reside en el Reparto Capó,por la Calle 8 de la ciudad pinareña,quizás en el número 40 o algo así.Allí sufre toda suerte de miserias y males de la humanidad pues ni trabajo tenía cuando vine a La Nieve.
Por mi poesía andan imágenes de mis viajes infantiles y adolescentes a la veguita de tabaco,los arroyos,las matas de poma rosas y marañones ya extinguidos por la dinamita comunista,las gallinas,pollos,guanajos,guineos y demás fauna dichosa alimentada por las manos de la buena de Julia(mi abuelastra) a la que mi abuelita Lola llamaba"La Narizona" y yo no entendía por qué?.Por mi poesía,novelas y prosa en general andan las comidas,los viajes por ejemplo al cabaret Rumayork un 31 de diciembre cuando cogí mi primera gran"nota"(helada)mientras mis tíos,tías, sus novios,novias,amigos y Julia comían y bebían de lo lindo esperando un nuevo año.
También retengo parte de la enfermedad de Cantón(como le llamaba Julia,mucho más joven que él);creo que un cáncer de vejiga fue la causa de su muerte.
Mis paseos a la vega fueron muy agradables.Iba con mi padre y a veces con mi hermano Manolo(el difunto).En ocasiones me quedaba con ellos dos o tres días.Siempre era como una fiesta estar con mis tías Sarita y Nenita,Macho y El Neno. A éstos los visité en La Habana antes de venir a este exilio y me quedó bien clara la evolución de mi abuelo que antes de morir dijo a mi padre,sugún éste que "ese no era el comunismo por el que él había luchado"(obviamente se refería al de Cuba).
Mi prima Esthercita(hija de Fina),me confesó que mi abuela Lola cuando mi abuelo murió se dio cuenta pues mi tía Fina estuvo ausente dos o tres días por el velorio y el entierro y la dejó mal en cama a ella en Colón.Dijo que empezó a llorar diciendo:"Ha muerto el gran AMOR de mi vida".Lola nunca lloraba.Era muy fuerte;se divorció de mi abuelo joven,con muchos hijos,y nunca se le conoció otro hombre.Era bien raro en ese tiempo una mujer tan independiente.
Agazapados andan en mis viejos escritos la yunta de bueyes de mi abuelo campesino y comunista que dicen que fue antes liberal y quizás militar?,conservador?.Agazapado un majá tronchado a guatacazos por mi tía Nena,la pipa del agua,el bohío,las mazorcas de maíz ..y tantas cosas.
Según mi tía Fina si hubo mambises en mis ancestros,pero a mi no me consta.Nunca antes recuerdo me hablaran de eso;pero es posible que después que Cantón(bisabuelo)llegó de España con Urcina Reybravo(bisabuela),se hayan enfrentado de algún modo a la Madre Patria.Mi padre solo me habló de que a Urcina le gustaba participar de las conversaciones políticas con los hombres en la casa y que él le decía:"Las mujeres no se meten en política.Vaya a botar el orinal".
Nota:Lo que está entre paréntesis es de la autora.