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Wednesday, August 19, 2009

A propósito de Juánes:

OPINION CUBANAGlobal
Información básica
*Nombre:
OPINION CUBANA
Tipo:
Interés común - Política
Descripción:
Opinión Cubana es un sueño hecho realidad, es una visión de un futuro muy cercano para todos los cubanos. La libertad, el derecho a realizar nuestros sueños son dos de las metas que nos hemos propuesto para llevar a feliz término este proyecto.Nuestro sueño nació entre rejas, alla en aquella Habana que todos recordamos con cariño un día de abril, entre cierto aire invernal fuera de época y que nos marcó para siempre, nos acercó en la amistad infinita y nos conduce por esas calles donde libertad es una realidad posible.Aunque ya empezamos desde hace un par de meses hemos querido escoger la fecha de hoy para inaugurar y dar a conocer nuestro proyecto a todas aquellas personas que quieran sumarse a nuestra lucha.Sería muy egoista de nuestra parte cerrar las puertas de este proyecto para quien no comparta nuestras ideas. Este es un proyecto de unidad, cada quien tiene una idea, una necesidad, nuestra misión es unir todas las ideas para lograr un único país, sin ataduras, sin odios, sin censuras, que nos convierta en lo que somos realmente: hermanos.No nos interesa las contiendas políticas, no somos un partido político, somos un grupo que lucha y luchará no solo por la libertad de nuestro pueblo, sino tambien por la libertad de cualquier país donde se violen los derechos humanos, donde un dictador quiera imponer su voluntad.Aceptamos a todas las personas que quieran unirse a este proyecto, que quieran publicar sus post, que quieran opinar en favor de la unidad de todos los conceptos políticos.No aceptamos a aquellas personas que por su ideología discriminen a otros, los subvaloren, los odien. Odio es lo último que queremos, porque el odio engendra la violencia y la violencia la desunión.Esperamos por sus colaboraciones u opiniones, agradecemos de antemano su ayuda y le ofrecemos la bienvenida al proyecto de paz para todos los seres humanos.Opinión Cubanaopinioncubana@gmail.com13 de agosto de 2009

Comentario y agradecimiento:

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Anonymous said...
Me gusto esta opinion.Me gusta su blog, y su forma de llevarlo:Joel.


Muchas gracias, Joel: Diana..

Opiniones en fragmento de correo electrónico:

(.........)



En realidad estoy bien alejada de la politica pues no creo en ninguna ya. Si me meti en Juánes...o a veces pongo trabajos de otros que son politicos es para dar una vision de Cuba y los cubanos y porque en el fondo quisiera podamos volver a vivir todos en paz en Cuba y que las cosas mejoraran. Por humanismo me meto en eso, pero no por politica.
(...)


Ojala que se acabe el embargo, la tirania castrista, el hambre de los cubanos y que no maten a Juánes, ni a Silvio, ni a Amauri....ni a nadie.Ojala no hubieran matado a Lennon, al Che Guevara , a Salvador Allende...ni a nadie.
Ojala que no hubieran fusilado ni apresado nunca a nadie. Ojalá liberen a los presos políticos y a Pánfilo que solo ha dicho la verdad con el valor que puede dar Baco a veces(valor demoniaco y no divino por demás).
Ese es mi sentir pese a todo.....:
Diana....

El miedo : ( Tomado de Aprendamos del gran Maestro):


Capítulo 30
Ayuda para vencer el miedo
¿TE RESULTA fácil servir a Jehová?... El Gran Maestro no dijo que iba a ser fácil. La noche antes de que lo mataran, les explicó a sus apóstoles: “Si el mundo los odia, saben que me ha odiado a mí antes que los odiara a ustedes” (Juan 15:18).
Pedro dijo con orgullo que nunca abandonaría a Jesús. Sin embargo, Jesús contestó que aquella misma noche Pedro diría tres veces que ni siquiera lo conocía. Y eso fue exactamente lo que pasó (Mateo 26:31-35, 69-75). ¿Cómo pudo ocurrir algo así?... Ocurrió porque Pedro y los demás apóstoles tuvieron miedo.
¿Sabes por qué tuvieron miedo?... Porque no hicieron algo muy importante. Si averiguamos qué es, podremos servir a Jehová sin importar lo que otros nos digan o hagan. Para empezar, analicemos lo que sucedió la última noche que Jesús pasó con sus apóstoles.
En primer lugar, celebraron juntos la Pascua, que era una cena especial que se hacía una vez al año para recordarle al pueblo judío que Dios los había liberado de la esclavitud en Egipto. A continuación, Jesús celebró por primera vez con sus apóstoles otra cena especial. Unos capítulos más adelante explicaremos cómo aquella cena nos ayuda a recordar a Jesús. Cuando terminaron de cenar, Jesús dijo unas palabras para animar a sus apóstoles y los llevó al jardín de Getsemaní, que era un lugar donde les gustaba reunirse.
Al llegar al jardín, Jesús se fue a un lugar solitario para orar. También les pidió a Pedro, Santiago y Juan que oraran, pero ellos se quedaron dormidos. En tres ocasiones, Jesús se alejó para orar, y cada vez que volvía, encontraba a Pedro y a los demás durmiendo (Mateo 26:36-47). ¿Sabes por qué deberían haberse quedado despiertos para orar?... Vamos a ver la razón.
Judas Iscariote había celebrado la Pascua con Jesús y los otros apóstoles esa misma noche. Quizás recuerdes que Judas se había hecho ladrón, pero ahora, además, se convertiría en traidor. Él sabía en qué lugar del jardín de Getsemaní se reunía Jesús con sus apóstoles, así que llevó a los soldados allí para que arrestaran al Gran Maestro. Al verlos, Jesús les preguntó: “¿A quién buscan?”.
Los soldados contestaron: “A Jesús”. Él no tenía miedo, de modo que les dijo: “Soy yo”. Los soldados se asombraron tanto del valor de Jesús que retrocedieron y cayeron al suelo. Jesús les dijo entonces: ‘Si es a mí a quien buscan, dejen ir a mis apóstoles’ (Juan 18:1-9).
Cuando los soldados arrestaron a Jesús y le ataron las manos, los apóstoles se asustaron y huyeron. Pero Pedro y Juan querían saber qué pasaría con Jesús, así que lo siguieron de lejos. Finalmente, Jesús fue llevado a la casa de Caifás, el sumo sacerdote. Como Juan conocía al sumo sacerdote, la portera dejó que él y Pedro entraran en el patio.
Los sacerdotes ya se habían reunido en casa de Caifás para celebrar el juicio. Querían dar muerte a Jesús, de manera que trajeron testigos que dijeron mentiras sobre él. Además, la gente le empezó a dar puñetazos y bofetadas. Mientras sucedía todo aquello, Pedro estaba por allí cerca.
Una sirvienta joven, la portera que había dejado entrar a Pedro y Juan, se fijó en Pedro y le dijo: ‘¡Tú también estabas con Jesús!’. Pero él contestó que ni siquiera lo conocía. Poco después, otra muchacha reconoció a Pedro y dijo a los que se encontraban allí: “Este hombre estaba con Jesús”. Pedro volvió a negarlo. Un poco más tarde, algunas personas lo vieron y le dijeron: “Ciertamente tú también eres uno de ellos”. Pedro lo negó por tercera vez, con estas palabras: “¡No conozco al hombre!”. Hasta juró que decía la verdad. En ese momento, Jesús se dio la vuelta y lo miró (Mateo 26:57-75; Lucas 22:54-62; Juan 18:15-27).
¿Sabes por qué mintió Pedro?... Porque tenía miedo. Pero ¿por qué tenía miedo? ¿Hubo algo que no hizo y que le hubiera dado valor? Piensa en esto: ¿qué había hecho Jesús para no sentir temor?... Él oró a Dios, y Dios le ayudó a tener valor. Recuerda también que Jesús le había dicho a Pedro tres veces que se mantuviera despierto y alerta. Pero ¿qué ocurrió?...
En todas las ocasiones, Pedro se quedó dormido. No oró ni se mantuvo alerta. Por eso, el arresto de Jesús lo tomó por sorpresa. Durante el juicio, Pedro se asustó al ver que golpeaban a Jesús y planeaban su muerte. Pero unas pocas horas antes, ¿qué les había dicho Jesús a sus apóstoles sobre cómo los trataría el mundo?... Les había dicho que el mundo los odiaría, igual que lo había odiado a él.
Vamos a pensar en una situación parecida a la de Pedro en la que podríamos encontrarnos nosotros. Imagínate que estás en clase y otros empiezan a criticar a las personas que no saludan la bandera o no celebran la Navidad. De repente, alguien se vuelve hacia ti y te pregunta: “¿Es cierto que tú no saludas la bandera?”. O pudieran decirte: “Nos han contado que ni siquiera celebras la Navidad”. ¿Te daría miedo decir la verdad?... ¿Sentirías la tentación de mentir, como hizo Pedro?...
Pedro se puso muy triste después de negar que conocía a Jesús. Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, salió afuera y lloró. Así es, Pedro volvió con Jesús (Lucas 22:32). Entonces, ¿qué piensas que nos ayudará a no estar tan asustados que nos portemos igual que Pedro?... Recuerda que él no oró ni se mantuvo alerta. Por lo tanto, ¿qué dirías que debemos hacer para ser seguidores del Gran Maestro?...
Sin duda, tenemos que orar a Jehová pidiéndole su ayuda. Cuando Jesús oró, ¿sabes qué hizo Dios por él?... Envió a un ángel para que le diera fuerzas (Lucas 22:43). ¿Pueden ayudarnos a nosotros los ángeles de Dios?... La Biblia dice: “El ángel de Jehová está acampando todo en derredor de los que le temen, y los libra” (Salmo 34:7). Pero para recibir la ayuda de Dios, no basta con pedirla en oración. ¿Sabes qué más hay que hacer?... Jesús les dijo a sus seguidores que se mantuvieran despiertos y alerta. ¿Cómo crees que podemos hacerlo?...
Tenemos que prestar atención a lo que se dice en las reuniones cristianas y a lo que leemos en la Biblia. Además, debemos orar a Jehová a menudo y pedirle que nos ayude a ser sus siervos. Si lo hacemos, él nos dará la ayuda necesaria para vencer el miedo. Entonces nos sentiremos felices cuando se presenten oportunidades de hablar a otras personas del Gran Maestro y de su Padre.
Estos textos nos ayudarán a no dejar de hacer lo que está bien por miedo a otras personas: Proverbios 29:25; Jeremías 26:12-15, 20-24, y Juan 12:42, 43.
[Ilustración de la página 159]
¿Por qué deberían haberse quedado despiertos Pedro, Santiago y Juan?
[Ilustración de la página 160]
¿Por qué tuvo Pedro tanto miedo que dijo que no conocía a Jesús?
[Ilustración de la página 160]
¿En qué situación parecida a la de Pedro podrías encontrarte?

La misericordia:


Miércoles 19 de agosto
La misericordia se alboroza triunfalmente sobre el juicio (Sant. 2:13).
Santiago habla aquí de la misericordia con la que cada siervo de Jehová debe tratar a su prójimo. Pues bien, ¿en qué sentido se alboroza triunfalmente la misericordia sobre el juicio? En el sentido de que cuando el cristiano tenga que rendirle cuentas, Jehová recordará sus obras de misericordia y lo perdonará tomando como base el sacrificio redentor de su Hijo (Rom. 14:12). Sin duda, una de las razones por las que David fue tratado con misericordia cuando pecó con Bat-seba es que él mismo había sido misericordioso (1 Sam. 24:4-7). Por otro lado, “al que no practica misericordia se le hará su juicio sin misericordia” (Sant. 2:13a). No debería sorprendernos, por tanto, que la lista de individuos a los que Jehová considera “merecedores de muerte” incluya a los “despiadados”, o faltos de misericordia (Rom. 1:31, 32). En su Sermón del Monte, Jesús dijo: “Felices son los misericordiosos, puesto que a ellos se les mostrará misericordia” (Mat. 5:7). Sus palabras son muy claras y contundentes: quien quiera recibir la misericordia divina tiene que ser misericordioso.