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Thursday, February 06, 2014

Novela de Ficción La Violación Capítulo 52: La cinta en el pelo.

 
"En 1976 Pinar del Río fue sede de la celebración del 26 de Julio, y nos visitó Agostino Neto y todo de Luanda.Y estaba Juan de los Cielos, como casi todos, muy feliz y eufórico. Yo también!.( La gusanería? mía vino después del 94, 96, 98, y sobre todo después del 2000, y se consolidó plenamente con la Primavera Negra del 2003, cuando encarcelaron a los disidentes y fusilaron a los tres jóvenes negros que intentaron llevarse medios de fuga del país.)
En la Facultad Obrera Campesina, donde trabajaba, me presionaban, Juan también, con la asistencia a los trabajos supuestamente voluntarios, teniendo tres hijos pequeños, muchas veces enfermos, en la vega y sin transporte para el médico y el trabajo, con ataques de asma y alergias casi permanentes por el guano viejo y húmedo de mi casa de madera, que ni luz tenía, y con Pedro José ya  en la Guerra de Angola por varios años. Las veces que tuve que inyectarme en vena por las crisis e ingresar los niños en el Hospital Pediátrico.
No tenía ni Círculo Infantil aún ni nadie que me ayudara en la crianza de mi prole. Por todos esos atenuantes permitieron que fuera al Tabaco ( del que no sabía nada, por andar siempre en la capital estudiando y trabajando) por mi propia cuenta, cerca de mi casa, en la Granja El Vizcaino y que llevara un Hago Constar que firmaban, acuñaban y entregaba en la escuela.
 Así evité problemas con la Administración, el Sindicato y la Juventud Comunista, que no era muy activa allí, no sé por qué?.Los tres factores eran de hecho la misma cosa. Nadie era contrapartida de nadie.Pero fueron bastante condescendientes conmigo, no lo puedo negar.
Con los hijos en la Casa de Tabaco, ensartaba cuatro o cinco cujes cuando más, pues era corta y experiencia no tenía, " o era floja"?. Unos amigos me cuidaban de noche los muchachos para ir a dar las clases y unos alumnos me daban botella porque las guaguas eran residentes ausentes casi permanentes. Qué trabajos pasaba!.Y qué soledad tan infinita!.
Con cincuenta o sesenta pesos del sueldo modesto que tenía, lograba la ayuda de aquellos nobles vecinos. A veces hasta nos hacían comer con ellos. Se portaron como familia.
Además de trabajar, estudiaba la Carrera, y entablé muy buena  amistad con Melisa, que en ocasiones me permititió quedarme en su casa, en la ciudad, para estudiar para los exámenes juntas. Una vez habíamos coincidido casualmente allí Pedro José y yo con Melisa, su esposo y Juan de los Cielos. Y es que Del Sol entabló amistad con este matrimonio, y a la vez eran amigos de Juan.Tomamos juntos unas cervezas y nos comimos unas ranas fritas de saladito. Enseguida Juan se marchó. Así se conocieron ellos.Y que yo sepa no se volvieron a ver nunca más.
Pero mi divorcio no vino por Juan, pues  como ya saben, no volvimos a ser ni amigos, fue en 1980, cuando Pedro José regresó de Africa. Se demoró meses para firmarlo, pues tampoco quería casarse con la Oficial Misleivis, aunque sí llegaron a tener hijos. Llegó a culparme y a decirle a Melisa que me amaba mucho, pero que yo "me puse una cinta en el pelo y salí a buscar un Nuevo amor".
Pedro José hasta llevaba a mis hijos a casa de Misleivis y por ellos se descubrió todo su DESAMOR   y porque los veían juntos en todas partes. Y porque llegaba con marcas visibles a casa y empezó a exigirme calzoncillos almidonados y planchados y cosas extraordinarias para mí.
Pedro buscó excusas y fue el primero en teorizar sobre el divorcio, aunque yo le tome la palabra y me le adelanté. Dijo:
-Normita, nuestra relación es insostenible. Supe que en la reunion de la Federación ( de Mujeres Cubanas) hablaste sobre la igualdad de derechos de las mujeres y los hombres, e imagínate en qué lugar tú me has puesto?. Esto se acabó!.
En realidad la Oficial había estado con él varios años, era más joven y muy bonita. Ellos se aseguraban mutuamente, se hacían cosas espectaculares, que solo ellos sabían, y yo no me iba a convertir en una "Juana de Los Caprichos". No estaba para dobles vidas y me había entrenado muy bien para saber perder aquello de lo que no somos Dueños: EL AMOR. El es un regalo que llega y se va pronto y de algún modo nos queda para siempre. Al menos esa era mi experiencia de veintisiete años de vida".

 

Poemas de Diana:


Miro dulcemente el cielo
cuando solo me quedan las estrellas.
....

Cuba 1992.

En días como éstos tan dudados
.....
no me basta mi estrella.

Cuba 2001.

En días como éstos tan dudados
ni siquiera salen el sol ni las estrellas,
ni siquiera hay una cruz en mi ventana,
ni las luces de ciudad se encienden.

Ni siquiera hay leña
para encender el fuego
donde arrojar mi corazón
como una piedra.
Ni siquiera hay palabras adecuadas,
más allá de la Biblia y  su narcótico.

En días como éstos soy la bestia
que pastó la humildad, la mansedumbre.

En días como éstos cuelgo, no respondo,
callo, omito, corto la línea
y me asombro del monstruo
acunado por el tiempo de la espuma.

Mientras tanto sigo hablando con Dios,
no con los hombres,
aunque permito que
husmeen a veces
todas las esferas
de mi conciencia
no cauterizada.

" Emigración no tiene corazón.
Piensan las computadoras,
no los hombres".

En días como éstos tan dudados
Febrero se asoma blanco,
Y no lo creo.

Enero 31 a Febrero 3, 2014. Boise, Idaho, U.S.A.

Aquí estoy bajo las tormentas de nieve
y los gajos secos
huyendo de racunes, mosquitos, moscas,
cucarachas, ratas y ratones,
huyendo de la peste bubónica,
de huracanes, cundeamores y buhos.
Aquí me asecha el chupacabras
entre las sales
y me Consuela el gato en travesuras.
Aquí "material desechable"
entre los escombros del pasado,
en "viaje hacia (otra) nada"
sufriendo " Los azotes de (este) exilio",
escapando de mi " Exilio interior" insostenible
y de " Días anímicos y anémicos"
que me hicieron enrumbar mi brújula
al Noroeste tras un reloj sin sol y sin arena.

 
Febrero 6 de 2014. Boise, Idaho, U.S.A.





..


Me sobra el corazón:

Poema Me Sobra El Corazón de Miguel Hernandez


Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.
Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos de mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado.
No puedo con mi estrella.
Y busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.
Si no fuera ¿por qué?… no sé por qué,
mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo allí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y regalos,
y ahí te quedas, al mundo le diría.
Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.
Un amor me ha dejado con los brazos caídos
y no puedo tenderlos hacia más.
¿No veis mi boca qué desengañada,
qué inconformes mis ojos?
Cuanto más me contemplo más me aflijo:
cortar este dolor ¿con qué tijeras?
Ayer, mañana, hoy
padeciendo por todo
mi corazón, pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos.
Me sobra corazón.
Hoy, descorazonarme,
yo el más corazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.
No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.
De “Otros poemas” 1935 1936

Me queda la palabra:


La fama y el Poder: