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Tuesday, February 05, 2008

Triste,solitaria,pero feliz:


Por: Diana M. Cantón


Medito en Salmos 1:1-2 y en Santiago 1:14-15 y me lo explico todo.

Miro al este frente a mi ventana, y nieve y hielo después de una lluvia pertinaz que no llegó nunca a aguacero.Invierno tan largo y crudo no había visto jamás;aunque sintiera hasta más frío en el Trópico.

Dicen que es el más terrible winter en ocho años y otros que en doce.Y eso que estamos en el noroeste y no en el nordeste.Bien deprimentes son las noticias en el televisor:abusos sexuales de obispos,iglesias que venden propiedades,un cura incinera su mujer e hija ilícitas después de matarlas a meros golpes,un adolescente dispra a un bebé con el arma que compró al diablo para divertirse con sus amiguitos...Entonces de la abundancia de mi corazón habla la boca de mis manos.


Mensajes de amigos son reemplazados por comerciales de extraños hasta de la Universidad de Liverpul?.


Fui siempre bastante triste y solitaria,pero paradójicamente feliz.Mi madre trató de ponernos en una urna de cristal dentro del barrio de la mala fama y de la familia compleja.


No quería junteras que nos perjudicaran ni que habláramos malas palabras.Ella misma no lo hacía,aunque mi padre sí a veces,sobre todo cuando se enfurecía.Así estimularon mi amistad con la radio,los libros y con el patio de mi Infancia.


El patio estaba lleno de bicarias blancas y moradas,maravillas blancas,moradas y amarillas,marpacíficos...,madamas,platanillos que confundía con amapolas sin paticos y otras flores y plantas bien humildes.La fauna dichosa eran los gallos de la valla del fondo de Martina? y o sus parientes,hormigas,bibijaguas laboriosas,grillos,cocuyos..(nada de ardillitas ni armadillos,ni hurones....),ranas,cucarachas, ratones...


Domestiqué enseguida el sol,la luna,las estrellas,mis juguetes.

Solo a veces tenía la gran fiesta de jugar en casa de abuela Marcela o tía Chita.


Era como si mi madre presintiera la desgracia.Por eso trataba de estar presente casi siempre.Percibía su rechazo y celos hacia sus mediohermanos y sus proles.Yo era diferente:confiada,positiva,optimista,romántica y hasta ingenua.


Quería correr y cantar de noche con mis vocinas manuales tras cocuyos,alumbrarme después con sus lámparas verdes;ser normal como todos los niños,pero mi madre reprimía todo ese gozo,y entonces yo era dócil.La quería tanto que temía muriera sin saber todavía a ciencia cierta qué era la muerte?.

Temía también a la oscuridad y a los ladridos de la copiosa jauría de perros satos de mi calle.Así desarrollé mucho mi fantasía inocente y no tan inocente,mi imaginería creativa,mi capacidad de abstracción e intuición.Cerraba los ojos en las noches y tenía todos los astros,colores,formas, sueños..que quería. Dibujaba, pintaba imágenes diversas con mi mente.Así la eduqué para que supliera todas mis carencias físicas,económicas,materiales ,emocionales,afectivas,espirituales.

Los lápices de colores,el papel y otros recursos eran escasos.Jugué mucho con mis muñecas y hasta con las nubes en las que quizás me senté mucho tiempo.
Las enigmáticas lagunas traerían tardes moradas y hasta noches negras.

Fui creciendo en contacto directo con esa creación que perfiló mi mundo interior y mi capacidad de evocar.

Me hice amiga de mi relativa soledad. Entre tallos y pistilos,entre alas,orugas,mariposas y metamorfosis la soledad fui conjurando en el patio de mi Infancia.