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Wednesday, May 15, 2013

Perdon de pecados:

LA ATALAYA MAYO DE 2013

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 PREGUNTAS SOBRE LA BIBLIA

¿Pueden ser perdonados nuestros pecados?

No es imposible complacer a Dios
La Biblia enseña que los seres humanos somos pecadores. Todos heredamos de nuestro primer padre, Adán, la tendencia a pecar. Por eso, a veces hacemos cosas malas y luego nos arrepentimos de haberlas hecho. El Hijo de Dios, Jesucristo, murió para pagar por nuestros pecados. Su muerte hace posible que recibamos el perdón. Ese sacrificio es un regalo de Dios. (Lea Romanos 3:23, 24.)
Hay quienes han cometido graves pecados y se preguntan si Dios los perdonará algún día. Afortunadamente, la Biblia asegura: “La sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Así es, Jehová perdona con gusto hasta los pecados graves, siempre que nos arrepintamos de corazón. (Lea Isaías 1:18.)

¿Qué debemos hacer nosotros para que Dios nos perdone?

Si queremos que Jehová nos perdone, debemos conocerlo: comprender su manera de actuar, sus consejos y sus normas (Juan 17:3). Jehová perdona generosamente a quienes se arrepienten de sus pecados y se esfuerzan por cambiar. (Lea Hechos 3:19.)
No es imposible complacer a Dios. Él entiende que somos débiles. Jehová es bueno y misericordioso. ¿No lo motiva eso a aprender más sobre cómo ganarse su aprobación? (Lea Salmo 103:13, 14.)
 
 

Familias ensambladas:

         

LA ATALAYA MAYO DE 2013

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 CONSEJOS PARA LAS FAMILIAS

Las familias ensambladas y sus retos

MARGARET, * UNA MADRASTRA DE AUSTRALIA: “La ex esposa de mi marido les decía a sus hijas que no me obedecieran en nada; ni siquiera si les pedía algo tan simple como que se cepillaran los dientes”. Margaret siente que ese afán por dividirlos afectó su matrimonio.
Las familias con hijastros, también conocidas como ensambladas, tienen ante sí un reto muy particular: llevarse bien con quienes las rodean. * Por ejemplo, en la mayoría de los casos hay que hablar con el padre o la madre biológicos sobre temas como los derechos de visita, la manutención o la educación de los niños. * O los parientes y amigos podrían tener dificultades para aceptar a los nuevos miembros de la familia. En todos estos casos, los consejos de la Biblia pueden ser una valiosa herramienta.

CASO 1: LA RELACIÓN CON LA MADRE BIOLÓGICA

Judit, de Namibia, recuerda: “Un día, la madre de mis hijastros les dijo que yo solo era la nueva esposa de su padre y que si teníamos hijos, no serían sus hermanos. Sus palabras me dolieron mucho porque quiero a mis hijastros como si fueran mis propios hijos”.
 Los expertos concuerdan en que la relación entre madrastra y madre biológica suele causar mucha fricción en la familia ensamblada. ¿Qué se puede hacer?
Recomendación: fije límites razonables. Si usted, esposa, no deja que su ex esposo participe en la vida de sus hijos, podría hacerles mucho daño. * Recuerde que él también les dio la vida y ocupa un lugar único en su corazón (Proverbios 23:22, 25). Pero si deja que él intervenga demasiado, podría incomodar o hasta irritar a su esposo actual. Sea equilibrada: fíjele límites razonables para proteger su matrimonio, pero colabore con él en la medida de lo posible.

SUGERENCIAS PARA EL PADRE

  •  Si usted es el que tiene la custodia de sus hijos, concéntrese en ellos cuando hable con su ex esposa; procure no discutir sobre otros asuntos. Quizás podría preguntarle amablemente si sería posible fijar un horario para que ella los llame durante el día. Esto es preferible a que llame a diferentes horas o muy de noche.
  •  Si usted es el que no tiene la custodia, trate de mantenerse en contacto por teléfono, carta, mensaje de texto o correo electrónico (Deuteronomio 6:6, 7). Incluso hay quienes usan videoconferencias. Sea cual sea el medio, intente comprender los problemas y necesidades de sus hijos y ser una influencia positiva en su vida. Verá que puede hacer más por ellos de lo que se imagina.

SUGERENCIAS PARA LA MADRASTRA

  •  Sea comprensiva con la madre de los niños y dígale que no está tratando de ocupar su lugar (1 Pedro 3:8). Manténgala al corriente de lo que estos hacen cuando están con usted, pero concentrándose en lo positivo (Proverbios 16:24). Consúltela cuando sea necesario y agradezca cualquier recomendación que le haga.
  •  Limite las muestras de afecto hacia los niños delante de ella. Beverly, una madrastra de Estados Unidos, dice: “Los niños querían llamarme mamá. Su padre y yo les dijimos que estaba bien, pero solo en casa, no cuando estuvieran con su madre, Jane, o con la familia de ella. Después de eso, la relación entre Jane y yo fue mejor. Incluso nos juntábamos para ayudar a los niños cuando la escuela organizaba obras de teatro o excursiones”.
Usted puede influir en sus hijos más de lo que se imagina

SUGERENCIAS PARA QUE LA MADRE Y LA MADRASTRA SE LLEVEN BIEN

    La cortesía y el respeto promueven la paz
  •  Si usted es la madrastra, no hable mal de la madre delante de los niños. Eso los haría sufrir mucho. Además, no sabe cómo ni cuándo repetirán sus palabras (Eclesiastés 10:20). Y si la madre habló mal de usted y los niños se lo cuentan, piense en los sentimientos de ellos, no en los suyos. Podría decirles algo como: “Lamento que hayan tenido que oír eso. Se ve que su mamá estaba enojada, y a veces, cuando uno está enojado, dice  cosas así”. Claro, si usted es la madre, estas sugerencias también le ayudarán.
  •  Procure que las reglas y la disciplina sean las mismas en su hogar que en el de la madre. Si no es posible, dígales lo que usted espera que hagan, pero sin rebajarla a ella. Observe la siguiente situación:
    Madrastra: Rober, por favor, cuelga tu toalla.
    Rober: En casa de mi mamá la dejamos tirada en el suelo y ella la cuelga.
    Madrastra (enojada): Pues te van a convertir en un holgazán.
    ¿No sería mejor una respuesta así?
    Madrastra (con calma): De acuerdo. Pero aquí cada uno cuelga su toalla.
  •  Evite programar actividades que interfieran con el tiempo que los niños van a pasar con su madre (Mateo 7:12). Si no puede cambiar la hora, pídale permiso antes de decirles a los niños lo que ha planeado.
¿POR QUÉ NO INTENTA ESTO? La próxima vez que vea a la ex esposa de su marido siga estas sugerencias:
  1.  Mírela a los ojos y sonría. No suspire ni ponga cara de fastidio.
  2.  Salúdela por su nombre.
  3.  Si están en grupo, inclúyala en la conversación.

CASO 2: LA RELACIÓN CON LOS HIJOS ADULTOS

El libro Step Wars, que habla sobre los problemas que surgen cuando una persona con hijos ya adultos se vuelve a casar, cita a una mujer que se queja de que su marido tiende a defender a sus hijos y este no quiere reconocer que la tratan mal. “¡Me saca de quicio!”, exclama. Si le pasa algo así, ¿cómo puede evitar que su matrimonio se vea afectado?
Recomendación: sea comprensiva. La Biblia aconseja: “Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona” (1 Corintios 10:24). Trate de ponerse en el lugar de los demás. Tal vez los hijos de su cónyuge teman perder el cariño de su padre, o piensen que aceptarla a usted es como traicionar a su familia original. Por otra parte, él quizás no quiera llamarles la atención por temor a que se alejen.
La amistad no se puede imponer: debe crecer de manera natural. Presionar o coaccionar a una persona no es la mejor manera de ganarse su cariño (El Cantar de los Cantares 8:4). Lo mejor es que sea realista y razonable sobre la clase de relación que le gustaría tener con sus hijastros.
No diga todo lo que piensa, aunque la traten mal (Proverbios 29:11). Y si siente que le cuesta mucho contenerse, ore a Dios y pídale lo mismo que pidió el rey David: “Pon guardia, sí, oh Jehová, para mi boca; pon vigilancia, sí, sobre la puerta de mis labios” (Salmo 141:3).
Si deciden vivir en la casa en la que se criaron y vivieron los hijos de su esposo, quizás le sorprenda descubrir lo apegados que todavía se sienten a ella. Procure hacer la menor cantidad posible de cambios, sobre todo en sus antiguas habitaciones. También podrían optar por vivir en otra casa.
 ¿POR QUÉ NO INTENTA ESTO? Si sus hijastros continúan siendo desatentos o irrespetuosos, dígale a su esposo cómo se siente y escuche con atención lo que él piensa. No lo presione para que les llame la atención. Su objetivo debe ser comprenderlo a él y que él la comprenda a usted. Una vez que logren ver la situación con los mismos ojos, podrán hacer algo para mejorarla (2 Corintios 13:11).
Trate a todos los niños de la familia con amor

CASO 3: LA RELACIÓN CON LOS PARIENTES Y AMIGOS

Marion, una madrastra de Canadá, recuerda: “Mis padres le daban regalos a mi hijo a menudo, pero no a los hijos de mi esposo; así que nosotros procurábamos comprárselos, aunque a veces no teníamos con qué”.
Recomendación: dele prioridad a su nueva familia. Hágales saber a sus parientes y amigos que su nueva familia es muy importante para usted (1 Timoteo 5:8). Aunque no es realista esperar que todos amen automáticamente a los hijos de su esposo, sí puede pedirles que sean amables e imparciales con ellos. Explíqueles que los niños se sentirán heridos si no reciben sus atenciones y muestras de cariño.
Por otra parte, permítales a sus ex suegros conservar el lugar que ocupan en la vida de sus nietos. Susan, una madre de Inglaterra, comenta: “Me volví a casar dieciocho meses después que murió mi esposo, y a sus padres les fue muy difícil aceptar a mi nuevo esposo. La relación mejoró cuando empezamos a incluirlos más en la familia, a hacer que los niños los llamaran y a agradecerles aún más su apoyo”.
¿POR QUÉ NO INTENTA ESTO? Hable con su marido sobre los amigos o familiares con los que la relación sea más tirante y busquen formas de mejorarla.
Llevarse bien con quienes rodean a su familia puede ser todo un reto. Pero si sigue los consejos de la Biblia, los resultados serán positivos, como bien leemos en Proverbios 24:3: “Con sabiduría se edifica la casa [un buen hogar], y con discernimiento resulta firmemente establecida”.

PREGÚNTESE:

  •  “¿Cómo puedo llevarme mejor con la ex esposa de mi marido?”
  •  “¿Cómo podemos evitar que los parientes y amigos hieran sin darse cuenta a nuestra familia?”

Los castigos divinos:

         

LA ATALAYA MAYO DE 2013

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Los castigos divinos: ¿fueron crueles?

PARA responder esta pregunta, analicemos dos ejemplos de castigos divinos mencionados en la Biblia: el Diluvio de Noé y la aniquilación de los cananeos.

EL DILUVIO DE NOÉ

LO QUE DICEN ALGUNOS: “Dios fue cruel al mandar un diluvio que mató a toda la humanidad menos a Noé y su familia”.
LO QUE DICE LA BIBLIA: Dios asegura: “No me deleito en la muerte del inicuo [o malo], sino en que alguien inicuo se vuelva de su camino y realmente siga viviendo” (Ezequiel 33:11). Así que a Dios no le produjo ningún placer acabar con la gente mala que vivía en el tiempo de Noé. Entonces, ¿por qué lo hizo?
La Biblia explica que cuando Dios mandó esos castigos contra los malvados, estaba “poniendo para personas impías un modelo [o ejemplo] de cosas venideras” (2 Pedro 2:5, 6). Además, las Escrituras indican cómo actúa Dios, cuál es su modelo o patrón de conducta.
En primer lugar, Dios dejó bien claro que aunque le duele castigar con la muerte a los malos, no pasa por alto la crueldad con la que tratan a los demás, y los considera responsables de sus actos. En el futuro acabará con todos los sufrimientos e injusticias.
En segundo lugar, el patrón que Dios siguió en el pasado deja claro que, en su amor, siempre advierte a las personas antes de administrar su castigo. Por ejemplo, lo hizo antes del Diluvio mediante Noé, pero la gente no escuchó. En la Biblia leemos: “No hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos” (Mateo 24:39).
¿Cambió Dios ese patrón con el paso del tiempo? No. A los israelitas —su pueblo— les advirtió que si imitaban la conducta perversa de los pueblos que había a su alrededor, permitiría que una nación enemiga los invadiera, destruyera su capital, Jerusalén, y los llevara al exilio. Los israelitas no hicieron caso de la advertencia y adoptaron la terrible conducta de los pueblos vecinos. ¡Incluso llegaron a sacrificar niños! ¿Los castigó Jehová? Claro que sí, pero solo después de enviarles profetas una y otra vez para advertirles que cambiaran antes de que fuera demasiado tarde. Hasta les dijo: “El Señor Soberano Jehová no hará ni una  cosa a no ser que haya revelado su asunto confidencial a sus siervos los profetas” (Amós 3:7).
QUÉ SUPONE ESO PARA NOSOTROS: El patrón que siguen los castigos divinos del pasado nos da esperanza. Podemos tener la seguridad de que Jehová castigará a las personas crueles. La Biblia indica: “Los malhechores mismos serán cortados [de raíz] [...]. Pero los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz” (Salmo 37:9-11). ¿Qué opina usted de un castigo divino que liberará a la humanidad de sus sufrimientos? ¿Diría que es cruel, o misericordioso?

LA ANIQUILACIÓN DE LOS CANANEOS

LO QUE DICEN ALGUNOS: “El exterminio de los cananeos fue un terrible crimen de guerra comparable a los genocidios de la actualidad”.
LO QUE DICE LA BIBLIA: “Todos sus caminos son justicia. [Él es un] Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia” (Deuteronomio 32:4). Un acto de justicia divina no se puede comparar a las guerras del hombre, pues este no puede saber lo que hay en el corazón de la gente, pero Dios sí.
Por ejemplo, cuando Dios juzgó las ciudades de Sodoma y Gomorra y decidió destruirlas, al fiel Abrahán le preocupó que la decisión no fuera del todo justa. Le preguntó a Dios: “¿Verdaderamente barrerás al justo con el inicuo?”. No podía imaginarse que un Dios justo como Jehová hiciera tal cosa. Con mucha paciencia, Dios le aseguró que si hubiera tan solo diez personas justas en Sodoma, perdonaría a la ciudad (Génesis 18:20-33). Es obvio que Dios miró el corazón de aquellas personas y vio su gran maldad (1 Crónicas 28:9).
En el caso de los cananeos, Dios también vio su perversidad y con justa razón ordenó su exterminio. Los cananeos tenían fama de quemar vivos a niños como sacrificio a sus dioses, entre otras crueldades (2 Reyes 16:3). * Ellos sabían que Jehová había dicho a los israelitas que tomaran posesión de aquellas tierras. Los que se negaron entregárselas y les declararon la guerra estaban desafiando no solo a ellos, sino a Jehová, quien había dado abundantes pruebas de que estaba con su pueblo.
Por otro lado, hubo cananeos que dejaron sus perversiones y aceptaron las elevadas normas morales de Jehová. A estos Dios les mostró misericordia. Por ejemplo, a una prostituta llamada Rahab y a su familia les perdonó la vida. Y cuando los habitantes de la ciudad de Gabaón pidieron clemencia, ellos y todos sus hijos conservaron la vida (Josué 6:25; 9:3, 24-26).
QUÉ SUPONE ESO PARA NOSOTROS: Podemos extraer una importante lección del castigo que sufrieron los cananeos. Estamos cada vez más cerca del predicho “día del juicio y de la destrucción de los [malvados]” (2 Pedro 3:7). Si amamos a Jehová y le obedecemos, cuando él borre del planeta a los que rechazan su justo gobierno, tendremos la dicha de vivir sin sufrimientos.
Los cananeos eran famosos por su crueldad y se hicieron enemigos de Dios y su pueblo
Jehová nos recuerda con cariño que las decisiones de los padres influyen en sus hijos. En su Santa Palabra nos dice: “Tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo, tú y tu prole, amando a Jehová tu Dios, escuchando su voz y adhiriéndote a él” (Deuteronomio 30:19, 20). ¿Diría que esas palabras proceden de un Dios cruel, o más bien de un Dios que nos ama y desea que elijamos bien?

Los desastres naturales:

LA ATALAYA MAYO DE 2013

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Los desastres naturales: ¿prueban que Dios sea cruel?

LO QUE DICEN ALGUNOS: “Dios es quien provoca los desastres naturales porque él gobierna el mundo; de modo que es cruel”.
LO QUE DICE LA BIBLIA: “El mundo entero [está] en el poder del inicuo” (1 Juan 5:19). Según las Escrituras, el “inicuo”, o maligno, es Satanás (Mateo 13:19; Marcos 4:15). ¿Es esa una idea descabellada? Piense en esto: si Satanás tiene poder sobre el mundo, puede influir en los seres humanos para que sean egoístas, codiciosos y miopes como él. ¿No ayudaría eso a explicar por qué manejan tan mal el medio ambiente? Muchos expertos advierten que dicha acción puede influir en los desastres naturales, sea provocándolos, empeorándolos o haciéndonos más vulnerables a ellos.
Y ¿por qué ha dejado Dios que el Diablo tenga tanto poder? Para responder esta pregunta tenemos que ir al comienzo de la historia. Nuestros primeros padres se rebelaron contra Dios —es decir, lo rechazaron como gobernante— y desde entonces casi toda la humanidad ha hecho lo mismo. Con esa elección, el mundo entero se ha puesto en manos del enemigo de Dios, Satanás. Por eso, Jesús lo llamó “el gobernante del mundo” (Juan 14:30). Pero no gobernará para siempre.
Jehová, * por su parte, no ve con indiferencia el dolor que Satanás ocasiona. Todo lo contrario. Por ejemplo, la Biblia dice cómo se sintió al ver el sufrimiento de la nación de Israel: “Durante el tiempo de toda la angustia de ellos le fue angustioso a él” (Isaías 63:9). En su infinita misericordia, ha decidido acabar con el cruel gobierno de Satanás, y lo hará pronto. Además, ha coronado a su justo Hijo, Jesucristo, para que sea rey por la eternidad.
QUÉ SUPONE ESO PARA NOSOTROS: Satanás no ha protegido a la gente de los efectos catastróficos de los fenómenos naturales, pero Jesús sí lo hará. Cuando estuvo en la Tierra, él protegió a sus discípulos durante una violenta tempestad. La Biblia explica: “Reprendió al viento y dijo al mar: ‘¡Silencio! ¡Calla!’. Y el viento se apaciguó, y sobrevino una gran calma”. Asombrados, los discípulos se decían unos a otros: “¿Quién, realmente, es este, porque hasta el viento y el mar le obedecen?” (Marcos 4:37-41). Ese hecho nos da base para confiar en que Jesús protegerá a toda la humanidad obediente durante su reinado (Daniel 7:13, 14).
 
 

Por que algunos dicen que Dios es cruel?:

         

LA ATALAYA MAYO DE 2013

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 TEMA DE PORTADA: ¿ES DIOS CRUEL?

¿Por qué dicen algunos que Dios es cruel?

¿ES DIOS cruel? Para muchos, esa es una pregunta chocante. No obstante, cada vez hay más personas que se la plantean o que han llegado a la conclusión de que Dios es cruel.
Algunos supervivientes de desastres naturales se preguntan: “¿Por qué permite Dios que sucedan? ¿Será que no le importamos? ¿Será que es cruel?”.
A otras personas les chocan ciertos relatos que han leído en la Biblia, por ejemplo, el del Diluvio de Noé. “¿Cómo es posible que un Dios de amor diera muerte a tantas personas? —se preguntan—. ¿Será que es cruel?”
¿Se ha cuestionado usted lo mismo alguna vez? ¿Se siente incapaz de responder a quienes se preguntan si Dios es cruel? Sea cual sea su caso, le será útil analizar lo siguiente.

¿POR QUÉ NOS INDIGNA LA CRUELDAD?

Básicamente es porque, a diferencia de los animales, poseemos un sentido del bien y el mal, pues Dios nos creó “a su imagen” (Génesis 1:27). Eso quiere decir que nos dio la capacidad de reflejar su propio sentido del bien y el mal, sus cualidades y normas morales. Si a nosotros nos indigna la crueldad, ¿no le indignará aún más a Dios?
Esta lógica conclusión encaja con lo que Dios dice de sí mismo en la Biblia: “Mis caminos son más altos que los caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes” (Isaías 55:9). Si tacháramos a Dios de cruel, estaríamos diciendo lo contrario: que nuestros caminos son más altos que los de él. Ahora bien, antes de adoptar esa postura convendría tener más información. En lugar de preguntarnos si Dios es cruel, tal vez podríamos preguntarnos a qué se debe que algunos de sus actos parezcan crueles. Comencemos por ver lo que significa ser cruel.
Cuando decimos que alguien es cruel, estamos juzgando sus motivos. La persona cruel se deleita con el sufrimiento de otros o no se conmueve al verlos sufrir. Por ejemplo, si un padre disciplina a su hijo porque quiere herir sus sentimientos, es cruel. Pero si lo hace para educarlo o protegerlo, es bueno. Los motivos son fáciles de malinterpretar, como habrá comprobado si alguna vez lo han juzgado mal.
Analicemos un poco más las dos razones mencionadas al principio por las que algunos creen que Dios es cruel: los desastres naturales y los castigos divinos registrados en la Biblia. ¿Encontramos en ellos prueba de que Dios sea cruel?
 
 

La crueldad:


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LA ATALAYA MAYO DE 2013

¿Es Dios cruel?

Muchos piensan que Dios es cruel cuando ocurre un desastre natural o cuando leen en la Biblia sobre los castigos divinos. Pero ¿son los desastres o los juicios divinos prueba de que Dios sea cruel?

Sobrellevar las enfermedades:

         
LOS JÓVENES PREGUNTAN

¿Cómo puedo sobrellevar mi enfermedad? (Primera parte)

¿Conoces a algún joven que tenga una enfermedad grave? ¿Padeces tú mismo alguna enfermedad o discapacidad que te impida realizar actividades que otros jóvenes pueden hacer?
Si una enfermedad te limita, es comprensible que a veces te sientas triste. Veamos algunos pensamientos bíblicos que te harán sentir mejor.
Muchos jóvenes con problemas de salud han visto que la fe en Dios y en sus promesas les da las fuerzas para seguir adelante. Veamos cuatro casos.

 YEIMY

Desde los 11 años necesito una silla de ruedas para moverme. Ni siquiera puedo hacer algo tan sencillo como levantar cosas ligeras.
Cuando tenía cinco años me diagnosticaron distrofia muscular, una enfermedad que va empeorando con el tiempo y que me limita muchísimo. A veces me pongo muy triste porque no puedo hacer cosas que hacen otros de mi edad. Pero cuento con la ayuda de mis padres y los hermanos de la congregación, quienes también me dan apoyo emocional y espiritual. De hecho, predico a tiempo completo, y los hermanos me acompañan a dar clases de la Biblia.
Jesús dijo que cada día trae sus propios problemas (Mateo 6:34). Por eso, procuro vivir día a día y voy trazándome metas que pueda alcanzar. ¡Cuánto deseo que llegue el nuevo mundo que Dios promete! Entonces me podré olvidar de esta enfermedad y disfrutar de la vida de verdad (1 Timoteo 6:19).
Piensa en esto: A Yeimy le ha servido fijarse metas realistas. ¿Qué metas te pondrías tú? (1 Corintios 9:26.)

 MATTEO

Me empezó a doler la espalda cuando tenía seis años. Al principio, los doctores decían que se debía al crecimiento. Pero un año después descubrieron que tenía un tumor en la columna.
Cuando me operaron, solo pudieron quitarme alrededor del 40 % del tumor; pero en tan solo dos meses recuperó su tamaño original. Desde entonces me han hecho muchas pruebas, me he sometido a muchos tratamientos y me he decepcionado muchas veces.
Hay días en que me duele todo el cuerpo, como si me estuvieran dando puñaladas, pero donde más dolor siento es en la espalda y el pecho. Con todo y eso, trato de que mi situación no me afecte más de la cuenta. Pienso en que otros también han aguantado cosas horribles y aun así no pierden el ánimo. Lo que más me ayuda a mantener una actitud positiva es saber que llegará el día en que Jehová cumpla su promesa de acabar con el dolor (Revelación 21:⁠4).
Piensa en esto: ¿Por qué crees que reflexionar en que Jehová acabará con el sufrimiento le ayuda a Matteo a no perder el ánimo? ¿Podría ayudarte a ti también? (Isaías 65:17.)

 BRUNA

Como a simple vista no se nota mi enfermedad, hay quienes pudieran pensar que soy perezosa. Pero la verdad es que todo me cuesta muchísimo trabajo: estudiar, cumplir con mis deberes y hasta levantarme de la cama.
A los 16 años me diagnosticaron esclerosis múltiple. Esta es una enfermedad debilitante y progresiva que afecta mi capacidad para trabajar y no me deja realizar todas las actividades cristianas que quisiera. Me gusta repasar 1 Pedro 5:7, que nos anima a echar sobre Dios todas nuestras inquietudes porque él se interesa por cada uno de nosotros. Pensar en esto me ha dado fuerzas hasta el día de hoy.
Piensa en esto: ¿Cómo puede ayudarte echar todas tus inquietudes sobre Jehová, tal como lo hace Bruna? (Salmo 55:22.)

 ANDRÉ

Algunas personas me tratan como si tuviera 10 años. Y no los culpo, pues parezco un niño.
Cuando tenía dos años, me descubrieron un tipo de cáncer muy raro que me empezó en la médula espinal y se extendió al cerebro. Los médicos lograron controlar la enfermedad, pero los tratamientos frenaron mi crecimiento. Mido 1,37 metros (4 pies y 6 pulgadas). Así que muchos no me creen cuando les digo que tengo 18 años.
En la congregación me tratan con dignidad. Nadie se burla de mí, como lo hacían los chicos de la escuela. Trato de ver las cosas buenas que hay en mi vida, como haber conocido a Jehová. ¡Eso es lo mejor que puede pasarle a alguien! Estoy convencido de que él me cuidará siempre, pase lo que pase. También me ayuda pensar en el maravilloso nuevo mundo que Jehová ha prometido (Isaías 33:24).
Piensa en esto: ¿Por qué crees que conocer a Jehová es lo mejor que le puede pasar a alguien? (Juan 17:⁠3.)

La disciplina de los hijos:

¡DESPERTAD! MAYO DE 2013

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 AYUDA PARA LAS FAMILIAS | LA CRIANZA DE LOS HIJOS

Los hijos y la disciplina

EL PROBLEMA

En casa, los celulares tienen que estar apagados a las nueve de la noche, pero esta semana encontró dos veces a su hija mandando mensajes de texto pasada la medianoche. Su hijo sabe que la hora de llegada es a las diez de la noche, pero ayer llegó de nuevo después de las once.
Es cierto que sus hijos desobedecieron. Sin embargo, usted necesita averiguar por qué parece que lo están haciendo deliberadamente. Lo que pudiera parecer rebeldía descarada tal vez sea algo mucho menos grave.

LAS CAUSAS

Límites poco claros. Algunos adolescentes desobedecen las reglas de sus padres para ver hasta qué punto pueden salirse con la suya. Por ejemplo, si los padres dicen que cierta acción tendrá ciertas consecuencias, el joven pudiera desobedecer para ver si los padres cumplen su palabra. ¿Significa eso que se está convirtiendo en un rebelde incorregible? No necesariamente. Los jóvenes tienden a desobedecer las reglas cuando los límites son poco claros o cuando sus padres no son firmes a la hora de cumplir lo prometido.
Falta de flexibilidad. Algunos padres intentan controlar al hijo fijándole una cantidad interminable de reglas. Cuando el joven desobedece, se enfadan y le imponen aún más reglas. Pero eso solo empeora las cosas. El libro Parent/Teen Breakthrough, que trata sobre cómo eliminar las barreras entre padres y adolescentes, explica: “Cuanto más trata uno de controlar a su hijo, más se resiste él. [...] Es como querer untar mantequilla fría en una rebanada de pan: cuanta más fuerza se aplica, más se rompe el pan”.
La disciplina es muy útil. A diferencia de castigar, que comunica la idea de hacer sufrir, disciplinar significa básicamente “instruir, enseñar”. ¿Y cómo puede usted enseñar a su hijo adolescente a cumplir sus reglas?

 LO QUE PUEDE HACER

Sea claro. Los adolescentes deben entender claramente lo que se espera de ellos y lo que pasará si desobedecen. (Principio bíblico: Gálatas 6:7.)
Sugerencia: Anote las reglas que ha fijado en casa, y pregúntese si son demasiadas, muy pocas, o si algunas ya no son necesarias. Conforme su hijo se vaya haciendo más responsable, tal vez pueda cambiar algunas.
Sea constante. Su hijo pudiera confundirse si la semana pasada se salió con la suya y esta, por hacer algo parecido, tiene que sufrir las consecuencias. (Principio bíblico: Mateo 5:37.)
Sugerencia: Trate de que las consecuencias estén relacionadas con el tipo de “delito”. Por ejemplo, si el muchacho llega a casa más tarde de la hora señalada, podría imponerle una hora de llegada más temprana.
Sea razonable. Demuestre que es flexible dándole a su hijo más libertad conforme se la vaya ganando. (Principio bíblico: Filipenses 4:5.)
Sugerencia: Siéntese con su hijo y dialoguen sobre las reglas. Hasta podría dejar que él opinara sobre qué debería hacerse si no las cumple. Los adolescentes están mucho más dispuestos a obedecer cuando se les permite participar en la creación de las reglas.
Fomente su desarrollo personal. No se centre solo en conseguir que su hijo obedezca reglas, sino en que forme bien su conciencia. (Vea el recuadro “Ayúdele a desarrollar una personalidad agradable.”) (Principio bíblico: 1 Pedro 3:16.)
Sugerencia: Busque ayuda en la Biblia, la mejor fuente de instrucción que existe. Sus sabios consejos dan “sagacidad a los inexpertos” y “conocimiento y capacidad de pensar al joven” (Proverbios 1:1-4).
 
 

La Delincuencia:

¡DESPERTAD! MAYO DE 2013

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 TEMA DE PORTADA

¿Puede protegerse de la delincuencia?

“Normalmente, cuando regresaba a casa de noche, mis amigos me acompañaban para que no caminara sola. Pero un día me sentía tan cansada que decidí irme en taxi.
”En lugar de dirigirse a mi casa, el taxista me llevó a un lugar abandonado y trató de violarme. Grité con todas mis fuerzas y se detuvo. Cuando lo intentó de nuevo, volví a gritar y salí corriendo.
”Antes me preguntaba si servía de algo gritar. Ahora puedo decir que sí ayuda.” (KARIN) *
EN MUCHOS lugares, la delincuencia es un peligro constante. Por ejemplo, un juez dijo sobre su país: “La cuestión no es si uno será víctima de la delincuencia, sino cuándo lo será. Esa es la triste realidad”. En otros lugares puede que el problema no esté tan extendido. Aun así, no debemos confiarnos, pues nos haríamos vulnerables.
Prescindiendo de si la criminalidad es alta o baja en su zona, ¿puede hacer algo para protegerse usted y también a los suyos? Claro que sí. Este principio bíblico le será muy útil: “El prudente ve el peligro y lo evita; el imprudente sigue adelante y sufre el daño” (Proverbios 22:3, Dios habla hoy, 2002). Eso es precisamente lo que aconseja la policía: tomar medidas preventivas, es decir, evitar situaciones peligrosas.
La delincuencia no solo ocasiona daños físicos y pérdidas materiales. A muchas personas también les deja cicatrices emocionales. De ahí la importancia de hacer todo lo razonablemente posible para protegernos. Con ese objetivo presente, veamos las medidas que usted puede tomar para no caer víctima de cuatro tipos de delito: asalto, agresión sexual, ciberdelito y robo de identidad.

 ASALTO

¿Qué significa? Se entiende por asalto la acción de amenazar o atacar a alguien para robarle.
¿Qué efectos tiene? Tras una serie de robos a mano armada en Gran Bretaña, una fiscal comentó que, si bien las víctimas no habían sufrido ningún daño físico, todas experimentaban angustia. Y añadió: “Varias se quejaban de continua ansiedad y problemas para dormir [...], y casi todas dijeron que la experiencia había afectado mucho su vida laboral”.
¿Qué puede hacer usted?
  • Los ladrones son oportunistas; manténgase atento a lo que ocurre a su alrededor
    Manténgase atento. Los ladrones son oportunistas. Buscan a los que están desprevenidos. Mire a las personas que lo estén observando, manténgase atento a lo que ocurre a su alrededor y no permita que el alcohol o las drogas emboten sus sentidos o le nublen el juicio. “A la persona que bebe o se droga le cuesta más pensar con claridad y evaluar si una situación es peligrosa”, dice una enciclopedia de salud.
  • Proteja sus bienes. Cierre bien su vehículo y las puertas y ventanas de su casa. No deje entrar nunca a extraños. Mantenga sus objetos de valor fuera de la vista; no los exhiba. “La sabiduría está con los modestos”, dice Proverbios 11:2. Los ladrones —adultos y hasta niños— suelen centrarse en los que hacen ostentación de joyas y dispositivos electrónicos costosos.
  • Pida consejo. “El camino del tonto es recto a sus propios ojos, pero el que escucha el consejo es sabio.” (Proverbios 12:15.) Si está de viaje, pregunte a las autoridades u otras personas confiables del lugar. Ellas le podrán indicar los sitios peligrosos y cómo evitar que le roben.

AGRESIÓN SEXUAL

¿Qué significa? La agresión sexual abarca la violación y todo tipo de contacto sexual para el que se recurre a las amenazas, la fuerza o la intimidación.
¿Qué efectos tiene? “Lo peor es que no solo te afecta mientras sufres la agresión —explica una mujer que fue violada—. Te persigue y te obsesiona por mucho tiempo, y te cambia por completo la visión de la vida. También cambia la vida de tus seres queridos.” Y algo que no hay que olvidar nunca es que la culpa no es de la víctima, sino del agresor.
¿Qué puede hacer usted?
  • Guíese por su intuición. “Si un lugar o una persona la hace sentir incómoda, márchese —aconseja un departamento de policía de Carolina del Norte (EE.UU.)—. No deje que nadie la convenza para que se quede si su instinto le dicta lo contrario.”
  • Muestre una actitud decidida; no vaya distraída. Los depredadores sexuales van a la caza de los desprevenidos y los vulnerables. Así que camine con decisión y manténgase alerta.
  • Reaccione de inmediato. Grite (Deuteronomio 22:25-27). Utilice el factor sorpresa para huir o defenderse. Y, de ser posible, corra hasta un lugar seguro y llame a la policía. *

 CIBERDELITO

¿Qué significa? Se refiere al delito cometido a través de Internet, como evasión de impuestos, fraude contra la asistencia pública, fraude con tarjetas de crédito y falta de entrega de artículos pagados. También abarca timos como inversiones y subastas en línea fraudulentas.
¿Qué efectos tiene? El ciberdelito les cuesta a las víctimas —y a la sociedad en conjunto— miles de millones de dólares. Por citar un caso, Sandra recibió un mensaje electrónico que parecía de su banco en el que le pedían que actualizara sus datos personales. Minutos después de enviarlos vio horrorizada que habían transferido 4.000 dólares de su cuenta a un banco extranjero. La habían estafado.
¿Qué puede hacer usted?
  • Sea cauteloso. No se deje engañar por páginas de Internet que aparentan ser legítimas. Las instituciones financieras serias no le van a pedir información confidencial por Internet. Antes de comprar o invertir en línea, averigüe la reputación de la empresa. “El incauto cree todo lo que le dicen, pero el prudente vigila sus pasos” (Proverbios 14:15, El Libro del Pueblo de Dios). Y vaya con cuidado al tratar con empresas localizadas en el extranjero. Si surge algún problema, será más difícil resolverlo.
  • Analice la empresa y su política de venta. Pregúntese: “¿Cuál es la dirección física? ¿Es correcto y está vigente el teléfono? ¿Tendrá mi compra costos ocultos? ¿Cuándo recibiré el pedido? ¿Podré devolverlo? ¿Me reintegrarán el dinero?”.
  • Desconfíe si la oferta parece demasiado buena para ser verdad. Los ambiciosos y los que quieren conseguir algo a cambio de nada son el blanco preferido de los ladrones cibernéticos. El anzuelo puede ser la promesa de ganar mucho dinero con poco trabajo, recibir un préstamo o una tarjeta de crédito aunque no se califique para ello u obtener grandes beneficios de inversiones de “bajo riesgo”. “Tómese el tiempo de examinar cualquier oferta de inversión que reciba —dice la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos—. Cuanto mayores son los beneficios prometidos, mayor es el riesgo. No realice ninguna inversión hasta que esté seguro de que es legítima, por mucho que lo presionen.”

ROBO DE IDENTIDAD

¿Qué significa? Es la acción de obtener y utilizar información personal de alguien para cometer fraude u otros delitos.
¿Qué efectos tiene? El ladrón puede usar su identidad para obtener tarjetas de crédito o préstamos, o para abrir nuevas cuentas. Luego acumula deudas a su nombre. Y aunque usted logre que se las cancelen, su reputación financiera puede quedar arruinada por años. “Perder la reputación financiera te trastorna la vida entera, es peor que si te robaran dinero”, dice una víctima.
¿Qué puede hacer usted?
  • Proteja su información confidencial. Si realiza operaciones bancarias o compras por Internet, cambie con frecuencia sus contraseñas, especialmente si ha utilizado una computadora pública. Como ya mencionamos, desconfíe de los mensajes que le soliciten información confidencial.
    Los ladrones de identidad no roban solo a través de la Red. Tratan por todos los medios de conseguir documentos importantes como estados de cuenta, chequeras,  tarjetas de crédito y números de seguro social. Así que guárdelos en un lugar seguro. Y antes de desecharlos, tritúrelos. Por supuesto, si cree que ha perdido algún documento o que se lo han robado, infórmelo de inmediato.
  • Revise los movimientos de sus cuentas. “La concientización es un arma efectiva contra el robo de identidad”, dice la Comisión Federal de Comercio, y añade: “La pronta detección de un posible robo de identidad puede ser crucial”. Por tanto, revise sus cuentas con frecuencia y mire si hay alguna transacción fuera de lo corriente. De ser posible, pida una copia de su informe de crédito a una agencia confiable y vea qué cuentas bancarias y tarjetas de crédito están vinculadas a su nombre.
De más está decir que en este mundo no se puede garantizar nada. Hasta los más precavidos han sido víctimas del delito. Pero seguir los sabios consejos de la Biblia siempre nos ayudará. “Si amas a la sabiduría [divina] y nunca la abandonas, ella te cuidará y te protegerá.” (Proverbios 4:6, Traducción en lenguaje actual.) Y no solo eso, la Biblia promete que la delincuencia desaparecerá.

Pronto acabará la delincuencia

¿Por qué podemos estar seguros de que Dios pondrá fin a esta plaga? Lea los siguientes pasajes:
  • Dios desea acabar con la delincuencia. “Yo, Jehová, [...] odio el robo junto con la injusticia.” (Isaías 61:8.)
  • Tiene el poder de acabar con la delincuencia. “Él es inmensamente fuerte y justo.” (Job 37:23, Dios habla hoy.)
  • Ha prometido exterminar a los malvados y proteger a los justos. “Los malhechores mismos serán cortados [de raíz].” “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella.” (Salmo 37:9, 29.)
  • Ha prometido a sus siervos leales un nuevo mundo de paz. “Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.” (Salmo 37:11.)
¿Lo han emocionado estos pasajes? En ese caso, dedique un poco de tiempo a examinar la Biblia a fin de aprender más sobre el propósito de Dios para la humanidad. No existe otro libro que contenga tantos y tan sabios consejos. Y ningún otro libro nos ofrece una esperanza confiable de ver un futuro sin delincuencia. *
Dios promete un nuevo mundo de paz en el que no habrá delincuencia
 
 

La verdad:

¿Le gustaría saber la verdad?
¿LA VERDAD sobre qué? Sobre algunas de las preguntas más importantes que los seres humanos se han planteado. Puede que usted mismo se haya preguntado alguna vez:
¿Se interesa Dios por nosotros?
¿Acabarán algún día las guerras y el sufrimiento?
¿Qué nos sucede al morir?
¿Hay alguna esperanza para los muertos?
¿Cómo tenemos que orar para que Dios nos escuche?
¿Cómo encontrar la felicidad?
¿Dónde buscaría usted la contestación a estas preguntas? Existen miles de libros que afirman responderlas. Sin embargo, muchos se contradicen. Otros ofrecen respuestas que parecen válidas en el momento, pero que no tardan en quedar anticuadas y son corregidas o reemplazadas.
No obstante, hay un libro que contiene respuestas confiables y veraces. Jesucristo dijo en oración a Dios: “Tu palabra es la verdad” (Juan 17:17). Hoy se conoce a esa Palabra como la Santa Biblia. Lo que sigue es un breve resumen de las respuestas claras y confiables que da la Biblia a las preguntas antes mencionadas.
¿Se interesa Dios por nosotros?
¿POR QUÉ SURGE ESTA PREGUNTA?
Vivimos en un mundo lleno de crueldad y de injusticias. Muchas religiones enseñan que los sufrimientos que padecemos son la voluntad de Dios.
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA.
Dios nunca causa nada malo. Job 34:10 dice: “¡Lejos sea del Dios verdadero el obrar inicuamente, y del Todopoderoso el obrar injustamente!”. Dios, en su amor, tiene un maravilloso propósito para los seres humanos, y por esa razón, Jesús nos enseñó a pedir en oración: “Padre nuestro que estás en los cielos [...]. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra” (Mateo 6:9, 10). La verdad es que Dios se interesa tanto por nosotros que ha hecho un enorme sacrificio para que su propósito se haga realidad (Juan 3:16).
¿Acabarán algún día las guerras y el sufrimiento?
¿POR QUÉ SURGE ESTA PREGUNTA?
La guerra sigue cobrándose incontables víctimas. Y todos sufrimos por una razón u otra.
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA.
Dios ha prometido establecer la paz en toda la Tierra. Bajo su Reino —o gobierno— celestial, las personas ya no “aprenderán más la guerra”, e incluso transformarán “sus espadas en rejas de arado” (Isaías 2:4). Además, Dios pondrá fin a la injusticia y el sufrimiento. Respecto a los seres humanos, la Biblia hace esta promesa: “[Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores [entre ellas las injusticias y el sufrimiento] han pasado” (Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4).
¿Qué nos sucede al morir?
¿POR QUÉ SURGE ESTA PREGUNTA?
La mayoría de las religiones enseñan que algo dentro de la persona sigue viviendo tras la muerte. Hay quienes afirman que los muertos pueden hacer daño a los vivos, o que Dios castiga a los malos condenándolos a ser atormentados eternamente en el infierno.
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA.
Al morir dejamos de existir. Eclesiastés 9:5 dice que “los muertos [...] no tienen conciencia de nada en absoluto”. No pueden saber, sentir, ni hacer nada, así que tampoco pueden perjudicar a los vivos, ni ayudarlos de ninguna manera (Salmo 146:3, 4).
¿Hay alguna esperanza para los muertos?
¿POR QUÉ SURGE ESTA PREGUNTA?
Todos queremos vivir y disfrutar de la vida junto a las personas que amamos. Por lo tanto, es natural que anhelemos ver de nuevo a nuestros seres queridos que han muerto.
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA.
La mayoría de las personas que han muerto volverán a la vida. De hecho, Jesús prometió que “los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán” (Juan 5:28, 29). Las personas que resuciten aquí en la Tierra tendrán la oportunidad de vivir en ella y verla convertida en un paraíso, tal como Dios se propuso desde un principio (Lucas 23:43). En efecto, en ese futuro maravilloso, los seres humanos que sean fieles a Dios disfrutarán de vida eterna y de salud perfecta. La Biblia dice: “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Salmo 37:29).
¿Cómo tenemos que orar para que Dios nos escuche?
¿POR QUÉ SURGE ESTA PREGUNTA?
En prácticamente todas las religiones, la gente ora. Sin embargo, muchos piensan que sus oraciones no son contestadas.
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA.
Jesús indicó que no debemos repetir las mismas palabras en nuestras oraciones. Dijo así: “Al orar, no digas las mismas cosas repetidas veces” (Mateo 6:7). Si queremos que Dios nos escuche, debemos orarle de la manera que él aprueba. Para ello, tenemos que aprender cuál es su voluntad y orarle de acuerdo con ella. “No importa qué sea lo que pidamos conforme a su voluntad, él nos oye”, nos asegura 1 Juan 5:14.
¿Cómo encontrar la felicidad?
¿POR QUÉ SURGE ESTA PREGUNTA?
Creyendo que el dinero, la fama o la belleza les traerá la felicidad, muchas personas van tras esas cosas. Sin embargo, no consiguen ser felices.
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA.
Jesús señaló cuál es la clave de la felicidad cuando dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Solo seremos verdaderamente felices si damos los pasos para satisfacer nuestra mayor necesidad: la sed de saber la verdad sobre Dios y sobre su propósito para nosotros. Esa verdad se encuentra en la Biblia, y conocerla nos ayuda a determinar lo que es realmente importante y lo que no. Cuando dejamos que la Biblia guíe nuestras decisiones y nuestros actos, la vida cobra más sentido (Lucas 11:28).
Hemos examinado brevemente la respuesta que la Biblia da a seis preguntas. ¿Desea saber más? Si usted se halla entre quienes “tienen conciencia de su necesidad espiritual”, sin duda querrá saber más. Quizá se pregunte por qué ha permitido Dios tanta maldad y sufrimiento si de verdad se interesa por nosotros. O tal vez desee saber cómo puede mejorar su vida de familia. La Biblia responde satisfactoriamente a estas y otras preguntas.
Sin embargo, a muchas personas no les atrae la idea de consultarla. La consideran un libro extenso y difícil de entender. ¿Le gustaría recibir ayuda para encontrar las respuestas que da la Biblia? Con ese objetivo, los testigos de Jehová ponen a su disposición dos instrumentos.
El primero es el libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?, ideado para ayudar a las personas —en particular las que están muy ocupadas— a examinar las respuestas de la Biblia a preguntas fundamentales. El segundo es un curso bíblico gratuito a domicilio. Sin ningún compromiso, un testigo de Jehová capacitado para dar clases bíblicas irá con gusto a su hogar, o a algún lugar que a usted le convenga, para dedicar un poco de tiempo cada semana a analizar la Biblia con usted. Millones de personas se han beneficiado de estos cursos, y muchas han reconocido emocionadas que por fin han encontrado la verdad.
Usted también puede comprobar que la verdad bíblica tiene un valor incomparable. No solo nos libera de las supersticiones, la confusión y el miedo que producen algunas creencias, sino que llena nuestra vida de esperanza, de sentido y de felicidad. El propio Jesús dijo: “Conocerán la verdad, y la verdad los libertará” (Juan 8:32).
□ Deseo recibir sin compromiso alguno un ejemplar del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?
Indique el idioma.
□ Deseo que me informen sobre sus cursos bíblicos gratuitos a domicilio.
¿Desea más información? Escriba a la sucursal de los testigos de Jehová que corresponda.
A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas se han tomado de la versión en lenguaje moderno Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con referencias).
[Reconocimiento de la página 2]
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