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Thursday, August 06, 2009

Sigamos al Rey de la Paz:

El nombre Salomón proviene de una raíz hebrea que significa"paz". El rey Salomón gobernaba el país desde Jerusalén, nombre que en hebreo significa"Posesión de Paz Doble", y su reinado de cuarenta años fue un período de paz sin precedentes en la historia de Israel. La Biblia dice sobre aquellos años:"Judá e Israel continuaron morando en seguridad, cada uno debajo de su propia vid y debajo de su propia higuera, desde Dan hasta Beer-seba, todos los días de Salomón" ( 1 Rey.4:25). Sin embargo, pese a toda su sabiduría, este rey no pudo librar a sus súbditos de la enfermedad, el pecado y la muerte. En cambio, el Salomón Mayor sí librará a sus súbditos de todos los sufrimientos ( Rom. 8:19-21).
En la congregación cristiana ya disfrutamos de un ambiente de paz. Vivimos en un paraíso espiritual. Estamos en paz con Dios y con el prójimo. Isaías habló proféticamente de las condiciones que tendríamos hoy:"Tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzarán espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra"(Isa.2:3,4). Cuando actuamos en conformidad con el espíritu de Dios, contribuimos a la belleza de nuestro paraíso espiritual.
Pero el futuro que nos espera es aún mejor. Bajo el reinado de Jesús, los seres humanos obedientes disfrutarán de paz absoluta. Poco a poco irán librándose de "la esclavitud a la corrupción"hasta alcanzar la perfección( Rom. 8:21). Después de pasar la última prueba al final del Reinado Milenario, "los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz"( Sal.37:11; Rev. 20:7-10). El reinado de Jesucristo superará al de Salomón de una manera que no podemos siquiera imaginar.
Bajo el gobierno de Cristo seremos felices, tal como lo fue el pueblo de Israel bajo la guía de Moisés, David y Salomón( 1 Rey. 8:66). Sin duda alguna, nos sentimos sumamente agradecidos a Jehová por habernos dado a su Hijo unigénito: el Moisés, el David y el Salomón Mayor.

Sigamos al rey más sabio:

Solo ha habido un hombre más sabio que Salomón, y ese fue Jesucristo. El mismo dijo que era "algo más que Salomón"( Mat. 12:42). Jesús pronunció" dichos de vida eterna" (Juan 6:68). En el Sermón del Monte amplió algunos principios que aparecen en el libro de los Proverbios. Salomón habló de varias cosas que producen felicidad a los siervos de Jehová ( Pro. 3:13, 8:32, 33; 14:21, 16:20). Y Jesús, recalcó que lo que produce verdadera felicidad son los asuntos espirituales, todo aquello que está relacionado con la adoración a Jehová y el cumplimiento de sus promesas. Dijo: "Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos" ( Mat.5:3). Quienes ponen en práctica los principios contenidos en las enseñanzas de Jesús se acercan a Jehová, "la fuente de la vida" ( Sal.36:9; Pro. 22:11; Mat. 5:8). Cristo representa"la sabiduría de Dios"(1 Cor 1:24, 30). Y como Rey Mesiánico, tiene "el espíritu de sabiduría" ( Isa. 11:2).
Cómo podemos los seguidores del Salomón Mayor, encontrar la sabiduría divina?. Puesto que la sabiduría divina se encuentra en la Palabra de Dios, debemos esforzarnos por estudiarla detenidamente y meditar en ella, sobre todo en las enseñanzas de Jesús ( Pro.2:1-5). Además, debemos seguir pidiéndole a Jehová que nos dé sabiduría. La Biblia nos asegura que él contestará nuestras súplicas sinceras y nos dará el espíritu santo que necesitamos para hallar las perlas de sabiduría que en ella se encuentran ( Sant. 1:5).Estas nos ayudarán a sobrellevar nuestros problemas y a tomar buenas decisiones( Luc. 11:13). A Salomón también se le conoce como "el congregador"porque reunió al pueblo para adorar a Dios y porque"enseñó de continuo conocimiento a la gente" ( Ecl. 12:9, 10). Jesús, que es Cabeza de la congregación cristiana, también es el congregador de su pueblo, pues invita a sus seguidores a adorar a Jehová (Juan 10: 16; Col. 1: 18). Por eso debemos asistir a todas las reuniones, ya que allí se nos instruye de continuo.
Salomón fue un rey muy emprendedor. Organizó un Programa de construcción a escala nacional. Construyó palacios, caminos, redes de agua y ciudades para almacenamiento, para los carros y para la caballería, todo esto para beneficio del pueblo ( 1 Rey. 9:17-19). Pues bien, también Jesús es en cierto sentido un constructor. El edificó su congregación en una "masa rocosa" ( Mat. 16:18). Y además, supervisará los trabajos de construcción que se llevarán a cabo en el nuevo mundo ( Isa. 65:21, 22).

Jehová contesta la oración de Salomón:

Salomón, el hijo de David, también prefiguró a Jesús. El segundo nombre de Salomón era Jedidías, que significa"Amado de Jah"( 2 Samuel 12:24,25). Cuando Salomón subió al trono, Jehová se le apareció en un sueño y le prometió que le concedería cualquier cosa que le pidiera. El rey pudo haberle pedido más riquezas y poder, o una vida más larga. Pero pensando en el bien de sus súbditos, le dijo:"Dame ahora sabiduría y conocimiento para que pueda salir delante de este pueblo y para que pueda entrar, porque quién podría juzgar a este gran pueblo tuyo?"( 2 Cró 1:7-10). Y Jehová le concedió lo que le había pedido ( 2 Cro. 1:11-12).
Durante el tiempo en que Salomón se mantuvo fiel a Jehová, nadie pudo superarlo en sabiduría. Pronunció " tres mil proverbios"( 1 Reyes 4:30, 32, 34).Muchos de ellos se pusieron por escrito, y hasta el día de hoy suministran guía y dirección a quienes aman la sabiduría. La reina de Seba viajó 2.400 kilómetros ( 1.500 millas) para poner a prueba la sabiduría de Salomón con "preguntas de las que causan perplejidad" y quedó muy impresionada por las respuestas del rey y por la prosperidad de su reino ( 1 Rey. 10:1-9). La Biblia revela el verdadero origen de la sabiduría de Salomón:"Toda la gente de la tierra venía buscando el rostro de Salomón para oir su sabiduría que Dios había puesto en su corazón" (1 Rey: 10:24).

La santidad y la obediencia:

5 Y Jehová habló nuevamente a Moisés, y dijo: 2 “Manda a los hijos de Israel que envíen fuera del campamento a toda persona leprosa y a todo el que tenga flujo y a todo el que se haya hecho inmundo por un alma difunta. 3 Sea varón o hembra, ustedes deben enviarlos afuera. Deben enviarlos fuera del campamento, para que no contaminen los campamentos de aquellos en medio de quienes estoy residiendo”. 4 Y los hijos de Israel procedieron a hacerlo así, aun a enviarlos fuera del campamento. Tal como Jehová había hablado a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel.

( Números 5:1-4)

De perseguidor a perseguido:

Jueves 6 de agosto
Seguí persiguiendo a la congregación de Dios (Gál. 1:13).
Antes de convertirse en el apóstol Pablo, Saulo era un fariseo que perseguía sin piedad a los cristianos porque creía sinceramente que estaban equivocados. Desde el punto de vista humano debía de parecer casi imposible que se hiciera cristiano. Pero Jesús vio algo bueno en su corazón y lo escogió para una comisión especial. Con el tiempo, Saulo llegó a ser uno de los miembros más activos y celosos de la congregación cristiana del siglo primero. ¿Qué aprendemos del caso de Saulo? Es posible que en nuestro territorio haya ciertos grupos de personas que parezcan hostiles al mensaje. Pues bien, aunque nosotros dudemos que alguno de sus integrantes llegue a abrazar el cristianismo, intentemos siempre razonar con ellos. A veces acaba escuchando el mensaje quien menos nos imaginamos. Recordemos que nuestra comisión es seguir predicando a todos “sin cesar” (Hech. 5:42).

El Cielo:

Cielo
Definición: La morada de Jehová Dios y de criaturas espirituales fieles; una región invisible al ojo humano. La Biblia también usa el término “cielo(s)” en varios otros sentidos; por ejemplo: para representar a Dios mismo, su organización de criaturas espirituales fieles, una posición de favor divino, el universo físico aparte de la Tierra, la expansión que rodea al planeta Tierra, los gobiernos humanos bajo la dominación de Satanás, y el nuevo gobierno celestial justo para el cual Jehová ha investido de poder a Jesucristo y sus coherederos.
¿Existíamos todos nosotros en la región espiritual antes que naciéramos como humanos?
Juan 8:23: “[Jesucristo les dijo:] ‘Ustedes son de las regiones de abajo; yo soy de las regiones de arriba. Ustedes son de este mundo; yo no soy de este mundo.’” (Jesús había venido de la región espiritual. Pero, como indicó Jesús, los demás hombres no habían venido de allí.)
Rom. 9:10-12: “Cuando Rebeca concibió gemelos [...] cuando todavía no habían nacido ni practicado cosa buena ni vil, para que el propósito de Dios tocante a la selección continuara dependiendo, no de obras, sino de Aquel que llama, se le dijo a ella: ‘El mayor será esclavo del menor.’” (Por supuesto, si los gemelos Jacob y Esaú hubieran vivido anteriormente en una región espiritual, con toda seguridad se habrían hecho un registro de actos basado en su conducta allí, ¿verdad? Pero no fue sino hasta después de nacer como humanos cuando se hicieron tal registro.)
¿Van al cielo todas las personas buenas?
Hech. 2:34: “David [a quien la Biblia se refiere como un ‘hombre agradable al corazón de Jehová’] no ascendió a los cielos.”
Mat. 11:11: “En verdad les digo: Entre los nacidos de mujer no ha sido levantado uno mayor que Juan el Bautista; mas el que sea de los menores en el reino de los cielos mayor es que él.” (De modo que Juan no fue al cielo cuando murió.)
Sal. 37:9, 11, 29: “Los malhechores mismos serán cortados, pero los que esperan en Jehová son los que poseerán la tierra. Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella.”
Si Adán no hubiera pecado, ¿habría ido al cielo con el tiempo?
Gén. 1:26: “Pasó Dios a decir: ‘Hagamos un hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza, y tengan ellos en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y los animales domésticos y toda la tierra y todo animal moviente que se mueve sobre la tierra.’” (Así que el propósito de Dios para Adán fue que se encargara de cuidar de la Tierra y de la vida animal sobre ella. No se dice nada de que él iría al cielo.)
Gén. 2:16, 17: “También le impuso Jehová Dios este mandato al hombre: ‘De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo no debes comer de él, porque en el día que comas de él positivamente morirás.’” (No era el propósito original de Jehová que el hombre muriera algún día. El mandato de Dios citado aquí muestra que él advirtió que no se siguiera el proceder que llevaría a la muerte. La muerte habría de ser el castigo por la desobediencia, no una puerta a una vida mejor en el cielo. La obediencia sería recompensada con vida continua, vida eterna, en el Paraíso que Dios había dado al hombre. Véase también Isaías 45:18.)

Es necesario el cielo para ser feliz?

¿Tiene que ir uno al cielo para tener un futuro verdaderamente feliz?
Sal. 37:11: “Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.”
Rev. 21:1-4: “Vi un nuevo cielo y una nueva tierra [...] Oí una voz fuerte desde el trono decir: ‘¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.’”
Miq. 4:3, 4: “No alzarán espada, nación contra nación, ni aprenderán más la guerra. Y realmente se sentarán, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar; porque la boca misma de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.”

Aprendamos del Gran Maestro( Libro para Niños Ilustrado):

Capítulo 28
¿Cómo podemos saber a quién debemos obedecer?
A VECES no es fácil saber a quién debemos obedecer. Quizás tu mamá o tu papá te manden hacer algo, pero un maestro o un policía te digan que hagas lo contrario. Si pasa eso, ¿a quién debes obedecer?...
En el capítulo 7 de este libro leímos el texto bíblico de Efesios 6:1-3. Allí se explica que los hijos deben obedecer a sus padres. Dice: “Sean obedientes a sus padres en unión con el Señor”. ¿Sabes qué significa estar “en unión con el Señor”?... Los padres que están en unión con el Señor enseñan a sus hijos a obedecer las leyes de Dios.
Pero hay algunos adultos que no creen en Jehová. ¿Qué sucedería si uno de ellos le dijera a un niño que está bien copiar en un examen o llevarse algo de una tienda sin pagar? ¿Estaría bien, entonces, que el niño copiara o robara?...
Recuerda que el rey Nabucodonosor ordenó en cierta ocasión que todos se inclinaran ante la imagen de oro que había mandado construir. Pero Sadrac, Mesac y Abednego no se inclinaron. ¿Sabes por qué?... Porque la Biblia dice que solo se debe adorar a Jehová (Éxodo 20:3; Mateo 4:10).
Después de la muerte de Jesús, a sus apóstoles los llevaron ante el Sanedrín, el tribunal religioso más importante de los judíos. El sumo sacerdote Caifás dijo: ‘Les ordenamos que no siguieran enseñando en el nombre de Jesús, y sin embargo, ¡miren!, han llenado a Jerusalén con su enseñanza’. ¿Por qué no obedecieron los apóstoles al Sanedrín?... Pedro, hablando en nombre de todos los apóstoles, contestó a Caifás: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres” (Hechos 5:27-29).
En aquel tiempo, los líderes religiosos de los judíos tenían mucho poder. Pero su país estaba bajo el dominio de Roma y de su emperador, a quien llamaban César. A pesar de que los judíos no querían que César los dirigiera, el gobierno romano hizo muchas cosas buenas por el pueblo. Y los gobiernos de la actualidad también hacen cosas buenas por sus ciudadanos. ¿Puedes decirme algunas?...
Los gobiernos construyen carreteras para que viajemos por ellas, y pagan a policías y bomberos para que nos protejan. También se encargan de que haya escuelas para los niños y atención médica para los ancianos. Todas estas cosas les cuestan dinero a los gobiernos. ¿Sabes de dónde lo sacan?... De sus ciudadanos. El dinero que la gente entrega al gobierno se llama impuesto.
En tiempos del Gran Maestro, muchos judíos no querían pagar impuestos al gobierno romano. Un día, los sacerdotes contrataron a unos hombres para que le hicieran a Jesús una pregunta que lo metiera en problemas. Le dijeron: ‘¿Tenemos que pagarle impuestos a César, o no?’. La pregunta era engañosa. Si Jesús contestaba: “Sí, tienen que pagar impuestos”, a muchos judíos no les gustaría la respuesta. Pero Jesús no podía contestar: “No, no tienen que pagar impuestos”, pues eso no estaba bien.
¿Qué hizo Jesús entonces? Les dijo: ‘Muéstrenme una moneda’. Cuando le enseñaron una, Jesús preguntó: ‘¿De quién es la imagen y el nombre que hay en ella?’. Los hombres respondieron: “De César”. Así que Jesús les dijo: “Sin falta, entonces, paguen a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios” (Lucas 20:19-26).
Nadie pudo criticar aquella respuesta. Si César hace cosas por las personas, es justo que se las paguen con el dinero que él ha fabricado. De esa forma, Jesús mostró que debemos pagar impuestos al gobierno por las cosas que recibimos de él.
Aunque tú aún no tengas edad de pagar impuestos, hay algo que sí debes darle al gobierno. ¿Sabes qué es?... Obediencia a sus leyes. La Biblia dice: ‘Sean obedientes a las autoridades superiores’. Estas autoridades son las personas que tienen poder en el gobierno. De manera que es Dios quien nos dice que debemos obedecer las leyes del gobierno (Romanos 13:1, 2).
Quizás haya una ley que prohíba tirar papeles o basura en la calle. ¿Debes obedecerla?... Sí, Dios quiere que lo hagas. ¿Debes obedecer también a los policías?... El gobierno paga a los policías para que protejan a la gente. Si los obedeces, es como si obedecieras al gobierno.
Por lo tanto, si vas a cruzar la calle y un policía te dice: “¡Espera!”, ¿qué harás?... ¿Cruzarás corriendo de todos modos porque otros también lo hacen?... Debes esperar, aunque seas el único. Dios te dice que obedezcas.
Puede que haya problemas en el vecindario y un policía diga: “No salgan a la calle. Quédense en casa”. Pero quizás oigas gritos y te preguntes qué pasa. ¿Deberías salir a mirar?... Si salieras, ¿estarías obedeciendo a “las autoridades superiores”?...
En muchos lugares, el gobierno también construye escuelas y paga a los maestros. ¿Crees que Dios quiere que obedezcas a los maestros?... Piensa en lo siguiente: el gobierno paga a los maestros para que enseñen, igual que paga a los policías para que protejan a la gente. Así que obedecer a los policías o a los maestros es como obedecer al gobierno.
¿Y si un maestro te dice que adores a una imagen? ¿Qué harás?... Los tres hebreos no se inclinaron ante la imagen, aunque el rey Nabucodonosor se lo ordenó. ¿Recuerdas por qué?... Porque no querían desobedecer a Dios.
Un historiador llamado Will Durant escribió que los primeros cristianos ‘no daban su lealtad principal a César’. Esa lealtad le pertenecía a Jehová. Por lo tanto, no olvides que Dios debe ser lo más importante en nuestra vida.
Obedecemos al gobierno porque Dios quiere que lo hagamos. Pero si se nos pide hacer algo que Dios prohíbe, ¿qué diremos?... Lo mismo que los apóstoles le dijeron al sumo sacerdote: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres” (Hechos 5:29).
La Biblia enseña a obedecer las leyes. Leamos lo que está escrito en Mateo 5:41; Tito 3:1, y 1 Pedro 2:12-14.
[Ilustración de la página 148]
¿Qué le está diciendo Pedro a Caifás?
[Ilustración de la página 149]
¿Cómo respondió Jesús a la pregunta engañosa de estos hombres?
[Ilustración de la página 151]
¿Por qué debemos obedecer a la policía?