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Thursday, July 10, 2014

Tomado de CUBANET:




El recuerdo espantoso de “Mazorra”

Enfermos mentales continúan sin atención. Las medidas implementadas por el gobierno para evitar otro escándalo solo funcionan al interior de algunos hospitales
martes, julio 8, 2014 | Ernesto Pérez Chang
Foto-galería de Ernesto Pérez Chang
LA HABANA, Cuba. – La situación de los enfermos mentales es cada vez más preocupante. El número creciente de personas con trastornos psiquiátricos severos viviendo en las calles, sumidos en un verdadero estado de miseria, indica que no fueron suficientes los no muy lejanos acontecimientos del Hospital Psiquiátrico de La Habana, Mazorra, cuando en el invierno del 2010, por negligencias, abusos, pero más por la desidia de las autoridades de salud, falleció casi una treintena de pacientes.
Han transcurrido poco más de cuatro años de una tragedia que conmovió al mundo y, a pesar de la avalancha de sanciones de los tribunales a los responsables “directos”, el estado de las cosas empeora. Lo que revela que aquello solo fue un acto de prestidigitación para aplacar a la opinión pública.
Las medidas implementadas por el gobierno para evitar otro escándalo similar al parecer solo han funcionado al interior de algunas instituciones hospitalarias, como para proyectar una idea de orden que poco tiene que ver con la realidad.
Fuera de los muros de hospitales, policlínicos y otras áreas de salud, deambulan hombres y mujeres, en su mayoría ancianos, sin ningún tipo de amparo. Expuestos a la indolencia de funcionarios, dirigentes y de esos que debieran ser “oficiales del orden”, muchos enfermos mentales van convirtiéndose en parte del paisaje cotidiano de nuestras ciudades.
Foto filtrada a la prensa fuera de Cuba. Demuestra el deplorable estado físico de los enfermos mentales del Hospital Psiquiátrico de La Habana, de la treintena que falleció en 2010 presuntamente por un hipotermia severa_archivo
Foto filtrada a la prensa fuera de Cuba. Demuestra el deplorable estado físico de los enfermos mentales del Hospital Psiquiátrico de La Habana, de la treintena que falleció en 2010 presuntamente por una hipotermia severa_archivo
Tan solo en el Reparto Eléctrico, en la periferia de La Habana, deambula una decena de individuos a la vista de los militares retirados de las Fuerzas Armadas (que conforman la mayoría de los pobladores del lugar), tan preocupados por sus propias miserias personales que no reparan en la necesidad de presionar a las autoridades para que atiendan los casos como debiera ser, de acuerdo a lo que pregonan los informes oficiales sobre seguridad social y atención médica.
Los enfermos duermen a la entrada del Policlínico del Reparto Eléctrico, y cuando entran al edificio son expulsados por el personal médico, como si no fueran sujetos que necesitan ser atendidos.
En el Parque Central de La Habana, incluso a las puertas de los hoteles lujosos de la zona, abundan escenas verdaderamente dantescas que contrastan con el ficticio ambiente de sosiego de algunos turistas y demás transeúntes.
Hace unos días, mientras caminaba por el lugar, capté con la cámara una imagen de un sujeto que ya es parte del entorno. En esa ocasión, discutí con un policía que me impedía tomar fotos de la escena. Para evitar un conflicto de imprevisibles consecuencias, decidí retirarme, aun cuando el militar permaneció imperturbable, como si aquel hombre tirado en el suelo solo fuera un bulto o uno de los tantos desechos que infectan la ciudad.
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Tomado de El Nuevo Herald:

Publicado el jueves, 07.10.14

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Disidente cubano admite ser agente del gobierno de Raúl Castro



 



jtamayo@elnuevoherald.com


Un abogado cubano ha confesado que fue un colaborador de la Seguridad del Estado durante los cuatro años que estuvo haciéndose pasar por disidente y atacando duramente a dos de los grupos de oposición más activos del país.
Ernesto Vera, de 34 años, había sido acusado el año pasado de ser un colaborador, pero su confesión arroja una luz poco usual en la manera en que los agentes de la Seguridad del Estado reclutan informantes y les pagan miles de dólares para desacreditar a los disidentes y generar rivalidades entre los mismos.
Vera tambien señaló a otros cinco cubanos que, en su opinión, se han mostrado sospechosamente críticos de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y las Damas de Blanco, los grupos disidentes mayores y más agresivos en la isla, gobernada por un régimen comunista.
“Mi misión dentro de la Seguridad del Estado fue desprestigiar y desacreditar a UNPACU, especialmente a su líder José Daniel Ferrer, y a las Damas de Blanco”, dijo Vera por teléfono a el Nuevo Herald desde su casa en la ciudad oriental de Santiago de Cuba.
Pero él se sentó a grabar en video una confesión de 44 minutos a Ferrer a principios de mes, diciendo que estaba “asqueado de tanta mentira, doble moral y tener que fingir un trato amable con gente a la que tanto despreciaba”. Los dos hombres se estrecharon la mano al final del video.
La Seguridad del Estado empezó su lenta labor de reclutarlo como “Agente Jorge” luego que él fuera despedido de su trabajo como profesor de leyes en una escuela de medicina en Santiago, dijo. Hasta entonces, sólo había estado en la periferia de los grupos disidentes.
Personas que se identificaron como disidentes hicieron gestiones para reunirse con él en lugares públicos. Pero ellos eran agentes de la Seguridad del Estado y sus reuniones fueron filmadas en video, grabaciones que ellos usaron para chantajearlo para que se hiciera informante en el 2010, dijo Vera. Ellos amenazaron además con matar a su madre y hacerlo parecer un accidente a menos que él cooperara con ellos.
“Me avergüenza decir que fui un cobarde”, dijo al periódico, confirmando que él había grabado su conversación con Ferrer y escrito una confesión de tres páginas con fecha del 5 de julio que fue publicada el martes por UNPACU.
“Todos los artículos que aparecieron en mi blog Ernesto Vera contra José Daniel Ferrer y las Damas de Blanco fueron ordenados por la Seguridad del Estado”, dijo. Fueron parte de un doble golpe “para desmoralizar a estas organizaciones como paso previo para aniquilarlas políticamente”.
El abogado dijo que él había acusado falsamente a Ferrer de robar dinero enviado por partidarios suyos en el extranjero. El y otro infiltrado tambien provocaron el mayor cisma dentro de las Damas de Blanco, causando que alrededor de 30 miembros en Santiago rompieran el año pasado con el grupo principal.
Vera dijo que él escribió los ataques con información y fotos brindados por el coronel de la Seguridad del Estado Ernesto Samper. Y recibió varios miles de dólares en un plazo de cuatro años para que pudiera enviar sus columnas al extranjero a través de la internet, la cual cuesta de $6 a $10 por hora en Cuba.
Vera agregó que Samper le dió además instrucciones de enviar sus columnas que atacaban a UNPACU y a las Damas de Blanco al exiliado de Miami Aldo Rosado Tuero, administrador del blog anticastrista Nueva Acción, y le aseguró que Rosado las publicaría.
Rosado, un crítico constante de Ferrer y veterano oponente radical del gobierno de Castro, afirmó el miércoles que él no era un agente de Cuba y acusó a Ferrer y a Vera de unir fuerzas con la Seguridad del Estado para atacarlo a él.
La confesión de Vera no fue una sorpresa, ya que Ferrer lo había desenmascarado en octubre. Es conocido además que la Seguridad del Estado trata de infiltrar a casi todos los grupos disidentes de la nación isleña, e incluso se reporta que han creado algunos.
Un exiliado de Miami dijo que a él le preocupaba la identificación por parte de Vera de otros supuestos agentes de la Seguridad del Estado, conocida también como el G-2. “El tipo que dice que él era del G-2 ahora puede decir que otra persona es del G-2 y crear un montón de problemas”, dijo el exiliado. El pidió conservar el anonimato debido a la delicadeza del tema.
Vera dijo que él se empezó a distanciar de la Seguridad del Estado después de alrededor de un año de trabajar como colaborador, negándose a entregar informes escritos, luego faltando a encuentros fijados con sus contactos y negándose a escribir más columnas con ataques.
Durante los últimos dos años sufrió períodos de depresión, dijo. Y agentes de la Seguridad del Estado le dijeron que aunque ellos sabían que él estaba realmente en contra del gobierno de Castro, no les importaba siempre y cuando él continuara escribiendo sus columnas llenas de ataques.
El rompió finalmente con la Seguridad del Estado a principios de este año, luego de enviar una carta abierta a la embajada de Venezuela en La Habana condenando la dura represión a los manifestantes antigubernamentales en la nación petrolera por cuenta de la cual han muerto más de 40 personas.
“Durante estos cuatro años mi vida ha sido un sufrimiento constante”, escribió en la carta publicada por UNPACU. “Debí haber sido valiente, haber enfrentado la represión en toda su crudeza (…) pero me faltó el combustible que les sobra a los héroes”.
El teme a la represalia del gobierno contra él o su madre por su confesión, escribió Vera. “Hago responsable al régimen castrista por cualquier cosa que le pueda ocurrir a mi familia”.
Pero ha decidido “trabajar al 100% por la democracia en mi país, sin ceder a presión o chantaje alguno”, dijo. Ha estado conversando con Ferrer por aproximadamente un mes, y espera poder trabajar como asesor legal de UNPACU, agregó.
Ferrer, quien pasó ocho años en la cárcel y fue puesto en libertad en el 2011, elogió a Vera por confesar públicamente su labor como infiltrado, y dijo que eso demostraba la perfidia del gobierno.
“El gobierno dice que somos grupúsculos siempre peleándonos”, dijo. “Pero el gobierno nos manda a la cárcel y nos manda infiltrados para sembrar la discordia precisamente porque trabajamos con fuerza por la democracia”.

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Tú y yo rodando:

Tú y yo rodando ( Poema de Diana Margarita Cantón Martinez):




Tú y yo rodando por la cuesta de los años
debajo de nogales y manzanos.
Compartiendo duraznos con los pájaros.




Tú y yo junto al ruido ausente
de las aguas pesadas
devorando con los ojos la belleza
de jardines hermosos, paradisiacos casi,
cuidados por los perros de vecinos
que rodean el parque más cercano.




Rodando por la hierba verde
bien cortada
satisfecha de springs
que alimentan lozanía.




Conviviendo con ardillas
y otros perros
paseados por señoras y señores
bien longevos.




Especies bien diversas e ignotas
de aves picotean los frutos
en el suelo manso
y los árboles bien cargados
de amores de Julio
se despiden.




Me lanzo por canales
o me mezo en los columpios
mientras tú descansas
o marchas a mi lado
enseñándome Botánica
y o Zoología.




A veces con tu catalejo
contemplas aviones y montañas,
mientras cae la noche
con su luna y sus estrellas.


Y llegan las noticias:
las terribles noticias,
los desastres,
los niños que  cruzan las fronteras
con su carga de espantos y de hambres,
los policías que se exceden,
los crímenes, violaciones y asaltos.




Y la noche se frustra,
se contagia de riña estúpida y absurda
imitando boxeadores y fans
de las pantallas.
Imitando el Mundial
y su violencia.




La tarde se ha hecho noche
y tú y yo rodando
por la cuesta de los años
brutales del sistema.





Thursday, July 03, 2014

Vigilancia de Jehová:

Agradecemos que Jehová nos vigile?
“Los ojos de Jehová están en todo lugar, vigilando a los malos y a los buenos.” (PROV. 15:3)
PUNTOS PARA RECORDAR
¿Por qué nos observa Jehová?
¿De qué maneras nos avisa, corrige y guía Jehová?
¿Por qué permite Jehová algunas situaciones difíciles?
EN MUCHOS países se usan cámaras de vigilancia para controlar el tránsito y grabar posibles accidentes. Cuando un conductor se da a la fuga después de atropellar a alguien, esas imágenes ayudan a la policía a encontrarlo y arrestarlo. Con estos ojos electrónicos en cada esquina, es más difícil que la gente se salga con la suya.
2 Ahora bien, ¿se parecen en algo esas cámaras de vigilancia a los ojos de nuestro amoroso Padre, Jehová? La Biblia dice que sus ojos están “en todo lugar” (Prov. 15:3). ¿Significa eso que él vigila constantemente todo lo que hacemos? ¿Nos observa tan solo para hacer cumplir sus leyes y castigarnos al menor error? (Jer. 16:17; Heb. 4:13.) ¡Claro que no! Jehová nos observa principalmente porque nos ama y se interesa por nuestro bienestar (1 Ped. 3:12).
3 ¿Cómo sabemos que Jehová nos vigila porque nos quiere? Veamos cinco maneras en que lo demuestra: 1) nos avisa antes de que hagamos algo malo, 2) nos corrige cuando nos equivocamos, 3) nos guía con principios bíblicos, 4) nos ayuda cuando nos enfrentamos a pruebas y 5) nos recompensa cuando hacemos lo correcto.
NOS AVISA
4 Primero, veamos cómo Dios nos avisa cuando ve que estamos por dar un paso en falso (1 Crón. 28:9). Para entender este aspecto de la vigilancia divina, fijémonos en el caso de Caín, quien “se enardeció de gran cólera” cuando Jehová lo desaprobó (lea Génesis 4:3-7). ¿Qué hizo Jehová? Lo animó “a hacer lo bueno”. Le advirtió que si no lo hacía terminaría pecando. Era como si el pecado estuviera escondido “a la entrada”, esperando para atraparlo. Entonces le preguntó: “¿Lograrás el dominio sobre él?”. Jehová quería que Caín hiciera caso de la advertencia y recuperara su aprobación. Así podría seguir disfrutando de una buena relación con su Creador.
5 ¿Qué hay de nosotros hoy? Los ojos de Jehová ven lo que hay en nuestro corazón; no podemos ocultarle nada. Él sabe lo que somos por dentro, nuestros motivos e inclinaciones. Nos ama y quiere que hagamos lo correcto, pero no nos obliga. Por eso, si ve que nos estamos desviando, nos avisa mediante su Palabra. ¿De qué maneras? Podemos “oír” sus advertencias cuando leemos a diario la Biblia, cuando leemos las publicaciones cristianas y también cuando vamos a las reuniones. ¿Alguna vez ha escuchado o leído algo justo cuando más lo necesitaba? ¿Le ayudó esa información a superar algún problema que solo Jehová podía conocer?
6 Todas estas advertencias son una clara prueba de que Jehová vigila con amor y atención a cada uno de sus siervos. Es cierto que la Biblia ha existido desde hace muchas generaciones, que nuestras publicaciones se producen para millones de personas y que los consejos que se dan en las reuniones van dirigidos a toda la congregación. Sin embargo, en cada caso, Jehová nos pide a nosotros individualmente que prestemos atención a las advertencias de su Palabra para que podamos corregir nuestras tendencias. Eso demuestra que se preocupa por cada uno de nosotros.
Hermano rechazando posibles tentaciones
Nuestra conciencia educada por la Biblia nos ayuda a evitar los peligros que nos rodean (Vea los párrafos 6 y 7)
7 Para beneficiarnos de las advertencias de Jehová, primero tenemos que comprender que en verdad le importamos. Después debemos hacer caso de lo que nos pide en su Palabra y esforzarnos por rechazar cualquier pensamiento que pueda desagradarle (lea Isaías 55:6, 7). Si somos obedientes, nos ahorraremos muchos sufrimientos. Pero pongamos por caso que ya hemos cometido un error. ¿Qué ayuda nos ofrece nuestro cariñoso Padre entonces?
NOS CORRIGE
8 Podemos darnos cuenta de lo mucho que Jehová se preocupa por nosotros especialmente cuando nos corrige (lea Hebreos 12:5, 6). Está claro que a nadie le gusta que lo corrijan (Heb. 12:11). Pero pensemos en el interés que la persona que nos corrige o aconseja demuestra tener en nosotros. ¿Cuáles son sus motivos? No busca herir nuestros sentimientos. Al contrario, ha visto que nuestra relación con Jehová está en peligro y se preocupa sinceramente. Por eso se toma el tiempo y el trabajo de mostrarnos con la Biblia cómo volver al buen camino. Pues bien, ese consejo es un reflejo del interés que Jehová siente por nosotros. Y es que él es la Fuente de esa corrección.
9 Veamos un ejemplo de que los consejos que recibimos de otros pueden reflejar el interés de Jehová. Antes de conocer la verdad, un hermano solía ver pornografía. Aunque superó el hábito, la inclinación seguía latente en su interior, como las brasas que deja atrás un fuego. Cierto día compró un celular nuevo y aquel fuego volvió a prenderse (Sant. 1:14, 15). Con el teléfono accedía a sitios pornográficos de Internet. En una ocasión, mientras participaba en la predicación telefónica, le prestó el celular a un anciano de la congregación para que buscara unas direcciones. De pronto, en la pantalla aparecieron páginas de contenido inmoral. Fue bueno que aquello pasara, pues el anciano aprovechó la oportunidad para corregir al hermano, quien gracias a eso logró vencer su problema. ¡Cuánto agradecemos que Jehová esté pendiente de nosotros, vea nuestros pecados ocultos y nos corrija antes de que vayamos demasiado lejos!
NOS GUÍA CON PRINCIPIOS BÍBLICOS
10 El salmista le cantó a Jehová: “Con tu consejo me guiarás” (Sal. 73:24). Siempre que necesitemos guía, podemos “[tomar] en cuenta” lo que piensa Jehová acudiendo a su Palabra. Aplicar los principios bíblicos no solo nos fortalece espiritualmente, sino que también nos ayuda a cubrir nuestras necesidades materiales (Prov. 3:6).
11 Para muestra, basta un botón. Un hermano campesino y su esposa vivían con su numerosa familia en una región montañosa de Masbate (Filipinas). Ambos eran precursores regulares. De un día para otro, el dueño de la finca que alquilaban les dijo que tenían que marcharse. ¿Por qué? Alguien los había acusado de falta de honradez. Aunque al hermano le preocupaba no saber adónde iría con su familia, dijo: “Jehová proveerá. Pase lo que pase, él siempre nos cuida”. Y así sucedió. Unos días después, el propietario les informó de que podían quedarse. ¿Qué lo había hecho cambiar de opinión? Había observado la reacción pacífica y respetuosa de la familia ante las acusaciones. Estaba tan impresionado que hasta les dio más tierras para cultivar (lea 1 Pedro 2:12). Como vemos, Jehová nos guía con los principios de su Palabra para que podamos afrontar las dificultades de la vida.
NOS AYUDA A AGUANTAR LAS PRUEBAS
12 A veces, sin embargo, las pruebas pueden prolongarse. Quizás llevemos tiempo luchando con una enfermedad, aguantando la oposición de la familia o incluso sufriendo persecución. ¿Y qué hay si tenemos algún choque de personalidades con alguien en la congregación?
13 Supongamos que un hermano le hace un comentario que le parece poco considerado. Quizás usted piense: “¡Esto no debería pasar en la organización de Dios!”. Para colmo, entonces el hermano recibe más responsabilidades en la congregación, y usted ve que otros lo tienen en alta estima. Perplejo, se pregunta: “¿Cómo es posible? ¿Acaso Jehová no ve lo que está ocurriendo? ¿Es que no va a hacer nada?” (Sal. 13:1, 2; Hab. 1:2, 3).
14 Jehová ve más allá, y puede tener razones de peso para no intervenir en determinadas situaciones. Por ejemplo, cuando se nos llama la atención, quizás nos ofendamos y no nos demos cuenta de que estamos más equivocados de lo que creemos. Pero Jehová ve que realmente necesitamos ser corregidos. Karl Klein, quien fue miembro del Cuerpo Gobernante, contó en su biografía que en una ocasión el hermano Rutherford tuvo que reprenderlo con severidad. Poco después, Rutherford le dirigió un amable “¡Qué tal, Karl!”, pero él apenas le devolvió el saludo. Al ver que estaba resentido, Rutherford le advirtió que tuviera cuidado de no caer presa del Diablo. El hermano Klein escribió más tarde: “Cuando guardamos rencor a un hermano, especialmente por decir algo que tiene el derecho de decir en cumplimiento de sus deberes, nos exponemos a las trampas del Diablo”.*
15 Es natural impacientarse cuando una situación difícil parece no tener fin. ¿Qué puede ayudarle a aguantar? Imagínese que va conduciendo por una autopista y queda atrapado en un atasco. No sabe cuánto tendrá que esperar hasta que el tráfico vuelva a fluir. Si se impacienta y busca otra ruta, quizás acabe perdiéndose y tardando aún más en llegar a su destino. Muchas veces es mejor tener paciencia y no desviarse. De manera parecida, si se queda en el camino que le indica la Palabra de Dios, él le ayudará a aguantar y llegar a la meta.
16 Jehová tal vez permita algunas situaciones para educarnos y pulirnos (lea 1 Pedro 5:6-10). Pero recordemos que él jamás causa las pruebas (Sant. 1:13). Nuestro “adversario, el Diablo”, tiene la culpa de la mayoría de los problemas. Ahora bien, Dios puede valerse de una situación difícil para ayudarnos a crecer espiritualmente. Él ve nuestro sufrimiento y, como nos quiere, solo permitirá que continúe “por un poco de tiempo”. ¿Agradece usted que Jehová lo vigile amorosamente en tiempos de dificultad? ¿Confía en que le dará una salida? (2 Cor. 4:7-9.)
NOS RECOMPENSA CON SU APROBACIÓN
17 Por último, Jehová observa a los seres humanos por una razón muy reconfortante: quiere recompensar a quienes lo aman sinceramente. El profeta Hananí le declaró al rey Asá: “Sus ojos están discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él” (2 Crón. 16:9). Claro, el corazón de Asá no resultó completo a los ojos de Jehová. Pero en nuestro caso, si nos esforzamos por hacer lo correcto, Dios mostrará “su fuerza a [nuestro] favor”, es decir, nos protegerá y nos recompensará.
18 Para mostrarles su favor, Jehová quiere que sus siervos “busquen lo que es bueno, [...] amen lo que es bueno” y también “[hagan] lo que es bueno” (Amós 5:14, 15; 1 Ped. 3:11, 12). Él observa a los justos y los bendice (Sal. 34:15). Pensemos, por ejemplo, en cómo trató a las parteras hebreas Sifrá y Puá. Cuando los israelitas eran esclavos en Egipto, el faraón ordenó matar a todos los varones hebreos al nacer, pero aquellas mujeres temieron más a Dios que a él y, obedeciendo a su conciencia, les salvaron la vida a los bebés. Jehová se fijó en lo que hicieron y las recompensó con hijos propios (Éx. 1:15-17, 20, 21). Aunque algunas veces pensemos que nadie se fija en las cosas buenas que hacemos, recordemos que a Jehová no se le escapa nada y que él premiará nuestras buenas obras (Mat. 6:4, 6; 1 Tim. 5:25; Heb. 6:10).
19 Una hermana que vive en Austria comprobó de primera mano que Jehová está muy al tanto de nuestras buenas obras. Como ella era de origen húngaro, le dieron la dirección de una persona que hablaba húngaro para que fuera a predicarle. Enseguida fue a visitarla, pero no encontró a nadie en casa. Volvió una vez tras otra y dejó publicaciones, cartas, su número de teléfono... En ocasiones tenía la sensación de que había alguien dentro, aunque nadie contestaba. Después de un año y medio, la puerta por fin se abrió. Una señora muy amable la invitó a pasar y le dijo: “He leído todo lo que me ha dejado, y la estaba esperando”. La mujer había estado recibiendo un tratamiento de quimioterapia y por eso no se había sentido con suficientes fuerzas para atender visitas. Sin embargo, ahora aceptó un estudio bíblico. Es evidente que Jehová recompensó a nuestra hermana por no darse por vencida.
20 Jehová ve todo lo que hacemos. Pero nunca debemos sentir que sus ojos son como frías cámaras de vigilancia que buscan detectar y grabar nuestras faltas. Al contrario, él nos observa porque se preocupa por cada uno de nosotros y quiere recompensarnos por las cosas buenas que hacemos. ¿Verdad que saber esto nos acerca más a nuestro cariñoso Padre?
[Nota]
La biografía del hermano Klein se publicó en La Atalaya del 1 de marzo de 1985.
[Preguntas del estudio]
 1, 2. ¿Qué diferencia hay entre las cámaras de vigilancia y los ojos de Jehová?
 3. ¿De qué cinco maneras demuestra Jehová que nos quiere?
 4. ¿Con qué objetivo avisó Jehová a Caín antes de que este pecara?
 5. ¿De qué maneras nos avisa Jehová cuando observa en nosotros una mala inclinación?
 6, 7. a) ¿Por qué puede decirse que Jehová se preocupa individualmente por nosotros aunque sus advertencias se dirigen a millones de personas? b) ¿Qué debemos hacer para beneficiarnos de la atención personalizada que nos da Jehová?
 8, 9. ¿Cómo demuestran los consejos que recibimos de otros cristianos que Jehová se preocupa por nosotros? Ponga un ejemplo.
10, 11. a) ¿Cómo nos dejamos guiar por Jehová? b) ¿Cómo comprobó una familia que aplicar los principios bíblicos siempre es lo más sabio?
12, 13. ¿En qué circunstancias podríamos preguntarnos si Jehová realmente está pendiente de lo que nos pasa?
14. ¿Qué razón pudiera tener Jehová para no intervenir en determinadas situaciones?
15. ¿Por qué no debemos impacientarnos cuando pasamos por situaciones difíciles?
16. ¿Qué otra razón pudiera tener Jehová para permitir algunas situaciones?
17. ¿A quiénes busca Jehová, y para qué?
18. ¿Qué es importante que recordemos de Jehová cuando nos parece que nadie se fija en las cosas buenas que hacemos? (Vea la ilustración del principio.)
19. ¿Cómo comprobó una hermana de origen húngaro que Jehová está muy al tanto de nuestras buenas obras?
20. ¿Cómo nos sentimos por saber que Jehová nos vigila?
[Ilustración de la página 29]
Nuestra conciencia educada por la Biblia nos ayuda a evitar los peligros que nos rodean (Vea los párrafos 6 y 7)

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