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Monday, February 22, 2010

Fiel al primer Amor, pero enamorada otra vez (basado en Testimonio de Lety Martínez) :

Los hermanos Britell, que también están ligados a México, Rosarito, y que también predican en Emmett, como toda nuestra Congregación de Meridian, en Idaho, U.S.A.


Por: Diana Margarita Cantón Martínez.

Para Lety, Jehová es su primer Amor. Tuvo la dicha de descubrirlo en la Adolescencia, y se evitó muchas desilusiones con Príncipes Azules, devenidos casi siempre en Príncipes o Reyes Negros y Amargos.
Todavía le es fiel, y ha jurado serlo hasta su muerte, o hasta que llegue El Paraíso, como Surisaday Acosta, que en Cuba, ya casi en Miami?, yace en un cuadro, sobre mi mesa, junto a Idalmis y cuatro jóvenes más que estudiaron la Biblia con ella casi desde niñas, incluida la hija de la manicure Tomasa, la de la escalera del medio en mi Edificio de El Calero, en Pinar del Río, la cual ha logrado ya el bautismo de toda su familia inmediata, incluido su esposo Osmani, que dejó por Jehová su trabajo de custodio que le permitía ciertos pequeños privilegios locales.Yacen delante del cielo azul, las nubes blancas y las palmas reales imprecisas del recuerdo, vestidas con buen juicio, elegancia y sencillez.No aparece en la foto El Mudo de los altos que estudió también con Sury y cambió felizmente su personalidad.
Pero además de Jehová y de México, Lety se enamoró también de Emmett, pueblecito de Idaho, en Estados Unidos. Según ella, la vio crecer desde muy temprana edad, cuando caminaba sola por sus humildes calles, cuando iba a la escuela, cuando la cuidaba de la tempestad, cuando encontraba refugio en un hogar y se alegraba cuando encontró dónde vivir después que salió de su casa producto de la intransigencia filial con su cristianismo auténtico.
Emmett ayudó a Lety a trabajar en sus campos de frutas verdes y dulces, campos de fresas, manzanas, duraznos...que un día me sorprendieron por su exquisitez ausente en los mercados, y que compartió conmigo como testimonio de que no sólo hay azúcar y suavidad en las frutas tropicales.
Emmett le tuvo paciencia, mientras aprendió a conducir por sus tranquilas calles. Y la ayudó también a aprender lo más importante: sobre El Creador del Universo. No importó entonces casi nada, el no conocer aún a su progenitor. La recibió alegremente cuando comenzó a predicar sin cesar. Manejaba ya por las calles, lomas y montañas con una gran sonrisa en su rostro y en su corazón que conquistó a muchos pobladores para la causa de su Dios.Pudo sentir un gran gozo al hablar con personas humildes y amables, no sobre política, sociedad, arte, artesanía, literatura, poesía...., sino sobre sus creencias. Emmett veía en su faz el cariño que le tenía a pesar de su origen, porque su vida cobraba propósito al fín. Los años pasaron como pasa la brisa fresca en una tarde de verano, muy suavemente, pero más rápidamente de lo anticipado. Las circunstancias de mi amiga cambiaron, y se fue a vivir y a predicar a Boise, la capital del estado, pero nunca ha dejado de visitar, al menos los sábados, a Emmett, su mamá, hermanos, tío y otros familiares, amigos, estudiantes de la Biblia, revisitas, personas en general, incluso en Olas, un lugar muy alto y lejano de Emmett. Un día fui por vez primera y me impresionaron su soledad, su rancho, su tienda, su monumento histórico a los primeros atrevidos pobladores que desafiaron el peligro y sobre todo su ausencia casi total de habitantes. Había ido hasta arriba con los hermanos Matos y Rubén a hacer revisitas salteadas y a darles estudio a Alma, Rodolfo y su hijo Jairo, también de origen mexicano y que trabajaban en el campo en un precioso lugar donde los venados, antílopes, las águilas, las ardillas, los pájaros y otros animales se pasean como Pedro por su casa y donde miras por las ventanas las lomas pegadas y moradas, y el resto del paisaje, y te parece que ya estás en el Paraíso recobrado. Ellos pronto, en abril, ya se bautizarán en UTAH, "primeramente Jehová", frase muy habitual en Lety. Descubrí que hasta en los más recónditos lugares de Emmett conocían y admiraban la obra evangelizadora de la precursora Leticia Martínez. Que Emmett se había convertido en su lugar favorito de estancia por la naturaleza simple y la hospitalidad de su pueblo que le dio alimento y amor, lo cual es más valioso para ella que un salario de economista, abogada, o cualquier otro" montón de basura" de las Universidades de Abajo. Ha disfrutado tanto con la predicación, la asociación con sus hermanos espirituales y toda la gente del territorio de Emmett y de Boise y de Meridian, que atesora en su corazón día a día sus nuevos amores y especialmente el enamoramiento de Emmett , pues no olvidará que es gran parte de lo que es ella misma, y será en el futuro, gracias al privilegio de conocer este pobladito del estado donde se cultivan" las papas más famosas del mundo".

Nota: Esta página que se abre debajo de todo lo que escribo- como para distraer al lector- no la he colocado yo en mi blog. Se empecina en obstruir mis escritos. Obvienla , si no es de su interés.

Cuando voy a México mi vida cambia ( Testimonio de Leticia Martinez):

La hermanita María Quesada que también escribe...

Por: Diana Margarita Cantón Martínez.

Sí, eso escribió la hermanita Lety Martínez , cuando le sugerí una vez más un tema de escritura para el Taller Literario del Proyecto Cultural El Principito, renacido en Boise, entre finales del 2009 y principios del 2010. Lety ha regresado ya dos veces a México, al menos una vez cada 10 anos, y tiene la experiencia del retorno al terruño natal.En mi caso no sé si pueda regresar a Cuba antes del Nuevo Orden.
Claro que me encantaría salir a predicar con mis hermanos coterráneos , ir otra vez a aquellas Asambleas en Salones del Reino vegetales, animales, naturales, blanqueados casi que con ceniza.Pero no lo veo muy probable ni muy cercano en el contexto del sistema mundial vigente.
Lety ha sentido que su vida realmente cambia cuando reencuentra a un Mexico cada vez más pobre, pero a pesar de ello muy alegre, con gente muy humilde y apacible. También gente malhechora. Para ella sus paisajes son como el amanecer, cada vez más esclarecedores y coloridos. Entabla allá contactos con sus hermanitos de fe y de sangre, ya no como niños que quedaron atrás, sino como adolescentes y con más sueños, cada uno con su propia personalidad y anhelos. Asisten a las reuniones teocráticas a unas cuantas cuadras de su casa. Ha podido ver a personas que literalmente fluyen a la Montaña de Jehová en Río Verde, San Luis Potosí, lugar donde vive todavía gran parte de su familia captada por su cámara fotográfica mental y real. México es fuente de inspiración de mi amiga que comienza a distinguir el lenguaje prosaico y poético y a medir versos y a hacer estructuras sencillas de cuartetas y décimas a partir de modelos de José Martí, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo ( El Cucalambé)...Sabe ya lo que es un símil, una metáfora, una hipérbole como figuras retóricas que junto a los ejemplos son ilustraciones instructivas que abundan en la Biblia y que ahora busca conscientemente en El Cantar de los Cantares, en los amores de los reyes David y Salomón y de la fiel sulamita a su pastorcito ," guajiro malangú", en los ranchos , en "Las Mañanitas", en los Salmos, en Isaías el Profeta, en la simbología sugerente y espléndida de Revelación...Intenta recrear artísticamente su mundo real y espiritual tan rico en imágenes aprendiendo un poco del universo de las técnicas literarias y se dispone a explorar a Neruda, los mejores y más universales poetas de amor que incluyen por supuesto también a Sor Juana Inés de la Cruz y a Octavio Paz...y a los jóvenes poetas norteamericanos que escriben en Inglés-por supuesto. Lety ha hecho ya sus traducciones de Poesía y ha descubierto que son bien difíciles y que a veces pierden en rima y hasta en sentido.
Las reuniones cristianas le resultan muy animadoras porque ponen la atención en la instrucción también en México, a pesar del clima caliente y los asientos duros y frágiles; y es que los corazones están rebosantes de amor por Jehová en todas partes, y la gente de fe aprecia todas las dádivas inmerecidas como la vida y un lugar simple donde vivir y alabar al Creador. La hermanita rememora la comida deliciosa y sencilla en restaurantes o en puestos por las calles: rollitos de frijoles, de frutas,..., los gritos de las mujeres vendedoras que pueden remontarme a los pregones o al Manicero cubano..., el agua fresca, los elotes asados, las fresas, las guayabas...., esas palabras dulces que se oyen por las plazas cada día desde el amanecer hasta el atardecer. Y es que siempre hay algo que ver en las Plazas públicas!.Con árboles muy grandes y frondosos cubiertos de pájaros melodiosos, los niños corren con sonrisas muy felices de mirar a los vendedores en su ir y venir cadencioso.
También nos pinta esta muchacha con delicadeza El Realito, un ranchito lejos de Río Verde, resucitado después de una larga ausencia de habitantes. Unas pocas familias viven allí, su prima, Alma,..y los niños que asisten a la única escuela posible. Su tía, la que la crió, con mucho amor y apego, recuerda el pasado con tristeza y desilusión ( como casi todos). Pero se ve saludable, pese a los años transcurridos. Le permite tomarle una foto y los invita a comer sopa de melón con frijoles y queso fresco, tortillas hechas a mano y un agua fresca más sabrosas que las de las tiendas americanas y las embotelladas. Lo más importante para esta mujer son sus hijos y su iglesia, la única que existe en el pueblo, situada en la cima de una gran loma, la católica, por ahora. Sí, porque esta joven sueña con que se construya allí un día un Salón del Reino donde se adore a Jehová.Décadas antes, los feligreses, subían de rodillas anhelando que sus peticiones fueran escuchadas-similar a los que pagan promesas en El Rincón en La Habana a San Lázaro.
Tampico Tamaulipas fue el lugar favorito que visitó esta incipiente escritora. Le encantó la playa y el calor húmedo, pero lo que más disfrutó fue asistir a la reunión en Inglés con su hermano Antonio. El le dijo que entendió lo que escuchó y ella se siente agradecida a Jehová por haber estado allí, lo que la hizo tan feliz!.
Y es que México es de una tierra roja como el atardecer de verano, tiene flores de diferentes colores y fragancias, como los antecedentes de la gente mexicana, canciones como la arena del mar, bailes folclóricos y grandes fiestas anuales y las personas llenan las plazas de los lugares turísticos. Tiene tantos pueblos fabulosos por descubrir y dibujar que no le faltan las ganas de ir y caminar por las espléndidas calles de su tierra natal que la vio nacer, crecer, llorar, reir y gozar en sus alrededores. Ella anhela verla saludable, contenta, como antes, de alguna manera lo era. Le pide que no se rinda, pues vale la pena aguantar el sufrimiento de hoy, ya que nuestro Creador hará nuevas todas las cosas y sabe que no se olvidará ni de México, ni de Cuba, ni de ningún país por maltrecho que esté. Sabe que el suyo tiene gente muy hermosa por dentro y por fuera, que las cosas deseables de esta nación, están saliendo de ella todos los días y uniéndose con gozo y valor al pueblo de Jehová. Por eso le ruega que no deje por nada de sonreir, porque es un lugar inolvidable y muy importante para los que lo conocen y respetan, porque su historia es profunda, amarga y dulce a la vez, como el ajenjo con miel con que sanaron a esta joven, y que a pesar del pasado y del presente, Mexico sigue fuerte gracias a sus gentes que lo aprecian y no lo olvidarán lejos de su geografía y existencia física.