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Monday, August 31, 2009

La voz interior de nuestra conciencia:


Escuchemos nuestra voz interior
“Los de las naciones que no tienen [la] ley [de Dios] hacen por naturaleza las cosas de la ley.” (ROMANOS 2:14.)
UN JOVEN de 20 años estaba esperando el tren. De repente, sufrió un ataque epiléptico y se cayó a las vías. Nada más verlo, un padre de familia dejó a sus dos hijas en el andén y saltó a ayudarlo. Lo arrastró al foso situado entre las vías y lo cubrió con su cuerpo para protegerlo del paso del tren. Muchos calificarían a este rescatador de héroe, pero él no opina igual: “Era lo que había que hacer. He actuado así por amor al prójimo, y no para que me den las gracias o ser famoso”.
2 Quizás conozcamos a alguien que arriesgó su vida por sus semejantes. Eso fue lo que hicieron muchas personas al ocultar a extraños durante la II Guerra Mundial. Otra demostración de amor al prójimo tuvo lugar en tiempos de Pablo, cuando él y 275 personas más naufragaron cerca de Malta, no muy lejos de Sicilia. Cuando llegaron a las playas, los lugareños auxiliaron a aquellos desconocidos, desplegando “extraordinaria bondad humana” (Hechos 27:27–28:2). Y otra persona que, mucho antes, se interesó por el prójimo fue una niña israelita que vivía cautiva en Siria. Seguramente no se expuso al peligro, pero hay que reconocer que se preocupó de verdad por el bienestar de su amo (2 Reyes 5:1-4). Además, no olvidemos al buen samaritano, el personaje de una parábola de Jesús que por siglos ha tocado el corazón de gente de muy diversas culturas. A diferencia del sacerdote y el levita que no hicieron nada por un judío medio muerto, aquel samaritano se desvivió por atenderlo (Lucas 10:29-37).
3 Es cierto que vivimos en “tiempos críticos, difíciles de manejar”, y que muchas personas son “feroces” y carecen de “amor del bien” (2 Timoteo 3:1-3). Sin embargo, ¿verdad que hemos visto actos de bondad, o incluso nos hemos beneficiado de ellos? A menudo, los seres humanos se ayudan unos a otros, aunque para ello tengan que hacer sacrificios personales. Por eso, no es de extrañar que la bondad hacia los semejantes reciba el nombre de “humanidad”.
4 Esa disposición a ayudar, aunque implique echar a un lado los propios intereses, se ve en todas las razas y culturas. Este hecho contradice la teoría de que el hombre es el resultado de la evolución, es decir, de un proceso regido por la ley de la selva en el que sobreviven las especies más aptas. Así lo reconoció Francis S. Collins, genetista al que la administración estadounidense puso a cargo del equipo que trazó el mapa del genoma humano (ADN): “El altruismo presenta un grave desafío al evolucionista. [...] Es imposible entender que exista ese espíritu desinteresado partiendo de genes egoístas cuyo único afán es perpetuarse”. Y en otra ocasión comentó: “Algunas personas se sacrifican por otras, ajenas a su grupo, con las cuales nada tienen en común [...]. Al parecer, esto no puede explicarse con el modelo darwiniano”.
“La voz de la conciencia”
5 El doctor Collins da la siguiente definición del impulso altruista: “[Es] la voz de la conciencia invitándonos a ayudar a los demás aunque no vayamos a recibir nada a cambio”. Esta mención de la palabra conciencia pudiera recordarnos el siguiente hecho que destacó el apóstol Pablo: “Siempre que los de las naciones que no tienen ley hacen por naturaleza las cosas de la ley, estos, aunque no tienen ley, son una ley para sí mismos. Son los mismísimos que demuestran que la sustancia de la ley está escrita en sus corazones, mientras su conciencia da testimonio con ellos y, entre sus propios pensamientos, están siendo acusados o hasta excusados” (Romanos 2:14, 15).
6 En su carta a los Romanos, Pablo indicó que todas las personas somos responsables ante Dios, pues “desde la creación del mundo” su existencia y cualidades se manifiestan en las obras que vemos a nuestro alrededor (Romanos 1:18-20; Salmo 19:1-4). Es cierto que mucha gente prescinde del Creador y lleva una vida desenfrenada. Sin embargo, la voluntad de Dios es que los seres humanos reconozcan la justicia divina y se arrepientan de sus malas acciones (Romanos 1:22–2:6). Los judíos tenían una poderosa razón para hacerlo, ya que habían recibido la Ley de Jehová a través de Moisés. Pero hasta los pueblos que no contaban con “las sagradas declaraciones formales de Dios” tenían el deber de reconocer la existencia del Creador (Romanos 2:8-13; 3:2).
7 Una razón muy importante por la que todos debemos reconocer la existencia de Dios y actuar en consecuencia es que estamos dotados en nuestro interior de un sentido del bien y del mal, o sea, de una conciencia. Entre las indicaciones de que tenemos conciencia figura nuestro sentido de la justicia. Imaginemos la siguiente situación. Unos niños aguardan en fila para utilizar los columpios. Pero uno de los chicos se cuela, y los demás protestan: “¡No es justo!”. Ahora preguntémonos: “¿Cómo es posible que hasta los niños pequeños demuestren espontáneamente que tienen un sentido de la justicia?”. Esa manera de actuar es un reflejo de su sentido moral. Como vimos antes, Pablo escribió: “Siempre que los de las naciones que no tienen ley hacen por naturaleza las cosas de la ley”. Notemos que no dijo “si alguna vez”, como si fuera algo que ocurre solo en muy contadas ocasiones. Él dijo “siempre que” (equivalente de “cuando”), lo que da a entender que sucede con cierta frecuencia. En efecto, muchas personas “hacen por naturaleza las cosas de la ley”, lo cual significa que, movidas por su sentido moral, obran en armonía con la ley escrita de Dios.
8 Esta inclinación moral se ha podido constatar en muchos países. Un profesor de Cambridge mencionó que entre los babilonios, egipcios y griegos, así como entre los nativos de Australia y América, encontramos “expresiones de repudio contra la opresión, el asesinato, la traición y la falsedad, y [...] exhortaciones a tratar con bondad a los ancianos, los niños y los débiles”. Por otro lado, el doctor Collins escribió: “El concepto del bien y del mal aparece como una constante entre todos los miembros del género humano”. ¿Verdad que esto nos trae a la memoria Romanos 2:14?
¿Cómo actúa la conciencia?
9 La Biblia indica que la conciencia es la facultad que tenemos de contemplar y evaluar personalmente nuestras acciones. Por decirlo así, es una voz interior que nos señala si determinada conducta está bien o está mal. Pablo se refirió a su propia voz interior al decir: “Mi conciencia da testimonio conmigo en espíritu santo” (Romanos 9:1). Pues bien, esta voz tal vez nos hable por adelantado cuando vayamos a tomar decisiones que tengan implicaciones morales. En tal caso, la conciencia pudiera ayudarnos a evaluar los actos futuros y mostrarnos cómo nos sentiríamos si los lleváramos a cabo.
10 Pero es más frecuente que la conciencia entre en juego después que uno ha actuado. Por ejemplo, cuando vivía como fugitivo, huyendo de Saúl, David tuvo ante sí la oportunidad de hacer algo irrespetuoso contra aquel rey ungido por Dios, y de hecho lo hizo. Pero luego “el corazón de David [estuvo] hiriéndolo” (1 Samuel 24:1-5; Salmo 32:3, 5). Aunque en este relato no aparece la palabra conciencia, sin duda el dolor que sintió David no era otra cosa que el efecto de su propia conciencia. De igual modo, a todos nos remuerde a veces la conciencia. Actuamos de cierta forma y más tarde sentimos desasosiego y preocupación. La conciencia mortifica tanto a algunas personas que las lleva a pagar los impuestos que evadieron en su día, o a confesar en algún momento a su cónyuge que cometieron adulterio (Hebreos 13:4). Sin embargo, cuando uno obra en armonía con su conciencia, siente paz y satisfacción.
11 En vista de lo anterior, quizás alguien diga: “Con que uno se guíe por los dictados de su conciencia, ya es suficiente”. Pues bien, es verdad que debemos escuchar a la conciencia, pero también es cierto que esta pudiera transmitirnos un mensaje muy engañoso. En efecto, la voz del “hombre que somos interiormente” tal vez nos desoriente (2 Corintios 4:16). Veamos un ejemplo. La Biblia nos cuenta que algunos judíos tomaron a Esteban, devoto cristiano “lleno de gracia y de poder”, y se lo llevaron fuera de Jerusalén para matarlo a pedradas. Junto a esos homicidas, “aproba[ndo] el asesinato”, se encontraba Saulo de Tarso, quien tiempo después sería el apóstol Pablo. Parece que aquellos judíos estaban tan convencidos de estar haciendo lo correcto que no les molestaba para nada la conciencia. Y lo mismo debió de ocurrir con Saulo, ya que más tarde estaba “respirando todavía amenaza y asesinato contra los discípulos del Señor”. Es obvio que se había deformado la voz de su conciencia (Hechos 6:8; 7:57–8:1; 9:1).
12 En el caso de Saulo, ¿qué pudo haber moldeado su conciencia? En primer lugar, las personas con las que mantuvo una relación estrecha. Este hecho pudiera ilustrarse con la siguiente comparación. Cuando llamamos por teléfono, no es raro que confundamos a un hijo con su padre. Puede que el parecido se deba a que el joven haya heredado el timbre de la voz, pero lo más probable es que también haya ido asimilando otros rasgos de la forma de hablar del padre. De igual modo, Saulo seguramente estaba condicionado por el compañerismo con judíos que odiaban a Jesús y estaban en contra de sus enseñanzas (Juan 11:47-50; 18:14; Hechos 5:27, 28, 33). Como vemos, la voz de la conciencia de Saulo pudo verse influida por quienes lo rodeaban.
13 Residir en una región puede llevarnos a hablar con cierto acento o emplear expresiones características de la zona (Mateo 26:73). De igual modo, la exposición a un determinado ambiente y cultura suele dejar huella en la conciencia de las personas. Sin duda, esto es lo que tuvo que haberles ocurrido a los asirios. Aquel antiguo pueblo era conocido por su espíritu militarista, como se ve en numerosos relieves de piedra donde aparecen torturando a los cautivos (Nahúm 2:11, 12; 3:1). La Biblia indica que, en tiempos de Jonás, los habitantes de la ciudad asiria de Nínive desconocían “la diferencia entre su mano derecha y su izquierda”. En otras palabras, carecían de un buen criterio para juzgar lo que estaba bien o mal a los ojos de Dios. ¡Cuánto debía de afectar este ambiente a la conciencia de los ninivitas desde su más tierna infancia! (Jonás 3:4, 5; 4:11.) Hoy, igualmente, la actitud de quienes nos rodean tal vez influya en nuestra conciencia.
Educando la voz interior
14 Jehová dotó a Adán y Eva de conciencia, y todos los seres humanos hemos heredado de ellos dicha facultad. Génesis 1:27 señala que estamos hechos a la imagen de Dios. Por supuesto, no somos como Dios físicamente, ya que él es un espíritu y nosotros somos de carne y hueso. Más bien, el que estemos hechos a su imagen quiere decir que tenemos en nuestro interior sus mismas cualidades, entre ellas el sentido moral característico de la conciencia. En vista del origen de estas cualidades, si queremos educar nuestra voz interior y lograr que sea más confiable, tenemos que conocer mejor al Creador y acercarnos a él.
15 La Biblia indica que, en el sentido más amplio del término, Jehová es el Padre de la humanidad entera (Isaías 64:8). Además, todos los cristianos fieles, sin importar si esperamos vivir en el cielo o en una Tierra paradisíaca, podemos llamar Padre a Dios (Mateo 6:9). Por eso, todos deberíamos estar deseosos de acercarnos cada vez más a él y aprender sus normas y criterios (Santiago 4:8). Sin embargo, muchas personas no tienen ningún interés en hacerlo. Se parecen a los judíos a quienes dijo Jesús: “Ustedes ni han oído su voz en ningún tiempo ni visto su figura; y no tienen su palabra permaneciendo en ustedes” (Juan 5:37, 38). Nosotros no hemos oído literalmente la voz de Dios, pero sí podemos lograr que su palabra se convierta en parte de nosotros, lo que nos permite asimilar la forma de sentir y actuar de Jehová.
16 Eso es precisamente lo que había hecho José, como vemos en el pasaje que habla de su servicio en casa de Potifar. Cuando la esposa de aquel egipcio trató de seducir a José, aún no estaba escrito ningún libro de la Biblia ni se habían dado los Diez Mandamientos. No obstante, él reaccionó diciendo: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Génesis 39:9). El motivo principal por el que respondió así no era el deseo de complacer a sus familiares, ya que estos vivían lejos. Lo que más quería era agradar a Dios, ya que conocía la norma divina: el matrimonio es una unión en la que solo hay lugar para un hombre y una mujer que forman “una sola carne”. Además, tuvo que haberse enterado del incidente de su abuela Rebeca con Abimélec. Cuando este rey descubrió que era una mujer casada, comprendió que ningún hombre de su reino debía unirse a ella, pues quien lo hiciera cometería un pecado y acarrearía culpa a su pueblo. Y Jehová dio su bendición, lo que reveló su punto de vista acerca del adulterio. Sin duda, el conocimiento que tenía José de estos asuntos contribuyó a que la voz de su conciencia resonara aún con más fuerza y lo moviera a rechazar la inmoralidad sexual (Génesis 2:24; 12:17-19; 20:1-18; 26:7-14).
17 Claro, hoy contamos con más ayudas. Ahora disponemos de la Biblia completa para aprender la manera de pensar y sentir de nuestro Padre, lo que incluye qué cosas aprueba y cuáles prohíbe. Cuanto más familiarizados estemos con las Escrituras, más fácil nos será acercarnos a Dios y copiar su ejemplo. Y, por consiguiente, lo que nos diga la conciencia reflejará cada vez mejor la manera de pensar de nuestro Padre y estará en sintonía con su voluntad (Efesios 5:1-5).
18 Ahora bien, ¿qué podemos decir del ambiente, el otro factor que moldea la conciencia? Seguramente hemos podido ver cuánto ha influido en nosotros el medio en el que crecimos y, sobre todo, la manera de pensar y actuar de nuestra familia. Es posible que la voz de la conciencia nos haya hablado con sonido débil o distorsionado, y con el “acento” de quienes nos rodeaban. Aunque es obvio que no podemos cambiar el pasado, sí tenemos la opción de elegir buenas amistades y un ambiente beneficioso para nuestra conciencia. Para ello es fundamental que frecuentemos la compañía de siervos devotos que lleven años esforzándose por imitar a su Padre celestial. Una magnífica oportunidad de hacerlo es asistir a las reuniones de la congregación y conversar con otros cristianos antes y después del programa. Además, podemos fijarnos en la manera de pensar y actuar de nuestros hermanos en la fe. Ellos prestan mucha atención tanto a lo que han aprendido de la Biblia como a los dictados de su conciencia, la cual refleja como un eco la manera de pensar y actuar de Dios. Si nos aprovechamos de estos medios, moldearemos nuestra conciencia según los principios bíblicos y así reflejaremos mejor la imagen de Dios. En resumen, debemos esforzarnos por afinar nuestra voz interior para ponerla de acuerdo con los principios de nuestro Padre y, además, hemos de absorber las buenas influencias de nuestros hermanos cristianos. ¿Qué lograremos de este modo? Tendremos una conciencia más confiable, lo que nos animará aún más a escucharla (Isaías 30:21).
19 No obstante, a algunos cristianos les cuesta trabajo responder a la voz de su conciencia en el diario vivir. En el próximo artículo veremos diversas situaciones a las que pudiéramos hacer frente. Al examinarlas, comprenderemos con mayor claridad la función de la conciencia, la razón de que todas las conciencias no sean iguales y la manera de responder cada día mejor a nuestra voz interior (Hebreos 6:11, 12).
[Nota]
En esta misma línea, el astrónomo Owen Gingerich, profesor investigador de la Universidad de Harvard, escribió: “El altruismo bien pudiera plantear una pregunta que carece [...] de respuesta científica basada en la observación de los animales. Tal vez sea porque la explicación más convincente se encuentre en otro ámbito y se refiera a los dones divinos que nos distinguen como humanos, uno de los cuales es la conciencia”.
¿Qué hemos aprendido?
• ¿Cuál es la razón de que todas las culturas demuestren tener conciencia, o sentido del bien y del mal?
• ¿Por qué es peligroso dejarse guiar exclusivamente por los dictados de la conciencia?
• ¿De qué maneras podemos mejorar nuestra voz interior?
[Preguntas del estudio]
1, 2. a) ¿De qué maneras han demostrado muchas personas amor al prójimo? b) ¿Qué otros ejemplos de interés por los demás encontramos en las Escrituras?
3, 4. ¿Está de acuerdo con la teoría de la evolución el que haya muchas acciones altruistas? Explique.
5. ¿Qué hecho se observa a menudo?
6. ¿Por qué somos responsables ante Dios todas las personas?
7, 8. ¿Hasta qué punto es común el sentido de la justicia, y a qué conclusión nos lleva este hecho?
9. ¿Qué es la conciencia, y cómo puede ayudarnos antes de actuar?
10. ¿De qué manera suele intervenir la conciencia?
11. ¿Por qué es peligroso el razonamiento: “Con que uno se guíe por los dictados de su conciencia, ya es suficiente”? Ponga un ejemplo.
12. ¿Qué elemento puede moldear la conciencia?
13. ¿Cómo puede influir el ambiente sobre la conciencia?
14. ¿Qué da a entender Génesis 1:27 sobre el origen de la conciencia?
15. ¿Qué podemos lograr al llegar a conocer a nuestro Padre?
16. ¿Qué nos enseña el relato de José sobre el asunto de educar la conciencia y obedecer sus dictados?
17. ¿Por qué decimos que hoy tenemos más ayudas para imitar a Dios que en tiempos de José?
18. Sin importar las influencias del pasado, ¿qué podemos hacer para que nuestra conciencia sea más confiable?
19. ¿Qué otros puntos acerca de la conciencia vale la pena examinar?
[Ilustraciones de la página 23]
La conciencia le remordió a David...
... pero no a Saulo de Tarso
[Ilustración de la página 24]
Podemos educar nuestra conciencia.

Santiago 4:7-8:


7 Sujétense, por lo tanto, a Dios; pero opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes. 8 Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos.

Isaías 64:8:


8 Y ahora, oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero; y todos somos la obra de tu mano.

Génesis 1:27:


27 Y Dios procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó.

Juan 5:37:


. 37 También, el Padre que me envió ha dado testimonio él mismo acerca de mí. Ustedes ni han oído su voz en ningún tiempo ni visto su figura;

La Conciencia:


Lunes 31 de agosto
Ustedes ni han oído su voz en ningún tiempo ni visto su figura (Juan 5:37).
Jehová dotó a Adán y Eva de conciencia, y todos los seres humanos hemos heredado de ellos dicha facultad. Génesis 1:27 señala que estamos hechos a la imagen de Dios. Por supuesto, no somos como Dios físicamente, ya que él es un espíritu y nosotros somos de carne y hueso. Más bien, el que estemos hechos a su imagen quiere decir que tenemos en nuestro interior sus mismas cualidades, entre ellas el sentido moral característico de la conciencia. En vista del origen de estas cualidades, si queremos educar nuestra voz interior y lograr que sea más confiable, tenemos que conocer mejor al Creador y acercarnos a él. La Biblia indica que, en el sentido más amplio del término, Jehová es el Padre de la humanidad entera (Isa. 64:8). Por eso, todos deberíamos estar deseosos de acercarnos cada vez más a él y aprender sus normas y criterios (Sant. 4:8). Nosotros no hemos oído literalmente la voz de Dios, pero sí podemos lograr que su palabra se convierta en parte de nosotros, lo que nos permite asimilar la forma de sentir y actuar de Jehová. w07 15/10 1:14, 15.

Cuento de un amigo:


Otro de mi libro El Hormiguero, de Erasmo Alexei Dumpierre Matamoros


Otro de mi libro El Hormiguero

Ayer a las 7:24
LA HORMIGUITA VANIDOSAEn un fastuoso valle que se extendía a las orillas del río más caudaloso de América del Sur, bajo la sombra de una florida arboleda, establecieron un enorme nido algunas centenas de miles de integrantes de una de las especies más laboriosas de la familia de los himenópteros, las hormigas dorylinae. Venían de muy lejos, emigrando de las inclemencias climáticas que sucedían en sus tierras originales, pero encontraron un abrigo y la benevolencia de una naturaleza acogedora y benefícienle. Contando entre sus principales características la extrema sociabilidad, siendo del orden de los artrópodos, fitófagas y con aparato bocal masticador, esa variedad de insectitos se ha caracterizado históricamente por ser muy laboriosos y llevar una vida simple, dedicada totalmente a la comunidad en que viven y ser receptivas a los gestos de amor y cariño de los seres que acogen su presencia. Pero como la propia sentencia popular señala: “toda regla tiene su excepción”Y este fue el caso de Cabecita Blanca, quien por haber tenido esa deficiencia cromosómica hereditaria, se creía superior a las otras hormiguitas y estimulaba su vanidad luciendo la blancura de su rostro; pintando los labios con un rojo escandaloso y colocando en las mejillas colorete de igual tonalidad. Era pues de pensar, que si no hubiera nacido en el seno de tal familia real, se tomaría el trabajo de colocar talco en su semblante para imitar el color de la pulcritud y hasta hubiera mandado a tatuar la piel de su cuerpo con fina cintura, los pies y hasta el ombligo, siguiendo las arcaicas e infrahumanas costumbres de las generaciones contemporáneas. Sólo que ella no percibía que la apariencia externa no era ni será nunca el reflejo de los valores internos reales, capaces de reflejar la personalidad, el carácter y los sentimientos de un individuo, ya sea una hormiga, una bacteria o un escarabajo. Su pequeña cabecita, a diferencia de las enormes que tenían las soldadas, no le permitía razonar a partir de ese principio lógico de los seres menos tolos y muy orgullosa y egocéntrica, poco a poco fue distanciándose de sus compañeras y amigas de sus primeros años de vida. Así pasó el tiempo maravilloso de la infancia, de la primera adolescencia, hasta que llegó la época del año señalada para el apareamiento y todas sus colegas acumulaban energías para emprender el vuelo nupcial, durante el cual recibirían la fecundación necesaria para poner huevos durante toda su vida. Pero mientras ella invertía todo su tiempo en mejorar el maquillaje y agregar epítetos externos a su fisonomía, las otras se dedicaban por entero al principal objetivo de una hormiguita, que era tener una gran familia y pensar en como educarían a sus descendientes. Llegado el momento tan ansiado, todas juntas, sin pensar mucho en los vestidos de novia, el peinado o el ajuar, emprendieron con enorme felicidad y expectativas el ansiado vuelo nupcial. Pero ella se empeñó en mantenerse distante de las otras para que su belleza resaltara más y sobrepasar los límites estratosféricos. Volaba sola, con la arrogancia de una reina, la superioridad de una princesa orgullosa, malcriada y la exhuberancia de una hembra demasiado convencida de sus virtudes externas, sin antes probar sus infinitas posibilidades de fertilidad. Porque la muy boba, nunca había sembrado en su corazón el amor, la humildad y el conocimiento, atributos propios de quien tiene una alma elevada. Ese día, en el cielo abierto y con un color limpio y brillante, había pocas nubes y todavía se podían apreciar las siluetas de estrellas distantes, que irradiando o reflejando su luz, iluminaban el cielo mostrando un armónico contraste entre el azul y el blanco, con infinita escala de degradaciones, mezclas y sobre imposiciones, dignas de satisfacer el espíritu más selecto. Los suaves rayos del sol, imprimían un matiz amarillo claro que avivaba la imagen perfecta de la naturaleza, ofreciéndole una atmósfera casi divina a los objetos que se dibujaban sobre el eterno fondo celestial. Pero a pesar de todo eso, ella se sentía el único astro que brillaba más allá del alcance de la insignificante superficie de la tierra. Sus pequeñas, pero fuertes y grandes alas, no dejaban de agitarse y con la cabeza siempre insolente y erguida por encima de los hombros de las otras, se sentía superior a cualquier cuerpo astral que se hubiera opuesto a su natural arrogancia. El implacable tiempo fue pasando y ella tuvo la oportunidad de ver a todas sus amigas volver hasta la tierra, fecundadas y dispuestas a depositar sus huevos en un rinconcito del nido de donde partieron. Allí, con no mucho esfuerzo, establecieron nuevas comunidades y colonias, colmenas y reinados, pero ella volvió sola, triste y deprimida, con algunas lágrimas en sus ojos.Después de muchos de los años todavía reclama de la incapacidad de los machos para apreciar sus valores femeninos y continúa cuidando de los hijos y nietos de sus amigas, que con más suerte, establecieron familias felices y duraderas que hasta hoy viven en nuestras tierras.

Opiniones:

Elizabet Rodriguez
Muy lindo lo que escribes.

Diana Margarita Cantón Martínez
Está muy bonito y educativo.Sigue escribiendo, haz un blog si ya no lo tienes. Saludos: Diana.


Marta M Estevez
Precioso el cuento, Alex.... muy educativo..... hace falta que llegue a miles de madres que estan maleducando a sus hormiguitas, que solo piensan en lujos, joyas, dineros, olvidandose del gran tesoro que encierran en si mismas. Espectacular, amigo.... Te quiero mucho...Mara

Magali DeLa Cruz
extraordinario y sensible..con una carga conceptual y filosofica profunda...

Juana Yanet Vargas Jara
sabes lo voy a copiar si me lo permites ...para contarselo a mis niños ..trabajo en un jardin infantil...espero no te moleste...

Monica Paz
Alexei,precioso,educativo,todos los padres tenemos la obligación de enseñar a los hijos que vuelen alto,pero que no se olviden de ser humildes....

Sunday, August 30, 2009

Acerca del cantautor Silvio Rodríguez:



LAS VÍCTIMAS DE SILVIO RODRÍGUEZ :


Nota del Blogguista: Recuerdo por el año 1969 ó 1970 la boda de José Luis Pérez Comezaña, ¨El Jimmy ¨, estudiante de Física, becado en 12 y Malecón, con una muchacha que vivía en Calzada entre 14 y 16 o muy cerca de ahí, pero en Calzada. Varios de sus amigos asistimos a esa boda y en un momento determinado de la actividad festiva y con un tanto de secretismo, nos llega el mensaje que fuéramos a un cuarto a oir cantar a Vicente Feliú unas canciones ¨en contra de lo que tu sabes ¨; nos metemos en el cuarto,yo sin mucho entusiamo pues mi música preferida era el rock norteamericano o el inglés, que estaba casi oscuro y nos sentamos todos en el suelo, incluyendo Vicente, el cual empezó a cantar una canción sobre algo que llevaba en el cuello, no se si una adarga o algo parecido, que me hizo acordarme del gran bailarín ruso Vaslav Nejinsky de principio de siglo quién posteriormente se convirtió en una prefiguración externa de los hippies debido a la la locura y el dolor. Vicente cantó dos o tres canciones más, a las que no le vi nada extraordinario, o relevante desde ningún punto de vista y finalmente muchos salieron de la habitación con sonrisas y miradas como si hubiéran conspirado y burlado a la Seguridad del Estado(.......) que éramos; según nos enteramos pocos años después, la Seguridad del Estado había estado con nosotros todo el tiempo.!!*************
Las Victimas de Silvio Rodriguez:


Por: Juan Cuellar.


Todo acontecio a finales de 1969. Silvio Rodriguez, guitarra en mano, le ofrecia lo mejor a la juventud cubana: Toda una esperanza. El regimen lo sabia y ahi comenzo la "Operacion Hipies"El "pichon libanes", Elias Fallas, a cargo de la Seguridad del Estado habanera, lanza, por orden del comandante, su aparato demoledor en contra de aquella juventud que gustaba del rock, la literatura, el buen cine y el teatro, pero por encima de todo la libertad y habia que erradicar aquellos jovenes a los que el regimen describia como una lacra social llamandoles, despectivamente, Hipies.( Silvio, Vicente Feliú y Noel Nicola )Para dicha operacion tenia que utilizarse la Jefa de Prevencion Social, Mary Santamaria, hermana de Hayde Santamaria, y era fundamental contar con los servicios de Silvio Rodriguez, icono de aquel bello movimiento juvenil. Las cosas tenian que hacerse muy secretamente y con la precision de un cirujano, las secuelas de las UMAP aun perduraban y no podia, bajo ninguna circustancias, dejar las mismas huellas.Silvio Rodriguez, utilizando su persuacion y su influencia en dicho movimiento espontaneo -hay que destacar que toda esa masa juvenil procedia de toda capa social en Cuba y su unico "mentor" era la cancion protesta norteamericana, el Concierto Woodstock, los Beatles, los Rollings Stone, etc, en el exterior y Silvio Rodriguez en Cuba.Estos jovenes, que se reunian por grupos en el Copelia, El Carmelo de Linea, La CMQ, Prado y diversos lugares, inquietantes, buscaban su espacio libre frente al ferreo control robolucionario.Tambien se reunian en el cafe de Empedrado 151, al lado de la Plaza de la Catedral, en tertulias literarias y musicales.Por aquel entonces, Silvio cantaba, ocasionalmente, en Teatros del Vedado y en el anfiteatro de Marianao, si mas no recuerdo.El movimiento "Hippi" se habia tornado en una ola de expansion por toda Cuba y el regimen comienza a temerlos, acusandolos de "actividades contrarevolucionarias" como la destruccion de teléfonos publicos y asientos de omnibus y el viejo cargo de "Diversionismo Ideologico". Tenian que hacinarlos. Cercarlos.Todo estaba planeado y en 1970, Mary Santamaria, con Silvio Rodriguez a la cabeza, reunen a mas de 500 "hipies" en el Pre-Universitario del Vedado, prometiendoles que la revolucion reconocia y entendia su clamor.Tres reuniones se llevaron a cabo en dicho recinto. Silvio Rodriguez, Vicente Feliu y su mujer de entonces, Belinda Romeo, fueron escogidos entre otros, como "lideres de grupos". La única exigencia de Mary Santamaria fue que esos jovenes se incorporaran la "Zafra de los Diez Millones" y asi ayudar a la revolucion quien le devolveria en creces dicha colaboracion. Para el Albergue el Verdun, del Central Habana Libre, fueron a parar.El Consejo Nacional de Cultura patrocinaba ese central azucarero. Silvio hacia la zafra ofreciendo recitales en secundarias basicas de diferentes pueblecitos, entre ellos Bauta. Un dia, sin ton ni son, Silvio desaparece misteriosamente y una masiva operacion militar rodea albergue y apresan a todos los jovenes. Nadie escapó, al no ser aquellos "lideres de grupo" que desaparecieron con el trovador.( Pablo Milanés y Silvio Rodríguez )Varios dias de aquel horendo episodio, estos "lidercillos" fueron convocados por Mary Santamaria y por su cooperacion recibieron "becas especiales" y a Silvio Rodriguez le abrieron las puertas privilegiadas de Casa de las America, el ICAIC y el ICRT. Eran aquellas imagenes negras de la television cubana en la que comenzo a aparecer, con su parsimonia de siempre, como quien lleva una mascara, el traidor de toda aquella juventud, el trocador-trovador Silvio Rodriguez, quien tuvo que navegar su silencio mordaz a bordo del pesquero "Playa Giron" para limpiarse de culpa y definirse !por siempre Revolucionario!Este idolo latinoamericano que hoy esta dirigiendo los pasos de un Juanes en la Plaza de la Revolucion.!Pobre Juanes!, cantandole a la paz con los fusiles de Silvio.Eran aquellos tiempos del "Grupo de Experimentacion Sonora del ICAIC" donde Leo Brawer, Pablo Milanes, Paquito de Rivera y Enrique Platt se reunian todos los lunes en el Johnny 88, a la salida del rio Almendares, para darle salida a la Orquesta Cubana de Musica Moderna"!Pastilla de Menta!Ya Silvio habia parido su era con un corazon de piedra. El resto lo conocemos de sobra.

( Tomado de Baracutey Cubano).


( Nota de Diana Margarita Cantón Martínez: Tanto Silvio como Vicente Feliú fueron entrevistados por mí como parte de la investigación que dirigí en Cuba sobre la Influencia de la obra artística de Silvio en los jóvenes. Pude grabar un video de la 1ra Entrevista a Silvio donde se abordan todos estos temas que fue controlado inmediatamente por la Seguridad del Estado cubana que prohibió se pasara a TelePinar en Pinar del Río y que fuera visto por otras personas ajenas a esta investigación.En total fueron tres las entrevistas a Silvio de varias horas de duración.También fueron entrevistados Frank Fernández, Harold Gramatge, Chiqui Salsamendia que trabajó con Haydee Santamaría en La Casa de Las Américas, Amaury Pérez Vidal, Santiago Alvarez....Conocí antes a un locutor que promovió a Silvio por radio, y que me había hablado de "lo que costó una canción "de Silvio y me había hablado del viaje en el barco pesquero"Playa Girón".Yo estaba estudiando en el Edificio Focsa en el momento en que se produjo esa operación contra "los hippies"en El Vedado, La Habana. Los becados todos la presenciamos y fue espectacular!.En 1986 leí el libro de Víctor Cassaus y Luis Rogelio Nogueras: Que levante la mano la guitarra! y me motivó tanto que en 1992 había logrado el equipo multidisciplinario y las entrevistas citadas con la advertencia de peligrosidad del propio Silvio por aventurarnos en tal empresa. Arguyó también y sugirió que estudiáramos a otros, y no a él precisamente.)

Desde Cuba:

Para seguir leyendo hacer click aqui­ ...
posted by PPAC @ 8/28/2009 10:20:00 PM 0 comments

CUBA: CON JUANES O SIN JUANES
Nota del Blogguista¿ Son energúmenos los italianos que no le permitieron en Italia cantar a Juanes su éxito La Camisa Negra, porque le recordaba al Duce Mussolini ? ¿ Son energúmenos ¨los progre ¨que queman banderas de otros países y sobre todo, la bandera norteamericana en cualquier protesta que se les antoje? ¿ Son energúmenos los que le tiran huevos, zapatos o tomates a políticos que no son de su agrado ?¿ Por qué van a ser energúmenos estos cubanos que rompieron los discos de Juanes que fueron comprados con su dinero ?. Esas personas, sencillamente ejercieron su derecho a protestar sin hacerle daño a nadie.Quiero aclarar que no soy de la opinión de que romper discos de Juanes sea una buena forma de protestar, ya que el dinero de la compra de esos discos están en los bolsillos y en las cuentas de Juanes y de otras personas. Yo sencillamente no los compro y explico las razones de mi decisión.*********************CON JUANES O SIN JUANESPor Luis CinoArroyo Naranjo, La Habana, agosto 27 de 2009 (SDP) Me había propuesto no escribir sobre el anunciado concierto de Juanes en la Plaza de la Revolución. En realidad, el asunto no me interesa demasiado. Desde que no pude estar en el festival de Woodstock, renuncié a los conciertos multitudinarios. Menos aún si son de pop latino (que me aburre soberanamente). Imagínese usted si además (por muy apolítico y por la paz que sea) el concierto es en un lugar con tan malas vibras como la Plaza de la Revolución.Si escribo sobre el tema es porque no me gusta el curso que ha tomado la polémica. En Miami, la perreta contra Juanes está en su apogeo. Mientras, los que están a favor, aquí o allá, hablan del concierto como si durante él se fuera a producir la segunda venida del Señor.Con Juanes o sin Juanes, no hay por qué exagerar. No creo que el concierto se convierta en el aquelarre musical-ideológico de un piquete de amigotes “solidarios” con camisas rojas y banderolas de Che Guevara. No parece ser el caso. Ni siquiera porque Silvio Rodríguez y Amaury Pérez (que ahora se venden de abiertos y liberales) estén involucrados.Tampoco será el concierto que celebró la caída del Muro de Berlín. Juanes y sus invitados no van a pedir libertad para los presos políticos ni exigirán que se respeten los derechos humanos de los cubanos. ¿Por qué iban a hacerlo? Cuando Juanes habla de cantar por la paz, lo más probable es que tenga en mente el conflicto Cuba-USA como si fuera el pollo del arroz con ídem. Digo, como conversó al respecto y recibió el OK de la secretaria Hillary Clinton…En Cuba no hay guerra. Donde puede haberla y pronto (Zelaya, Ortega y Chávez mediante) es en Honduras. Pero a Juanes no se le ocurrió mudar el dichoso concierto a Tegucigalpa o San Pedro Sula. Allá hubiera sido un poco más fácil. Ya se sabe que los cubanos de ambos bandos somos demasiado apasionados. De ahí las camisas negras quemadas en la Calle 8 y los CD de Juanes rotos a mandarriazos por algún energúmeno. Y lo que es peor: las amenazas. Son más ruido que otra cosa, pero es precisamente el tipo de ruido que necesita el régimen cubano para acusar de intolerante a “la mafia anexionista”. ¡Le zumba ser acusados de intolerancia por los campeones continentales de la intolerancia!A propósito, ya que hablamos de la intolerancia del exilio… Fernando Ravsberg, corresponsal de BBC Mundo en Cuba, que no sé como se las arregla para siempre llevar agua al molino del gobierno cubano, refiere el mal rato que pasó Julio Iglesias allá por 1973, en un cabaret de Miami, cuando expresó su deseo de cantar en Cuba. Según Ravsberg, volaron las sillas y las cubetas de hielo y al cantante español lo tuvo que rescatar la policía. Qué riesgo corrió en vano. De todas formas, en aquella época, Julio Iglesias no hubiera podido cantar en Cuba porque los comisarios lo tenían en una lista negra de cantantes prohibidos por diversos motivos que incluía a Roberto Carlos, José Feliciano, todos los rockeros anglosajones y un largo etcétera, en el que no estaba Juanes porque era muy niño o aún no había nacido…De cualquier modo el régimen cubano le sacará lascas al concierto de Juanes en la Plaza de la Revolución. Servirá a su propaganda al exterior como una señal de apertura. Al interior, será un poco de circo y pachanga en tiempos de crisis. Cualquier problemita que surja durante el espectáculo se puede solucionar con bastantes policías con tonfas y la transmisión televisiva diferida, previa edición.Si finalmente no se da el concierto (como presiento que sucederá) el régimen se hará la víctima y subirá un par de pulgadas el muro de la plaza sitiada. Para dar “una digna y combativa respuesta al imperialismo y la mafia de Miami”, si no vienen Juanes, Miguel Bossé y la curvilínea Olga Tañón, los mandarines convocarán a Baby Lores (con El Jefe tatuado en el brazo), Gente de Zona, Paulito FG y un par de reguetoneros sin porvenir. Con muchos decibeles y varias pipas de cerveza, pondrán a gozar a los musulungos, chusmas y sumisos que acudan a la sub-utilizada Plaza de la Revolución porque no tienen otro lugar donde ir o porque los citó la dirección de la escuela, el centro de trabajo o el Partido Único.Por mi parte, y para evitar situaciones desagradables, reitero desde ahora a los segurosos “que me atienden” que no pienso asistir al concierto de Juanes ni tampoco al que anuncian para enero de Ricardo Arjona en el Malecón. Eso, si finalmente se dan. Para que después no digan, advierto que sólo cambiaré de idea si Juanes logra incorporar a su troupé a Mick Jagger y los Rolling Stones.luicino2004@yahoo.com Publicado por APLP Para seguir leyendo hacer click aqui­ ...

( Tomado de Baracutey Cubano).

Imitemos al Gran Formador de Discípulos:


Imitemos al Gran Formador de Discípulos
“Presten atención a cómo escuchan.” (LUCAS 8:18.)
JESUCRISTO estaba desempeñando sus funciones de Gran Maestro y Formador de Discípulos cuando dio este mandato a quienes lo seguían: “Presten atención a cómo escuchan” (Lucas 8:16-18). Pero este principio es aplicable también a todos los ministros cristianos. En efecto, si uno presta atención a las enseñanzas espirituales, podrá actuar en armonía con ellas y ser un buen evangelizador. Es cierto que hoy no escuchamos la voz de Jesús con los oídos, pero sí podemos hacerlo leyendo las Escrituras, que nos cuentan las cosas que él dijo e hizo. Entre estas cosas figura el trato que dio a la gente durante su ministerio. Pues bien, ¿qué dice la Biblia al respecto?
2 Jesús fue un magnífico predicador de las buenas nuevas y un extraordinario maestro de las Escrituras (Lucas 8:1; Juan 8:28). La obra de formación de discípulos que nosotros realizamos también abarca tanto la predicación como la enseñanza. Sin embargo, algunos cristianos que son excelentes predicando tienen problemas a la hora de enseñar. Mientras que para predicar solo es necesario proclamar un mensaje, para enseñar la verdad acerca de Jehová y sus propósitos, por lo general hay que establecer una relación personal con el estudiante (Mateo 28:19, 20). Con este fin, es preciso imitar a Jesucristo, el Gran Maestro y Formador de Discípulos (Juan 13:13).
3 Si empleamos los mismos métodos de enseñanza que Jesús, estaremos cumpliendo la siguiente recomendación del apóstol Pablo: “Sigan andando en sabiduría para con los de afuera, comprándose todo el tiempo oportuno que queda. Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno” (Colosenses 4:5, 6). No cabe duda de que para imitar a Jesús al hacer discípulos, tenemos que esforzarnos. Sin embargo, solo así conseguiremos ser mejores maestros, ya que aprenderemos a “dar una respuesta a cada uno” según sus necesidades.
Jesús animaba a sus oyentes a expresarse
4 Ya a temprana edad, Jesús acostumbraba escuchar a los demás y los animaba a dar su opinión. Así, cuando tenía 12 años, sus padres lo encontraron entre los maestros del templo, “escuchándoles e interrogándolos” (Lucas 2:46). Él no había ido a abochornarlos con su gran conocimiento. Había ido a escuchar, aunque también planteó preguntas. Su disposición a escuchar fue, seguramente, una de las cualidades que le ganaron el favor de Dios y de la gente (Lucas 2:52).
5 Cuando se bautizó y fue ungido como Mesías, Jesús no perdió el interés por escuchar. Nunca estuvo tan inmerso en su labor de enseñar que se olvidara de prestar atención a sus oyentes. Muchas veces, hacía una pausa, les pedía su opinión y luego estaba pendiente de sus respuestas (Mateo 16:13-15). Por ejemplo, cuando Marta perdió a su hermano Lázaro, Jesús le dijo: “Todo el que vive y ejerce fe en mí no morirá jamás”. Acto seguido, le preguntó: “¿Crees tú esto?”. Y sin duda escuchó la respuesta de Marta: “Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios” (Juan 11:26, 27). ¡Qué contento debió de sentirse Jesús ante tal muestra de fe!
6 En otra ocasión, al ver que muchos de sus discípulos decidían abandonarle, Jesús quiso saber cuál era el parecer de sus apóstoles, de modo que les dijo: “Ustedes no quieren irse también, ¿verdad?”. Ante aquello, Simón Pedro le contestó: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna; y nosotros hemos creído y llegado a conocer que tú eres el Santo de Dios” (Juan 6:66-69). ¡Cuánto tuvieron que complacer estas palabras a Jesús! Ciertamente, uno se siente igual cuando oye a un estudiante de la Biblia hacer comentarios que evidencian su fe.
Jesús mostraba respeto a sus oyentes
7 Hay otra razón por la que Jesús tenía éxito en la obra de hacer discípulos: se preocupaba por sus oyentes y les mostraba respeto cuando hablaban. Recordemos la ocasión en que dio testimonio a una samaritana junto al pozo de Jacob, en la localidad de Sicar. Jesús no monopolizó la conversación, sino que dejó que la mujer se expresara. Al escucharla atentamente, pudo observar que le interesaba el tema de la adoración, y por ello le dijo que Dios buscaba personas dispuestas a adorarlo con espíritu y verdad. Como Jesús había demostrado respeto e interés, ella corrió a hablar de él a sus vecinos, y “muchos de los samaritanos de aquella ciudad pusieron fe en él a causa de la palabra de la mujer” (Juan 4:5-29, 39-42).
8 Por regla general, a todos nos gusta opinar. Y los habitantes de la antigua Atenas no eran la excepción. En realidad, les encantaba decir lo que pensaban y enterarse de las novedades. Pablo aprovechó este hecho para pronunciar un eficaz discurso en aquella ciudad, concretamente en el Areópago (Hechos 17:18-34). De igual modo, hoy, cuando llegamos a un hogar, podemos entablar una conversación diciendo algo así: “Me gustaría saber su opinión sobre [un asunto en particular]”. Y cuando nuestro oyente se exprese, debemos escucharlo y luego hacer algún comentario sobre lo que ha dicho o formular una pregunta pertinente. A continuación, sería bueno indicarle con tacto lo que dice la Biblia sobre ese asunto.
Jesús siempre sabía qué decir
9 Jesús nunca se quedaba sin palabras. Además de ser buen oyente, sabía por lo general en qué estaban pensando sus interlocutores y tenía muy claro lo que debía decir (Mateo 9:4; 12:22-30; Lucas 9:46, 47). Pongamos un caso. Poco después de la resurrección de Cristo, dos de sus discípulos caminaban de Jerusalén a Emaús. El Evangelio señala: “Mientras iban conversando y hablando, Jesús mismo se acercó y se puso a andar con ellos; pero se impidió que los ojos de ellos lo reconocieran. Él les dijo: ‘¿Qué asuntos son estos que consideran entre ustedes mientras van andando?’. Y ellos se detuvieron con rostros tristes. En respuesta, el que tenía por nombre Cleopas le dijo: ‘¿Moras tú solo como forastero en Jerusalén y por eso no sabes las cosas que han ocurrido en ella en estos días?’. Y él les dijo: ‘¿Qué cosas?’”. Ellos le contaron que Jesús el Nazareno, conocido por sus enseñanzas y milagros, había sido ejecutado, aunque algunos afirmaban que se había levantado de entre los muertos. El Gran Maestro escuchó a Cleopas y a su compañero, y luego les explicó lo que necesitaban saber, “[abriéndoles] por completo [el sentido de] las Escrituras” (Lucas 24:13-27, 32).
10 Ahora bien, nosotros muchas veces no tenemos la menor idea de las creencias de la persona con la que hablamos. ¿Cómo lograremos determinar lo que piensa? Una posibilidad es mencionarle que nos gusta saber la opinión de la gente sobre el tema de la oración. Entonces pudiéramos preguntarle: “¿Qué le parece a usted? ¿Habrá alguien que nos escuche cuando oramos?”. La respuesta que nos dé tal vez revele detalles significativos sobre su manera de pensar y su formación religiosa. Si tiene inclinaciones espirituales, quizás consigamos profundizar más preguntándole: “¿Cree que Dios acepta todas las oraciones, o que rechaza algunas?”. Esta pregunta, u otra por el estilo, seguramente dará pie a una conversación distendida. Si resulta adecuado incluir algún comentario de la Biblia, debemos hacerlo con delicadeza, sin atacar sus creencias. Si la persona disfruta conversando con nosotros, es más probable que quiera volver a recibirnos. Pero ¿y si nos hace una pregunta que no sabemos responder? Lo mejor es quedar en regresar más tarde, cuando hayamos investigado el asunto y estemos listos para dar “razón de [nuestra] esperanza [...] con genio apacible y profundo respeto” (1 Pedro 3:15).
Jesús enseñaba a quienes lo merecían
11 Jesús era perfecto y podía distinguir en el acto quién merecía recibir su enseñanza y quién no. Claro, a nosotros nos cuesta mucho más trabajo encontrar a quienes están “correctamente dispuestos para vida eterna” (Hechos 13:48). Y lo mismo les sucedía a los apóstoles, a quienes Jesús dijo: “En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor” (Mateo 10:11). Como los apóstoles, tenemos que buscar personas dispuestas a oír y aprender la verdad bíblica. Podemos encontrarlas escuchando cuidadosamente a todos nuestros interlocutores y fijándonos bien en la actitud de cada uno de ellos.
12 Después de conversar con quienes demuestran cierto interés en las buenas nuevas del Reino, ¿qué debemos hacer? Seguir pensando en sus necesidades espirituales. Algo que nos permitirá continuar ayudándolos es anotar lo que nos ha revelado la conversación. Cada vez que volvamos a visitarlos, tenemos que escucharlos con atención para comprender mejor sus creencias, actitudes y circunstancias personales.
13 ¿Cómo podemos animar a la gente a darnos su opinión acerca de la Palabra de Dios? Un método que funciona bien en algunos lugares es preguntar: “¿Le parece que la Biblia es difícil de entender?”. La respuesta que nos den reflejará su actitud hacia las cosas espirituales. Otra posibilidad sería leer un pasaje bíblico y preguntar: “¿Qué opina de lo que hemos leído?”. Al igual que Jesús, podemos obtener buenos resultados en el ministerio haciendo preguntas bien pensadas. Pero, como veremos, hay que tener cuidado.
Jesús empleaba hábilmente las preguntas
14 Aunque nos interesamos por lo que opina la gente, no queremos incomodarla. Por eso, seguimos el ejemplo de Jesús. Él no sometía a nadie a un interrogatorio implacable. Más bien, empleaba preguntas que hacían pensar. Además, escuchaba con amabilidad a las personas sinceras y conseguía que estuvieran tranquilas y a gusto (Mateo 11:28). Todo el mundo se sentía con la libertad de mencionarle sus preocupaciones (Marcos 1:40; 5:35, 36; 10:13, 17, 46, 47). En nuestro caso es igual: si queremos que nuestros oyentes sean francos y nos expresen sus opiniones acerca de la Biblia y sus enseñanzas, tenemos que evitar los interrogatorios.
15 Además de emplear hábilmente las preguntas, podemos entablar conversaciones haciendo una afirmación interesante y luego fijándonos en qué reacción provoca. Jesús recurrió a esta técnica cuando le dijo a Nicodemo: “A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). Eran unas palabras tan sorprendentes que Nicodemo no pudo menos que reaccionar con asombro y seguir escuchando a Jesús (Juan 3:4-20). Si adoptamos esta técnica, es fácil que las personas se animen a conversar.
16 En regiones del mundo tan distintas como África, Europa oriental y Latinoamérica se está hablando mucho últimamente de la presencia cada vez mayor de nuevas religiones. En tales lugares pudieran comenzarse muchas conversaciones diciendo: “Me llama la atención el hecho de que existan tantas religiones. Al mismo tiempo, tengo la esperanza de que la religión verdadera pronto unirá a la gente de todas las naciones. ¿Le atrae a usted esa idea?”. Al mencionar aspectos de nuestra esperanza que despierten la curiosidad de las personas, probablemente logremos que expresen su parecer. También será más fácil que nos contesten si les hacemos preguntas que solo admitan dos respuestas (Mateo 17:25). Y una vez que hayan respondido, contestemos nosotros la pregunta con un versículo o dos de las Escrituras (Isaías 11:9; Sofonías 3:9). Si los escuchamos con interés y nos fijamos en su reacción, podremos determinar el tema que trataremos en la próxima visita.
Jesús escuchaba a los niños
17 Jesús no se interesaba solo en los adultos. También se fijaba en los niños, y por eso sabía a qué jugaban y qué cosas decían. A veces hasta los invitaba a acercarse a él (Lucas 7:31, 32; 18:15-17). Entre las multitudes que escuchaban a Jesús había muchos pequeños. Y cuando unos jovencitos se pusieron a aclamarlo como Mesías, él no solo reparó en ese hecho, sino que mostró que estaba predicho en las Escrituras (Mateo 14:21; 15:38; 21:15, 16). Hoy, igualmente, son muchos los niños que llegan a ser discípulos de Jesús. ¿Cómo pueden ayudarlos sus padres?
18 Si queremos ayudar a nuestros hijos a crecer espiritualmente, es preciso que los escuchemos. Hemos de averiguar si tienen puntos de vista contrarios a la voluntad de Jehová. Sin importar lo que nos digan, debemos responderles haciendo comentarios positivos. Luego podemos utilizar textos bíblicos que les ayuden a entender cómo ve Jehová los asuntos.
19 Aunque es necesario hacer preguntas a los niños, a ellos les gustan tan poco los interrogatorios como a los adultos. Por eso, en vez de abrumar al hijo con preguntas difíciles, es mejor que uno haga comentarios breves sobre sí mismo. Dependiendo del asunto que se esté tratando, usted pudiera decirle que hubo un tiempo en que se sentía de cierta forma por esta o aquella razón, y luego preguntarle: “¿Te pasa a ti lo mismo?”. La respuesta a esa pregunta probablemente dé pie a una conversación bíblica que ayude y anime a su hijo.
Imitemos siempre al Gran Formador de Discípulos
20 Como hemos visto, al hablar de algún tema con nuestros hijos, o con cualquier otra persona, es fundamental saber escuchar. Así demostramos amor, humildad, respeto y consideración. Por supuesto, no basta con oír; hay que prestar atención.
21 Al desempeñar nuestro ministerio cristiano, escuchemos con interés. Es muy probable que así descubramos los temas bíblicos que más interesan a las personas. Luego, tratemos de ayudarlas empleando los diversos métodos que utilizaba Jesús al enseñar. Si imitamos de este modo al Gran Formador de Discípulos, sentiremos mucha alegría y satisfacción.
¿Qué respuesta daría?
• ¿Cómo animaba Jesús a la gente a expresar su opinión?
• ¿Por qué escuchaba Jesús a las personas a quienes enseñaba?
• ¿De qué maneras podemos usar las preguntas en el ministerio?
• ¿Cómo podemos ayudar a los niños a crecer espiritualmente?
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Por qué deberíamos fijarnos en cómo trataba Jesús a la gente durante su ministerio?
3. ¿Qué conseguiremos si nos esforzamos por imitar a Jesús al hacer discípulos?
4. ¿Por qué podemos decir que Jesús sabía escuchar?
5, 6. ¿Qué ejemplos nos muestran que Jesús escuchaba los comentarios de las personas a las que enseñaba?
7. ¿Por qué pusieron fe en Jesús muchos samaritanos?
8. ¿Cómo podríamos entablar conversaciones en el ministerio aprovechando que a la gente le gusta dar su opinión?
9. ¿Qué hizo Jesús antes de “[abrirles] por completo [el sentido de] las Escrituras” a Cleopas y su compañero?
10. ¿Cómo podemos determinar qué creencias tienen las personas a las que visitamos?
11. ¿Qué nos ayudará a encontrar personas que merezcan recibir la enseñanza bíblica?
12. ¿Cómo podemos continuar ayudando a quienes tienen interés en el mensaje?
13. ¿De qué maneras podemos animar a la gente a darnos su opinión acerca de la Biblia?
14. ¿Cómo lograremos que la gente nos dé su opinión sin someterla a un interrogatorio?
15, 16. ¿Cómo podemos animar a la gente a conversar sobre temas religiosos?
17. ¿Qué indica que Jesús se interesaba por los niños?
18, 19. ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a crecer espiritualmente?
20, 21. ¿Por qué debemos escuchar con interés cuando hacemos discípulos?
[Ilustración de la página 28]
Cuando prediquemos, no nos olvidemos de escuchar
[Ilustración de la página 30]
Como Jesús, ayudamos a los niños a crecer espiritualmente.

Mat.10:11:


11 ”En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor, y quédense allí hasta que salgan.

Hechos 13:48:


48 Al oír esto los de las naciones, empezaron a regocijarse y a glorificar la palabra de Jehová, y todos los que estaban correctamente dispuestos para vida eterna se hicieron creyentes.

Busquen los Merecedores:

Domingo 30 de agosto
En cualquier ciudad o aldea [...], busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor (Mat. 10:11).
Jesús era perfecto y podía distinguir en el acto quién merecía recibir su enseñanza y quién no. Claro, a nosotros nos cuesta mucho más trabajo encontrar a quienes están “correctamente dispuestos para vida eterna” (Hech. 13:48). Como los apóstoles, tenemos que buscar personas dispuestas a oír y aprender la verdad bíblica. Podemos encontrarlas escuchando cuidadosamente a todos nuestros interlocutores y fijándonos bien en la actitud de cada uno de ellos. Después de conversar con quienes demuestran cierto interés en las buenas nuevas del Reino, ¿qué debemos hacer? Seguir pensando en sus necesidades espirituales. Algo que nos permitirá continuar ayudándolos es anotar lo que nos ha revelado la conversación. Cada vez que volvamos a visitarlos, tenemos que escucharlos con atención para comprender mejor sus creencias, actitudes y circunstancias personales. w07 15/11 2:11, 12.

Saturday, August 29, 2009

Hacer Discípulos:


Cultivemos las cualidades necesarias para hacer discípulos
“Vayan [...] y hagan discípulos de gente de todas las naciones.” (MATEO 28:19.)
A FIN de cumplir la voluntad de Jehová, sus siervos a veces tienen que cultivar ciertas habilidades y actitudes. Por ejemplo, cuando Abrahán y Sara obedecieron la orden de Jehová de abandonar la próspera ciudad de Ur, se vieron obligados a desarrollar las cualidades y habilidades necesarias para vivir en tiendas de campaña (Hebreos 11:8, 9, 15). Josué, por su parte, necesitó valor, confianza en Jehová y un buen conocimiento de la Ley para introducir a los israelitas en la Tierra Prometida (Josué 1:7-9). Y aunque es posible que Bezalel y Oholiab ya tuvieran algunas destrezas, sin duda las perfeccionaron gracias al espíritu de Dios; de este modo pudieron participar en la construcción del tabernáculo y en otras labores relacionadas, sirviendo tanto de trabajadores como de supervisores (Éxodo 31:1-11).
2 Siglos después, Jesucristo dio la siguiente comisión a sus seguidores: “Vayan [...] y hagan discípulos de gente de todas las naciones, [...] enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). Era la primera vez que se concedía el privilegio de realizar una obra de tal envergadura. Ahora bien, ¿qué cualidades se necesitan para hacer discípulos? ¿Cómo podemos cultivarlas?
Manifestemos un profundo amor por Dios
3 Hace falta tener un profundo amor por Jehová para dirigirse a las personas y luego tratar de convencerlas de que lo adoren como el único Dios verdadero. Los israelitas podían demostrar que tenían esa clase de amor obedeciendo los mandamientos de Dios, ofreciéndole sacrificios gratos a sus ojos y alabándole con canciones (Deuteronomio 10:12, 13; 30:19, 20; Salmo 21:13; 96:1, 2; 138:5). Los cristianos también demostramos que amamos a Dios obedeciendo sus normas. Pero otra forma en que lo hacemos es participando en la obra de hacer discípulos. Por eso, cuando le hablamos a la gente acerca de Jehová y sus propósitos, debemos expresarnos con convicción y escoger palabras que revelen cuánto apreciamos la esperanza que él nos brinda (1 Tesalonicenses 1:5; 1 Pedro 3:15).
4 Jesús amaba profundamente a Jehová y por esta razón disfrutaba mucho hablando de Sus propósitos, del Reino y de la adoración verdadera (Lucas 8:1; Juan 4:23, 24, 31). De hecho, en una ocasión llegó a decir: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra” (Juan 4:34). Además, en él se cumplieron las siguientes palabras del salmista: “En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado, y tu ley está dentro de mis entrañas. He anunciado las buenas nuevas de la justicia en la congregación grande. ¡Mira! No restrinjo mis labios. Oh Jehová, eso tú mismo lo sabes bien” (Salmo 40:8, 9; Hebreos 10:7-10).
5 Algunas personas que acaban de aprender las verdades bíblicas sienten gran amor por Dios. Impulsadas por esta cualidad, hablan sobre Jehová y el Reino con tanta seguridad que logran convencer a muchos para que examinen las Escrituras (Juan 1:41). En efecto, lo que más nos motiva a los cristianos a participar en la obra de hacer discípulos es el amor a Dios. Por consiguiente, mantengamos vivo dicho amor siendo constantes en la lectura y meditación de la Biblia (1 Timoteo 4:6, 15; Revelación [Apocalipsis] 2:4).
6 No cabe duda de que el amor a Jehová contribuyó a que Jesucristo enseñara con tanto celo. Pero esa no fue la única razón por la que tuvo tan buenos resultados al predicar el Reino. ¿Qué otra cualidad lo ayudó a ser un buen formador de discípulos?
Mostremos verdadero interés en el prójimo
7 Jesús siempre se preocupó por la gente y mostró mucho interés en ella. Incluso antes de su vida humana, cuando era el “obrero maestro” de Dios, ya estimaba todo lo relacionado con la humanidad (Proverbios 8:30, 31). Y cuando vivió en la Tierra como hombre, se compadeció de quienes lo rodeaban y fue una fuente de alivio para los que acudían a él (Mateo 11:28-30). Jesús era tan amoroso y compasivo como su Padre, lo cual atraía a la gente a la adoración del único Dios verdadero. Personas de todo tipo lo escuchaban porque se interesaba de verdad por ellas y por su situación (Lucas 7:36-50; 18:15-17; 19:1-10).
8 Cuando cierto hombre le preguntó qué tenía que hacer para heredar la vida eterna, Jesús lo miró y “sintió amor por él” (Marcos 10:17-21). En otro pasaje leemos que “Jesús amaba a Marta y a su hermana y a Lázaro”, discípulos suyos que vivían en Betania (Juan 11:1, 5). Tanto se interesaba Jesús en las personas que llegaba a privarse del descanso necesario con tal de enseñarles las buenas nuevas (Marcos 6:30-34). Y fueron precisamente ese interés y ese amor tan profundos los que hicieron de él el mejor maestro a la hora de atraer a la gente a la adoración verdadera.
9 El apóstol Pablo también se interesaba profundamente por la gente a la que predicaba. Por ejemplo, a las personas que habían abrazado el cristianismo en Tesalónica les dijo: “Teniéndoles tierno cariño, nos fue de mucho agrado impartirles, no solo las buenas nuevas de Dios, sino también nuestras propias almas, porque ustedes llegaron a sernos amados”. El resultado del interés y el cariño de Pablo fue que algunos tesalonicenses “se volvieron de sus ídolos [...] para servir como esclavos [al] Dios vivo” (1 Tesalonicenses 1:9; 2:8). Si nosotros nos interesamos de verdad en los demás, tal como lo hicieron Jesús y Pablo, puede que también tengamos la satisfacción de ver cómo las buenas nuevas tocan el corazón de los que están “correctamente dispuestos para vida eterna” (Hechos 13:48).
Demostremos espíritu de sacrificio
10 ¿Quiénes son más eficaces haciendo discípulos? Los cristianos que tienen espíritu de sacrificio. Para ellos, la adquisición de riquezas no es lo más importante. En realidad, tal como dijo Jesús a sus seguidores: “¡Cuán difícil les será a los que tienen dinero entrar en el reino de Dios!”. Cuando Jesús pronunció aquellas palabras, los discípulos quedaron sorprendidos. Aun así, les siguió diciendo: “Hijos, ¡cuán difícil es entrar en el reino de Dios! Más fácil es que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el reino de Dios” (Marcos 10:23-25). Por esta razón, Jesús les recomendó un estilo de vida sencillo que les permitiría concentrarse en la formación de discípulos (Mateo 6:22-24, 33). Ahora bien, ¿por qué se necesita espíritu de sacrificio para hacer discípulos?
11 Porque enseñar todas las cosas que Jesús mandó exige mucho de uno. Los buenos formadores de discípulos se esfuerzan por dar clases bíblicas semana tras semana a las personas interesadas en el mensaje. Algunos hasta deciden trabajar menos horas para tener más posibilidades de encontrar a tales personas. Miles de cristianos aprenden otro idioma para predicar a determinados grupos étnicos de su zona. Incluso hay quienes dejan su hogar y se mudan a otra región o país a fin de aumentar su participación en la siega (Mateo 9:37, 38). Todo lo anterior requiere espíritu de sacrificio. Pero para ser un buen formador de discípulos se necesita algo más.
Tengamos paciencia, pero no perdamos el tiempo
12 Otra cualidad que nos ayuda a hacer discípulos es la paciencia. Esto es así porque, aunque nuestro mensaje cristiano exige que las personas actúen con urgencia, en muchos casos les tomará bastante tiempo ponerse de parte de la verdad (1 Corintios 7:29). Jesús no se impacientó porque su medio hermano Santiago tardara en hacerse discípulo. Aunque parece que Santiago conocía bien la labor evangelizadora de Jesús, por alguna razón no se decidía a dar ese paso (Juan 7:5). Sin embargo, debió hacerlo en el año 33, en el breve período transcurrido entre la muerte de Cristo y el Pentecostés. Llegamos a esta conclusión porque, como dan a entender las Escrituras, en ese período ya se estaba reuniendo junto con su madre, sus hermanos y los apóstoles para orar (Hechos 1:13, 14). Santiago progresó espiritualmente y más tarde asumió importantes funciones en la congregación cristiana (Hechos 15:13; 1 Corintios 15:7).
13 Muchos de los productos que cultiva el agricultor tardan en crecer. Lo mismo sucede con los frutos que los cristianos cultivamos en la gente: la comprensión de la Palabra de Dios, el amor a Jehová y el espíritu cristiano. Así pues, tenemos que ser pacientes. Santiago escribió: “Ejerzan paciencia, [...] hermanos, hasta la presencia del Señor. ¡Miren! El labrador sigue esperando el precioso fruto de la tierra, aguardándolo con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la lluvia tardía. Ustedes también ejerzan paciencia; hagan firme su corazón, porque se ha acercado la presencia del Señor” (Santiago 5:7, 8). Santiago animó a sus hermanos en la fe a tener “paciencia [...] hasta la presencia del Señor”. El propio Jesús demostró esta cualidad con sus discípulos, pues cada vez que no entendían algo, se lo explicaba con mucha paciencia, fuera directamente o valiéndose de ilustraciones (Mateo 13:10-23; Lucas 19:11; 21:7; Hechos 1:6-8). Hoy en día vivimos en la presencia del Señor. Sin embargo, sigue siendo necesario que enseñemos con paciencia a la gente, pues así lograremos que lleguen a ser discípulos de Cristo (Juan 14:9).
14 A pesar de nuestra paciencia, “la palabra del reino” no produce fruto en la mayoría de los estudiantes de la Biblia (Mateo 13:18-23). Hacemos todo lo posible por ayudarlos, pero si no dan fruto, descontinuamos el estudio y aprovechamos mejor el tiempo buscando a personas que realmente valoren la verdad bíblica (Eclesiastés 3:1, 6). Sin embargo, hay que tener presente que algunas personas que valoran la verdad necesitan que les dediquemos más tiempo de lo habitual para que puedan cambiar sus puntos de vista, actitudes y prioridades. Por eso, imitamos la paciencia que demostraba Jesús con sus discípulos cuando les costaba trabajo cambiar de actitud (Marcos 9:33-37; 10:35-45).
Cultivemos el arte de enseñar
15 Si queremos hacer discípulos, es fundamental que tengamos amor a Dios, interés en la gente, espíritu de sacrificio y paciencia. Pero también debemos cultivar nuestras habilidades como maestros, pues solo así lograremos explicarnos de manera clara y sencilla. Por ejemplo, el Gran Maestro, Jesucristo, pronunció muchas frases que impresionan por su sencillez. Probablemente recordemos las siguientes: “Acumulen para sí tesoros en el cielo”, “No den lo santo a los perros”, “La sabiduría queda probada justa por sus obras” y “Paguen a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios” (Mateo 6:20; 7:6; 11:19; 22:21). Sin embargo, Jesús no solo instruía con dichos breves. Cuando era oportuno, daba explicaciones más largas, aunque igualmente claras. ¿Cómo podemos imitar su forma de enseñar?
16 La clave para enseñar con sencillez y claridad está en la buena preparación. El ministro cristiano que no se prepara tiende a hablar demasiado. Dice todo lo que sabe sobre cada tema, de modo que las ideas principales terminan perdiéndose en un mar de palabras. En cambio, quien se prepara bien piensa de antemano en el estudiante, medita en el tema que van a analizar y explica solo lo necesario (Proverbios 15:28; 1 Corintios 2:1, 2). Tiene presente lo que ya sabe la persona y qué puntos debe destacar durante el estudio. Quizás conozca muchos detalles interesantes, pero como son innecesarios los omite, y así gana en claridad.
17 Además de ofrecer datos, Jesús ayudaba a razonar. Por ejemplo, en una ocasión preguntó: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes reciben los reyes de la tierra contribuciones o la capitación? ¿De sus hijos, o de los extraños?” (Mateo 17:25). Hoy, cuando damos clases de la Biblia, debemos permitir que la persona dé su opinión o explique el asunto que estemos analizando. Para ello tendremos que controlarnos, sobre todo si nos encanta explicar las verdades bíblicas. Por otra parte, no se trata de bombardear con preguntas al estudiante, sino de plantearle con tacto unas cuantas preguntas y comparaciones bien pensadas. De este modo lo ayudaremos a entender los razonamientos basados en la Biblia que se presentan en nuestras publicaciones.
18 La Biblia menciona el “arte de enseñar” (2 Timoteo 4:2; Tito 1:9). Tal arte implica mucho más que ayudar al estudiante a memorizar datos. El propósito es lograr que entienda la diferencia entre la verdad y la falsedad, entre el bien y el mal, entre la sabiduría y la insensatez. Si nos esforzamos por alcanzar esa meta y por infundir en su corazón amor a Jehová, tal vez le hagamos comprender por qué debe obedecerle.
Demostremos celo por hacer discípulos
19 La congregación cristiana es un conjunto de personas cuyo objetivo común es formar discípulos. Por eso, cada vez que alguien se hace discípulo, no solo se alegra el testigo de Jehová que lo encontró y le enseñó las verdades bíblicas. Es como cuando se organiza un grupo para buscar a un niño desaparecido. Aunque sea un solo individuo quien lo encuentre, todo el grupo se llena de alegría cuando el niño se reúne con sus padres (Lucas 15:6, 7). Efectivamente, hacer discípulos es un trabajo de equipo. Todos los cristianos colaboramos en la búsqueda de personas que puedan llegar a ser discípulos de Jesús. Y cuando empiezan a asistir a las reuniones en el Salón del Reino, cada uno de los presentes contribuimos a que crezca su aprecio por la adoración verdadera (1 Corintios 14:24, 25). De ahí que todos los cristianos nos alegremos de que anualmente decidan hacerse discípulos cientos de miles de personas.
20 A muchos hermanos fieles les encantaría ayudar a alguien a conocer a Jehová y la adoración verdadera, pero, aunque ponen todo su empeño, no lo consiguen. Si ese es su caso, siga cultivando su amor por Jehová, interésese en la gente, demuestre espíritu de sacrificio, tenga paciencia y desarrolle sus habilidades como maestro. Por encima de todo, exprésele a Jehová su deseo de enseñar la verdad a alguien (Eclesiastés 11:1). Y no pierda el ánimo. Recuerde que todo lo que realiza en el servicio de Jehová contribuye al éxito de la obra de hacer discípulos y glorifica a Dios.
¿Sabe explicarlo?
• ¿En qué sentido se pone a prueba nuestro amor por Dios en la obra de hacer discípulos?
• ¿Qué cualidades se necesitan para hacer discípulos?
• ¿Qué implica el “arte de enseñar”?
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué habilidades y actitudes necesitaron algunos siervos de Dios del pasado?
2. ¿Qué preguntas sobre la obra de hacer discípulos contestaremos en este artículo?
3. ¿Qué demostramos cuando participamos en la obra de hacer discípulos?
4. ¿Por qué disfrutaba Jesús hablando a la gente acerca de Jehová?
5, 6. ¿Qué cualidad resulta imprescindible para formar discípulos?
7, 8. ¿Qué sentía Jesús por la gente?
9. ¿Qué actitud demostró Pablo al hacer discípulos?
10, 11. ¿Por qué se necesita espíritu de sacrificio para hacer discípulos?
12, 13. ¿Por qué es muy importante tener paciencia al hacer discípulos?
14. Aunque somos pacientes con los estudiantes de la Biblia, ¿qué hacemos para aprovechar bien el tiempo?
15, 16. ¿Por qué es importante que el ministro cristiano se prepare bien y enseñe con sencillez?
17. ¿Cómo podemos ayudar a la gente a razonar a partir de las Escrituras?
18. ¿Qué implica el “arte de enseñar”?
19. ¿Por qué podemos decir que todos los cristianos contribuimos a la formación de discípulos?
20. ¿Qué debe hacer si desea enseñar la verdad bíblica a otras personas?
[Ilustración de la página 21]
Al hacer discípulos, los cristianos demostramos que amamos profundamente a Dios
[Ilustración de la página 23]
¿Por qué debemos interesarnos en el prójimo a fin de hacer discípulos?
[Ilustración de la página 24]
¿Qué cualidades se necesitan para hacer discípulos?
[Ilustración de la página 25]
Todos los cristianos nos alegramos al ver los buenos resultados de la obra de hacer discípulos.

1 Cor.15:7:


7 Después de eso se apareció a Santiago, luego a todos los apóstoles;

Hechos 15:13:


. 13 Después que cesaron de hablar, Santiago contestó, y dijo: “Varones, hermanos, óiganme.

Hechos 1:13-14:


13 Así, cuando hubieron entrado, subieron al aposento de arriba, donde estaban alojados, tanto Pedro como Juan y Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago [hijo] de Alfeo y Simón el celoso, y Judas [hijo] de Santiago. 14 Todos estos persistían de común acuerdo en oración, junto con algunas mujeres y María la madre de Jesús, y con los hermanos de él.

1 Cor. 7:29:



29 Además, esto digo, hermanos: el tiempo que queda está reducido. En adelante, los que tienen esposas sean como si no tuvieran,

La Paciencia:


Sábado 29 de agosto
Sus hermanos, de hecho, no ejercían fe en él (Juan 7:5).
Una cualidad que nos ayuda a hacer discípulos es la paciencia. Esto es así porque, aunque nuestro mensaje cristiano exige que las personas actúen con urgencia, en muchos casos les tomará bastante tiempo ponerse de parte de la verdad (1 Cor. 7:29). Algunas personas que valoran la verdad necesitan que les dediquemos más tiempo de lo habitual para que puedan cambiar sus puntos de vista, actitudes y prioridades. Jesús no se impacientó porque su medio hermano Santiago tardara en hacerse discípulo. Aunque parece que Santiago conocía bien la labor evangelizadora de Jesús, por alguna razón no se decidía a dar ese paso. Sin embargo, debió hacerlo en el año 33, en el breve período transcurrido entre la muerte de Cristo y el Pentecostés. Llegamos a esta conclusión porque, como dan a entender las Escrituras, en ese período ya se estaba reuniendo junto con su madre, sus hermanos y los apóstoles para orar (Hech. 1:13, 14). Santiago progresó espiritualmente y más tarde asumió importantes funciones en la congregación cristiana (Hech. 15:13; 1 Cor. 15:7). w07 15/11 1:12, 14.

Satanás el Diablo y sus trampas:


No caigamos en las trampas del “pajarero”
“[Jehová] mismo te librará de la trampa del pajarero.” (SALMO 91:3.)
LOS cristianos verdaderos nos enfrentamos a un temible enemigo de inteligencia y astucia sobrehumanas. En el Salmo 91:3 se le llama ‘el pajarero’. ¿De quién se trata? Ya en el número del 1 de junio de 1883, esta revista reveló su identidad. Este poderoso enemigo no es otro que Satanás. Al igual que un astuto cazador de pájaros, el Diablo trata de engañar y entrampar a los siervos de Jehová.
2 En el pasado se atrapaban aves por diversas razones. Unas veces era para disfrutar de su melodioso trino o de su colorido plumaje, y otras veces era para comerlas o para ofrecerlas como sacrificio. Dado que estas criaturas —cautas y huidizas por naturaleza— no eran presa fácil, el pajarero de tiempos bíblicos tenía que estudiar detenidamente las peculiaridades y costumbres de cada ave a fin de preparar trampas eficaces. Pues bien, al comparar a Satanás con un pajarero, la Biblia nos ayuda a comprender mejor sus métodos. El Diablo nos estudia a cada uno por separado. Primero se fija en cómo somos y en qué hábitos tenemos y, después, nos tiende sutiles trampas con el objetivo de capturarnos vivos (2 Timoteo 2:26). Caer en sus trampas puede llevarnos a la ruina espiritual y, finalmente, a la destrucción. De modo que si queremos escapar de este “pajarero”, nos conviene conocer sus trampas.
3 Además, el salmista compara a Satanás con un león joven y con una cobra, lo cual nos ayuda a entender mejor cómo actúa (Salmo 91:13). Al igual que un león, Satanás a veces ataca frontalmente valiéndose de la persecución o de leyes en contra de los siervos de Jehová (Salmo 94:20). Aunque estos ataques directos quizás hagan que algunos cristianos abandonen el pueblo de Jehová, a menudo tienen el efecto contrario: los siervos de Dios se unen todavía más. Pero ¿qué hay de los ataques más sutiles, como los de una cobra?
4 El Diablo emplea su inteligencia sobrehumana para lanzar mortales ataques a traición, como hace una serpiente venenosa desde su escondrijo. Así ha envenenado la mente de algunos siervos de Jehová hasta el punto de lograr que hagan su voluntad y no la de Dios. Claro, esto ha tenido lamentables resultados. Afortunadamente, nosotros no estamos en ignorancia de los designios de Satanás (2 Corintios 2:11). Analicemos, por tanto, cuatro de las mortíferas trampas que emplea este “pajarero”.
El temor al hombre
5 El “pajarero” sabe que los seres humanos tienen el deseo natural de ser aceptados por los demás. Y los cristianos no son la excepción, pues a ellos también les importa la opinión de la gente. El Diablo lo sabe y trata de aprovecharse de ese deseo para desequilibrarlos y hacerlos caer en la trampa. Una manera de conseguirlo es haciéndolos “temblar ante los hombres” (Proverbios 29:25). El siervo de Dios que, por temor al hombre, hace lo que Jehová prohíbe —o deja de hacer lo que él manda— ya ha caído en la trampa del “pajarero” (Ezequiel 33:8; Santiago 4:17).
6 Tomemos por caso al adolescente que, presionado por sus compañeros de estudios, fuma un cigarrillo. Seguramente no tenía la menor intención de fumar cuando salió de casa ese día para ir a clase. Sin embargo, ahí está, haciendo algo que daña su salud y desagrada a Dios (2 Corintios 7:1). ¿Cómo cayó en la trampa? Tal vez se juntó con quien no debía y temía que lo rechazaran. Por tanto, jóvenes, no se dejen engañar por el “pajarero”. Si no quieren caer en sus trampas y ser capturados vivos, no cedan en lo más mínimo. Recuerden siempre el consejo bíblico de evitar las malas compañías (1 Corintios 15:33).
7 Los padres cristianos se toman muy en serio su obligación bíblica de mantener a la familia (1 Timoteo 5:8). Sin embargo, Satanás quiere desequilibrarlos en este aspecto, y a veces lo consigue. Algunos cristianos ceden a la presión de sus jefes para que trabajen más horas y se pierden habitualmente las reuniones. O temen pedir días libres para asistir a todas las sesiones de la asamblea de distrito y adorar a Dios con sus hermanos en la fe. Pues bien, la clave para no caer en esta trampa es “conf[iar] en Jehová” (Proverbios 3:5, 6). Otra cosa que nos permitirá mantener el equilibrio es recordar que somos miembros de la casa de Jehová y que él se ha comprometido a cuidarnos. Padres, ¿están convencidos de que Jehová los va a ayudar a ustedes y su familia de una u otra forma, si hacen su voluntad? ¿O caerán en la trampa del Diablo y, por temor al hombre, harán lo que él quiere? Los animamos a orar y reflexionar sobre estas preguntas.
El lazo del materialismo
8 Otra de las trampas de Satanás es el materialismo. El sistema comercial de este mundo a menudo promueve negocios para enriquecerse en poco tiempo. A veces, seducidos por esa mentalidad, algunos miembros de la congregación pudieran recomendarle a uno: “Trabaja duro ahora. Cuando consigas cierta estabilidad económica, ya podrás tomarte las cosas con calma y disfrutar de la vida. Y, si quieres, hasta podrías hacerte precursor”. Este pudiera ser el argumento erróneo de algunos que intentan beneficiarse económicamente a costa de sus hermanos. Pero fijémonos bien en su argumento. ¿Acaso no refleja la misma forma de pensar del hombre rico “irrazonable” de la parábola de Jesús? (Lucas 12:16-21.)
9 El malvado sistema de Satanás induce a las personas a desear cosas materiales. Este deseo puede infiltrarse de tal modo en la vida del cristiano que poco a poco ahogue la palabra y la haga “infructífera” (Marcos 4:19). La Biblia nos anima a estar satisfechos teniendo sustento y abrigo (1 Timoteo 6:8). Sin embargo, por no seguir este consejo, muchos caen en la trampa del “pajarero”. ¿Será que su orgullo los hace creer que deben mantener cierto estilo de vida? ¿Y qué hay de nosotros? ¿Permitimos que nuestro deseo de poseer cosas desplace a un segundo lugar la adoración verdadera? (Ageo 1:2-8.) Es triste reconocer que, en tiempos de estrechez económica, algunos han sacrificado su espiritualidad por mantener el nivel de vida al que estaban acostumbrados. ¡Justo la actitud materialista que hace feliz al “pajarero”!
La trampa del entretenimiento dañino
10 Otra táctica con la que el “pajarero” entrampa a la gente consiste en socavar su sentido innato de lo que está bien y lo que está mal. La misma actitud que había en Sodoma y Gomorra domina gran parte de la industria del entretenimiento actual. Hasta algunos noticieros de televisión y artículos de revistas serias realzan la violencia y alimentan un morboso interés por el sexo. De hecho, buena parte del entretenimiento nubla la capacidad de la gente “para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Hebreos 5:14). No olvidemos, sin embargo, lo que Jehová advirtió por boca del profeta Isaías: “¡Ay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno[!]” (Isaías 5:20). Pues bien, ¿ha conseguido el “pajarero” corromper nuestra forma de pensar con este entretenimiento dañino? Los cristianos debemos hacernos un autoexamen a este respecto (2 Corintios 13:5).
11 Hace aproximadamente veinticinco años, La Atalaya dio una amorosa advertencia sobre las series de televisión. Hablando del sutil efecto que pueden tener las populares telenovelas, la revista mencionaba: “Se emplea la búsqueda del amor para justificar cualquier tipo de conducta. Por ejemplo, cierta joven soltera que está embarazada dice a una amiga: ‘Pero yo amo a Víctor. No me importa. [...] ¡El llevar dentro de mí su hijo compensa todo lo que yo tenga que hacer!’. La suave música de fondo dificulta el calificar de incorrecto el derrotero de ella. A la telespectadora también le agrada Víctor. Siente compasión por la muchacha. ‘La comprende.’ ‘Es asombrosa la manera como una razona’, declaró una telespectadora que más tarde recobró el juicio. ‘Sabemos que la inmoralidad es incorrecta. [...] Pero me di cuenta de que mentalmente estaba participando en ello’”.
12 Desde que se publicaron esos artículos, este tipo de programas degradantes se han vuelto cada vez más comunes. De hecho, en muchos lugares se emiten las veinticuatro horas del día. Y tanto hombres como mujeres, e incluso muchos adolescentes, alimentan de forma regular su mente y corazón con estas series. Sin embargo, los cristianos no deberíamos engañarnos. Sería un grave error razonar que no está mal ver esos programas porque, al fin y al cabo, en la vida real se ven cosas mucho peores. En cualquier caso, ¿qué justificación puede tener un cristiano para elegir entretenerse con personas a las que jamás se le ocurriría invitar a su casa?
13 A muchos cristianos les benefició prestar atención a esa advertencia del “esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45-47). Tras leer sus francas recomendaciones basadas en la Biblia, algunos lectores escribieron para explicar cómo les habían ayudado aquellos artículos. Una mujer confesó: “He sido adicta a las telenovelas durante trece años. Creía que, con asistir a las reuniones y predicar de vez en cuando, mi espiritualidad no se vería afectada. Pero no fue así. Acabé adoptando la actitud mundana típica de las telenovelas: si tu esposo te trata mal o no te hace sentir querida, el adulterio está justificado; la culpa es de él. Creyendo que estaba ‘justificada’, finalmente cometí adulterio y así pequé contra Jehová y contra mi cónyuge”. Esta mujer fue expulsada de la congregación, pero con el tiempo recapacitó, se arrepintió y fue readmitida. Aquellos artículos que prevenían contra las telenovelas le dieron fuerzas para evitar la clase de entretenimiento que Jehová odia (Amós 5:14, 15).
14 Otra carta decía: “Lloré al leer los artículos, porque me di cuenta de que mi corazón ya no le pertenecía por completo a Jehová. Así que le prometí en oración que me libraría de la adicción a estas series”. Después de agradecer los artículos, una cristiana que reconoció ser adicta a las telenovelas dijo: “Me pregunté [...] si podrían estar afectando mi relación con Jehová. ¿Cómo podía ser amiga de ‘ellos’ [los personajes de las series] y al mismo tiempo ser amiga de Jehová?”. Si hace casi veinticinco años ese tipo de programas de televisión ya corrompían el corazón de las personas, ¿qué efecto tendrán ahora? (2 Timoteo 3:13.) No subestimemos, por tanto, la trampa satánica del entretenimiento dañino en cualquiera de sus variantes, ya sea en forma de telenovelas, videojuegos violentos o videos musicales inmorales.
La trampa de las diferencias personales
15 Satanás se vale de las diferencias personales para causar divisiones en el pueblo de Jehová. Cualquiera —sin importar los privilegios de servicio que tenga— puede caer víctima de esta trampa. ¿Cómo? Al permitir que las diferencias personales alteren la paz, la unidad y la prosperidad espiritual del pueblo de Jehová (Salmo 133:1-3).
16 Durante la primera guerra mundial, Satanás atacó frontalmente a la parte terrestre de la organización de Jehová en un intento de destruirla. Pero no tuvo éxito (Revelación 11:7-13). Desde entonces, ha tratado sutilmente de romper la unidad del pueblo de Dios. Si nosotros dejamos que las diferencias personales nos separen, podríamos estar siguiéndole el juego al “pajarero”, pues estaríamos impidiendo que el espíritu santo fluya libremente en nuestra vida y en la congregación. Esto le complacería mucho a Satanás, pues sabe que cualquier alteración de la paz y unidad de la congregación afecta la predicación (Efesios 4:27, 30-32).
17 Ahora bien, ¿qué podemos hacer si tenemos un problema con un compañero cristiano? Es cierto que cada situación es distinta. Sin embargo, por muchas razones que haya para que surjan diferencias personales, no hay ninguna razón para no resolverlas (Mateo 5:23, 24; 18:15-17). Los consejos que encontramos en la Palabra de Dios son inspirados y, por tanto, perfectos. Así pues, pongamos en práctica los principios bíblicos, ya que estos nunca fallan.
18 Jehová no solo está “listo para perdonar”, sino que también concede “el verdadero perdón” (Salmo 86:5; 130:4). Una forma de demostrar que somos hijos amados de Jehová es imitándolo (Efesios 5:1). Todos somos pecadores y necesitamos desesperadamente el perdón de Jehová. Por eso, debemos tener cuidado si nos damos cuenta de que nos cuesta perdonar a alguien. Podríamos acabar como el esclavo de la parábola de Jesús que se negó a perdonar la deuda de otro esclavo. Cuando se enteró su amo —que le había perdonado a él una deuda muchísimo mayor—, lo mandó encerrar en prisión. Jesús concluyó su parábola diciendo: “Del mismo modo también tratará mi Padre celestial con ustedes si no perdonan de corazón cada uno a su hermano” (Mateo 18:21-35). Meditemos en esta ilustración y pensemos cuántas veces nos ha perdonado Jehová a nosotros. De seguro, eso nos animará a resolver cualquier diferencia personal que tengamos con nuestros hermanos (Salmo 19:14).
Seguros en “el lugar secreto del Altísimo”
19 Vivimos en tiempos peligrosos. Si no contáramos con la amorosa protección de Jehová, hace tiempo que Satanás habría acabado con todos nosotros. Para no caer en las trampas del “pajarero”, debemos permanecer en “el lugar secreto del Altísimo”, un lugar simbólico donde encontramos protección “bajo la mismísima sombra del Todopoderoso” (Salmo 91:1).
20 Por lo tanto, veamos siempre las normas y recordatorios de Jehová como medidas de protección, y no como un medio para cortarnos las alas. Todos nos enfrentamos a un enemigo de inteligencia sobrehumana. Sin la ayuda de Jehová, nadie podría escapar de sus trampas (Salmo 124:7, 8). Así pues, pidamos a Jehová ayuda para nunca caer en las trampas del “pajarero” (Mateo 6:13).
[Nota]
La Atalaya del 15 de mayo de 1983, págs. 3-7.
¿Lo recuerda usted?
• ¿Por qué es una trampa mortal “temblar ante los hombres”?
• ¿Cómo utiliza el Diablo el lazo del materialismo?
• ¿Cómo ha usado Satanás el entretenimiento dañino para entrampar a algunos cristianos?
• ¿De qué trampa se vale el Diablo para romper nuestra unidad?
[Preguntas del estudio]
1. ¿Quién es el “pajarero”, y por qué es peligroso?
2. ¿Por qué se compara a Satanás con un pajarero?
3, 4. ¿Cuándo se parecen los ataques de Satanás a los de un león, y cuándo a los de una cobra?
5. ¿Por qué es tan efectiva la trampa de “temblar ante los hombres”?
6. ¿Qué caso ilustra cómo puede caer un joven en las trampas del “pajarero”?
7. ¿Cómo consigue Satanás que algunos padres pierdan su equilibrio espiritual?
8. ¿Cómo utiliza Satanás la trampa del materialismo?
9. ¿Por qué podría entrampar a algunos cristianos el deseo de poseer cosas?
10. ¿Qué autoexamen deben hacerse los cristianos?
11. ¿Qué advertencia sobre las telenovelas se dio en La Atalaya?
12. ¿Qué indica que todavía es pertinente la advertencia sobre las series de televisión?
13, 14. ¿Qué dijeron algunos lectores sobre cómo les habían beneficiado las advertencias sobre la televisión?
15. ¿Cómo entrampa Satanás a algunos cristianos?
16. ¿Qué logra sutilmente Satanás si permitimos que las diferencias personales nos separen?
17. ¿Qué nos ayudará a resolver las diferencias personales que puedan surgir?
18. ¿Cómo nos ayuda el ejemplo de Jehová a resolver las diferencias personales?
19, 20. ¿Cómo debemos ver “el lugar secreto” y la “sombra” de Jehová en estos tiempos peligrosos?
[Ilustración de la página 27]
Algunos han caído en la trampa de “temblar ante los hombres”
[Ilustración de la página 28]
¿Le gusta el entretenimiento que Jehová odia?
[Ilustración de la página 29]
¿Qué podemos hacer si tenemos diferencias personales con un hermano cristiano?

2 Corintios 2:11:


11 para que no seamos alcanzados por Satanás, porque no estamos en ignorancia de sus designios.

Salmo 94:20:


20 ¿Acaso el trono que causa adversidades estará aliado contigo
mientras está forjando penoso afán mediante decreto?.

Ataques de Satanás:


Viernes 28 de agosto
Sobre el león joven y la cobra pisarás; hollarás al leoncillo crinado y a la culebra grande (Sal. 91:13).
El salmista compara a Satanás con un león joven y con una cobra, lo cual nos ayuda a entender mejor cómo actúa. Al igual que un león, Satanás a veces ataca frontalmente valiéndose de la persecución o de leyes que perjudican a los siervos de Jehová (Sal. 94:20). Aunque estos ataques directos quizás hagan que algunos cristianos abandonen el pueblo de Jehová, a menudo tienen el efecto contrario: los siervos de Dios se unen todavía más. Pero ¿qué hay de los ataques más sutiles, como los de una cobra? El Diablo emplea su inteligencia sobrehumana para lanzar mortales ataques a traición, como hace una serpiente venenosa desde su escondrijo. Así ha envenenado la mente de algunos siervos de Jehová hasta el punto de lograr que hagan su voluntad y no la de Dios. Claro, esto ha tenido lamentables resultados. Afortunadamente, nosotros no estamos en ignorancia de los designios de Satanás (2 Cor. 2:11). w07 1/10 3:3, 4

Friday, August 28, 2009

Análisis de documento revelado:

El Decreto Ley que se me aplicó-como puede verse-de 12 de marzo de 1980, nada tenía que ver o muy poco con las nuevas condiciones histórico-sociales que vivía el pueblo cubano en enero de 1996.

Yo dirigía legalmente una investigación multidisciplinaria sobre la influencia de la obra artística de Silvio Rodríguez Domínguez en la juventud , y mis alumnos de Filosofía y Estética eran grupos experimentales a los que yo impartía esas asignaturas con programas adaptados a esas circunstancias experimentales. Ya casi Silvio había aceptado que se creara incluso una cátedra sobre su obra, a lo cual se resistió bastante, ( al igual que a la investigación en general); pero finalmente lo hizo.Todo eso se había hecho con el consentimiento del Departamento, la Facultad, el Instituto, el Ministerio de Educación y por supuesto del P.C.C.

Fue cierto que escribí en la pizarra mi aval cuando empezó el curso en septiembre, en una clase introductoria, pero con el fin de que los alumnos me dieran en una encuesta el aval de ellos; formaba parte de mi investigación. Y eso no salió a relucir hasta marzo del año siguiente(96), después de mis planteamientos críticos en un Balance del Partido, a finales de enero de ese año.

Los alumnos conocían ya los planteamientos que yo había hecho en la Asamblea de Balance del P.C.C de enero del 96, los conocían a través de otros trabajadores que estuvieron allí y quizás de dirigentes de la Federación Estudiantil Universitaria presentes; yo sólo lo confirmé a los pocos que me preguntaron al respecto.

Lo que hablaron los alumnos sobre mí, no me consta, pues nunca fue en mi presencia. Sólo sé que a varios del grupo de Biología 1er Año los tuve que persuadir de que no se siguieran rebelando contra la injusticia contra mí cometida, pues podían ser expulsados también y perder su carrera. Se resistían a las clases del nuevo profesor que les resultaban aburridísimas y se manifestaban a mi favor en el Comité de Base de la Juventud Comunista. Yo los neutralicé además porque confiaba en ese entonces en que ganaría la Apelación, pues realmente yo no era entonces disidente y mucho menos opositora política, aunque había tenido algunas confrontaciones públicas con algunos dirigentes del instituto y hasta provinciales del Partido,el Sindicato, la Federación de Mujeres Cubanas, Cultura...; pero en el marco de reuniones, asambleas y sin faltas de respeto.

Los problemas personales de los que hablaba a mis alumnos eran de naturaleza económica y en el marco de seminarios y clases prácticas relacionadas con ellos; en ese tiempo con los 390 pesos cubanos que ganaba, no podía comprarme un reloj-por ejemplo-y se me iban en 4 jabones y ` botella de aceite. No habían generalizado aún maestrías, doctorados, viajes para trabajar en el extranjero..., y el malestar del profesorado con las diferencias sociales era grande. Ese tipo de clases en Filosofía y Economía se prestaban para el debate; los alumnos se expresaban y yo también. El objeto de la Filosofía es la relación hombre-mundo.

Los estudiantes me visitaban en mi casa para consultas relacionadas con los seminarios, las clases prácticas experimentales, los trabajos extracurriculares y de investigación en general y a veces oían discos de Silvio Rodríguez. Con algunos los lazos amistosos se estrecharon mucho; cosa que considero normal y ético.

Es totalmente falso que no citaba y analizaba textos de José Martí, del cual era una gran admiradora como cubana, escritora y poeta, de Carlos Marx, Federico Engels y otros, incluído el propio Fidel Castro y de los Documentos del Partido Comunista , como pedían los Programas Escolares; y por eso mis clases eran evaluadas entre 4 y 5 puntos generalmente. También los resultados académicos de los estudiantes eran buenos aún cuando eran evaluados por otros profesores en tribunales de calificaciones y por eso tenía hasta entonces muchos reconocimientos, incluídas las medallas a educadores.

Fue cierto que ponía canciones de Silvio en clases y una vez antes del examen, canciones grabadas de discos, incluso de los últimos discos, para motivarlos, como un recurso didáctico, pero en función de objetivos. Y lo hice incluso en Postgrados que impartí a otros profesores hasta en la Escuela Provincial del Partido con dirigentes; y nadie se quejó, ni protestó nunca-al menos delante de mí.Y si alguien lo hizo a mis espaldas, a lo mejor el próximo 20 de septiembre estará en La Habana en un verdadero concierto con Silvio, Amaury, Juánes....Quizás hoy Silvio no sea para ellos "una influencia negativa"que "transmitir a los alumnos, a los niños y jóvenes".Quizás hoy eso no sea un mal "ejemplo para la formación de la personalidad comunista".Los tiempos cambian.Verdad?.

Revelación de documento vergonzoso, mentiroso y manipulador:

Por: Diana Margarita Cantón Martínez:

El siguiente documento que revelaré, para mi tiene todas esas características. Se trata de la respuesta de mi antiguo rector ante una Apelación por la pérdida de mi trabajo después de laborar 16 años en ese centro y 27 años en el Ministerio de Educación en Cuba.
Dice textualmente:

Resolución Rectoral No 16/96

Por cuanto: El que suscribe ha sido designado en el cargo de Rector del Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Río, mediante Resolución Ministerial 253/95 del Ministerio de Educación.
Por cuanto: El Decreto Ley No 34 de fecha 12 de marzo de 1980 en su artículo 1, faculta a los rectores de los centros de educación superior para que puedan disponer directamente la separación de su puesto o cargo cuando se cometa alguno de los actos o conductas que se señalan en el presente Decreto-Ley.
Por cuanto: La trabajadora Diana Margarita Cantón Martínez, que labora como profesora del Departamento de Ciencias Sociales, adscrito a la Facultad de Humanidades de este Instituto Superior Pedagógico en ocasiones ha utilizado los marcos de la docencia para aspectos que no tienen relación con los programas de estudio, en turnos de clases ha dedicado tiempo a escribir en la pizarra su aval político e intelectual en general, después de la Asamblea de Balance del P.C.C.( Partido Comunista de Cuba) en el Instituto Superior Pedagógico nuestro le expresó a algunos alumnos los criterios manifestados por ella en dicha asamblea, criterios estos por los cuales se fue solicitada la separación de las filas del P.C.C.
Por cuanto: Es criterio de alumnos de 4to año de Plástica( Artes Plásticas) que ellos no se sienten preparados ya que la profesora Diana Margarita hablaba de otro tema, que en ocasiones se ha puesto a manifestar algunos problemas que ella enfrenta de índole personal, que no saben con qué objetivo a ella le causa placer que los estudiantes vayan a su casa. Otros manifiestan que no debe permanecer en el Pedagógico, expresan con preocupación que ella imparte la asignatura Filosofía y que no hace referencias a Martí, Marx, Fidel y otros, sino que hace referencia a Silvio Rodríguez( el cantautor cubano). Que en una ocasión tenía un Seminario Integrado del Semestre y la profesora los sometió a escuchar un concierto de Silvio antes del examen.
Por cuanto: Es criterio de la mayoría de los profesores del Departamento de Ciencias Sociales que la profesora del Departamento de Ciencias Sociales que la profesora Diana Margarita Cantón Martínez no debe continuar como docente por la influencia negativa que transmite a los alumnos. Que ha hecho manifestaciones de carácter negativo alrededor de dirigentes de nuestra Revolución.
Por cuanto: La conducta de la trabajadora Diana Margarita Cantón Martínez, resulta incompatible con los requisitos exigidos a todas aquellas personas que de una forma u otra se vinculan con los niños y jóvenes en el proceso educativo, las que deben constituir ejemplos para la formación de la personalidad comunista, considerando que su conducta está prevista en el inciso e , artículo 2 del Decreto-Ley No.34 de marzo de 1980.
Por tanto: En uso de las facultades que me están conferidas:

Resuelvo:

Primero: Disponer la separación definitiva de la trabajadora Diana Margarita Cantón Martínez del organismo Ministerio de Educación en todas las ramas y esferas de la labor propia de éste.
Segundo: Disponer que la trabajadora sea propuesta a disposición del Organo de Trabajo correspondiente a los efectos de su ubicación en otro organismo.
Tercero: Comuníquese la presente Resolución a las partes interesadas y a cuantas personas naturales y/o jurídicas proceda hacerlo, significando que contra lo resuelto en la misma cabe imponer Recurso de Apelación ante el Ministro de Educación dentro de los diez días hábiles siguientes al de su notificación, lo que deberá tramitarse por conducto del que suscribe.
Cuarto: Archívese en el consecutivo de Resoluciones de esta entidad estatal.


Nota de la blogguista: En el próximo Post haré un análisis de este documento que había tratado de olvidar.