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Sunday, October 31, 2010

Como elefantes:


Debemos ser como los elefantes …

Con pies grandes y pesados… Para tenerlos bien fijos en la tierra y no elevarnos.
Con orejas grandes… Para aprender a oír y no actuar a ciegas.
Con boca chica… Para no andar parafraseando, ni hablando de más.
Con colmillo largo… Para saber actuar en momentos difíciles.
Tener piel áspera y dura… Para aguantar los embates de los demás.
Tener cola corta… Para que nadie, por más que quiera, pueda hablar de ti.
Tener su memoria… Para que nunca olvides quién realmente eres.

Y como el elefante, que cuando sabe que va a morir regresa a su lugar de origen, igualmente tú, cuando sientas que haz caído en lo más profundo, que no puedes salir y no encuentras ni un rayo de luz dentro del laberinto en que estás inmerso, que lo has perdido todo y no te
queda nada, regresa a tu lugar de origen, regresa a naturaleza,regresa a ser tú nuevamente, porque tal vez, ¡por la falta de memoria
olvidaste quién realmente eres!

Marta Quelle

Thursday, October 28, 2010

Novela El Aviador de Diana Margarita Cantón Martínez ( Ruiz):







(Versión más reciente).




La visita del Papa a Cuba en 1998:
Por Diana Margarita Ruiz.

El 21 de enero de 1998 me sentía diana de los pinos, el río, los caminos, diana misionera en desgracia; Cupido me hacía blanco en cada puesta de sol para que cobijara en su sombra y sanara con agua musical al más necesitado.

Estaba bajo los efectos de una influencia espiritista sin darme cuenta.

Pensaba que Josefina, Nila, de la Casa de la Cultura Municipal, así como Cachita, Valverde, la Pompa, Sixta, Aymee, Yaína, Adela y los otros, por lo menos 19 amigos, creían en mí pese a todos los estigmas y anatemas posteriores a marzo de 1996.

Josefina y Nila tenían- pensaba- cierto poder para darme otra oportunidad. La vida después demostró que no.

El 21 de enero mis cuatro hamburguesas sin pan, típicas de las tres y pico de la tarde saludaron desenvueltas el sobrevuelo casi rasante del Vicario de Cristo sobre la ciudad de nadie y mi nuevo reparto (el Hermanos Cruz, conocido por todos como El Calero, por el antiguo dueño del territorio probablemente).

La gente estaba gritando y saludando en los balcones. Los muchachos de la Secundaria Básica Carlos Ulloa muy eufóricos, contagiantes de entusiasmo.

Pero no vi espejitos, banderitas, ni cosas espectaculares, como seguro los hubo en el casco urbano, en la catedral, el obispado, las iglesias y en el desierto mágico de mi Rancho original, ancestral, vedado, perdido desde 1993, por no tener pista de aterrizaje en él ya.

La Serafina (mi amiga) tal vez saludó desde el barrio de las extrañas casas y flores eróticas o desde un semillero o casa de tabaco, o desde una obra en construcción donde se inspiraría para una poesía más pura.

Lo cierto es que la destrucción de Babilonia La Grande se aproximaba-pensaba, ¿Sin saber exactamente todavía qué era? ¿En qué consistía?

Se cumplían todas las profecías, todos los hechizos, y yo seguía condenada por el maleficio del que no me acababa de librar.

Eso suponía en ese tiempo. No entendía nada ya ni de misas, ni de consignas, cantos:
(Fidel presente, el Papa está presente, ¿consciente?- ¿De qué?-Juan Pablo, amigo, Cuba está contigo-Ya llegó, ya llegó, Juan Pablo II ya llegó...).

Yo no entendía nada de archivos y llamadas secretas, anónimas, desestabilizadoras, aprovechadoras de mi aprensión y sensibilidad.

Todo se había vuelto cada vez más satánico.

Y los testigos de Jehová trabajando más fatigosos que nunca, avisando del ciclón más próximo que nunca, alertando a camellos, dromedarios, presidentes de Comités..., y uno de ellos:

-No, yo estoy con Fidel y con el Papa, no con ustedes.

Sin saber nada de la Biblia, sin haberla leído nunca, pero curándose siempre con las hierbas de su madre, pasándole la mano ella a toda la familia y vecindad y recordando el mito-realidad de Antoñica Izquierdo, de la que fueron vecinos-decía ella-en Los Cayos de San Felipe, antes de mudarse para el edificio.

El presidente era una gran persona, ejemplo en todo, el primero en chapear..., pero sólo repetía, obedecía; y no le iba mal, hasta un carro le habían dado por Vanguardia, y se lo dio al hermano que era quien llevaba al médico a la madre y a la hermana bobita.

Ni refrigerador tenía en la casa el presidente, aunque los viejos, los enfermos y niños y todos lo necesitaran tanto, aunque ya casi todos lo tenían, pero él era muy altruista y se animaba cuando llegaban los huevos, la jamonada mezclada y el picadillo de soya por "el esfuerzo del partido" en garantizar lo que debía ser permanente para tantos.

Al presidente le iba bien la canción:

Viven muy felices, los que repiten la lección como aprendices,...los que mañana no serán ya ni raíces...Viven muy felices los que no miran más allá de sus narices...No digo yo...

Y el Aviador entrecomillaba sin ser exactamente textual aquella canción que recordaba en su novela y que era del tiempo de la gran crisis de la religión por las razones que hubieran sido, que era de la época del Ateísmo Científico y no de la Religión Científica.

Mas la abuela de La Habana siempre lo decía:

La revolución se hizo con los religiosos también, en La Sierra hubo mucha santería y los primeros discursos de Fidel eran con versículos bíblicos.
Pero El Aviador, La Serafina, yo y toda esa generación y la que le siguió aprendió en las escuelas que aquello era ignorancia, oscurantismo...y nos hicimos irreverentes.

Tal fue el desastre que ahora había que clamar por Dios otra vez. El era la única esperanza de humanismo real o de poshumanismo, y eso a algunos que pensaban les chocaba psicológica, filosófica y políticamente.

Los oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior que cambiaron el tradicional cuadro del corazón de Jesús de sus padres y abuelos por las fotos de los nuevos dioses (humanos), se sentían algunos con el mundo al revés con aquello de tener que ir a misa por respeto, cortesía y todo lo demás; aunque muchos, en el fondo se alegraban de todo aquello que se correspondía con sus verdaderos sentimientos y con su subconsciente.

Algunos dudaban, sospechaban de la Iglesia católica, la veían como contrarrevolucionaria, se lo enseñaron en la práctica, aunque se dijera que no fue el mensaje oficial original, pero así lo captaban e interpretaban.

Mas hasta esos veían como una bendición de Dios, como un rayo de luz la visita de aquel anciano con bastón, gorro, voz cansada, pero prestigioso, venerable, ejemplar, talentoso, audaz...

Otros comprendieron perfectamente que la alianza entre marxistas y cristianos revolucionarios no era solo táctica, sino además estratégica, que los evangélicos, por ejemplo, nos estaban enseñando con sus acciones a ser cristianos, y el líder poco a poco lo venía explicando, por lo menos desde el libro "Fidel y la religión" de Betto.

A esos el asunto no les tomó por sorpresa; pero fuera por lo que fuera:"las masas "iban para allá: como Vicente: para donde iba la gente, moldeablemente: era normal.

Para otros era bien diabólico que religión y política conformaran un ajiaco que olía a Bizancio, a Roma...y no a criollo. Para ellos el beso a su tierra no se sabía de quién era, ¿de dónde venía realmente?

Yo evadía coches y mostradores porque no tenía trabajo ni dinero; pero me envolvían otra vez los presuntos sofismas, volvían a enternecerme y agradecía la bendición para los pobres, enfermos, marginados, dañados en su cuerpo y espíritu, lo agradecía como las bendiciones, rezos y oraciones de mi madre en todos los tiempos desde la infancia.

Yo también alababa a Jesucristo, el hijo del Padre Jehová, fuera o no Dios hecho hombre, me daba igual la trinidad, el desdoblamiento o no de Verbo (Palabra)-Hombre (Hijo que lavaba con sangre en la cruz los pecados)-Hombre pecador enjuiciado y con la dádiva de vida eterna.

No soportaba la idea de un infierno, me parecía monstruoso, ni tampoco me gustaba el espiritismo, el budismo, eso de reencarnar el alma en otros cuerpos con nuevas muertes, dolores, angustias, sufrimientos, calvarios...

Creía en Jehová Dios, en su hijo Jesucristo y en los apóstoles, héroes, mártires, en los que "sabían morir en su papel", no solo en la cruz, "de cara al sol”, en los sangrientos campos de batalla y en el hambre.

Era ecléctica, poshumanista, martiana, guevarista, silviófila, silvióloga en esa época. Y eso molestaba a unos cuantos.

Para mí "La muerte es (era) azul, es blanca, es color de perla, es la vuelta al gozo perdido, es un viaje...”

Amaba la vida. Para mí era un deber y un placer y un tormento vivir; había que tener valor para vivir y después ganar el derecho a descansar en paz, a ser libre, feliz, a ser bien recordada, a inspirar, a arrastrar a la gloria de la muerte; la eternidad la veía en los otros y no en mi misma individualmente; así me habían educado.

Más seguía confundida. No admitía imposiciones, castigos que me "entraran por el aro". No soportaba la idea de ser religiosa activa y practicante de ninguna religión. No soportaba la ritualidad, los dogmas, la obediencia.

El propio comunismo veía que en la práctica se había convertido en otra religión. Admitía solo el gobierno de Jehová desde mi casa, sin obligaciones de templos, iglesias, misas, horarios, citas....Aunque en realidad a veces iba, pero lo mismo a una que a otra confesión religiosa. Iba como por cultura.

Conversaba con Jehová directamente, me confesaba a solas con él y le rogaba y le pedía. Pero no era de yeso, ni de papel, ni de cobre, ni de madera, ni de oro....Era abstracto, espiritual, invisible. Tenía una voz que no escuchaban mis oídos sino mi corazón, o mi cerebro.

Gracias a Jehová pude vencer todos los obstáculos de Satanás encarnado en "el bloqueo”, interno y externo, en la incomunicación a la que me sometieron camellos, dromedarios, serafines, bestias, serpientes, tigres...

En 1992 Clara González (musicóloga) se asombraba de que llamara a Dios por su nombre: Jehová. En 1996 dije al Rector de mi Universidad Pedagógica que:

Fue Jehová quien me llevó la maleta negra inmensa al Comité Central, el Consejo de Estado...... (Usando sus ángeles, al pintor Toste, católico, y a muchos desconocidos que me la cargaron misteriosamente, después que mi esposo me la trasladó sobre su bicicleta hasta la Terminal de Ómnibus y la subimos a un camello o Transporte Popular (Impopular) en Pinar del Río).

Por todo eso ya en 1998 era la meta de unos pocos y no ya de Leonor (la joven profesora comunista).

Era al menos un reto para otros. Si al final era excomulgada-como resultó, o separada, no había claudicado y había sido honesta, limpia, pura, santa como Jehová y Jesús, decente. Así pensaba entonces y hoy también.

¿Me quedaría el Partido de los Sueños donde jamás el candor sería desahuciado, donde las flores marchitas en asamblea podrían resucitar el jardín, un jardín tan o más bello que el del pintor-escultor...jardinero de esta novela de ficción?

En él volaría sin temor el colibrí de Silvio y cantaría nada tímido el canario de la Virgen de Los Cayos para todos y con todos, y Taita René, el haitiano, no sería una trucha ni nada invisible.

Todos estos amigos serían eternos; no víctimas, incomprendidos, silenciados, sombra, instrumentos de nadie, perseguidos.

Porque todos ellos sabían que lo importante no era esquivar el laberinto, los espejos, el canto de sirenas; sino salir y superarlo, crecer, aunque Doña Daniela, Don Miguel, el Señor X, la Señora Y o Z silenciaran al simple, al humilde compañero.

Lo importante era un aula, una fábrica, un surco, un edificio, un niño, un vestido, un artista, un escritor, una verdad... (Eso pensaba yo cuando llegó Juan Pablo en 1998 y cuando Satán aún no había hecho ciertos malabares que me entretuvieron).


La complejidad de mi transformación ideológica, filosófica, política, espiritual y psicológica es difícil de comprender hasta por mis propios hijos, hermano, familia en general, amigos...


Pero Jehová y yo y mis hermanos espirituales la entendemos muy bien. El puede cambiar las personalidades.

Nunca fui practicante de ninguna religión antes del 2005; aunque haya sido comunista desde 1968, socialista democrática desde 1999, luchadora formal por la democracia y los derechos humanos desde 1999.


Del comunismo pasé a una ecléctica o confusión y de ahí al cristianismo. Ya en los años 70 me había leído por cuenta propia Génesis y Apocalipsis o Revelación. En los 80 mi hermano me había leído Eclesiastés y algunos Salmos. A principios de los 90 me leí Job.


En 1986 fui por segunda vez en mi vida a una Iglesia( católica )en Miramar a realizar una clase práctica de Ateísmo Científico indicada por una profesora rusa de la Facultad de Superación y Recalificación de Ciencias Sociales en La Universidad de La Habana.



En Camagüey en los 90 visité algunas iglesias como parte del Programa de un Evento nacional de Extensión Universitaria que comenzó en la iglesia vinculada a la muerte del Mayor Ignacio Agramonte, pues cultura, patriotismo y religión casi siempre han tenido relación.



Recuerdo que muchos nos miramos con recelo de que otro(s) nos delataran al regresar, pues aunque era un evento oficial, aún habían muchos prejuicios respecto a la religión.


Alrededor de 1994 empecé a vincularme con Dagoberto Valdés, la revista Vitral y el Centro de Formación Cívica y Religiosa, pero a la vez ya estudiaba la Biblia con los testigos de Jehová y leía de todas las filosofías y religiones que podía encontrar.


Estaba muy abierta a todo conocimiento, cultura, espiritualidad.

Solo después del 2005 hice una elección (a los 52 años). En 1997-98 vi videos y leí sobre Juan Pablo II y llegué a ilusionarme con su visita. Incluso le escribí una carta-testimonio que evidenciaba un acercamiento al catolicismo que nunca se llegó a convertir en bautismo consciente.



Mi único bautismo católico fue alrededor de los 7 meses de edad.



Mi bautismo comunista fue en 1968 después de la muerte del Che Guevara; lo demás fue pura confusión e indefinición por la que pasaron muchos en la izquierda,  incluso antes que yo aunque hoy no lo digan y aunque jamás hayan perdido los frijoles.



Nunca fui de centro,  ni mucho menos de derecha en política. Más bien tuve fama de ultraizquierdista pues defendí más el fidelismo y sobre todo el comunismo que muchos que sí fueron condecorados por la Seguridad del Estado; a mí no me condecoraron,  ni yo me dejaría condecorar jamás. Lo que sí nunca he dejado de ser es una mujer de fe.



Todo lo he hecho con fe y gran pasión y convicción. Aclaro esto para que se entienda lo que contaré después.


Y además destaco que en 1995 cuando escribí Profecías,  influida por interpretaciones evangélicas de su cumplimiento que me dio a leer mi hermano, tampoco tenía compromisos religiosos con nadie; las escribí porque las sentía, porque estaba muy enamorada en ese entonces y porque por encima de todo ya amaba de algún modo a Dios (además de al pueblo de Cuba y al género humano).


Nada de lo que he escrito ha carecido de Amor nunca.

Yo diría que ese Jesucristo al que le estoy escribiendo ahí,  es más erótico que perfecto y espiritual (Dios o hijo de Dios). En esos momentos no tenía muy clara la diferencia entre Jehová y Cristo, entre Dios y dioses. Eso ni remotamente empequeñece mi visión actual de Cristo, al contrario.


El Aviador sabía que yo no solo esperaba por la fuerza activa de Dios, por el Espíritu Santo, por la Venida de Jesucristo o del Santo Padre, o Santidad Juan Pablo II:

("Se ve, se siente, Juan Pablo está presente").Yo esperaba además por mi padre de sangre roja, boca negra y corazón azul.


Tenía le esperanza de que llegara en el Crucero, pensaba que gratuitamente o al menos a precio muy módico; pero suspendieron el Crucero, y al parecer tampoco pudo hacer el viaje mi padre en el lomo de un elefante o un Unicornio Azul.


Seguía perdido y desde septiembre del 97 no respondía las cartas, ni llamaba. Alina Alicia al parecer tampoco regresó de New Jersey, aunque de allá vinieron peregrinos, como 420 de New York, 300 de México y muchos de todas partes, ¡váyase a ver por qué vías!

Gritaban algunos:

"Viva Jesucristo, nuestro rey"; pero el Unicornio no volvía y si lo hiciera- dijo Nelson Castillo,  que nada tenía de bobo, lo había demostrado," sería con la pata partida, o tal vez manco o sin dedos."


Era mejor ser Unicornio de sí mismo, amigó de uno mismo, ese era el amigo más sublime y discreto-me dijo el poeta.
 En "Excesiva Presencia", Alina Alicia lo sugería también,  a través de sus recurrencias filosóficas orientales del Badgabadguita.



Silvio también había cantado "el mundo propio siempre es el mejor”. Y hasta las Sagradas Escrituras aconsejaban u ordenaban:"Ama a tu prójimo como a ti mismo".


Mas yo me había amado siempre demasiado poco a mi misma; ahí estaba la raíz de casi todos mis males.


Recordaba mi Amor por mis juguetes, mis mascotas nada carnales por lo general, no porque no quisiera sino porque no me las permitían mis primeros dueños.


Recordaba mis fetiches, ídolos, imágenes, fotos, libros...Sustitutos de dioses y santos formales.


Aprendí a temer no a Dios, sino a otras cosas, pero conservé una gran capacidad de asombro, deslumbramiento poético. Aún no había tenido un encuentro personal con Jesucristo como mi hermano, pero los destellos del Espíritu Santo pensaba que me iluminaban de algún modo, sobre todo en mis Letras.


Amé como La Serafina al Aviador, pero lo desacralicé o lo consideré un espejismo. Sabía que no había visto de verdad jamás a un extraterrestre ni a un duende ni nada de eso, que los esplendores de talento estaban en mi imaginación y en mi propio corazón bondadoso.


No había dado con mi otra mitad y la inventaba de papel. Había amado intensamente, pero no encontraba dónde rebotar. Como dijo Michy:"Diana ama como no ama nadie".


Lo dijo porque lo pensaba y para defenderme de los que me interpretaban mal.

Mis príncipes y reyes acababan malogrados, expectativas falsas, pálidos, sin brillo, brío y lumbrera, hechos sofismas terrenales, y no azules, escamosos, capaces de llegar al lado de mi amiga atravesando las aureolas del dolor, procedente de otro mundo más puro, espiritual, para rendirse a los pies de su amada.


Para mí todo era rutinario, vulgar una vez materializado con los otros pecadores de este mundo.

Mientras, Satanás y sus demonios me telefoneaban groserías espantosas que ya hoy no escribiría, pero que pueden perfectamente imaginar; eran las que se decían a todos los que consideraban enemigos o adversarios. Todo para que "no arreglara más el mundo" ni "tocara más el Azul".

Yo sabía el lado divino de los susurros mágicos y hacía Literatura y sacramentos inspirados.


El Aviador, La Serafina, mi padre, mis amigos...y yo habíamos sido utilizados, usados y desechados.


Todos estábamos amenazados sino nos arrepentíamos y obedecíamos al dios falso. Todos amenazados, hasta los más fieles y honrados; aunque algunos no sospechaban que correrían destinos similares y hasta peores que el mío.

La Serafina, entre dulces, buñuelos, croquetas, empanadas, hojas de guayaba y tabaco, picos y palas y demás artefactos agrícolas y constructivos llegaba a su casa tan deshecha que había perdido sus alucinaciones con el Aviador, el Extraterrestre, el Muerto, el Internacionalista que conoció en El Cementerio católico.


El trabajo físico era tremenda terapia, al menos en esa fase de su patología.

Aquellos seres que en realidad veía en sus visiones fantasmagóricas, le hablaban; ahora se acercaban inútilmente a enamorarla, la tocaban, la sacudían fuertemente y ya no los percibía.


El trabajo era la nueva fantasía impuesta, la nueva sal de la vida: el trabajo físico intenso. Ella estaba fuerte y joven todavía y pudo soportarlo al menos un tiempo.


En todo caso su nuevo amante fantástico era ahora Morfeo. Había puesto los pies sobre la tierra, para bien o para mal... ¿Por cuánto tiempo? Nadie lo sabía entonces. ¿Opciones?:


¿Hacer paleticas, papas rellenas u otros comestibles por cuenta propia en su casa, con patente o sin ella, arriesgarse, vender clandestinamente sus poemas o alquilar sus libros de cabecera, salvados de la Biblioteca de Alejandría, cobrar tarifas especializadas en su teléfono, alquilar un cuarto de su casa, criar pollos con pienso desviado o robado al estado impopular, meterse a posadera...?.


¿Saldrían La Serafina y hasta yo misma de nuestras rigideces morales y legales y de nuestro miedo al hombre?. ¿Seríamos tan "dialécticas" como los gobernantes mismos?


¿Nos quedarían ganancias cuando pagáramos los impuestos?. ¿Nos atreveríamos a no pagar impuestos, como tantos?. Nos acostumbraríamos a ser" normales”, “cuerdas"?.

Mientras andábamos en esos conflictos éticos y morales, me seguía asombrando con las flores que hallaba a mi paso, con los animales, los astros, el mar, las puestas de sol, los niños, los poemas...


Me conmocionaba ante la hermana de mi último héroe (idealizados) masticando “chiclets” (sin imaginar que yo misma los masticaría después), ante mi entrevistado diciéndome aquellas barbaridades como que “pertenecía a la clase burguesa”, pero por eso "podía darme una botella (ride)".


Ironía de mi héroe para la que no estaba preparada en 1992.

Me asombraba de que mi vieja amiga camella, ya jubilada, vendiera en un timbiriche en el parque para buscarse el resto del sustento familiar porque el retiro ni los sueldos alcanzaban; mientras yo me desgastaba en aquellas contiendas del país mal gobernado, que finalmente me trajeron el despido y algunos vaticinaron que pararía en boba o loca.

Me conmocionaba con las casas llenas de jaulas de pollos y hasta puercos en la ciudad, alimentados sin escrúpulos con el pienso robado al estado y revendido luego a otros.


Casi nadie indagaba la génesis de nada para poder comer, vestir, calzarse, tener un techo. Casi nadie era Aviador o diana. Yo lo había creído todo, como mi padre al inicio.

Me asombraba con la muchacha apenada al salir del cuarto con su amante, alquilado a escondidas por mi amiga camella, me asombraba de su explicación relativista y objetiva y dialéctica y ética?.


Hasta Engels la sacaba de paso: La moral ha cambiado tanto de pueblo en pueblo y de generación en generación, que no pocas veces, hasta se contradice.



Aquel cuarto antes había sido quizás de la criada de la casa de unos señores que se fueron del país, ahora no lo habitaban burgueses, la amiga y compañera lo había acondicionado como motel casi de lujo y con espejos.

Solo le faltaban cañas bravas a la entrada por las que se filtraran los rayos del sol.


Estaba obligada a hacerlo- me dijo- por los hijos, la hermana esquizofrénica, el tío bobo y el padre arterioesclerótico, sino se morirían de hambre, porque ni marido tenía; el pasillo lateral de la casa era la coartada perfecta, pero el peligro de que el vecindario chismoso, malicioso sospechara y pusiera en tela de juicio la fachada, la máscara de la camella-amiga que en verdad era buena y humana, pero estaba embarcada por sus circunstancias malditas, que eran similares a las de muchos, la llevaban a entrar a sus usuarios como Pedro por su casa por la puerta principal.



Y ya la gente no estaba tanto para esos tipos de vigilancia porque el que más y el que menos inventaba, pero por si acaso era mejor prever la denuncia.

Cuando el señor Papa Juan Pablo II arribó a "la siempre fiel Isla de Cuba",  La Serafina y yo nos asombrábamos de lo que estaba sucediendo en Educación, Salud Pública, la Gastronomía, los Cultivos Varios, las plantas medicinales, la zafra del tabaco, la Construcción, las microbrigadas, los Círculos Infantiles (Day Cares)...Nos asombrábamos de lo que para todos ya era normal.

Por ejemplo de que hasta el psiquiatra también resolviera el petróleo en el hospital, del mismo modo que el obrero agrícola semidelincuente al que nombré Robin Hood; de que ambos lo hicieran porque no tenían combustible para cocinar, aunque el Doctor vivía en el campo y "el de la bolaita" en El Maica, en la ciudad pinareña, en uno de sus suburbios más famosos, en el arrabal, en la periferia del Casco Urbano, y aunque el mulato lo revendía para comprar dólares y guarfarina para esperar la subida del santo y la bajada del muerto en el bembé del 17 de diciembre (Día de San Lázaro). Me asombraba yo de todos los preludios de la Venida del Papa.

Mi asombro social venía sobre todo de 1989 y 1992 y 1994 hacia acá, en que nos sacaron de la urna de cristal acuático, isleño. Me asombraba ya menos de la autorización de la celebración de la Navidad por una vez.

En realidad la quería en ese entonces para siempre, pues la asociaba con la abundancia de comidas exquisitas, alegría, fiestas de esos días en la Infancia y Adolescencia, más que porque me llevaran a la Iglesia, ni a la Misa del Gallo, ni nada de eso. Mi familia no tenía esos hábitos.

Me asombraba con los amigos y conocidos camellos y hasta dromedarios cambiando y comprando pescado, bonito y langosta en el Puerto de La Coloma para traficarlo por dólares en La Habana, algunos de los cuales se hicieron después Másters y Doctores, viajaron por muchos países, cumplieron diversas misiones, subieron a las Tribunas Abiertas en Convenciones....Generales y Doctores de toda laya.

Me asombraba de los que devenían en corredores de permutas ilegales porque “había que escapar"; todos teníamos sangre isleña, china, negra, india en menor magnitud.

La Serafina (mi amiga) y yo nos asombrábamos infantilmente, izquierdistamente de nuestro entorno raro, de nuestra realidad mágica, fantasmagórica, alucinante, infernal, surrealista, dadaísta, esotérica.

Estábamos perplejas de tanta ficción, de tanto absurdo. Éramos niñas ingenuas, candorosas, desahuciadas.

Nos alarmábamos con nuestros hijos coleccionando etiquetas de productos vendidos en las tiendas por dólares. Las pegaban en libretas y todo y el signo dólar era para nosotras como la marca de la bestia.

Nuestros hijos eran expulsados de la escuela por problemas de violencia aparentemente, pero sabíamos que en el fondo era por gustarles el Inglés y no el Ruso y el Rock and Roll y no la música y los bailes en español; aunque después se fueran expandiendo inevitablemente.

Como nos sentíamos las madres de todos los cubanos, sufríamos por los que vendían cosas ilegales y hasta dólares, por los que se hicieron jineteros para vestirse regular, a la moda , y no ser tan Doñas Perfectas como nosotras , y poder ir a La Habana a ver un concierto de Rock o de Varela: el nuevo héroe rebelde y patriota.

Nos lamentábamos mi amiga y yo de habernos perdido en nuestra juventud las orgías de los Festivales de Varadero, y solo haber conocido la maravillosa Playa en nuestra luna de miel de invierno, en que había menos demanda, el precio se rebajaba,  y de proteína solo había pescado, leche, sus derivados, lo que obligaba a emigrar a comer a Las Cuevas de Bellamar, a Colón y hasta a Jovellanos, cosa que también tenía sus verdaderos encantos.

Nos faltó siempre audacia práctica y pragmática, cosa que ya era cotidiana también en nuestro mundo.

Nos habíamos asombrado de descubrir que muchos editores y escritores hasta de nuestra cofradía amistosa eran “gays”, de que varios de ellos publicaron y viajaron más con el sexo que con las Letras mismas, aunque al final acabaran fregando o lavando platos en España.

Nos asombrábamos de que nuestro amigo poeta y novelista que llegó a la fama por su talento real,  llevara chicas a los extranjeros y guardara hasta los negativos pornográficos, argumentando que “sólo se podía escribir cuando se acumulaban vivencias de todo tipo, y que además solo así podía mantener a su familia; era culpa de sus circunstancias y no solo de su curiosidad".

Nos asombrábamos de nuestra propia corrupción gradual, inevitable, aplastante, ineludible, destructiva, salvadora de la carne y el estómago propios y ajenos, que nos sometía a un permanente conflicto moral interno.

Tratábamos de achacarlo a nuestra naturaleza humana; pero nosotras siempre nos creímos diosas, extraterrestres, suprahumanas también como El Aviador.

¿Acaso La Serafina y El Aviador eran falsas expectativas, desdoblamientos fantásticos de mi personalidad?.

Así andaban las cosas cuando esperaba a mi padre, el colchonero,  porque bastantes que arregló a hurtadillas antes de irse por el Mariel en 1980.

Mi padre,  el vendedor de perfumes, sobrecamas, medallitas de santos, mi padre el creyonista que pintaba de colorado los labios de una muerta,  y tenía que huir con su primo Lalo por una broma tan pesada a los guajiros.

Sí, La Serafina era a la vez , de algún modo impropuesto,  camella como yo,  y a la vez persona y extraterrestre. Así éramos en ese tiempo las dos.

Y eso nos traía muchos líos con todo el mundo, reduciéndonos a desierto evidente, a granos de arena, a mitades dispersas.



La Serafina se reencontró con el terrícola músico-pintor-escultor-artesano-jardinero...varias veces más.


En ocasiones lo llamó y lo saludó entusiasta, le dio su teléfono, otras trató de ignorarlo, pero él la saludaba lo mismo solo que con su camella en la parrilla de la bicicleta, como si no hubiera sucedido nada:"las máscaras eran perfectas".


"Todos sabían usarlas”. En el fondo todos se amaban sin embargo de algún modo, luciferinamente por demás. Por eso él enamoraba a todas las mujeres, incluidas sus amigas, todas eran “las más sexis, las más pepillas del mundo, lo máximo".


A veces La Serafina entretenida en sus especulaciones y abstracciones se enredó con su bicicleta en el cruce de alguna esquina, se citaban para explicarse qué habían significado uno para el otro, y se embarcaban mutuamente, pero jamás se guardaban rencor ni se tomaban en serio; siempre fue así desde el principio; era como un juego infantil muy serio y peligroso a la vez.



Él le negaba estar con su camella, era solo una vieja amiga-le decía, pero ella no lo creía. Como suscribió desenfadadamente un cochero:"Yo soy soltero, la casada es mi mujer”. Lo pintó bien grande en su coche de transportar personas por el desierto.



Ya La Serafina se había desilusionado,  y continuó prefiriendo su incierto Aviador. Soñaba con él despierta y dormida; soñaba en realidad con sus numerosos amores, hasta con los más fugaces, azules e inolvidables.



Y continuaba a la vez haciendo el amor de verdad en las sábanas, en el baño, en la cocina, en toda la casa; ya no en las Playas, los ríos, montes, aserríos, clubes, cabarets, cines, trenes, elevadores, tejados, moteles, campos de henequén, casas en construcción, albergues INIT (INSTITUTO Nacional de la Industria Turística)...

En un solitario y aburrido día festivo y de desfiles, el polifacético tocaba tambores en la calle, y todo se alegró, se iluminó momentáneamente. Ella le volvió a dar su teléfono amistoso.

Se lo había dejado antes por la ventana de la otrora casa extraña-erótica-mágica-embrujada, ya choza desvencijada, con las tablas caídas y una gran percha de ropa lujosa y con lentejuelas, en las que invertía los dólares adquiridos con su arte cantor.

Los cactus y todas las flores se habían marchitado. Otro día lo visitó con una amiga, sólo para descargar, y encontró a la camella enferma, sola y triste.

No progresaba su economía ni nada con él, que era tanto y nada a la vez, pero lo amaba. No eran felices; se notaba.


Pero El Aviador, La Serafina y el escultor...iban perdiendo gradualmente y a veces velozmente también el protagonismo de la novela.

El Aviador ya casi ni la escribía. Yo, la diosa, me le aposesionaba. ¿Sufría una vivencia esotérica, numerológica, astrológica, espiritista, quiromántica, inusitada, parasicológica, diabólica?.

Debía deshacerme de ella,  y me puse a leer las oraciones, plegarias y alabanzas a Jehová de los Salmos bíblicos,  que me devolvieron la paz que requeríamos El Aviador y yo para escribir la novela,el testimonio,  la Crónica, lo que fuera...Surisaday Acosta y sus hermanas trataban de ayudarme a comprender la Biblia, pero tenía que comprenderla después por mí misma.

Yo me resistía a hacer el voto unido, pero aquella imagen del socialismo manco, me enterneció otra vez.

Lo habían amputado, pero ¿vivía?. En realidad pensaba que siempre había sido mentira en todas partes, el propio Marx explicaba que sería burdo cualquier intento prematuro. Pero antes de 1989 no lo tenía tan claro.

Había leído La Ideología Alemana, pero no aún las revistas Sputniks ni las Tiempos Nuevos. Lo cierto era que cuando el socialismo echara mano y dedos otra vez, ya sería polvo, ánima en pena, luciérnaga: otra cosa.


Mi maleficio parecía ser tener que dedicarme a la Literatura a tiempo completo y de gratis; ser escritora independiente e inédita. No me había buscado un representante jurídico, ni nadie se me había brindado para eso.

A los establecidos, y a la mayoría, al vulgo, eso se les antojó un excentricismo de Valverde, que era un provinciano que tenía que salir a flote y nadie hacía nada por él ni por los otros.

Era un argumento sólido-me pareció- y lo defendí de muchos,  porque siempre creí más en su talento que en él mismo y sus acciones con los semejantes. Me interesaba más su creación que el creador literario, otro imperfecto más, otro loco o infeliz más.

De ahí que no me tomó por sorpresa que en abril de 1998 su novela Yerbabuena saliera a la luz con 500 ejemplares por Policigraf con el sello de la Loynaz,  y no de la Editorial Unión, porque después de todo, antes de ser del mundo, de España, de Argentina, de La Habana...primero él era de La Cenicienta, de La Princesa ¿?,  de Pinar del Río, de La Jía, del Lázaro Acosta, de  la favela, del Rancho, del Ranchito.

Y al final sería del Universo, del polvo, del recuerdo. Valverde había sido el único escritor, conocido por nosotros , de Cuba,  que recibió una carta nada menos que de la Editorial Planeta de España pidiéndole un ejemplar de su primera novela, pues la sinopsis que recibieron del Representante Jurídico los dejó perplejos a ellos, editores de García Márquez, Isabel Allende y otros geniales escritores de la lengua hispana.

Aquello parecía un milagro, sobre todo porque no había salido jamás de la Isla ni a cumplir misión internacionalista, pues no estaba de acuerdo con hacerlo. Yo me alegré más que todos de esta victoria de su estética poshumanista.

En cuanto a mí, camellos y dromedarios me cerraban todas las puertas a la esfera espiritual, intelectual oficial.

Seguía subterránea,  y ni la idea del Club "Amigos de Silvio" de Emilito, Josefina, Nila,  en la Casa de la Cultura Municipal se aprobó nunca. Silvio y yo invitábamos a caminar con nosotros, aunque siempre fuéramos perseguidos, y eso era peligroso.

Ya yo era más peligrosa que Silvio, pues se decía que "lo tergiversaba”, que tergiversaba a Martí, a Marx, a Engels, a Lenin, al Che, a Silvio y que ignoraba a Fidel.

Lo habían escrito y todo en documentos oficiales de época. En mí no se creía. ¿En Silvio sí?. Tal vez él ya no era el mismo cuando lo encontré tardíamente en Miramar. Más todavía me seguían invitando al Taller Literario Municipal que se reunía quincenalmente, a las Tertulias mensuales, a los Concursos, a leer en los Guateques campesinos...

Y ese era un modo de seguir viva espiritualmente, aunque voluntario y antieconómico, fatal para mi familia: eso si era por Amor al Arte.

Fraguela también me invitó a su Tertulia quincenal en su casa donde asistían los más éditos y conocedores de la Literatura (aunque nunca los encontré).

Ernesto Ortiz me regaló la revista “de Liras”  donde nunca me publicaron (en “Vitral” tampoco). Pero estaba viva, creando como nunca, como El Aviador.Dagoberto me dio mucho papel, y ánimo,  eso sí.

Adela me contaba de un camello conocido por ambas, amante de una vieja escritora , arrepentida hasta de leer, que con un anteojo o algo así, se dedicaba a velar a todo el que entrara y o saliera de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba,  y de la Sección Consular (Refugiados por sus ideas) en la Embajada de Suiza (en la casa blanca, frente al Malecón habanero).

Me dio risa tal ridiculez o invento de auténtica ciencia-ficción. Era como de película.

Estábamos en el siglo de la desconfianza, y lo cierto era que el camello había volado misteriosamente de la aldea-desierto y nadie contaba haberlo vuelto a ver.

A lo mejor era él el que ya estaba en Miami agusanado, todo ya era posible.

Se sospechaba de todos. ¡Qué inmadurez tan adulta y hasta senil!.
Yo secaba las lágrimas de DIOS, JEHOVA, después de la partida de Juan Pablo II.

Mi madre, evangélica ya, no comprendía mi ecléctica; sin darse cuenta que ella misma y toda mi familia y la sociedad eran responsables de ella también.

Mi madre se esforzaba, como mi hermano, por convertirme a su religión: "la correcta"¿?

Pero yo me parecía más a mi padre, aunque hacía 18 años que no lo veía.

Y es que como dijo Richard Bach:"Ningún lugar está lejos”. Todavía tenía una remota fe en los míos-ajenos; seguía apelando al V Congreso del Partido:

A: Clara Toledo:

Compañera:

La situación laboral que aquí describo se mantiene. Le dejé un recado telefónico con su secretaria Ester y le envío estos documentos.

El compañero...me concedió el derecho a hablar con él, pero la solución no aparece,  y hubo seis meses  una plaza vacante en Investigaciones Sociales,  en la Filial de la Academia de Ciencias de Cuba , hay una plaza actualmente vacante de promotor cultural en Cultura Provincial y otra de museóloga en Patrimonio Cultural, que he solicitado personalmente y por escrito, pero hasta ahora no me han concedido ninguna.

Están en mi perfil (profesional),  y los salarios oscilan entre 210 y 265 pesos (cubanos), muy por debajo de los 390 que ganaba en Educación, pero cualquiera ... sería un paliativo decoroso (coyunturalmente),  porque no renuncio a mi anterior puesto de trabajo, a la "rehabilitación" social y a la indemnización económica que reclamé y reclamo al Ministro.

Sugiero discuta con el Ministerio de Educación, el Partido Provincial,  y todos los que considere necesario, el contenido de la copia de estos documentos (reapelaciones al Ministro y respuestas al Jefe del Equipo de Inspección del Jefe de Despacho del Ministro). En marzo o cuando pueda ser: nos veremos. Saludos. Muchas gracias...27 de enero de 1998.

Nota:

El 2 de diciembre próximo son los Quince de mi hija y no tengo un centavo ahorrado,  ni negocios. Malvivo al día, malviven al día mis hijos.


En febrero me entrevistó el dúo de la Comisión del Congreso que permaneció una semana investigando en Pinar , y dijo que no se iría hasta resolver mi problema laboral, a pesar de que la jefa de ellos por teléfono me había dicho claramente que solo me darían una respuesta política (otra más),  porque “el Partido no administra, ni da trabajos, solo dirige".

Lo evidente para mí era que mandaba a botar del trabajo cuando entendía que no se respondía a sus intereses y no se era activista absoluto de su política.

Mi entrevista duró como 5 horas, y no duró más porque me pararon, sino amanecemos allí. Se lo conté después al psiquiatra,  y me botó de la consulta también. Dijo que" no me toleraba más ni un segundo".

Me molesté ante lo que consideré una falta de ética profesional suya y le dije:"Pues usted sabe mi teléfono, cuando tenga tiempo me manda a buscar”. Y él: "Por lo menos tú tienes teléfono”. Y yo pensando:"Porque me lo gané con creces".

Y él para rematarme: "Cuando tenga tiempo y deseos te llamaré”. Me pasé toda la tarde llorando, me deprimí varios días,  y finalmente llegué a la conclusión de que el mensaje real del galeno era que no necesitaba su servicio; estaba muy lúcida, pero pensaba distinto a lo esperado.

Creía que solo necesitaba mis amigos y conformarme con asumir mi realidad: no era confiable espiritualmente en Cuba; aunque intentarían seguir utilizándome hasta el final (esto último lo comprendí después de febrero de 1999 que cambiaron su táctica conmigo).

Pero antes de eso, me lo había demostrado la vida, me resignaba ya a mi exilio interno, o volaba para el Miami frío, de cartón, sin amigos-como decía una película-, ni Aviadores, ni Serafinas, ni sueños, ni Silvios.

Me empecé a aceptar como era,  y empecé también a aceptar mi realidad como era cara a cara.

Acompañé a mi amiga  Serafina, desalojada de su casa,  a la Federación de Mujeres Cubanas (F.M.C), y la compañera de Prevención Social que dijo apreciarla mucho, se asombró de su "mala compañía".

Ya era un estigma, una corruptora de menores, un peligro para las nuevas generaciones de cubanos.


Mi amiga trató de persuadir a la camella de su error, pero ya estaba escrito: era ley, y mejor no cuestionar nada, podía tener un destino similar al mío.

Callándose, logró con el tiempo,  un matrimonio con un Oficial subalterno del Ejército de Camellos y un puesto en una Zona de Defensa,  adonde me prohibió ir a verla en 1999,  pues ya le habían alertado contra nuestra amistad los de la Policía Secreta.

Yo afuera, inocente de lo que acontecía en la Oficina, e inocente del futuro, miraba una niña de apenas un año y medio, su tete, el muñecón con el que la aterrorizaba el mundo, con el que se divertía y se burlaba de ella una adulta.

La niña se sorprendía, se asustaba, descubría lentamente que no hacía nada malo.

Se parecía a mí, con la diferencia de que el muñecón que me mostraban era El Ángel de la Aurora aprovechando el corto espacio de tiempo que le queda para gobernar a los terrícolas.

Me conmovió aquella niña,  y recordé otra vez el día que robé en un patio, siendo muy pequeña aún, el elefantico morado de goma que hice una de mis mascotas más importantes.


Todavía no había leído el poema de Rubén Darío a Margarita Debayle, todavía mi padre no me lo había enviado por correo; eso fue en mi adolescencia, cuando estaba en Ceiba del Agua de profesora emergente.

La carta fue muy linda y triste. Pensé que mi padre era poeta. Después leí las Obras Completas de Darío y descubrí la verdad.

Mi padre no lo plagió, sencillamente lo incorporó al texto de su misiva como propio, pues no dijo de quién era, y como venía tan bien al contexto, me confundí.

Todavía no sabía nada de Modernismo y mucho menos de los Post, de esos signos. Interpreté lo esencial: estaba desobedeciendo a mi padre, y más sabe el diablo por viejo que por diablo.

Me estaba alertando, protegiendo de las consecuencias que me traería mi candor lúcido.

Ya él había pasado por eso y moría de desilusión, desesperanza, porque entonces era un ateo, y ni el margen de Dios le quedaba.

Pero los jóvenes rara vez creen a los viejos, necesitan cabezazos y aprendizajes propios...Cada cual adquiere su propia experiencia, sus propias decepciones y esperanzas-pensaba después.

La Princesa hacía su voluntad,  y no la del sabio y viejo rey, y era lícito y legítimo y ético:

Jesucristo le había dado el permiso de cortar estrellas, luceros...como flores en el jardín del cielo.

La Princesa portaba una tijera mágica con la que tocaba todo EL Azul...Por eso respondió con una traumática y soberana y exigente carta al rey (mi Padre).


Los hijos siempre quieren llegar más lejos,  y muchas veces son implacables con los padres, hasta que a ellos les sucede lo mismo o parecido con los hijos propios.

Las desavenencias venían no solo por política, entonces más importante en la práctica, que la familia y que todo.

Yo precipitaba la ruptura definitiva de mis padres. Me avergonzaba de tener una familia sin armonía, paz, unión, amor mutuo y respeto entre mis padres.

Después la que yo misma creé, tampoco  funcionó; aunque era más instruida y culta que mis progenitores.

Había una tara familiar y estructuras sociales que conspiraban contra el Amor mismo. Buscando tanta libertad,  el hombre había llegado a un callejón sin salida aparente.

Después de la alborada y las letras,  el hombre era más analfabeto, más bruto, torpe, intolerante, egoísta y camello que nunca.


Mas yo me empeñaba en seguir tocando desnuda el Azul, aunque "perdiera todos los dientes en los arrecifes"-como decía mi profesor de Estética Orlando Tajonera, en la Universidad de La Habana, en 1986. El también alertaba, como un Padre.


En esa situación estaban Cuba y los cubanos cuando llegó la esperanza ¿? de Roma.


Todavía en 1998 andaba escribiendo este poema inspirado en el Che y en la vida y obra y entrevistas realizadas a Silvio Rodríguez y a otros sobre él:

Fuiste heroico, lírico y mártir
de la poesía del Amor,
no solo en la muerte,
sino en cada acto cotidiano
de tu virtuosa vida astral,
a la que me quiero asir inútilmente,
yo, presunta mujer nueva,
que no calla, ni evade,
alerta siempre al porvenir,
amenazada de manicomio y de sepulcro.
Ahora soy la reina de tu calle
y de tu espejo,
la amiga de tu perro,
tus palomas,
compañera de tu luna
y tu parque.
Soy la mujer nueva
que te imita
y que quieren matar absurdamente,
mujer a destiempo como tú,
proscrita.
Que no me cambien
las manos, las mejillas,
la locura.
Que no me adapten,
ni enriquezcan,
ni prolonguen la ficticia vida.
Quiero ser nueva todavía,
aunque jamás tu equivalente
de pródiga semilla primigenia,
fundadora.
De claro de luna
y lámpara encendida.

Un catedrático chileno amigo de una amiga copió este poema , después de leer parte de estas crónicas y se lo llevó a su país. Se había identificado mucho con la historia,  pues fue expulsado también de la Universidad durante la dictadura militar de Pinochet.


Me empeñaba en ser como el Che, pero como yo misma. ¿Me creía hija de Martí, el Che y Silvio?



Era en realidad contemporánea de Silvio. Apenas me llevaba 7 años; por lo que no podía ser hija realmente de él; aunque se tratara de una herencia espiritual.



Pero-repito-hacía cosas que no hacía ni Silvio.



Me extralimitaba. Había perdido la medida, me lo dijo mi amiga Olga Lidia y también el psiquiatra simpático (al inicio), el que leía mis poemas y mi novela,  antes de expulsarme de sus dominios mágicos y clínicos propios-estatales del Manicomio de Ciudad,  ubicado en la Sala L del Hospital Nuevo Abel Santamaría Cuadrado.



Todos mis consejeros me decían que dejara mis romanticismos ridículos, que despertara, que "pusiera los pies sobre la tierra, que dejara de volar, o que lo hiciera de verdad".



Los que tenían más confianza,  hasta me llamaban en mi cara comem.....,"porque a alguien tú tienes que hacerle caso".



Mi hijo me llamaba a capítulo por vieja loca,  aunque nunca me lo dijo así pues es realmente respetuoso,  y me colocaba en la escalerilla del avión sin Aviador, y yo entonces me dejaba manipular por el mundo,  y le escribía una carta al cónsul de Estados Unidos para que me refugiara por mis ideas, y la experta en diplomacia de los camellos amigos: "Con esa carta lo que te van a dar cuatro tiros, imbécil". Y entonces me dejaba dictar la carta que ni de perilla , donde me quejaba del oficialismo de mi país, y no se decían mentiras,  sino que probaba incluso con documentos el atropello de camellos y dromedarios, que solo se preocupaban por la imagen, pero no por el ser humano.



Fue la única carta que me dejé ayudar a hacer. Las otras las hice por mí misma. Y al final me salieron bien.


Pero de nada me serviría esa primera carta,  echada al correo solo después que me dijeron claramente los dromedarios:"Usted no regresará jamás a Educación. Le quitaremos la Expulsión, pero la desactivaremos por problemas psicológicos, pues usted era una excelente profesional, pero lo que usted ha hecho evidencia que está mal de su mente".



Aquello fue un jarro de agua congelada sobre el calor de mis PRINCIPIOS.


En 1998 por supuesto que me denegaron la salida del país, pero me dijeron que si en un futuro era objeto de nuevas represalias, me presentara de nuevo con mi caso ya abierto, y eso no lo volví a hacer hasta después de la Primavera Negra de Cuba , en que me di cuenta de que todo lo del Papa no había servido para gran cosa.



Cuba y los cubanos seguían bien mal. Se había hecho un gran TEATRO y nada más. En realidad nunca me había querido ir.



Después del 98 menos. Pero en el 2004 ya estaba convencida de que no tenía alternativas.

La propia Iglesia católica había reconocido públicamente ser responsable también de las caretas y del mal pensar y vivir de la mayoría de los hombres de mi Isla adorada, por aconsejar años atrás a los jóvenes negar su religiosidad , por no considerar correcto responder en una planilla asuntos de conciencia individual  como si tenían creencias o al menos dudas religiosas.


Durante la visita de Juan Pablo II a Cuba,  las consignas políticas fueron sustituidas extrañamente, a pesar de la apatía del pueblo, de su poca participación real, inercia y terror.



Habían autorizado a ser corteses, amables con el visitante, y la gente mostró un entusiasmo, una fe, una esperanza nuevos, o muy viejos, pero ocultos.:"Se ve, se siente, Juan Pablo está presente". "Viva Jesucristo, nuestro rey".

Por esos días un camello llamado Enrique,  andaba muy irritado porque desde hacía unos años llegaba a su casa y su esposa e hijos lo mortificaban subiendo en la grabadora la canción del consolareño y pinareño Willy Chirino,  que decía:"Ya viene llegando. Ya todo el mundo lo está esperando”. Y el camello les respondía con furia a los suyos:"Pues que se la vayan ma.ando".


Algunos camellos eran leales de verdad a su astuto rey que se las daba de Mesías. Pero la gente estaba cambiando "Como la vida misma”. Algunos camellos vivían como siempre, o al menos como casi siempre, por eso estaban aterrados con los cambios que imponía la historia..La gente quería paz, amor, familia, hijos, unidad, esperanza verdadera para pronto...Lo de no divorciarse, no hacerse abortos...era algo muy altruista para la mayoría. Lo de ser fieles, abstemios, era más difícil.



Pero estaban despertando, querían reunificarse, reconciliarse, perdonar y ser perdonados...Hacía falta una moral nueva y una base económica distinta, prosperidad, recuperar la autoridad de los padres sobre los hijos; eran sueños azules, pero legítimos.



Querían tener voz, gritar por altavoces sus anhelos propios. Necesitaban alegría, espontaneidad, gozo, regocijo genuinos.



En el fondo no simpatizaban con lo programado, lo impuesto. Daban prueba de conciencia, fuerza contenida. Buscaban una luz al final del túnel. Nadie temía las consecuencias y expresaban su devoción, entusiasmo.


Desde las madrugadas las personas se trasladaban en bicicletas, camiones, en lo que podían. Estaban hambrientas de espiritualidad.



Sus creencias diversas ocultas estaban vivas, se desbordaban, se presenciaban públicamente, se fotografiaban, se televisaban para todo el país y para el mundo.


El Papa hablaba de la Emigración, los bajos salarios, el paternalismo del Estado, de que Jesucristo era el único camino.



Conocía la realidad cubana, tenía excelentes informantes. Se refería a la separación y desintegración de la familia.


El ambiente era de equipos de audio, música, coros, cámaras, videos, grabadoras... La gente daba Vivas a María de La Caridad, la Virgen peregrina, Vivas a la Virgen, al Papa, a la Iglesia, a Cuba.


Se oían vocablos nuevos: papamóvil, Eucaristía, homilía...El anciano defendía la libertad, el derecho de asociarse. Se refería a como las diferencias ideológicas dividían las familias.



Se hablaba de sacramentos, comunión, de los Ancianos que no decayeron en la fe, de Encíclicas pastorales. Estaba allí-se decía-el regalo que la gente necesitaba y añoraba...Era un gran remanso espiritual, una relajación colectiva:"El amor todo lo espera”. Y otro vocablo escaso: Nunciatura Apostólica.


Y la llamada Radio gusana (la que estaba oyendo desde 1994) hablando de interrupciones telefónicas, detenciones, seguimiento de civiles, auxiliares de la Seguridad del Estado, de hombres apostados frente a las casas de los opositores políticos, en observación permanente, persiguiendo sin recato ni disimulo en bicicletas deterioradas. Se hablaba de los ayunantes en Santa Clara, de críticas al recibimiento del Papa como Jefe de Estado, del discurso politizado de Castro, de la militarización, de su clase de Historia, de su tono llorón respecto a los indios y los negros colonizados; mientras el Papa inspiraba nobleza, belleza, amor.



El lenguaje del presidente cubano-se decía-era gastado, iba de lo ridículo a lo sublime; mientras el Sumo Pontífice hablaba de perdón, cercanía cariñosa al prójimo, lucha limpia, valiente, diálogo...



El primero presentando una historia en blanco y negro, sin matices. Y comparaciones de la Revolución de Cristo y la comunista (la del odio, el totalitarismo).



Y que el Papa había sido benévolo con el Che Guevara por su cercanía a los pobres, aunque usó la violencia, y era asunto del juicio de Dios decidir su destino.



Y votos por la unidad y la navidad en Cuba y por tocar todos los corazones. Y seguía el contraste Odio-Amor. Y "Que Cuba se abra al mundo para que este se abra a ella"...Y" Que viva Cristo, la esperanza”. Y "Cuba, amigo, el Papa está contigo".



Y redundancia de palabras : pobres, sufridos, angustiados, amor, perdón, olvido, verdad, desagravio, reconciliación, diálogo nacional, paz, felicidad, obispo, santidad, padre, pastor, benevolencia, errores, fe, aliento, alegría, humildad, piedad, misericordia, vida eterna ,gloria, cielo, espíritu santo, púlpito.



Y no duelo, ni llanto, sino gozo, fortaleza. Y el incienso para perfumar los textos sagrados....


No me perdía un detalle de las transmisiones por radio y televisión de lo que estaba aconteciendo y que tenía conmovidos a casi todos.

Y libertad para los presos (hoy políticos solamente siguen quedando como 350-dicen) y Vista para los ciegos. Y anuncio del año de gracia del Señor.

Y Sinagoga, salvación y vida para todos, Aleluya, “Viva el Papa", diácono, te queremos todo el mundo. Y transfiguración de las consignas. Y descanso, oración, convivencia familiar.

Y lo importante no es una u otra ideología o sistema social o uno nuevo, sino el camino de la paz, la justicia, la libertad verdaderas.

Y "libertad, libertad, libertad”. Y no enfrentamiento, lucha, desunión de sistemas, concepciones del hombre y relaciones entre ellos. (Pero no comunismo, no ateísmo). Religión, no ordenamientos políticos.

No fanatismo ni extremo clericalismo, sino vivir libremente la fe. Y “El pueblo unido, jamás será vencido". (Y yo recordando mis marchas militares de adolescencia:"Sobre nosotros no pasarán, solo cenizas recogerán. Uno, dos, tres, cuatro, izquierda, derecha, izquierda, izquierda, derecha, izquierda").

Y pedido de medios y espacios suficientes para aportar a la vida nacional riquezas espirituales, morales.

Y crítica al neoliberalismo capitalista , que subordina a la persona a las leyes ciegas del mercado, al enriquecimiento exagerado de unos pocos a costa del empobrecimiento creciente de muchos, a que los ricos cada vez sean más ricos, mientras los pobres cada vez sean más pobres.

Y la iglesia: maestra de humanidad, cultura de amor. Y esperanza de poder amar, de reconciliarse, dialogar, acogerse fraternalmente todos, a todo el prójimo. Y un evangelio social, una justicia nueva del rey, de Dios.

Y no cometer injusticias, ni pequeñas; ser fiel a la misión confiada por Jesucristo. Y atender a la persona concreta, sus angustias, sus dolores, sus miserias; abrazar a todo el que sufra la injusticia. Y de nuevo:"El pueblo unido, jamás será vencido”. Y el Papa: Cuando aplauden, el Papa puede un poco reposar. Y "Que Papa más fiel”. Y "Uno, dos y tres, qué Papa más chévere"-la multitud entusiasta. Y no detenerse ante las dificultades e incomprensiones. El corazón se ensancha. Y: cultura del amor y la vida; hacer el gran cambio que la sociedad necesita; convertir los corazones de cada uno para cambiar las estructuras sociales.

Y libertad para los oprimidos; buena noticia de Jesús apoyada en el sólido fundamento de la Verdad. La Verdad los hará libres. Y no basta con la comprensión intelectual del asunto.

Y el hombre es trascendente, pero tiene límites. La verdad lleva a la cruz, pero habrá resurrección.

Y libertad con verdad. Y el objeto y el sujeto. Y la iniciativa para el desarrollo personal; libertad no individualista porque genera egoísmo; libertad con responsabilidad.

Y liberación de todo el género humano en lo social, lo político; libertad plena; libertad de conciencia como base y fundamento de los otros derechos humanos.

Y "El Papa, libres, nos quiere a todos libres”. Y "Viva Cristo”. Y el auditorio muy activo, pero debían continuar. Y el desafío mayor: conjugar libertad y justicia social, solidaridad, sin relegar a ninguno a un plano inferior. Y defender los derechos inalienables de cada hombre (El Aviador,
La Serafina, mi padre, mi hermana, mi hermano, mi madre, mi primo Pablo Martínez, Mayteé, Chago, Ermito, Ernesto, Marianela.... todos los balseros, presos...) Y que el hombre alcanzara una realización integral por ser hijo del dios verdadero, de Dios simplemente. Cuidar al hombre, sus aspiraciones...

Y formar hombres de buena voluntad, como el Padre de la Patria: Céspedes, que arriesgó a su propio hijo por la libertad de su pueblo, por la humanidad, (como Dios con Jesús); hombres como Martí,  cuyo amor era de raíces hondamente evangélicas.

Y yo pensando en la ilustración, universalidad y patriotismo de aquellos grandes hombres, tan democráticos como el propio Agramonte; influidos todos por las ideas iluministas francesas, hombres todos de sólida cultura y profunda sensibilidad humana.

Hombres todos con fe en Dios y amor y servicio desprendido a la Patria. Y el Vicario: Todo pueblo necesita ser religioso, útil. La religión alimenta la virtud. Y la justicia celeste alimenta...Y Cuba tiene un alma cristiana, una vocación universal, debe abrirse al mundo para que éste se abra a ella.


Y evitar que se mantenga el aislamiento; emprender los nuevos caminos que exige el nuevo Tiempo: el III Milenio de la Iglesia Cristiana. Y Cuba recibiendo la Bendición de Dios. Y tender puentes para acercar las mentes y los corazones.

Y clamor de Justicia, Paz, Amor, Verdad y Esperanza otra vez. Y pedido de dejarse iluminar por Jesucristo, de acercarse a su resplandor, de evitar las exclusiones, enfrentamientos...

Y en la mente mía la frase de Silvio:"aflojar los odios”. Y la otra: "Solo el amor engendra la maravilla" ( melodía),..."encender lo muerto" (Éramos hondamente martianos).

Y el Anciano: la voluntad de Dios es el Amor. Y dones para los responsables de este pueblo. Y Virgen de la Caridad del Cobre (y yo recordando el bellísimo altar de mi tía-abuela Modesta en el que no creía).Y pedidos de Paz, Progreso, Felicidad (dones).

Y el viento que soplaba era significativo: simbolizaba  Spíritu Santo-decía Juan Pablo. Y envolviéndome yo también-como todos. Y la gente:"Lo sé, lo he visto, el Papa tiene a Cristo".

Y yo lo oía, lo veía frente a la pantalla borrosa de mi televisor ruso. Y la tradición latina, Adiós a Cuba, "Sí, creo". Y todos repitiendo, hasta yo. Y:"Amén”. Y" Viva el Papa".

Y ¡Que el mensaje de Dios sea oído por todos! Y el Aviador escribiendo sin puntos y aparte apenas su novela, como seguidilla, como letanía, como la vida de los terrícolas. Y otra vez Amor, Verdad, Esperanza.

Por un breve tiempo no se oían: guerra, combate, muerte, defensa....Y se llamaba a ayudar al débil, a superar las deficiencias. Y se decía francamente que la familia cubana atravesaba una grave crisis que la afectaba (no era solo la mía).

Y la necesidad de hombres fieles, libres y honestos para el bien de toda la nación. Y en especial los jóvenes debían dar un sentido a sus vidas: luchar por un mejor futuro de la Patria.

Y ruegos por todas las mujeres de Cuba (por La Serafina, por mí...), por su feminidad y plena dignidad humana:"Roguemos al Señor"...Y Que los niños sean felices conociendo a Jesús y el cariño de familia. Y ruegos por los enfermos, ancianos, presos y sufridos corporal y espiritualmente.

Y dar apoyo y solidaridad a todos. Y el pan, el vino y el agua (cuerpo y sangre del Señor).Y la ceremonia distinta a la de los Testigos de Jehová en el 14 de Nizán. Y las ofrendas: tabaco (aunque contamine el cuerpo, el alma y el espíritu) de Viñales y San Juan y Martínez:

Meca del mejor tabaco del mundo, y no el agua de la Santa de Vueltabajo. Y la palabra Diócesis,  y la gente buscándola en el diccionario desde que salió el primer número de la revista "Vitral" en 1994.

Y el palacio de la Santa Sede, y los jóvenes policías provincianos escoltándolo y la Seguridad del Estado asegurándolo como al propio, porque "este es el mejor país del mundo, el más seguro para el Papa”, aquí la gente es muy cariñosa, hospitalaria y cristiana para sorpresa de los que negaban el misticismo de las personas después de tantos años de Materialismo Dialéctico e Histórico y Ateísmo Científico.

Y los niños y las rosas, la belleza, el amor, la ternura, el esplendor. Y la bendición, el santo, el río-?-. Y "Cuba, el Papa es tu amigo”. Y el sacrificio de la acción de gracias. Y Cristo vivo hoy en el corazón de Cuba. Y gozos y fatigas, sacrificio, bondad. Y la Plegaria Eucarística.

Y la oración de gracia “Que el Señor esté con ustedes y con su espíritu"..."Santo es el Señor”. Y glorificación al Padre Santo y la ostia (cuerpo de Cristo que se comen de verdad ¿?).Y el vino (la sangre).Y la misa, el perdón, la reconciliación, el sacramento de nuestra fe.

Y "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre....Líbranos de todos los males, señor..."

Y los pecados, perturbaciones....Y "Tuyo es el poder”. Y la gloria, el reino de paz, la unidad. Y “la paz del Señor esté siempre con ustedes”. Y el amor siempre perdona. Y el intercambio del saludo de la paz en un pueblo de hermanos. Y la paz en la tierra, en las alturas.

Y “Que viva la paz”. Y "Libertad, libertad, libertad..."(se podía gritar sin miedo) (la misma consigna que reprimen hoy a Las Damas de Blanco y a los opositores políticos todavía).Y el Aviador recordando la Internacional. Y "danos la paz".

Y “Este es el cordero de Dios que quita el pecado al mundo”. Y la comunión después de la confesión de los pecados.

Y “La Iglesia es Amor”. Y "Quien siembra Amor, cosecha Amor...Amor tendrá”. Y Máximo Gómez...Y perdonar errores humanos. Y tomar el vino (¿de verdad?).Y su Santidad. Y Martí, la bandera cubana.

Y Che Guevara. Y el corazón de Jesús enorme sobre la Biblioteca Nacional en la Plaza Cívica-de la Revolución. Y alguien:"cívica no, eso me huele a sociedad civil, a contrarrevolución, a cosas de Vitral".

(La misma Plaza donde me cargaron la maleta negra, la misma de la que me dio las coordenadas Silvio para llegar al Azul y tocarlo por gusto).Así supe que mi azul no era el cielo sino el poder de la autoridad del aire.(La misma Plaza donde fui en camiones con las negras federadas de mi poema, la misma Plaza donde mamé la teta al tamarindo cuando apenas tenía 8 años un 1ro de mayo).(La misma Plaza donde las becadas y los becados apretaron en plena Velada Solemne por el Che Guevara ,cuando Fidel dijo que fuéramos como él, y yo me lo creí.) (La misma Plaza de las manos y la mascarilla del Che, la misma de Salvador Allende y su camisa blanca al aire antes de lo de La Moneda en Chile).

Y Martí sonriendo en su estatua. Y creyentes y no creyentes congregados, y todos actuando como fervientes creyentes cristianos.

Y "¿otro teatro más? No, ahora no". Y “ahora es de verdad”. Y la Iglesia y el gobierno cubano juntos “pero no revueltos"-dijo luego uno. Y"A Cuba hasta en silla de ruedas”. Y no importaba la salud precaria del Papa porque" tenía mucho espíritu, y él mueve molinos."

Y Satanás agazapado, espiando a Dios y a los hombres para su nueva jugarreta. Y alguien:"Es Babilonia La Grande. Después nos toca a nosotros, los verdaderos". Y el Rezo (el anuncio del Ángel). Y María y Jesús. Y los falsos mesianismos. Y el gran jubileo del 2000.Y el don del Espíritu Santoy recobrar la fe perdida.
Y las fotos del Papa en las puertas de varios en sus casas o en una esquina de la sala, en un cuadro con la espátula, cerca de la jicotea, el gusano, el caracol, las flores, los discos....(Arte, fetiches, ídolos míos y de otros).

Y los videos, las grabaciones, los almanaques, los nuevos símbolos o símbolos viejos renacidos. Y "Que Cuba viva en paz y prosperidad"."Ángel del Señor, anuncio a María. Ruega por nosotros, pecadores".

Y la Orquesta Sinfónica Nacional de La Habana tocando y los coros: "Aleluya, Aleluya, Aleluya....". (Y ya no era una simple parodia para testimoniar las vivencias de la beca en El Edificio Focsa, ni era La Masiel en los sesenta; era la auténtica Aleluya, la bellísima Aleluya).

Y “Como siempre, Presente, Presente" y "aleluya” "Y Gran Señor”, aplausos del Papa."Juan Pablo II, te quiere todo el mundo"..."amigo, Cuba está contigo”. Y animación para despedir a la Virgen. Y orquesta y coro. Y Virgen mambisa.

Y los luceros del techo de la casa del Aviador parpadeaban, se apagaban indefinidamente. El cielo lloraba, lloraba después del viento fuerte en el teatro de las Plazas.

La acogida había sido calurosa, espontánea y preparada y utilizada y disfrazada.



Y después, ya al otro día, la vida seguiría igual: las palabrotas (no solo en el Centro de Elaboración de Alimentos y en los Contingentes Agrícolas y en las Microbrigadas de construcción, sino hasta en las Universidades), la música comercial y de trincheras, los fariseos de siempre, los preservativos, los abortos, los divorcios, las infidelidades conyugales, las broncas, la guerra, la violencia, la agresividad, el alcohol, la ceguera..

El permiso había cesado.

Mi padre al parecer lo había captado todo desde Miami y decidió no regresar nunca, mandarme a buscar con los más importantes que nos quedaban en Cuba. Ya no sentía frío, ni nostalgia, ni añoranza por su tierra. El nuevo sofisma, la nueva ofensiva le resultaron aplastantes, asombrosos.


Un día mi esposo cogió el teléfono y me lo pasó, pero al no oír la voz de la operadora,  sino directamente una voz extraña, cambiada por los años y los achaques y las operaciones, pensé en otra jugarreta de Belcebú,  o en una nueva broma de mi entonces amigo: el titiritero y teatrista Carlos Piñero , que una vez borracho,  me llamó para decirme que me había ganado un importante premio literario, que me presentara urgentemente en La Casa de Las Américas. Se estaba haciendo pasar por Roberto Fernández Retamar.

No arranqué para La Habana en un infernal transporte impopular o camello,  porque concursaba ese año en Los Pinos Nuevos, y no en Casa."El Piba" no era fácil ¡Hacía cada gracias!

Pero esta vez no era un agente secreto para molestarme, ni una broma, ni era Carlos. Era mi padre,  y no lo podía creer después de 18 años de ausencia. Estuve casi 10 minutos hablándole a Carlos y no a él.

El cabezón me dijo:"Ve directo para la Oficina de Intereses, llévate a Fidelito, A la vieja Juana (mi madre) y a toda la parentela, ya yo vi todo tu asunto desde aquí (Miami), y no pierdas tiempo, nadie te va a resolver nada en Cuba; olvídate de Congreso del Partido, de Oficina nacional de asuntos jurídicos, ni de ningún tipo; ese no es el comunismo que yo te enseñé, sino algo peor que el fascismo.

Y no es nada como está la cosa, sino como se va a poner".


(Desde luego que ya yo tenía las conclusiones del Congreso. Por lo que le hice caso y fui para allá y di con la casita blanca del Malecón una madrugada. Un testigo de Jehová que ya casi se iba era el uno y yo el dos. Le conté mi historia y me dijo:"Ten paciencia, que yo llevo como 10 años en esto y estuve preso y todo...".  (Mi padre creía que era llegar y ya estaba en Miami con él y todos los queridos).

Le pregunté a Tití Cantón por su viaje a Cuba aquel día de la conversación telefónica y me dijo:

"No quiero regresar a Cuba jamás, nunca más. Después de la maniobra que ha hecho Fidel con el asunto del Papa, no me interesa regresar ni para ir a morir en mi tierra." (Ya saben que Manuel murió ese mismo año 1998,  en octubre).

Y El Aviador y yo descubrimos en la Biblia( que me costó 60 pesos cubanos,  en la venta por Comisiones en la librería) algo que nos dejó estupefactos:

"Es mejor confiar en el Señor-que confiar en el hombre. Es mejor confiar en el Señor que confiar en los grandes hombres"

"El poder del Señor es extraordinario".(Dios habla hoy,p.560).(Véanse los Salmos 117-118).

Y transcribo yo estos textos(los más importantes para mí ahora):

"Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en el hombre terrestre. Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en nobles"(Salmos 118:8-9 Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras).


El Aviador

Diana Margarita Ruiz.

Tuesday, October 19, 2010

Para reenviar y pensar:

Advertencia oportuna ( Poema de Diana M. Ruiz):

Tengo" malas mañas",
te lo advierto.
Siempre te voy a traicionar
con Jehová, los recuerdos,
los sueños, los poemas,
las novelas....( los escritos)
que me susurran
el Altísimo y su obra.
De noche, te advierto,
algunas veces
duermo mal,
mas lo suficiente
para la energía de vivir,
amar y escribir lo real
y los inventos..
No te engañes,
de noche no suelo
"dormir y callar".
A veces doy gritos espantosos,
aunque nadie los oiga.
De noche, amor,
a veces soy mansa, dulce, tolerante
y hasta tomo iniciativas seductoras.
Otras soy una tormenta,
un río crecido,
verdadero diluvio universal
sin paloma ni arcoiris.
A veces puedo hasta
ser el cuervo.
No te acerques.
Tengo "malas mañas",
-ya te dije.
No soy buena ama de casa,
aunque puedo hacer
el mejor arroz con gris
de mi cultura
y deleitar mis comensales
por mi amor.
Mas no tejo, no bordo,
ni siquiera plancho
( mucho menos sábanas y calzoncillos).
No soy mujer coqueta,
más allá de mis poemas y mis cartas.
Me baño bien-es cierto.
Soy limpia, organizada,
hasta metódica-
es verdad.
Mas no esperes gran lustre
en mis cazuelas.
Salgo barata ,
también es cierto.
Rara vez gasto en restaurantes.
Me conformo con una trailer
donde gobiernen Dios y tú,
si me dejas opinar y sugerir.
No me gustan animales
de mascotas,
prefiero plantas, flores, libros.
Los peludos los aceptaría
en patios,
mas no tengo tiempo para ellos.
En alcohol, drogas, cigarros...
no consumo.
Casi que ni en salud.
La ropa, los zapatos....
casi me caen del cielo,
aunque no sean de estreno
 siempre.
Mas puede asombrar a varios
mi elegancia blanca o lila.
Hablo alto,
a veces rápido,
como vieja maestra
y buena criolla de origen.
Ya ves: no soy lo que esperas.
Soy medio-sorda.
aunque pregunte, escuche.
Necesito a veces recapitular.
De la cama me tiro
a buscar consuelo
en el Libro, los papeles.
A veces me escapo a la interperie
y navego bien lejos y profundo.
A veces me traslado
a otros países y planetas
y tiempos-
ya te dije.

Conformidad ( Poema de Diana Margarita Ruiz):

"Con los que estoy más engreida , se me van".
( R. E).

Sauce llorón,
no eres el flamboyán,
pero te tengo,
tan real como la higuera
que estrangula
en otra latitud
la selva
y en cualquier sitio
los valores.
Pájaro azul de la montaña,
no eres el sinsonte,
el pitirre, el colibrí...,
pero te tengo
y los recuerdas.
Syringa  lila,
no eres mis vicarias,
mis rosas, mis jazmines,
pero te tengo
y me perfumas
y me deslumbras
con lo ignoto,
ahora que la única
historia fidedigna
es la que invento
y la vivida,
ahora que Pearl Harbor
y la guerra de Corea
son para mi el pretexto
de los parques, la vida,
los niños y el amor,
ahora que el otoño me sucumbe
y caigo entre sus hojas
y sus redes de colores
y matices más inusitados,
ahora que talleres,
peñas y tertulias
son virtuales, me conformo
y acepto mi diagnóstico
más grave:
el de poeta
( ave Fénix
resucitando
de tantos asesinatos).

Otros 21 Poemas de Amores y una noche desesperada ( Poemas de Diana M. Ruiz):

( Homenaje a Pablo Neruda y a los poetas cubanos del Siglo XIX ).( Adelanto poético de la novela Amorescencias):

1-Amoreinfante:

Escuchaba a los adultos
 con sus pláticas extrañas
sobre el sexo y los muertos.
Y luego trastocaba las cosas.
Yo era la vecina
y ella el cerdo.
Y mis piernas se abrían
al desvelo.
Y cerraba mis ojos
y el cielo parpadeaba
lleno de colores
en mi techo de papel.
Y era bello y sensual y loco.

Era feliz y sabia
comiendo mis terrones
surcados de lombrices,
con los primeros garabatos,
gastando los pañuelos diarios
de aprender los días de semana,
ensuciando el uniforme azul
y las blusas blancas.

El no me miraba,
tan menuda,
en mis cementerios de hormigas,
bibijaguas, hojas y piñas
de platanillos frotados en encías.
Investigando siempre
en mi patio,
en mis noches de cocuyos.

Yo si lo veía camino de la escuela,
en la laguna y los aromales,
en el aula y en las tardes moradas
de ciclos y tembladeras
devorando el llanto y las desazones.

De pronto, el abismo del tiempo
lo tragó casi trece años.
Y llegó a mis danzas
con cervezas tardías,
el club, los besos brujos
que duraron la noche,
el parque del suicida,
mi miedo, mi culpa y mi adiós.

El ya era un puente, no más,
en mi gran olvido,
que no quiso ni Madre.

2-Amorescencias 1:

Pasabas por mi sufrida calle
de niña abandonada
trovando a otra (s)
tus amores.
Y yo te reinventaba
en cada nota
de serenata ajena.
Tejías ilusiones,
sin saberlo?.
Y seguías de largo
con tu Rastro,
perdiendo el rostro
en mi memoria
y en el tiempo..

3-Amorescencias 2:

Te amé en tres caras
con el mismo poema adolescente
que salvé del infortunio.
Te amé de pensamiento,
desdoblado en tres cuerpos,
locamente.
Más te amé.
Quién lo duda?.
Que no debí amarte,
es cierto. Pero te amé,
y me basta.
Te amé de ojos negros, café,
azul o verde.
Qué importa.
Siempre te amé partido,
ajeno, inaccesible,
casi inventado.

4-Amorescencia 3:

Eras la tarde, el guarapo,
la caña y el hielo.
Eras la miel y la aceituna
y mi silencio.
Pero verte, escucharte,
comprarte,
eran mi pretexto
y mi deleite.
Con un medio era
la dueña de un sueño
alto y prohibido
cada tarde,
cuando mis senos se abrían,
y caía sobre uno,
tal vez por tu dulzura ajena.

5- Amorescencia 4:

Te hallé en el carrusel aquella noche.
Mis ojos te siguieron
en el camino del tejar.
Procedías más allá del desierto,
caballero del beso primero real,
no repetido.
Eras tan mayor, tan astuto,
que me quedé en mi atlas azul,
en mi osito fotógrafo de cuerda,
en mi primera lección de Astronomía,
en el vestido blanco, en el perfume de arena.
Mi balcón era la batea del patio
y no me diste serenatas.
Mis cartas te llegaron
decoradas, de muy lejos,
con sellos melenudos
y estrellas de pérdida y desvío.
Te pinté casas y montañas
y piedras y caminos
y los hijos que no tuvimos  nunca,
pese a ser el preferido de mi padre.
Es cierto, te olvidé.
No lo niego.
Mas tu olvido fue pionero
y hasta oportuno.
La distancia, el tiempo
y los embarques,
son grandes asesinos
de amores.

6-Amorescencias 5:

Tenías mi edad.
Mas ni sé si me amabas de veras
o fui lo que quedó de tus aspiraciones.
Eras bien niño.
Cuando quisiste,
por el intercomunicador,
ya me había perdido
en otros ojos.
Yo tan valiente en el jardín
y en el parque Martí,
tuve miedo con él
y hasta contigo.
Casi ni manos enlazadas
hubo con ninguno.
Con La Habana y Las Villas.
Con Séptimo y Décimo Grado.
El reto de mis cartas
venía de poetas del Siglo XIX.
Quizás de Gertrudis,
pero era pequeña todavía
para amar de verdad.
Amorescentes cartas
te escribía
con sentimientos de amores
convergentes y jimaguas,
imprecisos y borrosos.
El jardín, las calles de El Vedado,
la Plaza, el Capitolio,
los cines los nutrían.
El Cristino Naranjo,
el deporte fingido.
Dónde y cuándo murieron.
Es también inexacto.
Lo confieso.

7-Amorecencias 6:

Fuiste mi amor de Octavo Grado.
Lo intuías?.
Rozarme en el pupitre
o al ir a la pizarra
eran intentos.
Pero eras el Rey de los amores
hasta con la joven profesora.
Tú suplicabas mi silencio
desde tu fariseico  liderazgo.
Sólo me quedó tu única carta
desde las flores de Santiago,
condoliéndote,
la blusa abierta de ella,
su pelo desgreñado
saliendo por la puerta
del pecado o de Eros
a encontrarse conmigo,
sin querer,
y mi cómplice perdón
tan negro.

8-Amorescencias 7:

Amor profesor,
no te lamentes.
Si nunca pensaste que existía.
Quedaste en la Historia,
en la pizarra, en tu novia,
en tu esposa, en las palmas,
en los troncos de los árboles,
en aquellas vacaciones,
en la laguna de poetisarte,
en las violetas de mi fantasía.

9-Amorescencias 8:


Ya tienes tus poemas.
No te quejes.
No importa nunca te hayas enterado
sudando en los arrozales
o en los llanos.
Nunca te gustó la escuela
y las esperas.
La cama y los hijos
te colmaron.
Y olvidaste ser el escogido,
aquel carnaval, el ladrillo,
la navidad final,
la lengua,el sorbito
de champán ausente
y aquel río de adiós:
La Cabaña ( el prohibido).

10-Amorescencias 9:

Amores de manos, dedos, ojos,
Se frustraron en prejuicios,
miedos, prisa y viajes
sin regreso.

11-Amorescencias 10:

Amor precoz de habichuela
en terminal y espera,
interpuesto a tu amigo.
Tan a prisa
no se conquista nada,
o casi nada,
pese a la bondad de senos
y a la larga estancia
bajo árboles
por las  militares cortes.

12-Amorescencias 11:

Tímido amor que me cambió el lenguaje.
Que pudo llegar tan lejos.
Amor maestro.
Amor de estrenos y deshojes.
Amor que dejas escapar la flor y los hinojos.

13- Amorescencias 12:

Amor, tú tienes la novela,
entre los grandes.
Fue mi regalo póstumo.
Qué más dá ya tu duda,
o tu pretexto, o tus mentiras,
o tu papel perdido,
o tus promesas truncas,
o tu retirada oportuna,
o mis cuentas....
Te sobran los poemas,
Rey muerto.

14-Amorescencias 13:


Amores carpinteros:
Reyes puestos,
enfadados con mi inconstancia
y mi premura.
No pueden negarme la ternura,
la plática, el vacío.

15-Amorescencias 14:

Amor guerrero.
Amor del bueno.
Que parte,
deja el hijo,
anda con sirena (s);
es tuyo y compartido
mi mejor poema.

16-Amorescencias 15:

Amores marineros y pilotos y aviadores.
No importa haya cambiado su orden.
Es que también fueron carpinteros,
pero jamás Mesías.

17- Amorescencias 16:

Amor que me salvó la vida
del fuego, el salfumán o la anorexia.
Amor que me dejó el pullover, el pañuelo, el disco....
Amor que se quedó esperando.
Amor tan bello después de la victoria.
Nunca te he dejado.
Créelo.

18-Amorescencias 17:

Amor que me acompaña siempre:
estás entre los grandes
en sábanas reales.
Eres el mejor
y el que me hace más sola.
Amor que te hallo en la consola,
en cama, en hospitales,
en los vidrios.
Amor que soporta
mis desastres
y que carga toda mi imprudencia.
Amor tan infiel como la mayoría.
Amor que eres el poema,
la novela, el padre,
la constancia, la oración,
la duple cuerda,
el cántico, el consuelo
de tanta pérdida de amores.


19-Amorescencias 18:

Amor poeta, casi virtual.
Amor de otoño
que no llegó casi al invierno.
Amor de poemas casi perdidos.
Amor que no me hizo a mi
ningún poema
Y me dejó con ganas
de inspirarlo.

20- Amorescencias 19:

Amor de estrellas:
amor perdido
sin hallarte nunca.
Te sobran los poemas
por lo ausente.
Estás también en la novela,
con el Sol, la Luna,
yo La Tierra
y mis simientes.

21- Amorescencias 20:

Amor que me llevó a los Cielos
en Primicias.
Amor que ya tragó la tierra
para todas.
Amor que fue Sol
en mi tristeza.
Amor que me tiene en la luna todavía.

Crítica y sugerencias formales a mi novela El Aviador:

Margarita,
Como solo me dediqué a corregir todo lo que estaba marcado como falta, en realidad no iba leyendo asi que puede que aun le queden algunas cositas por rectificar.  Por ejemplo, noté que algunos párrafos empezaban con un punto o dos puntos por lo que supuse que se habian movido de linea.   Algunos los arreglé pero como te digo sin tener la noción de lo que se estaba narrando.  En otros casos hay cosas que por supuesto como son "cubanismos" o nombres propios, el programa no los asimila y los señala como faltas, pero esos los dejé. Las siguientes cosas son las que no arreglé y te dejo a ti la decisión:
 
La segunda pégina tiene un pérrafo y unas notas al margen de (se queda) que no cambié pues no se que significa, al igual que el ISBN: al final de esa pag.
Suprahumanas y poshumanista: aparecen señaladas como errores. No se si son aceptadas asi por la academia o deban ir separadas, en fin tu decides.
Gueys por gays? Tal vez lo escribes asi para que se lea como suena?  O es otra palabra diferente?
Gualfarina x warfarina?
Éditos e Impropuesto?  Los da como falta y yo tampoco conozco esas palabras. Pensé que éditos estuviera escrito en vez de eruditos pero como estaba acentuada supuse que estaba escrita asi a propósito, asumo que sean parte de la licencia poética.  Esto fue lo que encontré en el diccionario:
En todos estos casos anteriores busqué en un diccionario español y no aparecen esas palabras.
Chiclets como es un anglilcismo, lo señala tambien como falta, pudiera ir entre comillas?
ma.ando (supongo que eliminaste lo que la hace sonar feo, pero no estaba segura y asi mismo lo dejé)
"Sí, cr ma.ando eo". (Esto ni lo entendí, mi imaginación es limitada o como no estaba en el contexto no sabia lo que significa)
Al comienzo del paréntesis te indica que la palabra vaya en mayúscula, eso lo cambié
Muchos signos de interrogacion van precedidos de un punto final, es parte de tu estilo?  Lo dejo o lo quito? Tambien el progama advierte que faltan los signos de interrogación al principio, los pongo?
Como el documento no tiene páginas no te puedo indicar donde estan las cosas a las que hago referencia. Tu dirás, estoy a la espera.
Saludos,......

Correcciones a mi novela El Aviador:


Gracias,...., por tu tiempo y esfuerzo.
Sí, por ejemplo, diana con minúscula es intencional e irónico.
Supongo que señala Suprahumanas porque está con mayúscula, yo tiendo a escribir con mayúscula palabras que quiero destacar.A veces escribo Amor, Infancia....
Poshumanista es una palabra que yo inventé para hablar de un nuevo humanismo necesario, antes de ser yo cristiana. Es un neologismo. Creo que tengo licencia como escritora para ello. Puedes dejarlo.
Gueys si es un error ortográfico, arréglalo, por favor.
Gualfarina también es un error seguramente- ni sé si está en el diccionario. Pensé fuera un cubanismo.
Edito e impropuesto son neologismos míos, no me molestan y creo que se entienden, pero si crees que puedas sustituirlo por otra palabra, no frase, que de el sentido de no propuesto o de no editado, cámbialo, para evitar tropiezos.
Escribí chiclets-como me suena- puedes arreglarlo también.
Esa palabra es mamando, la encontré muy fuerte. No me gusta el lenguaje fuerte y mucho menos obsceno ni en mis personajes, sean lo que sean, pero si no se va a entender, escribe mamando. En sí la palabra no es mala, es el contexto sugerente en que está, el doble sentido, que quizás los que no son cubanos ni lo entiendan:"que se la vayan mamando".Sabes que en Cuba mucha gente es grosera, vulgar, habla así.
Puedes quitar el punto final antes del signo de interrogación.
Puedes agregar el signo de interrogación y admiración al principio. Es que yo no lo sé poner en mi máquina, como no sé poner los dos punticos encima de Camaguey-por ejemplo (creo que es la diéresis o crema o algo así). Recuerda que no soy de Español y Literatura, aunque escribo. Tengo lagunas. Así es que te agradezco mucho tu ayuda.
De todos modos-si puedes, copia, o sombrea el documento marcado en rojo, y envíamelo en un correo. Quizás así me sea más fácil entender lo que me dices. Recuerda que yo no tengo Words ( ese programa) en mi máquina, y quizás por eso sea que no puedo abrir los archivos, las cosas con presillas. Que solo escribo por vocación e inspiración, pero que necesito buenos asesores-como tú.
No estudié Español y Literatura no solo por mi fanatismo comunista antaño, sino porque soy renuente en asuntos de reglas. Y sabes que la Gramática y esas cosas del Español y de todos l;os idiomas, son bien rígidas. Yo además soy un poco terca. Necesito buenos asesores y editores. De hecho no me gustan ligeros cambios que han hecho a las pocas cosas que me han publicado en Antologías, periódicos y revistas antes. Pero peor sería no publicarlas. Verdad?.
Corrige lo que ya te dije, y envíamelo, por favor, amiga.
Un millón de gracias: diana.