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Tuesday, July 07, 2015

Problemas y preocupaciones. Cómo manejarlos?:

¿Cómo manejar los problemas y preocupaciones?

“Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará. Nunca permitirá que tambalee el justo.”
“Los planes del diligente propenden de seguro a ventaja, pero todo el que es apresurado se encamina de seguro a la carencia.”
“No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo [...] te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia.”
“¿Quién de ustedes, por medio de inquietarse, puede añadir un codo a la duración de su vida?”
“Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes.”
“[Asegúrense] de las cosas más importantes.”
Una madre orando a Dios con su hija antes de comer
“No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, [den] a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo.”
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De Perspicacia: Cornelio:

CORNELIO
Centurión u oficial del ejército que estaba al mando de cien soldados en la banda italiana. (Véase OFICIAL DEL EJÉRCITO.) Esta guarnición se hallaba destacada en Cesarea, donde Cornelio tenía su casa. Su nombre romano tal vez indique que procedía de una familia noble de la ciudad imperial. Era un “hombre devoto” que “hacía muchas dádivas de misericordia al pueblo y hacía ruego a Dios continuamente [...], varón justo y que [temía] a Dios, y acerca de quien [daban] buen informe toda la nación de los judíos”. Fue a este hombre a quien se le apareció un ángel en una visión en el otoño de 36 E.C. y le dijo: “Tus oraciones y dádivas de misericordia han ascendido como recuerdo delante de Dios”. Después el ángel le indicó que llamase a Pedro, que se encontraba en Jope. (Hch 10:1-22.)
Cuando llegó Pedro, Cornelio le dijo al apóstol en presencia de “sus parientes y [...] sus amigos íntimos”: “Todos estamos presentes delante de Dios para oír todas las cosas que Jehová te ha mandado decir”. (Hch 10:24, 33.) “Mientras Pedro todavía estaba hablando [...], el espíritu santo cayó sobre todos los que oían la palabra.” Así fue como los que formaban parte de este grupo, del que Cornelio figura como el personaje más notable, llegaron a ser los primeros gentiles incircuncisos que recibieron “la dádiva gratuita del espíritu santo”. (Hch 10:44, 45.) Inmediatamente después se les bautizó en agua. No se sabe nada más de la vida y actividad de Cornelio tras este suceso.
¿Por qué fue la conversión de Cornelio un acontecimiento particularmente notable?
Cornelio no era prosélito del judaísmo, como algunos han afirmado, aunque estaba familiarizado con los escritos de los profetas, daba dones de misericordia a los judíos, temía a Dios, oraba constantemente y usaba el nombre Jehová. Las Escrituras dan prueba concluyente de que este oficial del ejército era un gentil incircunciso en el más completo sentido de la palabra. Si Cornelio hubiese sido un prosélito, Pedro no habría dicho que para él, un judío, era ilícito asociarse con este “hombre de otra raza”, en vista de lo que estaba escrito en la Ley concerniente al residente forastero. (Le 19:33, 34; Hch 10:28.) De haber sido un prosélito, los otros seis judíos que estaban con Pedro no se habrían quedado “asombrados” al ver que se derramaba el espíritu santo “sobre gente de las naciones”. (Hch 10:45; 11:12.) Además, ¿qué razón habrían tenido los “apoyadores de la circuncisión” para discutir con Pedro este asunto si Cornelio hubiese sido prosélito? (Hch 11:2.)
En realidad, Cornelio constituía las primicias de los gentiles incircuncisos que llegaron a ser cristianos. Esto vino a demostrar que para ese tiempo ya no era necesario que los gentiles se hiciesen prosélitos judíos, como el eunuco etíope, antes de ser aceptados en la congregación cristiana. “Con certeza —exclamó Pedro en aquella ocasión histórica— percibo que Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto.” (Hch 10:34, 35.) Pedro fue el primero en abrir el Camino a los judíos en el Pentecostés; del mismo modo, en esta ocasión fue el primero en llevar las buenas nuevas de salvación a los gentiles incircuncisos. Más tarde Santiago reconoció que había sido la “primera vez” que Dios había dirigido su atención a “las naciones”. (Hch 15:7, 14.)
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1 Reyes:

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8  En aquel tiempo Salomón+ procedió a congregar+ a los ancianos*+ de Israel, a todos los cabezas de las tribus,+ los principales* de los padres,+ de los hijos de Israel, ante el rey Salomón en Jerusalén, para subir el arca del pacto+ de Jehová desde la Ciudad de David,+ es decir, Sión.+  De modo que todos los hombres de Israel se congregaron al rey Salomón en el mes lunar de Etanim, en la fiesta,+ esto es, el mes séptimo.+  Por lo tanto, vinieron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes empezaron a llevar+ el Arca.+  Y vinieron subiendo el arca de Jehová y la tienda+ de reunión+ y todos los utensilios santos que había en la tienda; y los sacerdotes y los levitas+ vinieron subiéndolos.+  Y el rey Salomón y con él toda la asamblea de Israel, los que guardaron su cita con él, estaban delante del Arca, sacrificando+ ovejas y reses vacunas que, por su multitud, no se podían contar ni numerar.+  Entonces los sacerdotes introdujeron el arca+ del pacto de Jehová en su lugar,+ en el cuarto más recóndito de la casa, el Santísimo, debajo de las alas de los querubines.+  Porque los querubines extendían sus alas sobre el lugar del Arca, de modo que los querubines cubrían en forma protectora desde arriba el Arca y sus varales.+  Pero los varales+ resultaron largos, de modo que las puntas de los varales se podían ver desde el Santo enfrente del cuarto más recóndito, pero no se podían ver desde fuera. Y allí continúan hasta el día de hoy.+  No había nada en el Arca excepto las dos tablas de piedra*+ que Moisés había depositado+ allí en Horeb, cuando Jehová había pactado*+ con los hijos de Israel mientras salían de la tierra de Egipto.+ 10  Y aconteció que, cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, la nube+ misma llenó la casa de Jehová. 11  Y los sacerdotes+ no pudieron permanecer de pie para desempeñar su ministerio+ a causa de la nube, pues la gloria+ de Jehová llenó la casa de Jehová.+ 12  En aquel tiempo Salomón dijo: “Jehová mismo dijo que él había de residir en las densas tinieblas.+ 13  He tenido éxito en edificar una casa de morada excelsa para ti,+ un lugar establecido+ donde mores hasta tiempo indefinido”.*+ 14  Entonces el rey volvió su rostro y se puso a bendecir+ a toda la congregación de Israel, mientras toda la congregación* de Israel estaba de pie. 15  Y él pasó a decir: “Bendito es Jehová+ el Dios de Israel, que habló por su propia boca con David+ mi padre y por su propia mano ha dado cumplimiento,+ al haber dicho: 16  ‘Desde el día en que saqué a mi pueblo Israel de Egipto no he escogido+ ciudad de todas las tribus de Israel para edificar una casa+ para que continúe allí mi nombre;+ pero escogeré a David para que llegue a estar sobre mi pueblo Israel’.+ 17  Y llegó a estar junto al corazón de David mi padre el edificar una casa al nombre de Jehová el Dios de Israel.+ 18  Pero Jehová dijo a David mi padre: ‘Por razón de que resultó estar junto a tu corazón el edificar una casa a mi nombre, hiciste bien, porque resultó estar junto a tu corazón.+ 19  Solo que tú mismo no edificarás la casa, sino que tu hijo que ha de salir de tus lomos es el que edificará la casa a mi nombre’.+ 20  Y Jehová procedió a realizar su palabra+ que había hablado, para que me levantara yo en el lugar de David mi padre y me sentara sobre el trono de Israel,+ tal como había hablado Jehová, y para que yo edificara la casa al nombre de Jehová el Dios de Israel,+ 21  y para que dispusiera allí un lugar para el Arca donde está el pacto+ de Jehová que él celebró con nuestros antepasados cuando los estaba sacando de la tierra de Egipto”. 22  Y Salomón procedió a ponerse de pie delante del altar+ de Jehová, enfrente de toda la congregación de Israel, y ahora extendió las palmas de las manos a los cielos;+ 23  y pasó a decir: “Oh Jehová el Dios de Israel,+ no hay Dios* como tú+ en los cielos arriba ni en la tierra abajo, que guardas el pacto y la bondad amorosa*+ para con tus siervos+ que están andando delante de ti con todo su corazón,+ 24  tú que has guardado para con tu siervo David mi padre lo que le prometiste, de modo que hiciste la promesa* con tu propia boca, y con tu propia mano has efectuado el cumplimiento, como en este día.+ 25  Y ahora, oh Jehová el Dios de Israel, guarda para con tu siervo David mi padre lo que le prometiste, al decir: ‘No será cortado hombre tuyo de delante de mí para que se siente sobre el trono de Israel,+ con tal que tus hijos cuiden su camino andando delante de mí así como tú has andado delante de mí’. 26  Y ahora, oh Dios de Israel,* que tu promesa*+ que has prometido a tu siervo David mi padre resulte fidedigna, por favor. 27  ”Pero ¿verdaderamente morará Dios sobre la tierra?+ ¡Mira! Los cielos,+ sí, el cielo de los cielos,+ ellos mismos no pueden contenerte;+ ¡cuánto menos, pues, esta casa+ que yo he edificado! 28  Y tienes que volverte hacia la oración+ de tu siervo y a su petición de favor,+ oh Jehová mi Dios, para escuchar el clamor rogativo y la oración con que tu siervo está orando delante de ti hoy;+ 29  para que tus ojos resulten estar abiertos+ hacia esta casa noche y día, hacia el lugar del cual dijiste: ‘Mi nombre resultará estar allí’,+ para escuchar la oración con que tu siervo ore hacia este lugar.+ 30  Y tienes que escuchar la petición de favor+ por parte de tu siervo y de tu pueblo Israel con que oren hacia este lugar; y dígnate oír tú mismo en el lugar de tu morada, en los cielos,+ y tienes que oír y perdonar.+ 31  ”Cuando peque un hombre contra su semejante,+ y realmente le imponga una maldición para hacer que esté expuesto a la maldición,+ y realmente venga [a estar en] la maldición delante de tu altar en esta casa, 32  entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos, y tienes que actuar y juzgar a tus siervos, pronunciando inicuo al inicuo, poniendo su camino sobre su propia cabeza,+ y pronunciando justo al justo,+ dándole conforme a su propia justicia.+ 33  ”Cuando tu pueblo Israel sea derrotado delante del enemigo,+ por seguir pecando contra ti,+ y verdaderamente se vuelvan a ti+ y elogien tu nombre+ y oren+ y hagan petición de favor hacia ti en esta casa,+ 34  entonces dígnate oír tú mismo desde el cielo, y tienes que perdonar el pecado de tu pueblo Israel+ y tienes que traerlos de vuelta+ al suelo que diste a sus antepasados.+ 35  ”Cuando el cielo esté cerrado de modo que no ocurra lluvia,+ porque ellos hayan seguido pecando+ contra ti, y realmente oren hacia este lugar+ y elogien tu nombre, y de su pecado se vuelvan, porque hayas seguido afligiéndolos,+ 36  entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos, y tienes que perdonar el pecado de tus siervos, sí, de tu pueblo Israel, porque les enseñas+ el buen camino en que deben andar;+ y tienes que dar lluvia+ sobre tu tierra que has dado a tu pueblo como posesión hereditaria. 37  ”En caso de que ocurra un hambre+ en el país, en caso de que ocurra una peste,+ en caso de que ocurran abrasamiento, tizón,+ langostas,+ cucarachas;+ en caso de que su enemigo los sitie en la tierra de sus puertas* —cualquier clase de plaga, cualquier clase de dolencia— 38  sea cual sea la oración,+ sea cual sea la petición de favor+ que se haga de parte de cualquier hombre [o] de todo tu pueblo Israel,+ porque ellos conocen cada cual la plaga de su propio corazón,+ y realmente extiendan las palmas de las manos a esta casa,+ 39  entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos,+ el lugar establecido de tu morada,+ y tienes que perdonar+ y actuar+ y dar a cada uno conforme a todos sus caminos,+ porque tú conoces su corazón+ (porque solo tú mismo conoces bien el corazón de todos los hijos de la humanidad*);+ 40  a fin de que te teman+ todos los días que estén vivos sobre la superficie del suelo que diste a nuestros antepasados.+ 41  ”Y también al extranjero,+ que no es parte de tu pueblo Israel y que realmente venga de una tierra distante a causa de tu nombre+ 42  (porque ciertamente oirán de tu gran nombre+ y de tu mano fuerte+ y de tu brazo extendido), y realmente venga y ore hacia esta casa,+ 43  dígnate escuchar tú mismo desde los cielos, el lugar establecido de tu morada,+ y tienes que hacer conforme a todo aquello por lo cual el extranjero clame a ti;+ a fin de que todos los pueblos de la tierra lleguen a conocer tu nombre+ para que te teman lo mismo que lo hace tu pueblo Israel, y para que sepan que tu nombre mismo ha sido llamado sobre esta casa que yo he edificado.+ 44  ”En caso de que tu pueblo salga a la guerra+ contra su enemigo por el camino en que los envíes,+ y verdaderamente oren+ a Jehová en la dirección de la ciudad que has escogido+ y de la casa que he edificado a tu nombre,+ 45  entonces tienes que oír desde los cielos su oración y su petición de favor, y tienes que ejecutarles juicio.+ 46  ”En caso de que pequen contra ti+ (porque no hay hombre que no peque),+ y tengas que estar enojado contra ellos y abandonarlos al enemigo, y sus apresadores realmente se los lleven cautivos al país del enemigo, distante o cercano;+ 47  y verdaderamente recobren el juicio* en el país adonde hayan sido llevados cautivos,+ y realmente se vuelvan+ y te dirijan petición+ de favor en el país de sus apresadores,+ y digan: ‘Hemos pecado+ y errado,+ hemos obrado inicuamente’;+ 48  y verdaderamente se vuelvan a ti con todo su corazón+ y con toda su alma en el país de sus enemigos que se los hayan llevado cautivos, y verdaderamente te oren en la dirección de su tierra que tú diste a sus antepasados, la ciudad que has escogido y la casa que he edificado a tu nombre;+ 49  entonces tienes que oír desde los cielos, el lugar establecido de tu morada,+ su oración y su petición de favor, y tienes que ejecutarles juicio,+ 50  y tienes que perdonar+ a tu pueblo que había pecado+ contra ti, y todas sus transgresiones+ con que transgredieron contra ti;+ y tienes que hacerlos objeto de piedad+ delante de sus apresadores, y estos tienen que tenerles piedad 51  (porque ellos son tu pueblo y tu herencia,+ que sacaste de Egipto,+ de dentro del horno de hierro),+ 52  para que tus ojos resulten estar abiertos a la petición de favor de tu siervo y a la petición de favor+ de tu pueblo Israel, y los escuches en todo aquello por lo cual clamen a ti.+ 53  Porque tú mismo los separaste como herencia tuya de todos los pueblos de la tierra,+ tal como has hablado por medio de Moisés+ tu siervo cuando estabas sacando de Egipto a nuestros antepasados, oh Señor Soberano Jehová”. 54  Y aconteció que, tan pronto como Salomón acabó de orar a Jehová con toda esta oración y petición de favor, se levantó de delante del altar de Jehová, de estar hincado de rodillas+ con las palmas de las manos extendidas a los cielos;+ 55  y empezó a ponerse de pie+ y a bendecir+ a toda la congregación* de Israel con voz fuerte, diciendo: 56  “Bendito sea Jehová,+ que ha dado un lugar de descanso a su pueblo Israel, conforme a todo lo que ha prometido.+ No ha fallado una sola palabra+ de toda su buena promesa que él ha prometido* por medio de Moisés su siervo.+ 57  Resulte estar Jehová nuestro Dios con nosotros+ tal como resultó estar con nuestros antepasados.+ No nos deje ni nos abandone,+ 58  para que incline nuestro corazón+ hacia sí mismo, para que andemos en todos sus caminos+ y guardemos sus mandamientos+ y sus disposiciones reglamentarias+ y sus decisiones judiciales,+ que impuso como mandato a nuestros antepasados. 59  Y que estas palabras mías, con que he hecho petición de favor delante de Jehová, resulten estar cerca+ de Jehová nuestro Dios de día y de noche, para que él ejecute juicio a su siervo y juicio a su pueblo Israel, según se requiera día+ a día; 60  a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan+ que Jehová es el Dios [verdadero].+ No hay otro.+ 61  Y el corazón de ustedes tiene que resultar completo+ para con Jehová nuestro Dios, andando en sus disposiciones reglamentarias y guardando sus mandamientos como en este día”. 62  Y el rey y todo Israel con él estaban ofreciendo un gran sacrificio delante de Jehová.+ 63  Y Salomón procedió a ofrecer los sacrificios de comunión+ que él tenía para ofrecer a Jehová, veintidós mil reses vacunas y ciento veinte mil ovejas,+ para que el rey y todos los hijos de Israel inauguraran+ la casa de Jehová. 64  En aquel día el rey tuvo que santificar el medio del patio que está delante de la casa de Jehová,+ porque allí tuvo que ofrecer el sacrificio quemado y la ofrenda de grano y los trozos grasos de los sacrificios de comunión; porque el altar de cobre+ que está delante de Jehová era demasiado pequeño para contener el sacrificio quemado y la ofrenda de grano y los trozos grasos+ de los sacrificios de comunión. 65  Y Salomón procedió en aquel tiempo a ocuparse en la fiesta,+ y todo Israel con él, una gran congregación+ desde el punto de entrada de Hamat*+ hasta el valle torrencial de Egipto,+ delante de Jehová nuestro Dios,* por siete días y otros siete días,+ catorce días. 66  Al octavo día despidió al pueblo;+ y ellos empezaron a bendecir al rey e irse a sus hogares,* regocijándose+ y sintiéndose alegres de corazón+ por todo el bien+ que Jehová había ejecutado para David su siervo y para Israel su pueblo.
1 Reyes Cap. 8.
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Cánticos a Jehová Dios:


La bondad:

Racimos de uvas maduras en una vid
CAPÍTULO 27

‘¡Oh cuán grande es su bondad!’


1, 2. ¿Quiénes se benefician de la bondad de Dios, y con cuánta contundencia se expresa la Biblia sobre esta cualidad?
ENVUELTOS en la cálida luz del atardecer, unos viejos amigos cenan al fresco mientras disfrutan de la vista entre risas y animada charla. Lejos de allí, un labrador mira sus campos y sonríe satisfecho al ver que se han juntado negros nubarrones y comienza a llover sobre la sedienta plantación. En otro lugar, unos padres contemplan embelesados los vacilantes primeros pasos de su hijo.
2 Sean conscientes de ello o no, todos se benefician de lo mismo: la bondad de Jehová. Algunas personas religiosas repiten con frecuencia la frase “Dios es bueno”; pero la Biblia es más contundente al decir: “¡Oh cuán grande es su bondad[!]” (Zacarías 9:17). Sin embargo, parece que pocos comprenden el verdadero significado de dichas palabras. ¿Qué implica esta cualidad divina, y cómo nos afecta a cada uno de nosotros?

Maravillosa faceta del amor divino

3, 4. ¿Qué es la bondad, y por qué sería mejor describirla en el caso de Jehová como una expresión de su amor?
3 En muchos idiomas modernos, el término bondad es un tanto impreciso. Pero de ningún modo es así en el caso de la cualidad de que habla la Biblia, que se refiere, sobre todo, a la virtud y la excelencia moral. En cierto sentido, podríamos afirmar que impregna la personalidad de Jehová, cuyos atributos —incluidos su poder, justicia y sabiduría— son absolutamente buenos. No obstante, quizá sea mejor describirla como expresión del amor divino. ¿Por qué?
4 La bondad es una cualidad activa, que se traduce en obras. El apóstol Pablo señaló que, en el caso del ser humano, es aún más atrayente que la justicia (Romanos 5:7). Aunque se da por descontado que el justo cumplirá con minuciosidad las leyes, el bueno hará algo más: tomará la iniciativa y buscará formas de ayudar al prójimo. Como veremos, es innegable que Jehová demuestra dicha bondad, que obviamente brota de su infinito amor.
5-7. ¿Por qué no aceptó Jesús que lo llamaran “Buen Maestro”, y qué profunda verdad confirmó de este modo?
5 La bondad de Jehová es también incomparable. Cuando no faltaba mucho para que Jesús muriera, se le acercó cierto hombre y le planteó una pregunta, dirigiéndose a él como “Buen Maestro”. Cristo replicó: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino uno solo, Dios” (Marcos 10:17, 18). Esta respuesta pudiera desconcertarnos. ¿Por qué lo corrigió? ¿Acaso no era Jesús un “Buen Maestro”?
6 Es obvio que aquel hombre usó “Buen Maestro” como título adulador. Por ello, Jesús fue modesto y dirigió tal gloria al Padre celestial, que es bueno en sumo grado (Proverbios 11:2). Además, así confirmó una profunda verdad: Jehová es el único criterio moral, pues solo él posee el derecho soberano a determinar qué está bien y qué está mal. Adán y Eva trataron de usurpar esa prerrogativa al rebelarse y comer del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo. Cristo, en cambio, es humilde y deja que el Padre fije las normas.
7 Por otro lado, Jesús sabía que Jehová es la fuente de todo verdadero bien. Es el Dador de “toda dádiva buena y todo don perfecto” (Santiago 1:17). Observemos cómo se evidencia la bondad de Dios en su generosidad.

Testimonios de la abundante bondad de Jehová

8. ¿Cómo ha mostrado Jehová bondad a toda la humanidad?
8 El conjunto de las personas que han vivido se ha beneficiado de la bondad divina. En efecto, Salmo 145:9 indica que “Jehová es bueno para con todos”. ¿Qué ejemplos hay de esta cualidad que beneficia a la entera humanidad? Dice la Biblia: “No se dejó a sí mismo sin testimonio, por cuanto hizo bien, dándoles lluvias desde el cielo y épocas fructíferas, llenando por completo sus corazones de alimento y de alegría” (Hechos 14:17). ¿No es verdad que a veces una comida sabrosa nos levanta el ánimo? Pues no habría alimentos de no ser por la bondad de Dios al dotar la Tierra de un sistema de reciclaje continuo del agua, que unido a la existencia de “épocas fructíferas” permite el crecimiento de muchas plantas. El Creador no solo ha mostrado tal bondad a quienes lo aman, sino a todos. Como enseñó Jesús, “hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos” (Mateo 5:45).
Jehová nos da “lluvias desde el cielo y épocas fructíferas”
9. ¿Cómo ilustra el manzano la bondad de Jehová?
9 Dado que el sol, la lluvia y las épocas fructíferas se suceden sin cesar, muchos dan por sentada la inmensa generosidad de que goza el hombre. Tomemos por caso la manzana. Aunque común en todas las regiones templadas, es un fruto bello, delicioso y repleto de agua refrescante y nutrientes esenciales. Ahora bien, ¿sabía usted que existen unas siete mil quinientas variedades, de colores rojos, amarillos o verdes, y tamaños que van desde el de una cereza muy grande al de una toronja? Si sostenemos en la mano una de sus semillitas, parece insignificante, pero puede convertirse en uno de los árboles más hermosos (El Cantar de los Cantares 2:3). De hecho, el manzano se cubre en primavera de una corona de flores y en otoño se llena de frutos, al grado de producir un promedio anual de veinte cajas de 19 kilos durante quizás setenta y cinco años.
Semilla de manzana y manzanos llenos de fruta
Esta semillita será un árbol que dará alimento y placer por décadas


10, 11. ¿Cómo revelan los sentidos la bondad divina?
10 En su infinita bondad, Dios nos ha dotado con un cuerpo “maravillosamente hecho”, cuyos sentidos fueron concebidos para que percibiéramos Sus obras y nos complaciéramos en ellas (Salmo 139:14). Recordemos las escenas del principio del capítulo. ¿Qué deleita nuestra vista en tales momentos? Las mejillas coloradas de un niño feliz, los aguaceros que caen en los campos y los tonos rojizos, dorados y violáceos del ocaso. En efecto, los ojos perciben más de trescientos mil colores. Y el oído capta los matices de las voces amadas, el susurro del viento entre los árboles y la risa eufórica de un pequeñín. ¿Por qué podemos disfrutar de tales imágenes y sonidos? La Biblia da la respuesta: “El oído que oye y el ojo que ve... Jehová mismo ha hecho aun a ambos” (Proverbios 20:12). Pero estos son tan solo dos de los sentidos.
11 El olfato es otra muestra de la bondad divina. Con la nariz distinguimos unos diez mil olores. Pensemos en algunos, como los que desprenden nuestra comida favorita cocinándose, las flores, las hojas muertas o el tenue humo de un fuego acogedor. El tacto, por su parte, hace posible que sintamos la caricia de la brisa en el rostro, el alentador abrazo de un ser amado o la placentera suavidad de la fruta que sostenemos en la mano. Cuando mordemos un pedazo, entra en juego el gusto. Al detectar las papilas los delicados matices de la composición química del fruto, nos sorprende una sinfonía de sabor. Efectivamente, tenemos sobradas razones para decirle a Jehová: “¡Cuán abundante es tu bondad, que has guardado cual tesoro para los que te temen!” (Salmo 31:19). Pero, ¿cómo la ha “guardado cual tesoro” para quienes le temen?

Bondad que reporta beneficios eternos

12. ¿Qué dádivas de Jehová son las más importantes, y por qué?
12 Jesús dijo: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová’” (Mateo 4:4). Así es: las dádivas espirituales del Creador nos benefician aún más que las materiales, pues nos conducen a vida eterna. Como ya vimos en el capítulo 8 de este libro, durante los últimos días en que vivimos Dios ha utilizado su poder restaurador para establecer un paraíso espiritual, una de cuyas características más importantes es la abundancia de alimento espiritual.
13, 14. a) ¿Qué visión recibió el profeta Ezequiel, y qué significado tiene para nosotros? b) ¿Qué dones vivificantes ha hecho Jehová a sus siervos fieles?
13 En una de las grandes profecías bíblicas de restauración, el profeta Ezequiel recibió la visión de un templo restablecido y glorificado del cual manaba una corriente que iba ganando anchura y profundidad hasta convertirse en un “torrente de doble tamaño”. A lo largo de su curso llevaba consigo bendiciones, y en sus orillas florecían árboles que brindaban alimento y curación. Aquel río llegaba a impartir vida y fertilidad a un lago salado y estéril: el mar Muerto (Ezequiel 47:1-12). ¿Qué significaba esa descripción?
14 La visión indicaba que Jehová restablecería su sistema para la adoración pura, representado por el templo que observó Ezequiel. Como el río simbólico, las disposiciones divinas para la vida fluirían hacia sus siervos cada vez con mayor abundancia. Desde que él restableció la adoración pura, en 1919, ha bendecido a su pueblo con dones vivificantes. ¿Cómo? Las Biblias, publicaciones cristianas, reuniones y asambleas se han usado para llevar verdades vitales a millones de personas. Con tales medios, el Todopoderoso les ha explicado la mayor dádiva que ha hecho para impartir vida: el sacrificio redentor de Cristo, que permite que quienes aman y temen a Jehová de todo corazón tengan una condición limpia ante él y la esperanza de vida eterna.* En sentido espiritual, durante los últimos días el mundo sufre hambre, pero el pueblo de Dios goza de un banquete (Isaías 65:13).
15. ¿En qué sentido recibirá la humanidad fiel la bondad de Jehová durante el Reinado Milenario de Cristo?
15 El río de la visión de Ezequiel no se secará al terminar este viejo sistema de cosas. Por el contrario, su caudal será cada vez mayor durante el Reinado Milenario de Cristo. Jehová se valdrá del Reino mesiánico para aplicar todo el valor del sacrificio de Jesús y elevar gradualmente a la perfección a la humanidad fiel. ¡Cuánto regocijo sentiremos gracias a la bondad de Dios!

Otras facetas de la bondad de Jehová

16. ¿Cómo indica la Biblia que la bondad de Jehová abarca otros atributos, y cuáles son algunos?
16 La bondad del Creador no es solo generosidad. Él le dijo a Moisés: “Haré que toda mi bondad pase delante de tu rostro, y ciertamente declararé el nombre de Jehová delante de ti”. El relato luego añade: “Jehová fue pasando delante del rostro de él y declarando: ‘Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad[’]” (Éxodo 33:19; 34:6). Por consiguiente, la bondad divina abarca varios atributos magníficos. Examinemos tan solo dos.
17. ¿Qué es la benevolencia, y cómo la ha demostrado Jehová en el trato con simples personas imperfectas?
17 “Benévolo.” Este adjetivo nos dice mucho del trato que dispensa Jehová a sus criaturas. En vez de ser —como tantos poderosos— brusco, frío o tiránico, actúa con dulzura y suavidad. Por ejemplo, dijo a Abrahán: “Alza los ojos, por favor, y mira desde el lugar donde estás, hacia el norte y hacia el sur y hacia el este y hacia el oeste” (Génesis 13:14). Aunque muchas versiones omiten aquí la expresión “por favor”, los biblistas reconocen que el original hebreo emplea una partícula que transforma las órdenes en peticiones corteses. Hay otros casos similares (Génesis 31:12; Ezequiel 8:5). Imaginémoslo: ¡el Soberano universal pide las cosas “por favor” a simples seres humanos! En un mundo donde predominan la rudeza y la agresividad, ¿verdad que nos reconforta pensar en la benevolencia de nuestro Dios, Jehová?
18. ¿En qué sentido es Jehová “abundante [...] en verdad”, y por qué resultan reconfortantes estas palabras?
18 “Abundante en [...] verdad.” En la actualidad, lo habitual es la falta de honradez. Pero la Biblia nos recuerda que “Dios no es hombre para que diga mentiras” (Números 23:19). De hecho, Tito 1:2 señala que “no puede mentir”. Sí, es tan bueno que le resulta imposible hacerlo. Por consiguiente, sus promesas resultan totalmente confiables, y el cumplimiento de sus palabras está garantizado. A Jehová se le llega a llamar “el Dios de la verdad” (Salmo 31:5). No solo se abstiene de contar falsedades, sino que prodiga la verdad. No es reservado ni secretista; por el contrario, ilumina generosamente a sus siervos fieles con su infinito caudal de sabiduría.* Hasta les enseña a vivir en conformidad con las verdades que revela a fin de que “sig[an] andando en la verdad” (3 Juan 3). Pues bien, en líneas generales, ¿qué efecto debe tener en nosotros la bondad divina?

“Se pondrán radiantes por la bondad de Jehová”

19, 20. a) ¿Cómo trató Satanás de minar la confianza de Eva en la bondad de Jehová, y cuáles fueron las consecuencias? b) ¿Qué efecto debería tener en nosotros la bondad de Jehová, y por qué?
19 Cuando Satanás tentó a Eva en el jardín de Edén, empezó minando sutilmente su confianza en la bondad de Jehová, quien le había dicho a Adán: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho”. Aunque solo estaba prohibido uno de los miles de ejemplares que deben de haber adornado el paraíso, observemos cómo planteó el Diablo su primera pregunta a la mujer: “¿Es realmente el caso que Dios ha dicho que ustedes no deben comer de todo árbol del jardín?” (Génesis 2:9, 16; 3:1). De esta manera manipuló las palabras divinas para hacer creer a Eva que el Altísimo se estaba guardando algo bueno para sí. Por desgracia, la treta surtió efecto. Como a tantos hombres y mujeres que vivieron después, a ella le entraron dudas sobre la bondad del Creador, de quien había recibido cuanto poseía.
20 Bien sabemos cuánto sufrimiento desencadenaron tales dudas. Por consiguiente, tomémonos muy en serio las palabras de Jeremías 31:12: “Ciertamente [...] se pondrán radiantes por la bondad de Jehová”. Sin duda, la bondad divina debería ponernos radiantes de gozo. Nunca tenemos que cuestionar la motivación de nuestro bondadoso Dios, quien merece nuestra total confianza, pues solo desea el bien de quienes lo aman.
21, 22. a) ¿De qué maneras le gustaría corresponder a la bondad de Jehová? b) ¿Qué cualidad analizaremos en el próximo capítulo, y en qué se diferencia de la simple bondad?
21 Además, nos complace tener oportunidades de hablar de la bondad divina. En Salmo 145:7 leemos lo siguiente de los siervos de Jehová: “Rebosarán con la mención de la abundancia de [su] bondad”. Dado que cada día nos beneficia de algún modo esta cualidad del Creador, ¿por qué no adquirimos la costumbre de darle las gracias por ella cotidianamente, siendo tan específicos como nos sea posible? Si reflexionamos sobre su bondad, la agradecemos a diario y hablamos de ella, nos será más fácil imitar a nuestro buen Dios. Si, como él, buscamos formas de obrar el bien, nos acercaremos cada vez más a su persona. El anciano apóstol Juan escribió: “Amado, no seas imitador de lo que es malo, sino de lo que es bueno. El que hace el bien se origina de Dios” (3 Juan 11).
22 La bondad de Dios guarda relación con otros atributos. Por citar uno, él es “abundante en bondad amorosa”, o amor leal (Éxodo 34:6). La simple bondad beneficia a mayor número de personas que la bondad amorosa, ya que Jehová demuestra esta cualidad solo a sus siervos fieles. En el próximo capítulo veremos de qué modo.
No hay mayor demostración de la bondad divina que el rescate. De entre los millones de criaturas espirituales que tenía a su disposición, Jehová eligió a su amado Hijo unigénito para que muriera por nosotros.
Con razón se relacionan en la Biblia la verdad y la luz. Por ejemplo, el salmista cantó: “Envía tu luz y tu verdad” (Salmo 43:3). En efecto, Jehová derrama en abundancia su luz espiritual sobre todos los que desean que él los ilumine, o enseñe (2 Corintios 4:6; 1 Juan 1:5).