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Saturday, August 29, 2009

Satanás el Diablo y sus trampas:


No caigamos en las trampas del “pajarero”
“[Jehová] mismo te librará de la trampa del pajarero.” (SALMO 91:3.)
LOS cristianos verdaderos nos enfrentamos a un temible enemigo de inteligencia y astucia sobrehumanas. En el Salmo 91:3 se le llama ‘el pajarero’. ¿De quién se trata? Ya en el número del 1 de junio de 1883, esta revista reveló su identidad. Este poderoso enemigo no es otro que Satanás. Al igual que un astuto cazador de pájaros, el Diablo trata de engañar y entrampar a los siervos de Jehová.
2 En el pasado se atrapaban aves por diversas razones. Unas veces era para disfrutar de su melodioso trino o de su colorido plumaje, y otras veces era para comerlas o para ofrecerlas como sacrificio. Dado que estas criaturas —cautas y huidizas por naturaleza— no eran presa fácil, el pajarero de tiempos bíblicos tenía que estudiar detenidamente las peculiaridades y costumbres de cada ave a fin de preparar trampas eficaces. Pues bien, al comparar a Satanás con un pajarero, la Biblia nos ayuda a comprender mejor sus métodos. El Diablo nos estudia a cada uno por separado. Primero se fija en cómo somos y en qué hábitos tenemos y, después, nos tiende sutiles trampas con el objetivo de capturarnos vivos (2 Timoteo 2:26). Caer en sus trampas puede llevarnos a la ruina espiritual y, finalmente, a la destrucción. De modo que si queremos escapar de este “pajarero”, nos conviene conocer sus trampas.
3 Además, el salmista compara a Satanás con un león joven y con una cobra, lo cual nos ayuda a entender mejor cómo actúa (Salmo 91:13). Al igual que un león, Satanás a veces ataca frontalmente valiéndose de la persecución o de leyes en contra de los siervos de Jehová (Salmo 94:20). Aunque estos ataques directos quizás hagan que algunos cristianos abandonen el pueblo de Jehová, a menudo tienen el efecto contrario: los siervos de Dios se unen todavía más. Pero ¿qué hay de los ataques más sutiles, como los de una cobra?
4 El Diablo emplea su inteligencia sobrehumana para lanzar mortales ataques a traición, como hace una serpiente venenosa desde su escondrijo. Así ha envenenado la mente de algunos siervos de Jehová hasta el punto de lograr que hagan su voluntad y no la de Dios. Claro, esto ha tenido lamentables resultados. Afortunadamente, nosotros no estamos en ignorancia de los designios de Satanás (2 Corintios 2:11). Analicemos, por tanto, cuatro de las mortíferas trampas que emplea este “pajarero”.
El temor al hombre
5 El “pajarero” sabe que los seres humanos tienen el deseo natural de ser aceptados por los demás. Y los cristianos no son la excepción, pues a ellos también les importa la opinión de la gente. El Diablo lo sabe y trata de aprovecharse de ese deseo para desequilibrarlos y hacerlos caer en la trampa. Una manera de conseguirlo es haciéndolos “temblar ante los hombres” (Proverbios 29:25). El siervo de Dios que, por temor al hombre, hace lo que Jehová prohíbe —o deja de hacer lo que él manda— ya ha caído en la trampa del “pajarero” (Ezequiel 33:8; Santiago 4:17).
6 Tomemos por caso al adolescente que, presionado por sus compañeros de estudios, fuma un cigarrillo. Seguramente no tenía la menor intención de fumar cuando salió de casa ese día para ir a clase. Sin embargo, ahí está, haciendo algo que daña su salud y desagrada a Dios (2 Corintios 7:1). ¿Cómo cayó en la trampa? Tal vez se juntó con quien no debía y temía que lo rechazaran. Por tanto, jóvenes, no se dejen engañar por el “pajarero”. Si no quieren caer en sus trampas y ser capturados vivos, no cedan en lo más mínimo. Recuerden siempre el consejo bíblico de evitar las malas compañías (1 Corintios 15:33).
7 Los padres cristianos se toman muy en serio su obligación bíblica de mantener a la familia (1 Timoteo 5:8). Sin embargo, Satanás quiere desequilibrarlos en este aspecto, y a veces lo consigue. Algunos cristianos ceden a la presión de sus jefes para que trabajen más horas y se pierden habitualmente las reuniones. O temen pedir días libres para asistir a todas las sesiones de la asamblea de distrito y adorar a Dios con sus hermanos en la fe. Pues bien, la clave para no caer en esta trampa es “conf[iar] en Jehová” (Proverbios 3:5, 6). Otra cosa que nos permitirá mantener el equilibrio es recordar que somos miembros de la casa de Jehová y que él se ha comprometido a cuidarnos. Padres, ¿están convencidos de que Jehová los va a ayudar a ustedes y su familia de una u otra forma, si hacen su voluntad? ¿O caerán en la trampa del Diablo y, por temor al hombre, harán lo que él quiere? Los animamos a orar y reflexionar sobre estas preguntas.
El lazo del materialismo
8 Otra de las trampas de Satanás es el materialismo. El sistema comercial de este mundo a menudo promueve negocios para enriquecerse en poco tiempo. A veces, seducidos por esa mentalidad, algunos miembros de la congregación pudieran recomendarle a uno: “Trabaja duro ahora. Cuando consigas cierta estabilidad económica, ya podrás tomarte las cosas con calma y disfrutar de la vida. Y, si quieres, hasta podrías hacerte precursor”. Este pudiera ser el argumento erróneo de algunos que intentan beneficiarse económicamente a costa de sus hermanos. Pero fijémonos bien en su argumento. ¿Acaso no refleja la misma forma de pensar del hombre rico “irrazonable” de la parábola de Jesús? (Lucas 12:16-21.)
9 El malvado sistema de Satanás induce a las personas a desear cosas materiales. Este deseo puede infiltrarse de tal modo en la vida del cristiano que poco a poco ahogue la palabra y la haga “infructífera” (Marcos 4:19). La Biblia nos anima a estar satisfechos teniendo sustento y abrigo (1 Timoteo 6:8). Sin embargo, por no seguir este consejo, muchos caen en la trampa del “pajarero”. ¿Será que su orgullo los hace creer que deben mantener cierto estilo de vida? ¿Y qué hay de nosotros? ¿Permitimos que nuestro deseo de poseer cosas desplace a un segundo lugar la adoración verdadera? (Ageo 1:2-8.) Es triste reconocer que, en tiempos de estrechez económica, algunos han sacrificado su espiritualidad por mantener el nivel de vida al que estaban acostumbrados. ¡Justo la actitud materialista que hace feliz al “pajarero”!
La trampa del entretenimiento dañino
10 Otra táctica con la que el “pajarero” entrampa a la gente consiste en socavar su sentido innato de lo que está bien y lo que está mal. La misma actitud que había en Sodoma y Gomorra domina gran parte de la industria del entretenimiento actual. Hasta algunos noticieros de televisión y artículos de revistas serias realzan la violencia y alimentan un morboso interés por el sexo. De hecho, buena parte del entretenimiento nubla la capacidad de la gente “para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Hebreos 5:14). No olvidemos, sin embargo, lo que Jehová advirtió por boca del profeta Isaías: “¡Ay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno[!]” (Isaías 5:20). Pues bien, ¿ha conseguido el “pajarero” corromper nuestra forma de pensar con este entretenimiento dañino? Los cristianos debemos hacernos un autoexamen a este respecto (2 Corintios 13:5).
11 Hace aproximadamente veinticinco años, La Atalaya dio una amorosa advertencia sobre las series de televisión. Hablando del sutil efecto que pueden tener las populares telenovelas, la revista mencionaba: “Se emplea la búsqueda del amor para justificar cualquier tipo de conducta. Por ejemplo, cierta joven soltera que está embarazada dice a una amiga: ‘Pero yo amo a Víctor. No me importa. [...] ¡El llevar dentro de mí su hijo compensa todo lo que yo tenga que hacer!’. La suave música de fondo dificulta el calificar de incorrecto el derrotero de ella. A la telespectadora también le agrada Víctor. Siente compasión por la muchacha. ‘La comprende.’ ‘Es asombrosa la manera como una razona’, declaró una telespectadora que más tarde recobró el juicio. ‘Sabemos que la inmoralidad es incorrecta. [...] Pero me di cuenta de que mentalmente estaba participando en ello’”.
12 Desde que se publicaron esos artículos, este tipo de programas degradantes se han vuelto cada vez más comunes. De hecho, en muchos lugares se emiten las veinticuatro horas del día. Y tanto hombres como mujeres, e incluso muchos adolescentes, alimentan de forma regular su mente y corazón con estas series. Sin embargo, los cristianos no deberíamos engañarnos. Sería un grave error razonar que no está mal ver esos programas porque, al fin y al cabo, en la vida real se ven cosas mucho peores. En cualquier caso, ¿qué justificación puede tener un cristiano para elegir entretenerse con personas a las que jamás se le ocurriría invitar a su casa?
13 A muchos cristianos les benefició prestar atención a esa advertencia del “esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45-47). Tras leer sus francas recomendaciones basadas en la Biblia, algunos lectores escribieron para explicar cómo les habían ayudado aquellos artículos. Una mujer confesó: “He sido adicta a las telenovelas durante trece años. Creía que, con asistir a las reuniones y predicar de vez en cuando, mi espiritualidad no se vería afectada. Pero no fue así. Acabé adoptando la actitud mundana típica de las telenovelas: si tu esposo te trata mal o no te hace sentir querida, el adulterio está justificado; la culpa es de él. Creyendo que estaba ‘justificada’, finalmente cometí adulterio y así pequé contra Jehová y contra mi cónyuge”. Esta mujer fue expulsada de la congregación, pero con el tiempo recapacitó, se arrepintió y fue readmitida. Aquellos artículos que prevenían contra las telenovelas le dieron fuerzas para evitar la clase de entretenimiento que Jehová odia (Amós 5:14, 15).
14 Otra carta decía: “Lloré al leer los artículos, porque me di cuenta de que mi corazón ya no le pertenecía por completo a Jehová. Así que le prometí en oración que me libraría de la adicción a estas series”. Después de agradecer los artículos, una cristiana que reconoció ser adicta a las telenovelas dijo: “Me pregunté [...] si podrían estar afectando mi relación con Jehová. ¿Cómo podía ser amiga de ‘ellos’ [los personajes de las series] y al mismo tiempo ser amiga de Jehová?”. Si hace casi veinticinco años ese tipo de programas de televisión ya corrompían el corazón de las personas, ¿qué efecto tendrán ahora? (2 Timoteo 3:13.) No subestimemos, por tanto, la trampa satánica del entretenimiento dañino en cualquiera de sus variantes, ya sea en forma de telenovelas, videojuegos violentos o videos musicales inmorales.
La trampa de las diferencias personales
15 Satanás se vale de las diferencias personales para causar divisiones en el pueblo de Jehová. Cualquiera —sin importar los privilegios de servicio que tenga— puede caer víctima de esta trampa. ¿Cómo? Al permitir que las diferencias personales alteren la paz, la unidad y la prosperidad espiritual del pueblo de Jehová (Salmo 133:1-3).
16 Durante la primera guerra mundial, Satanás atacó frontalmente a la parte terrestre de la organización de Jehová en un intento de destruirla. Pero no tuvo éxito (Revelación 11:7-13). Desde entonces, ha tratado sutilmente de romper la unidad del pueblo de Dios. Si nosotros dejamos que las diferencias personales nos separen, podríamos estar siguiéndole el juego al “pajarero”, pues estaríamos impidiendo que el espíritu santo fluya libremente en nuestra vida y en la congregación. Esto le complacería mucho a Satanás, pues sabe que cualquier alteración de la paz y unidad de la congregación afecta la predicación (Efesios 4:27, 30-32).
17 Ahora bien, ¿qué podemos hacer si tenemos un problema con un compañero cristiano? Es cierto que cada situación es distinta. Sin embargo, por muchas razones que haya para que surjan diferencias personales, no hay ninguna razón para no resolverlas (Mateo 5:23, 24; 18:15-17). Los consejos que encontramos en la Palabra de Dios son inspirados y, por tanto, perfectos. Así pues, pongamos en práctica los principios bíblicos, ya que estos nunca fallan.
18 Jehová no solo está “listo para perdonar”, sino que también concede “el verdadero perdón” (Salmo 86:5; 130:4). Una forma de demostrar que somos hijos amados de Jehová es imitándolo (Efesios 5:1). Todos somos pecadores y necesitamos desesperadamente el perdón de Jehová. Por eso, debemos tener cuidado si nos damos cuenta de que nos cuesta perdonar a alguien. Podríamos acabar como el esclavo de la parábola de Jesús que se negó a perdonar la deuda de otro esclavo. Cuando se enteró su amo —que le había perdonado a él una deuda muchísimo mayor—, lo mandó encerrar en prisión. Jesús concluyó su parábola diciendo: “Del mismo modo también tratará mi Padre celestial con ustedes si no perdonan de corazón cada uno a su hermano” (Mateo 18:21-35). Meditemos en esta ilustración y pensemos cuántas veces nos ha perdonado Jehová a nosotros. De seguro, eso nos animará a resolver cualquier diferencia personal que tengamos con nuestros hermanos (Salmo 19:14).
Seguros en “el lugar secreto del Altísimo”
19 Vivimos en tiempos peligrosos. Si no contáramos con la amorosa protección de Jehová, hace tiempo que Satanás habría acabado con todos nosotros. Para no caer en las trampas del “pajarero”, debemos permanecer en “el lugar secreto del Altísimo”, un lugar simbólico donde encontramos protección “bajo la mismísima sombra del Todopoderoso” (Salmo 91:1).
20 Por lo tanto, veamos siempre las normas y recordatorios de Jehová como medidas de protección, y no como un medio para cortarnos las alas. Todos nos enfrentamos a un enemigo de inteligencia sobrehumana. Sin la ayuda de Jehová, nadie podría escapar de sus trampas (Salmo 124:7, 8). Así pues, pidamos a Jehová ayuda para nunca caer en las trampas del “pajarero” (Mateo 6:13).
[Nota]
La Atalaya del 15 de mayo de 1983, págs. 3-7.
¿Lo recuerda usted?
• ¿Por qué es una trampa mortal “temblar ante los hombres”?
• ¿Cómo utiliza el Diablo el lazo del materialismo?
• ¿Cómo ha usado Satanás el entretenimiento dañino para entrampar a algunos cristianos?
• ¿De qué trampa se vale el Diablo para romper nuestra unidad?
[Preguntas del estudio]
1. ¿Quién es el “pajarero”, y por qué es peligroso?
2. ¿Por qué se compara a Satanás con un pajarero?
3, 4. ¿Cuándo se parecen los ataques de Satanás a los de un león, y cuándo a los de una cobra?
5. ¿Por qué es tan efectiva la trampa de “temblar ante los hombres”?
6. ¿Qué caso ilustra cómo puede caer un joven en las trampas del “pajarero”?
7. ¿Cómo consigue Satanás que algunos padres pierdan su equilibrio espiritual?
8. ¿Cómo utiliza Satanás la trampa del materialismo?
9. ¿Por qué podría entrampar a algunos cristianos el deseo de poseer cosas?
10. ¿Qué autoexamen deben hacerse los cristianos?
11. ¿Qué advertencia sobre las telenovelas se dio en La Atalaya?
12. ¿Qué indica que todavía es pertinente la advertencia sobre las series de televisión?
13, 14. ¿Qué dijeron algunos lectores sobre cómo les habían beneficiado las advertencias sobre la televisión?
15. ¿Cómo entrampa Satanás a algunos cristianos?
16. ¿Qué logra sutilmente Satanás si permitimos que las diferencias personales nos separen?
17. ¿Qué nos ayudará a resolver las diferencias personales que puedan surgir?
18. ¿Cómo nos ayuda el ejemplo de Jehová a resolver las diferencias personales?
19, 20. ¿Cómo debemos ver “el lugar secreto” y la “sombra” de Jehová en estos tiempos peligrosos?
[Ilustración de la página 27]
Algunos han caído en la trampa de “temblar ante los hombres”
[Ilustración de la página 28]
¿Le gusta el entretenimiento que Jehová odia?
[Ilustración de la página 29]
¿Qué podemos hacer si tenemos diferencias personales con un hermano cristiano?

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