CRONICA

El Despalillo

POR; Diana Margarita Cantón

Mi profesor de Catolicismo me persuadió de que podía parecerme al carpintero Jesús Cristo si aceptaba la plaza de aprendiz de despalilladora de tabaco que se me ofertó. El me dio ejemplo porque trabajó como técnico de yaguas siendo ingeniero agrónomo y periodista; a él también lo reprimieron por sus ideas.

De tabaco tenía muy poca experiencia, pues aunque soy pinareña, estudié y trabajé siempre en La Habana y me especialicé en cítricos, tomates, papas, café caturra en la escuela en el campo.

Me levantaba a las 5 de la madrugada, entraba al despalillo a las 6 y 30 y salía a las 6 de la tarde, casi ni tomaba el horario de merienda y almuerzo, pero en 32 días no rebasé 5 libras y medias, mientras que la norma era de 14 libras. Gané 29 pesos y 63 centavos la primera quincena y 29 pesos y 21 centavos la segunda.

Como no cumplí la norma no pude ganar ningún dólar ni posibilidades reales de ganarla nunca, pues en el mes no se puede tener una sola ausencia o llegada tarde por ninguna razón.

Indagué que la libra de tabaco la pagan entre 35 y 55 centavos en dependencia de la calidad. Las hojas llegaban muy rotas, mojadas, malas, había una plaga y tuvieron que parar y fumigar. Una vez faltó materia prima varios días, parece que por problemas de transporte.

Los dólares hay que comprarlos (se cambia un peso cubano por un dólar.) Hay quien ganaba 6 y hasta 7 dólares mensuales, si era larga y no tenía problemas. Tienen que donar "voluntariamente" cinco centavos de cada dólar para la lucha contra el Cáncer, el sida: Todas lo donan.

Tuve que pedir la baja, pues los 58 pesos con 84 centavos apenas me alcanzaban para costear la merienda, el almuerzo y el transporte, (trabajaba a 40 minutos a pie desde mi casa).

En carros de caballos gastaba 2 pesos diarios, pues generalmente no hay guaguas, la merienda era medio pan a 3 centavos (nunca daban el vuelto de los 5 centavos) el almuerzo generalmente era un poquito de arroz y chícharos, no había agua fría y a veces ni caliente y los baños tenían poca higiene o ninguna, la atención al hombre no correspondía con las exigencias en cantidad y calidad en el trabajo, en el que comprueban hasta el rendimiento por peso, pues hay mermas y saben que algunas trabajadoras roban.

Había mucha preocupación con el nuevo sistema empresarial presupuestario que se implantará próximamente, con el cual muchas pueden quedar sin trabajo por ineficientes o improductivas, por "no estar en talla". Había que trabajar todos los sábados para "recuperar" y el calor era insoportable en el local o taller.

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