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Thursday, January 10, 2013

Rosa Maria Paya.

Tomado de El Universal, Caracas.

¡LIBERTAD Y VIDA!


Por ZOE VALDÉS






Me conmueven las personas que tiene una sincera determinación en la mirada, mucho más sin son jóvenes, y si son mujeres que luchan por la libertad y la justicia.



En esta misma columna escribí sobre Amanat, la joven india violada y fallecida a causa de esa misma violación. La India entera todavía manifiesta públicamente frente a este horrendo acontecimiento. Hace poco, escribí sobre Malala, en Ecodiario, la joven paquistaní que estuvo en coma a causa de un balazo que un talibán disparara a su cabeza. Malala, todos lo saben, es la adolescente que inició un blog en la página de la BBC y la que siempre ha luchado por los derechos de las jóvenes a estudiar en un país donde tal cosa es vista por el talibán como algo despreciable y a lo que ninguna mujer debería tener derecho según el terror talibán.



Rosa María Payá es una muchacha cubana, una joven activista que lucha por la libertad y la vida de los cubanos. Es una de las líderes del Movimiento Cristiano Liberación en Cuba. Su padre Oswaldo Payá Sardiñas fue asesinado por los esbirros del castrismo hace algunos meses en compañía del también joven activista Harold Cepero Escalante. Rosa María Payá, de veinticuatro años -hoy los cumple-, asumió el liderazgo del movimiento junto a su madre Ofelia Acevedo. Hasta ese momento se había mostrado discreta, estudiosa, ni siquiera se había filtrado una foto suya junto a sus hermanos cuando la visita del Papa en marzo del 2012, donde aparecía sosteniendo un cartel pidiendo libertad para el pueblo de Cuba, precisamente junto a Harold. Nunca antes de la muerte de su padre esta foto fue divulgada ni usada para favorecerla como la hija de Payá, un hombre muy conocido internacionalmente y dentro de Cuba, un opositor indiscutible, Premio Sajarov por los DDHH, con una posición que yo consideré criticable y así lo hice, cuando no estuve de acuerdo con algunas de sus propuestas políticas. Con él, siempre lo subrayo, se podía discutir.



Seguramente Rosa María habría continuado manteniendo su notable discreción, estudiando, madurando protegida por su familia y por sus amigos, si el castrismo no hubiera asesinado a su padre.



Nadie esperaba la mirada inquebrantable de Rosa María. Su figura espigada enfundada en un sombrío luto, la melena recogida que le despejaba el rostro, un rostro sencillo, de rasgos muy cubanos, mezcla de su padre y de su madre. Nadie esperaba sus palabras donde se transparentaba el dolor, la verdad, la afrenta valerosa, la decencia, la educación. Cuando nadie esperaba ya nada tras el asesinato de Orlando Zapata Tamayo, de Laura Pollán, de Oswaldo Payá, de Harold, entre otros, renació la esperanza. Y la esperanza lleva el nombre de Rosa María Payá.



Hace meses que enfrenta a la dictadura castrista, amenazados ella, su madre y sus hermanos, como mismo amenazaron a su padre. En medio de una incomprehensible situación donde las leyes se violan, se borran, se reinventan, como sucede en todas las tiranías.



Recientemente recibió una invitación para presentarse en Chile, para estudiar en una universidad chilena, al X Diplomado Internacional en Teoría Política y Gestión Pública, que la Universidad Miguel de Cervantes (Chile) estará llevando a cabo del 8 al 15 de enero. El régimen castrista no le permitió la salida, pese a que reunía todos los requisitos exigidos, y en regla. No pudo salir de su país a estudiar. Supongo que se lo prohibieron porque su visita a Chile coincidía con uno de los asesinos de su padre, con el tirano Raúl Castro, y temieron que la valentía y la sinceridad de Rosa María opacara al ya opaco y viejo merolico de Castro II.



Antes de eso y a raíz de la muerte de su padre la expulsaron de su trabajo.



Rosa María ha escrito sobre todo lo que aquí les acabo de contar, desde el inicio: las persecuciones, amenazas y asesinato de su padre y de Harold. Ha pedido una investigación y el apoyo internacional para que sea llevada a cabo. Acerca de todo esto ha escrito, de todo, hasta los últimos detalles de la negativa del viaje. Rosa María lleva un blog en un periódico español. Es fotógrafa. Tiene un nivel de preparación profesional que ya quisieran muchos. Estudió Ciencias Físicas. Por todo lo que les cuento aquí y más, merece ser reconocida.



A Malala le acaban de otorgar, su mérito se lo ganó con su vida, un premio importante en Francia.



Yo pido, y creo que todos los cubanos y el mundo entero debieran hacer lo mismo, que Rosa María Payá sea reconocida por lo que está haciendo en Cuba, en nombre de la justicia, de la vida y de la libertad.



No creo que le haga falta ser una de las cien personalidades de Time, ni que ella aspire a ello. Pero creo que Rosa María merece una distinción, una protección y un aliento. Sería hermoso proponer a Rosa María, a Malala y a Amanat (post morten) para el Premio Nobel de la Paz. Sería un grandioso símbolo del siglo XXI. La lucha por la libertad y la vida de Rosa María, el combate por los derechos de las niñas y de las estudiantes de Malala, y la resistencia aún después de la muerte, que ha avivado a todo un pueblo, en la figura de Amanat. Las tres representan el futuro libre de las mujeres.



Rosa María nació bajo una dictadura, se crió y creció de manera obligada en ella. Esperamos que muy pronto pueda conocer la libertad.