DetallesPublicado el Miércoles, 16 Enero 2013 12:19 Por Café Fuerte . inShare.0Powered by Agenzia Web
El teléfono celular ha invado la sociedad cubana en los últimos cinco años.
Por Emilio Morales*
El gobierno cubano acaba de anunciar una rebaja de precios en las tarifas de la telefonía celular, tanto para la modalidad prepago como la postpago.
La Resolución 2/2013, emitida este lunes por el Ministerio de Informática y Comunicaciones (MIC), traza una estrategia de doble propósito para estimular extensivamente la demanda del mercado y captar nuevos clientes y a la vez motivar a los usuarios existentes a que le den un uso más extensivo al teléfono.
Aun cuando la nueva tarifa rebajada de 0.45 a 0.35 CUC resulta cara por el bajo poder adquisitivo que tienen los cubanos -alrededor de 20 CUC mensuales- y en comparación con las tarifas que se manejan en los diferentes mercados internacionales, no deja ser una medida para estimular el creciente mercado de la isla, que registra ya 1.68 millones de usuarios de celulares.
Además, para el servicio de mensajería corta (SMS) de pospago, la nueva resolución establece una tarifa mensual de 25 CUC, con la opción de poder enviar 160 SMS nacionales, sin costo alguno de recepción.
Sin embargo, existen otros dos factores que también hacen crecer el mercado cubano: los cuentapropistas y los familiares que viven en el exterior.
Un instrumento común
En la actualidad es raro ver a un cubano insertado en el sector privado que no tenga un teléfono celular. La necesidad de comunicarse para manejar el negocio, de tomar decisiones, hacer coordinaciones logísticas, atender a los clientes y orientar a los subordinados, son nuevas conductas que comienzan a incorporarse en el día a día de la sociedad cubana y en la mentalidad de los nuevos empresarios.
Actualmente existen más de 600,000 trabajadores en el sector privado de la isla, incluyendo a los campesinos.
El celular comienza a convertirse en un instrumento de trabajo para hacer más eficiente el negocio. Mantener un celular en la isla tiene un costo alto, por lo que los nuevos empresarios lo toman como una inversión necesaria. Este es el nuevo espíritu empresarial que silenciosamente comienza a expandirse en Cuba.
Para los cubanos que tienen un celular y no están insertados en el emergente sector privado, su principal soporte es la diáspora cubana. Miles de cubanos pagan mensualmente las tarifas de los servicios de telefonía celular a sus familiares en la isla. Es una forma de mantenerse comunicados y ayudar a que sus parientes tengan un medio de comunicación moderna que les permita estar conectados dentro del país. Para ello, pagan la recarga de las tarjetas a través de diferentes sitios digitales que se anuncian en internet y en las principales emisora de radio y televisión de la Florida.
Sin embargo, a pesar del vertiginoso crecimiento que han tenido los servicios de telefonía celular desde el 2008, todavía los números muestran que Cuba se encuentra en uno de los últimos lugares de la lista respecto al per cápita de líneas por habitantes en el continente.
En pleno siglo XXI la tecnología está ayudando a muchos países pobres a dar un salto significativo a la modernidad. Sin embargo, no se avizora en el corto plazo que Cuba este dando pasos en la dirección más acertada. En medio de la transformación del modelo económico, y la implementación de nuevas leyes y reformas, la tecnología no está jugando el rol que la sociedad y la economía cubanas requieren.
Servicios muy limitados
Los servicios actuales que brinda el monopolio ETECSA son muy limitados. La red es poco explotada y los clientes todavía no pueden acceder a sus cuentas bancarias ni pagarlas usando el celular. Las operaciones más sencillas, como leer un periódico o simplemente ver las ofertas de los restaurantes, las tiendas, o la cartelera de los cines y teatros, o recibir el e-mail de un familiar o un amigo, simplemente no existen.
La sociedad cubana empuja desde abajo el deseo de modernizarse e insertarse en el mundo real. Aun cuando los servicios de internet no están disponibles para el sector privado ni para la población en general, ellos acuden al comercio electrónico para vender sus productos y servicios. La mayoría de los cuentapropistas se anuncia en internet y los propietarios que rentan sus casas lo hacen anunciando los servicios en la red, en páginas donde pueden observarse desde las imágenes hasta el precio de los inmuebles. De igual manera, la venta de más de 100,000 viviendas se anuncian en internet, y la mayoría de los contactos son direcciones de Yahoo y Google.
¿Necesita el gobierno cubano alguna otra prueba para percatarse de que la sociedad cubana está ansiosa y madura para dar el salto definitivo?
Lo primero que necesita el mercado es terminar con el monopolio y permitir la competencia de varias compañías. En segundo lugar, la red necesita ofrecer servicios que ayuden a modernizar la sociedad, eliminar la burocracia y ayudar a los clientes a facilitarles la solución de sus problemas del día a día.
Quizás la nueva reforma migratoria ayude a tomar conciencia a los cubanos de que fuera de sdus fronteras existe un mundo moderno, organizado, eficiente, próspero y en constante cambio y desarrollo, contrario al mundo primitivo, desorganizado y con limitaciones prehistóricas donde han vivido por más de medio siglo.
Esa sería otra llamada oportuna para el cambio.
*Economista cubano. Ex jefe de planeación estratégica de mercadotecnia en la corporación CIMEX y autor de los libros Cuba: ¿tránsito silencioso al capitalismo? y Marketing without Advertising, Brand Preference and Consumer Choice in Cuba. Es presidente de Havana Consulting Group, en Miami.
