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Tuesday, May 20, 2014

Tomado de Baracutey Cubano: Sobre los tártaros de Crimea.

martes, mayo 20, 2014


Álvaro Alba: Herencia de Stalin en Crimea. Los manifestantes tártaros constataron que “de nuevo, como hace décadas, en nuestra propia tierra, se incurre en la violencia y la ilegalidad contra los tártaros de Crimea”.

Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Los tártaros de Crimea son los verdaderos nativos de Crimea, los cuales han sido sometidos desde hace siglos  por el imperio zarista, el imperio soviético y ahora por el neoimperio ruso.
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Tomado de http://www.martinoticias.com

 Herencia de Stalin en Crimea

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Los manifestantes tártaros constataron que “de nuevo, como hace décadas, en nuestra propia tierra, se incurre en la violencia y la ilegalidad contra los tártaros de Crimea”.
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Por Álvaro Alba
mayo 18, 2014

Los tártaros de Crimea vuelven a levantar sus banderas. A 70 años de la deportación estalinista a la Siberia y Asia Central, las nuevas autoridades rusas en Crimea reviven las páginas de injusticia, atropellos y violaciones. En 1944 Stalin culpo a los tártaros de cooperar con los nazis.

En 48 horas más de  230 mil tártaros de Crimea fueron montados en vagones de carga y por ferrocarril hicieron el viaje al Gulag. Deportaron a los que vivían en la península y los que estaban en el ejército rojo. El 40 por ciento de ellos murieron en la travesía y en los campos de trabajo. Más de una generación nació en el exilio.

Solamente en 1989, en medio de la perestroika, fue que el Kremlin les permitió regresar a su patria, ya llena de rusos y ucranianos. Se encontraron con los nombres de las aldeas cambiados, sus casas ocupadas y sus tierras controladas por foráneos.

Pero regresaron y desde 1991 recuerdan el 18 de mayo como el Día de la Memoria. Lo hacen cada año desde que retornaron a la península, como parte del legado histórico y respeto a los caídos. Hay peregrinaciones al cementerio y a las terminales de trenes de donde partían sus ancestros a la muerte.

(Un adolescente tartaro en el acto en recordación a los deportados por Stalin.)

Ahora, bajo la ocupación rusa, intentaron prohibir la recordación, encarcelando a los dirigentes de esa comunidad, arrestando a otros y hostigando a los más activos.

La ocupación rusa de Crimea 

Desde marzo expresan los tártaros su inconformidad con la ocupación rusa, votaron contra la anexión a Moscú y exigen sus derechos como minoría. Varios líderes tártaros permanecen en Ucrania, pues no les permiten la entrada a Crimea. 

En el aniversario de la deportación planificaban actos en varias ciudades, pero vino la prohibición para realizar manifestaciones hasta el 6 de junio. Alegaron las autoridades que hay inestabilidad en el este de Ucrania, pero no suspendieron la marcha del 1 de mayo ni el desfile militar del día 9 donde estuvo el propio Putin.

Protestaron entonces los tártaros y defensores de los derechos humanos en la Federación Rusa. Autorizaron entonces pequeñas reuniones y asistencias a los cementerios. En Simferópol se reunieron 10 mil tártaros, portando sus banderas y la ucraniana, y en Bajchisarái se realizó una honra fúnebre. En las dos localidades helicópteros rusos sobrevolaban impidiendo que se escuchara a los oradores.

Ellos también quieren el derecho a determinar el futuro de su patria histórica, quieren expresar su voluntad política y recuerdan que Moscú siempre les ha avasallado.

(Recordando a los familiares tartaros deportados por Stalin en 1944)

Hicieron una convocatoria para el congreso nacional, piden el retorno de los nombres históricos, que se detenga la represión por motivos étnicos, políticos y religiosos, el derecho a expresarse y ser atendidos en su lengua y tener representantes en todos los niveles de la administración y el legislativo.

Y constataron que “de nuevo, como hace décadas, en nuestra propia tierra, se incurre en la violencia y la ilegalidad contra los tártaros de Crimea”.

Con firmeza y decisión aseguran que Stalin no puede mantener su herencia entre las minorías étnicas de la antigua URSS. Y  a diferencia del siglo XX, en esta nueva centuria están dispuestos a luchar por sus derechos.