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Saturday, April 27, 2013

De disidentes cubanos:

Miriam Celaya, una disidente por naturaleza
enero 10, 2012 | Email Email | Imprimir Imprimir | 2 127





Por Yusimí Rodríguez
Miriam Celaya
HAVANA TIMES, 10 ene — La mayoría de los cubanos no tiene acceso a Internet. Muchos no saben qué es la red de redes. Para ellos, Miriam Celaya es solo un nombre.
Quienes, desde sus centros de trabajo, acceden a Internet, tampoco conocen su blog. El acceso siempre está denegado.
Si supieran que es la autora del blog Sin evasión, anclado en la plataforma desdecuba.com con un espejo en vocescubanas.com, asegurarían que es una ciber terrorista, mercenaria, pro imperialista. Son los términos que han aprendido a asociar con: disidente, blogger, periodista independiente.
He entrevistado a Miriam para conocer sobre su vida, sus ideas, y cuánto tiene realmente de mercenaria, ciber terrorista y pro imperialista.
Esta mujer de 52 años es graduada de Historia del Arte y trabajó veintiún años en el Instituto de Antropología. Tiene dos hijos y dos nietos. Entre 1975 y 1980, fue una militante convencida de la Unión de Jóvenes Comunistas.
HT: ¿Qué la hizo cambiar de posición?
Miriam Celaya: Fue un proceso. Mi generación se formó en la idea de que quienes abandonaban el país eran traidores. No nos comunicábamos con los familiares que se habían ido. No estaba prohibido, pero era mal visto; podía perjudicarte. En 1979, el gobierno dialogó con la comunidad cubana en el extranjero y ellos empezaron a venir. Ya no eran traidores, sino los hermanos de la comunidad. Me pareció una historia mal contada.
Traían jeans, zapatillas, cosas que gustaban a todos los jóvenes. Pero en las reuniones de la Unión de Jóvenes Comunistas, comenzaron unos procesos de profundización de la conciencia, en los que se analizaba a quienes tenían diversionismo ideológico. Usar pitusas, zapatillas, fumar cigarros de marcas extranjeras, era considerado diversionismo. Cuestioné muchas cosas y siempre me sancionaban.
En 1980, parí y tuve que dejar la escuela, no encontraba quién me cuidara el niño. Me separaron de la organización por desertora, como si la maternidad fuera motivo de castigo. Apelé. Mientras duraba la apelación, me orientaron incorporarme a mi comité de base y participar en las actividades. La primera para la que me citaron fue un mitin de repudio. Había visto algunos. Me negué y dije que aquello era fascismo. Fui expulsada de la organización.
“Vi que el modelo no funcionaba, que los líderes en los que creía me habían estafado y manipulado.”
HT: ¿Cómo se define ahora políticamente?
Miriam: He renunciado a toda atadura ideológica. Tengo criterio político y me interesa la política, aunque no quiera dedicarme a ella. Prefiero decir mi opinión como ciudadana, desde mi derecho político, a tener una afiliación. Incluso, estuve en un partido de oposición de tendencia social demócrata, y lo celebro; me permitió valorar la mayoría de los grupos de la llamada oposición tradicional.  No votaría por ninguno en un futuro. Están desgastados, hacen mucho daño. En ocasiones reciben dinero. No considero malo recibir financiamiento, sino recibirlo de un gobierno. Eso clasifica como injerencia, sea del gobierno que sea.
HT: Me obliga a adelantarle una pregunta. ¿Usted recibe algún tipo de financiamiento?
Miriam: No recibo ningún financiamiento gubernamental y me niego a aceptarlo. Cobro por publicaciones, por ejemplo en Diario de Cuba, por algún trabajo editorial para un libro. Pueden pedirme que escriba sobre algo, pero escribiría mis opiniones, no lo que deseen escuchar. He dejado de publicar en lugares, porque han cambiado lo que he dicho. Es una falta de ética y no lo permito. A veces, periodistas extranjeros me regalan memorias flash o discos. Eso lo acepto; dinero, no.
HT: Comenzó su blog bajo el pseudónimo Eva. ¿Cómo decidió sacar su identidad a la luz?
Miriam: Creé ese pseudónimo cuando colaboraba con la revista Encuentro en la red. Aún trabajaba en el Instituto de Antropología. El 25 de marzo del 2005, salió un decreto ley según el cual podías expresar públicamente tus ideas e incluso diferencias políticas y escribirlas, salvo que fueras profesor, investigador, periodista. O sea, salvo quienes tienen más ideas. Ahí, decidí irme de Antropología, además tenía muchas diferencias con la dirección.
Mantuve el pseudónimo por la presión familiar. Mi esposo temía que perjudicara al niño, que estudiaba en la Lenin*, o a él, que es marino mercante. Hace muchos años tiene contrato con navieras extranjeras y temía que le negaran la salida. Mi familia es mi prioridad y no quería crearles conflictos. Llegamos al acuerdo de esperar que el niño terminara el preuniversitario. En julio del 2008 empecé a firmar con mi nombre.
HT: ¿Qué implicaciones tuvo eso para usted?
Miriam: Tuve muy buena acogida de parte de los lectores. Me sentí mejor porque era más auténtica, más verosímil.
HT: ¿Ha sufrido alguna forma de hostilidad?
Miriam: No en mi comunidad. Algunos amigos y conocidos tomaron distancia o simulan no verme. A mi marido lo citaron para una supuesta reunión de trabajo, en el 2009. Cuando llegó, se encontró con la policía política y alguien de la Seguridad del Estado. Lo amenazaron con el trabajo y hasta con nuestro hijo. No se dejó presionar. Nunca más nos molestaron.
A veces, percibo cierta vigilancia, pero no me interesa. Me han dicho que nuestro teléfono está intervenido, pero sería tonto perder tiempo en vigilarme; lo que pienso, lo escribo. Solo tienen que entrar al blog.
Miriam no pertenece al CDR ni participa en las “elecciones” (votaciones les llama, porque en realidad no se elige nada) desde mucho antes de abrir su blog.
NO ME SUBORDINO A  INTERESES DE NINGUNA EMBAJADA
HT:  ¿Cómo realiza su trabajo? Ningún cubano tiene Internet legalmente, a no ser en su centro laboral, pero usted no trabaja para el Estado.
Miriam: Yoani Sánchez, Reinaldo Escobar, Dimas Castellanos, yo y otros, hacíamos una revista digital llamada “Consenso”. Luego se llamó “Con todos”. Yoani abrió su blog en esta página. Nos embulló y cada uno abrió el suyo. Nos conectábamos con tarjetas de 5 CUC la hora. Teníamos amigos periodistas extranjeros que nos las regalaban. Así actualizábamos.
Cuando Yoani ganó los premios Ortega y Gasset, nos pusieron un filtro y no se podía acceder a los blog. Ahora se puede, desde hoteles y embajadas. La opción que nos quedó fue conectarnos desde las embajadas. Yo lo hacía desde la holandesa. Fui y expliqué mi necesidad. Es algo perfectamente legal. Me he conectado desde la embajada Sueca y últimamente desde la checa.
No me subordino a intereses de ninguna embajada. No te condicionan nada. Eso se manipula en la televisión, sin darnos el derecho a réplica. Se nos ha descrito como ciber terroristas.
¿Ya que tienen la Mesa Redonda, por qué no nos sentamos ahí? Estaría en la mejor disposición de responder y debatir. Pero debatir de verdad, no lo que hacen ellos, que es hacerse la pala unos a otros.
HT: Ya que tocó el tema, vi la primera temporada de Razones Ciudadanas*, y aunque me identifico con los planteamientos, siento que es como la Mesa Redonda. Todos opinan más o menos lo mismo, hay muy poca discrepancia.
Miriam: Tienes razón. Los participantes lo percibimos. Quisiéramos que estuviese allí Ubieta, Taladrid. Ellos no irán. Otros que hemos invitado, como Elaine Díaz, han dicho que no, porque somos mercenarios… el mismo discurso.
“Nos interesa establecer vínculos, debatir. Entro al blog de Elaine Díaz y comento. He puesto comentarios muy respetuosos en otros sitios y los han bloqueado.”
HT: Usted parece muy conciliadora, pero fue bastante ácida con el Observatorio Crítico hace casi dos años. Escribieron una carta denunciando hechos como la expulsión de Omni Zona Franca del local que ocupaban y la violencia contra Yoani Sánchez, a finales del 2009. Usted no la consideró lo suficientemente radical y escribió un texto en el que decía:  “El Observatorio Crítico quiere nadar sin mojarse las nalgas.”
Miriam: No lo recuerdo, pero es cierto que tengo ese problema y muchos amigos me lo han dicho. No todos tienen que decir las cosas de la misma forma. Estoy en un punto al que no todos han llegado ni tienen que llegar. Hay quien tiene un puesto de trabajo que cuidar. Lo entiendo, pero a veces lo olvido.
He leído cosas muy interesantes del Observatorio Crítico y aprovecho para hacerles justicia.
Cuando Ted Henkin hizo la Cartografía de Blogolandia, cuestionó hasta qué punto esas embajadas nos precisan a hacer determinadas cosas o si admitirían que nos pronunciáramos contra el bloqueo o por la libertad de los Cinco. Le escribí que siempre me he pronunciado contra el bloqueo y la anexión. Sobre los cinco espías, que él llama héroes, no escribo porque aquí hay todo un Ministerio dedicado a hacerlo.
HT: ¿Personalmente qué opina del caso de los Cinco?
Miriam: Creo, como James Carter, que culpables o inocentes, ya han cumplido bastante. Además, se está gastando muchísimo en la campaña para su liberación, cuando debería invertirse en la salud pública y la educación que son desastrosas.
Ted publicó mi comentario y luego lo vi en el boletín del Observatorio. Lo agradecí mucho; eso ayuda a romper la imagen de los blogueros alternativos mercenarios, anexionistas. Soy tan cubana como el que más. ¿Quién dijo que el socialismo es cubanía? Me sorprendió, porque tenía otra imagen del Observatorio.
YO NO ME VOY DE CUBA
HT: En el segundo capítulo de Razones…, usted y los otros participantes mostraron escepticismo ante la posibilidad de que se autorizara la compraventa de casas y autos. Hoy esas medidas son una realidad; se van a otorgar créditos, se han flexibilizado los impuestos para los cuentapropistas. ¿Qué piensa de estas medidas y hacia donde cree que vamos?
Miriam: Habría que tener una bola de cristal, pero intentaré decirte mi percepción. Son las mismas políticas aplicadas por los mismos políticos, manipuladas, otra vez, a su interés. Para mí, un gobierno que ha experimentado durante 53 años y sólo ha podido demostrar su fracaso, no merece una segunda, o más bien diez milésima, oportunidad.
En segundo lugar, veo gente muy animada diciendo “ahora van a dejar hacer esto o lo otro” y me desalienta; me dice cuán lejos está el ciudadano. Nadie tiene que permitirme vender lo que es mío. Es un derecho natural del ciudadano. Ninguno de esos políticos ha pedido perdón por los errores y violaciones cometidas.
Es un primer paso al que le han pasado por encima. No puedo creer en la voluntad política de esos gobernantes. Están haciendo esto ahora para comprar tiempo. Que la gente pueda vender sus casas me parece muy positivo, lo negativo es que sea al cabo de 53 años.
A veces, pienso que el partido comunista ha pasado a la oposición. Están conspirando, todo lo hacen en secreto. Anunció el Congreso del Partido en un evento, de sopetón, y el primero que obtuvo el librito con los lineamientos fue Hugo Chávez, mientras los militantes de base desconocían que había un congreso, la reunión magna de su partido.
No participaron en convocatoria alguna, ni en la elaboración de los lineamientos. Después se hizo una gran alharaca de consulta popular. Para mí, todo es parte de una representación de democracia. No digo que la democracia pura exista, pero esto es una farsa. ¿Alguien puede creer a estas alturas que toda una nación piensa igual?
Algo que demuestra la falta de legitimidad de este gobierno, es los miles de cubanos que se siguen yendo. Y te digo con letras mayúsculas que YO NO ME VOY DE CUBA. Es una de las cosas que más molesta.
Creo que ahora toca el momento del ciudadano. En Cuba hace falta cultura cívica, ciudadanos, que no hay. Mis amigos preguntan para qué me busco problemas, cuando tengo un apartamento, un carro, no pasamos hambre. Me resulta ofensivo, lo peor es que lo dicen para cuidarme.
Multiplícalo por millones de personas que encuentran en la evasión la solución. Por eso mi blog se llama Sin evasión. Muchos se van; otros viven de las remesas. Eso también es evasión. Me avergonzaría vivir de familiares que se fueron.
HT: ¿No debería avergonzarse el gobierno?
Miriam: Es el gobierno que ahora te dice qué puedes hacer; la gente coge el dinero de las remesas para abrir negocios e ingresarle dinero a ese gobierno. No veo que mejore ni la salud, ni la educación. Los precios de los alimentos se siguen disparando. La economía está patas arriba. Me critican por opinar de economía, pero opino a nivel de bolsillo.
Cuando compro algo, me pregunto cómo viven los ancianos, los jubilados. Un día seré una de ellos. No tengo fe en este gobierno ni estas reformas. Además, lo veo en la calle, el barómetro social te lo dice. El capital de fe de la gente está agotado.
HT: En ese mismo capítulo de Razones…usted dice que el debate sobre el futuro del país debe extenderse a los cubanos de la diáspora. ¿Incluye a los de la extrema derecha, que han apoyado acciones terroristas contra Cuba y pedido una invasión armada del gobierno norteamericano?
Miriam: Incluso a ellos. No puedo rechazar exclusiones y proponerlas. Creo que deben participar y tengo fe en que perderían por abrumadora mayoría en contra. Hay un gran núcleo de la diáspora que rechaza esas políticas que solo han mantenido la beligerancia y dado municiones a este gobierno para mantenerse atrincherado.
Además, el cubano de la diáspora es bueno para enviar dinero a sus familias, y que estas lo gasten en las tiendas que tienen los precios cuadriplicados. ¿Y para participar en las soluciones y las políticas internas, no?
Confío en que somos más los cubanos anti anexionistas y anti bloqueo.
TUVE UNA IDEA MUY ROMÁNTICA DE LA ALFABETIZACIÓN
HT: Decía que la salud pública y la educación son desastrosas, pero muchos le responderían que nuestra salud y educación son gratuitas. Aunque no creo que lo sean, es innegable que todos tenemos acceso. De hecho, el apoyo de muchas personas al gobierno está basado en estos dos aspectos.
Miriam: Entonces, podían haber apoyado a España; aquí hubo educación gratuita desde la colonia, aunque no estaba generalizada. Salud y educación gratuitas hubo durante la República. Mis padres estudiaron en colegios públicos. En las casas de socorro, la atención médica era gratuita. Pero también existía salud privada.
Yo nací en una clínica privada, aunque era hija de un obrero calificado y un ama de casa, y nieta de pequeños comerciantes. Mi hermano se operó la garganta en una clínica privada sin costo adicional. La Revolución no estableció la salud gratuita; eliminó la privada.
Tampoco creo que ahora sea gratuita. El 80% que le quitaban a mi esposo en los contratos, el gravamen de las remesas, los sueldos miserables, la pagan ampliamente.  Pero si ingresas en un hospital debes llevar desayuno, almuerzo, comida, cubo para bañarte…
Muchas veces no hay calmantes o los medicamentos que necesitas, pero están en el Cira García y las farmacias en divisas. ¿Entonces, de qué estamos hablando? Ahora hay una salud privada a la que no tengo acceso.
Cuando me dicen que soy universitaria gracias a la Revolución, respondo que nunca lo sabremos; tal vez, podía haberme ganado una beca presentándome a un examen de oposición.
HT: Pero en 1959, había un por ciento altísimo de analfabetos.
Miriam: Uno de los más bajos de América Latina. Me encanta que toques el punto, porque tuve una idea muy romántica de la campaña de alfabetización. La mayor parte de los analfabetos se concentraban en áreas rurales. ¿No era más racional crear escuelitas rurales en determinadas zonas, y enviar maestros a esos sitios específicos?
Ah, no, había que crear un ejército de alfabetizadores y movilizar a no sé cuánta gente. Fidel Castro, con su mesianismo, siempre ha necesitado los grandes espectáculos. ¿Qué necesidad había de hacer ese gasto, de paralizar cursos escolares y sacar estudiantes de las escuelas, y trabajadores de sus centros laborales? Pienso que había que alfabetizar y se logró, pero pudo ser a menos costo.
Hablabas de la extrema derecha y los ataques terroristas que han matado cubanos. ¿Y quienes murieron en Angola, Etiopía, Bolivia? No eran guerras nuestras. Conozco gente que regresó de Angola mutilada. ¿Eso es lindo? Ninguna guerra es buena. Ni las capitalistas, ni las socialistas, ni las que se hacen en nombre de supuestas grandes ideas.
¿Y aquella consulta [2002] del socialismo eterno? A libro abierto en el Comité. Si él quería de verdad un plebiscito, debió hacerse a puerta cerrada.
Miriam fue de los pocos que no firmaron el documento donde se proclamaba el socialismo irreversible.
Miriam: Soy una disidente por naturaleza. Siempre tendré cosas que cuestionar, en este sistema o en otro que pueda venir.
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*La Lenin: Instituto Preuniversitario Vocacional Vladimir Ilich Lenin, uno de los mejores del país.
*Razones ciudadanas: Material audiovisual dividido en capítulos. En cada uno se reúnen ciudadanos cubanos de la alternatividad, que pueden ser bloggers, periodistas independientes, especialistas en alguna rama, para discutir temas medulares para la Cuba actual y futura, que no se abordan en los medios nacionales. Razones ciudadanas circula entre los cubanos a través de discos o memorias flash.