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Tuesday, January 29, 2013

Textos Bíblicos de la Semana:

Martes 29 de enero




[Jesús] se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos (1 Tim. 2:6).



Al pecar, Adán trajo la imperfección y la muerte a sus descendientes, o sea, a miles de millones de personas. Es cierto que, como Jesús era perfecto, pudiera haber procreado miles de millones de seres humanos perfectos. Y basándonos en ello, en el pasado afirmamos que la combinación de la vida de Jesús y la de sus potenciales descendientes perfectos constituía un sacrificio que correspondía, o equivalía, a la vida de Adán y la de sus descendientes imperfectos. Pero ¿habla la Biblia en algún lugar de descendientes potenciales de Cristo que formen parte del rescate? No. Romanos 5:15-19 señala que fue la muerte de “un solo hombre” la que trajo la liberación. Como vemos, es la vida perfecta de Jesús la que corresponde a la de Adán. La atención debe centrarse exclusivamente en Jesucristo. Lo único que permitió que hombres de toda clase recibieran la dádiva gratuita de ser declarados justos y obtener la vida fue el “solo acto de justificación” de Jesús, es decir, su total obediencia y fidelidad a Jehová hasta la muerte (2 Cor. 5:14, 15; 1 Ped. 3:18). w11 15/6 2:11


Lunes 28 de enero




Está libre para casarse con quien quiera, pero solo en el Señor (1 Cor. 7:39).



Tal vez usted anhele hallar un cónyuge que también sirva de todo corazón a Jehová. Entonces, recurra constantemente a la oración (Fili. 4:6, 7). Aunque lleve mucho tiempo esperando, no se desanime. Puede tener la certeza de que Dios lo comprende y amorosamente le dará la ayuda emocional que necesita para enfrentarse a la situación (Heb. 13:6). Ahora bien, algunos cristianos que buscan pareja reciben propuestas matrimoniales de personas que no están fuertes en la verdad o ni siquiera son Testigos. Aunque la soledad sea muy dura, deben recordar que hacer una mala elección podría causarles muchísimo más dolor y sufrimiento. Y para bien o para mal, una vez que den el “sí, quiero”, no habrá vuelta atrás (1 Cor. 7:27). Por tanto, jamás cedamos a la desesperación. Podríamos cometer un error del que quizá nos arrepintamos toda la vida. w11 15/10 2:10-12



Domingo 27 de enero



Yo soy la parte que te corresponde, y tu herencia, en medio de los hijos de Israel (Núm. 18:20).



Una vez que Israel conquistó gran parte de la Tierra Prometida, llegó el momento de repartirla. De ello se encargaron Josué, el sumo sacerdote Eleazar y los cabezas de las tribus (Núm. 34:13-29). Ellos le asignaron una porción a cada tribu, pero no le entregaron ninguna a la de Leví (Jos. 14:1-5). ¿Por qué no? ¿Será que la pasaron por alto? ¿O acaso no le correspondía ninguna parte o herencia? En realidad, Jehová no tenía ninguna intención de abandonar a los levitas. De hecho, él mismo les había dicho las palabras del texto de hoy: “Yo soy la parte que te corresponde”. ¡Qué palabras tan profundas! ¿Cómo nos sentiríamos nosotros si Dios nos prometiera algo así? Tal vez nos preguntemos: “¿Es posible que, a pesar de nuestra imperfección, los cristianos gocemos de semejante privilegio?”. Sí, es posible. Él puede ser nuestra propia herencia sea que esperemos vivir en el cielo o en la Tierra. w11 15/9 1:1, 2



Sábado 26 de enero



En cuanto a todos los que me ven, me hacen escarnio; siguen abriendo ancha la boca, siguen meneando la cabeza: “Se encomendó a Jehová. ¡Que Él le provea escape! ¡Líbrelo, ya que se ha deleitado en él!” (Sal. 22:7, 8).



Tal como había predicho David, Cristo sufrió las mofas de la gente cuando estaba clavado en el madero. El relato de Mateo dice: “Los que pasaban hablaban injuriosamente de él, meneando la cabeza y diciendo: ‘¡Oh tú, supuesto derribador del templo y edificador de él en tres días, sálvate! Si eres hijo de Dios, ¡baja del madero de tormento!’. Del mismo modo, también, los sacerdotes principales junto con los escribas y ancianos empezaron a burlarse de él y a decir: ‘¡A otros salvó; a sí mismo no se puede salvar! Él es rey de Israel; baje ahora del madero de tormento y creeremos en él. Ha puesto en Dios su confianza; líbrelo Él ahora si le quiere, puesto que dijo: “Soy Hijo de Dios”’” (Mat. 27:39-43). Jesús soportó con dignidad todos estos insultos. ¡Qué gran ejemplo para nosotros! w11 15/8 2:13



7-17 Enero

Viernes 25 de enero



Apartarán sus oídos de la verdad, puesto que serán desviados a cuentos falsos (2 Tim. 4:4).



¿Qué cuentos pudieran engañar a los desprevenidos? En sentido amplio, la expresión “cuentos falsos” es aplicable a cualquier mito o mentira de carácter religioso. ¿Qué efecto pueden tener estas falsedades? La Biblia señala que, por culpa de ellas, las personas “apartarán sus oídos de la verdad” (2 Tim. 4:3). Satanás, que se hace pasar por “ángel de luz”, utiliza astutamente la religión falsa para embaucar a la gente (2 Cor. 11:14). Las iglesias presentan como cristianas doctrinas que en realidad se basan en leyendas y mentiras, por ejemplo, la Trinidad, la inmortalidad del alma y los tormentos del infierno. También promueven festividades como la Navidad y la Semana Santa, que contienen muchas costumbres en apariencia inofensivas, pero que están tomadas de la mitología y el paganismo. Para que no nos engañen con cuentos como esos, sigamos en todo momento esta exhortación: “Sepárense —dice Jehová—, y dejen de tocar la cosa inmunda” (2 Cor. 6:14-17). w11 15/7 2:11



es13 págs. 7-17 Enero

Jueves 24 de enero



Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad (Luc. 2:14).



Ha caído la noche. Los pastores se encuentran a campo raso, vigilando sus rebaños. De repente, se sobresaltan al ver que aparece a su lado el ángel de Jehová y que los envuelve la luz de la gloria divina. Escuchemos el emocionante anuncio que les hace este mensajero celestial: “No teman, porque, ¡miren!, les declaro buenas nuevas de un gran gozo que todo el pueblo tendrá, porque les ha nacido hoy un Salvador, que es Cristo el Señor” (Luc. 2:8-14). Efectivamente, había nacido un niño que llegaría a ser el Mesías. Y podían encontrarlo en un establo de un pueblo cercano, acostado en un pesebre. De súbito se juntó con el ángel “una multitud del ejército celestial” que alabaron a Dios con las palabras del texto de hoy. Ahora bien, ¿cómo podrían los pastores aprender más sobre el Mesías y convencer a otras personas de que aquel niño era el elegido para serlo, tal como señaló el ángel? Examinando las profecías de las Escrituras Hebreas que hablaban del Mesías y observando cómo se cumplían durante la vida del niño. w11 15/8 1:1, 2