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Tuesday, December 11, 2012

Relaciones Cuba-Estados Unidos empeorarán...

Tomado de Cafó Fuerte.

The Washington Post: Relaciones Cuba-EEUU empeorarán mientras Alan Gross no sea liberado


DetallesPublicado el Miércoles, 05 Diciembre 2012 09:34 Por Café Fuerte . inShare.0Powered by Agenzia Web

Alan Gross en una foto tomada en la prisión del Hospital Militar Carlos J. Finlay de La Habana

En ocasión de cumplirse el tercer aniversario del arresto del contratista estadounidense Alan P. Gross en Cuba, el diario The Washington Post ha publicado un editorial que fustiga la conducta del régimen de Raúl Castro y advierte sobre un potencial empeoramiento de las relaciones bilaterales mientras no se produzca su liberación incondicional.



Reproducimos a continuación el texto íntegro del artículo, aparecido este miércoles en las páginas del prestigioso periódico estadounidense.





EEUU NO DEBE CANJEAR A ALAN GROSS POR LOS ESPIAS



Concluida la elección presidencial, los partidarios de mejorar las relaciones EEUU-Cuba están pidiéndole al presidente Obama, quien obtuvo la mayoría del voto cubano-americano, que busque un acuerdo con el régimen de Castro. Olvidan el caso de Alan Gross, el contratista estadounidense que inició esta semana su cuarto año en una prisión militar cubana.



El señor Gross, residente de Potomac, fue detenido el 3 de diciembre del 2009, después de que entregara teléfonos satelitales a los miembros de la pequeña comunidad judía de Cuba. Había sido contratado para llevar transportar equipos proporcionados por la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID), con el objetivo de ayudar a los judios cubanos a conectarse a la internet.



En el 2011, el señor Gross fue condenado por delitos contra el Estado y condenado a 15 años de prisión. Allí permanece aún, ahora con 63 años, a pesar de sus problemas de salud, que incluyen una severa pérdida de peso, artritis y el crecimiento de una masa muscular en el hombro. Sus llamamientos para visitar a la madre de 90 años, gravemente enferma, han sido rechazadas. El presidente cubano Raúl Castro ha rechazado repetidamente las propuestas para liberar al señor Gross por razones humanitarias, a pesar de la visita de influyentes enviados que van desde senadores de Estados Unidos hasta el ex embajador ante Naciones Unidas, Bill Richardson.



El gobierno de Castro dice que quiere reparar las relaciones con Estados Unidos, lograr el levantamiento de lo que queda del embargo comercial y atraer inversiones de empresas estadounidenses. Entonces, ¿por qué mantener al señor Gross en la cárcel? La respuesta, por desgracia, es relativamente simple. Cuba quiere cambiar su prisionero por cinco espías cubanos que fueron arrestados en la Florida en 1998. La red se infiltró en una base de la Marina de EEUU y en los grupos anticastristas, y proporcionó información que facilitó a Cuba el derribo en el espacio aéreo internacional de dos aviones con miembros de uno de los grupos, el 1996. Cuatro ciudadanos estadounidenses murieron. El jefe de la red fue condenado a cadena perpetua tras un juicio efectuado en el 2001, mientras que otros recibieron sentencias con menos términos de cárcel. Uno de ellos está ahora en libertad condicional.



No hay equivalencia entre el señor Gross y los Cinco, como reconoce a los prisioneros la propia Habana. Cuba admite que esos prisioneros eran sus espías en la Florida, aunque nunca se acusó a Gross de espionaje. Pero el señor Castro considera al señor Gross como la palanca para liberar a sus agentes, a quienes el aparato estatal de propaganda retrata como héroes. Más significativamente, mediante la organización de un intercambio, el régimen cree que puede forjar nuevas relaciones entre EEUU y Cuba bajo sus propios términos, sin tener que hacer concesiones en materia de derechos humanos.



La familia de Gross ha solicitado a Obama el envío de un enviado de alto nivel a Cuba y hacer lo que sea necesario para obtener su liberación. Eso es comprensible, pero la administración debe atenerse a su negativa a aprobar un pacto desventajoso. Por el contrario, Obama debería considerar nuevas medidas para castigar al régimen de Castro por el encarcelamiento de Gross, y el gobierno debe hacer más para llevar el caso ante los foros internacionales.



El mejoramiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos debe estar condicionado a verdaderos pasos hacia la democratización por parte de la Habana. Pero hasta que Gross sea liberado, van a empeorar.