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Wednesday, February 27, 2013

Obedecer a Dios:

Capítulo 6
“Obedece, por favor, la voz de Jehová”
OBEDECER no está de moda. Muchas personas ni siquiera se plantean si está bien o mal actuar de cierto modo, sino que hacen lo que les apetece o lo que les conviene. Esta actitud se ve en los conductores que cometen infracciones, los inversores que violan las leyes financieras y los altos funcionarios que burlan las leyes que incluso ellos mismos han contribuido a implantar. En los días de Jeremías también era común lanzarse al “proceder popular”, a sabiendas de que era incorrecto y perjudicial (Jer. 8:6).
2 Nosotros sabemos que quienes desean obtener el favor del Todopoderoso no pueden sencillamente seguir el “proceder popular”. Es digno de mención que Jeremías presentase un contraste entre los que no habían “obedecido la voz de Jehová” y los que procuraban hacerlo (Jer. 3:25; 7:28; 26:13; 38:20; 43:4, 7). Cada uno de nosotros tiene que analizar de qué lado está. ¿Por qué? Porque las embestidas de Satanás contra la integridad de los siervos de Dios se han vuelto especialmente virulentas. Podemos asemejar al Diablo a una serpiente que espera silenciosa a su presa y súbitamente lanza su mortífero ataque. Nuestra determinación de obedecer la voz de Jehová nos impulsará a alejarnos del alcance de sus letales colmillos. Ahora, ¿cómo reforzar esta determinación? Los escritos de Jeremías nos ayudarán.
AQUEL A QUIEN DEBEMOS OBEDIENCIA
3 ¿Por qué merece Jehová nuestra total obediencia? Jeremías aporta una razón llamándolo “el Hacedor de la tierra por su poder, Aquel que firmemente estableció la tierra productiva por su sabiduría” (Jer. 10:12). En efecto, Jehová es el Soberano del universo, y debemos temerle por encima de todos los demás gobernantes. Él posee el derecho absoluto a esperar que cumplamos con sus sabios mandamientos, que al fin y al cabo son para nuestro beneficio (Jer. 10:6, 7).
[Ilustración de la página 69]
Beber del “agua viva” de Jehová nos impulsa a obedecer
4 Jehová no es únicamente el Gobernante Universal, sino el Sustentador de la vida, nuestra vida. A los contemporáneos de Jeremías no les quedó ninguna duda al respecto. Mientras que Egipto dependía muchísimo de las aguas del Nilo, la Tierra Prometida dependía en gran manera del agua de las lluvias estacionales, que sus habitantes almacenaban en cisternas subterráneas (Deu. 11:13-17). Solo Jehová era capaz de hacer llover y empapar el suelo para que produjera. Por otro lado, él también podía retener las tan ansiadas lluvias. De ahí que en los días de Jeremías, los desobedientes judíos sufrieran una serie de sequías devastadoras que dejaron resecos sus campos, viñas, pozos y cisternas (Jer. 3:3; 5:24; 12:4; 14:1-4, 22; 23:10).
5 Aunque los judíos estimaban mucho el agua literal, rechazaron el “agua viva” que Jehová les ofrecía en abundancia. Lo demostraron desobedeciendo deliberadamente la Ley divina y aliándose con otras naciones. Llegaron a ser como alguien que durante una sequía guarda la poca agua que tiene en una cisterna rota, así que sufrieron las consecuencias (léanse Jeremías 2:13 y 17:13). Nosotros no tenemos por qué actuar como ellos y acarrearnos la ruina. Jehová continúa regalándonos abundancia de “agua viva”, es decir, la guía de su Palabra inspirada; pero solo nos beneficiaremos de ella si la estudiamos y procuramos seguirla.
6 A medida que iba acercándose el día en que Dios le ajustaría las cuentas a Judá, la obediencia era cada vez más vital. Si algún judío quería ganarse el favor y la protección de Jehová, tenía que arrepentirse y obedecerle. El rey Sedequías, que no se había mostrado firme a la hora de hacer lo recto, se encaró con esta decisión. Cuando sus subalternos le dijeron que querían matar a Jeremías, no tuvo las agallas para oponerse. Como vimos en el capítulo anterior, el profeta sobrevivió al intento de asesinato gracias a Ébed-mélec. Luego exhortó a Sedequías: “Obedece, por favor, la voz de Jehová” (léase Jeremías 38:4-6, 20). Estaba claro: por su propio bien, el rey tenía que decidirse. ¿Obedecería a Dios?
¿Por qué fue apropiado que Jeremías repetidamente exhortara a los judíos a que obedecieran a Dios?
 
Tomado de WWW.j.w.org/es