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Monday, December 03, 2012

De Cubanet

Mostrar detalles DE:CubaNet PARA:cazadoradiana02@yahoo.es Mensaje con estrella Domingo 2 de diciembre de 2012 19:43 Diario de Cubanet. Lunes, 3 de diciembre de 2012


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ARTÍCULOS

La moribunda Nueva Trova

David Canela



La tortura como política de Estado

Julio César Álvarez



Los efectos de Sandy, por donde no pasó

Alberto Méndez Castelló



Cuba y los derechos del niño, otra historia mal contada

Leonardo Calvo Cárdenas



Pandillas en La Habana

Leonel Alberto Pérez Belette

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ARTÍCULOS



La moribunda Nueva Trova

David Canela



LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -En la noche del 23 de noviembre se celebró en el parque Villalón, junto al teatro Amadeo Roldán, del Vedado habanero, un concierto para recordar el 40 aniversario de la creación oficial del Movimiento de la Nueva Trova. Fueron invitados a cantar músicos como Frank Delgado, Adrián Berazaín, y Bian Oscar Rodríguez (“el B” de Los Aldeanos).

La fiesta popular, que reunió a cientos de jóvenes y adolescentes, fue animada -casi en su totalidad- por la música tecno (o electrónica), el rap, el rock, y el reggae. Algunas canciones de Silvio Rodríguez, como el “Reparador de sueños”, fueron ejecutadas en versiones electrónicas. Aunque supuestamente era un homenaje a la Nueva Trova, apenas se interpretaron canciones bajo ese espíritu musical: una de ellas fue una versión de “Memorias del subdesarrollo”, de Carlos Varela. La fiesta se terminó casi a las 12 de la noche.

El llamado Movimiento de la Nueva Trova nació de una velada en Casa de las Américas, en la cual cantaron juntos por primera vez, y frente a un público, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola. Fue el 18 de febrero de 1968. Y aunque ese día significó el “estreno” de un grupo de jóvenes cantautores, que marcarían la primera generación de esa vanguardia musical en Cuba, se decidió fundar el Movimiento de la Nueva Trova, de manera oficial, en Manzanillo, el 2 de diciembre de 1972, después de una caminata que partió de la playa Las Coloradas, en donde había desembarcado el yate Granma 16 años antes.

El viernes 23, además de la mención a los 40 años de la Nueva Trova, se hizo un énfasis reiterado en que ese concierto estaba “dedicado a la No-Violencia”. Era extraña la conjugación de ambos homenajes, máxime porque ya había pasado el 2 de octubre. Sin embargo, hay una explicación.

El pasado 10 de noviembre, en la ciudad de Ciego de Ávila, durante un concierto dedicado a la trova, un grupo de jóvenes, que exigía a los intérpretes que pusieran reggaetón, acabó por agredirlos físicamente. Según un comunicado de Cubarte, divulgado por intranet, mientras ocurría el “espectáculo 40 Trova Mix, en el cual intervinieron Adrián Berazaín, Diego Gutiérrez y su grupo, Rochy, DJ Iván Lejardi, DJ V. Joyce, DJ Franka, y el VJ Marcel, un grupo de delincuentes locales, que portaban piedras, botellas y armas blancas, asaltó con violencia a los artistas y técnicos, muchos de los cuales tuvieron que recibir atención médica en el hospital provincial, y además dañó los equipos técnicos y parte de la infraestructura del espectáculo. // El reclamo de estos facinerosos (…) era que se difundiera en ese espacio y en ese momento reguetón”.

A pesar de la voluntad de hacer una fiesta recreativa, hubo una gran incoherencia entre el objetivo cultural y el formato del espectáculo. Fue un concierto de homenaje a la trova, en donde casi no hubo canciones de trova. Y un concierto dedicado a la no-violencia, en el cual unos rockeros del público se lanzaban unos contra otros, empujándose, como si fuera un juego caótico de bolas de billar. Si la trova ya no goza del favor de las mayorías, ¿por qué se convoca a un concierto público, en el que para no defraudar los gustos de la audiencia, es necesario recurrir a otros géneros, mucho más populares? Fue tan paradójico, como si la Dirección Nacional de Tránsito decidiera promover un día a favor de la seguridad vial, y planeara la venta masiva de pipas de cerveza y ron a granel.









La tortura como política de Estado

Julio César Álvarez



LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -El gobierno cubano jamás ha pedido perdón por las torturas y los maltratos que ha cometido y comete contra ciudadanos pacíficos.

La propaganda gubernamental le ha hecho creer a muchos que la tortura es sólo sinónimo de las uñas que le sacaron los esbirros del dictador Fulgencio Batista a los saboteadores del Movimiento 26 de julio, y no, como la define la Asamblea General de la ONU: “Todo acto por el cual un funcionario público, u otra persona a instigación suya, inflija intencionalmente a una persona penas o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de castigarla por un acto que haya cometido o sea sospechoso de haber cometido".

La férrea censura gubernamental oculta las denuncias de la oposición sobre torturas cometidas por funcionarios del Ministerio del Interior, en las estaciones de policía y centros penitenciarios, sobre todo en estos últimos tiempos, por lo que muchos cubanos no conocen que esos lugares son verdaderos centros de tortura, donde los tratos crueles y degradantes a los reos constituyen la regla y no la excepción.

Los actos de repudio, ordenados por el gobierno contra las decenas de miles de compatriotas que decidieron emigrar por el Mariel, en 1980, y en los que se instigó a una parte del pueblo a maltratar y humillar a la otra parte, son la muestra más tangible de los tratos crueles y degradantes que el gobierno revolucionario le ha infligido al pueblo de Cuba.

Esos maltratos y humillaciones colectivos contra ciudadanos indefensos han respondido a una política del Estado cubano, a lo largo de decenios, y aún hoy son utilizados de forma sistemática contra opositores al régimen.

Desde Moisés a nuestros días, exceptuando la Inquisición, quizás no haya otra habido institución que se haya dedicado a la tortura durante tanto tiempo, y con tanta meticulosidad, en su desafortunada persecución contra los herejes, homosexuales y blasfemos.

Pero incluso la Iglesia Católica, gestora de la Inquisición, mediante la figura del Papa Juan Pablo II, pidió perdón por los errores que hubieran cometido sus torturadores a lo largo de la Historia. En una carta enviada a sus cardenales, el Papa exhortó a la Iglesia Católica a reconocer los errores cometidos “por sus hombres, en su nombre”.

La soberbia de los gobernantes cubanos no le permite admitir sus errores, y le ha llevado a declarar que en la Cuba comunista jamás se ha maltratado a un prisionero. Han querido ocultar la lamentable imagen de las prisiones cubanas con la propaganda de que la revolución “ha convertido las prisiones en escuelas”, pero sin insinuar siquiera un reconocimiento público de los maltratos cometidos por sus funcionarios, por no hablar ya de pedir perdón a quienes los sufrieron.

Los infamantes actos de repudio contra los opositores en la isla, son parte de una política que se ejecuta diariamente y a la que el gobierno no parece dispuesto a renunciar, por lo que parece poco probable que alguna vez se produzca una petición de perdón a las víctimas. Todo indica que los torturadores seguirán maltratando en nombre de la “revolución” , a cuanto cubano se oponga a sus designios.









Los efectos de Sandy, por donde no pasó

Alberto Méndez Castelló



PUERTO PADRE, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -La carencia de comestibles ya se hace sentir en esta ciudad. Luego de que el huracán Sandy provocara cuantiosos daños en Santiago de Cuba y otras regiones de las provincias orientales, los abastecimientos enviados a las zonas de desastre están provocando desabastecimiento aquí.

Fuera de la cartilla de racionamiento ya no es posible adquirir en el mercado paralelo arroz, azúcar, huevos, ni fideos por solo citar cuatro productos de alta demanda que, aunque a precios elevados, eran adquiridos por la población para completar el racionamiento.

En el mercado paralelo, una libra de arroz cuesta cinco pesos, seis pesos una de azúcar parda, ocho la libra de azúcar refino; 2.40 el paquete de fideos, y 1.50 la unidad de huevo, pero ya nada de eso es posible conseguir en estos momentos.

Por si fuera poco, una asignación adicional al racionamiento, de cinco huevos per cápita con valor de 90 centavos cada uno, recién hoy ha comenzado su distribución correspondiente al ya casi finalizado mes de noviembre.

El pan tiene malísima calidad; en la panadería en donde este cronista lo adquiere, la dependienta suele exponer en el mostrador un engrudo desalentador para que los clientes comprueben por sí mismos que si el pan sale malo, las deficiencias son atribuibles a la mala calidad de la materia prima y no a la negligencia o la corrupción de los panaderos.

Pero si malo es el pan que se adquiere, solo a cinco centavos por la cartilla de racionamiento, igualmente de malo es el adquirido de forma paralela a tres y 3.50 pesos la hogaza. Esto, cuando usted logra conseguirlo.

Los precios del mercado agropecuario son elevadísimos: una libra de frijol colorado aquí puede costar 17 pesos, y 10 una libra de tomates.

En el mercado agropecuario, el arroz es posible adquirirlo a 5 pesos la libra, pero suele estar partido y se vuelve una pasta al cocinarlo.

Para abastecer a su familia antes de partir, un cubano-americano de visita en la ciudad ofrecía mil pesos por un saco de arroz de buena calidad. Medianamente bueno, lo consiguió en 700 pesos, en un restaurante, pagando por el saco de arroz crudo como si comprara raciones de arroz con frijoles negros.

Criar gallinas, pavos o cerdos para autoabastecimiento, ya tampoco resulta rentable…Una lata de pienso de cinco galones cuesta 80 ó 90 pesos, y hasta 100, y la mayoría de las veces comerciantes inescrupulosos venden cascarilla de arroz molida con un alto componente en sílice y escasos nutrientes, en lugar de pienso.

El maíz alcanza precios de oro, 15 ó 20 pesos por un jarro de cuatro libras. Cuando se consigue trigo, debe pagarse a tres pesos la libra y a 3.50 la de soya.

Si difícil es adquirir carne en el mercado, no lo es menos obtenerla por uno mismo. Pero aun en posesión de un terreno labrantío la crianza de animales se convierte en una tarea azarosa de tiempo completo. Ladrones de diferentes edades, desde jovenzuelos hasta hombres hechos y derechos recorren los campos cargando con cuanto se les ponga a la mano. Quien pretenda criar ya sea una gallina o una vaca, deberá pagar el precio de vivir prácticamente atado al animal, sin perderle pie ni pisada por un instante.

Sandy no pasó por aquí, pero sus efectos se sienten en Puerto Padre como si sus vientos nos hubieran azotado con categoría 5.









Cuba y los derechos del niño, otra historia mal contada

Leonardo Calvo Cárdenas



LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -Durante los últimos días, la televisión nacional desarrolló una intensa campaña a propósito del aniversario de la Convención de los derechos del niño, de la que el Estado cubano es signatario. La propaganda oficialista presenta al país como un modelo ejemplar en el respeto y la protección de los derechos y el bienestar de los niños.

La manipulación interesada que los medios estatales ofrecen en este delicado tema, como en tantos otros, tergiversa la realidad cubana y, sobre todo, omite y distorsiona la atención que dedican a la situación de Cuba las agencias de la ONU.

Cuando los medios informativos nacionales hacen referencia al análisis que sobre Cuba realizan los comités especializados de las Naciones Unidas, sólo reseñan las satisfacciones protocolarias que expresan los relatores, respecto a los informes presentados por el gobierno y por las estructuras oficiales supuestamente destinadas a garantizar los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, las autoridades cubanas y sus voceros no dicen una sola palabra sobre los muchos señalamientos y recomendaciones encaminados a promover la conexión de la Isla con los valores y principios universalmente reconocidos en materia de derechos e igualdad.

Hace varios meses, un colega la emprendió contra el relator especial de la ONU sobre la libertad de reunión y manifestación pacífica, después de tomar en cuenta solo lo informado por el diario oficial Granma, que, como era de esperar, había omitido las críticas emitidas por el órgano.

Igual de omisa y mutilada fue la información brindada por los medios oficialistas sobre la sesión del Comité de la ONU para la eliminación de la Discriminación Racial CERD, celebrada en la primavera de 2011, y donde el gobierno cubano fue ejemplarmente reprendido por las enormes lagunas y retrasos que acumula en este tema de alta sensibilidad global.

Sin embargo, de lo acontecido en el 57º período de sesiones del Comité de los Derechos del Niño, que tuvo lugar entre el 30 de mayo y el 17 de junio de 2011, los cubanos no recibimos información alguna. En las observaciones finales sobre Cuba, se encuentra un rosario de señalamientos y recomendaciones que demuestran las enormes carencias de arrastramos en materia de garantías a los derechos de los niños, a pesar de que el gobierno se presenta como paladín de la observancia y garantía de los mismos.

Sin pretender reflejar en tan corto espacio las catorce cuartillas de inquietudes, señalamientos y recomendaciones, podemos recordar que el documento se inicia reconociendo algunas medidas y adecuaciones legales implementadas por el gobierno, e incluso señala al embargo norteamericano como un elemento que afecta el disfrute de los derechos de los niños.

Acto seguido, comienza a señalar el enorme retraso que padece la legislación vigente al respecto, léase Código de la Familia, de1975; el Código de la Niñez y la Juventud, de1978; y el Decreto-Ley Nº 76, "De la adopción, los hogares de menores y las familias sustitutas", de 1984, con relación a lo reflejado en la Convención de los derechos del niño, y vuelve a recomendar la revisión y adecuación de esta legislación.

El documento reconoce a las estructuras gubernamentales encargadas de atender el tema, y señala con certeza que aquello que el gobierno presenta como instituciones de la sociedad civil, están muy estrechamente vinculadas y dependientes del Estado. Recomienda el establecimiento de mecanismos e instituciones verdaderamente independientes, destinados a promover y supervisar el respeto y las garantías a los derechos de los niños. Y aconseja también a las autoridades cubanas realizar mayores y más eficientes esfuerzos en la difusión, promoción y concientización social de los derechos del niño.

El Comité de la ONU vuelve a reiterar la solicitud de hacer las adecuaciones legislativas pertinentes para establecer los 18 años como el patrón legal de mayoría de edad, en consonancia con lo establecido en la Convención.

En sus recomendaciones, refleja igualmente una profunda preocupación por los retrasos socioeconómicos como un elemento que dificulta en gran medida el disfrute pleno de los derechos del niño. Critica los presupuestos constitucionales, que limitan la libertad de expresión y reunión de los ciudadanos, y los niños en particular, y reitera su preocupación porque no exista en Cuba una impugnación legal explicita al maltrato físico sobre los menores de edad.

En el documento, el Comité expresa su preocupación ante la situación social, la calidad de vida y la atención penal a los menores, y recomienda la ratificación o adhesión del Estado cubano a varios importantes instrumentos jurídicos internacionales que promueven y protegen los derechos humanos, así como su disposición para difundir el contenido de los documentos dimanados del análisis del caso especifico del país.

Es de notar que a pesar de la claridad y profesionalismo mostrado por los miembros del Comité, estos no imaginan el nivel de desamparo nutricional y de inadecuada atención médica que padecen los niños cubanos en muchos centros hospitalarios que se encuentran en muy deplorable estado de mantenimiento y abastecimiento.

El férreo adoctrinamiento, la presión y el chantaje ideológicos que sufren nuestros niños, desde su entrada al sistema educacional, totalmente estatal, constituye uno de los mayores crímenes contra el normal desarrollo de los menores.

No imaginan los miembros del Comité el nivel de indefensión económica que sufren las madres solteras sin protección del Estado, así como muchos niños discapacitados, privados del beneficio de la asignación monetaria a la categoría de “madres cuidadoras”, amén de haber sido excluidos en número muy considerable de los beneficios materiales que sí han recibido (a instancias del gobierno cubano) discapacitados de varios países del continente.

Tendrían que conocer los miembros del Comité las difíciles condiciones de vida que sufren miles de niños que mal viven en asentamientos marginales e insalubres, a lo largo de todo el país, muchos de los cuales están incluso privados de estatus legal, a los efectos de la venta racionada de alimentos básicos. Tal vez personas que incluso respaldan al régimen cubano, desconocen que son muchos los niños cubanos que carecen de cartillas de racionamiento.

Nuestra sociedad sangra por la herida del alto índice de prostitución infantil y juvenil femenina y masculina que ensombrece nuestras calles.

El gobierno cubano seguirá presumiendo de lo que tanto carece, y ocultando el resultado y los detalles del escrutinio a que está sometido, mientras los expertos de la ONU tendrían que recorrer la Cuba real y profunda para aquilatar en su justa dimensión la tragedia que se esconde tras su vitrina populista, que se derrumba irremediablemente.

elical2004@yahoo.es









Pandillas en La Habana

Leonel Alberto Pérez Belette



LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -Andar por las más céntricas calles de La Habana es considerado un peligro por los habaneros, quienes observan preocupados el incremento de la violencia y el surgimiento de pandillas al estilo de las Maras latinoamericanas.

En el área de Centro Habana, y en su confluencia con el casco histórico de la ciudad, es posible observar la cooperación entre uniformados y ex-efectivos de los cuerpos represivos del régimen, quienes se metamorfosean, mientras pujan por el control de las áreas de mayor movimiento económico: la piquera de taxis ruteros, de la calle Neptuno, el negocio de la prostitución en torno al Boulevard de San Rafael, el Paseo del Prado y el Malecón. Similar proceso ocurre en otros enclaves metropolitanos. “A nuevas formas económicas, nuevas formas de control social”, me comentó un anciano, y podría tener razón.

Un porcentaje elevado de estos pandilleros, procede de las provincias orientales, por lo que, tras el paso devastador del Huracán Sandy por esa parte del país, se han engrosado sus filas y han ampliado sus horarios de extorsión pública.

Dato curioso es que muchos de estos personajes tienen como inspiración el serial televisivo “Pablo Escobar, el patrón del mal”, popular versión novelada de la vida del narcotraficante colombiano que circula clandestinamente por el país y se ha convertido en un verdadero éxito.

El serial se ha transformado en patrón de comportamiento para muchos jóvenes capitalinos. Al punto que grupos de jóvenes y adolescentes iniciaron la moda de salir a “pasear” correctamente vestidos, pero con afilados cuchillos, palos y otras armas blancas bajo la ropa. Lo unico positivo es que aunque “ladren” el español, al menos algunos han retomado el hábito de tratar al prójimo de usted, al estilo colombiano, como hacía Escobar.

En el Vedado, un grupo de adolescentes destruyó un aula de la capitalina escuela secundaria Fructuoso Rodríguez, y tras robar medios básicos y expedientes, dejaron las paredes embarradas de excremento, con la presunta intención de intimidar a los profesores.

No son bandas para subestimar. Hace un mes y a solo unas cuadras de distancia de esa escuela, un grupo similar intentó asaltar el vigilado mercadito nocturno, frente al Hotel Cohiba. Los dependientes desestimaron llamar a las autoridades para evitar atraer a otros maleantes y para ahorrarse la pérdida de tiempo.

En otro orden, es bien conocido el uso de estos grupos de delincuentes juveniles, por parte de las autoridades policiales, para desalojar a los muchachos que se reunían en el paseo de la calle G, convocados por sus afinidades por la música rock y por diversas modas.

En cualquier caso, todas estas pandillas, de relativamente reciente aparición, son en realidad fruto de la desesperada situación económica en que nos mantiene hundidos el regimen y de la continuada pérdida de valores que ha generado.