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Monday, December 03, 2012

De Alan Gross

Tomado del Blog Café Fuerte.


Viernes, 30 Noviembre 2012 22:16



Por Redacción CaféFuerte



El contratista estadounidense Alan Gross, prisionero en Cuba hace tres años, solicitó al gobierno de Estados Unidos que firme un pacto de no beligerancia con Cuba como un primer paso para negociar su liberación.



Según un reporte de la cadena NBC desde La Habana, Gross le anunció su petición a Peter Kornbluh, especialista principal sobre Cuba del National Security Archives (NSA). El experto se reunió por cuatro horas con el contratista en el Hospital Militar “Carlos J. Finlay”, de La Habana, el pasado miércoles.



"Él está enojado, se siente frustrado, él está abatido, y él quiere que su propio gobierno de los pasos para negociar, dijo Kornbluh. "Su mensaje es que Estados Unidos y Cuba tienen que sentarse y tener un diálogo sin condiciones previas. Me dijo que la primera reunión debería dar lugar a la firma de un pacto de no beligerancia entre Estados Unidos y Cuba".



El informe del periodista Michael Isikoff señala que los comentarios de Gross parecen trazar un nuevo rumbo en la agresiva campaña de relaciones públicas que han emprendido sus representantes legales y Judy Gross, la esposa, para conseguir liberarlo. El Senado de Estados Unidos debe emitir este lunes una resolución exigiendo su libertad, justamente cuando se cumplen tres años de su arresto en La Habana.



Crítica a Washington



La estrategia de Gross se ha recrudecido desde mediados de este año, luego que el abogado Jared Genser asumió su representación legal. Su posición es cada vez más crítica hacia Washington, al punto que está en curso una demanda contra el gobierno y la agencia que lo envió a Cuba, por un monto de $60 millones.



Una petición pública de ciudadanos a la Casa Blanca fue colocada este viernes en la internet, con un llamado a la administración de Barack Obama para realizar posibles intercambios de prisioneros, admitir una conducta equivocada, y considerar el levantamiento del embargo como incentivos para traer a Gross de regreso.



Kornbluh dijo que vio a Gross "extremadamente delgado y desanimado”.



Agregó que Gross se encuentra muy molesto por no poder regresar a su casa para ver a miembros de la familia que están enfermos, especialmente a su madre de 90 años, quien vive en Texas y padece de un cáncer inoperable.



"Él realmente quiere ver a su madre, que es anciana y está enferma", dijo Kornbluh .

Cuando Kornbluh le preguntó a Gross que sería necesario para que abandonara su demanda contra Washington, respondió: “Quiero ver a mi esposa y a mi madre”.



Negociar de buena fe



Según Kornbluh, Gross está tratando de presionar a la administración Obama, pues reconoce que su libertad va a depender de que su gobierno negocie de buena fe con los cubanos.



"Su mensaje a Barack Obama fue: Estoy entusiasmado y listo para ir ¿Dónde está usted en este momento?", declaró Kornbluh.



Kornbluh, quien aboga por el diálogo y la normalización de relaciones entre Cuba y EEUU, visitó La Habana para asistir a una conferencia conmemorativa por el 50 aniversario de la Crisis de los Misiles. Funcionarios cubanos aceptaron su petición para visitar a Gross, aunque el gobierno rechazó todas las peticiones de medios de comunicación para entrevistarlo.



Gross, de 63 años, fue condenado a 15 años de prisión por un tribunal cubano en marzo del 2011.



"Se siente como un soldado que han dejado a morir en el campo de batalla”, dijo Judy Gross la pasada semana en una conferencia de prensa en Washington.



Petición a la Casa Blanca para negociar el caso de Gross