Vacuna contra la gripe A:

La doctora Toral Shah examina a Sammi Jiménez de los síntomas de la gripe A en una carpa del Hospital Infantil Dell de Austin, Texas.
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Resulta costoso combatir gripe A
Llega aerosol nasal contra gripe A
La gripe A podría colapsar hospitales

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Washington/EFE — La vacuna de la gripe A a los centros de salud de EE.UU. pondrá mañana martes punto final a una carrera farmacéutica contrarreloj.
Mañana los centros autorizados de los 25 estados de EE.UU. que han solicitado la vacuna, entre ellos Nueva York, comenzarán a administrar, de forma gratuita, un primer cargamento de entre 6 y 7 millones de dosis, la mayoría de ellas en forma de aerosol nasal.
El Departamento de Salud, que se ha servido de un solo distribuidor y vacunará con prioridad a los grupos de riesgo del país, prevé agotar ese cargamento inicial en los primeros días del mes de octubre.
Para mediados de mes, esperan contar con otros 40 millones de dosis, y disponer de un total superior a los 250 millones antes de que acabe el año.
Con el panorama de la expansión del virus en otoño e invierno aún por dibujar, las autoridades sanitarias se han apuntado un triunfo al aventajar a la mayoría de países en la producción de la vacuna. Sin embargo, su campaña de prevención afronta el escepticismo de más de la mitad de población, preocupada por la seguridad de las dosis.
Una vez comprobada la virulencia del brote, que ya ha causado casi 600 muertes y al menos 9,000 hospitalizaciones desde abril en todo el país, y descartada la efectividad de antivirales como Tamiflu y Relentza, el gobierno decidió apostar por la prevención y confió todo su arsenal en la concesión de licencias a cinco gigantes farmacéuticos.
Sólo dos países superan el carácter pionero de Estados Unidos en la administración de la vacuna —China, que comenzó a vacunar a sus soldados y estudiantes a finales de septiembre y el Reino Unido, que ha empezado a vacunar a un millar de niños.
En América Latina no se esperan recibir las primeras dosis hasta 2010.
En las últimas semanas, los cinco fabricantes que contrató el gobierno —Sanofi, Novartis, AstraZeneca, CSL y GlaxoSmithKline— anunciaron que elaborarían la vacuna antes de lo previsto.
La rapidez en la fabricación ha instigado, sin embargo, la desconfianza en la seguridad de la vacuna. Esto, unido a preocupación por los posibles efectos secundarios, hace dudar sobre si vacunarse al 60% de los estadounidenses, según una reciente encuesta.
Preocupa la epidemia de gripe de 1976, en la que el gobierno desplegó una campaña de vacunación masiva en la que 4,000 de los 46 millones de estadounidenses inmunizados terminaron desarrollando el síndrome Guillain-Barré, una enfermedad neurológica que puede provocar parálisis e incluso la muerte. Las autoridades sanitarias han descartado que la nueva vacuna esté relacionada con el desarrollo de ese síndrome.
En América Latina no se esperan recibir las primeras dosis hasta 2010.
En las últimas semanas, los cinco fabricantes que contrató el gobierno —Sanofi, Novartis, AstraZeneca, CSL y GlaxoSmithKline— anunciaron que elaborarían la vacuna antes de lo previsto.
La rapidez en la fabricación ha instigado, sin embargo, la desconfianza en la seguridad de la vacuna. Esto, unido a preocupación por los posibles efectos secundarios, hace dudar sobre si vacunarse al 60% de los estadounidenses, según una reciente encuesta.
Preocupa la epidemia de gripe de 1976, en la que el gobierno desplegó una campaña de vacunación masiva en la que 4,000 de los 46 millones de estadounidenses inmunizados terminaron desarrollando el síndrome Guillain-Barré, una enfermedad neurológica que puede provocar parálisis e incluso la muerte. Las autoridades sanitarias han descartado que la nueva vacuna esté relacionada con el desarrollo de ese síndrome.