Translate a otros idiomas

Monday, January 12, 2015

Capítulo XV de "Yo, Berta"Parte 4 de la Novela de Ficción inédita "La Violación" de Diana Margarita Cantón Martínez( Ruiz):

En enero de 1991, después de una larga temporada sin escribirle a mi madre ni a nadie en Cuba, me decidí a hacerlo. No trataba de justificarme, le pedía perdón y comprensión a Mami. Quería que todos estuvieran gozando de Buena salud y que con la ayuda de Dios les marchara todo lo mejor posible.
Había recibido una carta de ella en esos días y un telegram por las Navidades. Los agradecía de todo corazón. Reconocí que la letra era de Hermana, solo el final tenía la letra y la firma de Mami, que cada vez se concentraba menos para escribir y expresar sus sentimientos más profundos, como require un escrito de amor filial.
Al responderle le pedía que saludara a Susana y le dijera que tampoco la olvidaba, que sabía que no era cierto que "se hubiera tomado la cocacola del olvido" -como decía Papi. Mami le había dictado casi la carta y ella la había ayudado a redactarla de modo que me conmoviera por mi silencio y le respondiera. Susana desde pequeñita fue brillante hacienda cartas, composiciones, cuentos, poemas y hasta noveletas que rompía por pudor.Susana siempre supo que iba a ser escritora y novelista. Yo no, yo desperté esa vocación en mí con la ayuda del Doctor Nadium. 
Me alegraba mucho de que mi Madre se hubiera incorporado a una religión evangélica y se estuviera congregando y leyendo la Biblia a diario. Eso le daría paz y Consuelo para soportar sus pruebas tan duras en su vida. Atrás fueron quedando su idolatría y su espiritismo, lo que le trajo mucha oposición con mi Padrastro. Mami siempre se hincaba de rodillas y oraba a Dios con mucho fervor largas horas, pero no había leído nunca antes una Biblia.
Le enviaba besos para mi hermano. Los niños estaban ya grandísimos y adelantando en la escuela. Siempre preguntaban por ellos y añoraban el reencuentro o más bien el encuentro familiar y que fuera para siempre. De salud todos estaban bien. Económicamente teníamos dificultades, aunque no nos moríamos de hambre. El padre de los muchachos les daba lo que podía y yo recibía mis ayuditas del Gobierno. Tenía un trabajo en un restaurante-le decía. Iba tirando lo mejor que podía.
Mi suegra, alentada por las versiones de su hijo, ya casado con otra latina, le había llenado la cabeza a mi madre y a Hermana de preocupaciones: les había dicho que yo dejaba a los muchachos solos de noche para trabajar en el cabaret y eso los aterraba y enfermaba de los nervios.
 Tuve intentos de rehacer mi vida, pero las cosas finalmente no me resultaban. Reconocía que la vida sola era un poco triste. Necesitaba compañía, pero no la de un tipo como Roberto ni como los que me encontré.Por eso pedía ayuda a mis vecinos más cercanos para que estuvieran pendientes de noche con los muchachos.
Felicitaba a mi Madre por su Nuevo cumpleaños y pedía la bendición de Dios para ella, mis hermanos y todos los demás.Saludaba y enviaba besos para mis sobrinos que siempre recordaba con cariño. Recuerdos para mi Padrastro y mi Hermana que tanto quería. Me despedía como la hija un poco sinverguenza, pero que no la olvidaba, Pedía que me escribieran pronto.
En febrero del 94 me disculpaba de Nuevo por mi despreocupación con la correspondencia y el dinero. Me costaba mucho trabajo ya escribir, pero recalcaba mi deseo de que todos estuvieran bien, en especial mi Madre, que estuvo bastante enferma.
 Me alegraba de que mi hermano estuviera saliendo de su primera crisis de esquizofrenia paranoide. A todos les deseaba lo mejor. Las jimaguas habían estado bastante mal de los nervios también, con una gran crisis empezando la adolescencia porque presenciaron cosas que no debían entre Roberto y yo ,( pero eso lo omitía). Hablaba del cambio de edad como la causa que pensaba les había dañado, sobre todo a ellas y al más pequeño. Estuvieron hospitalizados, con accidentes, desintoxicándose drogas y hasta presos ( pero nada de eso era preciso que se los escribiera entonces).Nada, que ambas orillas eran un desastre, aunque con algunos diferencias sustanciales en la economía-sobre todo.
 
Pero ya todo iba pasando-le decía a mi Madre-para no alarmarla. El Machy seguía siendo muy buen estudiante. Le gustaba mucho la escuela y parecía tener bien puestos los pies sobre la tierra. Y efectivamente, se hizo Psicólogo, sabe mucho Inglés, Computación, hace un Programa y todo por la Televisión. Se casó jovencito y ya me dio un nietecito. El no me ha dado problemas nunca, a diferencia de sus hermanos que cuando no están trancados, los andan buscando. Estoy pagando por todas las que hice y hago todavía.
Estaba trabajando siempre y el tiempo no me alcanzaba para nada, valga la redundancia, ya saben que no soy escritora, y para colmo estoy ya casi ciega: premien mi esfuerzo.
El día del cumpleaños de mi Madre, traté de hablar con ella, pero el número que me había dado, o que yo copié, no existía,  y fue imposible comunicarme. Le daba mi Nuevo número y la indicación de que me llamara de noche. Pedía otra vez que me contara de todos, pues lo necesitaba mucho. Mi Padre estaba bien dentro de lo que cabía. Enviábamos besos para Cuba. Necesitábamos cartas. Los queríamos mucho.
El 7 de Julio de 1997 Susana escribió a mi Padre reconociendo la fuerza del amor de familia y del cariño que nos unía a todos, pensáramos como pensáramos y fuéramos como fuéramos. Hasta llegó a hablar de las rameras políticas y religiosas que nos habían separado tantos años por gusto y del despilfarro de nuestro escaso tiempo en este breve mundo evidente.
En 1998 perdí a Papi. Cuánto lo sentí y lo siento todavía!. Qué gran pérdida para mí!. Qué sola y abandonada me quedé. Fue todo tan triste y simbólico!. Todo lo del hospital, las operaciones, la muerte, la incineración del cadáver, la cajita de cenizas o lasquitas de huesos....Todo me tocó a mi sola y fue bien traumático eso y cumplir su voluntad de que lo regresara a Cuba o váyase a ver a dónde realmente ha ido a parar!. Todavía lo busco en esta dimensión cósmica-literaria y no lo hallo. Pero va y Susana, Filomena y sus otros hermanos de fe tienen razón: y muy pronto nos reunamos todos aquí en la Tierra con Jesucristo, al menos para el Juicio.