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Thursday, April 25, 2013

Angel Santiesteban y las carceles cubanas:

Represión

Ángel Santiesteban denuncia 'torturas' en la cárcel 1580


Pide al Consejo de Derechos Humanos 'detener la agonía' de la población penal de la Isla.
El escritor Ángel Santiesteban, quien cumple una condena de cinco años de prisión, hizo pública una carta dirigida al Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU en la que pide al organismo tener en cuenta los abusos cometidos por el régimen contra la población penal de la Isla.
La Habana se someterá próximamente al Examen Periódico Universal del CDH.
"Me remito a ustedes desde la profunda desesperación que produce el encarcelamiento de conciencia en una de las horrorosas prisiones de los hermanos Castro. En sus manos está la oportunidad de detener la agonía para una extensa población penal que sobrevive a las más crueles hambrunas y torturas tanto físicas como psicológicas", dice el escritor en su carta, publicada en su blog Los hijos que nadie quiso.
Denuncia que durante la visita a centros penitenciarios habaneros organizada por el régimen el pasado 9 de abril para la prensa extranjera, fue trasladado de la prisión La Lima a la cárcel 1580.
"Me sacaron por la puerta de atrás y fui llevado a otra cárcel, la 1580, donde se cometen todo tipo de ultrajes y humillaciones dignos de los campos de concentración nazis", afirma.
"La falta de alimentación y sanidad adecuada son los otros elementos que suman para hacer de esta prisión un auténtico campo de concentración. Se violan los derechos más elementales del ser humano y de sus familias. Los reclusos viven hacinados y en violencia continua", añade.
Asegura que "en los últimos meses han ocurrido dos incendios de grandes proporciones sin que hayan sido explicadas las causas".
"Múltiples suicidios también acompañan la vida diaria en el penal", dice.
Relata que durante la huelga de hambre que realizó para protestar por su traslado durante la visita de la prensa, fue recluido en una celda de aislamiento "sin luz, ni agua, sin ropa ni aseo personal".
"Fui violentado por varios guardias que —sujetándome por mis extremidades mientras otro me apretaba las fosas nasales hasta que abriera la boca para respirar— me introducían una sopa pestilente que me asfixiaba; así, una vez tras otra, hasta dejarme sobre el piso de la celda completamente cubierto de los alimentos que sin poder evitarlo, los devolvía", dice y menciona al teniente coronel Carlos Quintana, jefe de la Dirección Provincial de La Habana.
El escritor, condenado tras un juicio sin garantías bajo cargos de "lesiones" y "violación de domicilio", aclara que su situación "no es de las peores".
"Me gustaría que escucharan a los propios abusados para que les expliquen el infierno en el que viven. Temo no ser lo suficientemente verosímil para exponer el horror y la impiedad que sufrimos a diario", dice.
"La dictadura tiene que entender de una vez y por todas que es imposible mantener un poder nefasto a base del dolor del pueblo", señala Santiesteban.
Pide al Consejo de Derechos Humanos que valore su testimonio. "Rogamos a Dios que ponga sus manos piadosas sobre este país olvidado por la comunidad internacional, y que logren llegar a los testimonios de los presos sin que antes sean amenazados como ocurre normalmente", agrega.
Asimismo, pide que La Habana sea expulsada "del concierto de naciones libres" si no ratifica los pactos de la ONU y respeta los derechos humanos.
"Somos un país devastado que —a pesar de estos cincuenta y cuatro años de esclavitud— aún soñamos en convertirnos en una nación próspera", concluye.