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Sunday, January 06, 2013

Libro de Malaquias.

Tomado de Toda Escritura.

Libro bíblico número 39: Malaquías




Escritor: Malaquías



Dónde se escribió: Jerusalén



Cuándo se completó: Después de 443 a.E.C.



¿QUIÉN fue Malaquías? En la Biblia no se nos dice nada de su ascendencia ni de su historia personal. Con todo, del tenor de su profecía se desprende claramente que era intensamente devoto a Jehová Dios, lo cual demostró al sostener Su nombre y la adoración pura, y que sentía profunda indignación hacia los que afirman que sirven a Dios pero solo se sirven a sí mismos. En los cuatro capítulos de su profecía se menciona el nombre de Jehová 48 veces.



2 Su nombre en hebreo es Mal·ʼa·kjí, que posiblemente significa “Mi Mensajero”. Tanto por lo que indican las Escrituras Hebreas y la Septuaginta como por el orden cronológico de los libros se coloca a Malaquías en último lugar entre los llamados 12 profetas menores. Según la tradición de la Gran Sinagoga, Malaquías vivió después de los profetas Ageo y Zacarías y fue contemporáneo de Nehemías.



3 ¿Cuándo se escribió esta profecía? Fue durante la administración de un gobernador, lo cual la coloca en el tiempo de la restauración de Jerusalén después de los 70 años de la desolación de Judá. (Mal. 1:8.) Pero ¿cuál gobernador? Puesto que se menciona el servicio del templo, pero sin que se haga referencia a la edificación del templo, el libro debe haberse escrito después del tiempo del gobernador Zorobabel, durante cuyo término gubernativo se completó el templo. Las Escrituras solo mencionan a otro gobernador de aquellos tiempos, y ese es Nehemías. ¿Se ajusta la profecía al tiempo de Nehemías? En Malaquías no se declara nada acerca de la reconstrucción de Jerusalén ni de su muro, lo cual elimina el principio de la gobernación de Nehemías. No obstante, se dice mucho acerca de los abusos que cometía el sacerdocio, lo cual relaciona a Malaquías con la situación que existía cuando por segunda vez Nehemías vino a Jerusalén, después que Artajerjes lo hubo llamado de nuevo a Babilonia en 443 a.E.C., el trigésimo segundo año del reinado del rey. (Mal. 2:1; Neh. 13:6.) Pasajes similares en Malaquías y Nehemías indican que la profecía aplica a este tiempo en particular. (Mal. 2:4-8, 11, 12—Neh. 13:11, 15, 23-26; Mal. 3:8-10—Neh. 13:10-12.)



4 El libro de Malaquías siempre ha sido aceptado por los judíos como auténtico. Las citas de él en las Escrituras Griegas Cristianas, varias de las cuales indican cumplimientos de su profecía, prueban que el libro de Malaquías fue inspirado y parte del canon de las Escrituras Hebreas que reconoció la congregación cristiana. (Mal. 1:2, 3—Rom. 9:13; Mal. 3:1—Mat. 11:10 y Luc. 1:76 y Lu 7:27; Mal. 4:5, 6—Mat. 11:14 y Mt 17:10-13, Mar. 9:11-13 y Luc. 1:17.)



5 La profecía de Malaquías indica que el celo religioso y el entusiasmo que despertaron los profetas Ageo y Zacarías cuando el templo fue reconstruido habían pasado. Los sacerdotes se habían hecho negligentes y orgullosos, y se creían muy justos y buenos. Los servicios que se efectuaban en el templo se habían convertido en una burla. Los diezmos y las ofrendas habían decaído porque se opinaba que Dios no estaba interesado en Israel. Las esperanzas en torno a Zorobabel no se habían realizado, y, contrario a lo que algunos esperaban, el Mesías no había venido. El estado espiritual de los judíos estaba en un punto muy bajo. ¿Qué base había para tener ánimo y esperanza? ¿Cómo podría hacerse que el pueblo se diera cuenta de su verdadera condición y despertara y se volviera a la justicia? La profecía de Malaquías suministró la respuesta.



6 El estilo de escritura de Malaquías es directo y vigoroso. Él empieza presentando una proposición y luego contesta las objeciones que levantan las personas a quienes habla. Finalmente, reafirma su proposición original. Esto refuerza y aviva su argumento. En vez de elevarse a alturas de elocuencia, usa un estilo abrupto, de peso en la argumentación.



CONTENIDO DE MALAQUÍAS



7 El mandamiento de Jehová a los sacerdotes (1:1–2:17). Primero Jehová expresa el amor que le tiene a su pueblo. Ha amado a Jacob y ha odiado a Esaú. Que Edom trate de edificar sus lugares devastados; Jehová los demolerá y estos serán llamados “el territorio de la iniquidad”, el pueblo denunciado por Jehová, porque Jehová ‘será engrandecido sobre el territorio de Israel’ (1:4, 5).



8 Ahora Jehová habla directamente a los ‘sacerdotes que desprecian su nombre’. Mientras tratan de justificarse, Jehová señala a sus sacrificios ciegos, cojos y enfermos, y pregunta: ¿Aprueba siquiera el gobernador esas ofrendas? Jehová mismo no se deleita en ellas. Su nombre debe ser ensalzado entre las naciones, pero estos hombres lo profanan al decir: “La mesa de Jehová es algo contaminado”. Una maldición vendrá sobre ellos porque han echado a un lado astutamente sus votos al ofrecer sacrificios que no valen nada. “‘Porque yo soy un gran Rey —ha dicho Jehová de los ejércitos—, y mi nombre será inspirador de temor entre las naciones’” (1:6, 12, 14).



9 Jehová da ahora un mandamiento a los sacerdotes, y dice que si no toman en serio este consejo él enviará una maldición sobre ellos y sobre sus bendiciones. Esparcirá el estiércol de las fiestas de ellos sobre sus rostros porque no han guardado el pacto de Leví. “Porque los labios de un sacerdote son los que deben guardar el conocimiento, y la ley es lo que la gente debe buscar de su boca; porque es el mensajero de Jehová de los ejércitos” (2:7). Malaquías confiesa el gran pecado de Israel y Judá. Ellos se han tratado con traición unos a otros, y han profanado la santidad de Jehová, su Padre y Creador, al casarse con hijas de un dios extranjero. Han llegado al extremo de fatigar a Jehová. Hasta han preguntado: “¿Dónde está el Dios de justicia?” (2:17).



10 El Señor verdadero y el mensajero (3:1-18). La profecía llega ahora a un punto culminante con estas palabras de “Jehová de los ejércitos”: “¡Miren!, envío mi mensajero, y él tiene que despejar un camino delante de mí. Y súbitamente vendrá a Su templo el Señor verdadero, a quien ustedes buscan, y el mensajero del pacto en quien se deleitan. ¡Miren! Ciertamente vendrá” (3:1). Como refinador, Jehová limpiará a los hijos de Leví y llegará a ser testigo veloz contra los inicuos que no le han temido. Jehová no cambia, y porque ellos son hijos de Jacob, él volverá a ellos con misericordia si ellos vuelven a él.



11 Ellos han estado robándole a Dios, pero ahora que le pongan a prueba trayendo sus diezmos al almacén para que haya alimento en Su casa, confiando en que desde las compuertas de los cielos él derramará la plenitud misma de su bendición. Llegarán a ser una tierra de deleite, a la cual pronunciarán feliz todas las naciones. Los que están en temor de Jehová han estado hablando los unos con los otros, y Jehová les ha estado prestando atención y escuchando. “Y un libro de recuerdo empezó a ser escrito delante de él para los que estaban en temor de Jehová y para los que pensaban en su nombre” (3:16). De seguro llegarán a ser de Jehová el día en que él produzca una propiedad especial.



12 El día de Jehová, grande e inspirador de temor (4:1-6). Este es el día venidero que devorará a los inicuos y no les dejará raíz ni rama mayor. Pero el sol de la justicia brillará para los que temen el nombre de Jehová, y a estos se les curará. Jehová les aconseja que recuerden la Ley de Moisés. Jehová promete enviar a Elías el profeta antes de su día grande e inspirador de temor. “Y él tendrá que volver el corazón de padres hacia hijos, y el corazón de hijos hacia padres; para que yo no venga y realmente hiera la tierra con un darla por entero a la destrucción” (4:6).



POR QUÉ ES PROVECHOSO



13 El libro de Malaquías ayuda a entender los principios inmutables y el amor misericordioso de Jehová Dios. Desde el comienzo recalca el gran amor de Jehová a su pueblo “Jacob”. Él dijo a los hijos de Jacob: “Yo soy Jehová; no he cambiado”. A pesar de la gran iniquidad de ellos, Jehová estaba dispuesto a volver a su pueblo si ellos volvían a él. ¡Un Dios misericordioso, por cierto! (Mal. 1:2; 3:6, 7; Rom. 11:28; Exo. 34:6, 7.) Mediante Malaquías, Jehová recalcó que los labios de un sacerdote “deben guardar el conocimiento”. Todo aquel a quien se le confía enseñar a otros la Palabra de Dios debe prestar atención a este punto y asegurarse de que lo que imparte es conocimiento exacto. (Mal. 2:7; Fili. 1:9-11; compárese con Santiago 3:1.) Jehová no tolera a hipócritas, a los que tratan de dar a entender que ‘hacer lo malo es bueno a los ojos de Jehová’. Nadie debe pensar que puede engañar a Jehová con simplemente fingir que hace una ofrenda a este gran Rey. (Mal. 2:17; 1:14; Col. 3:23, 24.) Jehová será testigo veloz contra todos los que violan Sus leyes y principios justos; nadie debe creer que podrá actuar inicuamente y salirse con la suya. Jehová los juzgará. (Mal. 3:5; Heb. 10:30, 31.) Los justos pueden tener plena seguridad de que Jehová recordará lo que ellos hacen y les dará su recompensa. Deben prestar atención a la Ley de Moisés, como lo hizo Jesús, porque mucho de su contenido se cumple en él. (Mal. 3:16; 4:4; Luc. 24:44, 45.)



14 Como el último libro de las inspiradas Escrituras Hebreas, Malaquías señala al futuro, a sucesos que rodean la venida del Mesías, cuya aparición más de cuatro siglos después suministró la razón para que se escribieran las Escrituras Griegas Cristianas. Como se escribió en Malaquías 3:1, Jehová de los ejércitos dijo: “¡Miren!, envío mi mensajero, y él tiene que despejar un camino delante de mí”. Hablando bajo inspiración, el envejecido Zacarías mostró que aquello se cumplió en su hijo, Juan el Bautizante. (Luc. 1:76.) Jesucristo confirmó esto, y entonces dijo: “No ha sido levantado uno mayor que Juan el Bautista; mas el que sea de los menores en el reino de los cielos es mayor que él”. Juan había sido enviado, como había predicho Malaquías, para ‘preparar el camino’, y por eso no estaba entre aquellos con quienes Jesús después hizo un pacto para un Reino. (Mat. 11:7-12; Luc. 7:27, 28; 22:28-30.)



15 Luego, en Malaquías 4:5, 6, Jehová prometió: “¡Miren! Les envío a Elías el profeta”. ¿Quién es este “Elías”? Tanto Jesús como el ángel que se le apareció a Zacarías aplican estas palabras a Juan el Bautizante, lo que muestra que este sería quien ‘restauraría todas las cosas’ y ‘alistaría para Jehová un pueblo preparado’ para recibir al Mesías. Sin embargo, Malaquías también dice que “Elías” es precursor “del día de Jehová, grande e inspirador de temor”, lo que indica un cumplimiento todavía futuro en un día de juicio. (Mat. 17:11; Luc. 1:17; Mat. 11:14; Mar. 9:12.)



16 Mirando a aquel día futuro, Jehová de los ejércitos dice: “Desde el nacimiento del sol aun hasta su puesta mi nombre será grande entre las naciones. [...] Porque yo soy un gran Rey [...], y mi nombre será inspirador de temor entre las naciones”. Sí, ¡inspirador de temor! Porque ‘el día arderá como el horno, y todos los presuntuosos y todos los que hacen iniquidad tendrán que llegar a ser como rastrojo’. No obstante, felices son los que temen el nombre de Jehová, porque para ellos “el sol de la justicia ciertamente brillará, con curación en sus alas”. Esto enfoca atención en el tiempo feliz en que a los obedientes de entre la familia humana se les cura por completo... espiritual, emocional, mental y físicamente. (Rev. 21:3, 4.) Al señalar a aquel día glorioso y bendito del futuro, Malaquías nos anima a obrar de todo corazón cuando traemos nuestras ofrendas a la casa de Jehová: “‘Pruébenme, por favor, en cuanto a esto —ha dicho Jehová de los ejércitos—, a ver si no les abro las compuertas de los cielos y realmente vacío sobre ustedes una bendición hasta que no haya más carencia’”. (Mal. 1:11, 14; 4:1, 2; 3:10.)



17 Aunque continúa advirtiendo de ‘un dar a la tierra por entero a la destrucción’, este último libro de los Profetas despierta optimismo y gozo por lo que aseguran estas palabras de Jehová a su pueblo: “Todas las naciones tendrán que pronunciarlos felices, porque ustedes mismos llegarán a ser una tierra de deleite” (4:6; 3:12).



[Preguntas del estudio]



1. ¿Qué indica que Malaquías tenía celo por Jehová?



2. ¿Qué significa posiblemente el nombre de Malaquías, y cuándo parece que vivió él?



3. ¿Qué indica que la profecía de Malaquías se escribió después de 443 a.E.C.?



4. ¿Qué prueba que el libro de Malaquías es auténtico e inspirado?



5. ¿Qué condición espiritual baja fue motivo para dar la profecía de Malaquías?



6. ¿Qué estilo de escritura emplea Malaquías?



7. ¿Qué amor y odio expresa Jehová?



8. ¿Cómo han contaminado los sacerdotes la mesa de Jehová, y por qué les vendrá una maldición?



9. ¿En qué han fallado los sacerdotes, y cómo han profanado la santidad de Jehová?



10. ¿Para qué obra de juicio viene el Señor a su templo?



11. ¿Cómo deben ellos probar ahora a Dios, y qué bendiciones les vendrán?



12. ¿Qué se promete con relación al día inspirador de temor de Jehová?



13. ¿Qué dice Malaquías sobre: a) la misericordia y el amor de Jehová? b) la responsabilidad de los que instruyen a otros en la Palabra de Dios? c) los que violan las leyes y los principios de Dios?



14. a) ¿A qué sucesos futuros señala particularmente Malaquías? b) ¿Cómo se cumplió Malaquías 3:1 en el primer siglo E.C.?



15. ¿Quién es el “Elías” de la profecía de Malaquías?



16. ¿A qué bendito día futuro señala Malaquías, y qué estímulo alentador da?



17. ¿Qué causa de optimismo templa las advertencias de Malaquías?