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Sunday, December 16, 2012

Entonces vendra el FIN.

Revista ¡DESPERTAD! NOVIEMBRE DE 2012PUBLICADO EN WWW.j.w.org/es




La Biblia, un libro de profecías exactas. Parte 7

“Entonces vendrá el fin”

REPRODUCIR EN En esta serie de ocho partes, ¡Despertad! analiza una característica sobresaliente de la Biblia: sus profecías, o predicciones. Los artículos contestan las siguientes preguntas: ¿Son las profecías bíblicas tan solo invenciones de hombres inteligentes? ¿O tienen el sello de la inspiración divina? Lo invitamos a evaluar las pruebas.



¿LO INDIGNA observar cómo oprimen y explotan a sus ciudadanos los gobiernos corruptos? ¿Atenta contra su sentido de la justicia la forma en que las grandes empresas hacen más ricos a los ricos y más pobres a los pobres? ¿Lo enfurece ver a la religión desplumar a sus feligreses y enseñarles descaradas mentiras? Si su respuesta es afirmativa, le alegrará saber que la Biblia también condena esas injusticias. El presente artículo analizará 1) las profecías bíblicas que predicen el fin de la maldad y sus causantes y 2) la razón por la que podemos confiar plenamente en ellas.



El fin de la maldad

El artículo anterior de esta serie examinó la señal múltiple que predijo Jesús: la señal de que el fin de este mundo está por llegar. Uno de los componentes de dicha señal es la proclamación mundial de las buenas nuevas del Reino de Dios, el gobierno que pronto regirá la Tierra entera (Daniel 2:44; Mateo 24:3, 14). Cuando termine dicha proclamación, “vendrá el fin”, tal como anunció Jesús. Primero sucederá algo que quizás usted ni se imagina: Dios eliminará a las religiones falsas, que tantas mentiras han esparcido sobre él. Las Escrituras dicen que son como una prostituta a la que llaman “Babilonia la Grande” (Revelación [Apocalipsis] 17:1, 5; véase el recuadro “Se identifica a Babilonia la Grande”, en la página 13).



Profecía 1:

“En un solo día vendrán sus plagas [las de Babilonia la Grande]: muerte y lamento y hambre, y será quemada por completo con fuego, porque fuerte es Jehová Dios que la juzgó” (Revelación 18:2, 8).



Cumplimiento: La Biblia revela que Dios ha determinado un momento en el que pondrá a los gobiernos del mundo en contra de Babilonia la Grande y los empujará a destruirla: la dejarán “devastada y desnuda, y se comerán sus carnes” (Revelación 17:16). En otras palabras, expondrán su desvergüenza y saquearán sus extraordinarias riquezas. La destrucción será tan rápida y completa que no quedará rastro alguno de ella (Revelación 18:21).



Los políticos podrán pensar que actuaron por voluntad propia, pero el cumplimiento de esta asombrosa profecía demostrará que el fin de Babilonia fue un acto divino. Así es, “Dios les [pondrá] en el corazón la determinación de hacer lo que él quiere que hagan” (Revelación 17:17, Dios habla hoy).



Profecía 2:

“En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino [...]. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos [humanos], y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos” (Daniel 2:44).



Cumplimiento: Una vez que haya eliminado toda religión falsa, Dios se concentrará en el resto de las instituciones de este mundo —políticas y comerciales⁠—, así como en la gente malvada (Proverbios 2:22; Revelación 19:17, 18). Al igual que un casero desaloja a los inquilinos que estropean su propiedad, Dios causará “la ruina de los que están arruinando la tierra”. Destruirá a quienes la han llenado de violencia y la han contaminado con actos sexuales degradados (Revelación 11:18; Romanos 1:18, 26-29).



¿Quién sobrevivirá? La Biblia da la respuesta: “Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz” (Salmo 37:11; 72:7).



¿Son confiables las profecías bíblicas? ¿Podemos estar seguros de que Dios acabará con la maldad y el sufrimiento y conservará con vida a los justos? ¡Por supuesto!



Las profecías bíblicas son dignas de confianza



El Reino de Dios borrará del mapa a todas las religiones falsas, los gobiernos corruptos y el voraz sistema económico

Los testigos de Jehová creen que Jehová es el Autor de la Biblia y que cumplirá todo lo que ha prometido (2 Timoteo 3:16). ¿Es razonable pensar así?



Si un amigo de toda la vida, que lo quiere de verdad y nunca le ha mentido, le prometiera hacer algo bueno por usted y contara con los medios para cumplir su promesa, ¿le creería? Obviamente. Pues Dios es mejor que cualquier amigo que pudiéramos tener: él “no miente jamás” (Tito 1:2, La Biblia Latinoamérica, 2011).



Sí, el Creador borrará del mapa a la religión falsa, los gobiernos tiránicos y el voraz sistema económico. ¿Le gustaría saber qué sucederá después? Entonces no se pierda el siguiente número de ¡Despertad!, que contendrá el último artículo de esta serie.



SE IDENTIFICA A BABILONIA LA GRANDE

¿Cómo sabemos que Babilonia la Grande —la mujer de la que se habla en el libro de Revelación, o Apocalipsis⁠— representa a la religión falsa? Examinemos las pruebas.



 No puede tratarse de una mujer de carne y hueso, pues Revelación emplea un lenguaje figurado, cargado de señales, o símbolos (Revelación 1:1).

 Babilonia la Grande se sienta sobre “muchas aguas”, las cuales representan “pueblos y muchedumbres y naciones” (Revelación 17:1, 5, 15). Una mujer literal no podría hacer eso. En cambio, la religión falsa sí; ella obtiene el respaldo de esas aguas, de sus millones de feligreses.

 La mujer simbólica es una “gran ciudad que tiene un reino sobre los reyes de la tierra”. En otras palabras, es una organización que ejerce influencia internacional (Revelación 17:18).

 Babilonia la Grande, esta prostituta espiritual, no puede ser uno de “los reyes de la tierra”, pues forma alianzas con ellos, y ellos lloran su destrucción (Revelación 17:1, 2; 18:9). Así que no puede tratarse de una institución política.

 Tampoco puede representar al imperio comercial del mundo, pues este también llora por ella y lamenta su desaparición (Revelación 18:15).

 Según la Biblia, quien mezcla el culto a Dios con el amor al mundo comete adulterio espiritual (Santiago 4:4). Babilonia la Grande ciertamente encaja con esa descripción. Además, se dice que fomenta el espiritismo, lo cual es un acto religioso (Revelación 18:23).

 La antigua Babilonia, de donde Babilonia la Grande toma su nombre, era una ciudad extremadamente religiosa (Isaías 47:1, 12, 13; Jeremías 50:1, 2, 38).

Por todo lo anterior, podemos afirmar con total certeza que Babilonia la Grande representa al conjunto de religiones falsas de este mundo.



PROFECÍAS BÍBLICAS CUMPLIDAS

A continuación presentamos una lista de las muchas y asombrosas profecías bíblicas que hemos considerado en los primeros seis artículos de esta serie. Como se demostró en ellos, todas se cumplieron al pie de la letra.



SOBRE ABRAHÁN Y SUS DESCENDIENTES

 Los descendientes del fiel Abrahán se convertirían en una gran nación que llegaría a ser conocida como Israel (Génesis 12:1, 2).

 Los descendientes de Abrahán regresarían a la tierra de Canaán después de vivir en una tierra extraña por cuatro generaciones (Génesis 15:13, 16).

 Los descendientes de Abrahán tomarían posesión de “toda la tierra de Canaán” (Génesis 17:8).

 Debido a la desobediencia de los israelitas, Dios permitiría que fueran conquistados y llevados al exilio por los babilonios (Jeremías 25:8-11).

 Dios dejaría que los judíos volvieran a su tierra tras setenta años de cautiverio (Jeremías 25:12; 29:10).

 La potencia mundial babilónica sería derrocada; con el tiempo su capital quedaría hecha ruinas (Isaías 13:19, 20).

SOBRE EL MESÍAS Y SUS DISCÍPULOS

 El Mesías, o Cristo, sería descendiente del rey David (Isaías 9:7).

 El Mesías nacería en Belén (Miqueas 5:2).

 El Mesías aparecería 483 años después de “la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén”. Dicho decreto fue emitido en el 455 antes de nuestra era (Daniel 9:25).

 Antes de su ejecución, el Mesías sería azotado sin piedad (Isaías 50:6).

 El Mesías sería ejecutado como un malhechor despreciable, pero sería enterrado “con la clase rica” (Isaías 53:9).

 Los discípulos de Cristo difundirían su mensaje por toda Judea y Samaria, y por el resto del mundo conocido en aquella época (Hechos 1:8).

 Los cristianos serían perseguidos (Marcos 13:9).

 Individuos engañosos y opresivos que saldrían de la misma congregación cristiana convencerían a muchos de que renegaran de su fe (Hechos 20:29, 30; 2 Pedro 2:1, 2).

SOBRE LOS ÚLTIMOS DÍAS

La época del fin estaría caracterizada por:



 La predicación mundial de las “buenas nuevas del reino” de Dios (Mateo 24:14).

 Guerras a escala regional y mundial (Mateo 24:7; Revelación 6:4).

 Hambrunas (Mateo 24:7).

 Grandes terremotos (Lucas 21:11).

 Terribles enfermedades (Lucas 21:11).

 Odio y violencia (Mateo 24:10, 12).

 Codicia, egocentrismo y amor al dinero (2 Timoteo 3:1-5).