Los perros (poema de Diana Margarita Cantón Martínez, escrito en Cuba, en 1992-probablemente).
También los perros
estuvieron proscritos
a mi Infancia marginal.
Siempre los anhelé
para ser tierna.
Los pelos, las pulgas
y las partes sucias
lo impedían.
Ahora madre
refugia su vejez
en otros perros
y demás fauna
dichosa.
A mi hijo tampoco permití
la escasa leche
compartir con ellos
y usar su biberón
para ese amor.
Luego-como empecé
a ser vieja o niña
hice una concesión
y el animal murió
a los pocos días,
a pesar del desvelo
por cuidarlo.
Qué malo es arrancarle
los perros a los niños.
Es arrancar un pedazo
de su alma.
Ahora quisiera ser
los perros de ese hombre
para prenderme de sus brazos
y lamer sus heridas.
Ahora quisiera
revolcarlo por la hierba
para que vea que sí siento
y que lo amo.
Mi madre y la nieta de mi hermana en Miami en 2006.
Yo dándole un biberón o pomo de leche a mi hijo Geobani en el Kilómetro 6 y medio de La Carretera a San Juan, en Pinar del Río, Cuba, a los 21 años de edad, en una casa de tabla y guano-con el niño de unos amigos de entonces.
La nieta de mi hermana en Miami.
Mi hijo Geobani y su hija Layla en Boise, Idaho. USA.
Layla y su amigo en Centro Infantil de Diversiones.
Geobani con Layla y su primito ruso en Boise, Idaho.
Mi hijo Geobani a los tres años en La Feria del Pionero Pakito González en Pinar del Río.Con sus amigos de Masón y del 4 de San Juan en Pinar del Río, Cuba.
La nieta de mi hermana en Miami, con su amigo.
También los perros
estuvieron proscritos
a mi Infancia marginal.
Siempre los anhelé
para ser tierna.
Los pelos, las pulgas
y las partes sucias
lo impedían.
Ahora madre
refugia su vejez
en otros perros
y demás fauna
dichosa.
A mi hijo tampoco permití
la escasa leche
compartir con ellos
y usar su biberón
para ese amor.
Luego-como empecé
a ser vieja o niña
hice una concesión
y el animal murió
a los pocos días,
a pesar del desvelo
por cuidarlo.
Qué malo es arrancarle
los perros a los niños.
Es arrancar un pedazo
de su alma.
Ahora quisiera ser
los perros de ese hombre
para prenderme de sus brazos
y lamer sus heridas.
Ahora quisiera
revolcarlo por la hierba
para que vea que sí siento
y que lo amo.
Mi madre y la nieta de mi hermana en Miami en 2006.
Yo dándole un biberón o pomo de leche a mi hijo Geobani en el Kilómetro 6 y medio de La Carretera a San Juan, en Pinar del Río, Cuba, a los 21 años de edad, en una casa de tabla y guano-con el niño de unos amigos de entonces.
Mi nieto el pionero Kamilo Ernesto en Cuba.Hijo de Geobani.
La nieta de mi hermana en Miami.
Mi hijo Geobani y su hija Layla en Boise, Idaho. USA.
Layla y su amigo en Centro Infantil de Diversiones.
Geobani con Layla y su primito ruso en Boise, Idaho.
Mi hijo Geobani a los tres años en La Feria del Pionero Pakito González en Pinar del Río.Con sus amigos de Masón y del 4 de San Juan en Pinar del Río, Cuba.
La nieta de mi hermana en Miami, con su amigo.
Mi familia en Boise en el 2005 al llegar. Geobani llegó tres meses antes.Ahora parece que se muda a Carolina del Norte.
