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Wednesday, January 21, 2009

Primer discurso de Obama en el poder:


Discurso inaugural del presidente Barack Obama en español
ELPAÍS.com - Washington - 20/01/2009


Me presento aquí hoy humildemente consciente de la tarea que nos aguarda, agradecido por la confianza que habéis depositado en mí, conocedor de los sacrificios que hicieron nuestros antepasados. Doy gracias al presidente Bush por su servicio a nuestra nación y por la generosidad y la cooperación que ha demostrado en esta transición.
Son ya 44 los estadounidenses que han prestado juramento como presidentes. Lo han hecho durante mareas de prosperidad y en aguas pacíficas y tranquilas. Sin embargo, en ocasiones, este juramento se ha prestado en medio de nubes y tormentas. En esos momentos, Estados Unidos ha seguido adelante, no sólo gracias a la pericia o la visión de quienes ocupaban el cargo, sino porque Nosotros, el Pueblo, hemos permanecido fieles a los ideales de nuestros antepasados y a nuestros documentos fundacionales. Así ha sido. Y así debe ser con esta generación de estadounidenses.
Es bien sabido que estamos en medio de una crisis. Nuestro país está en guerra contra una red de violencia y odio de gran alcance. Nuestra economía se ha debilitado enormemente, como consecuencia de la codicia y la irresponsabilidad de algunos, pero también por nuestra incapacidad colectiva de tomar decisiones difíciles y preparar a la nación para una nueva era. Se han perdido casas; se han eliminado empleos; se han cerrado empresas. Nuestra sanidad es muy cara; nuestras escuelas tienen demasiados fallos; y cada día trae nuevas pruebas de que nuestros usos de la energía fortalecen a nuestros adversarios y ponen en peligro el planeta.
Estos son indicadores de una crisis, sujetos a datos y estadísticas. Menos fácil de medir pero no menos profunda es la destrucción de la confianza en todo nuestro territorio, un temor persistente de que el declive de Estados Unidos es inevitable y la próxima generación tiene que rebajar sus miras. Hoy os digo que los problemas que nos aguardan son reales. Son graves y son numerosos. No será fácil resolverlos, ni podrá hacerse en poco tiempo. Pero debes tener clara una cosa, América: los resolveremos.
Hoy estamos reunidos aquí porque hemos escogido la esperanza por encima del miedo, el propósito común por encima del conflicto y la discordia. Hoy venimos a proclamar el fin de las disputas mezquinas y las falsas promesas, las recriminaciones y los dogmas gastados que durante tanto tiempo han sofocado nuestra política.
Seguimos siendo una nación joven, pero, como dicen las Escrituras, ha llegado la hora de dejar a un lado las cosas infantiles. Ha llegado la hora de reafirmar nuestro espíritu de resistencia; de escoger lo mejor que tiene nuestra historia; de llevar adelante ese precioso don, esa noble idea, transmitida de generación en generación: la promesa hecha por Dios de que todos somos iguales, todos somos libres, y todos merecemos una oportunidad de buscar toda la felicidad que nos sea posible.
Al reafirmar la grandeza de nuestra nación, sabemos que esa grandeza no es nunca un regalo. Hay que ganársela. Nuestro viaje nunca ha estado hecho de atajos ni se ha conformado con lo más fácil. No ha sido nunca un camino para los pusilánimes, para los que prefieren el ocio al trabajo, o no buscan más que los placeres de la riqueza y la fama. Han sido siempre los audaces, los más activos, los constructores de cosas -algunos reconocidos, pero, en su mayoría, hombres y mujeres cuyos esfuerzos permanecen en la oscuridad- los que nos han impulsado en el largo y arduo sendero hacia la prosperidad y la libertad.
Por nosotros empaquetaron sus escasas posesiones terrenales y cruzaron océanos en busca de una nueva vida. Por nosotros trabajaron en condiciones infrahumanas y colonizaron el Oeste; soportaron el látigo y labraron la dura tierra. Por nosotros combatieron y murieron en lugares como Concord y Gettysburg, Normandía y Khe Sahn. Una y otra vez, esos hombres y mujeres lucharon y se sacrificaron y trabajaron hasta tener las manos en carne viva, para que nosotros pudiéramos tener una vida mejor. Vieron que Estados Unidos era más grande que la suma de nuestras ambiciones individuales; más grande que todas las diferencias de origen, de riqueza, de partido.
Ése es el viaje que hoy continuamos. Seguimos siendo el país más próspero y poderoso de la Tierra. Nuestros trabajadores no son menos productivos que cuando comenzó esta crisis. Nuestras mentes no son menos imaginativas, nuestros bienes y servicios no son menos necesarios que la semana pasada, el mes pasado ni el año pasado. Nuestra capacidad no ha disminuido. Pero el periodo del inmovilismo, de proteger estrechos intereses y aplazar decisiones desagradables ha terminado; a partir de hoy, debemos levantarnos, sacudirnos el polvo y empezar a trabajar para reconstruir Estados Unidos.
Porque, miremos donde miremos, hay trabajo que hacer. El estado de la economía exige actuar con audacia y rapidez, y vamos a actuar; no sólo para crear nuevos puestos de trabajo, sino para sentar nuevas bases de crecimiento. Construiremos las carreteras y los puentes, las redes eléctricas y las líneas digitales que nutren nuestro comercio y nos unen a todos. Volveremos a situar la ciencia en el lugar que le corresponde y utilizaremos las maravillas de la tecnología para elevar la calidad de la atención sanitaria y rebajar sus costes. Aprovecharemos el sol, los vientos y la tierra para hacer funcionar nuestros coches y nuestras fábricas. Y transformaremos nuestras escuelas y nuestras universidades para que respondan a las necesidades de una nueva era. Podemos hacer todo eso. Y todo lo vamos a hacer.
Ya sé que hay quienes ponen en duda la dimensión de mis ambiciones, quienes sugieren que nuestro sistema no puede soportar demasiados grandes planes. Tienen mala memoria. Porque se han olvidado de lo que ya ha hecho este país; de lo que los hombres y mujeres libres pueden lograr cuando la imaginación se une a un propósito común y la necesidad al valor.
Lo que no entienden los escépticos es que el terreno que pisan ha cambiado, que las manidas discusiones políticas que nos han consumido durante tanto tiempo ya no sirven. La pregunta que nos hacemos hoy no es si nuestro gobierno interviene demasiado o demasiado poco, sino si sirve de algo: si ayuda a las familias a encontrar trabajo con un sueldo decente, una sanidad que puedan pagar, una jubilación digna. En los programas en los que la respuesta sea sí, seguiremos adelante. En los que la respuesta sea no, los programas se cancelarán. Y los que manejemos el dinero público tendremos que responder de ello -gastar con prudencia, cambiar malos hábitos y hacer nuestro trabajo a la luz del día-, porque sólo entonces podremos restablecer la crucial confianza entre el pueblo y su gobierno.
Tampoco nos planteamos si el mercado es una fuerza positiva o negativa. Su capacidad de generar riqueza y extender la libertad no tiene igual, pero esta crisis nos ha recordado que, sin un ojo atento, el mercado puede descontrolarse, y que un país no puede prosperar durante mucho tiempo cuando sólo favorece a los que ya son prósperos. El éxito de nuestra economía ha dependido siempre, no sólo del tamaño de nuestro producto interior bruto, sino del alcance de nuestra prosperidad; de nuestra capacidad de ofrecer oportunidades a todas las personas, no por caridad, sino porque es la vía más firme hacia nuestro bien común.
En cuanto a nuestra defensa común, rechazamos como falso que haya que elegir entre nuestra seguridad y nuestros ideales. Nuestros Padres Fundadores, enfrentados a peligros que apenas podemos imaginar, elaboraron una carta que garantizase el imperio de la ley y los derechos humanos, una carta que se ha perfeccionado con la sangre de generaciones. Esos ideales siguen iluminando el mundo, y no vamos a renunciar a ellos por conveniencia. Por eso, a todos los demás pueblos y gobiernos que hoy nos contemplan, desde las mayores capitales hasta la pequeña aldea en la que nació mi padre, os digo: sabed que Estados Unidos es amigo de todas las naciones y todos los hombres, mujeres y niños que buscan paz y dignidad, y que estamos dispuestos a asumir de nuevo el liderazgo.
Recordemos que generaciones anteriores se enfrentaron al fascismo y el comunismo no sólo con misiles y carros de combate, sino con alianzas sólidas y convicciones duraderas. Comprendieron que nuestro poder no puede protegernos por sí solo, ni nos da derecho a hacer lo que queramos. Al contrario, sabían que nuestro poder crece mediante su uso prudente; nuestra seguridad nace de la justicia de nuestra causa, la fuerza de nuestro ejemplo y la moderación que deriva de la humildad y la contención.
Somos los guardianes de este legado. Guiados otra vez por estos principios, podemos hacer frente a esas nuevas amenazas que exigen un esfuerzo aún mayor, más cooperación y más comprensión entre naciones. Empezaremos a dejar Irak, de manera responsable, en manos de su pueblo, y a forjar una merecida paz en Afganistán. Trabajaremos sin descanso con viejos amigos y antiguos enemigos para disminuir la amenaza nuclear y hacer retroceder el espectro del calentamiento del planeta. No pediremos perdón por nuestra forma de vida ni flaquearemos en su defensa, y a quienes pretendan conseguir sus objetivos provocando el terror y asesinando a inocentes les decimos que nuestro espíritu es más fuerte y no podéis romperlo; no duraréis más que nosotros, y os derrotaremos.
Porque sabemos que nuestra herencia multicolor es una ventaja, no una debilidad. Somos una nación de cristianos y musulmanes, judíos e hindúes, y no creyentes. Somos lo que somos por la influencia de todas las lenguas y todas las culturas de todos los rincones de la Tierra; y porque probamos el amargo sabor de la guerra civil y la segregación, y salimos de aquel oscuro capítulo más fuertes y más unidos, no tenemos más remedio que creer que los viejos odios desaparecerán algún día; que las líneas tribales pronto se disolverán; y que Estados Unidos debe desempeñar su papel y ayudar a iniciar una nueva era de paz.
Al mundo musulmán: buscamos un nuevo camino hacia adelante, basado en intereses mutuos y mutuo respeto. A esos líderes de todo el mundo que pretenden sembrar el conflicto o culpar de los males de su sociedad a Occidente: sabed que vuestro pueblo os juzgará por lo que seáis capaces de construir, no por lo que destruyáis. A quienes se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño y acallando a los que disienten, tened claro que la historia no está de vuestra parte; pero estamos dispuestos a tender la mano si vosotros abrís el puño.
A los habitantes de los países pobres: nos comprometemos a trabajar a vuestro lado para conseguir que vuestras granjas florezcan y que fluyan aguas potables; para dar de comer a los cuerpos desnutridos y saciar las mentes sedientas. Y a esas naciones que, como la nuestra, disfrutan de una relativa riqueza, les decimos que no podemos seguir mostrando indiferencia ante el sufrimiento que existe más allá de nuestras fronteras, ni podemos consumir los recursos mundiales sin tener en cuenta las consecuencias. Porque el mundo ha cambiado, y nosotros debemos cambiar con él.
Mientras reflexionamos sobre el camino que nos espera, recordamos con humilde gratitud a esos valerosos estadounidenses que en este mismo instante patrullan desiertos lejanos y montañas remotas. Tienen cosas que decirnos, del mismo modo que los héroes caídos que yacen en Arlington nos susurran a través del tiempo. Les rendimos homenaje no sólo porque son guardianes de nuestra libertad, sino porque encarnan el espíritu de servicio, la voluntad de encontrar sentido en algo más grande que ellos mismos. Y sin embargo, en este momento -un momento que definirá a una generación-, ese espíritu es precisamente el que debe llenarnos a todos.
Porque, con todo lo que el gobierno puede y debe hacer, a la hora de la verdad, la fe y el empeño del pueblo norteamericano son el fundamento supremo sobre el que se apoya esta nación. La bondad de dar cobijo a un extraño cuando se rompen los diques, la generosidad de los trabajadores que prefieren reducir sus horas antes que ver cómo pierde su empleo un amigo: eso es lo que nos ayuda a sobrellevar los tiempos más difíciles.

Es el valor del bombero que sube corriendo por una escalera llena de humo, pero también la voluntad de un padre de cuidar de su hijo; eso es lo que, al final, decide nuestro destino.
Nuestros retos pueden ser nuevos. Los instrumentos con los que los afrontamos pueden ser nuevos. Pero los valores de los que depende nuestro éxito -el esfuerzo y la honradez, el valor y el juego limpio, la tolerancia y la curiosidad, la lealtad y el patriotismo- son algo viejo. Son cosas reales.

Han sido el callado motor de nuestro progreso a lo largo de la historia. Por eso, lo que se necesita es volver a estas verdades. Lo que se nos exige ahora es una nueva era de responsabilidad, un reconocimiento, por parte de cada estadounidense, de que tenemos obligaciones con nosotros mismos, nuestro país y el mundo; unas obligaciones que no aceptamos a regañadientes sino que asumimos de buen grado, con la firme convicción de que no existe nada tan satisfactorio para el espíritu, que defina tan bien nuestro carácter, como la entrega total a una tarea difícil.
Éste es el precio y la promesa de la ciudadanía.
Ésta es la fuente de nuestra confianza; la seguridad de que Dios nos pide que dejemos huella en un destino incierto.
Éste es el significado de nuestra libertad y nuestro credo, por lo que hombres, mujeres y niños de todas las razas y todas las creencias pueden unirse en celebración en este grandioso Mall y por lo que un hombre a cuyo padre, no hace ni 60 años, quizá no le habrían atendido en un restaurante local, puede estar ahora aquí, ante vosotros, y prestar el juramento más sagrado.
Marquemos, pues, este día con el recuerdo de quiénes somos y cuánto camino hemos recorrido. En el año del nacimiento de Estados Unidos, en el mes más frío, un pequeño grupo de patriotas se encontraba apiñado en torno a unas cuantas hogueras mortecinas a orillas de un río helado. La capital estaba abandonada. El enemigo avanzaba. La nieve estaba manchada de sangre. En un momento en el que el resultado de nuestra revolución era completamente incierto, el padre de nuestra nación ordenó que leyeran estas palabras:
"Que se cuente al mundo futuro... que en el más profundo invierno, cuando no podía sobrevivir nada más que la esperanza y la virtud... la ciudad y el campo, alarmados ante el peligro común, se apresuraron a hacerle frente".
América. Ante nuestros peligros comunes, en este invierno de nuestras dificultades, recordemos estas palabras eternas. Con esperanza y virtud, afrontemos una vez más las corrientes heladas y soportemos las tormentas que puedan venir. Que los hijos de nuestros hijos puedan decir que, cuando se nos puso a prueba, nos negamos a permitir que se interrumpiera este viaje, no nos dimos la vuelta ni flaqueamos; y que, con la mirada puesta en el horizonte y la gracia de Dios con nosotros, seguimos llevando hacia adelante el gran don de la libertad y lo entregamos a salvo a las generaciones futuras.
Gracias, que Dios os bendiga, que Dios bendiga a América.
Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia

Autobiografía de Obama:


Los Sueños de mi Padre,

Biografía de Barack ObamaAutor


La autobiografía más personal del que puede convertirse en el primer presidente afroamericano en la Historia de Estados Unidos.


Editorial ALMED publicará próximamente este testimonio clave para conocer el fenómeno Obama.


Escrita a la edad de treinta y tres años, mucho antes de que Barack Obama pensase en hacer carrera política, "Los sueños de mi padre" son las sinceras, desgarradas y reveladoras memorias de su vida.

Hijo de un matrimonio mixto entre un africano de Kenia y una americana blanca de Hawai, Barack tenía sólo dos años de edad cuando su padre los abandonó para regresar a África. Mucho tiempo después, una llamada telefónica desde Nairobi le comunica una noticia: su padre ha muerto.
Desde ese preciso instante, acompañamos a Barack Obama en el viaje que emprende en busca de sus señas de identidad, desde Hawai a Kenia, pasando por sus años de formación y compromiso como activista social en las comunidades negras de Chicago.

En palabras del propio autor, Los sueños de mi padre es la historia de “un chico en busca de su padre y, con ello, de un significado que le guíe en su vida como ciudadano estadounidense negro”.

El libro más aclamado de 2004 en EEUU.14 semanas encabezando la lista de best-seller con más de tres millones de ejemplares vendidos.

Los reyes:

"Aquí es donde entra la inteligencia que tiene sabiduría:....Y hay siete reyes:cinco han caído, uno es, el otro todavía no ha llegado, pero cuando sí llegue tiene que permanecer un corto tiempo......"

Nota: Tomado de Revelación 17:9-10 Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras.

Nosotros, el pueblo:


Soy post-moderna y descreída: los discursos me provocan sueño y un líder subido a la tribuna resulta -para mí- el colmo del tedio.
Asocio los micrófonos con los llamados a la intransigencia y la elogiada oratoria de algunos, siempre me ha parecido puros gritos para ensordecer al “enemigo”.
En los actos públicos lograba escabullirme y prefiero el zumbido de una mosca antes que escuchar las promesas de un político.
He tenido que oír tantas arengas -muchas de ellas al parecer interminables- que no soy el público indicado para aguantar una nueva perorata.
Para mí, la voz que emerge de los estrados ha traído más intolerancia que concordia, una porción mayor de crispación que de llamados a la armonía. Salidos de las tribunas, he visto vaticinios de invasiones que nunca llegaron, planes económicos que tampoco se cumplieron y hasta expresiones tan discriminatorias como
“¡Que se vaya la escoria, que se vaya!” De ahí que esté tan confundida con la alocución serena que ha pronunciado hoy Barack Obama, con su manera de hilvanar argumentos e invocar a la concordia.

Me ha parecido al leerlo -no tengo una parabólica ilegal para ver la tele- que toda una retórica ha quedado condenada al siglo XX. Hemos empezado a decir adiós a esa convulsionada elocuencia, que ya no nos conmueve. Solo espero que seamos “Nosotros, el Pueblo”* quienes escribamos a partir de ahora los discursos.

* Tomado de la traducción del discurso de Barack Obama publicada en el diario español El País.

1296 opiniones

Tomado del blog de Yoani Sánchez. Escrito desde Cuba en enero 20 del 2009.

Tuesday, January 20, 2009

Comentario al poema de Adela:


Anonymous said...

Me gusta este poema, habla de cosas muy interesantes, es la biblia en filosofia vivida,No se como encontre este sitio, buscaba poesia, y me saliste, bien vale la pena haber buscado, y tropezar para bien con una cubana con tanta profundidad en lo que escribe
Ivan Nuñez
6:27 PM

Escrito desde Cuba y desde Miami, USA:


REALIDAD
Por Adela Soto Alvarez


Yo vine aquí en sueños

Y vi la paz reinar sobre las calles

Amapolas silvestres abanicar la tarde

Y una llovizna fina

Acariciarme el rostro

Yo vine aquí en cuerpo

Buscando la identidad usurpada

Y choqué con mil etnias

Con mil contradicciones

No hubo confesionario

Para mis ojos turbios

Ni hubo contemplaciones

Para mis pies descalzos

Aun así caminé

Busqué

Y me afané

Creyendo en la armonía de la sangre

Pero en cada esquina

Encontraba a un verdugo

Y en cada oportunidad

Se ocultaba un infausto

Aun así continué a pecho descubierto

Me hice visible

Traspase la ciudad

Tomé fármacos parar la incertidumbre

Y creí en una asfixia pasajera

Soplaban vientos de derecha a izquierda

Soplaban solapados de izquierda a derecha

Volaban papeles con el timbre de guerra

Y una ausencia grande invadía mis pasos

Como una ambigua nave

Circulé sobre el río

Esperando que el viento me trajera un deleite

O aunque fuera una casa donde poder asirme

Y tan sólo me gradué

De vagabunda

Con tres postgrados de imbécil

Uno de estupidez

Y una maestría en “Desencanto”


Nota: Tomado del blog de Adela Soto Alvarez.

Justicia, misericordia y fidelidad:

"Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas, porque dan el décimo de la hierba buena y del eneldo y del comino, pero han desatendido los asuntos de más peso de la Ley, a saber la justicia y la misericordia y la fidelidad". (Mateo 23:23).

Monday, January 19, 2009

Geobani (Yobani)


Nota: Nacido el 1ro de Septiembre de 1974 (mi hijo).

Generación Y escribe desde Cuba:




Generación Y es un Blog inspirado en gente como yo, con nombres que comienzan o contienen una "y griega". Nacidos en la Cuba de los años 70s y los 80s, marcados por las escuelas al campo, los muñequitos rusos, las salidas ilegales y la frustración. Así que invito especialmente a Yanisleidi, Yoandri, Yusimí, Yuniesky y otros que arrastran sus "y griegas" a que me lean y me escriban.

Nota: Tomado del blog Generación Y que escribe Yoani Sánchez.

Escrito desde Ciudad Habana, Cuba casi ahora mismo:


Ven y vívelo



Inspirada en una de esas tantas propagandas turísticas, se me ha ocurrido una idea para atraer visitantes a la Isla.

No se trata de un viaje ecológico para apreciar la naturaleza o de un tour histórico por las plazas y monumentos del país.

Una estancia a “lo cubano” podría ser el slogan de esta campaña turística, condenada de antemano al desinterés de sus posibles receptores.

Ven y vívelo, rezaría en la portada de la libreta de racionamiento que se le entregaría a cada uno de los que se apunten a esta aventura.
El hospedaje no se parecería a las habitaciones de lujo que muestran los hoteles de Varadero o Cayo Coco, pues nuestros turoperadores sugerirían cuartuchos en Centro habana, solares en Buena Vista y un abarrotado albergue de damnificados por los huracanes.

Los turistas que compren este paquete no podrán manejar moneda convertible y para sus gastos de dos semanas contarían con el salario medio de un mes: trescientos pesos cubanos.

De esta forma, no podrían montarse en taxis de divisa ni conducir un auto rentado por las carreteras del país; el uso del transporte público sería obligatorio para los interesados en esta nueva modalidad de viajes.

Los restaurantes les estarían vedados a quienes opten por esta excursión y recibirían un pan de ochenta gramos cada día.

Quizás y hasta tengan la suerte de alcanzar media libra de pescado antes de que salga el vuelo de regreso.

Para moverse a otras provincias no contarían con la opción de Viazul, aunque en lugar de estar tres días en la cola para un boleto, podría dárseles la ventaja de comprarlo después de sólo una jornada de espera.

Tendrían prohibido el subirse a un yate o contratar una tabla de surf, no fuera a ser que terminen su estancia a noventa millas y no en nuestro “paraíso” caribeño.
Al finalizar su estancia, los arriesgados excursionistas obtendrían un diploma de “conocedores de la realidad cubana”, pero tendrían que venir algunas veces más para ser declarados “adaptados” a nuestro absurdo cotidiano.

Se irán más flacos, más tristes, con una obsesión por la comida que saciarán en los supermercados de sus países y, sobre todo, con una tremenda alergia ante los anuncios turísticos.

Esas doradas propagandas que muestran una Cuba de mulatas, ron, música y bailes no podrán esconder el panorama de derrumbes, frustración e inercia que ellos ya han conocido y vivido.


888 opiniones

Nota: Tomado del blog de Yoani Sánchez, de Generación Y ( la de mi hijo Geobani, al que le dicen Yobani).

Un mundo posible, es mejor:


Ante las promesas de futuro que nunca se concretan, me inclino por el porvenir que comience hoy mismo, por los sueños que se materialicen en esta jornada. Ya tuve mis ojos puestos en el mañana, respiré bocanadas de porvenir y me creí el espejismo de lo que vendría. A estas alturas, sólo apuesto por lo viable.


Me he levantado trastocando una de esas quiméricas consignas -que tanto escuchamos por la tele- para hacerla más real. Un mundo posible es mejor -me he dicho- y comienzo a sentir que vamos a lograrlo. Que el planeta, mi isla y mi ciudad encontrarán soluciones realizables, no otra andanada de utopías.
3403 opiniones

Nota: Escrito por Yoani Sánchez.
Basado en la consigna:"Un mundo mejor es posible".

Escrito desde Cuba y desde Miami:


Capítulo de la Novela Testimonio
"EL IMPERIO DE LA SIMULACION"
MIAMI-2005

ANECDOTAS DEL MANICOMIO
Por: Adela Soto Alvarez


Fue una tarde de sorpresas, increíblemente me habían enviado para Cuba con la misión internacionalista sin cumplir, pero con un diagnóstico de neurosis complicada con trastornos emocionales, aunque nunca dijeron: "Decepcionada de la vida y enferma de tantos maltratos psicológicos ".
Pero bueno nada me importaban las prescripciones en ese momento, lo que necesitaba era huir de aquel torbellino de amarguras, acosos y miedos que por más treinta meses me estuvo turbando la psiquis.Pensé había llegado a mi hogar, pero desgraciadamente no fue así.
Después de bajar del avión solamente tropecé con silencios, rostros desconocidos y muy serios, frialdad y dos ambulancias llenas de enfermeras, que de forma rápida me suministraban auxilios y medicamentos, sin dejar de mirar para mi rostro.
Imaginé parecerles una extraterrestre por sus expresiones, por lo que disimuladamente traté de encontrarme en los reflejos de uno de los cristales de las ventanas, que aunque cerradas herméticamente permitían mi reflejo aunque con una débil silueta.
La sirena de la ambulancia pedía vía a grito limpio, hasta creí que estaba totalmente loca o muy enferma y me lo habían ocultado, pero mucha más loca me sentí cuando me bajaron en la consulta del cuerpo de guardia, y a corta distancia divisé a algunos pacientes que esperaban ser atendidos, los que por su porte y aspecto turbado me delataban a la claras que había llegado a un hospital psiquiátrico.
Aquí solamente me esperaba una nueva odisea de incomprensiones, porque no me sabía loca, aunque era el diagnostico emitido por el médico de la misión, y así sin respuestas comencé mi nueva vida entre fuertes medicamentos, rostros desconocidos, jóvenes escondiéndose de sus recuerdos, otros buscando el azul del firmamento entre el pequeño espacio de sus manos y yo con el exagerado peso de la soledad en las costillas y los ojos llenos de acusaciones.
Dormía y dormía, soñaba y soñaba siempre con los destellos de la luz perturbado en todo momento por el tridente del miedo que punzaba mis neuronas.
Entonces fue cuando estuve segura que toda la tristeza del mundo se había adueñado de mi pobre esqueleto.
¿Tanto daño había hecho en otras vidas, sería el pago a quién sabe que karma? Lo cierto fue que nunca más supe que cosa era ser feliz, este sentimiento nunca más fue capaz de invadirme y entre una melancolía y otra deambule por la vida.
No puedo asegurar el tiempo que transcurrió mientras mi cuerpo permanecía inmutable a la metamorfosis, pero la realidad fue que desperté con el sonido de una lata que atada al tobillo de una muchacha producía un extraño ruido y que según me confesó, la llevaba allí, por si la muerte le llegaba sin avisarle le sirviera de ancla en su vuelo al infinito, pues su mayor anhelo era no regresar nunca más a la tierra, sino vivir su otra vida en una nube.La miré con tristeza y admiración a la vez .Su mensaje era muy bueno y me hizo pensar.
Entonces recorrí todo el cubículo despacito para percatarme de todo lo que en él había.Caminé en silencio por los pasillos, necesitaba limpiar un poco la piel del asco y la in animación, por eso para salir de mis pensamientos hice lo posible por evadir la realidad tratando de conocer a los que allí habitaban.
El hospital era enorme, salas, pasillos, cubículos aislados y cerrados herméticamente puertas que tal vez te llevaban a la eternidad o al patíbulo.
Incógnitas, escepticismo, una gama de pesares recubiertos por los golpes de la vida, la incomprensión y la abulia como manjares de primer orden , por eso caminé deteniéndome a cada paso y observando como mis compañeros de infortunio tenían todos la mirada perdida en la misma nube que decía la muchacha.
Así anduve por varías horas, hasta que llegué a los cuartos de arriba, los que se denominaban “de los crónicos”.
Allí pude ser testigo de cómo se quemaban el pelo con un cigarro unos a los otros .Un muchacho como de veinticinco años arrastraba una piedra con un cordel creyéndola un juguete. Una jovencita de unos dieciocho años cargaba una muñeca de trapo y le cantaba enajenada:
-Duerme niña, duerme niña mía- a la vez que reía mirándola tiernamente.
A pocos metros Tutú, porque así le apodaban al anciano, contaba unos cigarros y decía que eran para el emperador, porque un jovencito se los quería quitar.
Frente a ellos estaban cinco más de diferentes edades con las ropas deshechas por el uso y los zapatos rotos, velando al que entrara o saliera para picarles un cigarro o pedirles unas monedas para comprar alguna golosina en la cafetería del hospital.
En una de las esquinas del recibidor sentada sobre una desvencijada silla de hierro estaba Clara con la mirada ausente y la memoria atada al mal de amores.
Se había pasado muchos años de curandero en curandero tratando de lograr un amarré para Carlos Méndez un hombre que nunca la amó, pero ella lo llevaba para siempre en el deseo.
Deseo que la condujo a la neurosis y de esta al manicomio.Junto a ella de pie con un donaire prepotente, se veía erguida a María la Isleña una de las mujeres más voluntariosas de su aldea.
Dicen que el padre la crió como a un macho y ella se lo tomó tan en serio que cuando en un desliz le hicieron una barriga, la soltó sobre las ancas de un caballo que trataba de domar a fuerza de látigo.
De ahí que se le destapó la crisis que ahora la tiene con un pedazo de madera envuelto en un trapo asegurándoles a todos que es la hija que murió pero los santos africanos se la convirtieron en madera para que fuera eterna.
A unos pocos metros de estas, el negro Petronilo observándolo todo sin que se le escapara ni el más mínimo detalle y anotando en una vieja libreta todos los sucesos cotidianos.
Sobre el pecho descubierto exhibía con orgullo la esfinge de la Caridad del Cobre sujeta con un cordel tan sucio como sus harapos, a la vez que convocaba a los demás recluidos a rezar tres padres nuestros y tres aves María, para evitar ser víctimas de los horrores del infierno hospitalario.
Sor Marina no lo soportaba, como es lógico en aquellos que no aceptan la verdad porque piensan que lo de ellos es lo bueno, el resto todo es diabólico, por eso le gritaba Belcebú.
Esta pobre mujer no encontraba tregua a su constante contienda. Dicen los más viejos del manicomio que se auto agredía para llegar a Cristo y hasta se clavó la palma de las manos con dos clavos herrumbrosos que casi le provocan el tétano, porque quería ser canonizada como santa, por eso también decía que le escribió al Obispo trescientas cartas y quinientas al Papa, aunque la mayoría aseguraba que la familia no creía en su santidad, pues se filtró que le comunicaron al médico de asistencia que había sido la única oveja descarriada de la familia y que la cuenta se les había perdido ,pero en los últimos datos callejeros se supo que tuvo hombres hasta por telepatía.
Menelao y Casilda otros dos infelices dementes, se habían dado a la tarea de componer el mundo y aunque decidieron no creer en los hombres porque se consideraban enviados de la providencia, todo el tiempo se la pasaban haciendo lo posible por sacar a los hundidos a flote de los claustros del hospital.
Así se les veía desde las primeras horas de la mañana rodeados de un alta concurrencia que entre aplausos y gritos elogiaban los discursos incoherentes que repetían, algunas veces hasta en octosílabos con una musicalidad increíble y otras a puro llanto.
Algunos pacientes dicen que Casilda cuando joven fue una buena escritora pero un descabellado amor por un cantante de ópera la trastornó, tal vez por eso cuando no estaba remendando las grietas de la sociedad para ella más loca que los locos recluidos, se la pasaba remendando las de su corazón y apretando contra su pecho con sus viejas y cuarteadas manos la chamuscada foto del cantante.
También afirmaban que en un cajón que guardaba con celo debajo de la cama, tenía toda la obra musical del ingrato, el que no sólo la convirtió en un pájaro errante, sino que la sumergió en la jaba del argot mal intencionado de los lenguinos gratuitos y a sueldo.
Quizás Casilda no estaba tan loca como reafirmaban los fármacos que le suministraban en cantidades espantosas. Yo que la observé mucho tiempo y analicé minuciosamente pienso que estaba enferma de soledad como el resto de los que habitamos la tierra.
Tongo el barbero de mi pueblo para mi asombro también estaba recluido en este hospital psiquiátrico.
Fue chulo por muchos años, de él tengo muchas acedotas que prefiero no contar porque tiene que ver con mi familia, lo que si les aseguro es que cuando lo descubrí a pesar de estar enmascarado detrás de una espesa y sucia barba ,me dieron deseos de patearlo hasta verlo morir, pero como nada iba a lograr con eso, sino que me transfirieran al mismo grupo de los crónicos preferí tragar una vez más ,porque en un final ahora no era más que un hombre agonizante con el sexo vencido, además recordé lo que siempre me dijo mi abuela, que a veces los hombres son lo que la sociedad los obliga a ser, porque no son más que el reflejo y el producto de la humanidad en que nacen y se desarrollan.
Allí junto a Tongo siempre está Jiky la más diestra prostituta de mi aldea, digo la que en vida fue, porque ahora pertenece a la gran rebelión contra los cuerdos y propiedad privada de los loqueros de turno
A Jiky le había dado por chuparle el rabo a la jutía y no soltaba la latita de alcohol, sustancia que sustraían sus cómplices de la enfermería y se la cambiaban por los cigarros que le daban diariamente para que calmara sus excesos, que aunque se propagandizaba por todos los medios de prensa que daña la salud, los locos tienen su cuota muy bien protegida.
No exagero si afirmo que más sistemática que la propia alimentación.Jiky cada vez que estaba en total estado de embriagues iba a sentarse en uno de los bancos del parquecito del manicomio.
Allí se pasaba las horas gimiendo con las piernas más abiertas que una tijera, hasta que Sansón con su melena a media espalda y el florete encendido se le abalanzaba haciéndole justicia delante de todos los presentes.
Este espectáculo nocturno se había convertido en la mejor o tal vez la única recreación de los enfermos, todo bajo la imaginaria guitarra de Paco de Lucia, que tocaba su también imaginaria balada española y de cuando en cuando hacía un paréntesis musical para masturbarse públicamente.
Frente a este espectáculo nocturno estaba Filito un anciano octogenario que no tuvo niñez, ni adolescencia y en ese momento la quemaba dirigiendo la manada de psiquiátricos a pura orden Filito cuando no estaba en el flanco delantero obligando a los demás a hacer lo que a él se le antojaba, sin importarle criterios, deseos e ideas, que aunque perturbadas a veces, eran mejores que las de los denominados cuerdos, se la pasaba jugando a los soldaditos de plomo con los seres humanos, porque se le había metido en la cabeza que todos allí estaban bajo su ordene y mando.
Cuando supe su verdad sentí pena por él, pobre viejo, realmente se le había quedado frustrada la infancia en el subconsciente y como ya no estaba consciente le afloraba la frustrada niñez, por lo que se vengaba sin darse cuenta de los más infelices.
De segunda al mando estaba Casilda, una endurecida mujer que no perdía la manía de revisar todo lo que le rodeaba para después arremeter contra el primero que la mirara a derechas.Casilda tenía más de siete ingresos desde su juventud, por eso en sus ojos el odio habitaba como lentes de contacto .
Algunos afirmaban que su locura estribaba en la frustración de no poder tener hijos, porque un médico le cortó los órganos productivos para evitarle el embarazo, que según las malas lenguas era de él y no quería que le saliera a la cara.Este médico limpió su supuesto pecado, y la pobre mujer languidecía sin importarle a nadie.
Muchos pensaban que sudaba, pero yo que la observé detenidamente sabía que lo que corría por sus mejillas no eran gotas de calor, sino del llanto del alma.Cristina era la secretaria, jovencita y hermosa, no supe su edad, pero parecía una adolescente.
Cuando menos se esperaba quedaba ante todos como dios la trajo al mundo y sin el menor pudor se contoneaba por el lugar despertando el apetito carnal entre la demente concurrencia.Tenía los ojos grandes y expresivos, parecían ojos de oración siempre mirando al cielo.
Al observadla cualquiera podía pensar que el grito saldría en cualquier momento, pero a la pobre muchacha no le quedaba voz, por eso no soltaba el pedazo de cartón que sujeto fuertemente permanecía todo el tiempo entre sus manos y expuesto a la concurrencia.
En este pedazo de cartón decía con letras negras y grandes:”En estos tiempos es mejor estar mudo y loco, la gente puede despertar y entonces dónde se meten los parlanchines y cuerdos”.Entre cuchicheos, murmullos y un lenguaje intimo y secreto, propio de los impedidos mentales, se comentaba muy cerca del patiecito intermedio que daba a las salas de atrásla intervención de Satanás el diablo, en cuatro ahorcamientos ocurridos en cadena días antes de mi ingreso.
Uno de ellos, según decía un anciana a la que todos llamaban la Clarividente , fue el de una poetisa sin suerte que desenfundó su musa en una tertulia literaria dirigida por un Topo sabio en literatura y amiguismo barato, y que la descuartizó sin darse cuanta que el que comienza en el arte carece de conocimientos y necesita ayuda especializada.
Lo cierto fue que aseguraban que la ingenua muchacha además de novata ante el enfrentamiento con los trogloditas de la palestra oficial , ante la vergüenza pública no encontraron más salida que ponerse la soga al cuello, afectada por la constante paranoia de escuchar hasta a los perros y a los gatos gritarles cursi.
Solamente de esta muerte se supo las causas y no de las otras porque antes del ahorcamiento le había escrito una carta a Bárbara la Leguleya de los pobres, creyendo que esta le haría justicia.
La pobre muchacha se apuro tanto en morir que no pudo enterarse que ya Bárbara había dejado el oficio de leguleya por el de Elena de Troya.
¿Quién sabe si dentro de aquellos enfermos mentales habían héroes marginados, militares valientes y sin suerte, mujeres mancilladas o cometidas y otras enfermas por la mala suerte y la incomprensión social, además de los sometimientos y agresividad de los propios seres humanos.
Indudablemente la locura encontró cobija en la mente de estos pobres hombres y mujeres convirtiéndolos en el alma y reír de los que alaban la cordura, sin darse cuenta que en el mundo el hombre no es más que el bufón de un espectáculo y la sociedad la concurrencia que los juzga degüella y aplaude.
Debatiéndome entre estos pensamientos estuve por un tiempo indeterminadado, así llegó el almuerzo cargado de nuevos conflictos y experiencias.
Los empleados de la enfermería juntaban a los enfermos como manada, después los dirigían a las mesas colectivas donde los esperaba el alimento , el que servían en bandejas de aluminio en mal estado y donde la variedad no pasaba de un poquito de arroz, chícharos y un huevo hervido de color verde por las horas que llevaba de cocido.
Todo esto acompañado de una cucharada sopera de dulce de boniato, leche si había abundante, pero a granel servida en un cubo plástico que por tapa llevaba un paño de color gris, que tal vez en su inicio fue blanco, pero ya el empercudimiento y la suciedad le habían cambiado de color.
Esta leche no se podía ingerir hasta después de terminado el almuerzo, por eso los enfermos agudos comían desesperadamente para ver quien era el primero en introducir en el cubo su jarro o lata, mientras los crónicos se abalanzaban sin terminar el almuerzo embarrándose hasta el pelo con la leche que a la vez sapuleteaban a causa del desequilibrio corporal .
Todo era un verdadero desastre y mucho mayor cuando escuchabas las palabras descompuestas de los empleados de servicio de comedor que sin conciencia los empujaban hasta derribarlos en el piso.Solamente los ingresados en observación podían almorzar con un poco de tranquilidad.
Aquellas escenas parecían tomas de una película de ficción.No podía dar crédito a lo que mis ojos veían, ¿cómo era posible que estuviera allí, estaría loca, todos estarían locos, o tal vez los habían vuelto locos? Y digo así por una historia que recontó una anciana días después sobre lo sucedido a Lucas y estoy segura que fue tal como me lo contó.
Según me contó la anciana Lucas era un joven normal de veintidós años, algo mimado por ser el menor de cinco hermanos, y criado bajo la saya de la madre como dice el refránPero no se metía con nadie, y se pasaba todo el día escuchando música en una grabadora que ella y el padre le regalaron, gracias a unos ahorros de casi diez años, y desearon estimularlos como padres al fin.
Este joven escuchaba música en compañía de varios amiguitos del barrio y disfrutaba como es común en la juventud de música extranjera, pues la nacional no a todos le interesa.La anciana me aseguró que un buen día apareció en una escuela cercana a su domicilio un cartel en contra del régimen imperante pidiendo libertad y comida.
Como es de imaginarse inmediatamente la zona se convirtió en un puesto de mando del ejército y entre estos los Búhos del Núcleo de Moralistas y las cornetas de turno pidiendo sangre para el culpable.
Entre las investigaciones realizadas estuvo la entrevista a todos los jóvenes sospechosos de la cuadra, y no por delincuentes, sino porque no trabajaban, ni estudiaban muchos tenían aplicada la peligrosidad, y no porque hicieron algo indebido, sino por si lo hacían.
Entre estos estaba Lucas que aunque no era, ni lo uno ni lo otro, no trabajaba ni estudiaba por problemas de salud, y sí escuchaba música extrajera y se agrupaba en las esquinas para calmar el tedio.
Inmaduro e introvertido se sintió acusado con la entrevista creyendo que pudieran culparlo, por lo que trató de hacer algo para librarse de la acusación, entonces fue cuando pensó actuar como un enfermo psiquiátrico y se abalanzo sobre la calle dejándose caer en medio de la vía.Los vecinos al ver aquello gritaron asustados.
Uno de los más cercanos corrió en su auxilio y lo levantó de la vía evitando que un vehículo lo aplastara.
Por otra parte los oficiales del puesto de mando instalado provisionalmente en el lugar, llamaron al carro patrullero y éste lo condujo al hospital, de este lo trasladaron al Psiquiátrico, lugar donde es mejor no ir nunca.
Desgraciadamente Lucas era muy inexperto y joven y sin comunicarle a nadie su miedo y mucho menos lo que hizo y el por qué lo hizo, pero creyó encontrar en este hospital su salvación y allí estuvo durante un largo tiempo, entre fuertes psicofármacos que no necesitaba y electrochoques que tampoco llevaba, y al cabo de dos meses al joven Lucas le fue diagnosticada una esquizofrenia paranoide crónica.
Según la madre se cansó de pedir explicaciones a los médicos de asistencia del hijo sobre la inesperada enfermedad, incluso se dirigió hacía la dirección del hospital y se quejó delante de la directora la cual con mucha ironía y tal vez contagiada y manipulado por el poder, la expulso de su oficina amenazándola con ingresarla a ella también si continuaba haciéndole preguntas.
Para Lucas no hubo cura, ni para el viejo corazón de la anciana que desde ese mismo momento comenzó a vegetar la muerte en vida de su querido hijo.
Estas cosas cuando se escuchan parecen producto de la imaginación senil, o la ficción sin embargo son tan ciertas como la propia vida, lo que sucede es que no todos tenemos la desgracia de pasar por la cruel experiencia de un hospital psiquiátrico cubano, y ser fieles testigos, aunque sin voz ni voto de la maravillas que suceden en él.
El hospital Psiquiátrico o el Manicomio como también se le llama, es un mundo independiente al que habitamos. En el transcurren las horas reales y concisas, en el hasta el intelecto se te amplia conociendo o recordando a grandes figuras de la historia, la mitología griega, a los corsarios más consagrados o a los guerreros de la epopeya.
Lo mismo te tropiezas en el pasillo con el Rey Arturo, que con Guillermo Tel., Carlos Magno, El Quijote, Dulcinea, Napoleón, El César, Apolo, Adonis, Zeus, o un escuadrón de mandarines chinos, soplones, o un cazador de espías, pero todos envueltos en un pesar profundo y dueños únicamente del pedacito de tierra que tienen debajo de sus pies.
A veces se te olvida que eres humana y te sientes ficticia, ave errante, una reliquia o un jeroglífico increíble, porque estas tan agotada emocionalmente, que te unes a la legión de fantasmas y hasta te haces llamar de alguna manera para recuperar la identidad perdida.
Lo importante es caminar por las salas, darte cuenta de la cantidad de personas afectadas, unos por la felonía de la suerte, otros carentes de amor, y el mismo estado depresivo los hace perderse dentro de la evasión , la que los conduce muchas veces a la total locura.
Pero no es más que la falta de confianza, la necesidad de expresarse, poder decir y tener que callar.
Yo diría sin temor a equivocarme que el silencio obligatorio, la inconformidad y la falta de comunicación es una de las causas mas frecuentes de la demencia.Por ejemplo mi caso, tal vez no lo deba llamar así, pero estaba allí junto a los demás enfermos mentales, estaba allí abatida, con miles de pensamientos juzgándome, queriendo tomar venganza por mis propias manos, y después arrepintiéndome de tantos malos pensamientos.
En fin no era otra cosa que una mujer llena de contradicciones, con mucho amor para dar, pero decepcionada de todo y de todos, encerrada en una cápsula de miedo de la cual no podía salir e inevitablemente afectada de sus facultades mentales ante la luz pública.Al fin llegó el día de la primera terapia de grupo tan anunciada desde semanas anteriores.
Nos reunieron como al ganado en una pequeña salita pequeña pero muy ventilada, varios cuadros de diferentes paisajes adornaban sus paredes, al fondo un amplio librero que ocupaba toda la pared lleno de valiosos libros de literatura e históricos, aunque por el polvo que tenían cualquiera podía darse cuanta que eran poco utilizados.
Frente a este librero estaba la gran mesa en forma de círculo y rodeada de l4 sillas tapizadas con vinyl, en el otro extremo una mesita mas pequeña con las historias clínicas encima y custodiada por un hombre medio calvo y de gruesos espejuelos casi colgándole de la prominente nariz y sin dejar ni un solo momento de recorrer con la vista a los presentes a la vez que daba golpecitos con la yema de los dedos encima de la mesa.Pensé en un acto ocasional, después supe que era un tic nervioso.
La secretaria de la sala lo presentó como el jefe de los servicios de psiquiatría, a mi se me antojó un jardinero jubilado y muy atropellado por la vida y sobre todo tan demente como los más crónicos del hospital.
A su alrededor habían dos enfermeros y cuatro médicos, entre ellos el Doctor Tony, o más bien Tonito, porque así le decían muchos empleados y familiares de algunos pacientes, quien no dejaba de masticar un pedacito de papel, que desde que llegó a la sala había desprendido de la esquina de una receta médica.
Este galeno nombrado Tonito, no dejaba de susurrarle al oído de la trabajadora social, quien sabe qué cosa, lo cierto era que la muchacha no dejaba de reírse a carcajadas sin tener en cuenta el lugar donde se encontraba.
Esas actitudes tan poco éticas me molestaron mucho y para no saltar delante de todos decidí mudarme para la silla que quedaba casi pegada al librero, desde allí lo podía ver y oír todo perfectamente ,pero fuera del grupo.
La función comenzó por Celestino que al preguntarle cómo se sentía, en vez de dar la respuesta que debía, arremetió contra Amado su compañero de cuarto, culpándolo de mentiroso por no haberle traído de México el sombrero de charro y las botas de vaquero que tanto le prometió.La demencia de este hombre ocasionó fuertes carcajadas en la sala, además de las burlas conferidas a los dos pobres enfermos, uno totalmente afectado y el otro casi igual, pero que nunca fue a México, todo era obra de su imaginación
Ante la algarabía ocasionada por tal exposición, la secretaria de forma pasiva trató por todos los medios de terminar con la escena, muy divertida para muchos y triste para otros, pero la realidad era que tomaban las terapias de grupo como un fabuloso espectáculo, sin compadecerse de la demencia de los enfermos, o su estado de semiinconsciencia provocada por los psicofármacos, y la tortura de la propia vida.
Pero todo no quedó aquí, pues cuando la cosa pensamos estaba calmada, una paciente como de veinte años o quizás menos se lanzó inesperadamente contra uno de los enfermeros y lo abofeteo varias veces profiriéndole las peores ofensas.
Los presentes casi no entendíamos las razones, y hasta pensamos en una crisis nerviosa, pero no fue así, todo indicaba que la jovencita estaba muy clara de lo que hacía , y mucho más cuando escuchamos los fuertes gritos acompañados de la palabra - descarado, me violaste y me robaste el dinerito que mi mamá me trajo en la ultima visita, hasta los cigarros me los robaste, …! sí me preñas prepárate ..!-
Los médicos se miraron unos a los otros ocultando una sonrisa maliciosa, entonces fue cuando el señor medio calvo y del tic nervioso mirando para el médico de la sala de los crónicos le dijo con voz severa al enfermero que estaba precisamente sentado a su derecha que le inyectará una dosis de parquisonil, y la amarrara a la cama, y si continuaba tan agresiva, ya sabía qué hacer.
Los demás enfermos no entendíamos bien aquella actitud, tal vez muchos de los trabajadores allí presentes tampoco, pero era la voz de jefe y tenían que cumplirla, después supe que la muchacha fue remitida a la sala de los crónicos pues no dejaba de culpar al enfermero de la violación, y del robo, y allí como en todos los lugares del mundo la fuerza imperaba.
Pasaron varios días de aquel suceso que quedó impune como todas las cosas y yo me convertía nuevamente en testigo de otra injusticia.
Desgraciadamente el que llega a un hospital psiquiátrico inmediatamente adquiere su titulo de loco que es inviolable ante los ojos de los médicos, pacientes, familiares y mundo en general, por lo que pierden credibilidad tus palabras, y aunque digas la verdade nadie te escucha.
Cualquier cosa que te suceda dentro de los dominios psiquiátricos tengas o no la razón pasan a engrosar los síntomas del enfermo y se resuelven con aumentarle la dosis del medicamento, que lo único que te resuelve es mantenerte todo el tiempo como un zombi vagando por los pasillos y las salas de este infierno, que para mi era pero que el infierno de Dante, y digo así por el refrán que dice
“No van lejos los de adelante si los de atrás corren bien”, no pasaron ni cuatro días volví a ser testigo de otro suceso , pero esta vez en carne propia.
Como no era una enferma calificada de crónica se me apartó a otro cubículo para después trasladarme al hospital de día y así lograr mi total restablecimiento.
El médico que me asignaron en esta sala no era otro que el doctor Tonito, hombre joven y simpático de apariencia bondadosa y sobre todo muy varonil e inteligente, todo esto sin dejar de reconocerle sus posibilidades de Don Juan ,por lo menos así se comentaba de él y lo pude comprobar rápidamente.La primera consulta fue muy agradable, conversamos cinco horas temas sobre la vida , la literatura , mis gustos e ideas y mis sueños frustrados.
Le conté sobre Miguel mi amor por él, pero su psicología pudo más que mis palabras e inmediatamente descubrió que detrás de mis anécdotas se ocultaba toda la soledad del mundo, y sin perdida de tiempo la aprovecho al máximo.
Así se ganó mi confianza, como era lógico, pues cuando la soledad nos golpea cualquier mano que aparente caridad nos envuelve, cualquier gesto es una compasión, cualquier palabra nos suena sublime, y comenzamos a buscar con el afán de encontrar todo lo que nos falta, y más si la persona es comprensiva, y aparenta desinterés y así es como caemos en baches imperdonables.
Al otro día de la consulta me llevó al cuarto varios libros de poesía, entre ellos los de Geoconda Belli , Alfonsina Extorní y otros, diciéndome qué me los prestaba para que me entretuviera.
Como es de esperarse aquello fue para mi el mejor gesto y el mejor bálsamo y mucho más cuando sacó de su bolsillo una hermosa rosa roja.Este detalle me humedeció los ojos, ¡cuánto tiempo hacia que no recibía una señal de ternura! .Innegablemente era un hombre de detalles, capaz de hacerme confiar y lo peor de seducirme.
Así fue como comenzó nuestra amistad, llena de detalles, confianza, conversaciones agradables, comprensivas, saludos tiernos y delicados, sicoterapias y sobre todo ningún día a partir de este me faltó una rosa.
Todas estas galanterías unidas a uno que otro verso de Neruda, sobre todo aquel que dice “Me gustas cuando callas porque estas como ausente”.
Se convirtió en una constante para mis necesidades espirituales, y mientras yo me llenaba de optimismo, él hacía todo lo posible por tragarme con su espesa continencia.Lo cierto fue que me llegó a ser tan imprescindible que no veía las horas de que amaneciera para regresar mansa al calor de sus palabras.Todo marchaba bien hasta ese día de diciembre.
El frío azotaba con fuerzas en aquel lugar tan apartado de la ciudad. El centro hospitalario había sido construido en su primera instancia como sanatorio para tuberculosos, después se adapto a hospital psiquiátrico, podrán imaginarse la zona y el microclima.
Era una construcción no muy sofisticada pero de tres plantas, ventilada y con un gran patio de recreo, comedor en todos los pisos, cocina y en la planta baja las consultas internas y de urgencia.
Un salón para actos y dos salas de psicoterapia colectiva, además de una amplia sala de espera con grandes ventanales que cubrían todas las paredes y con estas la visibilidad campestre se denotaba ampliamente por cada una de ellas.
Una fina llovizna de invierno caía de forma juguetona sobre los cristales de la ventana de mi habitación provocando con su sonido una tierna melodía , música que yo escuchaba como un alivio ,aunque en muchos instantes pensé me llevaba hacia la eternidad, y así escapar con ella de tanta desmesura humana.
Me asomé a una de las ventanas y a lo lejos divisé como el viento despeinaba las altas palmas y los árboles más frondosos.
Caía la tarde una vez más y el sol muy leve se despedía con su agradable preeminencia dando paso a la noche tierna y silente como todas, en aquel lugar llenándome de añoranza y agudizando mis tristes recuerdos.
Extasiada con el paisaje estuve por mucho tiempo y con este se agito mi eterna nostalgia. Miguel lejano, mi tranquilidad inalcanzable, mi verdad contra todo aquel silencio, la soledad, en fin no puedo explicar cuantas cosas me impulsaron por aquellos pasillos en busca de conversación.
Quizás fueron los ángeles del demonio los que pusieron dentro de mí el licor del desespero, con una fiebre de voces internas que nunca me dejaba tranquila.
Mi compañera de cuarto venía de la consulta del médico de guardia. Ella junto a su hermana fueron a pedir un pase de fin de semana, fue así como supe que Tonito estaba de guardia esa noche.
Con palabras no puedo expresar la alegría que me invadió la noticia, y sin pensarlo dos veces corrí por la escalera como una adolescente desmedida y con el pecho abierto de tantas necesidades espirituales.Tonito me recibió con sorpresa primero entusiasmado, después cauteloso.
Sus grandes ojos azules le radiaban como nunca antes, por lo menos para mi eran los más cristalinos, los más llenos de amistad y compresión, en fin los que necesitaba para que mirándome calmaran mis penas.
Me disculpé por molestarlo en sus quehaceres, pero el tomándome de la mano, me invitó a sentarme en una de las sillas junto al buró de consultas, a la vez que me preguntaba cariñosamente qué me sucedía. Yo mucho más inmadura que antes, y con una timidez asombrosa, le dije que me sentía sola, y sonriéndole le pedí me hablara como siempre lo hacía.
El con su inteligencia supo que mi debilidad eran la palabras cariñosas, el afecto expresado sin tapujes.
Que me permitiera desahogar mi vedad, y el me lo permitió todo sin reservas, aunque en sus adentros los dobles objetivos lo dominaran.Sin mucho protocolo me dijo que me sentara en un sillón de descanso que estaba cerca de la camilla, y allí fui obediente, mientras el se subía sobre la camilla con un donaire juvenil y sensual.
Su primera pregunta la dirigió a cómo me sentía en esa noche tan cerca del fin del año, - ¿triste verdad?- , me repitió con voz muy bajita .le afirmé que me sentía muy triste mientras clavaba la mirada sobre las finas lozas del piso.
Estaba aún bajo los efectos de los psicofármacos que me suministraban en dosis espantosas, por lo que muchas veces tenía crisis de vacío mental y otras de una relajación inesperada., por lo que sin saber como comencé a llorar con un llanto recalentado y torpe, tratando de ahogar entre mis lágrimas todo el dolor que sentía
El se puso de pie me tomó por las manos y me paró frente a su varonil cuerpo, entonces comenzó a apretarme contra su pecho lentamente, me miró a los ojos, y yo lo sentí hasta en lo más intimo, pero mi trauma lo confundió todo, creyéndolo un fiel amigo cariñoso y tierno.
Así sin palabras me beso muchas veces el pelo, las mejillas, diciéndome en todo momento que no me preocupara que la vida me iba a cambiar muy pronto.
De golpe se separó y encendió un cigarrillo, el que después de dos exhalaciones destruyó con las manos. Se paseo de un lado a otro de la consulta, con cierta inquietud no demostrada anteriormente. Hoy pienso que mi ingenuidad tuvo la culpa si no es que todo tiene su precio y su minuto.
O como dice el refrán popular, “después del babeo la mordida”, aunque realmente fue un hombre resurgiendo de sus impulsos carnales, por lo que mientras yo me extasiaba con su supuesto cariño tan necesario para mi, el me deseaba como hombre y pensaba mi necesidad era la misma.
Confundida y sin saber qué hacer en aquel momento me refugié en mis recuerdos con Miguel salvándome, después luché incansablemente contra aquellos ojos azules que me tenían confundida y seducida aunque no lo aceptará, y mucho más cuando chocaban con mis carencias espirituales.
Él sabía que yo me hundía en la peor de las incertidumbres, por eso urgentemente planificó la forma de poseerme vulgarmente.Por lo que como todo animal en celo se abalanzó sobre mí y tomándome por los hombros con mucha fuerza me arrastro hasta la pared apretándome contra ella, a la vez que me obligaba a tomarle el miembro con una de mis temblorosas manos, el cual no sé todavía en que momento liberó de su pantalón.
Sorprendida, asustada, llena de pánico y sin saber que hacer ante aquella situación tan violenta y poco agraciada para mi gusto y trauma me quedé impávida y mucho más silente, pero a el nada de eso le importó , por lo que continuó su maniobra con mis manos sujetas a la fuerza y tratando de solucionar su erección lo antes posible.
Cómo era posible que actuara así conmigo, por qué rompía tan brutalmente todo el hechizo. No tendría otra forma de calmar su apetito sexual, estaría tan necesitado de una mujer solamente para poseerla sin amor, sin delicadeza, sin cariño? Y mientras el me zarandeaba en su afán de llegar a la eyaculación, mi admiración por el se desplomaba.
Hasta llegué a pensar que era un loco más dentro de aquella apariencia comprensiva y desinteresada que me había vendido desde que lo conocí.
No puedo asegurarme de cuantas preguntas cruzaron por mi menta atribulada en aquel momento, y de las cuales el se aprovechó porque sabía de mi perturbación y necesidades, por lo que al no poder resolver con mis manos, me subió bruscamente el ropón de hospitalizada y comenzó a tocarme los muslos más en celo todavía, y lamiéndome sin parar.Sin muchas fuerzas para defenderme me mantuve rígida sin ningún tipo de movimiento corporal , auque la mente era como un huracán en pleno azote, asegurándome una vez más de que después de Miguel, tan tierno y cuidoso , estaba destinada a ser violada por todos los hombres que se me acercaran .
Tal vez era mi forma de actuar, tal vez mi destino, porque los viejos dicen que las personas nacen con su estrella y nada ni nadie puede contra lo que traemos en el libro de la vida.
Otros aseguran que la yagua que esta para uno no hay vaca que se la coma, en fin tantos dichos y mitos se agolparon en mi cabeza, unidos a la poca fortaleza que tenía para resistirme a causa del exceso de medicamentos, entre antidepresivos, ansiolíticos, relajantes, soledad, en fin mi organismo estaba bajo los efectos de la droga y lo peor del caso.
El estaba muy claro de lo que me estaba haciendo premeditadamente.Sin el más pequeño acto de seducción o ternura me hizo el amor de pie atropelladamente, como un perfecto animal, rasgando mi vagina no preparada par la penetración en esos momentos.
Al fin terminó con mucho trabajo su gran hazaña de macho fuerte, ligón e irresistible, y mientras yo me desplomaba contra el piso sin fuerzas, ni voluntad., el se trataba de quitar los residuos del sexo bajo la abundante agua de la llave del lavamanos.Me puse de pie a duras penas, y tratando de reponerme de lo acontecido me le acerqué preguntándole como una autómata, si estaba satisfecho con tan poco.
Me miró de soslayo y se alejo secándose las manos de espalda, yo continué arremetiendo contra el mi dolor, llamándolo bárbaro, incivilizado, vulgar, por lo que me dijo groseramente.¿y tú qué querías después de ofrécerteme todo el tiempo?... una mujer no puede ser así como tú eres.
Aprende que entre un hombre y una mujer no existe amistad, ni poemas, ni flores, mucho menos charlas románticas, todo eso conduce a esto que acaba de suceder entre nosotros.
¿No es lo que buscabas?.Nada le respondí para qué sí tenía razón en parte. No precisamente quería me hiciera el amor, pero si encontrar en él a alguien que me permitiera desahogarme espiritualmente, tal vez en mi subconsciente me gustaba, pero no para esa brutalidad, si hubiera sido más inteligente, a lo mejor hasta lo hubiera amado, pero no me dio tiempo para eso, como todos el sexo era lo primero.
Ya nada podía remediar con palabras, el hecho estaba consumado y mi cuerpo se había convertido en poco tiempo en un títere de todos los deseos carnales.
El asco me consumía por dentro y por fuera, aunque sabía que tenía que luchar una vez más contra la prepotencia masculina, madurar, volverme una piedra, ocultar mis sentimientos, y mi verdad.
Comprender de una vez que no había amistad sincera entre diferentes sexos, que los hombres siempre estaban en celo, siempre con el deseo en la mente, machos primero, seres humanos después.
Todo esto lo tenía que aprender… ¿pero cómo, si no había renunciado a la vida , ni al amor.La realidad y mi realidad eran muy duras, había ganado un hueco más y la desolación y la decepción junto al abatimiento sentimental aumentaban su trayectoria en la desconfianza que ya tenía anteriormente, reafirmándome a cada segundo que el sexo lo dominaba todo.
Ya no existían príncipes azules como los que guardaba en mis pensamientos, y que yo los veía llegar tomándome por el talle y elevándome al cielo junto con el beso más sublime.Un fuerte portazo me sacó de aquellos pensamientos, era Tonito que salía de la consulta dejándome una vez más hundida en mi calvario y juzgándome con mucha más severidad que al principio.
En ese momento volví a pensar que lo mejor para mi era morir, desaparecer de tanta violencia, qué lejos de la realidad había vivido durante veintitrés años y ahora los golpes a la inocencia no dejaban de sacudir mi razón y mis sentimientos.
¿Qué hacer me pregunté muchas veces? Pero las respuestas no llegaban, lo mejor era huir, huir de aquel segundo infierno terrenal.
Al otro día muy tempranito firmé el alta a petición y me fui de aquel lugar a ocultar mi pena y mi impotencia quién sabe en que recodo de mi propia vida.

Nota: Tomado del blog de Adela Soto Alvarez.

Cuba vista desde ella misma y desde Madrid:

RETRATO DEL AÑO VIEJO

POR: RAUL RIVERO


Arrestos, golpizas, multas, amenazas, juicios y otros actos represivos caracterizaron 2008, según el informe del Consejo de Relatores de Derechos Humanos los sueños, la hipocresía, la aventura de la predicción o el legítimo derecho de opinar y ofrecer una visión de la vida cotidiana en Cuba, suelen sufrir el fuetazo de la realidad con el testimonio de quienes están allá adentro, a pecho descubierto, alertas y lúcidos, con la disposición de contarlo todo.

Y de contarlo bien.Ese es el caso de los informes que redactan las instituciones de derechos humanos que laboran en la geografía de la Isla desde hace años.

Su experiencia, el entrenamiento de sus activistas y observadores, el compromiso de esos equipos de trabajo con la oposición pacífica y con los sectores mayoritarios y más desfavorecidos de la sociedad, los convierten en la fuente más solvente del país.Tengo en mi mesa el examen —fechado esta semana— que hace del año 2008 el Consejo de Relatores de Derechos Humanos, con la colaboración de los Círculos Democráticos Municipales.

Es un dilatado retrato en tercera dimensión, con detalles, entrevistas, precisiones, anécdotas y relatos de primera mano, que saca al aire aspectos relevantes de los encarcelamientos, la situación de las prisiones, arrestos, golpizas, multas, amenazas, enjuiciamientos, citaciones a unidades policiales y otros muchos actos represivos.En 2008, dice el informe, 67 disidentes fueron encarcelados o enjuiciados por motivos políticos.

Y 51 fueron condenados a penas entre dos meses y cinco años de cárcel. Unos 15 estaban acusados por peligrosidad social predelictiva; es decir, sin cometer delito aun ante las leyes del gobierno.

El Consejo de Relatores recuerda que, en febrero, cuatro prisioneros del llamado Grupo de los 75, encarcelados durante la Primavera Negra de 2003, fueron liberados y obligados a viajar a España. Sin embargo, asegura que otros nueve presos de conciencia de ese mismo grupo están enfermos, en estado crítico, y se les niega la licencia extrapenal.

En el capítulo de prisiones, el informe explica que se han incrementado los suicidios, autoagresiones y palizas. Miles de inocentes, enajenados mentales, minusválidos y enfermos viven hacinados, subalimentados y con falta de atención médica.

"Están desnutridos —dice el documento—, muchos duermen en el suelo, barracas enteras se afeitan con una misma cuchilla, y se propagan el sida y otras patologías".Ofensiva contra la población

El informe ofrece pormenores de los arrestos y juicios celebrados contra los disidentes en el último año y recoge denuncias sobre la situación de otros presos políticos. Según una nota del periodista independiente Adolfo Fernández Saínz, que cumple 20 años en la prisión de Canaleta, en Ciego de Ávila, el preso político Ramdol Roca Mursulí lleva seis meses en una celda de castigo, sin pertenencias, sin cama, privado de su derecho a llamadas telefónicas, visitas y correspondencia.Roca Mursulí, de 32 años, está preso desde 2002, condenado a nueve años por escribir letreros de "Abajo Fidel" en paredes de centros comerciales de su ciudad natal, Punta Alegre.

Los activistas aseguran que han confirmado, a lo largo del año 2008, 71 muertos (suicidios, infartos, accidentes, abandonos) sólo en 21 prisiones, "pero desconocemos lo que ocurre en más de 200 centros carcelarios, pues el gobierno no sólo oculta la información, sino que persigue y encarcela a quienes la difunden o revelan".Otro aspecto de la represión que señala el Consejo es la ofensiva desatada contra la población por luchar, por sobrevivir en la desastrosa situación económica que vive el país.

El texto de los defensores de derechos humanos dice que se ha llegado al extremo de sanciones de entre uno y tres años de cárcel por transportar alimentos en cantidades destinadas a la familia. Por ejemplo, unas decenas de huevos, un quintal de yuca y 20 libras de queso criollo.

El documento, firmado por Margarito Broche, Juan Carlos González Leiva, Noelia Pedraza Jiménez y Tania Maceda, entre otros activistas, señala que en los últimos meses se ha aumentado la represión contra los disidentes pacíficos y los periodistas independientes, al tiempo que el gobierno intenta confundir a la opinión pública internacional "con la eliminación de trabas domésticas de escasa entidad y la firma del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos".© cubaencuentro

Nota: Tomado de Baracutey Cubano.

El mundo:


Por Diana Margarita Cantón:


En Juan 18:36 Jesús(que no era político sino el fundador del cristianismo) contestó al gobernador romano:

"Mi reino no es parte de este mundo"


En Juan 15:19:


"Si ustedes( los seguidores de Jesús) fueran parte del mundo, el mundo les tendría afecto a lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia."


En 1 Juan 5:19 se afirma:


"El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo".


Véase además Juan 14:30, Revelación 13:1,2, Daniel 2:44.

Revise noticias en CNN en Español y o en Inglés y saque sus propias conclusiones.

Como digo yo:


Hoy puedo volver a escribir en este blog porque es el día de Martin Luther King (Holiday) y en los días festivos es que mejor puedo hacerlo.

Este es mi hoby, mi mejor fiesta, aunque no haya estudiado Letras, Filología, Periodismo, como quería mi profesora de Español y Literatura de 9no Grado Cary Santos en El Focsa, que hasta se peleó conmigo por irme al Curso Emergente de Formación de Profesores"Julio Antonio Mella" en 1969.

Entonces por pobre no podía darme ese lujo y por política( y fanatismo) preferí estudiar Historia. Pero mi vicio de escribir, nunca ha cesado!.
Puedo escribir más y mejor en estos días porque a mi no me sostiene ningún imperio, ni :"el de la simulación"-como le llamó Adela Soto, ni "el yanqui"-como le llaman los izquierdistas, ni "el gringo"-como le llaman los mexicanos.

Tampoco vivo de Premios-si es que alguien puede-porque los míos siempre fueron provincianos y la Mención Nacional en Poesía en 1992 me fue escamoteada y en Testimonio en el 2004 me costó la nueva expulsión hasta de la plantilla de limpia-pisos de una panadería porque además ya se había filtrado que"era de los Derechos Humanos"-como le llaman los cubanos(varios cubanos).

Y lo ganado en las Menciones especiales del Concurso de las Bibliotecas Independientes de Cuba del 2002 fue poco y en moneda nacional, pues los Derechos de Autor"eran para recaudar fondos para ese Proyecto Cultural" que llevó a la cárcel a unos cuantos.
Así, y con el estudio de la Biblia (1994 hasta hoy), me fui convenciendo de que "todo es vanidad bajo el sol"(Eclesiastés 1:14).

Y fui alejándome lentamente de Concursos y Premios Literarios; y hoy más que nunca vivo como Dios manda: del producto de mis manos y "del sudor de mi rostro":(Génesis 3:19) en un Taco Bell donde obtuve en la última quincena no ya 40, ni 206, sino 240 dólares, pésele a quien le pese, que junto a la ayuda del gobierno americano en Food Stamps de $231.00 para mi esposo y yo, por tener sueldos de indigentes en este país, nos permite sobrellevar las penurias de este sistema de cosas.
Tengo los huesos, los músculos, las manos, los pies, el pulmón izquierdo...."satisfechos del "deber cumplido", y ahora los convoco a mi fiesta de escritura, luego de un breve, pero reparador sueño, del que he saltado bruscamente a mi escritorio de apuntes, que ya rara vez hago, antes de volcarlos directamente en mi blog electrónico(sobre todo cuando son cosas nuevas las que estoy escribiendo).
Luis duerme conmigo en el mismo cuarto-estudio-escritorio; Y no quiero molestarlo!.

En realidad hoy es domingo. Son las 6:11 a.m. Tengo que trabajar de 8:30 a.m a 3:00 p.m e ir a mi reunión cristiana de 3:00 p.m a 6:00 p.m.

Y estamos mudándonos.

De modo que ésto debe ir (de algún modo) a parar a mi blog mañana lunes en la mañana( porque es "día feriado"-como dicen en Cuba) y se supone que Pedro cuide su hijo un rato( pues no tiene clase en la Universidad), y yo no tendré clase de Inglés en la noche.

Sólo Luis y Dunia trabajarán de todos modos en su "factoría" Power Barr, donde tuvieron "la suerte" de no ser despedidos o "descansados"( como tantos) esta vez, pese a ser trabajadores "temporarios"( y no fijos).

Efectivamente, hoy lunes 19 de enero del 2009, a las 7:16 a.m concluyo esta versión de lo que escribí ayer. Aclaro que llegué grave de limpiar, fregar("lavar"-como dicen los americanos y los mexicanos), freir, cocinar y a la vez entrar con frecuencia al local de refrigeración para sacar los productos y además barrer los alrededores del restaurante pues "no había lluvia"-como dijo el jefe, "no caía nieve, pero había mucho frío"- como digo yo.

Nota: Escrito por Diana Margarita Cantón Martínez desde Boise, Idaho, USA.

Friday, January 16, 2009

El día de San Valentín:




El origen de este día según The World Book Encyclopedia es el siguiente:

"El Día de San Valentín cae en el día festivo de los diferentes mártires cristianos llamados Valentín. Pero las costumbres relacionadas con ese día...probablemente vienen de una fiesta romana antigua llamada Lupercalia, que tenía lugar cada 15 de febrero. Esta fiesta honraba a Juno, la diosa romana de las mujeres y del matrimonio, y a Pan, el dios de la naturaleza" (1973, tomo 20, pág 204).

El Pecado:



POR DIANA MARGARITA CANTON


Pecado es literalmente errar el blanco, según los textos hebreos y griegos de la Biblia. Dios mismo fija el blanco que sus criaturas inteligentes deben alcanzar.


El errar ese blanco es pecado, que también es injusticia, o desafuero (Véase Romanos 3:23; 1 Juan 5:17; 3:4).


El pecado es cualquier cosa que no esté en armonía con la personalidad, las normas, los caminos y la voluntad de Dios, todo lo cual es santo. Puede que implique mala conducta, no hacer lo que se debería hacer, habla impía, pensamientos inmundos o deseos o motivos egoistas.


La Biblia distingue entre el pecado heredado de Adán y Eva ( nuestros primeros padres, que eran perfectos aunque humanos, como Jesús) y el pecado voluntarioso, entre un acto pecaminoso por el cual alguien se arrepiente y la práctica del pecado de manera liberal.


El rescate de Jesús a la humanidad pecadora hizo posible que se nos pueda librar de nuestro estado pecaminoso.


La confesión de los pecados(en los que todos caemos) es la base del perdón de Dios( Ver Salmos 32:5). Jehová está cerca de los quebrantados de corazón, de los aplastados en espíritu (Salmos 34:18).No hay paz en los huesos de los pecadores impenitentes por el peso que sienten en su mente y corazón.Pueden hasta morir de tristeza o parar en el suicidio.


Por eso el rey David que pecó en pensamiento y hechos llegó a decir:""Porque procedí a informar acerca de mi propio error; empecé a inquietarme a causa de mi pecado"..."No me dejes, oh Jehová. Oh Dios mío, no te mantengas lejos de mí. Ven de prisa, sí, en mi auxilio, oh Jehová, mi salvación".(Salmos 38:18,21,22).


Y Jehová lo perdonó por su adulterio y asesinato. Y de aquella relación nació su hijo Salomón, autor de El Cantar de los Cantares, Eclesiastés, Proverbios; quien al subir al trono de Israel en 1037 a.e. c., oró a Jehová por "sabiduría y conocimiento" para" juzgar a este gran pueblo"


. Sí, este sabio contó con la sabiduría que le dio Jehová con su espíritu santo, y fue también un pecador(como su padre).


Pecado no es sólo terrorismo internacional, guerras, violencia al por mayor contra la indefensa población civil, matar de hambre pueblos, bombardear y asesinar y quemar niños; a veces pecamos hasta contra lo más cercano y querido y hasta contra nosotros mismos.

Nota: Escrito desde Boise, Idaho, USA .

Afecto y Seguridad:


Declararé tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré (Heb. 2:12).


Millones de personas de todo el mundo se sienten arropadas y seguras de un modo excepcional en la congregación cristiana.


Tanto si cuenta con el apoyo de una familia unida como si no, usted puede y debe valorar todo cuanto Dios le ofrece mediante la congregación.


Claro está, si ya pertenece a una congregación de los testigos de Jehová, seguramente dará fe del afecto y la seguridad de que disfruta en ella.


La congregación no es un simple club social ni una asociación cultural o deportiva donde acuden personas con antecedentes e intereses comunes.


Su función primordial es alabar a Jehová Dios. "Ciertamente te elogiaré en la congregación grande; entre un pueblo numeroso te alabaré", dice Salmo 35:18.


Thursday, January 15, 2009

Escrito desde Miami, Florida:

POESIA
POR: ADELA SOTO ALVAREZ

NUEVAMENTE

(Poema para Diana).


Nuevamente enfrentando
Al despreciable impío

En este mundo estéril

Donde la razón no encuentra su asidero

Y la justicia es escasa

Repartida entre muchos.

Nuevamente regresas al disturbio
Por la envidia y la torpeza de unos cuantos

Donde tu verdad surca la vida

Y la realidad es de unos pocos

Diciembre ha sido mes para estocadas

Al final se irá como todo

Y regresará la supuesta paz que reclamamos

Hoy recuerdo los días de tu cruz

Cuando viajaste a la Urbe

Con tu maleta de verdades a cuesta

Y solamente te permitieron

Vender pescados entre penas y olvidos

Porque los infames quisieron quitarte hasta la sombra

Como ves en todos los lugares

Encontramos lo mismo
Un escuadrón de reptiles con billetes

Mucha oscuridad

y pocas perspectivas

Gracias que tenemos a un Dios Eterno

Que amortigua garrotazos y patadas

Y nos permite la resignación como regalo

De lo contrario… ¿qué sería de ti,

De mí,

De todo el infinito

Aplastado por el poder y sin salida?

Amiga todo es eterno fango

Lo mismo allá que aquí

Que en cualquier lado

Da lo mismo el calor

Que la nieve

Los zapatos rotos

Que de marca

Al igual que las tinieblas o la luz
Por suerte
El paraíso llegará

Porque está predestinado

Entonces tú y yo

Y esos niños por los que hoy regresas

Al tumulto de rivalidades y torpezas

Encontraran el final de tu legado

Escrito desde Cuba:




Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y ,


Enero,15,2009

Espero en un banco del Parque Central a unas amigas, que ya llevan media hora de retraso. Ha sido un día duro y tengo pocas ganas de conversar con alguien. Un muchacho -que no rebasa los veinte- se me sienta al lado. Habla pésimamente el inglés, pero lo usa para preguntarme de dónde vengo y si comprendo el español. En un primer impulso tengo ganas de decirle que se largue, que no estoy para jineteros a la caza de turistas, pero lo dejo avanzar en su fallida estrategia de seducción.
No sabe que mi pálido pellejo lo he heredado de dos abuelos españoles, pero mi pasaporte es tan azul y nacional como el que tiene él. Si no fuera por su falsa apreciación de que soy extranjera, nunca se me acercaría. No soy un buen partido –eso se ve a la legua- pero él calcula que aunque parezca una forastera pobre, al menos puedo generarle una visa para emigrar. Llega a decirme, estimulado por mi mutismo: “Lady, I love you” y después de semejante declaración de amor, no puedo seguir conteniendo la risa. Le apunto en mi peor slang centrohabanero “No gastes balas conmigo, que soy cubiche”. Se levanta como si lo hubiera picado una bibijagua y se va insultándome. Lo escucho cuando exclama en voz alta “esa flaca parece yuma, pero es de aquí y vale menos que la moneda nacional”. Mi día ha cambiado repentinamente y empiezo a reírme sola en aquel banco, a pocos metros del Martí de mármol que adorna el parque.
La revancha le llega rápido al frustrado Casanova. Una nórdica en bermudas pasa por su lado y él le repite el mismo estribillo que me soltó a mí. Ella sonríe y parece deslumbrada ante su juventud y sus trencitas que terminan en cuentas de colores. Los veo irse juntos, mientras el ágil mancebo le declara su amor, en una lengua de la que apenas conoce una docena de palabras.
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Psicoterapia

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y ,


Enero,15,2009


Durante casi un día no funcionó la zona de comentarios de Generación Y. Esta plaza pública ha acumulado un número tan inmenso de opiniones de sus lectores –más de trescientas mil- que la base de datos terminó por colapsar. Deberíamos estar felices por tanto debate logrado en estas páginas y no molestos ante lo que sólo fue una rotura transitoria.
Gracias por ser pacientes y por recordar que en mi condición de “blogger a ciegas” no puedo resolver las dificultades técnicas con tanta premura como me gustaría. También les repito que mis opiniones sólo aparecen publicadas en este blog y en sitios que se han ganado la credibilidad de sus lectores. No soy responsable de cadenas de emails, supuestos textos que circulan en la red u otro tipo de mensajes que no aparezca bajo el alusivo banner de la gaveta roja. Los apócrifos con mi nombre son sólo eso: falsedades.
En lo que se restañaban las grietas de la sacudida técnica, otras bloggers solidarios brindaron su espacio para continuar con la polémica. Especialmente un comentarista apodado Tseo, que ofreció su bitácora para prolongar la discusión en la url http://generaciony.posterous.com
A esta balsa virtual le ha entrado un poco de agua, pero nada que presagie un naufragio.
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Celebración y picadillo

Escrito por: Yoani Sanchez en Generación Y ,


Enero,13,2009

Con motivo del medio siglo de aquel primero de enero de 1959, los cubanos pudimos comprar -a través del sistema de racionamiento- media libra de carne molida. Ese sentido del humor que frecuentemente nos salva de la neurosis no dejó escapar al inesperado manjar y lo bautizó como “el picadillo enviado por Chávez”, en alusión al evidente apuntalamiento económico que llega desde Venezuela.
Un proceso político de la envergadura de una revolución socialista debería aspirar -en su cincuenta aniversario- a resultados más ambiciosos y a fiestas más pomposas, pero no hay mucho para dar. Aunque parezca una frivolidad, para muchos cubanos la venta de esa carne de vaca fue el hecho más importante ocurrido por estos días. Su sabor será el recuerdo que conservarán de un diciembre gris y un enero igual de demacrado, donde ni siquiera hubo promesas de posibles mejorías o reformas.

Donde el sol se va ocultando:


Wednesday, January 14, 2009

El Juicio de la Paz:


Por: Diana Margarita Cantón Martínez:

Recordemos lo que dijo Zacarías 8:16:"Con verdad y el juicio de la paz hagan su labor de juzgar en las puertas".


Notemos el objetivo: "el juicio de la paz". El hecho es que, incluso cuando los apóstoles estaban vivos, había diferencias personales y conflictos entre algunos cristianos.


Al igual que Pablo brindó su ayuda a Evodia y Síntique , lo mismo ha de hacerse en la actualidad(Filipenses 4:2,3).


Ciertamente hay que esforzarse por conseguir"el juicio de la paz", o sea por lograr que las partes en desacuerdo hagan las paces.


Los consejos bíblicos que ofrezcan y la actitud con que los den promoverán la paz entre todos y con Dios. Al actuar así, demostrarán que de verdad conocen a Jehová Dios y la justicia divina.


Las áreas económicas y laborales muestran la importancia de seguir en nuestra vida cotidiana los consejos sobre la justicia que se encuentran en los libros de los doce profetas. Sin duda, salimos todos muy beneficiados al dejar "que la justicia fluya".


Como hemos visto Jehová mismo es nuestro modelo de justicia, por ser amador de ella. Debemos cultivar y aplicar la justicia y probablemente se nos oculte en el día de la cólera de Jehová que se avecina. ( Amós 5:6; Sofonías 2:3).