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Tuesday, July 09, 2013

Un segundo matrimonio:

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LA ATALAYA JULIO DE 2013

PUBLICADO EN
CONSEJOS PARA LAS FAMILIAS

Cómo lograr que funcione un segundo matrimonio

HERMAN: * “Tras treinta y cuatro años de matrimonio, mi esposa murió de cáncer. Me volví a casar, pero a mi segunda esposa, Linda, le parecía que siempre la estaba comparando con la primera. Para colmo, mis amigos hablaban a menudo de las muchas cualidades de mi primera esposa y eso afectaba a Linda”.
LINDA: “Me sentía eclipsada por la primera esposa de Herman. Ella era dulce, refinada y muy querida por todos. A veces me pregunto si algún día me sentiré tan unida a él como lo estuvo ella”.
Herman, que es viudo, y Linda, que es divorciada, están muy contentos de haberse conocido. Ella incluso lo llama “mi príncipe azul”. Con todo, ambos reconocen que un segundo matrimonio presenta desafíos que no se dan en el primero. *
Si usted se ha vuelto a casar, ¿cómo ve su segundo matrimonio? Tamara, que se casó tres años después de haberse divorciado, comenta: “La primera vez que te casas crees que tu matrimonio durará para siempre; es una sensación muy especial. La segunda es probable que la sensación no sea la misma, pues no puedes dejar de pensar que un matrimonio sí puede acabar”.
A pesar de todo, muchas parejas son muy felices en su segundo matrimonio, ¡y usted también puede serlo! ¿Cómo? Veamos tres problemas comunes y los principios bíblicos que le ayudarán a superarlos. *

PROBLEMA 1: EL MATRIMONIO ANTERIOR ECLIPSA EL ACTUAL.

“No puedo evitar que me vengan a la mente los recuerdos de mi primer matrimonio —comenta Ellen, de Sudáfrica—, sobre todo cuando viajamos a los lugares a los que mi ex esposo y yo fuimos de vacaciones. A veces comparo a mi actual esposo con el anterior.” Ahora bien, si es su cónyuge el que estuvo casado anteriormente, tal vez a usted le moleste que hable a menudo de su primer matrimonio.
Formen nuevos recuerdos que los unan
SUGERENCIAS GENERALES: Intente comprender que no es realista esperar que usted o su cónyuge olviden su primer matrimonio así como así, sobre todo si duró años. De hecho, hay quienes admiten haber llamado a su pareja actual por el nombre de la anterior. ¿Cómo puede manejar situaciones de ese tipo? “Traten de entenderse los unos a los otros”, aconseja la Biblia (1 Pedro 3:8, La Palabra de Dios para Todos).
No permita que los celos destierren toda mención del matrimonio anterior. Si su cónyuge siente la necesidad de hablar de su primer matrimonio, sea comprensivo y escúchelo. No se precipite a pensar que lo está comparando. Juan, un viudo que se volvió a casar hace diez años, comenta: “Kathy nunca ha tratado de evitar el tema de mi primera esposa. Más bien lo ve como una oportunidad de comprender por qué soy como soy”. Esas conversaciones podrían incluso ayudarles a estrechar más su relación.
Concéntrese en las cualidades y habilidades que hacen único a su cónyuge actual. Quizás no tenga las mismas que su pareja anterior, pero seguramente se destaca en otros campos. Fortalezca su matrimonio reflexionando en todo lo que lo hace amar a su cónyuge, pero nunca “en comparación con la otra persona” (Gálatas 6:4). Edmond, que se ha casado dos veces, lo explica así: “Tal como no hay dos amistades iguales, no hay dos matrimonios iguales”.
¿Cómo puede hacer que los gratos recuerdos de su primer matrimonio no le hagan daño a su pareja actual? Jared responde: “Le dije a mi esposa que mi primer matrimonio era como un hermoso libro escrito por mí y mi primera esposa. De vez en cuando hojeo el libro y recuerdo los buenos momentos. Pero eso no significa que viva en ese libro. Mi esposa y yo estamos escribiendo nuestro propio libro juntos, y es en ese donde vivo feliz ahora”.
¿POR QUÉ NO INTENTA ESTO? Cuando surja el tema de su primer matrimonio, pregúntele a su cónyuge si se siente incómodo. Vea en qué momentos es mejor no hablar del tema.

PROBLEMA 2: SUS AMIGOS NO SABEN CÓMO TRATAR A SU NUEVO CÓNYUGE.

“De recién casados, mi esposa sentía que algunos de mis amigos la estaban evaluando”, dice Javier, quien se casó seis años después de su divorcio. Por otro lado, Leo recuerda: “Había quienes le decían a mi esposa que extrañaban a su esposo anterior y que lo querían mucho..., ¡enfrente de mí!”.
SUGERENCIAS GENERALES: Intente ponerse en el lugar de sus amigos. Juan comenta: “Creo que a los amigos de antes a veces les resulta muy doloroso e incómodo relacionarse con uno y su nuevo cónyuge, pues todavía lo ven a uno como parte de la pareja que conocían”. Como dice la Biblia, debemos ser “razonables, y [desplegar] toda apacibilidad para con todos los hombres” (Tito 3:2). Deles tiempo a los familiares y amigos para adaptarse. Su matrimonio ha cambiado, así que sus amistades probablemente también lo harán. Javier recuerda que con el tiempo él y su esposa reavivaron viejas amistades. Pero añade: “Ahora tratamos de hacer nuevas amistades como pareja, y eso es una ayuda extra”.
Cuando estén con sus amigos, cuide los sentimientos de su cónyuge. Por ejemplo, si sale en la conversación el tema de su primer matrimonio, sea prudente y use tacto para que su cónyuge actual no se sienta excluido. Un proverbio bíblico asegura: “El que habla sin pensar hiere como un cuchillo, pero el que habla sabiamente sabe sanar la herida” (Proverbios 12:18, Traducción en lenguaje actual).
¿POR QUÉ NO INTENTA ESTO? Piense de antemano en los compromisos sociales que podrían resultar incómodos para usted o su pareja y hable sobre cómo manejarán las preguntas y los comentarios que surjan acerca de su primer matrimonio.

PROBLEMA 3: NO CONFÍA EN EL CÓNYUGE ACTUAL PORQUE EL ANTERIOR LE FUE INFIEL.

“Me daba pánico que me volvieran a engañar”, recuerda Andrés, cuya primera esposa lo abandonó. Más tarde se casó con Rita, su esposa actual, quien también venía de un primer matrimonio. “Me preguntaba si algún día podría ser tan bueno como el primer esposo de Rita —continúa Andrés—. Me preocupaba que no me considerara lo suficientemente bueno y me dejara por otro.”
SUGERENCIAS GENERALES: Hable con su cónyuge de sus temores. “Resultan frustrados los planes donde no hay habla confidencial”, dice la Biblia (Proverbios 15:22). El “habla confidencial”, es decir, la comunicación franca, ayudó a Andrés y a Rita a confiar uno en el otro. “Le aseguré a Rita que nunca vería el divorcio como un escape de los problemas —dice Andrés—, y ella me aseguró lo mismo. Con el tiempo he llegado a confiar ciegamente en ella.”
Si es su pareja quien sufrió una infidelidad en su matrimonio anterior, esfuércese por ganarse su confianza. Por ejemplo, Miguel y Sabrina, ambos divorciados, se prometieron que si alguno de los dos tenía cualquier tipo de contacto con su pareja anterior, le avisaría al otro. Sabrina comenta: “Ese compromiso nos tranquilizó y nos dio seguridad” (Efesios 4:25).
¿POR QUÉ NO INTENTA ESTO? Reduzca al mínimo la comunicación en privado con personas del sexo opuesto, ya sea en persona, por teléfono o por Internet.
Hay muchos segundos matrimonios que son felices, y el suyo también puede serlo. Después de todo, es muy probable que usted se conozca mucho mejor que cuando se casó por primera vez. Andrés dice: “Rita ha sido mi gran consuelo. Llevamos trece años casados y estamos muy enamorados; eso no lo quiero perder nunca”.

Footnotes

^ párr. 3 Se han cambiado los nombres.
^ párr. 5 Obviamente, la muerte y el divorcio ponen fin al matrimonio de maneras muy distintas. Este artículo ofrece consejos para tener un segundo matrimonio feliz sin importar por qué haya acabado el primero.
^ párr. 7 Si desea información sobre los retos de criar hijastros, vea la serie “Claves para el éxito de las familias con hijastros” en la revista ¡Despertad! de abril de 2012, publicada por los testigos de Jehová.

PREGÚNTESE

  • ¿Qué cualidades hacen único a mi cónyuge actual?
  • Si surge el tema de mi primer matrimonio, ¿cómo puedo tratarlo sin que mi cónyuge se angustie o se sienta humillado?
 

Cambiar el mundo?

LA ATALAYA JULIO DE 2013

PUBLICADO EN
LA BIBLIA LES CAMBIÓ LA VIDA

“Ya no siento la necesidad de cambiar el mundo”

  • AÑO DE NACIMIENTO: 1966
  • PAÍS: FINLANDIA
  • OTROS DATOS: FUE ACTIVISTA

MI PASADO:

Desde niño he sido amante de la naturaleza. A menudo iba con mi familia a pasear por los fascinantes bosques y lagos que rodean nuestra ciudad, Jyväskylä, en el centro de Finlandia. También soy amante de los animales. ¡De niño quería abrazar a todos los perros y gatos que veía! Al crecer, empezó a angustiarme lo común que era el maltrato animal, así que me uní a una organización de defensa de los animales. Allí conocí a otras personas que compartían mis ideales.
Realizábamos campañas en pro de los derechos animales. Distribuíamos información y organizábamos marchas de protesta y manifestaciones contra tiendas de pieles y laboratorios. Finalmente creamos una organización de defensa animal. Nuestros métodos radicales de promoción nos metían a menudo en problemas con las autoridades. Varias veces fui arrestado y enjuiciado.
Además, me preocupaban otros problemas sociales, así que me uní a organizaciones como Amnistía Internacional y Greenpeace, y me dediqué en cuerpo y alma a apoyarlas. También luchaba por los menos afortunados, como los pobres o los hambrientos.
Sin embargo, con el tiempo me fui dando cuenta de que no podía cambiar el mundo. Aunque a veces ganábamos algunas batallas pequeñas, los grandes problemas no hacían más que crecer. Era como si las fuerzas del mal se hubieran tragado el mundo entero y a nadie le importara nada. Me sentía absolutamente impotente.

CÓMO LA BIBLIA ME CAMBIÓ LA VIDA:

La impotencia me agobiaba, de modo que comencé a pensar en Dios y en la Biblia. Aunque antes había estudiado con los testigos de Jehová y agradecía su bondad y su interés, en aquel momento no estaba listo para cambiar mi forma de vivir. Pero esta vez fue distinto.
Busqué mi Biblia y empecé a leerla. Fue un verdadero bálsamo para mis heridas. Leí muchos pasajes que animan a tratar bien a los animales. Por ejemplo, Proverbios 12:10 dice: “El justo cuida a sus animales” (La Palabra de Dios para Todos). También comprendí que Dios no tiene la culpa de los problemas del mundo. Más bien, nuestros problemas se han agravado debido a que la mayoría de la gente no sigue la guía de Jehová. Me conmovió profundamente el amor y la gran paciencia que él nos tiene (Salmo 103:8-14).
En esas fechas me encontré un cupón del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia? y lo envié por correo. Al poco tiempo me visitó una pareja de Testigos y me ofrecieron un curso bíblico. Acepté enseguida. También comencé a ir a las reuniones que celebran en su Salón del Reino. Poco a poco, las verdades bíblicas echaron raíces en mi corazón.
Gracias a la Biblia, logré efectuar muchos cambios. Dejé de fumar y de beber en exceso; mejoré mi apariencia y mi forma de hablar, y modifiqué mi manera de ver a las autoridades (Romanos 13:1). También cambié mi actitud en cuanto a la moralidad, un campo en el que había sido muy liberal.
Pero lo más difícil fue ver a las organizaciones de lucha social desde la debida perspectiva. No cambié de la noche a la mañana. Al principio sentía que era una traición renunciar a ellas. Sin embargo, me di cuenta de que la única esperanza para la humanidad es el Reino de Dios, así que me dediqué en cuerpo y alma a apoyarlo y a darlo a conocer a la gente (Mateo 6:33).

QUÉ BENEFICIOS HE OBTENIDO:

En mi época de activista dividía a la gente en dos bandos: los buenos y los malos, y no dudaba en actuar en contra de los malos. Ahora, gracias a la Biblia, he dejado de sentir ese odio ciego y me esfuerzo por amar a todas las personas (Mateo 5:44). Ese amor lo demuestro de diversas formas. Por ejemplo, predicando las buenas nuevas del Reino de Dios. Me alegra ver que esta provechosa labor promueve la paz y la felicidad, y les da a las personas una esperanza real.
Dejar los asuntos en manos de Jehová me ha permitido recuperar la paz. Estoy convencido de que él, el Creador, no dejará que los hombres y los animales sigan sufriendo maltrato ni dejará que nuestro hermoso planeta sea arruinado. Mediante su Reino, pronto remediará todo el daño que ha causado el hombre (Isaías 11:1-9). Soy feliz, no solo de conocer estas verdades, sino de poder ayudar a los demás a poner fe en ellas. Ya no siento la necesidad de cambiar el mundo.
 

Actitud positiva ante las enfermedades:

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LOS JÓVENES PREGUNTAN

¿Cómo puedo sobrellevar mi enfermedad? (Segunda parte)

Hay distintos tipos de enfermedades:
  • Las que se notan a simple vista y las que no.
  • Las que atacan de vez en cuando y las que se sufren día tras día.
  • Las que se pueden curar —o, al menos, controlar— y las que van empeorando cada vez más hasta el punto de poner en riesgo la vida.
Y todas ellas pueden afectar tanto a mayores como a jóvenes. En este artículo te presentaremos a cuatro jóvenes que han sido víctimas de la enfermedad. Si tú mismo tienes problemas de salud, tal vez sus comentarios puedan darte ánimo.

GUÉNAELLE

Lo peor es aceptar que no puedo hacer todo lo que quisiera. ¡Y son tantas cosas...! Todos los días tengo que adaptarme a cómo me siento.
Padezco un trastorno neuromuscular, es decir, la comunicación entre mi cerebro y mis músculos es deficiente. En ocasiones me tiemblan o se me paralizan distintas partes del cuerpo, desde la cabeza hasta la punta de los pies. Cosas tan sencillas como moverme, leer, escribir, hablar o entender lo que otros dicen pueden ser muy difíciles para mí. A veces me pongo muy mal, pero entonces los ancianos de mi congregación oran conmigo, y enseguida me siento más relajada.
Jehová me ha dado las fuerzas para aguantar todas y cada una de mis pruebas. Por eso, estoy decidida a no dejar que mi enfermedad me impida darle lo mejor. Enseñar a otros que él pronto convertirá la Tierra en un paraíso donde ya no habrá sufrimiento es muy importante para mí (Revelación [Apocalipsis] 21:1-4).
Piensa en esto: ¿Cómo podrías tú, como Guénaelle, mostrar amor a otros? (1 Corintios 10:24.)

ZACHARY

A los 16 años, me encontraron un tipo de cáncer cerebral muy agresivo. Los médicos me dijeron que solo me quedaban ocho meses de vida. Desde entonces, he estado luchando por sobrevivir.
Los tumores me han paralizado el lado derecho del cuerpo, y como no puedo caminar, siempre tiene que haber alguien en casa para ayudarme.
A medida que la enfermedad avanza, voy perdiendo la capacidad de expresarme con claridad. Antes siempre estaba haciendo algo. Me gustaba el esquí acuático, el baloncesto y el voleibol. Y también iba mucho a predicar, pues soy testigo de Jehová. Creo que la mayoría de la gente no sabe lo que duele no poder hacer las cosas que más te gustan.
Isaías 57:15 —donde dice que Jehová está con los que se sienten “aplastados”— me da fuerzas, pues me confirma que él se preocupa por mí. También me gusta Isaías 35:6 porque ahí Jehová promete que los que no pueden caminar serán sanados. Sé que en el futuro podré servirle con salud perfecta.
Aunque hay días en que es muy difícil soportar mi enfermedad, siento que Jehová está conmigo. Gracias a la oración siempre tengo a alguien con quien hablar cuando estoy triste o temo que voy a morir. No hay nada que pueda separarme del amor de Jehová (Romanos 8:39).
Zachary falleció a los 18 años de edad, dos meses después de esta entrevista. Hasta el último momento se mantuvo aferrado a su esperanza de resucitar en un paraíso terrestre, tal como Dios ha prometido.
Piensa en esto: ¿Cómo puede la oración ayudarte a ti a fortalecer tu relación con Dios?

ANAÏS

A los pocos días de nacida, una hemorragia cerebral me dejó discapacitada. La parte más afectada fueron mis piernas.
Hoy puedo caminar distancias cortas con un andador, pero por lo general tengo que usar una silla de ruedas. Y como también me dan espasmos, se me hace muy difícil realizar tareas que requieran cierta precisión, como escribir.
Todo esto me causa mucha tensión, y para colmo, el tratamiento tiene sus retos. Desde muy pequeña he tenido que ir a sesiones de fisioterapia varias veces a la semana. Me han hecho cuatro grandes operaciones, la primera cuando tenía solo cinco años. Las últimas dos fueron las más difíciles, pues tuve que pasar tres meses fuera de casa en lo que me recuperaba.
Mi familia me da mucho apoyo. A menudo, nos reímos juntos, y eso me levanta el ánimo. Como no me puedo arreglar sola, mi mamá y mi hermana me ayudan. Algo que lamento es no poder usar tacones. Aunque una vez, cuando era niña, me puse a gatear con tacones en las manos. ¡Todos nos reímos muchísimo!
Para que la enfermedad no sea el centro de mi vida procuro mantenerme ocupada. Por ejemplo, estudio idiomas. Además, practico la natación, un buen sustituto del surf o el snowboard, que tanto me atraen. Y como testigo de Jehová, disfruto de enseñar mis creencias a los demás, pues he visto que las personas suelen ser atentas conmigo.
De niña, mis padres me enseñaron que mi enfermedad es pasajera. Desde entonces me he esforzado por fortalecer mi fe en Jehová y en su promesa de acabar con todo el sufrimiento, incluido el mío. Eso me da fuerzas para seguir adelante (Revelación 21:3, 4).
Piensa en esto: Anaïs ha logrado que la enfermedad no sea el centro de su vida. ¿Qué podrías hacer tú para lograr lo mismo?

JULIANA

Padezco una dolorosa enfermedad autoinmune que puede afectar al corazón, los pulmones y la sangre. Ya ha dañado mis riñones.
Me diagnosticaron lupus cuando tenía 10 años. Esta enfermedad me causa dolor, agotamiento y cambios de humor. A veces siento que no sirvo para nada.
A los 13, una testigo de Jehová vino a predicar a mi casa y me leyó Isaías 41:10, donde Jehová dice: “No tengas miedo, porque estoy contigo. [...] Te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia”. Después de eso comencé a estudiar la Biblia con los Testigos. Ya han pasado ocho años, y ahora uso mi vida para servir a Dios. Estoy resuelta a no dejar que el lupus controle mi vida. Además, he logrado mantener una actitud positiva gracias a que Jehová me ha dado “el poder que es más allá de lo normal” (2 Corintios 4:7).
Piensa en esto: ¿Cómo puede Isaías 41:10 ayudarte a ti a mantener una actitud positiva como la de Juliana?

El Reino de Dios:

¡DESPERTAD! JULIO DE 2013

PUBLICADO EN
EL PUNTO DE VISTA BÍBLICO

El Reino de Dios

¿Es el Reino de Dios algo que llevamos en el corazón?

“No estás lejos del reino de Dios.” (Marcos 12:34)

LO QUE DICE LA GENTE

Muchas personas creen que el Reino de Dios es algo que llevamos en el corazón. O como lo define una de las religiones cristianas más importantes, “es el reinado de Dios en el corazón y la vida de la persona”.

LO QUE DICE LA BIBLIA

El Reino de Dios es un gobierno real que regirá sobre toda la Tierra, no otra manera de decir que una persona acepta a Dios en su corazón (Salmo 72:8; Daniel 7:14).
Pero ¿no dijo Jesús: “El reino de Dios está dentro de ustedes”? (Cursivas nuestras; Lucas 17:21, Biblia Americana San Jerónimo.) Así es como traducen sus palabras algunas versiones de la Biblia. Sin embargo, si examinamos el contexto, notaremos que Jesús no quiso decir que el Reino de Dios estaba en el corazón de quienes lo escuchaban, pues en aquella ocasión les estaba hablando a los fariseos. Él les había dicho que no serían parte del Reino porque eran hipócritas y Dios no aceptaba su manera de adorarlo (Mateo 23:13). El comentario de Jesús, traducido “en medio de ustedes” en algunas versiones —como la Traducción del Nuevo Mundo— se refería a que él, quien sería rey de ese Reino, estaba literalmente entre ellos (Lucas 17:21).

¿Qué es el Reino de Dios?

“Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mateo 6:10)

LO QUE DICE LA BIBLIA

El Reino de Dios es un gobierno dirigido por Jesucristo (Mateo 28:18; 1 Timoteo 6:14, 15). Su propósito es llevar a cabo la voluntad de Dios para el cielo y la Tierra (Mateo 6:10). Es el medio por el cual Dios solucionará todos los problemas de la humanidad y logrará lo que ninguna organización humana es capaz de lograr.
Bajo el Reino de Dios, los seres humanos vivirán en un paraíso y tendrán paz, seguridad y prosperidad (Salmo 46:9; Isaías 35:1; Miqueas 4:4). Las enfermedades y la muerte desaparecerán (Isaías 33:24; Revelación [Apocalipsis] 21:4). Incluso se revertirá el proceso de envejecimiento. La propia Biblia predice: “Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil” (Job 33:25).

LO QUE USTED PUEDE HACER

Sin importar su origen o su raza, usted puede ser súbdito del Reino de Dios. La clave está en hacer lo que Dios pide. La Biblia dice que él “no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto” (Hechos 10:34, 35).

¿Establecerá el hombre el Reino de Dios en la Tierra?

“El Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas.” (Daniel 2:44)

LO QUE DICE LA GENTE

Algunos creen que los hombres establecerán el Reino de Dios en la Tierra, ya sea convirtiendo a otros a su religión o buscando juntos la paz y la hermandad mundial.

LO QUE DICE LA BIBLIA

Dios es quien establece el Reino, no el hombre (Daniel 2:44). Él mismo declara: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey” (Salmo 2:6). Los seres humanos no pueden ni traer el Reino de Dios ni entorpecer su funcionamiento, pues este gobernará la Tierra desde el cielo (Mateo 4:17).

¿POR QUÉ DEBERÍA INTERESARLE ESTE ASUNTO?

Es natural que deseemos ver un mundo unido y en paz. Quizás usted mismo haya luchado por ver cumplido ese sueño, pero se haya desilusionado al ver lo difícil que es alcanzarlo. Sus esfuerzos serán más productivos si se convierte en súbdito del único gobierno que cuenta con el respaldo del Todopoderoso: el Reino de Dios.

Injusticias por todas partes:

¡DESPERTAD! JULIO DE 2013

PUBLICADO EN

Veía injusticias por todas partes

NACÍ en 1965 en el seno de una familia pobre de Irlanda del Norte. Crecí en el condado de Derry durante el violento conflicto entre católicos y protestantes, que duró más de treinta años. La minoría católica se sentía discriminada por el gobierno de mayoría protestante y lo acusaba de favoritismo al conceder empleo y vivienda, manipular las elecciones y tolerar la brutalidad de la policía.
Veía injusticias y desigualdad por todas partes. Ya no recuerdo cuántas veces me interrogó y me registró la policía o el ejército ni cuántas me sacaron del auto a punta de pistola y me golpearon. Me sentía perseguido y pensaba: “Una de dos, o me resigno o lucho contra la situación”.
Participé en las marchas del Domingo Sangriento en honor de las 14 personas masacradas por soldados británicos en 1972, y en las marchas en honor a los prisioneros republicanos que se pusieron en huelga de hambre y murieron en 1981. Colocaba banderas prohibidas y pintaba grafitis antibritánicos dondequiera que podía. Parecía que siempre había algo por lo cual protestar: el asesinato de un católico o cualquier otra atrocidad. A menudo, lo que comenzaba como una marcha terminaba en toda una revuelta.
En la universidad me uní a las protestas estudiantiles en defensa del medio ambiente. Luego me mudé a Londres y participé en marchas socialistas de condena por las políticas del gobierno, que favorecían a la clase alta a expensas de los pobres. Además participé en las huelgas sindicales provocadas por los recortes salariales y en la marcha de protesta de 1990 contra el sistema de impuestos, la cual causó graves daños en la plaza de Trafalgar.
Sin embargo, con el paso del tiempo me decepcioné, pues lejos de lograr algo, nuestras protestas alimentaban las brasas del odio.
A pesar de sus buenas intenciones, el ser humano es incapaz de erradicar las injusticias y la desigualdad
Más o menos en esa época, un amigo me habló de los testigos de Jehová. Ellos me enseñaron con la Biblia que a Dios le duele vernos sufrir y que reparará todo el daño causado por el hombre (Isaías 65:17; Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4). A pesar de sus buenas intenciones, el ser humano es incapaz de erradicar las injusticias y la desigualdad. No solo necesitamos la guía de Dios, sino también su poder para vencer a las fuerzas del mal que están arruinando el planeta (Jeremías 10:23; Efesios 6:12).
Ahora entiendo que mis protestas contra la injusticia eran como tratar de limpiar la cubierta de un barco que se está hundiendo. Fue un gran alivio aprender que llegará el día en que desaparecerán las injusticias y todos los hombres serán iguales.
La Biblia enseña que Jehová ama la justicia (Salmo 37:28). Por eso podemos estar seguros de que él se encargará de traer justicia al mundo, algo que los gobiernos humanos no pueden lograr (Daniel 2:44). Si desea saber más, busque a los testigos de Jehová de su zona o visite nuestro sitio de Internet: www.jw.org/es.
 

Observando el mundo:


OBSERVANDO EL MUNDO

Suiza

Según un estudio, la probabilidad de que una persona de más de 60 años muera el día de su cumpleaños es un 14% mayor que en otras fechas. Ese día, los infartos aumentan un 18%; los derrames cerebrales en mujeres, un 21%, y los suicidios en hombres, un 35%. Algunos científicos creen que el estrés y el alcohol contribuyen al aumento de los suicidios y accidentes. Sin embargo, algunos expertos se niegan a aceptar los resultados del estudio argumentando que podría ser que el día de nacimiento y el de muerte coincidieran por un error de registro.

Israel

Los hombres atractivos tienen más posibilidades de conseguir una entrevista de empleo cuando incluyen una foto en su currículum; en el caso de las mujeres atractivas sucede todo lo contrario. ¿Por qué? Según unos investigadores israelíes, esto podría deberse a que los departamentos de recursos humanos —que deciden a quién entrevistar— suelen estar a cargo de mujeres. La revista The Economist señala que la “desagradable” conclusión es “simple y llanamente que los celos llevan a las mujeres a discriminar a las candidatas bonitas”.

Estados Unidos

En Oak Ridge (Tennessee) tres pacifistas —una monja de 82 años y dos hombres de 63 y 57 años— burlaron hace poco los sistemas de seguridad de un complejo donde se almacenan 100 toneladas de material nuclear y pintaron consignas antibélicas en uno de los edificios. Steven Chu, secretario de Energía, dijo que el fallo de seguridad en “un sitio que debería estar entre los más seguros del mundo” es “muy preocupante”.

Australia

El Tribunal Supremo ha ordenado a las tabacaleras que eliminen los colores llamativos y los logotipos de los empaques de cigarrillos. Ahora los empaques serán color marrón oscuro y tendrán imágenes explícitas de los riesgos de fumar.

Cómo manejar las rabietas?

DESPERTAD! JULIO DE 2013
PUBLICADO EN
AYUDA PARA LAS FAMILIAS | LA CRIANZA DE LOS HIJOS

Cómo manejar las rabietas

EL PROBLEMA

Cuando se enoja, su hijo de dos años se tira al suelo y empieza a gritar y a patalear, mientras ustedes se preguntan: “¿Es normal lo que está haciendo nuestro hijo? ¿Estamos haciendo algo mal nosotros? ¿Acabará esto algún día?”.
Ustedes pueden ayudar a su nene a modificar su conducta; pero primero tienen que averiguar por qué actúa así. *

LAS CAUSAS

Los niños pequeños tienen muy poca experiencia en el manejo de las emociones. Esa inexperiencia puede resultar en una que otra rabieta. Pero hay otros factores que las provocan.
Piensen en el cambio que experimenta un niño a los dos años. Desde el día en que nació, los padres han atendido todas y cada una de sus necesidades. Si lloraba, corrían a ver qué le pasaba: “¿Está enfermo el bebé? ¿Tiene hambre? ¿Hay que cargarlo? ¿Hay que cambiarlo?”. Hacían lo que fuera necesario con tal de remediar la situación, lo cual es bueno, pues los bebés están completamente indefensos.
Pero ahora, el niño empieza a darse cuenta de que las cosas están cambiando. En vez de que sus padres hagan lo que él quiere, él tiene que hacer lo que ellos dicen. Los papeles se están invirtiendo, y no está dispuesto a rendirse sin luchar, por lo cual recurre a las rabietas.
Con el tiempo, el niño termina aceptando el hecho de que sus padres son sus maestros, no solo sus cuidadores. También reconoce su verdadero papel: obedecerlos (Colosenses 3:20). Pero en el proceso es muy probable que les exprima hasta la última gota de paciencia a fuerza de berrinches.

LO QUE PUEDEN HACER

Sean comprensivos. Su hijo no es un adulto en miniatura. Él no sabe controlar sus emociones, de modo que tiende a reaccionar de forma exagerada. Traten de ponerse en su lugar. (Principio bíblico: 1 Corintios 13:11.)
No pierdan la calma. Si su hijo está en pleno berrinche, enojarse no arreglará las cosas. En la medida de lo posible, ignoren la escena y actúen con naturalidad. Recuerden por qué ocurren los berrinches; eso les ayudará. (Principio bíblico: Proverbios 19:11.)
No cedan terreno. Si acceden a las demandas de su hijo, sean cuales sean, seguramente él repetirá la rabieta la próxima vez que quiera algo. Demuéstrenle con calma que están hablando en serio. (Principio bíblico: Mateo 5:37.)
Recuerden por qué ocurren los berrinches; eso les ayudará
Sean pacientes. No esperen que las rabietas desaparezcan de la noche a la mañana, sobre todo si ya le han dado al nene razones para creer que los puede hacer cambiar de opinión. Pero si actúan con firmeza vez tras vez, las rabietas irán espaciándose cada vez más hasta desaparecer. La Biblia dice: “El amor es sufrido” (1 Corintios 13:4).
También intenten lo siguiente:
  • Cuando el niño comience su berrinche, tómenlo entre sus brazos —si es posible— e impídanle sin lastimarlo que patalee. No le griten; solo esperen a que pase la tormenta. Con el tiempo, se dará cuenta de que las rabietas no sirven de nada.
  • Establezcan una zona en la que puedan ponerlo cuando tenga una rabieta, díganle que solo podrá salir cuando se calme y déjenlo allí.
  • Si el berrinche es en público, llévenlo a un lugar más privado. No cedan tan solo porque está armando un escándalo; si lo hacen, le darán a entender que puede conseguir lo que quiera con una pataleta.

Footnotes

^ párr. 5 Aunque este artículo utiliza el género masculino, los principios aquí analizados también son útiles para las niñas.
 

Solucionan algo las protestas?

¡DESPERTAD! JULIO DE 2013

PUBLICADO EN
TEMA DE PORTADA

¿Solucionan algo las protestas?

Los testigos de Jehová, editores de esta revista, son neutrales en cuestiones de política (Juan 17:16; 18:36). Aunque los siguientes artículos hablan de casos específicos de revueltas sociales, no favorece ninguna nación ni causa política.
EL 17 de diciembre de 2010, Mohamed Bouazizi llegó al límite. Mohamed, vendedor de fruta tunecino de 26 años, estaba frustrado por no poder conseguir un mejor empleo. Además estaba harto de que los policías corruptos le exigieran dinero. Esa mañana, unos inspectores le confiscaron unas cajas de peras, plátanos y manzanas. Cuando intentaron quitarle la báscula, se resistió, y una policía le dio una bofetada.
Humillado y furioso, Mohamed fue a quejarse a una oficina de gobierno cercana, pero nadie lo escuchó. Justo afuera del edificio gritó: “¿Cómo esperan que me gane la vida?”. Se roció líquido inflamable y se prendió fuego. Murió casi tres semanas después.
El acto desesperado de Mohamed Bouazizi causó un profundo impacto dentro y fuera de su país. Muchos ven su muerte como el detonante de la revolución que derribó al régimen de Túnez y los levantamientos que surgieron en otros países árabes. El Parlamento Europeo les otorgó a Bouazizi y otras cuatro personas el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, y el diario The Times de Londres lo nombró la persona del año en 2011.
Como se ve en este caso, las protestas pueden tener mucha fuerza. Pero ¿qué hay detrás de la reciente ola de protestas que ha barrido el mundo? ¿Existe alguna alternativa?

¿Por qué han aumentado las protestas?

Estos son algunos detonantes de las protestas:
  • Insatisfacción con el sistema. Cuando las personas sienten que el gobierno y la economía están a su favor, tienen pocas razones para protestar; si hay problemas, tratan de resolverlos dentro del marco legal. En cambio, cuando sienten que el sistema es corrupto y favorece a unos cuantos, es más fácil que piensen en rebelarse.
  • Un suceso crítico. A veces, un suceso particular hace que la gente pase de la resignación a la acción. Por ejemplo, la muerte de Mohamed Bouazizi desató protestas masivas en Túnez. Y en la India, la huelga de hambre del activista Anna Hazare en protesta por la corrupción resultó en manifestaciones de apoyo en 450 ciudades y pueblos.
  • Tal como señaló la Biblia en la antigüedad, vivimos en un mundo en el que “un hombre domina a otro [...] para hacerle daño” (Eclesiastés 8:9, Biblia de Jerusalén, 1998). La corrupción y las injusticias están a la orden del día, y las personas están más conscientes que nunca del fracaso del sistema económico y político. Gracias a los teléfonos inteligentes, los canales de noticias e Internet, los sucesos que ocurren en los lugares más aislados generan reacciones internacionales.

¿Qué han conseguido las protestas?

Los defensores de los disturbios sociales afirman que las protestas han logrado lo siguiente:
  • Traer alivio a los pobres. En respuesta a las revueltas de inquilinos que tuvieron lugar durante la Gran Depresión en Chicago (Illinois, Estados Unidos), los funcionarios de la ciudad suspendieron los desalojos y les consiguieron empleo a algunos de los manifestantes. Otras protestas en la ciudad de Nueva York lograron que 77.000 familias desalojadas regresaran a sus hogares.
  • Remediar las injusticias. El boicot de autobuses que ocurrió entre 1955 y 1956 en Montgomery (Alabama, Estados Unidos) resultó con el tiempo en que se aboliera la ley de segregación en el transporte público.
  • Detener obras de construcción. En diciembre de 2011, decenas de miles de personas protestaron contra la construcción de una central eléctrica de carbón cerca de Hong Kong debido a los riesgos de contaminación; el proyecto fue cancelado.
Aunque algunos manifestantes consiguen sus objetivos, el Reino de Dios ofrece una solución mejor
Claro, quienes protestan no siempre obtienen lo que quieren. Por ejemplo, algunos gobiernos deciden reprimirlos en vez de ceder a sus demandas. Hace poco, el presidente de una nación de Oriente Medio prometió golpear “con mano de hierro” al movimiento de protesta de su país. Miles han muerto en el levantamiento.
Incluso cuando los manifestantes consiguen su objetivo, suelen surgir nuevos problemas. Un hombre que colaboró en el derrocamiento de un gobierno en África comentó lo siguiente a la revista Time sobre el nuevo régimen: “El sueño se convirtió de inmediato en pesadilla”.

¿Hay alguna alternativa mejor?

Muchas personas famosas opinan que es una obligación moral protestar contra los sistemas opresivos. Por ejemplo, el difunto expresidente checo Václav Havel, que pasó años en prisión por luchar en pro de los derechos humanos, escribió en 1985: “Si hay algo que [el disidente] puede ofrecer, es su vida, y la ofrece tan solo porque no tiene otra forma de declarar públicamente la verdad que defiende”.
Las palabras de Havel prefiguraron los actos desesperados de Mohamed Bouazizi y otros mártires. Recientemente, en un país asiático, decenas de personas se prendieron fuego para protestar contra la represión religiosa y política. Hablando de los sentimientos que alimentan tales actos extremos, un hombre declaró a la revista Newsweek: “No tenemos armas; no queremos lastimar a otras personas. ¿Qué más nos queda?”.
La Biblia ofrece una solución para las injusticias, la corrupción y la opresión. Habla de un gobierno que Dios ha formado en el cielo y que sustituirá a los fracasados sistemas políticos y económicos que provocan las protestas. Una profecía sobre el Dirigente de este gobierno asegura: “Él librará al pobre que clama por ayuda, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. De la opresión y de la violencia les redimirá el alma” (Salmo 72:12, 14).
Los testigos de Jehová creen que el Reino de Dios es la única esperanza que la humanidad tiene de alcanzar la paz (Mateo 6:9, 10). Por eso no participan en protestas. ¿Le parece poco realista pensar que Dios eliminará las causas de las protestas mediante su gobierno? Podría parecerlo, pero muchas personas han llegado a confiar en que lo hará. ¿Por qué no lo investiga usted mismo?