Diario de Cubanet. Martes, 28 de noviembre de 2012
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ARTÍCULOS
Musculosos y frágiles
Juan Antonio Madrazo
Las bibliotecas públicas, otra cara de la crisis
Aleaga Pesant
Con Navidad, pero sin cena
Martha Beatriz Roque
Robo en la Plaza de la Revolución
Alberto Méndez Castelló
Los precios, el robo y el abuso
Roberto Quiñones
NOTICIAS
El "paciente" Chávez vuelve a Cuba
Entregan premio Tolerancia Plus 2011 al padre José Conrado
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ARTÍCULOS
Musculosos y frágiles
Juan Antonio Madrazo
LA
HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -Por estos días de temporada
alta turística, muchos visitantes foráneos ven a La Habana como la
ciudad poblada por machos amables, en la cual se dan el gusto de darle
vacaciones a la conciencia y satisfacer deseos reprimidos. Una ciudad
donde se pueden negociar, a precios módicos, las mejores fantasías.
La
prostitución masculina es desde hace años una cruda e incómoda realidad
que el narcisista machismo revolucionario trata de ocultar. El
simulacro, la ilusión y el maquillaje son parte de la oferta de la
industria habanera del placer rentado. Aunque mucho se habla del
“jineterismo” y las “jineteras”, la prostitución masculina -el
“pinguerismo”- también florece en el circuito turístico y es para muchos
jóvenes cubanos “un deporte extremo de alto rendimiento”.
A través
de esta peligrosa actividad, varones jóvenes, de entre 15 y 20 años en
muchos casos, acceden al glamour y a “una vida major”, negociando sus
cuerpos. Entre la fauna de esta ciudad los visitantes pueden encontrar
de todo, desde muchachos que se resisten a vestirse de novias, vaqueros
de la noche, machos “sin plumas”, seductores de billeteras que intentan
salvar a su familia del precipicio, hasta otros que negocian su
sexualidad utilizando las ventajas del color de su piel. Pues en esta
economía de placeres y estereotipos, el sujeto negro y mestizo es objeto
de alta oferta y demanda. La raza es un capital simbólico para negociar
dentro de este tipo de intercambio.
Muchos de ellos vienen de
provincias del interior del país, donde se sienten asfixiados.
Particularmente proceden de las zonas más deprimidas económicamente como
Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma, pero también de zonas menos en
las márgenes, como Cienfuegos y Ciego de Ávila. Son seres nómadas, sin
territorio fijo, y a muchos no parece incomodarles el modo en que se
ganan la vida, pues han escapado de zonas de alto riesgo.
Para
Tristán, un joven de 22 años, graduado en Informática y natural de la
provincia de Camagüey: “Mucho de los hombres con que voy tienen hijos y
una familia “adorable”. Me es difícil acostarme con ancianos que huelen
mal. Para nada es fácil seducir a un extraño, pero la necesidad me
obliga. Para mí, los europeos son mejores clientes que los latinos,
respetan a los hombres y no se ponen con eso de querer besarlo a uno y
cogerle la mano en public; hacen lo suyo y ya”.
Añade Tristán que:
“Nadie imagina las bajezas que los clientes pueden pedir, pero al menos
esto me permite pagar deudas, y darme gustos que van desde enviarle
dinero a mi madre, enferma de leucemia en Nuevitas, hasta comprarme un
perfume, o invitar a una chica a comer o a bailar en una discoteca. Esto
es muy duro para la autoestima, pero hay que vencer las dificultades
que son muchas, hasta que pueda salir de esta asfixiante isla”.
La
prostitución masculina, al igual que la femenina, alimenta una larga
cadena de corrupción, que va desde el proxeneta hasta el policía.
Según
Pablo, un investigador social: “El pinguerismo genera una cadena en la
que todos quieren aprovecharse del pinguero. Es un circuito en el que
nadie te respeta, desde el policía que quiere chantajearte, humillarte,
quitarte el dinero y tomar ventajas que van desde sexo gratis hasta
pagarle algún capricho. La necesidad de algunos cubanos los obliga a
prostituirse. La prostitución masculina es más rentable y barata, pues
entre hombres el sexo lo mismo se puede hacer en una escalera, que en
una azotea, un parqueo o un baño, hasta en un cementerio.
Según
Hanny, un travesti rubio, de 18 años, la prostitución es una forma de
vida: “En este oficio me he acostado con gente de todos los colores y de
casi todos los rincones del planeta. Podemos llegar hasta donde la
imaginación nos lleve, de su parte y la mía. Mis clientes son de todas
las edades, desde 20 hasta 75 años. No discrimino, pero los cuerpos
oscuros me subyugan. Tengo un amigo de Bahamas que dice ser mi novio, y
eso, como fantasía, me encanta. Me encanta prostituirme, pues el trabajo
sexual es una manera creativa y divertida de ganarme la vida, la manera
sobre la cual tengo más control. Es un oficio tan honorable y
respetable como otro. Me gusta compartir soledades, la del cliente y la
mía, lo veo como una relación humana”.
Beyonce, un travesti habanero
de piel negra, del barrio de Pogolotti, en Marianao, sostiene: “Me gusta
invitarlos a mis gestos reposados. Mis clientes preferidos son los
italianos, son muy amables conmigo y esa ecuación de macho-hembra los
vuelve loco. Con esta nueva reforma migratoria pienso pasarme unos meses
en Milán, el próximo año, pues Giovanni, el más fiel de mis amantes,
quiere un compromiso más serio. No queda más remedio que dedicarme a
esto, pues aquí no hay esperanzas, ni sueños. También tengo que sacar a
mi familia de la pobreza, somos 17 en una cuartería”.
Muchos de estos
chicos viven en barrios marginales de La Habana, que el turista que los
contrata no ve, y para ellos la exagerada masculinidad es a la vez
camisa de fuerza y coraza que les permite sobrevivir en ese medio.
Muchachos viriles, musculosos, pero muy frágiles simultáneamente.
madrazoluna@gmail.comLas bibliotecas públicas, otra cara de la crisis
Aleaga Pesant
LA
HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -En mal estado constructivo,
la Biblioteca Municipal Antonio Maceo, de la ciudad de Manzanillo, es
uno de los pocos centros culturales de la localidad. Con salones mal
alumbrados y los muebles deteriorados, no se puede considerar un lugar
atractivo para leer.
No es lo peor. En su “laboratorio
informático”, a pesar del rimbombante nombre, no hay acceso a internet,
solo uno limitado al intranet del Ministerio de Cultura. Quien pretenda
una búsqueda más o menos profunda de información sobre cualquier tema,
pondrá en aprietos a la especialista principal de la institución, que
deberá pedir esa información a la Biblioteca Provincial de Granma,
ubicada en la ciudad de Bayamo. Si desde allá lo autorizan, entonces
tendrá acceso a la información requerida.
La problemática del
sistema de bibliotecas públicas en la Isla fue destapada en parte por un
reciente artículo de Amaury Del Valle, del diario Juventud Rebelde, en
la sección Informática y nuevas tecnologías, publicado el jueves 22 de
noviembre, con el título “¿La sabiduría del mouse?”
El texto, que
critica el “corte y pega” en el proceso educativo, incorpora al tema el
mal estado de las bibliotecas públicas cubanas y la ausencia de fondos
de consulta que permitan la reflexión y el razonamiento en el proceso
educativo y de gestión del conocimiento.
Del Valle afirma que junto
al insuficiente uso de las bibliotecas, muchas de las cuales poseen una
bibliografía poco actualizada, o presentan difíciles condiciones
materiales, hay quienes creen que los tiempos de los libros prestados,
las horas de lectura en las bibliotecas y los trabajos de clase
realizados tras horas de indagación y reflexión, quedaron atrás. A lo
anterior, suma las insuficientes condiciones para la consulta, pues, a
la falta de materiales actualizados, se agrega que los disponibles en
formato digital no siempre lo están para su impresión.
La Directora
de la biblioteca de Manzanillo, ubicada en la calle Merchán esquina a
Calixto García, es la Licenciada María Rosa Dávila Roig. Consultada, vía
telefónica, sobre el artículo de Juventud Rebelde, argumentó que aún no
habían recibido el periódico, por lo cual no conocía el artículo.
Comentó que la Antonio Maceo tienen un fondo bibliográfico de 30 380
ejemplares, un laboratorio de informática con unas seis PC, tiene
visitas de hasta 5 000 usuarios mensuales y realiza unas 50 actividades
mensuales para personas de todas las edades.
Sobre el tema de las
bibliografías de consulta, refirió que la principal fuente de compra de
libros es la Feria del Libro, que se celebra todos los años en el mes de
marzo, ausente en esa ciudad de más de 100 mil habitantes. La
Licenciada Dávila Roig fue crítica con el cumplimiento del compromiso
entre el Ministerio de Educación y el de Cultura, para le entrega de
libros de referencia. También criticó los rigurosos controles impuestos
desde la biblioteca provincial, que no le permiten desarrollar proyectos
específicos para la comunidad.
Un caso diferente puede ser el de la
antigua biblioteca pública del Municipio Plaza, en la capital, ubicada
en la Casa de Cultura, en Calzada y 8, en el Vedado, ahora convertida en
Sala Infantil y Juvenil Eliseo Diego, de la Biblioteca Nacional. Según
la Directora, la Licenciada Giselle Barban Labrada, consultada por
teléfono, su centro acumula unos 9 472 volúmenes de temática infantil.
Cuestionada sobre el destino de una biblioteca para adultos, en el
municipio, se limitó a decir, desapareció, no existe.
Aunque
periférico y generalizador en su visión sobre los problemas de las
bibliotecas públicas en la isla, el texto de Amaury De Valle da la voz
de alarma sobre el tema.
aleagapesant@yahoo.es Con Navidad, pero sin cena
Martha Beatriz Roque
LA
HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -En Cuba, hay varios tipos de
comidas tradicionales, consideradas criollas, pero la más popular
consiste en frijoles negros, arroz blanco, carne de cerdo, yuca y
ensalada. Esto ha sido una referencia dominante para los cocineros
domésticos a lo largo del país. Y es sin dudas un hecho histórico
culinario, que la tradición ha preservado durante varias generaciones de
cubanos.
En particular, los frijoles negros se cocinan de diversas
formas. Hay a quienes les gustan “dormidos”, o sea, bien cuajados.
También varían ligeramente las recetas en lo que respecta a los
ingredientes. Algunas llevan vinagre, vino seco, ajo, ají, cebolla,
azúcar, laurel, comino y orégano, lo que encarece la elaboración de los
frijoles.
Es posible comprar estos productos en los mercados
“privados”, en variantes manufacturadas artesanalmente en casas; como el
vinagre, el vino seco y los condimentos, que el pueblo ha bautizado
como “peleones”. El precio es de 10 pesos la botella, para los líquidos,
y de un peso por un pequeño paquete para los aliños. Los frijoles
negros, por su parte, se han encarecido y en estos momentos una libra
cuesta 15 pesos. No obstante, es el más barato de todos los granos, pues
los colorados cuestan 18, los blancos 20, los garbanzos –de mala
calidad y que no se ablandan- 21, y los conocidos como caritas, 22.
Pero
si se le suma a los frijoles el precio del ají pimiento, entre 3 y 4
pesos la unidad; la cebolla, un pequeño macito cuesta entre 12 y 15
pesos; y el ajo, entre 3 y 5 pesos la cabeza, se llega a la conclusion
de que se necesitan más de 50 pesos para hacer un potaje.
Cabría
señalar que en algunos lugares del este del país, donde las dificultades
para conseguir alimentos son aun mayores, incluyendo la mayor pobreza,
ha surgido la costumbre de echarle a los frijoles negros fideos para que
“crezcan”, y los condimentan con yerbas como el cilantro, sembradas en
macetas en las casas.
La carne de cerdo, ya es un asunto mayor. Una
libra de bistec de cerdo, tiene un precio de 40 pesos. Como se acaba la
época del aguacate, los más baratos no bajan de 15 pesos, y al comenzar
la cosecha del tomate, la libra está entre los 8 y 10 pesos. De todo
ello, lo más asequible sería la yuca, a 3 pesos la libra.
Si esta
cena tan criolla, cotidiana en los hogares de los cubanos más pobres
hasta 1959, se prepara a inicios del mes, el cocinero podrá contar con
el arroz de la cuota, que venden más barato mediante la libreta de
racionamiento. Pero después del día 15, ya la mayoría de las familias
consumieron la cuota mensual, así que tendrían que comprar el arroz a 5
pesos la libra.
En fin, que para preparar una sola vez la más
corriente comida criolla para una familia, sin ningún tipo de
sofisticación, en estos momentos se necesitan más de 100 pesos, lo que
equivale a un tercio del salario mensual promedio de cualquier
trabajador en el país.
Se acerca la Natividad de Jesús, y el regimen,
después de muchos años de haber prohibido su celebración, ha declarado
nuevamente feriado el 25 de diciembre, aunque muchas personas, sobre
todo los jóvenes, ignoran el significado de este asueto. Una típica cena
criolla siempre fue indispensable para los cubanos, hasta los más
humildes, en la celebración de la víspera, conocida por todos como
Nochebuena.
Ahora que ya está llegando diciembre, y la “revolución”
nos ha dado permiso nuevamente para celebrar la Nochebuena, me pregunto:
¿Cómo hará la mayoría de los cubanos para poner en sus mesas la cena
tradicional este 24 de diciembre?
Robo en la Plaza de la Revolución
Alberto Méndez Castelló
PUERTO
PADRE, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -Un robo con violencia se
produjo en la Plaza de la Revolución de Puerto Padre este viernes 23, a
plena luz del día.
El atraco ocurrió cuando alrededor de la una de
la tarde, la señora Sonia Socarrás se disponía a entrar al Banco Popular
de Ahorro para pagar cuentas de equipos electrodomésticos adquiridos a
plazos, y fue agredida violentamente, y despojada de poco más de 400
pesos en moneda nacional (unos 15 dólares).
Según la señora Socarrás,
los ladrones son dos jóvenes afrocubanos que en el momento de cometer
el delito iban encapuchados. La víctima dijo que uno de ellos aguardaba
en una bicicleta, en la que huyeron luego que el otro asaltante la
despojó de su dinero.
La señora Socarrás debió ser atendida por un
ortopédico debido a las lesiones sufridas, las que, aunque no ponen en
peligro su vida, ni dejan secuelas físicas, requirieron tratamiento
médico para su curación.
Hasta el momento, ningún sospechoso ha sido
detenido. La víctima dijo a la policía que a pesar de que los ladrones
trataron de cubrirse el rostro, ella puede identificarlos porque los
observó perfectamente.
Una persona allegada a la víctima dijo a este
corresponsal que la señora Socarrás había dicho a la policía cuánto le
gustaría tener en su presencia a los ladrones “para morderles los ojos”.
Según
la fuente, los policías rieron con la expresión de la señora Socarrás.
Pero no es tan sencillo ni mueve a risas este asunto.
En el delito
de robo existe maldad demostrada por los ladrones y todavía más cuando
la fuerza o violencia ejercida no es contra una cerradura., sino contra
el ser humano mismo. Esto manifiesta la peligrosidad social del delito,
determinando una mayor alarma en la ciudadanía.
Temores acrecentados
cuando con total desfachatez, como si gozaran de impunidad garantizada,
los ladrones agreden a una persona para robarle en plena tarde en una
plaza pública rodeada de viviendas por los cuatro costados, y como si no
fuera suficiente, por un extremo junto a un banco con guardias armados y
por el otro a la vista de la oficina donde radican los inspectores
encargados de preservar la legalidad en este municipio.
Atendiendo a
los bienes robados, solo unos 400 pesos devaluados, el delito cometido
en esta ocasión es de escasa consecuencia, no así por su peligrosidad
social y los daños causados, física y emocionalmente a la víctima y a la
tranquilidad ciudadana.
Pero lo cierto es que en este municipio se
han producido y se están produciendo delitos de peligro concreto, que es
cuando se crea una situación de peligro aumentada en su dimensión,
técnicamente llamada “una situación de plus peligro”, creada por
circunstancias tanto objetivas como subjetivas.
Basta mencionar solo
dos ejemplos: A dos cuadras de donde la señora Socarrás fue asaltada,
vivía un joven que fue asesinado. Y a tres cuadras de la Plaza de la
Revolución, donde este viernes 23 se produjo el mencionado robo con
violencia, también el administrador de la sucursal de la Western Union
fue asaltado, mediante robo con violencia e intimidación. Todos esos
delitos permanecen impunes.
Si bien las causas de la criminalidad hay
que buscarlas más que en los individuos en las condiciones
socio-económicas en que viven éstos, es una práctica universalmente
aceptada por los criminalistas que, ante la imposibilidad inmediata de
corregir un entorno material y espiritualmente adverso para el ser
humano, solo el esclarecimiento de los delitos producidos puede, si no
eliminar, al menos frenar el crimen.
En lugar de dedicarse a
perseguir y encarcelar a los cubanos por sus opiniones políticas, las
autoridades deberían mostrar más energías para reprimir el verdadero
delito y también eliminar las causas que hacen a los cubanos delinquir.
Los precios, el robo y el abuso
Roberto Quiñones
GUANTÁNAMO,
Cuba, noviembre, www.cubanet.org -Si tomáramos como base para nuestro
análisis que el salario medio mensual en Cuba fuera de $500 pesos en
Moneda nacional -cifra muy por encima de la real-, una camisa de
mangas cortas, que hoy se comercializa en aproximadamente 11 CUC-moneda
con la que no se le paga a la inmensa mayoría del pueblo-, equivaldría
al 52.8% de ese salario; una bolsa de leche de $2.50 CUC al 12% y un
litro de aceite vegetal que cuesta aproximadamente $2.40 CUC al 11.50%.
Es importante aclarar, para el beneficio del lector que no vive en la
Isla, que el CUC es una moneda convertible creada por el gobierno para
su circulación dentro del país, que equivale a algo más que un dólar
norteamericano y a 25 pesos Moneda nacional. O lo que es igual, un
salario de 500 pesos mensuales equivale a unos 20 CUC.
Ni hablar del
porciento que representaría la compra de un televisor, un horno
microonda, un lector de DVD o un refrigerador, bienes que en Cuba se
venden a precios exorbitantes. Si un cubano decide hacer una fiesta,
siquiera íntima, porque se le casa un hijo o una hija cumple quince
años, una caja de 24 cervezas, de muy mala calidad, le costaría
$240.00, equivalentes al 48% del salario. Una cerveza Mayabe, de mejor
calidad, cuesta 18.00, así que una caja costaría $432.00, el 86.4% de
cualquier salario en Cuba; una caja de cerveza Cacique le costaría
$480.00, el 96% del salario y una de Cristal o Bucanero, que se venden
en divisas, equivaldría al 113% de ese salario.
Otros ejemplos de
precios abusivos son los del transporte público. Un pasaje por ómnibus
desde Guantánamo a La Habana cuesta $175.00, equivalente al 35% del
salario medio tomado como referente. En avión el pasaje cuesta $225.00 y
equivale al 45% del salario de referencia. Ni hablar de los precios que
imponen los particulares.
Lo anterior demuestra como las empresas
productoras de bienes o que ofertan servicios obtienen ganancias
exprimiendo al ciudadano y no sobre la base de mejorar su eficiencia.
Hasta hace poco un simple pañuelo costaba diez pesos, hoy cuesta once;
un Kg de filete de claria costaba 16 pesos, ahora cuesta 26. En ninguno
de estos casos se ha explicado al pueblo la causa del aumento de
precios, que no ha sido acompañado por un aumento correspondiente en los
salarios.
En los mercados agropecuarios también son elevados los
precios y el consumidor está tan desprotegido jurídicamente como en el
ámbito de las tiendas estatales. Existe una curiosa relación entre los
precios del mercado negro, los del privado y los de las tiendas
estatales. Cuando los dos primeros aumentan los últimos también. En la
década de los años noventa del pasado siglo las pizzerías estatales
vendían las pizzas y espaguetis a $1.20. En Guantánamo los particulares
comenzaron a vender a tres pesos las pizzas y los espaguetis con queso y
a cinco pesos las pizzas y los espaguetis con jamón. De inmediato las
pizzerías estatales hicieron lo mismo, es decir, aumentaron el precio de
sus productos un 416% sin justificación alguna, máxime cuando el precio
de los ingredientes que les suministra el gobierno se ha mantenido
estable y es muy inferior al que pagan los particulares para elaborar
esos mismos productos, en muchos casos de mejor calidad. Lo mismo
ocurrió con las bolsas
de leche en polvo pues a medida que el precio
de éstas iba subiendo en el mercado negro las tiendas que venden en
divisas también lo fueron aumentando. Téngase en cuenta que este
producto es de primera necesidad y que en Cuba sólo se les vende leche
fresca a los niños hasta los siete años de edad. Con el precio del
aceite ha ocurrido
igual.
Igualmente es apreciable como mejora
rápidamente el nivel de vida de quienes logran un puesto gerencial en
tiendas recaudadoras de divisas, hoteles, entidades vinculadas con el
turismo o empresas de importancia. A estas personas se les paga parte de
su salario en divisas, pero, definitivamente, lo que ganan legalmente
no basta para mantener el nivel de vida que mantienen, algo que está a
la vista de todos.
La corrupción es obvia y rampante. Por ejemplo,
en Guantánamo Ud. debe llevar siempre una jaba (bolsa) o un recipiente
para llevarse cualquier producto que vaya a comprar, pues en las
tiendas nunca tienen con qué envolvérselo. En muchas ocasiones las
tiendas recaudadoras de divisas carecen de las bolsas de nylon, que
hasta hace unos días costaban un peso. Ahora, no hay bolsas en las
tiendas, pero tanto en el mercado municipal como en el portal de la
pescadería situada en la calle Pedro A. Pérez y Bartolomé Masó son
fáciles de adquirir de vendedores particulares que las ofrecen a dos
pesos. Conste que se trata de las jabas que deberían estar a disposición
de los consumidores en las tiendas y que se venden en la calle,
abiertamente, a menos de quince metros de dos unidades del Ministerio
del Interior y a tres cuadras de una céntrica Estación de Policía. No
habría nada más fácil para la policía que averiguar el origen de esas
bolsas.
Muchos piensan que esta inacción de las autoridades se debe a
que es el propio gobierno quien propicia la venta informal de productos
y por eso no se investiga quien suministra las bolsas a estos
vendedores. El proveedor podría ser algún condecorado coronel retirado,
devenido próspero gerente de una tienda recaudadora de divisas.
NOTICIAS
Entregan premio Tolerancia Plus 2011 al padre José Conrado
LA
HABANA, Cuba, 27 de noviembre de 2012, www.cubanet.org.-Cerca de una
treintena de opositores se reunieron en la casa de Antonio Rodiles tras
su excarcelación, en la tarde-noche de este lunes 26 de noviembre,
después de 19 días de encierro, a causa de la oleada represiva del
pasado 7 de noviembre.
Junto al grupo de escritores, blogueros,
periodistas y opositores que hicieron acto de presencia en la casa de la
calle 1ª entre 46 y 60, en la barriada de Miramar, sede del proyecto
Estado de Sats, también estaban Ofelia Acevedo, viuda de Oswaldo Payá, y
el Padre José Conrado Alegre, párroco de Santiago de Cuba, quien
recientemente hiciera pública en este diario una carta a los exiliados.
En
una impasse del encuentro, Yoani Sánchez, maestra de ceremonias, le
concedió la palabra a Manuel Cuesta Morúa, quien informó a los presentes
que, aprovechando el momento de alegría por la liberación de Rodiles,
se le otorgaba al Padre José Conrado el Premio Tolerancia Plus 2011;
seguidamente, se dio lectura a la resolución de entrega del citado
galardón, auspiciado por el Comité Ciudadano por la Integración Racial
(CCIR), El proyecto Nuevo País y el Observatorio de Derechos Humanos.
El
Padre Conrado (como se le conoce habitualmente) alertó a los presentes a
“perdonar, pero a no olvidar, porque corremos el riesgo de cometer los
mimos errores”.