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Thursday, May 08, 2014

Cómo llegará el fin de este mundo?:

¿Cómo llegará el fin de este mundo?

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“Ustedes no están en oscuridad, para que aquel día los alcance como alcanzaría a ladrones.” (1 TES. 5:4)
1. ¿Qué nos ayudará a estar alerta y a afrontar las dificultades?
EL CUMPLIMIENTO de las profecías bíblicas confirma que pronto ocurrirán sucesos que estremecerán al mundo. ¿Qué nos ayudará a estar alerta? El apóstol Pablo nos exhortó a mantener “los ojos fijos, no en las cosas que se ven, sino en las que no se ven”. En efecto, necesitamos tener presente nuestra esperanza de vivir para siempre, sea en los cielos o en la Tierra. El contexto indica que Pablo escribió estas palabras para animar a los cristianos a pensar en la recompensa que les espera a los fieles. Si se concentraban en ella, podrían afrontar las dificultades y la persecución (2 Cor. 4:8, 9, 16-18; 5:7).
2. a) ¿Qué debemos hacer para que nuestra esperanza se mantenga firme? b) ¿Qué examinaremos en este artículo y en el siguiente?
2 El consejo de Pablo encierra un importante principio: para que nuestra esperanza se mantenga firme, debemos mirar más allá de lo que tenemos delante de los ojos y concentrarnos en lo que aún no vemos (Heb. 11:1; 12:1, 2). Por tanto, entre este artículo y el siguiente examinaremos diez acontecimientos futuros muy relacionados con la promesa de la vida eterna.

¿QUÉ OCURRIRÁ JUSTO ANTES DEL FIN?

Líderes anunciando paz ante multitudes
3. a) ¿Qué suceso todavía futuro se menciona en 1 Tesalonicenses 5:2, 3? b) ¿Qué papel desempeñarán los líderes políticos, y quiénes tal vez se les unan?
3 En una de sus cartas a los Tesalonicenses, Pablo mencionó el primero de estos sucesos (léase 1 Tesalonicenses 5:2, 3). El apóstol hace referencia al “día de Jehová”, que en este pasaje es el período que comenzará con la destrucción de la religión falsa y  culminará en la guerra de Armagedón. Justo antes de que ese “día de Jehová” comience, los líderes mundiales estarán exclamando: “¡Paz y seguridad!”, lo cual puede referirse a un único suceso o a una serie de ellos. Las naciones tal vez crean que están cerca de solucionar algunos de sus mayores problemas. ¿Y qué hay de los líderes religiosos? Como son parte del mundo, es posible que unan su voz a la de los políticos (Rev. 17:1, 2). En tal caso, estarán imitando a los profetas falsos de la antigua Judá, a quienes Jehová acusó de decir: “¡Hay paz! ¡Hay paz!”, cuando no había paz (Jer. 6:14; 23:16, 17).
4. A diferencia de la mayoría de la gente, ¿qué comprendemos?
4 Sin importar quiénes sean los que proclamen “¡Paz y seguridad!”, este acontecimiento indicará que el día de Jehová está a punto de empezar. Por eso Pablo afirmó: “Hermanos, ustedes no están en oscuridad, para que aquel día los alcance como alcanzaría a ladrones, porque todos ustedes son hijos de la luz” (1 Tes. 5:4, 5). A diferencia de la mayoría de la gente, nosotros sí comprendemos la importancia que tienen los sucesos actuales desde el punto de vista bíblico. Ahora bien, ¿cómo se cumplirá exactamente la profecía sobre la proclamación de “¡Paz y seguridad!”? Habrá que esperar para verlo. Así pues, “quedémonos despiertos y mantengamos nuestro juicio” (1 Tes. 5:6; Sof. 3:8).

UNA “REINA” DEMASIADO CONFIADA

Edificios religiosos sitiados por soldados
5. a) ¿Cómo comenzará la “gran tribulación”? b) ¿Qué “reina” calculará mal sus posibilidades de sobrevivir?
5 ¿Cuál será el siguiente suceso futuro? Pablo predijo: “Cuando los hombres estén diciendo: ‘¡Paz y seguridad!’, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente”. La primera fase de esta “destrucción repentina” es el ataque a “la ramera”, es decir, “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa (Rev. 17:5, 6, 15). Esta ofensiva contra todas las religiones falsas, incluidas las de la cristiandad, marcará el comienzo de la “gran tribulación” (Mat. 24:21; 2 Tes. 2:8). A muchos los tomará por sorpresa. ¿Por qué? Porque hasta ese momento, la ramera vivirá confiada, viéndose a sí misma como una “reina” y diciendo: “Nunca veré lamento”. Pero de repente descubrirá que había calculado mal sus posibilidades de sobrevivir. Caerá rápidamente, como “en un solo día” (Rev. 18:7, 8).
6. ¿Quién destruirá a la religión falsa?
 6 ¿Quién atacará a la ramera? La Palabra de Dios indica que será una “bestia salvaje” con “diez cuernos”. Un estudio del libro de Revelación muestra que dicha bestia es la ONU, mientras que los “diez cuernos” son todas las potencias políticas actuales que apoyan a la “bestia salvaje de color escarlata” (Rev. 17:3, 5, 11, 12). * Su ataque será devastador. Los países de la ONU saquearán a la ramera, expondrán su verdadera naturaleza, la devorarán y “la quemarán por completo”. Su destrucción será definitiva (léase Revelación 17:16).
7. ¿Cómo dará comienzo el ataque de la “bestia salvaje”?
7 Las profecías bíblicas también predicen cómo dará comienzo el ataque. De algún modo, Jehová pondrá en el corazón de los gobernantes el deseo de “llevar a cabo Su pensamiento” de aniquilar a la ramera (Rev. 17:17). Las religiones siguen siendo una fuente de conflictos bélicos en todo el mundo, de ahí que las naciones quizá piensen que les conviene acabar con ellas. De hecho, los líderes políticos creerán que están actuando por su propia iniciativa. Pero la realidad es que será Dios quien los esté usando para destruir a todas las religiones falsas. En un sorprendente giro de los acontecimientos, una parte del sistema de Satanás se volverá contra otra, y el Diablo no podrá hacer nada por impedirlo (Mat. 12:25, 26).

UN ATAQUE AL PUEBLO DE DIOS

Soldados armados y policía antidisturbios
8. ¿Qué ataque lanzará “Gog de la tierra de Magog”?
8 Una vez que la religión falsa haya desaparecido, se verá que los siervos de Dios aún “moran en seguridad” y “sin muro” (Ezeq. 38:11, 14). ¿Qué les ocurrirá a estas personas aparentemente indefensas que seguirán adorando a Jehová? Al parecer, “muchos pueblos” lanzarán contra este grupo un ataque masivo. La Palabra de Dios indica que su verdadero autor será “Gog de la tierra de Magog”, es decir, Satanás (léase Ezequiel 38:2, 15, 16). ¿Debería inquietarnos este ataque?
9. a) ¿Qué es lo que más nos preocupa a los cristianos? b) ¿Qué debemos hacer ahora para fortalecer nuestra fe?
9 Los siervos de Dios no vivimos aterrorizados por ese futuro ataque. Lo que más nos preocupa no es nuestra salvación, sino la santificación del nombre de Jehová  y la vindicación de su soberanía. Él mismo declaró en más de sesenta ocasiones: “Tendrán que saber que yo soy Jehová” (Ezeq. 6:7; nota). Por consiguiente, ansiamos que se cumpla este sobresaliente aspecto de las profecías de Ezequiel y, al mismo tiempo, confiamos en que “Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa” (2 Ped. 2:9). Mientras, es preciso que aprovechemos toda oportunidad de fortalecer nuestra fe para poder ser íntegros a Jehová venga lo que venga. Entonces, ¿qué debemos hacer? Orar, estudiar la Palabra de Dios, reflexionar en ella y difundir el mensaje del Reino. Así, nuestra esperanza de vida eterna se mantendrá firme como un ancla (Heb. 6:19; Sal. 25:21).

LAS NACIONES SABRÁN QUIÉN ES JEHOVÁ

Armagedón
10, 11. ¿Cómo estallará el Armagedón, y qué ocurrirá en esa guerra?
10 El ataque al pueblo de Dios será el detonante de otro suceso que estremecerá al mundo. Por medio de Jesús y los ejércitos celestiales, Jehová saldrá en defensa de su pueblo (Rev. 19:11-16). Así estallará “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”, también llamada Armagedón (Rev. 16:14, 16).
11 ¿Qué ocurrirá en esa guerra? A través de Ezequiel, Jehová revela: “Llamaré contra [Gog] por toda mi región montañosa una espada —es la expresión del Señor Soberano Jehová⁠—. Contra su propio hermano la espada de cada uno llegará a estar”. Presas del pánico, los combatientes del bando de Satanás se sumirán en el caos y volverán sus armas unos contra otros. Y el Diablo tampoco escapará, pues Jehová asegura: “Fuego y azufre haré llover sobre él y sobre sus partidas y sobre los muchos pueblos que estarán con él” (Ezeq. 38:21, 22). ¿Cuál será el desenlace de esta intervención divina?
12. ¿A qué se verán obligadas las naciones?
12 Las naciones se verán obligadas a reconocer que quien causa su aplastante derrota es Jehová mismo. Igual que los soldados egipcios que persiguieron a los israelitas en el mar Rojo, los ejércitos controlados por Satanás quizá exclamen desesperados: “Jehová ciertamente pelea por ellos” (Éx. 14:25). En efecto, las naciones sabrán quién es Jehová (léase Ezequiel 38:23). ¿Cuánto falta para que dé inicio esta cadena de acontecimientos?

NO FALTA POR APARECER NINGUNA POTENCIA MUNDIAL

13. ¿Qué sabemos sobre la quinta parte de la estatua que describe Daniel?
13 Una de las profecías que se hallan en el libro bíblico de Daniel nos permite determinar en qué punto de la historia estamos. En ella, el profeta describe una estatua con forma humana que está compuesta de distintos metales (Dan. 2:28, 31-33). Dicha imagen simboliza una sucesión de potencias mundiales que han tenido un impacto directo sobre el pueblo de Dios en el pasado —Babilonia, Medopersia, Grecia y Roma⁠— y una última en nuestros tiempos. La profecía indica que esta potencia está representada por los pies y los dedos de los pies de la estatua. Durante la primera guerra mundial, Gran Bretaña y Estados Unidos forjaron una alianza especial. Por tanto, la quinta parte de la imagen de Daniel es la potencia mundial angloamericana. ¿Qué indica el hecho de que los pies sean la última parte de la estatua? Que ya no falta por aparecer ninguna otra potencia mundial. Además, los pies y los dedos están hechos de hierro  y barro, lo cual es símbolo de la debilidad de la potencia mundial angloamericana.
14. Cuando empiece Armagedón, ¿cuál será la potencia mundial predominante?
14 En la misma profecía, una gran piedra es cortada de una montaña. La piedra representa el Reino de Dios, y la montaña, la soberanía de Jehová. Dicha piedra, que fue cortada en el año 1914, se dirige en estos momentos a toda velocidad hacia su objetivo: los pies de la estatua. En la batalla de Armagedón, los pies y el resto de la estatua quedarán totalmente pulverizados (léase Daniel 2:44, 45). Por consiguiente, cuando dé comienzo Armagedón, la potencia mundial predominante será la angloamericana. ¡Qué emocionante va a ser presenciar el cumplimiento final de esta profecía! * Ahora bien, ¿qué fin le tiene reservado Jehová a Satanás? Veámoslo.

CÓMO ACABARÁ JEHOVÁ CON SU PRINCIPAL ENEMIGO

Dragón arrojado a un abismo
15. ¿Qué les sucederá a Satanás y a los demonios después del Armagedón?
15 En primer lugar, Satanás tendrá que presenciar de principio a fin cómo desaparece toda su organización en la Tierra. Luego, él mismo recibirá su merecido. El apóstol Juan nos dice lo que ocurrirá (léase Revelación 20:1-3). Jesucristo —el ángel que tiene “la llave del abismo”⁠— prenderá a Satanás y sus demonios, los arrojará al abismo y los mantendrá allí por mil años (Luc. 8:30, 31; 1 Juan 3:8). Esta será la etapa inicial del aplastamiento de la cabeza de la serpiente (Gén. 3:15). *
16. ¿En qué estado se hallará Satanás en el “abismo”?
16 ¿Qué es el “abismo” al que se arrojará a Satanás y los demonios? La palabra griega que Juan usó en este pasaje —ábyssos⁠— significa “profundidad insondable” y también puede traducirse “el vacío infinito”. Por lo tanto, se trata de un lugar que está totalmente fuera del alcance de cualquiera que no sea Jehová o el ángel al que ha confiado “la llave del abismo”. Allí se mantendrá a Satanás en un estado de inactividad semejante a la muerte para que no siga descarriando a las naciones. ¡Al “león rugiente” le habrán cerrado la boca! (1 Ped. 5:8.)

SUCESOS QUE ABRIRÁN UN PERÍODO DE PAZ

17, 18. a) ¿Qué acontecimientos futuros hemos examinado? b) Después de esos sucesos, ¿qué nueva página se abrirá en la historia?
17 Están a punto de ocurrir acontecimientos trascendentales que estremecerán al mundo. Ansiamos ver cómo se producirá el anuncio de “¡Paz y seguridad!”. Luego presenciaremos la destrucción de Babilonia la Grande, el ataque de Gog de Magog y la guerra de Armagedón. Después, Satanás y los demonios serán confinados en el abismo. Cuando toda la maldad haya desaparecido, se abrirá una nueva página en la historia: el Reinado de Mil Años de Cristo, durante el cual disfrutaremos de “abundancia de paz” (Sal. 37:10, 11).
18 Ya hemos examinado cinco cosas “que no se ven” aún, pero en las que debemos mantener “los ojos fijos”. En el próximo artículo analizaremos otros cinco acontecimientos futuros.
analizaremos otros cinco acontecimientos futuros.

Notas

^ párr. 6 Véase el libro Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!, páginas 251 a 258.
^ párr. 14 En la frase “pondrá fin a todos estos reinos” de Daniel 2:44, los “reinos” son las potencias mundiales representadas por las distintas partes de la estatua. Sin embargo, una profecía bíblica paralela muestra que “los reyes de toda la tierra habitada” se enfrentarán a Jehová en el “gran día de Dios el Todopoderoso” (Rev. 16:14; 19:19-21). Así, en Armagedón serán destruidos todos los gobiernos del mundo, no solo los de la imagen de Daniel.
^ párr. 15 La etapa final del aplastamiento tendrá lugar después de los mil años, cuando se arroje a Satanás y a los demonios “al lago de fuego y azufre” (Rev. 20:7-10; Mat. 25:41).
 

Los astros , el futuro, la personalidad:


¡DESPERTAD! OCTUBRE DE 2012

Personas mirando las estrellas
PUBLICADO EN
 El punto de vista bíblico

¿Influyen los astros en su vida?

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¿Me amará?
¿Debería viajar hoy?
¿Me darán el empleo?
A FIN de responder este tipo de interrogantes, muchas personas recurren a la astrología. * Y usted, ¿qué opina? ¿Será cierto que las estrellas influyen en su vida? ¿Realmente podrán enseñarle algo sobre su futuro o sobre usted mismo? ¿Qué dice la Biblia al respecto?

¿Determinan los astros su futuro?

Hay quienes creen que nadie puede escapar al destino. Afirman que el porvenir ha sido escrito tiempo atrás y que las estrellas pueden revelárnoslo. Pero la Biblia no enseña eso; más bien muestra que el Creador les da a los seres humanos la oportunidad de elegir, lo cual implica que poseen cierto control sobre lo que les sucede en la vida. Por ejemplo, Dios les dijo a los israelitas: “He puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la invocación de mal; y tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo, tú y tu prole” (Deuteronomio 30:19).
Con esas palabras, Jehová Dios les hizo ver claramente a sus siervos que contaban con un  alto grado de libertad para forjar por sí mismos su futuro. Si obedecían los mandatos que les daba, recibirían muchas bendiciones, pero si no, se causarían gran sufrimiento.
Piense en lo siguiente: Si el destino de los israelitas hubiera estado escrito en las estrellas, ¿habría tenido sentido que Dios los animara a “escoger la vida”? ¿Habría sido siquiera justo que les pidiera cuentas por actos sobre los que no hubieran tenido ningún control?
La explicación de la Biblia es clara: el rumbo que toma nuestra vida depende de nuestras elecciones, no de las estrellas (Gálatas 6:7).

¿Inciden los astros en su personalidad?

La mayoría de los astrólogos rechaza el concepto de predestinación. Uno de ellos comenta: “Nosotros somos quienes determinamos nuestro destino”. Pero luego añade: “El momento en que nacemos influye en la estructura de nuestra personalidad”. Mucha gente piensa lo mismo. Cree que si las estrellas y los planetas ejercen un efecto físico en la Tierra, no hay razón por la que no puedan ejercer también un efecto metafísico, o inmaterial. ¿Qué enseña la Palabra de Dios sobre el tema?
La Biblia no es un tratado científico que contenga hasta el mínimo detalle sobre el cuerpo humano y el universo. No obstante, sí expone el propósito por el cual Jehová creó los cuerpos celestes. Génesis 1:14, 15 señala: “Y dijo Dios: ‘Que existan astros en el firmamento del cielo para separar el día de la noche, para señalar las fiestas, los días y los años; y sirvan como lámparas del cielo para alumbrar a la tierra’ ” (La Biblia de Nuestro Pueblo, 2006).
Piense en lo siguiente: Si Dios hubiera creado los astros con el poder de influir en nuestra personalidad, ¿no nos lo habría informado?
¿A qué conclusión llegamos? Que los astros forman parte de la creación, pero no inciden en nuestra personalidad.

Una mejor opción

Quienes desean investigar su futuro o conocerse a sí mismos son dignos de elogio. Sin embargo, hay una mejor manera de obtener esa información que consultando las estrellas.
Las Escrituras enseñan que Jehová es “Aquel que declara desde el principio el final” (Isaías 46:10). Él tiene un propósito declarado y lo cumplirá sin falta (Isaías 55:10, 11). Dicho propósito se puede descubrir leyendo la Biblia. Este antiguo texto sagrado explica, además, por qué hay tanto sufrimiento y qué hará Dios para poner fin a los problemas que plagan a la humanidad (2 Pedro 3:13; Revelación [Apocalipsis] 21:1-4). *
Si su deseo es conocerse mejor a sí mismo y pulir su personalidad, no hay mejor herramienta que la Palabra de Dios. ¿Por qué? Porque su lectura fomenta un autoanálisis franco. Por ejemplo, la Biblia dice que Jehová es “misericordioso” y “tardo para la cólera”, y que está “listo para perdonar” (Éxodo 34:6; Salmo 86:5). ¿Y nosotros? ¿Somos así? Como vemos, las Escrituras pueden sacar a la luz errores en nuestra forma de pensar y ayudarnos a descubrir aspectos de nuestra personalidad que requieren atención.
Así que no hay necesidad de consultar los astros para averiguar qué nos depara el mañana o conocernos a nosotros mismos. La Biblia es una mejor opción, pues es “inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, [y] para rectificar las cosas” (2 Timoteo 3:16, 17).

Notas

^ párr. 6 La astrología estudia la supuesta influencia que ejercen el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas en la vida y la personalidad de los seres humanos.
^ párr. 19 Para más información sobre el propósito de Dios, vea el capítulo 3 del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?, editado por los testigos de Jehová.

Diana y Luis Ruiz:


Exodo 23:1-3

23  ”No debes repetir un informe falso.+ No cooperes con el inicuo haciéndote testigo que trama violencia.+ 2  No debes seguir tras la muchedumbre* para fines malos;+ y no debes testificar en cuanto a una controversia para desviarte con la muchedumbre a fin de pervertir la justicia.*+ 3  En cuanto al de condición humilde, no debes mostrar preferencia en una controversia suya.+

Temas culturales en Baracutey Cubano:

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lunes, mayo 05, 2014


Pío E. Serrano: El poeta y escritor cubano Gastón Baquero cumple 100 años. Carta de Despedida de Gastón Baquero a sus lectores del Diario de La Marina.. Una carta de Gastón Baquero a Lydia Cabrera


Tomado de http://www.elnuevoherald.com/

Gastón Baquero cumple 100 años

Por Pío E. Serrano
Especial/el Nuevo Herald
05.03.14

A Gastón Baquero el jazz no lo atraía excesivamente. Sí sonreía cuando alguien le señalaba su parecido con Charlie Parker. Como “The Bird”, el poeta sabía convocar a las estrellas. No le gustaba, sin embargo, la poesía afrocubana de Guillén; como Langston Hughes, la consideraba excesiva y denigratoria. Sí disfrutaba de la poesía africana y a él le debemos espléndidas traducciones de Senghor y Gabriel Okara, entre otros, para “exaltar la belleza y la sensibilidad de una poesía que muestra a la perfección la conmovedora y magnífica espiritualidad del hombre negro”.

De sus preferencias musicales quedó en su casa de La Habana una magnífica discoteca clásica. En un rincón privilegiado, “el mozartino”, reposaban los álbumes con la obra integral del genio de Salzburgo. Pero Baquero (Banes, Cuba, 4 de mayo de 1914 - Madrid, 15 de mayo de 1997), siempre sorprendente, era también un apasionado de la comida cubana. “Vénganse a comer, don Pío y doña Aurora –decía Baquero con el hiperbólico tratamiento que solo la gracia criolla sabe administrar–, el arroz con quimbombó que he preparado”. Y reía, complacido, por haber dado en Madrid con el humilde vegetal meloso de la cocina cubana. Reía con la transparencia del niño. Reía con la sencillez de un inocente.

Y continuaba sonriendo –y sorprendiendo– al mostrar sus mágicas invenciones en las que ponía a bailar un improbable rigodón a Manolita Sáenz con Garibaldi o a Oscar Wilde dictándole a Toulouse-Lautrec una imposible receta de un coctel tomada de Sarah Bernard. En definitiva, repetía Baquero, tanto miente o es veraz el poeta notario, apegado a la realidad, como el poeta imaginativo y fabulador. Ambos responden a la necesidad de guerrear contra el caos de la existencia, a la voluntad de representación mediante la palabra.

Igualmente sorprendía Baquero al referirse a la llamada generación origenista. “En rigor, no hay tal generación de Orígenes”, repetía y señalaba, con razón, que no había nada más heterogéneo que el desfile de obras de cada uno de los presuntos miembros de la generación. El mismo, desde el reflexivo y versicular Palabras escritas en la arena por un inocente (1941) propone y comparte con el lector un hechizo, una revelación. Nada de las enigmáticas propuestas lezamianas ni de su barroquismo. Lo que no impedía en Baquero el profundo respeto que sentía por Lezama Lima: “a quien yo llamaba [1936], sin la menor ironía, Maestro, como lo sigo llamando 50 años después”.

Tampoco dejó de sorprendernos Baquero, cuando desde su temprano exilio –alejado de la soberbia ampulosidad y gravedad de sus primeros espléndidos poemas– instala en su escritura un encantado espejo que lo devuelve en una lúdica e inesperada lucidez expresiva, en la que la fantasía, el humor y el sueño se dan la mano de las alusiones culturales más atinadas, de la sutil ironía y de un leve escepticismo que se aúnan para recobrar con fruición una memoria reinvencionada. Bastaría releer: Marcel Proust pasea en barca por la bahía de Corinto o esa deliciosa humorada Charada para Lydia Cabrera. Poemas en los que Baquero se despoja de una severidad anterior para entregarse al gozo de la palabra que libremente fabula y viste la realidad de un nuevo esplendor. Al poeta boliviano Pedro Shimose le correspondió recoger por primera vez este asombroso cuerpo poético en Magias e invenciones (1984). Y hacia Baquero fluyó la admiración de las nuevas voces de la poesía española, desde Francisco Brines a Luis Antonio de Villena.

Lejos de cultivar el desencanto y el resentimiento, Baquero no dejó de fustigar al régimen totalitario impuesto en la isla, ni de repetir, con Milosz, “rechazo la doctrina que se adjudica el derecho a justificar los crímenes cometidos en su nombre”; mientras, sus poemas continuaban inscribiéndose en el encantamiento del lenguaje.

Por otra parte, el forzado transtierro no lo ocultó, el silencio hostil que borró su nombre hizo crecer un vacío que los jóvenes poetas de la isla quisieron llenar peregrinando a su casa madrileña para escuchar al innominado, para rescatar al secuestrado. Con todo, Gastón Baquero se ha convertido en el más influyente poeta de las nuevas generaciones cubanas.

En su centenario Baquero continúa sonriendo y sorprendiendo. Cada nueva lectura suya es un acto fundacional. Y aunque presumía, desde un profundo sentido del pudor, de su invisibilidad, lo cierto es que, Gastón Baquero ha entrado en el reino de la Historia
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Nota del Bloguista

Gastón Baquero tenía ¨en su contra¨ cuatro supuestos estigmas para la Cuba anterior a 1959: ser de raza negra, campesino (para la mayoría de los residentes de La Habana, y sobre todo para aquellos habaneros de primera generación, ser de Banes y de cualquier pueblito del interior de Cuba es ser campesino), pobre y homosexual. En lenguaje peyorativo de la época, Gastón Baquero se diría que era: ¨negro, guajiro, 'muerto de hambre' y maricón¨ , o sea, ¨la última carta de la baraja¨; sin embargo, Baquero llegó a ser Jefe de Redacción del Diario de La Marina, el más importante diario o periódico cubano de Cuba. El gran poeta y ensayista Gastón Baquero es un ejemplo de que con talento y perseverancia se salía adelante en aquella anterior República tan vilipendeada por los Castristas.

Por cierto:

¿ Cuántos Jefes de Redacción negros ha tenido: Granma, Juventud Rebelde, Trabajadores o cualquier diario de provincias después del triunfo revolucionario de 1959 ?. Yo no he conocido a ninguno...
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Texto de Gastón Baquero, Diario de la Marina, 19.4.1959



Al iniciar un viaje que por muchos motivos puede denominarse de vacaciones, consideramos obligado ofrecer a los lectores amigos los otros se lo explican todo a su manera algunas consideraciones sobre la actitud de este columnista antes y después del 1º de Enero.

Veníamos en silencio, sin escribir, desde la aparición de la censura. Meses y meses previos al desenlace de una etapa histórica, nos vieron callados, y posiblemente interpretados por algunos frívolos o por algunos ciegos apasionados como indiferentes a un dolor patrio o como partícipes de la mentalidad y ejecutoria que producía esos dolores. A cada cual su juicio, su interpretación, su creencia, que sólo puede modificarla el tiempo. Es inútil razonar contra los prejuicios.

Las personas de nuestra manera de pensar nos veíamos cada día más arrojadas a un callejón sin salida. Estábamos contra el crimen y la violencia, pero no podíamos irnos con la revolución. Comprendíamos que ya la tragedia cubana avanzaba con violencia arrasadora y que no tenía nada que hacer la voz del periodista, y menos si éste pertenecía a la ideología conservadora. Se habían gastado las palabras persuasivas, los llamamientos al cese de la lucha, las apelaciones a buscar una salida incruenta. La palabra pertenecía a las armas, que no se han hecho para propiciar el entendimiento. A quienes no podíamos ni aplaudir lo que ocurría, ni dar por bueno lo que venía, no nos quedaba otra postura que la del silencio. Y al silencio fuimos.

Los tiempos cubanos, como los de casi todos los países en esta hora del mundo, se inclinaban visiblemente hacia las soluciones extremas. Muchos creían que se gestaba simplemente la caída del gobierno con su reemplazo por otro mejor, pero adscrito en definitiva a una línea jurídica, económica, social, política, dentro de una tradición inaugurada en la Carta Magna de 1940. Quienes veíamos que la nueva generación iba mucho más allá, y propugnaba una revolución y no un simple cambio de gobernantes abogábamos, por no tener fe en las revoluciones, por salidas de otro tipo, que eliminaran el gobierno malo, pero que no abrieran la terrible incógnita de una revolución social siempre más radical y profunda de lo que ¨afortunada o desdichadamente¨ Cuba puede y debe intentar en esta hora.

¿Y por qué no tenemos fe en las revoluciones? No es porque ellas produzcan trastornos, lesionen intereses, vuelquen las costumbres. No tenemos fe en ellas porque siempre se fijan tareas que requerirían la asistencia de grandes genios, la milagrosa autoridad de ángeles y santos para cambiar de la noche a la mañana la naturaleza humana. Las revoluciones quieren hacer por decreto que en un instante se precipite el progreso, y nazca el hombre nuevo y surja por encanto la ciudad soñada. Su gran paradoja consiste en que no quiere dar al tiempo lo que es del tiempo, ni al hombre lo que es del hombre, sino que intenta saltar, a pies juntillas, por encima del tiempo y del hombre para llegar de una vez a la meta teóricamente fijada. Provocan sufrimientos y conmociones que alteran a fondo y por mucho tiempo el desarrollo normal y seguro, el avance lógico y humano hacia el mejoramiento constante de las formas de vida. Quiere la perfección de la noche a la mañana y es en definitiva una noble pero trágica terquedad ideológica, soberbia intelectual, que quiere desconocer la naturaleza humana y piensa que las grandes ideas, el afán por la justicia, la sed de verdad, no han aparecido en el mundo porque a éste le han faltado revolucionarios. La historia muestra que los revolucionarios han contribuido como nadie a la aparición de nuevas ideas, de mejoramiento y de justicia, pero que los revolucionarios, cuando triunfan, ya no saben sino saltar hacia el porvenir, de un golpe, ignorando la dura materia del tiempo y la fuerte resistencia del hombre. Mientras no llegan al poder son un bien, pues traen el fermento de la inquietud y el aguijón del progreso.

(Gastón Baquero en su Exilio en Madrid)

El progreso cubano culminó, como se sabe, en la fuga del dictador, en la impotencia de la junta militar, y en el ascenso al poder de la juventud partidaria de la revolución. Los caracteres ideológicos de ésta no fueron nunca disfrazados por sus dirigentes. En el manifiesto dado por el Dr. Fidel Castro en diciembre de 1957, al desembarcar en Cuba, están contenidas todas las ideas que hoy se van convirtiendo en leyes. (Nota de Mons. Carlos M. de Céspedes: el desembarco del Granma tuvo lugar el 2 de diciembre de 1956, no de 1957; a qué manifiesto se está refiriendo Gastón, ¿no será acaso a La Historia me absolverá, manifiesto pronunciado por el Dr. Fidel Castro en el juicio por el asalto al Cuartel Moncada y al Cuartel Carlos Manuel de Céspedes, en 1953?). Si algún capitalista se engañó, fue porque quiso; si algún propietario pensó que todo terminaría al caer el régimen, pensó mal, porque claramente se le dijo por el Dr. Castro que todo comenzaría al caer el régimen; y si alguna persona alérgica a las grandes conmociones económicas y sociales siguió y ayudó al Movimiento, creyendo que éste venía solamente a tumbar a Batista, pero no a cambiar costumbres muy arraigadas en la organización económica y social, se equivocaron totalmente o no leyó con atención aquel manifiesto. El Dr. Castro no ha engañado a nadie, aunque mucha gente conservadora y enemiga de las convulsiones le siguieron sin preguntarse detenidamente hacia donde la llevaban.

Y como este columnista no fue ni es partidario de las revoluciones, ni de las transformaciones violentas de la estructura social (lo que no quiere decir que permanezca indiferente ante los males y renuncie a la superación de estos por medios que le parecen menos dañinos y más duraderos), no creyó nunca que se debió abandonar los esfuerzos para poner fin pacífico y no revolucionario a los horrores que Cuba padecía. Por supuesto que esta idea no sólo fue derrotada por los hechos lo que es mortal para una idea sino que se prestó y se presta a las interpretaciones más agresivas y mortificantes sobre el origen de la actitud.

Al triunfar la revolución no faltaron los atolondrados que seguían creyendo que por haber sido más o menos antibatistianos eran ya suficientemente revolucionarios. No veían que el 1º de enero, volado ya el posible puente de una junta militar delicia de los que querían dinamitar la casa, pero sin derribar las paredes ni el techo, Cuba entraba a vivir una etapa histórica absolutamente distinta. Esta etapa iba a requerir una nueva mentalidad en las clases, en los ciudadanos, en el Estado, en las costumbres, pero muy pocos lo sospechaban.

Al principio, todo fue júbilo. La caída de una dictadura que cometió tan terribles errores y realizó tantos horrores, fue ocasión justificada para el desbordamiento oceánico de alegría pura y sincera, sin diferencia de clases ni de individuos. Todos eran felices porque había caído la tiranía; pero muchos no sospechaban siquiera que recibían entre palmas una revolución social. Ya de Batista estaban hasta la coronilla los más tenaces batistianos. El río de sangre, la inseguridad para la vida y la propiedad, la censura de prensa, el imperio del terror como norma de gobierno, habían llegado a sensibilizar hasta a los reacios al dolor ajeno. Cuba había apurado el límite de la resistencia física y de la resistencia moral. De todos sus sufrimientos parecía librarse, en jubilosa catarsis, cuando ofrecía enardecida a los revolucionarios victoriosos el laurel de la gratitud y el aplauso de la admiración. Y como en 1902, como en 1933, como en 1944, el pueblo cubano se dispuso a iniciar de nuevo el camino hacia la honradez administrativa, la libertad ciudadana, el respeto a los derechos, la desaparición de los privilegios, y la vida reglada por la paz, la cultura y el progreso.

¿Cuál era la actitud correcta de quienes no creímos en la revolución y no hicimos por ella nada, aunque tampoco hicimos, en conciencia, nada contra ella? A nuestro juicio, lo decoroso, lo justo, era el silencio. Fácil nos hubiera sido, de quererlo, y pese al riesgo de esa burla, presentarnos en pose demagógica, arrojando flores al paso de los vencedores. ¿No es esto lo usual?¿ No hemos presenciado el desfile ignominioso de los incorporados, de los revolucionarios del 2 de Enero, de los radicales que no tienen mucho que perder y de los conservadores y hasta reaccionarios disfrazados de dantones? Quienes comprendimos que el 1º de Enero se iniciaba en Cuba una etapa de gran conmoción social, de renovación que iba mucho más allá de lo imaginado por tantos y tantos que confunden revolución con antibatistismo y sentíamos que esas nuevas ideas triunfantes no eran las nuestras, no podíamos hacer otra cosa que callarnos y dejar que la revolución misma se abriese paso entre las clases sociales, perfilando su real fisonomía y declarando paladinamente a quienes aún vivían engañados cuáles eran sus verdaderas proyecciones.

Ahora nos encontramos en el ápice del despertar. Aquella señora que compró sus bonitos del 26, no soñó que la revolución le iba a rebajar el 50% de sus rentas por alquileres; aquel industrial que por ideología o por miedo abrió sus arcas, creyó que tenía adquiridos títulos revolucionarios y subsiguiente influencia; aquel sacerdote que hizo de su sotana un manto de piedad para salvar vidas de jóvenes acosados y de su Iglesia un centro de conspiración, creyó que se tendría en cuenta su filosofía de la sociedad y de la vida. Cuantas ilusiones, esperanzas, elucubraciones y cálculos han fallado. Pues llegó la revolución de veras, radical, inflexible, sin compromiso ante sus ojos y anhelosa de llevar a cabo un enorme cambio, un programa descomunal de contenido económico y social, que ha venido gestándose en la mente de los cubanos revolucionarios desde los mismos años inaugurales de la República. Llegó la revolución en la que no tienen cabida el perdón de los errores, el pensamiento conservador, la doctrina tradicionalista ni el conformismo acomodaticio que, es cierto, ha frustrado tantas esperanzas del cubano.

Al chocar frente a frente con la realidad, muchos se han asustado. No sabían que una revolución era así. Pues así, y más, son las revoluciones. Por eso ante ellas, quienes no tenemos vocación política y no nos inclinamos a participar en movimientos contrarrevolucionarios por mucho que la revolución nos persiga, no sabemos hacer otra cosa que ponernos al margen, dejar pasar el poderoso torrente y desear, sin el menor resentimiento, que triunfe y se consolide cuanto sea bueno para Cuba, y que se disuelva rápidamente en el vacío cuanto pueda ser un mal para esta tierra de la cual pueden incluso hasta arrojarnos, pero no pueden impedir que la amemos con la misma pasión que pueda amarla el más revolucionario de sus hijos.

Al iniciar este viaje, lector, dejamos en manos de nuestro querido Director y amigo, José Ignacio Rivero, hombre cristiano, hombre de carácter, nuestro cargo en el DIARIO DE LA MARINA, de Jefe de Redacción, que tanta honra nos deja para siempre. Comprendemos que hay momentos en los cuales pueden ser confundidas, con daño para lo que más importa que es el DIARIO, las actitudes personales, las ideas propias, con las actitudes del periódico. En medio de la pasión, del asombro de las clases, del choque ideológico inesperado, tiene por ahora poco que hacer un periodista verticalmente conservador, un derechista en tiempos de derrota para las derechas. Cabe la adaptación sinuosa, o cabe el combate. Aquella es lo innoble y éste es lo absurdo. Desde lejos hablaremos, en tanto Dios provea otra cosa si nos da venia para ello el Director y si no se oponen ciertos defensores de la libertad de pensamiento¨, de otras tierras, de otros cielos, de otros personajes. Posiblemente, con toda posibilidad, volveremos de un modo o de otro a defender aquellas ideas en las cuales creemos sobre la sociedad, la economía, las relaciones humanas, la libertad frente al comunismo esclavizador, ideas de las que nos sentimos orgullosos, por maltratadas, incomprendidas y vilipendiadas que hoy se hallen. El mundo las necesita, aunque no quiera verlo. El miedo a defender las ideas que van contra la corriente o que son estigmatizadas como nocivas, es la mayor de las cobardías. Vale más morir junto a una idea vencida, en la cual se cree todavía, que uncirse al primer carro victorioso que pasa, renunciando a tener ideas, a defender una ideología, a proclamar la visión propia y sincera que se tiene de los hombres y del mundo.
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Tomado de http://www.penultimosdias.com




Una carta de Gastón Baquero a Lydia Cabrera
Querida, querida Lidia:

La gente que habla swahili, gente de toda cortesía, abre su saludo diciendo: ¿jambo? ¿abari gani? que es la versión elegante de nuestro decir montuno y criollo ¿quíubo, qué pasa en el timbeque? Jambo, y quíubo, y holaquetál, te digo. Y como siempre, te escribo Lidia con i, porque en español eso es pelea, lucha, batalla. La y no le pega nada a una criolla rellolla. Con la i de Martí hay bautizo suficiente.
Florencio me dice que va a dedicarte un número de su admirable periódico de arte y patria, dos cosas que siempre están vivas y con ímpetu de carga al machete, de mambisería, en Florencio. Y como a él es inútil decirle no, porque hace mucho rebanó del diccionario esa palabra, como quien se saca la nigua del dedo gordo con una agujita de hacer canebá, yo acepto con gozo el participar de alguna manera en este “asaltico” que en el día de tu santo Florencio y muchos más quieren darte. Me arrebato y entro en la trulla guajira de tu alabanza, con sombrero de guano, con zapatos de baqueta, con filipina cruda, ¡y con bandurria! para cantarte el punto guajiro como una diana por el veinte de mayo, y por tu veinte de mayo.
No me gusta la palabra “homenaje” porque casi siempre rima con paliza y con uno de esos discursos que llaman algunos cubiches “arranque tribunicio”. ¡Solavaya! Decir “vamos a darle un homenaje a Fulanito”, o algo peor, vamos a darle un “homenajito” (en mi pueblo había una maestra linda y achocolatada como un cucurucho de Baracoa, que decía homenajecito y resoponcito), es como amenazar a un niño con leerle un artículo de E. R. de L. [se refiere a Emilio Roig de Leuchsenring] en Carteles, tortura prohibida expresamente en las partidas de Alfonsito el Sabichoso.
¡Los homenajes con discurso! ¿Te acuerdas de aquel amigo, bajito, melenudo, que parecía un león con cólico nefrítico nada más trepar a la tribuna, y perdía la noción del tiempo (no sin advertir modestamente al comenzar “voy a ser breve, muy breve”), y se arrojaba en la borrachera de las palabras, y traca, traca, traca, y fuácata, fuácata, fuácata, dejaba a los comensales hechos una cutarita, despeluzados como malatobos espoloneados por gallitos-giro de Manila rociados con sangre de cotunta?
No quiero imitar esto, ni aun por escrito que puede dejarse cuando uno quiera, porque sumarse a un homenaje por letra impresa no puede ser tampoco una ocasión para sacar el pavo real que llevamos dentro a pavonearse bajo el sol. Lo que quiero decirte, Lidia con i, es que me parece muy bien que gracias esta vez a Florencio podamos dejar regrabado en letras el sentimiento de gratitud hacia ti, que junto con el de cariño, tenemos muchos de los criollos que para ser completamente tales vivimos hoy como vivieron los mejores cubanos del siglo pasado, sin patria, pero sin amo.
Por muchas que sean las repeticiones escritas de estos sentimientos guajiros, criollos de raíz, ganados por Lidia en las almas de los cubanos-cubanos, siempre serán pocas en comparación con lo que te debemos. Lo escrito queda, y puede ser perenne, hasta donde cabe aspirar a perennidad para las acciones humanas. Lo que escribamos de ti, lo escribimos e imprimimos de la cubanía perfecta. (Iba a decir, no de ti, sino sobre ti, pero me avisé a tiempo de que escribir o imprimir sobre ti sería como anunciarte que vamos a hacerte un tatuaje, ¡y a no ser que se tratase de una palma real pintada por Botticelli, no veo cuál otro tatuaje sería propio de ti!). Por mucho que digamos en alabanza de quien como tú dedicó y dedica su vida a enseñarnos a identificar y a amar las raíces, no devolvemos ni la milésima parte de lo que nos tienes dado.
Lidia: hiciste muy bien en nacer un 20 de mayo. Eres lista prenatal. Naciste en el día del nacimiento de la República, y tú y yo sabemos a cuánta maravilla sabe la palabra República, la República. Lo que eso quiere decir para los cubanos con un poquitico de raíces criollas intactas, es difícil contarlo a los extraños. Ahora andan sueltos por ahí y por aquí, y por todas partes, algunos cubanitos comemierdas que dicen no sentir la patria, ni importarles nada su destrucción y su pena. Yo creo que adoptan esa pose, no por la cursilería de hacerse los europeos o los norteamericanos, sino porque les falta el valor de amar a Cuba, de querer a la patria, y estar lejos de ella. Para no sufrir, fingen no amar, no sentir nostalgia, ni echar de menos las raíces. Han hecho de la expatriación una despatriación, para que no les duela la diáspora, porque su egoísmo, su frivolidad y su hedonismo de quincallería les exige quitarse del corazón todo lo que pueda llevarlos al santo insomnio de Cuba.
Ahora que nos acercamos a la hora del bilan, del pasar balance, tú tienes que sentirte muy serena y contenta de tu fidelidad a la cubanía, a lo criollo rellollo. Habrá nacido contigo, dirás, para quitarle importancia a tu actitud y a tus aptitudes. Pero venga de donde venga, de volición o de destino, esa encarnación que hay en ti de lo criollo profundo, es cosa que fue, es y será una bendición para Cuba y para los cubanos.
El veinte de mayo nació una nueva manera —diseñada por Martí sobre la materia prima que venía borboteando entre las venas de la isla a lo largo de tres siglos— de ser entendida y cumplida la convivencia ideal de los cubanos. Las dificultades, las desobediencia a lo dictado por los Fundadores resumidos en el Fundador de la República, los incumplimientos y deslealtades con la patria, no dañan para nada al ser auténtico de la patria. Una de las características del bien es la resignación y la paciencia con que se espera que pasen los días del mal. La República, la Idea de la República del 20 de mayo, no ha muerto, ni puede morir.
Quienes, ciegos ante la historia y ante la verdad de esa República, han creído posible borrar las fechas, anular la manera martiana y pura de la convivencia, destruir todo el edificio de la República (dicen ellos que por tener grietas aquí y allá, goteras y defectos en la cumbrera exterior del tejado), no han podido hacer otra cosa que encadenar y retrotraer a Cuba a otra manera de colonia, cien veces más atroz que la anterior. No celebran el 20 de mayo, ni el 10 de octubre, ni el 24 de febrero, ni el 7 de diciembre, porque se han quedado sin raíces y sin libertad —¡el bien de los bienes, hasta para las bestias!— y pretenden que su patria está en Moscú, y que su Céspedes es Lenin, su Martí Fidel, y su Maceo el Ché. Decían “patria o muerte”, y la gente aplaudía; aplaudía hasta que descubrió que lo que querían decir estos cabritos era “patria muerta”. Decían traer la libertad, la paz y el bienestar para todos, y lo que trajeron fue la M del marxismo-leninismo, que en el vientre trae únicamente, y siembra en cuanto se apodera de un país, las cuatro emes terribles: muerte, miseria, maltratos y mierda. Y si al horror del marxismo-leninismo le agregas a Castrico y su morralla, ¡quiquiribú mandinga!
Frente a los que intentan borrar de la conciencia de los cubanos, hállense dentro o fuera de Cuba, y sea cual sea la edad de cada uno, la noción verdadera de patria, de la cubanía, de la criolledad (noción excluyente de la esclavitud y de la crueldad, los dos pilares del comunismo), frente a esos desdichados, ¿no tenemos que sentir multiplicada por mil la gratitud ante los que como tú aman a Cuba, y traen cada día un recuerdo, una lucecita más para que no se esfume la imagen, para que no se haga en nosotros la oscuridad de oscuridades que es no amar a una patria, no sentir una raíces, no recordar la enorme dicha de haber nacido en Cuba, la gloria de ser cubano.
Lidia, te dejo. No quiero darte la lata en vez de tocar la diana del 20 de mayo, el tararí de la alegría porque te tenemos, la diana por tu nacimiento, que era todo lo que quería decirte. Nosotros los tauros estamos orgullosos de que pertenezcas a la Casa Zodiacal que fue la cuna de Shakespeare, de Mahoma, de Ortega y Gasset, del Papa Woitila, y donde se nos coló Carlos Marx, que era el menos malo de los marxistas, y que se espantaría de ver lo que han hecho con él, como se espantarían Cristo y Martí, de lo que han hecho con el cristianismo y el martianismo muchos de sus presuntos seguidores.
He dicho más de una vez que las dos máximas desgracias históricas de la humanidad son las manos en que acabó por caer el cristianismo, y las manos en que cayó el socialismo. Los latinos teatralizaron y deformaron el cristianismo, por estatizarlo como los españoles, o por politizarlo y comercializarlo como los italianos; y los eslavos secuestraron el socialismo y lo monstruizaron en el molde tradicionalmente tiránico y esclavizador de aquella gente. Ni el latino concibe la humildad, ni el eslavo concibe la libertad, salvo rarísimas excepciones: San Francisco de Asís de un lado, Fedor Dostoievski de otro, y pocos, muy pocos más en ambas filas. ¡Un desastre que abarca veinte siglos de historia!
Perdóname por citarme a mí mismo, señal de que mi mala educación empeora por días. Estoy llegando, si no he llegado ya, a esa insoportable edad en que el hombre sólo habla de sí mismo, la edad del yo-yo-yo, que es también la de la vuelta al yoyo, pues por algo dijo Chateaubriand que un viejo es dos veces niño, y por algo dice un cuasi-poeta amigo tuyo llamado Gastonet que el viejo es un orinal donde mean los elefantes de los ángeles.
Te dejo al fin, que esto va pareciéndose a un discurso del caudaloso doctor Zayas. Yo aprendí a reconocerte el tesoro de la cubanía a raíz de lo que de ti pensaba y decía Lezama. Íbamos a verte a San José, a ti y a esa Dama Cubana pura que es Titina Rojas, como quien iba a una ceremonia de rebautizo bajo una ceiba. Cierto es que ni a él ni a mí nos faltó nunca el cordón umbilical bien ceñido a la tierra nuestra, pero de tiempo en tiempo sentíamos la necesidad de empaparnos más de lo cubano, como bajo un aguacero tremendo, de los que traen enterrado en los goterones de lluvia los frutos y la vida. Y fue Lezama quien nos confirmó la fiesta innumerable que es nacer donde nacimos.
Sé, Lidia, que no hace mucho bailaron un danzón Eugenio Florit y tú. Esa estampa criolla no me la perdí, porque yo vivo en el recuerdo, respiro por la memoria. Vi y reviví esa danza de ustedes, y me sentí muy feliz. Ya vendrán otros tiempos. Quizás no estaremos corpóreamente en ellos, ni tú, ni yo, ni ninguno de cuantos hoy estamos al lado tuyo duplicando el amor al 20 de mayo. Pero de algún modo sí estaremos allí, estaremos en los tiempos del otro renacimiento de Cuba, porque nunca hemos dejado de sentirnos extranjeros dondequiera hayamos vivido y vivamos fuera de Cuba. Albert Camus lo expresó a la perfección: Étranger, qui peut savoir ce que ce mot veut dire. Y el sol nuestro de cada día, el Martí de exilios infinitos, dijo: “Ya tarde a casa vuelvo [sic]: ¿Casa dije? no hay casa en tierra extraña!” [sic]. Somos extranjeros, a mucha honra, pero a mí en particular me duele que criollas como tú no puedan celebrar en Cuba el veinte de mayo de cada año y de todos los años, sea sobre o debajo de la tierra cubana, que es lo mismo.
Iba a despedirme con saludo africano-cubano, tomado, naturalmente, de un libro tuyo, pero recordé aquello que le dijo Nicolás Guillén a Stalin: “Capitán, a quien Changó proteja y a quien resguarde Ochún”, y luego de reírme abundantemente de esta comemierdería de Guillén, dí marcha atrás, por si acaso. Me despido sin más a la criolla, de ti, guajira profunda, capaz de hablar lo mismo con Rudyard Kipling que con Tata Cuñengue: ¡hasta pronto, hasta lueguito, hasta siempre, Lidia!
Un abrazo mío para Titina. Un recuerdo grande, de gratiud, para la buena gente que te quiere y te ayuda a seguir con la luz del alma encendida para iluminación de Cuba y de los cubanos. Pienso en Josefina Inclán, en Rosario Hiriart, en tantos nombres que, a la l no puedo poner aquí ahora. Tú eres algo tan especial, que has conseguido que hasta algunos mequetrefes del sub grupo Orígenes, que no respetan nada ni a nadie, se quiten ante ti el mugriento sombrero. Te pasa un poco lo que a Martí, que hasta los comunistas tienen que pretender apropiárselo. Tú eres demasiado buena. No te dejes entrevistar ni dar la lata por ninguna cagarruta con espejuelos, como esa que te entrevistó hace poco. Cuídate como un gallo fino, por dentro y por fuera. Huye de la gente con focú, de la que hay abundancia en Miami, capital del bembeteo, donde hay tantos que no pudiendo matar a Fidel de un bombazo quieren matarlo de un bembazo.
Te quiere, y pide bendiciones para ti a la luna, a la albahaca, a las nubes, a los montes, al mar, tu amigo, guajiro de Bijarú, de Remanganangua y de los Remates, de Bayatiquirí y de Baní, de Camagüey y de Camajuaní, del Cobre y de Jatibonico, tu amigo,
Gastón
PS: Para no iniciados, enumero algunas citas del original, no demasido precisas en un hombre de la edad del que escribió la carta. En primer lugar, la alusión al poema de Eliseo Diego, “El sitio en que tan bien se está”,
    Tendrá que ver
    cómo mi padre lo decía:
    la República.
dibuja el escenario de la amistad/enemistad entre Gastón y Eliseo que tiene varios episodios abundantemente comentados.
La cita martiana, de los Versos libres (“No música tenaz, me hables del cielo…”), reza en el original:
    Si del día penoso a casa vuelvo…
    ¿Casa dije? no hay casa en tierra ajena!…
    ¡Roto vuelvo en pedazos encendidos!
    Me recojo del suelo: alzo y amaso
    Los restos de mí mismo; ávido y triste,
    Como un estatuador un Cristo roto:
La cita de Nicolás Guillén (Stalin, Capitán,/ a quien Changó proteja y a quien resguarde Ochún”) procede de su poema “Una canción a Stalin”.
[Esta carta se publica por cortesía de Cuban Heritage Collection, University of Miami Libraries. El mecanuscrito digitalizado puede consultarse aquí  .]
PD: Es posible fechar esta carta en 1982, pues el homenaje a Lydia que se menciona aquí tuvo lugar en mayo de ese año, en “Noticias de arte. Gaceta de las artes visuales, escénicas, musicales y literarias”, cuyo director era Florencio García Cisneros. La portada anuncia la colaboración de Gastón, pero ésta no aparece incluida. A parecer, llegó demasiado tarde.
PD2: La foto de Florit y Lydia Cabrera bailando un danzón  .
PD3: La referencia a Rudyard Kipling no es arbitraria: en 1935 Lydia y Titina de Rojas se encontraron con el escritor inglés en el balneario de Marieband. Aquí   y aquí  fotos de ese encuentro.
 

Tomado de Baracutey Cubano ( Temas económicos y políticos de la relación de U.S.A y América Latina y Cuba):

jueves, mayo 08, 2014



Eduardo Galeano, símbolo de la izquierda intelectual latinoamericana, sepultó de manera lapidaria su famoso y polémico libro Las venas abiertas de América Latina



Tomado de https://adriboschmagazine.wordpress.com/

Galeano Sepulta “Las Venas Abiertas de América Latina”

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El polémico autor uruguayo confiesa que “no volvería a leer” su libro y que lo escribió “sin conocer debidamente de economía y de política”.
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Redacción de ContactoMagazine.com

El escritor uruguayo Eduardo Galeano, símbolo de la izquierda intelectual latinoamericana, sepultó de manera lapidaria su famoso y polémico libro Las venas abiertas de América Latina al confesar públicamente, en la II Bienal del Libro y la Lectura de Brasilia, en mayo de 2014, que “no sería capaz de leer el libro de nuevo” porque “esa prosa de izquierda tradicional es pesadísima”. Galeano reconoció, además, que lo había escrito “sin conocer debidamente de economía y de política”.


El autor admitió que no se arrepentía de haber escrito Las venas abiertas… , que ha sido la Biblia de la izquierda latinoamericana, pero subrayó que era “una etapa superada” y reconocía que al escribirlo “no tenía la formación necesaria”. Esta obra de la ensayística anticapitalista, se publicó en 1971 y fue prohibida por las dictaduras militares que gobernaban Argentina y Chile en aquel momento y Uruguay a partir de 1973, año en que Galeano debió marchar al exilio. Otros libros, canciones y películas han hecho referencia de ese texto desde entonces.

En el momento de su publicación, Las venas abiertas… recibió una mención honorífica del Premio Casa de las Américas, que se concede en La Habana, Cuba. El libro se propone demostrar que los países latinoamericanos han sido saqueados por las potencias occidentales desde la etapa colonial hasta nuestros días, principalmente por Gran Bretaña y Estados Unidos desde el siglo XIX.

Fue, además, el libro que el líder venezolano Hugo Chávez, fallecido en 2013, regaló al presidente norteamericano Barack Obama, como símbolo de la lucha antiimperialista del llamado Socialismo del Siglo XXI. Desde 1997, las ediciones de Las venas abiertas… han sido prologadas por Isabel Allende.

El economista y legislador uruguayo Hernán Bonilla, publicó un artículo en el diario El País de Uruguay con el título de La confesión de Galeano, en el que señala que “con estas declaraciones Eduardo Galeano se suma a la lista de intelectuales latinoamericanos de izquierda que luego de haber influido de forma nefasta en las ideas de millones de personas admiten, al menos parcialmente, sus errores”.

Según Bonilla, la confesión de Galeano llega “demasiado tarde, quizás después de haber causado demasiado daño”. El autor indica que se debe entender que Galeano “fue un profeta de la complacencia con nosotros mismos y el odio que impidió que el Uruguay y otros países del continente buscaran las respuestas a sus problemas en sus propias equivocaciones”.

Tres autores latinoamericanos trataron de desmitificar las teorías de Galeano, basadas fundamentalmente en el marxismo, con otros cuatro libros que escribieron en equipo. Estos autores son el cubano Carlos Alberto Montaner, el colombiano Plinio Apuleyo Mendoza y el peruano Alvaro Vargas Llosa, hijo del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Sus dos primeros textos, Manual del perfecto idiota latinoamericano y Fabricantes de miseria, salieron a la luz en la década de los 90. Un tercer libro, El regreso del idiota, fue publicado en 2007 cuando el proceso venezolano encabezado por Chávez ya se había radicalizado. Y en 2014 acaba de salir Ultimas noticias del nuevo idiota latinoamericano.


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Félix Luís Viera: LAS BUENAS MANERAS, LA CULTURA PERDIDA EN CUBA






LAS BUENAS MANERAS, LA CULTURA PERDIDA

Por Félix Luís Viera

Causa escozor leer sobre esas campañas que en la actualidad ha emprendido el régimen en contra de la chabacanería.

Casi inmediatamente después del triunfo de la revolución de 1959, Fidel Castro fue estableciendo un orden que más tarde extinguiría no pocos de los rasgos de la cultura cubana. Si entendemos por cultura las tantas aristas, meandros, detalles en ocasiones sectoriales que componen la presencia, esencia y evolución de una sociedad. Hoy uno se reiría, si no fuese tan triste, cuando en congresos culturales y de intelectuales en Cuba, estos, ecos del régimen, persisten en valorar la cultura de la Isla, y declarar unos y otros detalles de la misma, atrincherados en el insuficiente concepto de cultura como arte y literatura y varios de sus conexos.

Desde principios de la década de 1960, bien por razones económicas —veamos la pobreza de géneros que desde entonces se fue gestando—, o bien por los decretos que establecían una sociedad atea, materialista, marxista-leninista, etcétera, numerosos componentes de las tradiciones culturales del cubano, y por consiguiente de su cultura, se fueron desvaneciendo hasta la extinción.

¿O acaso no formaban parte de nuestra “cultura diaria” la pulpa de tamarindo, el chilindrón de chivo, el coquito prieto, el boliche mechado, las frituras de bacalao, el cucurucho de maní, el dulce de coco rallado, el guarapo, el casco de guayaba, el chivirico, la champola, la galleta de manteca, las chambelonas de anís o las fritas de carne magra?

El cancionero fue diezmado a granel: para fuera las canciones de tinte “pesimista” como esas que proponían lo efímero, lo inconsistente del vivir o lo poco que vale la vida, etcétera; o esas otras letras que, en fin, no aportaban positivamente para el advenimiento de un ser optimista-materialista, el “hombre nuevo”, una imagen de piedra manufacturada para actuar de acuerdo con los mandatos establecidos en los manuales del comunismo; o esas de corte “diversionista” como aquel Negrito de Batey que proclamaba el ánimo de ocio, la decisión de no sumarse al “trabajo creador”. Y para fuera asimismo las piezas que alababan a Santa Bárbara, San Lázaro, San Antonio y los demás, que desde entonces no serían motivo de velorios y otros festejos y sus imágenes y postales desaparecerían de los expendios, sustituidas en buena medida por las de Vladimir Ilich Lenin. Y bueno, si ya no existían los cucuruchos de maní, languidecía también una de las melodías de un género en exterminio, el pregón. Por otra parte, tal vez para que no fuese objeto de una “lectura adversa” por algún segmento de la población, sería restringida hasta finalmente desaparecer del dial y de las emisiones en público aquella Clave aMartí, que en algunos de sus versos proclamaba: “Si Martí no hubiera muerto,/otro gallo cantaría,/ la patria se salvaría/ y Cuba sería feliz”.

Los santeros, espiritistas y los religiosos de todas las órdenes serían proscritos y en ocasiones enviados a campos de reeducación. Quedaría abolida la Lotería Nacional y sus afluentes como “La Bolita” y demás juegos de azar.

Ya en la década de 1960 se impondría una prensa —plana, radial, televisiva—, explayada en una sola dirección, la de la “moral revolucionaria”; de modo que, posteriormente, el cubano carecería de interactuación con segmentos de la cultura nacional y extranjera, y en buena medida de lo que llaman cultura general. En el caso específico de las revistas impresas, desaparecieron aquellas que, en este sentido, mostraban información sobre hechos y tradiciones culturales tanto de Estados Unidos como de otros importantes países de Occidente; lo que incluía diferentes aspectos de las artes populares y la contracultura y de igual modo de diversas manifestaciones culturales nacientes en la propia Latinoamérica.

En el decenio citado, fueron exterminadas las verbenas que antes se realizaban por diversas tradiciones, religiosas o no, y en los carnavales —que más tarde se convertirían en potreros con música y cuadrángulos expedidores de toda la cerveza que durante el año anterior no se habían podido beber los cubanos—, fueron prohibidos los disfraces y ciertas conmemoraciones de índole regional que mostraban argumentos que no se avenían con la “moral socialista”. Igualmente resultaron extirpadas las fiestas navideñas, incluido algo tan candoroso como el Día de los Reyes Magos. El castrismo se empecinó en algo improcedente y diabólico: una cultura sin fantasía.

En cuanto a la poesía, por ejemplo, resultaron omitidos tantos de los poemas que formaban parte del imaginario popular y se iría estableciendo algo tan terrible como el llamado Realismo Socialista, que estimularía a los escritores que entrasen por ese cauce y condenaría al olvido, o al menos a una promoción muy baja, a quienes se apartaran o no abrevaran en esa corriente. Cualquier joven poeta se vería censurado bajo el rótulo de Pesimista, por solo escribir unos versos con algún salpique de llanto debido a la añoranza por la amante o por un familiar lejano. Entonces se espoleó hasta la gloria un verso así como “No me dan pena los burgueses vencidos”, que anunciaba la impiedad, la intolerancia presente y por venir.

El amante del cine, de la narrativa literaria, se vio anegado por una filmografía soviética, unilineal y triunfalista como igual por novelas y cuentos de la misma estirpe.

Así tenemos que, tan temprano como en 1960, se fue inoculando la utilización de los términos “compañero”, “compañera”, “compañerito” y “compañerita” para dirigirse a hombres, mujeres, niños y niñas. Todo el mundo así denominado. Desaparecieron los vocablos señor, señora, señorita, el joven, la joven, dama, caballero, para dirigirse o aludir a los demás. Todo el mundo, desde un ratero, pasando por un policía, un anciano asilado o un juez hasta un misionero, debía ser llamado “compañero”. O sea, todos eran “compañeros”; aun en diversos documentos oficiales. Si bien muchísimos cubanos no lo interiorizaran, aunque utilizaran el término; algo propio de un pueblo zorro, agachado, de débil identidad, que antes de la revolución bautizaba a sus hijos como Jacqueline, Marilyn, Richard o Bobby, y ya en la primera década de 1960, cuando la Unión Soviética influía manifiestamente en la Isla, comenzaron a registrarlos como Katiuska, Liudmila, Nadiezhda, Pável, Yuri o Boris.

Como todo el mundo era compañero, ya no tenía razón de ser cederle el asiento en el autobús a una dama o un viejecito o darles prioridad en un paso peatonal. Como en las escuelas fueron abolidas las clases de educación cívica y de civismo en general no era menester que el niño ofreciera las buenas noches a un visitante que llegara a casa o se pusiera de pie si se presentaba una “persona mayor”. Como el lenguaje bestial de las congas revolucionarias se fue imponiendo —Somos socialistas/ lo dijo el Caballo/ y al que no le guste/ que lo parta un rayo—, ¿qué sentido tenía para un niño decirle “usted” a una persona mayor, ya fuese hombre o mujer? Como todos eran iguales, el relajo en el tratamiento de alumnos y maestros se fue acentuando exponencialmente hasta terminar en la carencia total de respeto de estamentos y de este modo la relajación de las normas se hiciera patente no únicamente en la disciplina, sino además en la entrega y recepción de conocimientos.

Visto lo anterior, hoy resulta, cuando menos ingenuo, exigirles a las nuevas generaciones la decencia, el cumplimiento de las normas de conducta, los valores éticos que deben formar parte de una cultura específica. De modo que causa escozor leer sobre esas campañas que en la actualidad ha emprendido el régimen en contra de la chabacanería, el mal gusto en el lenguaje y otros detalles de categoría semejante. Y así resulta cínico que los gobernantes cubanos, respaldados por un grupo de intelectuales servidores del régimen, acusen a la población de tantos males de este corte de los que ella no tiene la menor culpa, puesto que fueron sembrados y cultivados por el quehacer castrista, por la indecencia, la puerilidad y la hediondez establecida por este.

De igual manera, se enmarca dentro de lo injusto exigirles a los cubanos hoy residentes en su país, de la edad que fueren (consideremos que las personas que nacieron con la revolución de 1959 hoy tienen 55 años), un gusto estético adecuado y a la vez contestatario, si vieron la luz y se criaron en un medio donde había sido decretada una cultura unidireccional; aparte de que el cubano de hoy, sin acceso a lo “malo” y lo “bueno”, por ejemplo, de la música popular, es natural que reaccione, como cualquier ser humano confinado, apropiándose, si es posible, de todo aquello para sí desconocido, no obstante resulte de lo peor del “más allá”.

Luego de que en Cuba se dé la transición hacia el mundo real, hacia la vida lógica, o hacia la vida que transcurra con una lógica verdaderamente humana en concordancia con una sociedad “natural” con costumbres, raíces y proyectos definidos por la espontaneidad, pasarán muchos años para que se recupere lo perdido a causa de la imposición, precisamente inhumana, de un modo de vida concebido en un laboratorio, el laboratorio castrista. Entonces se podrá hablar nuevamente de una cultura nacional, dialogante real y libremente con lo extranjero, en la cual resulte valorable lo mismo la pieza de una ópera que un San Lázaro de yeso, pasando por el respeto y reconocimiento incondicional al prójimo y el enaltecimiento de la gandinga en salsa.

Ya ven. Así van las cosas.



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Jaime Suchlicki: DETERMINISMO ECONÓMICO EN LA POLÍTICA ESTADOS UNIDOS-CUBA




Tomado de http://www.lanuevanacion.com

DETERMINISMO ECONÓMICO EN LA POLÍTICA ESTADOS UNIDOS-CUBA

Por Jaime Suchlicki

ctp.iccas@miami.edu.

El enfoque de muchos de los miembros de la clase política dirigente de Estados Unidos hacia la Cuba de los Castro se encuentra influido por una serie de suposiciones. En primer lugar, existe la convicción de que las consideraciones económicas pueden influir en las decisiones políticas de los Castro y de que una situación económicamente deteriorada forzaría a los dirigentes cubano a conducir a Cuba a una economía de mercado y, con el tiempo, a reformas políticas.

También muchos en Estados Unidos opinan que el embargo es la causa de los males económicos de Cuba. Esta noción ha sido continuamente propagada por el régimen de Castro, en un intento de forzar a Estados Unidos a levantar las sanciones unilateralmente. En realidad, la razón de los problemas económicos de Cuba no radica en el embargo, sino en un sistema económico fallido. Al igual que las economías soviética y de los países de Europa del este, el sistema cubano es obsoleto, ineficiente y corrupto, carente de estímulos a la productividad y a la iniciativa individual. Para Cuba, el mercado norteamericano es el más cercano, pero no el más barato; por ello lo que realmente anhela el gobierno de Castro es el acceso al turismo norteamericano y a créditos que le permitan perpetuarse en el poder sin verse obligado a efectuar cambios económicos importantes.

Una tercera suposición es que los dirigentes de otras naciones se asemejan a los líderes norteamericanos-influenciados por racionalidad económica-, con la única diferencia de que utilizan un idioma diferente. Esta percepción sobre otros líderes permitiría negociar con ellos los problemas mutuos y hallar un terreno común para airear las diferencias. La opinión, largamente sostenida por Estados Unidos, de que a través de negociaciones e incentivos es posible influir en el comportamiento de Castro, se ha visto anulada por la falta de voluntad del propio Castro de hacer concesiones a líderes norteamericanos u occidentales: el liderazgo Castrista prefiere sacrificar el bienestar económico de su pueblo antes que ceder a las demandas por una Cuba política y económicamente diferente.

Todo ello conduce a la obvia conclusión de que no todas las diferencias y problemas en los asuntos internacionales pueden ser resueltos a través de negociaciones. Existen disputas internacionales que nos son negociables y pueden solucionarse únicamente a través del uso de la fuerza, o de una extrema paciencia, a la espera de que desaparezca el liderazgo existente o cambie la situación. Algunas diferencias pueden ser resueltas mediante negociaciones, otras son irreconciliables.

Aun así, la creencia de que la crisis económica de Cuba conducirá a importantes cambios políticos, continúa definiendo el pensamiento norteamericano, que se aferra a un anticuado determinismo económico al tratar de comprender los acontecimientos en otras sociedades, así como las motivaciones de sus líderes.
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 El embargo cubano enfrenta nueva campaña



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La polémica sobre el levantamiento del embargo a Cuba se intensifica
Publicado 18 febrero 2014
Febrero 18 | ¿Traerá el levantamiento del embargo la democracia a Cuba? Jorge Riopedre salió en busca de opiniones en el primero de una serie de reportajes sobre tan polémico tema.

 Campaña anti-embargo moviliza al exilio cubano en Miami

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Existe consenso en Estados Unidos sobre las causas del Embargo
  
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El Senador Bob Menéndez habla con Televisión Martí sobre el Embargo a la tiranía de los Castro en Cuba

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La polémica sobre el levantamiento del embargo a Cuba.


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BENGHAZI: LA INFAMIA QUE PERSIGUE AL PRESIDENTE BARACK OBAMA Y QUE AMENAZA A HILLARY CLINTON




BENGHAZI: LA INFAMIA QUE PERSIGUE A OBAMA Y QUE AMENAZA A HILLARY

Por Alfredo M. Cepero
Director de www.lanuevanacion.com

Sígame en: http://twitter.com/@AlfredoCepero

Hasta hace sólo unos días Barack Obama, Hillary Clinton y el alto mando del Partido Demócrata estaban seguros de que Benghazi era un tema olvidado y que no ejercería efecto alguno sobre las consultas electorales que se avecinan en el 2014 y el 2016. Estaban convencidos de que la campaña de mentiras para encubrir su infamia, divulgada profusamente por una prensa comprometida con proteger a su Mesías, había culminado en un rotundo éxito. Pero la organización conservadora, Judicial Watch, les aguó la fiesta cuando interpuso una demanda que obligó al gobierno a revelar el contenido de documentos comprometedores que había ocultado al Congreso por casi dos años. Un tiempo durante el cual el Presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, se había resistido al pedido de sus colegas conservadores de nombrar un comité selecto que investigara el escándalo.

Pero la revelación de correos electrónicos sobre el tema originados un día después de la masacre por el asesor presidencial Ben Rhodes destapó una caja de pandora que tiene el potencial de convertirse en el Watergate del gobierno de Obama. Rhodes, un funcionario de nivel medio de la Casa Blanca que no habría actuado sin órdenes superiores, instruye a Susan Rice, Embajadora de los Estados Unidos en las Naciones Unidas, sobre la forma en que debía explicar los acontecimientos de Benghazi en el curso de cinco comparecencias televisadas el domingo 16 de septiembre del 2012. La interrogante que aún no ha tenido la respuesta que desenredará este nudo gordiano es cuan alto estaba el funcionario que le dio la orden a Rhodes.

Siguiendo las instrucciones de Rhodes, la Embajadora Rice repitió en todas sus comparecencias la fábula de que el ataque al Consulado Norteamericano en Benghazi había sido una reacción espontánea contra un video aficionado donde se atacaba al Profeta Mahoma y no un acto terrorista organizado. Como veremos más adelante, los hechos demostrarían todo lo contrario. Por ahora, lo importante es que, ante la abrumadora evidencia de encubrimiento del crimen, John Boehner no tuvo otra alternativa que acceder a la creación de un comité selecto que investigue el asunto.

Al igual que en el caso de Watergate, una vez aprobado por la Cámara de Representantes, este comité selecto reuniría las atribuciones de varios comités del Congreso que ahora investigan a Benghazi y tendría el poder de emitir citaciones judiciales compulsorias a los testigos que desee interrogar. Fuentes de la Cámara afirman que Boehner busca pruebas concluyentes de que el encubrimiento fue manejado desde la Casa Blanca y añaden que se propone nombrar al congresista por Carolina del Sur, Trey Gowdy como presidente del comité. Quienes conocen a Gowdy, un ex fiscal de distrito famoso por su agresividad como interrogador, afirman que, si Gowdy preside el comité, el escándalo de Benghazi podría resultar más dañino que el de Watergate. En este punto es oportuno apuntar que en el escándalo de Watergate no fueron asesinados por terroristas islámicos cuatro funcionarios norteamericanos.

Continuando con la comparación de ambos escándalos, estos correos electrónicos de Ben Rhodes podrían producir un efecto semejante a las cintas grabadas de Watergate. En el curso de un interrogatorio del asesor presidencial, Alexander Butterfield, el 13 de julio de 1973, éste reveló ante el Senado la existencia de cintas magnetofónicas en las cuales Nixon grababa sus conversaciones oficiales. En un principio, muy pocos analistas dieron importancia a esta revelación pero, según destacados juristas, sin la prueba contundente de la cintas, Nixon no se habría visto obligado a renunciar para evitar un juicio político.

No creo, sin embargo, que Barack Obama, por su condición de haber sido el primer presidente negro, corra riesgo alguno de ser sometido a un juicio político. El establecimiento republicano no está preparado para desatar violentos disturbios populares y darle a la prensa un nuevo argumento para ser tachado de racista. Al mismo tiempo, no quiere poner en peligro sus altas probabilidades de ganar el control del Senado en el 2014 y de la Casa Blanca en el 2016. Pero lo que sí es altamente probable es que Obama continúe su descenso vertiginoso en el favor de sus conciudadanos. Y un presidente herido es el tiro de gracia para los candidatos de su partido.

El que debe de estar perdiendo el sueño por estos días es el matrimonio político de Hillary y Bill Clinton. Hilary viendo como Obama frustra por segunda vez su sueño de ser la primera mujer presidente de los Estados Unidos y Bill mortificado por haber perdido la oportunidad de ser el primer Primer Damo de la nación con acceso irrestricto a un harem de jovencitas becarias en la Casa Blanca. Porque, el hecho de que se escondió de la prensa y demoró su comparecencia ante el Congreso, es un indicio bastante sólido de que Hillary estuvo en el centro de todo este encubrimiento.

Por otra parte, esta vez la ungida por su partido no podrá contar con el contubernio de una prensa que hasta ahora había decidido ignorar el escándalo atribuyéndolo a motivos políticos de los republicanos y a resabios ideológicos de la cadena conservadora de Fox News. A esa prensa, nauseabunda por su sumisión, se le han acabado las excusas. Tengo, por lo tanto, la casi certeza de que los documentos que saldrán a la luz en los próximos meses lesionarán las probabilidades presidenciales de Hillary Clinton en el 2016.

Tomando en cuenta que Obama es agua corrida sin probable regreso y de que Hillary podría ser la futura abanderada de la izquierda virulenta que se aferra al poder para desfigurar a este país me concentro en la conducta de esta dama de las mil caras dentro de este bochornoso e infame proceso de encubrimiento. Veamos:

1- A las 10:00 PM, hora estándar del este, del 11 de septiembre del 2012, en el mismo momento en que estaban bajo ataque los diplomáticos norteamericanos en Benghazi, la señora Clinton estaba en el teléfono con el Presidente Obama y, una hora después, su propio Departamento de Estado emitió un comunicado condenando al consabido video por la masacre en Benghazi.

2- El 14 de septiembre, dos días antes de las declaraciones de Susan Rice en televisión y el mismo día en que Rhodes escribía el correo electrónico, Hillary daba el pésame a los familiares que recibieron los restos de los asesinados en el Base Aérea de Andrews y les prometía perseguir al autor del mencionado video. Solamente una madre con el corazón endurecido por la ambición desmedida es capaz de mentir de esta manera a las madres de quienes habían muerto en forma tan ignominiosa.

3- El 24 de enero del 2013, tres meses y medio después de la masacre y de haber sido citada en varias ocasiones, la señora Clinton decidió comparecer ante el Congreso. En una actuación digna de un Oscar de sus amigos de Hollywood, la Clinton golpeó la mesa y preguntó: "Con el debido respeto, el hecho es que tuvimos cuatro estadounidenses muertos. ¿Se debió a una protesta o a que unos tipos salieron a caminar por la noche y decidieron asesinar a algunos estadounidenses? ¿Cuál es la diferencia?"

La diferencia Hillary es que Chris Stevens, Sean Smith, Tyron Woods y Glen Doherty no merecían ser tratados como cuatro muertos inoportunos que eran un obstáculo a las aspiraciones reeleccionistas de Obama y a tus propias aspiraciones presidenciales en el 2016. Eran cuatro seres humanos con padres, esposas, hijos y hermanos. Cuatro patriotas que cayeron sirviendo los ideales de los Estados Unidos y defendiendo la libertad en el mundo. Tratar sus muertes como algo intrascendente fue un acto de suprema villanía que seguramente pagarás algún día.

Aunque estoy consciente de que él no necesita de mi asesoramiento, concluyo sugiriendo algunas preguntas al congresista Trey Gowdy. Por ejemplo: ¿Qué información tenía Hillary para adelantarse a la propia Casa Blanca en atribuir el ataque a un inocuo video que nadie había visto? ¿Por qué enviaron a Susan Rice y no a Hilary Clinton, jefa de la diplomacia y de los diplomáticos masacrados, a explicar ante la prensa los acontecimientos en Benghazi? ¿Qué sabía Obama, cuándo lo supo y qué le dijo el Secretario de Defensa, León Panetta, quien estaba en la Casa Blanca en ese momento, sobre la verdadera naturaleza del ataque? Estoy convencido de que León Panetta es la llave maestra para abrir esta caja de pandora.

A mayor abundamiento, ¿dónde estaba el presidente en el mismo momento en que sus diplomáticos eran asesinados? Fuentes confiables han dicho que no estaba, como estaba obligado a estar, en el llamado "situation room" de la Casa Blanca. El mismo "situation room" donde se hizo retratar con actitud triunfalista durante el merecido pase de cuenta a Osama Bin Laden. ¿Cuándo supo Obama que el ataque no había sido motivado por un video? ¿Por qué repitió la fábula del video en varias entrevistas una semana después y quince días más tarde ante la Asamblea General de las Naciones Unidas?¿Por qué se ha empecinado su gobierno en mantener este prolongado silencio y ha amenazado a los funcionarios que deseaban declarar ante el Congreso? Las respuestas a estas preguntas podrían muy bien impactar la política y determinar el futuro de los Estados Unidos en los próximos años. ¡Dios quiera que este pueblo haya aprendido la lección de un fraude llamado Obama!


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Cuba El MININT anuncia la captura de cuatro residentes en Miami y los acusa de planear 'acciones terroristas'



 Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

¿ Será algo similar  a lo que sucedió en el año 1970 en que del más alto nivel de la tiranía se le ordenó a a un agente Castrista (¿ Panchito?)  infiltrado en la organización Alfa 66 que organizara una agresión  para poder anunciar el fracaso de la Zafra de los 10 millones?. Esa agresión fue el secuestro de 11 pescadores cubanos a los cuales no les pasó absolutamente nada  durante el secuestro. El espía después fue detenido en Nueva York, según me expresó  el director de un muy visitado blog antiCastrista, el cual le confesó a una agencia federal  esa misión.

¿ Será una  puesta en escena parecida a la que le  tenían asignada al espia Castrista Juan Pablo Roque  cuando el derribo de las avionetas de civiles desarmadas de Hermanos al Rescate el 24 de febrero de 1996?  

Recuerdo cuando  a principios de los años 90s del pasado siglo XX , en el momento  más terrible del mal llamado ¨Período Especial,  después de concluida una conferencia de Jorge Enrique Mendoza  en el centro de educación superior en que yo trabajaba en Cuba, el ex capitán del Ejercito Rebelde y ex director del diario Granma y entonces Director del Instituto de Historia de la Revolución Cubana, le expresó a un ex combatiente y entonces profesor de marxismo: ! Qué falta hace una agresión para unir a este pueblo !
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 Arrestan en Cuba a residentes de Miami acusados de terrorismo

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El MININT anuncia la captura de cuatro residentes en Miami y los acusa de planear 'acciones terroristas'

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Los vincula con Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel Alzugaray, quienes 'mantienen estrechos vínculos' con Luis Posada Carriles, dice.
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DDC
La Habana
7 Mayo 2014


El Ministerio del Interior (MININT) informó este martes de la captura en la Isla de cuatro cubanos residentes en Miami, a los que acusó de planificar "acciones terroristas en el territorio nacional".

Fueron identificados como José Ortega Amador, Obdulio Rodríguez González, Raibel Pacheco Santos y Félix Monzón Álvarez.

Según una nota publicada en el diario oficial Granma, los arrestos se produjeron el pasado 26 de abril.

El MININT dijo que los "detenidos reconocieron que pretendían atacar instalaciones militares con el objetivo de promover acciones violentas".

(Edificios A y B del MININT)

Tres de ellos habían realizado varios viajes a la Isla "para estudiar y modelar su ejecución", afirmó el ministerio en la nota.

"Declararon además, que estos planes se han estado organizando bajo la dirección de los terroristas Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel Alzugaray, quienes residen en Miami y mantienen estrechos vínculos con el connotado terrorista Luis Posada Carriles", añadió.

Indicó que las autoridades cubanas "realizarán las gestiones pertinentes con las autoridades estadounidenses competentes para investigar estos hechos y evitar oportunamente que la actuación de elementos y organizaciones terroristas radicados en ese país pongan en peligro la vida de personas y la seguridad de ambas naciones".

Exiliados sospechan del operativo en La Habana contra supuestos terroristas
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miércoles, mayo 07, 2014



CINCO AÑOS CON EL PRESIDENTE BARACK H. OBAMA: LA VERDADERA HISTORIA. 5 Years of Obama: The Real Story. By Michael Sargent



Tomado de http://www.nuevoaccion.com

CINCO AÑOS CON OBAMA: LA VERDADERA HISTORIA

Por Michael Sargent
Heritage Foundation
May 7, 2014


Teniendo en cuenta el débil crecimiento económico del país, de sólo un 0.1% el trimestre pasado, merece la pena reflexionar sobre las iniciativas de recuperación que tanto el presidente Obama como sus seguidores pregonan que han sido un éxito. En su mayor parte, los defensores de las políticas económicas del presidente comentan que los principales indicadores económicos (concretamente el PIB, el empleo y la bolsa) se han recuperado en gran medida desde que la recesión tocó fondo en 2009.

Es cierto: nuestra economía está mejor a día de hoy que durante los peores momentos de la recesión. Pero se trata de la consecución de un pobre objetivo, puesto que a medida que una economía se recupera del fin de una recesión (especialmente de una recesión profunda), los indicadores económicos tales como el PIB y el empleo siempre mejoran. Lo realmente importante es la fuerza de la recuperación y lo rápido que esa recuperación impulsa el crecimiento económico.

OBAMABARACKCuando se compara con anteriores recuperaciones, la recuperación con Obama ha sido la más lenta y la más débil desde la Gran Depresión. Como observa el Wall Street Journal, el promedio de crecimiento trimestral del PIB para todas las recuperaciones posteriores a 1960 fue del 4.1%, con un crecimiento total del 21.1%. Compárese con la anémica recuperación con Obama, que se anotó un promedio del 2.2% de crecimiento trimestral y un total de sólo el 11.1%, es decir, alrededor de la mitad del promedio histórico.

Incluso más marcada es la diferencia entre la recuperación con Obama y la recuperación con Reagan entre 1982 y 1983, que logró un crecimiento del PIB del 23.1% a lo largo de 17 trimestres (un 25.6% en el total de la recuperación). Según el Comité Económico Conjunto, esto se traduce en un déficit de crecimiento de $2 billones entre la recuperación con Obama y con el presidente Reagan. Eso son $2 billones más que estarían en estos momentos en manos de las empresas y trabajadores de Estados Unidos, cuando, a pesar de la alegría de los seguidores de Obama, muchas familias americanas todavía lo están pasando mal financieramente.

Al estar la economía estancada en la rutina del crecimiento al 2%, la diferencia de resultados entre los estímulos de gasto de Obama y la agenda de Reagan en pro del crecimiento no podría ser más absoluta. Aunque a la economía le está yendo mejor, propiciar la recuperación más lenta de la posguerra no debería ser un motivo de orgullo, especialmente cuando se ha producido a costa de las familias trabajadoras de Estados Unidos.
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http://blog.heritage.org/2014/05/04/5-years-obama-real-story/

5 Years of Obama: The Real Story

By Michael Sargent
May 4, 2014


Then-Sen. Barack Obama (D-Ill.) campaigning for his presidential campaign in 2008. (Photo: Newscom)

Considering the country’s weak economic growth of just 0.1 percent last quarter, it is worth reflecting on the recovery effort that President Obama and his supporters tout as a success. Mostly, the defenders of the president’s economic policies note that main economic indicators—specifically GDP, unemployment, and the stock market—have recovered a good deal since the recession hit rock bottom in 2009.

This is true—our economy is better off today than it was during the severe recession. But that is a low standard to meet; as an economy recovers from the end of a recession—especially a deep recession—economic indicators such as GDP and unemployment invariably improve. What really matters is the strength of the recovery and how fast that recovery propels economic growth.

When compared with those in the past, the Obama recovery has been the slowest and weakest since the Great Depression. As The Wall Street Journal notes, the average quarterly GDP growth for all post-1960 recoveries was 4.1 percent, with total growth of 21.1 percent. Compare that to the anemic Obama recovery, which posted an average of 2.2 percent quarterly growth and a total of just 11.1 percent—about half the historic average.

Even more marked is the difference between the Obama recovery and the 1982–1983 Reagan recovery, which resulted in GDP growth of 23.1 percent over 17 quarters (25.6 percent for the entire recovery). According the Joint Economic Committee, this translates to a growth deficit of $2 trillion between Obama’s recovery and that under President Reagan. That is $2 trillion more that would be in the hands of U.S. businesses and workers today, when—despite the Obama supporters’ cheery sentiment—many American families are still aching financially.

As the economy is stuck in a 2 percent growth rut, the difference in results between  Obama’s big-spending stimulus and Reagan’s pro-growth agenda could not be starker. Although the economy is faring better, fostering the slowest post-war recovery should not be a point of pride—especially when it has come at the expense of hard-working American families.