LA ATALAYA MAYO DE 2013
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Los castigos divinos: ¿fueron crueles?
PARA responder esta pregunta, analicemos dos ejemplos de castigos divinos mencionados en la Biblia: el Diluvio de Noé y la aniquilación de los cananeos.
EL DILUVIO DE NOÉ
LO QUE DICEN ALGUNOS: “Dios fue cruel al mandar un diluvio que mató a toda la humanidad menos a Noé y su familia”.
LO QUE DICE LA BIBLIA: Dios asegura: “No me deleito en la muerte del inicuo [o malo], sino en que alguien inicuo se vuelva de su camino y realmente siga viviendo” (Ezequiel 33:11). Así que a Dios no le produjo ningún placer acabar con la gente mala que vivía en el tiempo de Noé. Entonces, ¿por qué lo hizo?
La Biblia explica que cuando Dios mandó esos castigos contra los malvados, estaba “poniendo para personas impías un modelo [o ejemplo] de cosas venideras” (2 Pedro 2:5, 6). Además, las Escrituras indican cómo actúa Dios, cuál es su modelo o patrón de conducta.
En primer lugar, Dios dejó bien claro que aunque le duele castigar con la muerte a los malos, no pasa por alto la crueldad con la que tratan a los demás, y los considera responsables de sus actos. En el futuro acabará con todos los sufrimientos e injusticias.
En segundo lugar, el patrón que Dios siguió en el pasado deja claro que, en su amor, siempre advierte a las personas antes de administrar su castigo. Por ejemplo, lo hizo antes del Diluvio mediante Noé, pero la gente no escuchó. En la Biblia leemos: “No hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos” (Mateo 24:39).
¿Cambió Dios ese patrón con el paso del tiempo? No. A los israelitas —su pueblo— les advirtió que si imitaban la conducta perversa de los pueblos que había a su alrededor, permitiría que una nación enemiga los invadiera, destruyera su capital, Jerusalén, y los llevara al exilio. Los israelitas no hicieron caso de la advertencia y adoptaron la terrible conducta de los pueblos vecinos. ¡Incluso llegaron a sacrificar niños! ¿Los castigó Jehová? Claro que sí, pero solo después de enviarles profetas una y otra vez para advertirles que cambiaran antes de que fuera demasiado tarde. Hasta les dijo: “El Señor Soberano Jehová no hará ni una cosa a no ser que haya revelado su asunto confidencial a sus siervos los profetas” (Amós 3:7).
QUÉ SUPONE ESO PARA NOSOTROS: El patrón que siguen los castigos divinos del pasado nos da esperanza. Podemos tener la seguridad de que Jehová castigará a las personas crueles. La Biblia indica: “Los malhechores mismos serán cortados [de raíz] [...]. Pero los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz” (Salmo 37:9-11). ¿Qué opina usted de un castigo divino que liberará a la humanidad de sus sufrimientos? ¿Diría que es cruel, o misericordioso?
LA ANIQUILACIÓN DE LOS CANANEOS
LO QUE DICEN ALGUNOS: “El exterminio de los cananeos fue un terrible crimen de guerra comparable a los genocidios de la actualidad”.
LO QUE DICE LA BIBLIA: “Todos sus caminos son justicia. [Él es un] Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia” (Deuteronomio 32:4). Un acto de justicia divina no se puede comparar a las guerras del hombre, pues este no puede saber lo que hay en el corazón de la gente, pero Dios sí.
Por ejemplo, cuando Dios juzgó las ciudades de Sodoma y Gomorra y decidió destruirlas, al fiel Abrahán le preocupó que la decisión no fuera del todo justa. Le preguntó a Dios: “¿Verdaderamente barrerás al justo con el inicuo?”. No podía imaginarse que un Dios justo como Jehová hiciera tal cosa. Con mucha paciencia, Dios le aseguró que si hubiera tan solo diez personas justas en Sodoma, perdonaría a la ciudad (Génesis 18:20-33). Es obvio que Dios miró el corazón de aquellas personas y vio su gran maldad (1 Crónicas 28:9).
En el caso de los cananeos, Dios también vio su perversidad y con justa razón ordenó su exterminio. Los cananeos tenían fama de quemar vivos a niños como sacrificio a sus dioses, entre otras crueldades (2 Reyes 16:3). * Ellos sabían que Jehová había dicho a los israelitas que tomaran posesión de aquellas tierras. Los que se negaron entregárselas y les declararon la guerra estaban desafiando no solo a ellos, sino a Jehová, quien había dado abundantes pruebas de que estaba con su pueblo.
Por otro lado, hubo cananeos que dejaron sus perversiones y aceptaron las elevadas normas morales de Jehová. A estos Dios les mostró misericordia. Por ejemplo, a una prostituta llamada Rahab y a su familia les perdonó la vida. Y cuando los habitantes de la ciudad de Gabaón pidieron clemencia, ellos y todos sus hijos conservaron la vida (Josué 6:25; 9:3, 24-26).
QUÉ SUPONE ESO PARA NOSOTROS: Podemos extraer una importante lección del castigo que sufrieron los cananeos. Estamos cada vez más cerca del predicho “día del juicio y de la destrucción de los [malvados]” (2 Pedro 3:7). Si amamos a Jehová y le obedecemos, cuando él borre del planeta a los que rechazan su justo gobierno, tendremos la dicha de vivir sin sufrimientos.
Los cananeos eran famosos por su crueldad y se hicieron enemigos de Dios y su pueblo
Jehová nos recuerda con cariño que las decisiones de los padres influyen en sus hijos. En su Santa Palabra nos dice: “Tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo, tú y tu prole, amando a Jehová tu Dios, escuchando su voz y adhiriéndote a él” (Deuteronomio 30:19, 20). ¿Diría que esas palabras proceden de un Dios cruel, o más bien de un Dios que nos ama y desea que elijamos bien?