Miércoles 18 de marzo
La sabiduría de arriba [...] [está] llena de misericordia (Sant. 3:17).
Si damos buen uso a la lengua, demostramos que nos guía la sabiduría que está "llena de misericordia". Ahora bien, si permitiéramos que la envidia o la rivalidad nos dominaran y nos llevaran a presumir de nuestros logros, decir mentiras o hacer comentarios malintencionados, ¿qué estaríamos dando a entender? Salmo 94:4 nos recuerda que "todos los practicantes de lo que es perjudicial siguen vanagloriándose". Y no olvidemos que quien cuenta chismes echa a perder el buen nombre de gente inocente (1 Rey. 21:7-13; Sal. 64:2-4; Pro. 14:5). Por eso, después de hablar del uso egoísta de la lengua, Santiago agrega: "No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera" (Sant. 3:10b). Como vemos, de la boca del misericordioso solo deberían salir palabras puras, pacíficas y razonables. Por su parte, Jesús hizo la siguiente advertencia: "De todo dicho ocioso que hablen los hombres rendirán cuenta en el Día del Juicio" (Mat. 12:36). En vista de este hecho, ¡qué importante es que todo lo que digamos refleje misericordia!
No comments:
Post a Comment