Arbitrariedades penitenciarias contra Raúl Rodríguez Soto extremadamente enfermo.
Por Gloria Pérez (Vocera del MDH10Dic)
Entrevista a Mabel González Alfonso Vice presidenta del Movimiento de DH 10 de diciembre.
La Habana, Cuba, 18 de junio del 2013 (3 y 20 PM)
En el día de hoy me permitieron una corta visita con mi esposo el prisionero disidente Raúl Rodríguez Soto Presidente del Mov de Derechos Humanos 10 de diciembre en la penitenciaría de mayor rigor conocida por Combinado del Este.
Hacía mucho tiempo que no lo veía, y a tanta insistencia, quejas, denuncias, y muchas cosas más accedieron a permitirnos a mi hija y a mi verlo una hora, pero apenas lo pude reconocer ante el deterioro físico y espiritual que presenta.
Nuestra hija de 10 años se echó a llorar porque lo tenía delante y no sabía que era él, situación que conmovió profundamente al resto de los reos y familiares que allí se encontraban. No así a los custodios, los que en sus maléficos rostros reflejaban la satisfacción deshumanizada que llevan por doctrina.
Su cuerpo se encuentra lleno de llagas profundas e infestadas, ha bajado 25 kilogramos de peso corporal, tiene profundas ojeras, y casi todos sus dientes se han desprendido a causa de una infección bucal por falta de alimentación e higiene, entre otras enfermedades agudizadas en cautiverio.
Continúa hacinado en un calabozo de 3 x 2 con filtraciones de heces fecales y orina, que devienen de la letrina del piso superior y nadie se ocupa de resolver este problema que se convierte en una tortura más para los que allí tienen que sobrevivir.
Este calabozo se encuentra en el 2do piso ala norte del Edificio no.1, totalmente inhabilitado para seres humanos, pero así son las cosas del sistema penitenciario dirigido por el régimen más cruel y despótico que hayamos conocido en los últimos tiempos.
A causa de tantos vómitos de sangre y la intensa debilidad provocada por la anemia y las crisis de dolor abdominal, uno de los reclusos y activista del Movimiento de Derechos Humanos que él dirige, le estaba haciendo el favor de subirle el almuerzo y la comida para que no tuviera que en silla de ruedas bajar tantos escalones, pero fue descubierto por el jefe del comedor, que a su vez lo comunicó a la jefatura, y le fue prohibido al activista terminantemente volver a realizarle el favor a Rodríguez Soto.
Por lo que de hoy en lo adelante tendrá de desplazarse en su silla de ruedas escalera abajo a la hora del aseo , almuerzo, comida y otras actividades que se realizan en el piso de abajo, porque en la cárcel no hay benevolencia con ningún ser humano por impedido que se encuentre.
¿Hasta dónde el abuso, y ensañamiento contra el prisionero Raúl Rodríguez Soto?
¿Qué persona que no puede caminar, ni siquiera mantenerse de pie por un período de más de cinco minutos pueda bajar escaleras todo el día a capricho de un sistema absurdo dirigido por un autoritario régimen, que ordena medidas sin analizar consecuencias.
Mi esposo Raúl continúa sin atención medica, no le han vuelto a realizar ningún tipo de análisis, ni ultrasonido que pueda arrojar el estado en que se encuentra la vesícula, ni el cálculo que la agrede desde hace más de un año, de orientación quirúrgica, pero los caprichos de la Sección 21 han impedido que esta se realice por mínimo acceso, y él se niega a ser operado a abdomen abierto porque sabe a lo que se expone entre la insalubridad y tantos enemigos.