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El contratista Alan Gross en una foto tomada en la prisión del Hospital Carlos J. Finlay de La Habana, el pasado noviembre.
Por Redacción CaféFuerte
Un juez federal puso fin al diferendo legal de Alan Gross con el gobierno de Estados Unidos al desestimar una demanda mediante la que el contratrista reclamaba una compensación por $60 millones de dólares.
El juez James Boasberg dictaminó este martes que la reclamación de la familia Gross carecía de mérito argumentados que las leyes federales no permiten establecer demandas contra el gobierno estadounidense por daños sufridos en el extranjero.
En un breve mensaje enviado a CaféFuerte, el abogado Scott Gilbert, que representa a Gross, dijo el miércoles que estaba decepcionado con la decisión del tribunal y aseguró que su cliente apelará el caso en una fecha próxima.
"Este es el clásico ejemplo de la excepción que niega la regla", dijo Gilbert.
La demanda fue presentada en noviembre por Judy y Alan Gross ante un tribunal del distrito de Columbia, Washington DC, e implicaba tanto a la agencia Devevolment Alternatives Inc (DAI) como al gobierno estadounidense. El contratista -condenado a 15 años de cárcel en Cuba- reclamaba que no fue informado y preparado debidamente para encarar los riesgos por realizar misiones profesionales que se consideran ilegales en la isla.
Pero a comienzos de mayo, la DAI llegó a un acuerdo extrajudicial con la familia Gross para resolver que exime de responsabilidad a ambas partes. La firma, con sede en Maryland, acordó pagar una cantidad monetaria no revelada para ayudar a la familia Gross a enfrentar los daños sufridos tras la detención y el encarcelamiento del contratista en Cuba.
Otra demanda desestimada
Otra demanda paralela por $10 millones contra Federal Insurance Company (FIC), una aseguradora de Nueva Jersey, fue desestimada como parte del acuerdo con DAI, según Gilbert. La FIC debía asumir la compensación de sueldos y otros gastos de los familiares del contratista en caso de una situación excepcional.
Quedó entonces pendiente el capítulo del reclamo contra el gobierno, desestimado ahora por el tribunal.
Gross, de 64 años, permanece encarcelado en el Hospital Militar "Carlos J. Finlay" de La Habana. Arrestado en Cuba el 3 de diciembre del 2009, su caso constituye el principal obstáculo que enfrenta actualmente la relación entre Washington y La Habana.
La pasada semana, las autoridades estadounidenses discutieron el tema de Gross en reuniones sostenidas con Josefina Vidal, alta funcionaria del gobierno cubano de visita oficial en Washington, según informó CaféFuerte. Un resultado de esas conversaciones fue el permiso concedido para que el médico personal de Gross lo visite y examine en la isla.
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