Tomado del Blog de Zoé Valdés
2012
Niños, llanto.
Alrededor de las siete y media de la noche de ayer encendí la caja idiota y me enteré de la masacre de Connecticut en el tranquilo pueblo de Newtown. Fui a los periódicos y lo confirmé. También lo hice con una amiga que vive en Connecticut. Horroroso, me dije. Una vez más un criminal acaba con la vida de inocentes, en esta ocasión con la de veinte niños y siete adultos. ¿Qué le habrán hecho esas criaturas al asesino? Nada, claro está. ¿Por qué entonces? No vale la pena ya ni preguntárselo. Ni tampoco me interesan -lo digo desde ahora-, sus problemas psicológicos, si es que los tuvo. Bastante tenemos algunos y no matamos a nadie.
¿Cómo pudo entrar en la escuela pese a las altas medidas de seguridad que existían? Al parecer su madre era maestra del plantel. Y esto es lo que más o menos se sabe hasta ahora. Dudo que se filtre algo más, aunque confío en que la policía haga su trabajo de investigación. Pero sería muy positivo y saludable para todos, que las personas seamos informadas, para, en caso de posibles futuros ataques como ésos estar preparados. Porque este acto criminal no ha sido el primero, y dudo de que si las cosas siguen como van, sea el último.
200 millones de armas al garete en Estados Unidos. Esa fue la cifra que dio CNN ayer, tal vez se equivocaron, lo que también dudo. Todo un arsenal para entre matarse entre ellos y acabar con el país.
Familias destruidas, vidas truncadas en el instante más hermoso. ¿Cómo habrán sido esos últimos minutos? Horrendos. ¿Cómo será el resto de la existencia de esas familias? Espantoso. Todos los planes futuros desmoronados. Destinos rotos.
Anoche no pude dormir pensando en todo eso. Pero sobre todo, pensando en una imagen que han repetido cientos de medios de comunicación, como algo excepcional de gran sensibilidad, y que a mí, por el contrario, me dio una ira tremenda. La imagen del presidente Barack Obama llorando otra vez. No cesa de soltar lágrimas este presidente. ¿Lo eligieron para el lloriqueo o para mostrarse firme y enérgico frente a actos crueles y salvajes como éstos? Lloriquear no es hacer política. es hacer shows.
¿No se dan cuenta que en la cabeza de los criminales este tipo de imagen es la que triunfa? La de un presidente frágil, compungido, derrotado por un acto vil. Con esa imagen los criminales sacían su hambre de venganza contra el mundo, y convierte un acto de una bajeza innombrable en un acto de reivindicación política. Frente a esa imagen ridícula de Obama llorando venció el asesino.
¿Por qué Obama llora tanto? ¿Por qué no muestra la grandeza y en algunas ocasiones impiedad que debe mostrar un presidente de los Estados Unidos? ¿Por qué en lugar de debilitar aún más a los familiares de las víctimas con esa pendejería del llantén, no enseña la fuerza que debe poseer un presidente norteamericano, la moral, la firmeza, de lo que ahora mismo esos familiares y todo un país necesitan contagiarse?
Estas muertes me han afectado profundamente, como a la mayoría de ustedes. Pero lo único que puedo añadir es que vale que lloremos en nuestras casas, solitarios. Pero frente a estos asesinos, frente a estos terroristas, sólo deberemos mostrar firmeza y desprecio, con las pupilas secas, para que se convenzan que no les tememos.
Menos mal que el perro rabioso ya no está vivo. No sabemos tampoco de qué modo fue abatido o si se suicidó. Pero en caso de que hubiera vencido totalmente, en el caso de que estuviera todavía vivo, habríamos tenido que soportar la risa maléfica. La risa infernal que hemos visto meses atrás en el rostro al asesino de Oslo, Anders Behring Breivik, mientras lo juzgaban.
Con todo tipo de salvajismo hay que acabar con entereza, y no con lagrimitas simbólicas. El simbolismo de esas lágrimas no juega para nada a favor de la justicia y del fin de la violencia. Y mucho menos a favor de la humanidad y de la paz. Y un Premio Nobel de la Paz también debiera saberlo e imponerse con el peso de su pensamiento y de su acción. Ha prometido acciones, pues ¡manos a la obra!
Zoé Valdés.
Y las lágrimas traen vigilias. Más adormilamiento.
Adam Lanza, un asesino múltiple de 20 años.
Reconstrucción de un horror
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By Zoé Valdés ¡Libertad y Vida! • Publicado en Política, Sociedad • Tagged Adam Lanza, Anders Behring Breivik
5
Navegador de artículos← Rubén Torres Llorca, rutas del gran acertijo. Por Janet Batet.Carta abierta a Danilo Sirio, presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT). Por Tania Quintero. →5 comments on “Niños, llanto.”
Marta diciembre 15, 2012 @ 2:22 pm
Bravo!
Güicho Crónico diciembre 15, 2012 @ 2:30 pm
Van más de 60 masacres en 30 años. Casi que es natural en un país fundado por tarados religiosos y que consume 4 veces más pastillas neurológicas que el resto del mundo junto. El problema no son las armas. Al contrario, si hubiera habido un solo profesor armado podría haber matado a ese psicópata. Cuando un aberrado decide asesinar, incluso en el país más inocentón y desarmado como Noruega, siempre puede equiparse.
Pero el país de los tarados también es un país afeminado, donde los niños crecen pensando, como mujercitas burguesas, que merecen las cosas, no que tienen que conquistarlas. Por eso los asesinos de masas tienen vocación escolar, y a ninguno se le ocurre ir a tirotear gente en un Mall tejano o en un ghetto negro, lugares donde sobrarían armas para contestar el fuego. Por eso culpan a los narcotraficantes de la drogadicción propia. Por eso votan socialdemócrata y tienen un presidente llorón.
Güicho diciembre 15, 2012 @ 2:35 pm
Van más de 60 masacres en 30 años. Casi que es natural en un país fundado por tarados religiosos y que consume 4 veces más pastillas neurológicas que el resto del mundo junto. El problema no son las armas. Al contrario, si hubiera habido un solo profesor armado podría haber matado a ese psicópata. Cuando un aberrado decide asesinar, incluso en el país más inocentón y desarmado como Noruega, siempre puede equiparse.
Pero el país de los tarados también es un país afeminado, donde los niños crecen pensando, como mujercitas burguesas, que merecen las cosas, no que tienen que conquistarlas. Por eso los asesinos de masas tienen vocación escolar, y a ninguno se le ocurre ir a tirotear gente en un Mall tejano o en un ghetto negro, lugares donde sobrarían armas para contestar el fuego. Por eso culpan a los narcotraficantes de la drogadicción propia. Por eso votan socialdemócrata y tienen un presidente llorón.
Charlie Bravo diciembre 15, 2012 @ 3:13 pm
Muyy de acuerdo contigo. Las armas no son el problema, ya que solas no van a un lugar y asesinan, el problema es el vacio moral y espiritual y la cultura de la violencia, con un monton de gente que solo cree en la satisfaccion personal instantanea y con un egoismo enorme. Y una lloradera por todo, la cultura de la lagrimita y de la victimizacion. Como dice Guicho, no van a un mall tejano, porque alli el poder de fuego para responder a un agresor es impresionante, o a un ghetto. Lo hacen donde hay inocentes porque en la mente del cobarde lo que existe es un hambre de poder y de control impresionante. Creen que pueden ser dictadores por un instante, y vencen, por el lagrimeo presidencial y la justicia blandengue.
Mauricio J diciembre 15, 2012 @ 5:04 pm
Hay que castigar, ejecutar si es preciso porque la sociedad no es la iglesia ni la casa familiar. Antiguamente se sabe que a los culpables sentenciados por la ley se les colgaba o degollaba a la vista de todos para escarmiento publico. Hoy, sociedades podridas eliminan la pena de muerte con sus infolas de civilizacion. Hay derechos, hay deberes. La idiotizacion, el descontrol y la falta de responsabilidad esta llegando a los sublime. Obama es un titere manejado por cuerdas populares. Solo porque se ha dicho que gano las votaciones por hablar el lenguaje del pueblo los idiotas creen que eso basta para ser un buen presidente. Ser sensible a lo popular es demasiado peligroso, como dice Zoe…esas lagrimitas… El poder, el Estado debe ser represivo y lo es por naturaleza, me refiero a reprimir lo que afecta a la sociedad democratica. El crimen, la corrupcion y las tendencias que son negativas al crecimiento y desarrollo deben ser — no extirpados, pues fue ese el error de los gobiernos totalitarios, exterminar lo imposible– deben ser controladas las tendencias de corrupcion y criminalidad segun el grado de cada caso, drogas, prostitucion sexual y crimen. De estas tendencias el crimen consumado debiera ser penalizado con la pena de muerte. La vieja ley del Talion es una ley natural, salvaje, pero nos recuerda cuan bestial es una masacre como la sucedida en Newtown. Si Obama no toma firmeza America se va abajo, o mejor dicho, los americanos que defienden la democracia, a sus familias y sus tradiciones son los que tienen que tomar firmeza.
Diana Margarita Cantón Martínez Tu comentario está pendiente de moderación.
diciembre 15, 2012 @ 5:20 pm
2 Timoteo 3:1-5. Santas Escrituras : diana.
2012
Niños, llanto.
Alrededor de las siete y media de la noche de ayer encendí la caja idiota y me enteré de la masacre de Connecticut en el tranquilo pueblo de Newtown. Fui a los periódicos y lo confirmé. También lo hice con una amiga que vive en Connecticut. Horroroso, me dije. Una vez más un criminal acaba con la vida de inocentes, en esta ocasión con la de veinte niños y siete adultos. ¿Qué le habrán hecho esas criaturas al asesino? Nada, claro está. ¿Por qué entonces? No vale la pena ya ni preguntárselo. Ni tampoco me interesan -lo digo desde ahora-, sus problemas psicológicos, si es que los tuvo. Bastante tenemos algunos y no matamos a nadie.
¿Cómo pudo entrar en la escuela pese a las altas medidas de seguridad que existían? Al parecer su madre era maestra del plantel. Y esto es lo que más o menos se sabe hasta ahora. Dudo que se filtre algo más, aunque confío en que la policía haga su trabajo de investigación. Pero sería muy positivo y saludable para todos, que las personas seamos informadas, para, en caso de posibles futuros ataques como ésos estar preparados. Porque este acto criminal no ha sido el primero, y dudo de que si las cosas siguen como van, sea el último.
200 millones de armas al garete en Estados Unidos. Esa fue la cifra que dio CNN ayer, tal vez se equivocaron, lo que también dudo. Todo un arsenal para entre matarse entre ellos y acabar con el país.
Familias destruidas, vidas truncadas en el instante más hermoso. ¿Cómo habrán sido esos últimos minutos? Horrendos. ¿Cómo será el resto de la existencia de esas familias? Espantoso. Todos los planes futuros desmoronados. Destinos rotos.
Anoche no pude dormir pensando en todo eso. Pero sobre todo, pensando en una imagen que han repetido cientos de medios de comunicación, como algo excepcional de gran sensibilidad, y que a mí, por el contrario, me dio una ira tremenda. La imagen del presidente Barack Obama llorando otra vez. No cesa de soltar lágrimas este presidente. ¿Lo eligieron para el lloriqueo o para mostrarse firme y enérgico frente a actos crueles y salvajes como éstos? Lloriquear no es hacer política. es hacer shows.
¿No se dan cuenta que en la cabeza de los criminales este tipo de imagen es la que triunfa? La de un presidente frágil, compungido, derrotado por un acto vil. Con esa imagen los criminales sacían su hambre de venganza contra el mundo, y convierte un acto de una bajeza innombrable en un acto de reivindicación política. Frente a esa imagen ridícula de Obama llorando venció el asesino.
¿Por qué Obama llora tanto? ¿Por qué no muestra la grandeza y en algunas ocasiones impiedad que debe mostrar un presidente de los Estados Unidos? ¿Por qué en lugar de debilitar aún más a los familiares de las víctimas con esa pendejería del llantén, no enseña la fuerza que debe poseer un presidente norteamericano, la moral, la firmeza, de lo que ahora mismo esos familiares y todo un país necesitan contagiarse?
Estas muertes me han afectado profundamente, como a la mayoría de ustedes. Pero lo único que puedo añadir es que vale que lloremos en nuestras casas, solitarios. Pero frente a estos asesinos, frente a estos terroristas, sólo deberemos mostrar firmeza y desprecio, con las pupilas secas, para que se convenzan que no les tememos.
Menos mal que el perro rabioso ya no está vivo. No sabemos tampoco de qué modo fue abatido o si se suicidó. Pero en caso de que hubiera vencido totalmente, en el caso de que estuviera todavía vivo, habríamos tenido que soportar la risa maléfica. La risa infernal que hemos visto meses atrás en el rostro al asesino de Oslo, Anders Behring Breivik, mientras lo juzgaban.
Con todo tipo de salvajismo hay que acabar con entereza, y no con lagrimitas simbólicas. El simbolismo de esas lágrimas no juega para nada a favor de la justicia y del fin de la violencia. Y mucho menos a favor de la humanidad y de la paz. Y un Premio Nobel de la Paz también debiera saberlo e imponerse con el peso de su pensamiento y de su acción. Ha prometido acciones, pues ¡manos a la obra!
Zoé Valdés.
Y las lágrimas traen vigilias. Más adormilamiento.
Adam Lanza, un asesino múltiple de 20 años.
Reconstrucción de un horror
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By Zoé Valdés ¡Libertad y Vida! • Publicado en Política, Sociedad • Tagged Adam Lanza, Anders Behring Breivik
5
Navegador de artículos← Rubén Torres Llorca, rutas del gran acertijo. Por Janet Batet.Carta abierta a Danilo Sirio, presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT). Por Tania Quintero. →5 comments on “Niños, llanto.”
Marta diciembre 15, 2012 @ 2:22 pm
Bravo!
Güicho Crónico diciembre 15, 2012 @ 2:30 pm
Van más de 60 masacres en 30 años. Casi que es natural en un país fundado por tarados religiosos y que consume 4 veces más pastillas neurológicas que el resto del mundo junto. El problema no son las armas. Al contrario, si hubiera habido un solo profesor armado podría haber matado a ese psicópata. Cuando un aberrado decide asesinar, incluso en el país más inocentón y desarmado como Noruega, siempre puede equiparse.
Pero el país de los tarados también es un país afeminado, donde los niños crecen pensando, como mujercitas burguesas, que merecen las cosas, no que tienen que conquistarlas. Por eso los asesinos de masas tienen vocación escolar, y a ninguno se le ocurre ir a tirotear gente en un Mall tejano o en un ghetto negro, lugares donde sobrarían armas para contestar el fuego. Por eso culpan a los narcotraficantes de la drogadicción propia. Por eso votan socialdemócrata y tienen un presidente llorón.
Güicho diciembre 15, 2012 @ 2:35 pm
Van más de 60 masacres en 30 años. Casi que es natural en un país fundado por tarados religiosos y que consume 4 veces más pastillas neurológicas que el resto del mundo junto. El problema no son las armas. Al contrario, si hubiera habido un solo profesor armado podría haber matado a ese psicópata. Cuando un aberrado decide asesinar, incluso en el país más inocentón y desarmado como Noruega, siempre puede equiparse.
Pero el país de los tarados también es un país afeminado, donde los niños crecen pensando, como mujercitas burguesas, que merecen las cosas, no que tienen que conquistarlas. Por eso los asesinos de masas tienen vocación escolar, y a ninguno se le ocurre ir a tirotear gente en un Mall tejano o en un ghetto negro, lugares donde sobrarían armas para contestar el fuego. Por eso culpan a los narcotraficantes de la drogadicción propia. Por eso votan socialdemócrata y tienen un presidente llorón.
Charlie Bravo diciembre 15, 2012 @ 3:13 pm
Muyy de acuerdo contigo. Las armas no son el problema, ya que solas no van a un lugar y asesinan, el problema es el vacio moral y espiritual y la cultura de la violencia, con un monton de gente que solo cree en la satisfaccion personal instantanea y con un egoismo enorme. Y una lloradera por todo, la cultura de la lagrimita y de la victimizacion. Como dice Guicho, no van a un mall tejano, porque alli el poder de fuego para responder a un agresor es impresionante, o a un ghetto. Lo hacen donde hay inocentes porque en la mente del cobarde lo que existe es un hambre de poder y de control impresionante. Creen que pueden ser dictadores por un instante, y vencen, por el lagrimeo presidencial y la justicia blandengue.
Mauricio J diciembre 15, 2012 @ 5:04 pm
Hay que castigar, ejecutar si es preciso porque la sociedad no es la iglesia ni la casa familiar. Antiguamente se sabe que a los culpables sentenciados por la ley se les colgaba o degollaba a la vista de todos para escarmiento publico. Hoy, sociedades podridas eliminan la pena de muerte con sus infolas de civilizacion. Hay derechos, hay deberes. La idiotizacion, el descontrol y la falta de responsabilidad esta llegando a los sublime. Obama es un titere manejado por cuerdas populares. Solo porque se ha dicho que gano las votaciones por hablar el lenguaje del pueblo los idiotas creen que eso basta para ser un buen presidente. Ser sensible a lo popular es demasiado peligroso, como dice Zoe…esas lagrimitas… El poder, el Estado debe ser represivo y lo es por naturaleza, me refiero a reprimir lo que afecta a la sociedad democratica. El crimen, la corrupcion y las tendencias que son negativas al crecimiento y desarrollo deben ser — no extirpados, pues fue ese el error de los gobiernos totalitarios, exterminar lo imposible– deben ser controladas las tendencias de corrupcion y criminalidad segun el grado de cada caso, drogas, prostitucion sexual y crimen. De estas tendencias el crimen consumado debiera ser penalizado con la pena de muerte. La vieja ley del Talion es una ley natural, salvaje, pero nos recuerda cuan bestial es una masacre como la sucedida en Newtown. Si Obama no toma firmeza America se va abajo, o mejor dicho, los americanos que defienden la democracia, a sus familias y sus tradiciones son los que tienen que tomar firmeza.
Diana Margarita Cantón Martínez Tu comentario está pendiente de moderación.
diciembre 15, 2012 @ 5:20 pm
2 Timoteo 3:1-5. Santas Escrituras : diana.
