- La esposa de Diosdado González confirma que tanto ella como su esposo están en huelga de hambre
- Imponen que las visitas familiares se realicen cada tres meses y la Dama de Blanco prefiere que su esposo regrese a Pinar del Río
El preso político Diosado González, uno de los seis presos trasladados de cárcel por el régimen después de la conversaciones con la Iglesia, se encuentra en huelga de hambre desde el miércoles, confirmó hoy su esposa y Dama de Blanco Alejandrina García de la Riva, quien, al mismo tiempo, decidió declararse ayer también en huelga, ha confirmado hoy
al blog Punt de Vista. "Diosdado empezó la huelga de hambre el día después de su traslado porque en la prisión donde lo han trasladado no se le permite mantener la misma postura que ha sostenido en estos siete años de presidio en Pinar del Río", explicó la Dama de Blanco. "Diosdado no quiere vestirse con el uniforme de preso, quiere mantener su bigote, no va al comedor a las horas de comer y tampoco sale en el momento del recuento", cuenta la esposa. Considera que con este traslado la situación del marido "ha empeorado" porque las autoridades del nuevo centro se han rebelado mucho más intransigentes con la actitud contestataria del marido. "Le retiraron sus pertenencias personales, como la guitarra con la que ha aprendido a tocar en estos años, una máquina de pelar de la que disponía y además no tiene comunicación con la familia". Por toda esta situación el miércoles pasado, después de ser trasladado de Pinar del Río hasta Agüica (Matanzas), se puso en huelga de hambre. Alejandrina denuncia que, además de empeorar las condiciones del presidio, las condiciones impuestas a las visitas familiares son mucho más estrictas. "Fui a la prisión e intenté comunciarme con él, pero me dijeron allí que sólo puedo verlo cada tres meses". Dada esta situación Alejandrina afirma sentirse engañada y es por ello que ayer se colocó frente al centro penitenciario declarándose en huelga de hambre hasta que las autoridades no le dejaran ver al marido. Así estuvo hasta las dos y media de la madrugada, momento en que las autoridades la llamaron y le permitieron una visita para verlo durante tan sólo diez minutos. Entonces fue que ella supo que su marido se había declarado en huelga de hambre. Alejandrina se muestra muy desencantada con la situación: "En realidad pensé que con este cambio la situación de mi marido podría mejorar, pero me he dado cuenta de que todo es una mentira y en realidad un empeoramiento. Yo preferiría que él continuara preso en Pinar del Río porque así lo podría ver más seguido, a pesar de que tuviera que recorrer tantos kilómetros para llegar allí". Sobre la huelga de hambre iniciada por su marido, Alejandrina subraya que ya no es por las condiciones que se le imponen en la cárcel sino "por su libertad" y que ésta es la actitud que va a mantener a partir de ahora. En solidaridad con su marido, la Dama de Blanco afirma que también mantiene ella la huelga: "Estoy en huelga de hambre, esperando una respuesta de las autoridades para que den una solución a la situación de Diosdado, yo no quiero crear conflicto, sólo quiero resolver el problema, y me mantengo en huelga de hambre aquí en la casa de amigos opositores en la ciudad de Colón". Ante la pregunta de hasta dónde va a llevar esta huelga, comenta que "hasta que las autoridades den una respuesta a Diosdado, la solución es que mi esposo converse con la Seguridad del Estado". Alejandrina ha trasladado esta queja al Arzobispado de la Habana. Jaime Ortega estaba ocupado y fue atendida por una secretaria que prometió trasladar el mensaje al arzobispo. De momento, no ha recibido respuesta de la Iglesia.