Manuel Fernández Diana Margarita, resulta que desde hace muchos años no sabía nada de ti, pero ahora, luego de leer el escrito compartido por mi amigo El Chino donde se pide ayuda por tu salud, te recuerdo al calor de un grupo de poetas que echaron a andar en Pinar del Río un proyecto llamado Cazadores de sueños. Te hablo de una etapa bien alejada, digamos que esto fue por el primero o segundo año de la decada del 90 del pasado siglo; es decir: cinco lustros de distancia en el tiempo; sin embargo, el recuerdo es capaz de eliminar de un golpe esas aburrridas dimensiones temporales que solo sirven para vernos acaso un poquito más viejos de lo que realmente somos. De ese singular momento también recuerdo a Flor Estrella, y a Nelso Castillo. La primera, desafortunadamente ya fallecida, pero viva en mi recuerdo en uno de sus poemas de corte erótico que terminaba diciendo: "...ven, desnúdate, voy a empezar a amarte". Tuve el inmenso placer de conversar muchas veces con Flor Estrella Tamayo --¿será ese su verdadero apellido?-- El hecho es que ante mis tendenciosas preguntas siempre me respodía lo mismo: "Lo que pido, Avila, es la desnudez del alma, así que no sea tan mal pensado chico". Te mencionaba igualmente a Nelso Castillo, de él recuerdo unos versos antológico: "... este fiero animal que llevo metido en mi pecho". Creo que vivir en la memoria de los demás por las cosas lindas que se escriben es quizás la forma mas agradable de llegar a la verdadera inmortalidad. Y hay dos nombres más en mi memoria, Adela Soto y Arelis Cueto. Ellas formaban parte de ese proyecto sobre el cual algún dia se debe investigar, pues a pesar de haber pasado un cuarto de siglo no deja de conmover ese deseo por expresar ideas en un momento bien difícil, en el que si tenías un jabón para bañarte podías nombrarte afortunado. Sé que hay más nombres, pero escribo a pulso, o mejor dicho, por impulso. Y te hablaré ahora de un momento increíble. Recuerdo por ejemplo una velada en casa de Arie Alfonso en la cual después de algunas copas me puse a recitar en francés y quien más aplaudía era el fotógrafo Esteban Montesinos. Tenía Esteban una ebriedad tan desmedida que lo vi hacer varias fotos con la cámara virada de revés, y que Ariel sentado al piano le decía: "Chico, no jodas más, y deja que mi invitado termine de decir su poema". Y lo recuerdo porque allí estaba Estrella, con sus enigmáticos ojos más engrandecidos que nunca. Y a ti te recuerdo como una mujer pequeña, quizás con cierta tendencia a la obesidad, no sé, con la belleza interior más grande que alguna vez haya conocido, incapaz de dejar indiferente al más pastoso interlocutor, bien inteligente, rápida en las respuestas, pero con una tendencia innata a lo fatal, al sufrimiento, al dolor... Seguramente se trata de una muy mala apreciación de mi parte, pero no es lo más importante, sino el hecho de que a pesar de los años pueda tenerte presente en mi recuerdo, y sobre todo, transmitirte mi más encarecido deseo de que mejore tu salud: una buena señal para seguir siendo irremediablemente buenos cazadores de sueños....
Maria Elena Rodriguez Efren muchos cariñitos para ti y t niña, no te tengo abandonado, ando como casi todos enfrentando los desafios q todos tenemos en mayor o menor cuantia, pues mi hijo muy bien, gracias a Dios y a este exilio q tanto hizo, t sabes, y mira ahi Diana tienes un ejemplo del cuidado d Dios y del corazon d los cubanos.
Efren Pulgaron Gracias , he hecho lo que he podido y también mucho trabajo que he pasado , pero nunca me he " rajado " .
Maria Elena Rodriguez Jejeje, pasar trabajo ?. Yo creo q todos tenemos nuestras historias q a veces desahogsmos con los mas cercanos, pero tienes rszon, d rajaos nada, fijate en el decir nuestro -q l encanta a unos amigos peruanos q tengo- "pa'traz ni pa'coger impulso"..
Diana Margarita Cantón Martínez Ver http://dianamargaritacanton.blogspot.com
Diana Margarita Cantón Martínez Diana Margarita Cantón Martínez De todos modos no sé si me convenga realmente ya operarme con ese cirujano y en ese hospital donde no me trataron nada bien, pero a la vez no quiero perder mucho tiempo ni repetirme de nuevo las pruebas ya hechas en otro hospital y con otro Doctor ( aunque quizás sea un especialista mejor en cáncer de seno). Sigo un poco aturdida y confundida, Rade.. Pero qué bueno que ya aprobaron mi operación aunque para el mes de marzo, día 9.
Diana Margarita Cantón Martínez Avila: Recuerdo tu rostro, pero no muy bien todavía quién eres?. Ese Proyecto lo dirigía Adela Soto Alvarez y la historia de por qué se frustró está en poemas y novelas de ella y míos que pueden leerse en nuestros blogspots. Yo escribí El Aviador, Diálogo con el investigador, Genealogía, Amorescencias y más recientemente La Violación. Y en cuanto a los poemas el conflicto se empezó a armar en 1988 cuando yo escribí Corrupción de la Cordura que tiene unos versos que dicen algo así como Empiezo a corromperme, soy normal, de Cuba, del SigloXX...Te empiezo a traicionar, Martí, pero creo que mañana retorno a la virtud. Pero esa historia mejor que te la cuente Adela si quieres investigar. Estrella escribía una poesía erótica muy buena, pero murió casi sola en su casa de la Calle Maceo. Carlos Piñero, creo que Felipe Ferro y yo fuimos de los pocos que junto a su familia un día lluvioso la acompañó al cementerio. Las instituciones cubanas incluidas las culturales, ni en su postrera hora la apoyaron en algo tan elemental como decir a Pinar del Río: ha muerto una poeta. Poeta además que jamás fue ni disidente ni opositora. Aunque a mi me consta que en sus últimos días comprendió de algún modo hasta dónde había sido violada por el régimen. Pero por ahora ahí lo dejo. Pues ya es mejor hablar de las cosas buenas de la gente. De Nelson hablo en El Aviador, de los dos Nelson, del que mencionas y del otro que ha llegado a Premio Julián del Casal?. No?. Todos íbamos al mismo Taller Literario, a Casa de Estrella, a La Loynaz, a la UNEAC, a tomar te en la Casa del te...Todos éramos buenos amigos. Pero como bien dices fue una época muy dura y nosotros tuvimos que combatir en la Poesía, la Literatura, la Crítica, las Ideas. Y lo hicimos con las armas con que contábamos y cometiendo errores de todo tipo, aunque siempre con las mejores intenciones. Al menos, eso espero.
Diana Margarita Cantón Martínez Gracias, Avila, por tu comentario y deseos de que me recupere y sobreviva este monstruo que llevo en mi cuerpo.
