Por Wilfredo Cancio Isla*
Estados Unidos mantuvo a Cuba en la lista negra de países patrocinadores del terrorismo por trigésimosegundo año consecutivo, dejando intacta la política de distanciamiento que ha marcado las relaciones bilaterales por cinco décadas.
El Departamento de Estado dio a conocer este miércoles su Informe Anual sobre Terrorismo 2013, que coloca a Cuba junto a Irán Sudán y Siria.
El documento para inculpar a Cuba es de apenas tres párrafos y repite afirmaciones sacadas de reportes de años anteriores. Los informes sobre las otras tres naciones designadas como terroristas son detallados y extensos, con señalamientos marcados en fechas recientes.
La argumentación para denominar como terrorista al régimen de Raúl Castro se sostiene en dos puntos básicos:
Sin embargo, el reporte reconoció que Cuba ha tratado de distanciarse de los miembros de ETA, y mencionó que al menos ocho de una veintena de integrantes de esa organización fueron relocalizados con la cooperación del gobierno español.
El informe general del Departamento de Estado indica que ETA no cuenta ya con más de un centenar de miembros, aunque no pueda considerarse que la banda se ha desmantelado totalmente. Washington apunta que hay además militantes etarras viviendo discretamente en Venezuela.
Conversaciones de paz
El capítulo dedicado al caso cubano también registró como positivo que La Habana haya servido de anfitriona a las conversaciones entre las FARC y el gobierno de Colombia, en coordinación con representantes de Venezuela, Noruega y la Cruz Roja.
Y repitió exactamente el mismo párrafo de la versión del 2012: “No hay ninguna indicación de que el gobierno cubano proveyó armas o entrenamiento militar a grupos terroristas”.
A diferencia de los dos reportes del 2011 y 2012, el de este año no hizo referencia a “deficiencias estratégicas” en los controles del sistema bancario cubano, y a las anteriores negativas de Cuba a involucrarse de manera directa con el Grupo Especial de Acción Financiera (FATF) para enfrentar la lucha contra el lavado de dinero y las transacciones financieras que pudieran terminar financiando el terrorismo internacional.
La supresión de este señalamiento parece haber considerado que el gobierno de Raúl Castro emitió una ley antiterrorista a finales del pasado año para “dar respuesta a los compromisos en la lucha global contra el lavado de activos, el financiamiento al terrorismo, la proliferación de armas y el movimiento de capitales ilícitos”.
El Decreto-Ley 317 del Consejo de Estado entró en vigor el pasado 23 de enero, y reglamenta las funciones y estructura de una Dirección General de Investigación de Operaciones Financieras (DGIOF) en la isla. El organismo tiene la misión de proponer y controlar el cumplimiento de los principios y estrategias de prevención contra el uso de los bancos e instituciones financieras cubanas “como vía para la legitimación de activos provenientes de actividades ilícitas”.
Reproducimos a continuación el fragmento del informe dedicado a Cuba:
Capítulo 3: ESTADOS PATROCINADORES DEL TERRORISMO
Oficina del Coordinador para Antiterrorismo
Informes por Países sobre Terrorismo 2013
Abril 30, 2014
Con el fin de designar a un país como un Estado patrocinador del terrorismo, el Secretario de Estado debe determinar que el gobierno de ese país, en repetidas ocasiones, ha prestado apoyo a actos de terrorismo internacional. Una vez que un país haya sido designado, sigue siendo un Estado patrocinador del terrorismo hasta que la designación sea rescindida de conformidad con los criterios legales. Una amplia gama de sanciones que se imponen como consecuencia de la designación de un Estado patrocinador del terrorismo incluyen entre ellas:
CUBA
Cuba fue designado como un Estado Patrocinador del Terrorismo en 1982.
Cuba ha proporcionado durante mucho tiempo refugio seguro a miembros de Patria Vasca y Libertad (ETA ) y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) . Los informes siguen indicando que las relaciones de Cuba con ETA se han vuelto más distantes, y que aproximadamente ocho de las dos docenas de miembros de ETA que viven en Cuba fueron reubicados con la cooperación del gobierno español . A lo largo del 2013, el Gobierno de Cuba apoyó y acogió las negociaciones entre las FARC y el Gobierno de Colombia, encaminadas a lograr un acuerdo de paz entre ambas partes. El gobierno de Cuba ha facilitado el viaje de los representantes de las FARC a Cuba para participar en estas negociaciones, en coordinación con los representantes de los gobiernos de Colombia, Venezuela y Noruega, así como de la Cruz Roja.
No hubo indicios de que el gobierno cubano proporcionó armas y entrenamiento paramilitar a grupos terroristas.
El gobierno cubano continuó albergando fugitivos buscados en Estados Unidos. El gobierno cubano también les prestó apoyo como la vivienda, libreta de racionamiento de alimentos y atención médica a estos individuos.
*Publicado en Diario Las Américas
Estados Unidos mantuvo a Cuba en la lista negra de países patrocinadores del terrorismo por trigésimosegundo año consecutivo, dejando intacta la política de distanciamiento que ha marcado las relaciones bilaterales por cinco décadas.
El Departamento de Estado dio a conocer este miércoles su Informe Anual sobre Terrorismo 2013, que coloca a Cuba junto a Irán Sudán y Siria.
El documento para inculpar a Cuba es de apenas tres párrafos y repite afirmaciones sacadas de reportes de años anteriores. Los informes sobre las otras tres naciones designadas como terroristas son detallados y extensos, con señalamientos marcados en fechas recientes.
La argumentación para denominar como terrorista al régimen de Raúl Castro se sostiene en dos puntos básicos:
- Proporcionar durante mucho tiempo refugio seguro a miembros de los grupos Patria Vasca y Libertad (ETA) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
- Continuar permitiendo que fugitivos buscados en Estados Unidos residan en Cuba, y haberles prestado apoyo como vivienda, libreta de racionamiento de alimentos y atención médica.
Sin embargo, el reporte reconoció que Cuba ha tratado de distanciarse de los miembros de ETA, y mencionó que al menos ocho de una veintena de integrantes de esa organización fueron relocalizados con la cooperación del gobierno español.
El informe general del Departamento de Estado indica que ETA no cuenta ya con más de un centenar de miembros, aunque no pueda considerarse que la banda se ha desmantelado totalmente. Washington apunta que hay además militantes etarras viviendo discretamente en Venezuela.
Conversaciones de paz
El capítulo dedicado al caso cubano también registró como positivo que La Habana haya servido de anfitriona a las conversaciones entre las FARC y el gobierno de Colombia, en coordinación con representantes de Venezuela, Noruega y la Cruz Roja.
Y repitió exactamente el mismo párrafo de la versión del 2012: “No hay ninguna indicación de que el gobierno cubano proveyó armas o entrenamiento militar a grupos terroristas”.
A diferencia de los dos reportes del 2011 y 2012, el de este año no hizo referencia a “deficiencias estratégicas” en los controles del sistema bancario cubano, y a las anteriores negativas de Cuba a involucrarse de manera directa con el Grupo Especial de Acción Financiera (FATF) para enfrentar la lucha contra el lavado de dinero y las transacciones financieras que pudieran terminar financiando el terrorismo internacional.
La supresión de este señalamiento parece haber considerado que el gobierno de Raúl Castro emitió una ley antiterrorista a finales del pasado año para “dar respuesta a los compromisos en la lucha global contra el lavado de activos, el financiamiento al terrorismo, la proliferación de armas y el movimiento de capitales ilícitos”.
El Decreto-Ley 317 del Consejo de Estado entró en vigor el pasado 23 de enero, y reglamenta las funciones y estructura de una Dirección General de Investigación de Operaciones Financieras (DGIOF) en la isla. El organismo tiene la misión de proponer y controlar el cumplimiento de los principios y estrategias de prevención contra el uso de los bancos e instituciones financieras cubanas “como vía para la legitimación de activos provenientes de actividades ilícitas”.
Reproducimos a continuación el fragmento del informe dedicado a Cuba:
Capítulo 3: ESTADOS PATROCINADORES DEL TERRORISMO
Oficina del Coordinador para Antiterrorismo
Informes por Países sobre Terrorismo 2013
Abril 30, 2014
Con el fin de designar a un país como un Estado patrocinador del terrorismo, el Secretario de Estado debe determinar que el gobierno de ese país, en repetidas ocasiones, ha prestado apoyo a actos de terrorismo internacional. Una vez que un país haya sido designado, sigue siendo un Estado patrocinador del terrorismo hasta que la designación sea rescindida de conformidad con los criterios legales. Una amplia gama de sanciones que se imponen como consecuencia de la designación de un Estado patrocinador del terrorismo incluyen entre ellas:
- Prohibición de las exportaciones relacionadas con armas y sus ventas.
- Control sobre las exportaciones de productos de doble uso, que requieren 30 días de la notificación del Congreso de los bienes o servicios que podrían mejorar significativamente la capacidad militar del país enlistado como terrorista o su capacidad de apoyar el terrorismo.
- Prohibición de asistencia económica.
- Imposición de restricciones financieras y otras.
CUBA
Cuba fue designado como un Estado Patrocinador del Terrorismo en 1982.
Cuba ha proporcionado durante mucho tiempo refugio seguro a miembros de Patria Vasca y Libertad (ETA ) y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) . Los informes siguen indicando que las relaciones de Cuba con ETA se han vuelto más distantes, y que aproximadamente ocho de las dos docenas de miembros de ETA que viven en Cuba fueron reubicados con la cooperación del gobierno español . A lo largo del 2013, el Gobierno de Cuba apoyó y acogió las negociaciones entre las FARC y el Gobierno de Colombia, encaminadas a lograr un acuerdo de paz entre ambas partes. El gobierno de Cuba ha facilitado el viaje de los representantes de las FARC a Cuba para participar en estas negociaciones, en coordinación con los representantes de los gobiernos de Colombia, Venezuela y Noruega, así como de la Cruz Roja.
No hubo indicios de que el gobierno cubano proporcionó armas y entrenamiento paramilitar a grupos terroristas.
El gobierno cubano continuó albergando fugitivos buscados en Estados Unidos. El gobierno cubano también les prestó apoyo como la vivienda, libreta de racionamiento de alimentos y atención médica a estos individuos.
*Publicado en Diario Las Américas
