Novela”La Violacion” Inedita y de Ficcion.
Por: Diana Margarita Ruiz.
Capitulo: Empezamos a amarnos en la Glorieta…..
Pero el dia de nuestra reconciliacion fuimos a parar a la
Rotonda de 3ra y 60, cerca de su albergue. Alli hablamos y se hizo muy tarde.
Yo siempre trataba de regresar antes de las once. Pero entre palabras, besos y
caricias sutiles y excitantes, nos cogieron las doce campanadas de Cenicienta
adelantada, y no perdi el zapato de cristal,sino que no tuve la llave del
candado que le ponian al porton del pasillo del edificio de la beca, que
quedaba casi detras de mi escuela, cuyo frente daba a 1ra entre 32 y 34 en Miramar.
Agarramos un omnibus o guagua, supongo que una 32 o una 132
hacia las Playas de Marianao. Mi Capitan Juan al mando de las decisiones
importantes. Alli nunca nos banamos excepto en sudor y liquidos libidinosos.
Pero no me condujo al Patricio, al Mella, ni a ningun otro Circulo Social
Obrero, cerrados ya a esa hora, ni al Conny Island o Aguila o Eagle a montar ningun
aparato infantil o romantico. No, me llevo mi amado amante por una zona
marginal, desconocida, a la que volveria en mi adultez o madurez tras Miguel de
las Estrellas, solo para comprobar que era un rey sin poder real para acabar
con la pobreza. Habian muchos arboles. Nos detuvimos frente a un caseron Viejo de
mamposteria, medio despintado, con unas luces encendidas verdes, rojas,
amarillas, azules…que me encandilaron. Parecia un Danzing Light. A danzar iba,
si, en las olas del Amor prohibido!. Era un lugar raro de olor virgen, medio
extrano, y senti mucho miedo. Pero Juan me aseguro que no me ocurrriria nada
malo, y yo confie en aquel extrano? que se demoro tanto para mirarme, tocarme,
besarme, llegar a mis senos, mi entrepierna
y todas mis profundidades. Como seis meses-todo suave, delicadamente,
sin prisa, como todo un Caballero Medieval Que prisa habia en el amor sensual de
un mes y seis dias, contando desde el primer beso?. Que prisa habia en un
progreso erotico de invierno a primavera, casi de verano, de enero a los temporales
de junio ?. Ya era el 28 de junio!. Solo faltaba para la perfeccion una
casualidad? como aquella y una oportunidad de soledad de dos que ya eran "una
sola carne"-sin papeles, abogado, sacerdote!.
Era la primera vez sola con un hombre, en una habitacion,
con una cama, almohadas, sabanas, un bano, agua?, cervezas frias?....No
recuerdo que hayamos tomado esa noche,
al menos yo no, y el-si lo hizo-fue poco. Solo se que se desnudo, me desnudo sin
prisa, estuvimos verticales y horizontales, habia desabrochado habilmente mi
ajustador, visto por vez primera y con la luz encendida mis senos casi
infantiles y mi pelvis-los vio iluminados, detenidamente y se asombro.Se fascino tambien con todos mis bellos y cabellos rojizos. Me miraba en el gran espejo y en la realidad misma. Detras
de la subsion de aquellos pequenos huevos de paloma, ya cualquier cosa podia
suceder, pero reaccione, proteste, resisti, dije C..oo y todo. Ya no queria.
Pero era tarde para no ir con alas a cada cielo y rincon del universo, con
angelitos, serafines, querubines….Su pene coronado de bellos rojizos-como su
barba de enero, de Central Manalich, rompia mi fragil himen, sin provocar
apenas ningun sangramiento. Si senti un fuerte, un terrible dolor que maldije y odie en ese instante. No
estaba entrenada-como la oriental en juegos y manualidades con mi vagina. Fue
Juan el primero en tocarla y penetrarla!.
En la alborada de la traumatica vez, sin embargo me hablo de
modo convincente:
-Te amo. Me amas. Todo es muy hermoso!. Ya eres mi mujer.
Nos casaremos!.
Senti que la fealdad se hacia belleza, el me hacia sentir
orgullo de mujer completa!.
Eran unas sensaciones y sentimientos superiores a los de la
menarquia a los doce anos, para la que no me habian preparado lo suficiente,
pero que me dio gran felicidad finalmente.
Juan me declamaba, me cantaba, me acariciaba, me besaba cada
parte de mi cuerpo, que decia estar amielado, azucarado, salobre; jamas
profanado, sucio, corrupto. Lo cubria todo de lirios, jazmines, claveles,
nardos, rosas….
Afuera llova intensamente como simbolo de purificacion? De mi
pecado?. De entrega? Por Amor. Al menos asi lo crei mucho tiempo, hasta que me asalto la duda de que hubiera sido una violacion lo que sufri y se lo dije a
aquel psiquiatra.
Llovio tanto que llegue tarde a cuidar un examen de fin de
curso con mi vestido algo corto, estampado en rojo y negro y algo cenido al
cuerpo adolescente, amorescente. Tuve problemas con Carnavalito-la Subdirectora
Docente-vestida siempre de negro, vieja y con labios pintados de Colorado-pese
a que le hice un cuento de ficcion o de camino-parecido, pero distinto a esta novella:
-Fui anoche a ver a mi tia a San Miguel del Padron. Esta muy
enferma. Y me cogio tremendo aguacero y las guaguas no pasaban.
Cogida estaba yo en las tenazas o tentaculos de Juan, que
para mi fue mi Lazarillo durante casi toda mi vida loca.
Me pase muchos dias caminando con las piernas mas separadas,
adolorida aun; pero lo peor: las dudas, las insinuaciones de Juan en ocasiones no
faltaron. Juan ya de los Cielos plenos y totales tal vez esperaba una hemorragea
fenomenal, apoteosica y un ingreso hospitalario pos desfloracion. Mas pronto me
acariviaba, me besaba, se disculpaba y vencia mi ira por su desconfianza, tal
vez dada por alguna experiencia anterior de hipocresia mujeril, que lo dejo tan
inseguro..