Poema de un lunes por la mañana.
De: Olga Lidia Miranda en blog diario errante.
Bloguista: Está muy bien escrito y dice verdades que comparto.
Resuelvo, decreto y sentencio que,
ni densas brumas, dia y noche, sobre mi jardin;
ni el sombrio presagio de haber visto tres pajaros muertos
camino a la casa,
me haran renunciar a ser yo misma, a ser quien soy,
con todas mis luces y todas mis manchas.
Réclamo y anuncio mi paraiso sin dioses,
ni heraldos, ni propietarios, ni presidentes,
ni opio, ni hashis, ni guerras santas.
de sucias fotos de mucha fama.
Construyo y alzo mi propia dicha
con promesas tercas y postergadas.
Sedo y entierro los huesos rotos,
los malos ojos, llantos, quejas vanales
y falsas alabanzas.
Represo mis lagos,
mis playas, mis costas, mis acantilados,
mis arenas blancas,
donde estuvo mi cuerpo
expuesto al sol y al oleaje de las mananas,
y reposo en las noches
sobre unos brazos que lo quemaban.
Atesoro mi musica, mis libros, mis notas,
mis estudios, mis cuentos inconclusos.
Lleno mi closet de rosas rojas y girasoles,
de cosas sabias.
Acuno a mis ninos, a mis gatos, a mis musas,
a los amigos fieles y a las buenas palabras.
Marco mis rutas, planto mis huellas.
Reparto mis alegrias, mis anoranzas.
Regreso a mi isla, a mi camada.
Leo a Voltaire y a Rosseau cuando me llaman.
Reafirmo dos viejos suenos;
bailar un tango, viajar a Espana.
Otorgo derecho a la aristocracia
de estar muy sola,
de ser tan franca.
Olga Lidia Miranda