Escrito el 13 de marzo de 1986, después de leer la novela.
Te sumergiste, Fermina,
en la objetomanía
de un Urbino
que no te colmó de poesía
sino de absurdo pragmatismo.
Conservaste leal a Florentino,
aunque ni virgen ni fiel
pudo quedarse.
Llenos de arrugas y pellejos
navegaron por la vida
más ponderosa siempre
que la muerte.
Porque el amor no es medio,
es origen y fín,
Fermina Daza.
Te sumergiste, Fermina,
en la objetomanía
de un Urbino
que no te colmó de poesía
sino de absurdo pragmatismo.
Conservaste leal a Florentino,
aunque ni virgen ni fiel
pudo quedarse.
Llenos de arrugas y pellejos
navegaron por la vida
más ponderosa siempre
que la muerte.
Porque el amor no es medio,
es origen y fín,
Fermina Daza.