Por:Diana Margarita Cantón.
Cuadernos: Soliloquio y La Ilusión.
No sospechas
que estoy tentada
Diabólicamente de amarte.
Pero por qué
Dios no impide
esta tentación
y mi pecado real?.
Me acuesto y me levanto
contigo al centro del deseo.
Tu nombre imprudente
me late entre los labios
y eres tan inaccesible
como un muerto.
Que viva tal vez Dios
que no ha podido
impedir la imperfección
y la carencia de belleza,
que no me ha dado a ti.
Eres una fuga imperdonable de mi tiempo.
Soy un sueño, cázame.
Cuadernos: Soliloquio y La Ilusión.
No sospechas
que estoy tentada
Diabólicamente de amarte.
Pero por qué
Dios no impide
esta tentación
y mi pecado real?.
Me acuesto y me levanto
contigo al centro del deseo.
Tu nombre imprudente
me late entre los labios
y eres tan inaccesible
como un muerto.
Que viva tal vez Dios
que no ha podido
impedir la imperfección
y la carencia de belleza,
que no me ha dado a ti.
Eres una fuga imperdonable de mi tiempo.
Soy un sueño, cázame.